Cinemanía > Películas > El último desafío > Comentario
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
  El último desafío  (The last stand)
  Dirigida por Kim Jee-Woon
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

El referente indiscutible del cine de acción ARNOLD SCHWARZENEGGER ha vuelto y viene pisando el acelerador a fondo en El último desafío, el arrollador thriller de acción trepidante dirigido por KIM Jee-woon. Los buenos nunca se las han visto tan mal, pero están dispuestos a darlo todo en este intenso viaje lleno de persecuciones y peleas a puñetazo limpio que le da una contundente vuelta de tuerca al clásico enfrentamiento entre el bien y el mal.

Schwarzenegger interpreta al implacable sheriff Ray Owens, un antiguo policía de Los Ángeles que sigue atormentado por el desenlace de una redada fallida que le hizo abandonar el cuerpo. Ahora vive tranquilamente en Sommerton, un idílico pueblecito en la frontera con México donde nunca pasa nada… Pero las cosas están a punto de cambiar. Gabriel Cortez (EDUARDO NORIEGA), el narcotraficante más peligroso y más buscando de EE.UU., acaba de protagonizar una espectacular huida de un convoy del FBI y se dirige a toda velocidad hacia la frontera de Sommerton a bordo de un Corvette ZR1 tuneado capaz de alcanzar los 400 km/h. El agente federal John Bannister (FOREST WHITAKER) va pisándole los talones, pero a Cortez no le preocupa el FBI. A Cortez solo puede preocuparle que aparezca un elemento inesperado, y ese elemento inesperado lo encarna el sheriff Ray Owens. Superado en personal y artillería, Owens no se dejará superar en pericia y pondrá toda la carne en el asador para evitar que Cortez acabe con lo único que le importa: su nuevo hogar. Owens y el pequeño pero leal cuerpo de policía local intentarán truncar la huida de Cortez hacia la libertad.

Arnold Schwarzenegger protagoniza El último desafío, el debut estadounidense del celebrado director de películas de acción coreano KIM Jee-woon (Encontré al diablo; Dos hermanas; El bueno, el malo y el raro) con guión de Andrew Knauer. En esta cinta producida por Lorenzo di Bonaventura (la saga Transformers, G.I. Joe: La venganza), Schwarzenegger comparte cartel con un reparto de estrellas de la talla de Forest Whitaker, Johnny Knoxville, Rodrigo Santoro, Jaimie Alexander, Luis Guzmán, Eduardo Noriega, Peter Stormare, Zach Gilford y Genesis Rodriguez.

Detrás de la cámara están el director de fotografía Ji Yong Kim (A Bittersweet Life), el montador Steven Kemper, A.C.E. (Misión imposible II [M:I-2]); el diseñador de producción Franco Carbone (Los mercenarios [Los mercenarios (The Expendables)]); y la diseñadora de vestuario Michele Michel (Training Day [Día de entrenamiento]).


Que rujan los motores: Schwarzenegger ha vuelto
Es uno de los tipos más duros de la historia del cine de acción, pero durante los últimos años el mítico Arnold Schwarzenegger ha desempeñado otro intenso papel: el de gobernador de California. En El último desafío, su esperadísimo regreso a la gran pantalla, interpreta su primer papel protagonista desde hace una década. Schwarzenegger da vida a un sheriff atormentado que reside ahora en un pequeño pueblo fronterizo, y vuelve a sus raíces con un personaje que transmite una intensidad familiar vista desde una perspectiva inesperada. Este valiente y experimentado hombre de la ley cree que la acción es cosa del pasado hasta que una banda de criminales va a topar con el pueblecito al que se ha mudado para escapar de ellos.

"En esta película vuelve el Arnold que echábamos de menos y nos encontramos con un Arnold que no conocíamos", resume en director del filme Jee-woon, cuyo debut en Hollywood coincide con el regreso de Schwarzenegger a la gran pantalla. Jee-Woon, uno de los directores más taquilleros y reconocidos de Corea, su país de origen, causó sensación con su elegante thriller con tintes de cine negro A Bittersweet Life, la galardonada comedia sobre forajidos El bueno, el malo y el raro, la tenaz película de terror Encontré al diablo y la aterradora historia de fantasmas Dos hermanas. El director nunca había rodado una película de acción en Estados Unidos y ha debutado con la estrella de acción más brillante de todo Hollywood.

Nada más leer el guión, Jee-woon se sintió atraído por el ritmo desenfrenado, el humor socarrón y los personajes extravagantes que pueblan la historia a ambos lados de la ley en El último desafío, pero lo que más le enganchó fue poder presentar a Arnold como paladín de la justicia, incluso cuando parte con la desventaja de que hayan ninguneado a su pueblo y sus recursos.

