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Lawrence Bender ha producido algunas de las películas de acción más originales y de más éxito de todos los tiempos, entre las que figuran títulos como "Pulp Fiction", "Reservoir Dogs", "Abierto hasta el amanecer", "Kill Bill: Volumen 1", "Kill Bill: Volumen 2" y "Malditos bastardos". De modo que, cuando Boaz Yakin, director de "Titanes, hicieron historia", decidió hacer una película de acción, no había otro productor con quien le interesara más trabajar que con Bender.

"Lawrence y yo ya habíamos hecho juntos 'Fresh' y 'A Price Above Rubies'", explica Yakin, que también se encargó de escribir el guión de SAFE. "Hacía ya casi 10 años de nuestra última colaboración. Yo andaba buscando productores y Lawrence se mostró interesado, por lo que decidimos trabajar nuevamente juntos".

Bender también se mostró entusiasmado con el guión de Yakin. "Boaz posee una estilo excelente como guionista y es un director maravilloso, de modo que, cuando me dijo que quería hacer una película de acción dotada de un intenso hilo conductor emocional, estaba deseando leer el guión".

Aunque Yakin ya tenía una reputación como guionista de cine de acción – escribió los guiones de "The Punisher (Vengador)" y de la cinta de Clint Eastwood "El principiante" – nunca había llegado a dirigir una película de este género. Tras realizar la aleccionadora y emocionalmente agotadora "Death in Love" en 2008, Yakin estaba listo para realizar otra incursión en el género de acción. "Quería hacer algo para un público más amplio, así que pensé: 'a ver si soy capaz de escribir uno de esos guiones de los que solía hacer cuando estaba empezando'. A medida que fui elaborando la historia, empecé a identificarme bastante con el protagonista principal y su proceso de salir del profundo agujero en que se encuentra, yendo pasito a pasito para encontrar una razón para vivir y volver a conectar con la vida".

Para Yakin, el eje emocional de SAFE es lo que impulsa toda la película. "Me interesaba la idea de dirigir un filme de acción pero, a menos que haya una fuerte motivación emocional para la acción, se puede parecer mucho a dirigir el tráfico", comenta Yakin sonriendo. "La acción es algo muy técnico y detallista. En muchas producciones de acción, la verdad es que te estás limitando a esperar a que lleguen los fuegos artificiales. Quería que hasta la última escena de acción de la película estuviera motivada por una necesidad emocional del personaje".

"Esta es una película que trata sobre un tipo que lo ha perdido todo en su vida y, gracias a este encuentro casual, encuentra una razón para volver a vivir", explica Yakin. "Esa inocente niñita está necesitada y este personaje destrozado encuentra una forma de ayudarla".

A la hora de elegir al intérprete principal, tanto a Bender como a Yakin les interesaba Jason Statham. "Conocía a Jason, es un tipo genial, y quería trabajar con él", asegura Bender, "Desde la primera vez que lo vi, quedé sumamente impresionado con lo dinámico que es, la gran presencia que tiene en pantalla. Posee una férrea autenticidad, que consigue insuflar a sus personajes". Bender hizo llegar el guión a Statham, que lo leyó y le gustó.

"Lawrence fue realmente decisivo para lograr la participación de Jason y conseguir poner el proyecto en marcha", reconoce Yakin. "Se trata de una película en la línea de las que suele hacer Jason", prosigue. "Es un filme de acción, en el que interpreta a un tipo duro. Pero es un personaje mucho más emotivo y vulnerable de los que suele interpretar. Eso fue el aspecto más importante que traté con Jason cuando empezamos. Quería saber que estaba realmente interesado y abierto a interpretar a alguien así de herido y vulnerable".

Un combate que habían amañado para que Luke Wright perdiera sale terriblemente mal, con lo que, a su vez, hace perder mucho dinero en las apuestas a la despiadada e implacable mafia rusa. Aterrado, Luke sale corriendo hacia su casa con intención de poner a salvo a su mujer, Annie, pero llega demasiado tarde. Annie ya está muerta y a Luke no le queda nada por lo que vivir.

Yakin describe la escena: "Se rinde por completo, sin más. Está sentado, rodeado de todos esos rusos, que le están contando lo que piensan hacerle. La cámara se centra en Jason... es un plano de un minuto aproximadamente, la cámara se acerca a su rostro y sus ojos están cargados de una gran intensidad y gravedad. No hay muchos actores capaces de hacer lo que consiguió Jason en esa escena". Yakin esperaba que Statham cumpliera a la perfección en lo que respecta a la acción. "Es meticuloso hasta extremos de locura", comenta riendo, y quedó igualmente impresionado con los momentos puramente dramáticos del actor. "Se entregó de lleno en lo que respecta al aspecto emocional del personaje. Creo que eso va a sorprender a la gente, lo buen actor que es".

"Jason es un actor muy intenso", afirma Bender. "Está muy centrado, muy concentrado en lo que hace. Su Luke en estos momentos de la historia está completamente vacío por dentro, en blanco, un agujero negro. Su dolor es tan grande que ni siquiera se permite sentirlo. Jason interpreta extraordinariamente ese vacío".

Luke es un alma perdida. Mientras vaga sin rumbo fijo por las calles de la ciudad, empieza a plantearse la posibilidad de suicidarse.

