Cinemanía > Películas > El artista y la modelo > Sinopsis
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
  El artista y la modelo  Dirigida por Fernando Trueba
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Verano de 1943. En un lugar de la Francia ocupada, no lejos de la frontera española, un viejo escultor de fama, cansado de la vida y de la locura de los hombres, reencuentra, gracias a la llegada de una joven española escapada de un campo de refugiados, el deseo de volver a trabajar y esculpir su última obra.


Sinopsis amplia
En la Francia ocupada de 1943 viven un viejo escultor y su esposa en un pequeño pueblo cercano a la frontera española.

El artista (Marc Cros - Jean Rochefort), a sus 80 años, dejó de esculpir hace ya tiempo. Ha visto dos guerras y, desilusionado, no espera gran cosa de la vida y de la especie humana.

Pero un día su mujer (Léa - Claudia Cardinale) recoge de la calle a una joven campesina española (Mercè - Aida Folch), que huye del ejercito franquista.

El matrimonio ofrece a Mercè vivir en el taller del escultor y, mientras se quede en él, ser su modelo en la que será la última obra del viejo Cros.

Poco a poco, nace una hermosa relación entre la joven que recién ha comenzado a vivir y el artista que ve cercano su horizonte final.

En el taller de la montaña, mientras trabajan, modelo y artista hablan con sencillez y cercanía de todo lo que les rodea.


Los personajes

MARC CROS
Marc es un viejo artista. Escultor. En el otoño de la vida, Cros es un hombre sin muchas ilusiones. Vivió la Primera Guerra y pensó que los seres humanos habrían al menos aprendido de la experiencia para que algo así no volviera a repetirse.

Ahora estamos en el verano de 1943. Europa está de nuevo inmersa en otra guerra tan devastadora y cruel como la anterior. Francia vive bajo el régimen de Vichy y la Ocupación alemana.

A sus 80 años, Cros ha abandonado su trabajo ya hace algún tiempo y se ha retirado a su tierra natal, el Roussillon. Allí, junto al mar y al Pirineo, pasa sus últimos días esperando el final, en compañía de su mujer, compañera, cómplice y antigua modelo, Léa.

Como gran parte de los artistas, antiguos y contemporáneos, Marc Cros, nuestro escultor, ha consagrado su vida, su trabajo, a la búsqueda de la belleza. Y su tema central ha sido el cuerpo humano, y más concretamente, el de la mujer.

Durante toda su vida, Cros ha estado trabajando en una dirección, intentando alcanzar, a través de la sencillez, de la pureza, la esencia de las formas, la belleza en su sentido más puro, despojada de todo artificio, como los escultores griegos de la época pre-clásica.

Tiene la sensación de haberse acercado a algo a la vez esencial y primitivo, pero sin haber alcanzado nunca su objetivo. Siente que ha dado vueltas a su alrededor para, al final, acabar escurriéndosele entre los dedos.

Aparentemente huraño y misántropo, Cros es en realidad un hombre impaciente. Le queda poco tiempo y quiere aprovecharlo. Tiene algo de místico, de alquimista, pero lo que busca es la desnudez absoluta de manipulación, de artificio.

MERCÈ
Mercè es una joven catalana, de apenas 20 años. La guerra civil española la ha hecho comprometerse y luchar a muy temprana edad. Como tantos miles de españoles, cruzó la frontera francesa huyendo de las tropas franquistas, una vez la guerra perdida, en la que ha participado y luchado hasta el final. Ha vivido en los campos de refugiados, habiéndose escapado de uno de ellos.

El encuentro con Marc Cros le permite encontrar refugio y comida durante un tiempo. Y a la primera oportunidad, reanudar sus actividades, ayudando a un resistente a cruzar a España.

Poco a poco, se va interesando por el viejo artista e intenta entenderlo a él y, sobre todo, su manera de entender su trabajo, y su especial visión del mundo y de la vida.

Mercè es valiente y reservada. Inteligente y luchadora. La vida la ha hecho madurar, pero conserva algo infantil, al mismo tiempo.

LÉA
Léa es inteligente y divertida y, a sus 70 años, aún es una mujer hermosa. Fue modelo de Cros y de otros muchos artistas antes de convertirse en la compañera de éste. Nadie lo conoce como ella, que sabe interpretar sus silencios y sus repentinos cambios de humor.

Léa es consciente de las horas bajas que Cros atraviesa y cree que volver al trabajo le devolvería las ganas de vivir. Sabe que para Cros la vida es su trabajo, en su abandonado estudio de la montaña y ella será el detonante de este "tercer acto" en la vida del artista.