"Arnold lleva toda la vida en Hollywood y yo soy un recién llegado. Somos muy diferentes, pero cuando nos sentamos a hablar sobre el guión, comprendí que habíamos llegado a las mismas conclusiones sobre El último desafío y el personaje que él interpretaría. El sheriff Owens ha dejado atrás su violento pasado y ahora reside en un pueblecito muy tranquilo. De repente se ve obligado a jugárselo todo para proteger su nuevo hogar. Creo que ambos la entendimos como una historia sobre cómo un criminal armado con maquinaria de última tecnología recién fugado de la justicia ve frustrados sus planes por una comunidad que cree firmemente en la justicia", comenta Jee-woon sobre su condición de extraña pareja.

Schwarzenegger quería volver a la gran pantalla con un filme que fuera trepidante, pero también quería participar en algo fresco y nuevo y para el productor Lorenzo di Bonaventura, responsable de las tres películas de Transformers, Salt y la serie G.I. Joe, El último desafío era justo lo que estaba buscando. "Este papel me pareció perfecto para el regreso de Arnold porque combina aspectos nunca vistos con todas esas cosas que nos encantan de Arnold", comenta el productor. "Le va a permitir redefinir quién es y los personajes a los que puede optar. El público siempre le visualiza como un tipo duro, como el héroe de la película, pero en esta ocasión le añade al papel una pizca de vulnerabilidad. Arnold deja de ser ese héroe solitario y se convierte en un líder de verdad".

Di Bonaventura también se moría de ganas de trabajar con Jee-woon, un director reconocido internacionalmente por los amantes del género de la acción y el terror que todavía no había rodado en inglés. "Su obra es impresionante. Es un director muy versátil y cada una de sus películas combina grandes dosis de entretenimiento y una fuerte carga emocional. Sabe dirigir acción, comedia, drama… y en este filme conjuga todos esos géneros para crear un todo unificado", comenta el productor.

En cuanto leyó el guión de El último desafío, Jee-woon supo que quería dirigir la película. "Decidí embárcame en el proyecto porque aunque El último desafío es una historia muy norteamericana, también toca muchos de los temas que me interesan. Me atrajo esa trama subyacente que se centra en el valor que le echan los vecinos de ese pequeño pueblo para defender lo suyo y en su fe en la justicia. También me pareció muy divertido que unos criminales dotados de tecnología de última generación tuvieran que vérselas con unos aldeanos armados con lo menos tecnológico y avanzado que existe", recuerda.

Recién llegado a una cultura cinematográfica que dista mucho de la coreana, el director comenta que Schwarzenegger hizo que el proceso de aprendizaje fuera todo un placer. "Arnold es una persona muy inteligente y me ha ayudado mucho para que encontrara siempre lo que estaba buscando. Como todavía me estoy familiarizando con cómo se hacen las cosas en Hollywood, a veces me veía un poco perdido y decía “El director es un artista. Necesita tomarse se tiempo”. Hemos congeniando mucho porque Arnold es inmigrante y yo soy extranjero, pero yo he crecido con las películas de Hollywood y eso se deja ver en mi cine", comenta el director.

Si bien Jee-woon se lo pasó pipa con el ritmo desenfrenado que marca Cortez con su bólido y sus armas de última generación, también se centró en que los personajes llevaran la carga de la acción y para ello recurrió al personaje de Schwarzenegger, el sheriff Ray Owens, que se topa inesperadamente con el criminal más letal de su experimentada carrera y se lo toma como algo muy personal.

Di Bonaventura coincide en definir al personaje del sheriff como el motor de esta trepidante historia. "Ray Owens era un reconocido policía de Los Ángeles, pero tras una redada fallida abandona su cargo y se marcha al pueblo en el que echaron raíces sus padres inmigrantes. Es como si hubiera intentado evitar las responsabilidades que entrañan ser policía. Con la inminente llegada de Cortez al pueblo, Owens se ve obligado a enfrentarse a todo aquello que ha dejado atrás para proteger al pueblo y a la gente que quiere".

"Con este personaje Arnold me recuerda a John Wayne, uno de mis héroes. Ambos tienen esa habilidad para rezumar confianza sin decir ni una sola palabra. Las cosas pintan muy mal, está superado en personal y recursos, pero Arnold siempre da la talla", añade.


Con el pie en el acelerador: Schwarzenegger opina sobre el Sheriff Owens
Después de ocupar el cargo de gobernador de California durante siete años, Arnold Schwarzenegger pensaba volver paulatinamente a los papeles de acción que le habían convertido en una estrella internacional, pero los planes tranquilos se fueron al traste en cuanto leyó el guión de El último desafío.

"El guión me cautivó", comenta Schwarzenegger, "con esa combinación de intensidad, drama y acción que tanto me gusta y que los fans esperan encontrar en mis películas, pero también tiene una fantástica dosis de humor. Es de esas películas en las que uno suelta una carcajada en pleno suspense".

Schwarzenegger también tenía ganas de ponerse a las órdenes de un director emergente: confiaba en su capacidad para reinventar el género del cine de acción clásico y darle una vuelta fresca y divertida. Había visto y disfrutado de muchas de las películas coreanas de Jee-woon. "Es un director de gran talento, y me gusta trabajar con realizadores talentosos", apunta Schwarzenegger. "Me inicié en su filmografía con El bueno, el malo y el raro y me encantó tanto por el alcance de la película como por la acción, me pareció fascinante. Luego visioné Encontré al diablo, A Bittersweet Life y Dos hermanas y con cada película me iba enganchando más y más a su cine. Me fascina su versatilidad. Se le da particularmente bien tratar un tema tan universal como la lucha entre el bien y el mal, algo que se percibe tanto en sus películas anteriores como en El último desafío".

El proyecto empezó a tomar forma y Schwarzenegger quedó encantado con el reparto de estrellas que iba a encabezar. "El elenco es increíble: Johnny Knoxville, Forest Whitaker, Luis Guzmán, Jaimie Alexander, Rodrigo Santoro, Eduardo Noriega, Genesis Rodriguez… La lista de grandes talentos es interminable. Son actores buenísimos, tanto desde el punto de vista de la comedia como de la intensidad que le transmiten a sus personajes", comenta.

Según Schwarzenegger, Noriega ha dado en el clavo al interpretar a Cortez como un criminal zalamero. "Noriega es muy guapo, es todo un sex symbol", apunta Schwarzenegger, "y ha logrado retratar a la perfección a este narcotraficante. La intensidad de su mirada y de sus expresiones le aportan muchísima credibilidad y lo convierten en el enemigo perfecto para mi personaje".

Schwarzenegger también se lo pasó en grande con Knoxville. "Me parto con Johnny. Cualquiera que haya visto las películas de Jackass sabrá que el tío echa el resto con tal de conseguir que el público suelte una carcajada, así que este personaje le venía como un guante. Acaba siendo el apoyo más importante del equipo del sheriff Owens y le echa mucho valor en todos los enfrentamientos".

Schwarzenegger también se sentía muy identificado con el sheriff Owens, un héroe que ha dado carpetazo a la acción para dedicarse a la vida tranquila como sheriff de un pueblecito donde parece que nunca pasa nada serio. "Trabajó durante años en una unidad de élite de las fuerzas de seguridad de Los Ángeles, pero esa etapa es cosa del pasado. Ahora tiene las miras puestas en la jubilación y está convencido de que disfrutará de esa existencia tranquila… hasta que llegan unos criminales al pueblo", observa Schwarzenegger. "A partir de ese momento se convierte en la historia de cómo ese pueblecillo que parte con desventaja no se deja avasallar y se esfuerza por salir del embrollo en el que se encuentra".

Al igual que el sheriff Owens, Schwarzenegger también se ha reencontrado de golpe con todas las exigencias de una película de acción desenfrenada tras haberse tomado un descanso considerable y, al igual que el sheriff Owens, estaba mejor preparado de lo que se esperaba para el reto físico y mental al que debía someterse. "Tras dejar el puesto de gobernador, pensé que volvería paulatinamente a la acción, pasito a pasito", comenta, "pero no ha sido así".

"Una vez visité un rodaje durante mi mandato como gobernador y vi a uno de los actores colgado bocabajo de un arnés. Un amigo me preguntó si echaba de menos el cine y le contesté, “No, preferiría estar en Sacramento rodeado de legisladores que se enfrentan a mis medidas e intentan hacerme la vida imposible. Disfrutaría más en esa situación que estando colgado bocabajo de un arnés. Ya no me veo haciendo ese tipo de cosas”. Ni que decir tiene que en esta película me colgaron bocabajo de un arnés, y además de eso me paso la película entera combatiendo, escalando, corriendo y pisando a fondo el acelerador en persecuciones de coches. ¡Menuda forma de volver paulatinamente al cine! Eso sí, me lo he pasado genial", añade.


Vienen curvas: Los ayudantes del Sheriff
Jee-woon y el equipo técnico montaron un exhaustivo proceso de casting para dar con un grupo de eclécticos actores que dieran vida a los heterogéneos ayudantes del sheriff de Sommerton, más acostumbrados a lidiar con delitos menores que con criminales.