"Conocemos a Mei en la película antes de conocer a Luke", explica Bender, "así que, cuando tiene su encuentro casual con Luke, ya sabemos en qué situación se encuentra ella". Mei es una niña prodigio de las matemáticas de 10 años que vive en China, cuando su habilidad con los números y su memoria perfecta llaman la atención del jefe de las tríadas Han Jiao (James Hong). No tardará en ser secuestrada, llevada a Estados Unidos y "adoptada" por un mafioso de las tríadas de nivel medio, Yao Chang (Reggie Lee). Mei queda rápidamente asimilada dentro de la familia mafiosa como su "libro contable humano", que acaba con la necesidad de guardar ningún tipo de documentación financiera que pudiera incriminarlos.

Han Jiao acude a Nueva York en viaje de negocios, con una petición especial para Mei. Tiene un número que la niña debe memorizar: la combinación de una caja fuerte que se encuentra en Chinatown y donde se guardan 30 millones de dólares en efectivo. Las tríadas llevan años reuniendo ese dinero y pretenden usarlo para adquirir información de vital importancia. Mei no debe revelar nunca la combinación a nadie y únicamente debe abrir la caja fuerte para ellos. Pero la mafia rusa huele el dinero, al que llevan años intentando echarle el guante. Mei es lo bastante lista para saber que, independientemente de que sean las tríadas o la mafia rusa quienes consigan acceder antes a la caja fuerte, ella puede darse por muerta.

El veterano actor James Hong interpreta a Han Jiao. "Era muy importante para la película que el villano principal tuviera una presencia casi mítica", señala Yakin. "Necesitaba a alguien a alguien que resultara un tanto inconmensurable, y James es perfectamente capaz de aportar eso".

"Quedé encantado cuando Boaz me eligió para este papel", asegura Hong. "Era todo un desafío, ya que el mandarín no es mi primer idioma. Pero, tras ver algo de metraje de la película, quedé muy satisfecho con mi interpretación. Han Jiao da la sensación de ser un temible jefe de las tríadas, pero con un sentido del humor muy formal. Estoy deseando ver la película entera. Rodar en Filadelfia fue un placer".

Encontrar a la actriz de 10 años adecuada para interpretar a Mei fue una labor de la que se encargó el director de 'casting' Doug Abiel. Yakin y Abiel habían trabajado ya juntos en "Fresh", y Abiel tiene un don extraordinario para seleccionar niños, como demuestran títulos como "Señales", "Los Tenenbaums: Una familia de genios" y "Una historia de Brooklyn".

"Catherine estaba allí el primer día del proceso de selección", recuerda Yakin. "Poseía una cierta cualidad de vulnerabilidad y veracidad".

"Fue emocionante, porque era la primera vez que me presentaba a unas pruebas para una película de verdad", observa la actriz de doce años, que debuta con este título en la gran pantalla. "Estaba un poco nerviosa. Le dije a mi madre que, si no conseguía esta película, 'me encerraré en el armario hasta que retiren la película de la cartelera'".

"Hicimos pruebas a muchas, muchísimas niñas", comenta Bender. "Catherine poseía la dosis adecuada de vulnerabilidad y, al mismo tiempo, la cantidad adecuada de pasión; su personaje pasa de ser una pequeña inocente y deprimida a ir a por todas, y eso es mucha personalidad para una niña de 11 años".

"Interpreta bien", afirma Yakin, "pero no parece que sea un 'actor', parece una niña de verdad. Consigue transmitir mucho sin necesidad de moverse y, para mí, ese es uno de los aspectos más importantes, conseguir encontrar niños que puedan actuar cuando no están actuando. Escuchar es lo más difícil que se puede hacer como actor. Catherine transmitía verdadero dramatismo y era sumamente buena".

"James encontró el modo de sacarle cosas a Catherine que nadie más podía", prosigue. "Cuando hacía una escena con él, elevaba su nivel interpretativo".

Para la joven actriz, resultaba además emocionante trabajar con una estrella como Jason Statham. "Jason es una gran estrella", asegura Catherine, "pero, cuando trabajas con él, se puede apreciar que es diligente. Se portó muy bien conmigo, y se ríe mucho".

La mafia rusa ha descubierto que Mei guarda la combinación de la caja fuerte en su cabeza y aumentan la presión para encontrarla. Las tríadas intentan mantenerla escondida, pero los rusos están por todas partes, y tienden una emboscada a Yao Chung y Mei en una calle tranquila. Yao Chung saca su arma y apunta a Mei a la cabeza. "No pueden hacerse contigo", declara, y le pone la pistola en la sien a la niña, mientras los matones rusos se acercan al coche.

"Es un momento aterrador", sugiere Bender, "y Catherine hizo un trabajo maravilloso. Es la traición definitiva a Mei, aunque no sea su verdadero padre, es su tutor, y no tiene más remedio que afrontar la verdad de que prefiere verla muerta antes que arriesgarse a perder la combinación y que esta acabe en manos de los rusos".

Yao Chung es un gánster de la tríada, moderno y elegante, interpretado por Reggie Lee. "Reggie es mi actor favorito de la película", afirma Yakin con entusiasmo. "Es el gánster que se encarga de cuidar de ella a diario. