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  Amor bajo el espino blanco  (Shan zha shu zhi lian)
  Dirigida por Zhang Yimou
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Sección Oficial SEMINCI 2011.

Ficha artística: Zhou Dongyu, Shawn Dou, Xi Meijaun, Li Xuejlan


Basada en la novela del mismo título del aclamado autor Ai Mi, de la que se han vendido tres millones de ejemplares desde su publicación en 2007. Seleccionada por la revista semanal “Asia Weekly” como la Mejor Novela del Año en lengua china y muy aplaudida por otros autores, críticos y lectores en todo el mundo.


Comentario del director
Esta película existe a pesar de la época; una época en que enamorarse era todo un reto para dos jóvenes. Aunque los tiempos han cambiado desde entonces, creo que el público actual puede emocionarse y sentirse inspirado por esta película. Lo creo así porque el amor es puro y eterno. Ocurrió entonces y sigue ocurriendo. Puede ser comprendido a cualquier edad, por cualquier raza o pueblo, por cualquier clase. En este sentido, la historia es significativa y atemporal. Me conmovió profundamente la pureza del primer amor de estos dos personajes.

Algunos pensamientos acerca de AMOR BAJO EL ESPINO BLANCO
(Extraídos de diversas entrevistas con el director Zhang Yimou)

P: ¿Cómo le llegó este proyecto?

R: Me entregaron un guión basado en la novela Hawthorn Tree Forever, de Ai Mi, en el verano de 2008, cuando el país se preparaba para los Juegos Olímpicos. Me dijeron que debía leerlo sin falta ya que trataba de unos jóvenes a los que mandaban al campo para su reeducación en los años setenta, una experiencia que yo mismo viví. El amor simple y puro descrito en la historia me conmovió.
Fundamentalmente, la película habla de temas eternos: la vida y el amor. Quise evitar cualquier tipo de exageración y puesta en escena elaborada. Preferí ceñirme a una narrativa simple, mínima, y dejar que la historia fluyera sola.


P: ¿Por qué escogió a dos actores desconocidos para interpretar a los amantes?

R: Quería que la película fuese fresca, pura. Los actores noveles son como una página en blanco. No necesitan actuar, pueden interpretarse a sí mismos. Y para sumergirse totalmente en una película, ayuda no tener una filmografía detrás.

Los actores Zhou y Dou son jóvenes e ingenuos, puros, como los jóvenes de los años setenta. Supe que eran perfectos en cuanto les conocí. No me cabe duda de que son la clave de la película.

Les pedí que sintieran más que actuaran. Montaba cada noche, después de terminar el rodaje. Su interpretación mejoraba a diario y me centré cada vez más en la interacción entre ambos. Es su historia.


P: La película transcurre con el telón de fondo de la Revolución Cultural. ¿Cómo ve esta parte de la Historia?

R: Fue una tragedia para la nación, para millones de chinos y para mí personalmente. Me mandaron al campo durante tres años y luego debí trabajar siete años en una fábrica. Mi situación era como la de Jing, incluso peor.

La aterradora sensación de ser inferior me ha perseguido desde entonces. Incluso cuando aprobé el examen de ingreso en la Escuela de Cine de Pekín, estaba preocupado por si me rechazaban a causa de mi historial familiar.

No se borran ese tipo de recuerdos personales y nacionales. La impresión quedará para siempre. Pero no quise hacer esta película por eso. Quise rodarla porque en la historia original, el amor y la expresión de ese amor me conmovieron. En aquella época, las personas expresaban sus emociones de otra forma, pero realmente las expresiones superaban a la época.

Me dije a mí mismo que no debía mostrar las heridas. El dolor está y permanecerá en nuestros corazones, pero debemos mostrar la belleza del ser humano.


P: Es un tema sensible, ¿la censura le pidió que hiciera algún cambio?

R: Todo fue muy bien. También se conmovieron y lo tomaron como una historia de amor. Reconozco que hay limitaciones a la hora de hacer cine en China, pero todo depende de cómo se enfrenta uno al problema. Todos trabajamos en sociedades con limitaciones. La larga historia china y todos sus problemas son una fuente inagotable de buenas historias. Espero que China sea cada vez más abierta, y que la censura sea cada vez más tolerante, pero para eso hace falta tiempo.