Según el productor de la cinta, di Bonaventura, "Luis Guzmán, Jaimie Alexander y Zach Gilford dan vida a los ayudantes del sheriff Ray Owens. No tienen demasiada experiencia y nunca han tenido que enfrentarse a operaciones de gran magnitud, pero son muy buenas personas. Rodrigo Santoro encarna al malote local, a quien la situación le brinda la oportunidad de redimir una vida plagada de fracasos. Por último, Johnny Knoxville interpreta a Lewis Dinkum, el bicho raro que por fin cumple su sueño de ser ayudante del sheriff".

Luis Guzmán da vida a “Figgie”, el ayudante más capacitado y con mayor experiencia del sheriff Owens, con grandes dosis de humor. "Luis es muy gracioso, tiene muchísimo talento y ha creado un personaje simpático y entrañable", comenta Jee-Woon sobre este reconocido actor de personajes.

Según di Bonaventura: "Sobre el papel, el personaje de Figgie no era nada gracioso, pero gracias a Luis en la película el personaje tiene momentos realmente hilarantes. Luis ha creado un personaje que aprecia la vida, la familia y los amigos sin perder la capacidad de sorprenderse. Enamora al público porque siempre va de frente, con solo mirarle a la cara ya podemos saber quién es y qué está pensando".

Por su parte, Guzmán no pudo rechazar la oportunidad de trabajar con Schwarzenegger. "Crecí viendo las películas de Arnold y de repente me encontré compartiendo la pantalla con él en muchas escenas. Ha sido maravilloso", recuerda Guzmán.

Junto a Guzmán encontramos a Sarah Torrance, la única mujer de la oficina del sheriff, interpretada por Jaimie Alexander. Conocida por su papeles de superhéroe en la épica película de acción Thor y la serie de ABC Family “Kyle XY”, en esta ocasión encarna a un personaje más humano que duda de si está capacitado para dar la talla… hasta que las cosas se ponen feas. Jee-woon quedó encantado con su interpretación. "Jaimie es muy guapa, pero transmite la fuerza y la valentía de una chica tejana", comenta el director. "Es la única mujer del equipo de Arnold, pero no se quedó atrás en ningún momento".

Alexander ha disfrutado con este personaje, una chica normal que demuestra que es más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado cuando las cosas se tuercen. "Me gusta que mi personaje no sea un superhéroe. Tiene esa vulnerabilidad característica de las mujeres, pero esta situación le descubre lo fuerte que es. Es una mujer normal que intenta mejorar. En esta ocasión me he topado con un grado de realismo al que no estoy acostumbrada, ya que muchos de los personajes que he interpretado existen en el mundo de la ciencia ficción… ¡Me ha encantado dar vida a una persona que podría existir en la Tierra!".

Para Di Bonaventura, Alexander añade un toque de naturalidad a las escenas de acción. "Jaimie agrega vulnerabilidad y sensualidad a la película. En principio, su personaje anda un poco perdida y superada, pero cuando el sheriff se da cuenta de lo feo que se va a poner todo y les da la opción de marcharse si quieren, Sarah comprende que quiere formar parte de ese equipo. Creo que los espectadores se van a sentir muy identificados con ella porque se da cuenta de que quizá le falte algo de formación, pero quiere hacer bien su trabajo y tomar la decisión correcta cuando sea necesario".

Zach Gilford, conocido internacionalmente gracias al personaje del quarterback Matt Saracen de la longeva serie “Friday Night Lights”, encarna al miembro más novato del equipo, Jerry. Zach sorprendió gratamente al director Jee-woon con su interpretación. "No le conocía pero sabía que había recibido muy buenas críticas por su papel en “Friday Night Lights”. Ha hecho un gran trabajo dando vida a este chico de pueblo con grandes aspiraciones, tanto que su historia se convierte en el núcleo emocional de las batallas a las que se enfrentan", apunta el director.

Cuando el sheriff Owens se da cuenta de que va a necesitar más personal para reforzar este inexperto cuerpo policial, se ve obligado a echar mano de dos vecinos. Por un lado, contrata al dueño del museo local, Lewis Dinkum, interpretado con una bufonería inimitable por el popular cómico Johnny Knoxville. Conocido tanto por sus alocados atrevimientos como por su irreverente sentido del humor, además de su trabajo en grandes éxitos cinematográficos en géneros tan diferentes como la serie Jackass o MIIB: Hombres de negro 2, Knoxville era la opción perfecta para encarnar a Dinkum. "Johnny tiene un sentido del humor muy particular, pero es mucho más que un actor cómico. Siempre intenta dar todo lo que tiene y eso lo transmite en su actuación", comenta el director.

