A Silviu solo le quedan cinco días para salir del centro de detención de menores. Pero cinco días se convierten en una eternidad cuando su madre vuelve tras una larga ausencia para llevarse a su hermano pequeño, al que él ha criado como un hijo. Además se ha enamorado de una preciosa trabajadora social. Con el tiempo acabándose y sus emociones en ebullición, Silviu cierra los ojos. La libertad, el viento, la carretera, su primer beso. Cualquier cosa puede ocurrirle ahora