"Dinkum es como una fusión de la personalidad cómica de Johnny Knoxville y de un friki de lo militar. Johnny aporta esos conocimientos extravagantes que ayudarán a los buenos a imponerse a criminales armados con tecnología moderna y sofisticada empleando artillería antigua. Ha sido muy divertido", añade Jee-woon.

A Knoxville le atrajo poder trabajar con Schwarzenegger y con uno de los mejores directores de acción coreanos, una pareja inflamable. "Mis agentes me enviaron el guión y me dijeron que sería el regreso de Arnold a la gran pantalla. Creo que no añadieron nada más", dice Knoxville con una sonrisa. "También quise hacer la película porque había visto El bueno, el malo y el raro y conocía esa sensibilidad de KIM Jee-woon para las películas de acción. Este filme se compone de muchos elementos diferentes, pero el director ha sabido dar en el clavo con el tono de la historia, y también ha añadido grandes dosis de humor. Es un realizador muy talentoso y riguroso".

El candidato menos probable a llevar placa empieza la película en la cárcel. Frank Martinez es el gamberro local que le da un giro de 360º a su vida. El actor brasileño Rodrigo Santoro, una estrella emergente conocido no solo por su papel protagonista en la comedia romántica Love, Actually, sino por su interpretación del fanático déspota Jerjes en 300, se aleja de terreno conocido para dar vida a Frank.

Jee-woon se enamoró de las dotes interpretativas de Santoro a los pocos minutos de visionar una cinta del actor. "Puede ser muy masculino y muy elegante. Se esforzó muchísimo en este papel; siempre intentaba darlo todo en cada toma", dice el director.

"Rodrigo se metió a fondo en el papel, ha sido maravilloso. Su personaje crece muchísimo durante la película. Fue un deportista de élite y se le prometía un futuro brillante, pero nunca llegó a nada, solo fue a la guerra, de donde volvió bastante tocado. Sabe que ésta es su última oportunidad", añade Di Bonaventura.

A Santoro le ha encantado participar en una película de acción. "Lo que me gusta de las películas de acción de gran presupuesto es que los personajes suelen estar desbocados. Nunca se andan con medias tintas y hacen cosas increíbles. ¿Dónde si no se podría conducir un coche a 400 km/h sin que te caiga una multa? Este papel me ha descubierto lo divertidas que son estas películas", comenta.

También tenía muchas ganas de ver a Arnold en su salsa. "En mi opinión, los mejores héroes de acción no siempre empiezan siendo héroes", concluye Santoro. "Suelen ser hombres normales que se encuentra en una situación extraordinaria y se ven obligados a sacar lo mejor de sí mismos. No estoy diciendo que Arnold sea un hombre normal, pero en esta historia es un poli que vuelve al pueblo donde nació para ocupar el puesto de sheriff y alejarse del barullo criminal de la gran ciudad. Pero ese barullo viene a llamar a su puerta".


Puesto de control: El FBI
Cortez va pisando el acelerador a fondo con las miras puestas en Sommerton a bordo de su Corvette tuneado, pero no va solo. Toda una tropa de agentes federales le va pisando los talones, si bien parece una persecución un tanto fútil. La operación del FBI la dirige John Bannister, interpretado por el oscarizado actor Forest Whitaker. El Bannister de Whitaker es un hombre obsesionado con apresar al fugitivo y en negarle al sheriff Owens la más mínima oportunidad de detener a la banda de Cortez. Una decisión de la que no tardará en arrepentirse.

Jee-woon quedó encantado al saber que contarían con un actor de la talla de Whitaker. "Le aporta mucha clase al papel", comenta el director. "Tiene una energía inabarcable. Una vez ojeé su copia del guión, ¡y tenía más notas que yo en la mía! Demuestra que los mejores actores no nacen sino que se hacen con mucho tesón y esfuerzo".

Whitaker también estaba ansioso por trabajar con Jee-woon. En palabras del actor: "Hay dos elementos clave que hacen que sus películas sean tan especiales. En primer lugar, el estilo. Sus películas son pura poesía y en todas se esfuerza por buscar en el interior de los personajes. En segundo lugar, visualmente transmiten mucha belleza, incluso las películas de acción. En sus creaciones hasta los momentos más violentos contienen elementos poéticos, algo que requiere una sensibilidad muy especial".

A Whitaker también le interesó mucho el personaje de Bannister y las cualidades que comparte con el sheriff Owens, aun sin darse cuenta de ello: "Ambos buscan la redención. El personaje de Arnold perdió a su compañero y se exilió en un pueblecito para intentar escapar de su pasado. Pero ocurre justamente lo contrario: se verá obligado a analizar sus capacidades como policía y a tomar una decisión sobre lo que debe hacer. A mi personaje se le ha escapado el hombre que llevaba muchos años buscando y está desesperado por volver a capturarle y llevarle ante la justicia. Es casi como un arcángel cuyo deber es hacer justicia".

A Whitaker le conquistó también el tema de la lucha entre el bien y el mal que trasciende en toda la película. "El personaje principal se enfrenta a un panorama desolador donde todos están en su contra –la administración, la sociedad, los criminales– y eso es emocionante", apunta, "y el criminal es un personaje fuerte que tiene una presencia enorme, es casi como un semi dios porque parece que nada puede detenerle. Hasta que se encuentra con el sheriff".

Para el productor di Bonaventura, Whitaker convierte a Bannister en el perfecto intermediario entre David (los vecinos del pueblo) y este Goliat moderno y poderoso. "Forest tiene un fuerza increíble y se mete en el personaje con una convicción casi fanática, pero también le da un toque de vulnerabilidad por la culpabilidad que siente al haber dejado escapar a este tipo. Ha conseguido generar mucha empatía hacia un personaje que se la tiene jurada al sheriff Owens".

Bannister no viaja solo. Le acompañan dos agentes de apoyo: Ellen Richards, interpretada por Genesis Rodriguez (Case De Mi Padre, Qué esperar cuando estás esperando) y Phil Hayes, encarnado por Daniel Henney (X-Men Orígenes: Lobezno). El grupo pronto queda cojo cuando Cortez secuestra a Richards.

Henney, de origen estadounidense-coreano, era fan de la obra de Jee-woon antes de meterse en la piel de este divertido personaje. "Entre las persecuciones y las explosiones, siempre añade toques oscuros y dramáticos muy interesantes. Es uno de los mejores directores de cine de acción", resume.


Fuera de control: Eduardo Noriega interpreta a Cortez
Para dar vida al siniestro criminal de El último desafío –Cortez, un narcotraficante de fama internacional–, los realizadores se alejaron mucho de la tradicional imagen del ruin cabecilla. Buscaban algo completamente diferente: querían que Cortez fuera muy inteligente, sofisticado y tan ducho en tecnología como el director de Google… y que pudiera vestir con una frialdad impresionante un traje hecho a medida. Esa combinación la encontraron en un actor de sangre caliente: el actor español Eduardo Noriega.

Según di Bonaventura: "Eduardo es un actor maravilloso que ha sabido combinar esa clase de la que hacen gala los que disfrutan de una vida privilegiada y esa personalidad perversa del malo de la película".

Noriega le define como "un mimado" y se ríe. "Una vez leí en el periódico la historia de un señor que compró un colegio para poder despedir a un profesor que había abroncado a su hijo. Sabía que esa historia le venía como anillo al dedo a Gabriel Cortez. Mi personaje tiene mucho poder y mucho dinero, tanto que cree que puede comprarlo todo. Está acostumbrado a que las cosas salgan como él quiere y se puede poner muy peligroso cuando no es así", añade.

Cortez contrata a un brutal lugarteniente llamado Burrell (Peter Stormare) para allanarle el camino hacia la libertad. Peter Stormare, que estrenará el próximo año Hansel & Gretel: Cazadores de brujas, tiene sobrada experiencia cuando se trata de encarnar al malo de la película y así lo ha demostrado con Burrell.

Stormare ya había trabajado con di Bonaventura en Constantine, y en palabras del productor: "Todavía recuerdo cómo interpretó a Satán. Lo considero uno de mis mejores momentos como productor. Con Burrell crea un personaje sobrado de confianza, un enemigo con un sentido del humor muy cínico. Cuando se enfrenta a Owens y su equipo, vemos que a este frío mercenario le hace bastante gracia esta pandilla de mindundis. Creo que tanto él como Chris bordan sus papeles; sin ellos se hubieran quedado en meros malos de segunda".

"He sido fan de Peter desde que vi Fargo. En esta película ha creado a un criminal siniestro que es también divertido y simpático", añade Jee-woon.

Pero el mejor aliado de Cortez es otro de los personajes principales de El último desafío: el bólido que le permite fugarse a todo gas por el desierto del suroeste de EE.UU. El Corvette ZR1 es el coche más rápido que se puede comprar "directamente del concesionario". La versión especial que se ha empleado en El último desafío es un deportivo tuneado con más de 1.000 caballos que llega a superar los 400 km/h.

"Corre más que cualquier otra cosa que se te ocurra", comenta di Bonaventura. "De hecho, llegados a un punto nos planteamos qué ocurriría si un caza intentara volarlo de la carretera, pero el uso de los cazas los debe autorizar el Presidente de EE.UU. y en dos horas no se puede lograr un permiso presidencial para dispararle a un civil a bordo de un coche tuneado. Así que Cortez tiene un único objetivo: pisarle a fondo hasta cruzar la frontera. Por si eso fuera poco, Cortez tiene los medios para comprar a cualquier ingeniero o técnico que sepa cómo atravesar la frontera por un punto supuestamente intransitable, y esa ruta será la que le lleve a Sommerton".

Jee-woon quería que el coche pareciera tan peligroso como el propio Cortez. "Lo conduje antes de empezar a rodar", confiesa, "y me lo pasé bien, pero ir de copiloto da bastante miedo. Es más como ir a lomos de una bestia que en un coche. El motor ruge como un animal. Imagino que eso es lo que se siente al montar un león o un tigre. Quería transmitir la naturaleza animal del coche en la película".


Entre Las Vegas y la frontera: El look de la película
Para Jee-woon El último desafío siempre estuvo dividido en varios mundos visualmente muy diferentes: "Está Las Vegas con todo el lujo y la ostentosidad; el pueblo de Sommerton; las caóticas oficinas del FBI; y también está el superdeportivo que conduce Cortez. Quería que cada uno de ellos tuviera un aspecto diferente. Es decir, quería emplear colores, texturas e incluso ángulos de cámara diferentes para retratar cada uno de esos mundos", comenta.

Cuando empezó a buscar localizaciones para Sommerton –donde se produce el épico desenlace–, el diseñador de producción Franco Carbone (Los mercenarios [The Expendables]) tenía en mente un enclave que combinara todas las características del prototipo de pueblo norteamericano: una comunidad muy unida, una calle principal, el típico restaurante norteamericano, algunas tiendas, la oficina del sheriff… y un campo de maíz a las afueras del pueblo donde Jee-woon había concebido que se desencadenara la persecución final entre laberínticas hileras de maíz.

Carbone dio con el aspecto que buscaba Jee-woon en Belen, Arizona, a unos 50 kilómetros de Albuquerque, Nuevo México, y se puso manos a la obra para construir allí Sommerton. "El mayor reto al que nos enfrentamos fue darle vida al pueblo y convertirlo en un lugar con una historia y un fondo. Nos lo imaginábamos como uno de esos pueblos que aparecieron a principios del siglo XIX con la fiebre del oro; una de las paradas del ferrocarril en su trayectoria hacia el oeste. En uno de los lados de la calle había unos edificios impresionantes de principios de siglo en los que me basé para construir los del otro lado", comenta.

Según el productor ejecutivo y director de producción Guy Riedel: "Cuando llegamos no era más que medio pueblo, con un par de edificios rodeados de solares vacíos, así que construimos tiendas, un taller, una iglesia y quitamos los paneles de un edificio clausurado que había sido una frutería y lo convertimos en el restaurante del pueblo, Irv’s Diner".

Carbone quería que el restaurante tuviera el atractivo familiar que podría llevar a un tío como Owens a decidirse por un pueblo tan aparentemente tranquilo como Sommerton –y a luchar por él con uñas y dientes. "Irv’s Diner le añade riqueza al pueblo", dice Carbone. "Se convirtió en el sinónimo de todo lo que le importa a la gente de Sommerton y por lo que Owens se siente tan obligado a protegerlos".

Durante el rodaje, Jee-woon trabajó estrechamente con el director de fotografía Ji-Yong Kim, con quien coincidió anteriormente en A Bittersweet Life. "Habla inglés y consigue que los directores se sientan muy cómodos. Tiene una habilidad especial para configurar la cámara y emplea ángulos muy personales", apunta el director.

La película está llena de escenas de riesgo, desde de una espectacular huida en tirolina en Las Vegas a una explosión humana, pero el trabajo más trepidante giraba en torno al Corvette ZR1 de Cortez. Después de haber colaborado con GM en todas las películas de la serie Transformers, di Bonaventura tenía una buena relación laboral con la empresa y los fabricantes les hicieron llegar seis de los preciados Corvettes. "GM creía en la película y sabían que los realizadores iban a compartir su forma de entender el coche. Querían que el Corvette fuera un bólido espectacular, y eso era justo lo que queríamos nosotros", apunta di Bonaventura.

Había un equipo encargado únicamente del mantenimiento de los coches para garantizar que estuvieran preparados para rodar en cualquier momento. Siempre había un ZR1 y un ZL1 impoluto listo para rodar las escenas en las que estos compañeros de reparto metálicos debían dar lo mejor de sí mismos, ya fuera a toda velocidad o aparcados. Otros se prepararon específicamente para las escenas de acción: con amortiguadores especiales para soportar grandes cargas de peso; tuberías inferiores para enganchar las cámaras; sin motor para las escenas en las que se remolcaba el coche con una grúa; y sin depósitos de gasolina para garantizar la seguridad cuando se rodaba en plató.

"Cada uno de los coches tenía un propósito específico. Fue una ardua tarea controlar para qué se usaba cada uno porque a veces el mismo coche lo necesitaban dos unidades diferentes en emplazamientos diferentes. Fue todo un reto", explica Riedel.

Para la escena del campo de maíz se instaló un sistema de conducción alternativo en el techo de los coches que permitía que un conductor especialista manejara el coche desde arriba, con buena visibilidad, mientras que el actor hacía que conducía el automóvil a toda velocidad a ciegas.

El equipo técnico insistió en mantener el realismo en las persecuciones y escenas peligrosas. En vez de decantarse por los efectos por ordenador, Jee-woon y todo el equipo intentaron funcionar “a la antigua” todo lo que pudieran, recurriendo a especialistas y efectos físicos, especialmente porque la historia se centra en el triunfo de las agallas y la valentía de las personas normales frente a la sofisticación a la que recurren los criminales.

Darrin Prescott, experimentado coordinador de escenas peligrosas y director de la segunda unidad, trabajó con el reparto y los coches, y Wade Allen se encargó de coordinar la segunda unidad. Además de trabajar con los bólidos, Prescott también tuvo que lidiar con peleas, persecuciones a pie e intensos combates cuerpo a cuerpo, en muchas ocasiones con Schwarzenegger.

Prescott había coincidido hace años con Schwarzenegger y en su reencuentro se lo encontró tan dispuesto como siempre. "Ha vuelto a escena como si nunca se hubiera ido. Ha sido genial: allí estaba Arnold, el mismo tipo con el que trabajé hace 15 años".

Noriega sorprendió al veterano coordinador de escenas de acción con su interés por aprender todos los secretos del género de acción. El actor español se ha entrenado a conciencia para las escenas de pelea y de conducción. "Eduardo nos dijo que quería prepararse para participar en todas las escenas de pelea y conducción que pudiera, y eso fue genial", dice Prescott. "Ha sido como una esponja, y siempre es un placer trabajar con alguien así".

Cuando la conducción era demasiado temeraria recurrieron al especialista Jeremy Fry para hacer de doble de Noriega, y fue él quien estaba al volante para conseguir que esos 1.450 kilos de coche hicieran cosas que solo pueden pasar en las películas.

Las escenas espectaculares estaban a la orden del día. Según cuenta Prescott, "Jee-woon nos preguntaba “¿Podéis conseguir que ese autobús cambie de sentido en una calle estrecha?” y nosotros le decíamos “Esto es Hollywood, ¡aquí podemos hacer lo que quieras! Todo depende del presupuesto”. Así que el departamento de efectos especiales montó unos ruedines en la parte inferior del bus para que Jeremy pudiera conducirlo por una calle estrecha con establecimientos reales a cada lado. Cuando le daba a un botón la parte trasera del autobús se despegaba del suelo un par de centímetros y giraba en los ruedines como si estuviera deslizándose por una capa de hielo para hacer un giro de 180º en esa calle mínima. ¡Fue alucinante!".

A pesar de las escenas peligrosas, las maniobras automovilísticas y los combates cuerpo a cuerpo, para todo el reparto y el equipo lo más emocionante de la película era estar en presencia de Schwarzenegger, que ha sido una inspiración para todos. "Es un profesional como la copa de un pino, siempre tan amable, siempre pasándoselo en grande con el trabajo. Creo que al público le va a encantar su regreso al cine de acción. El personaje le viene como anillo al dedo y me emociona que haya vuelto", comenta el productor ejecutivo Guy Riedel.

"Me encanta que El último desafío sea una historia de superación de personajes que parten con desventaja y con los que todos podemos sentirnos identificados. Cuando ocupaba el cargo de gobernador, me emocionaba mucho la entrega de la Medalla al Valor, un honor que se concede a agentes de policía que han hecho algo extraordinario. Sus historias a veces me parecían increíbles, pero la gente hace cosas extraordinarias, como en El último desafío. El sheriff de ese pequeño pueblo adormilado y sus ayudantes echan el resto cuando el narcotraficante más peligroso del mundo pone rumbo a su hogar", resume Schwarzenegger.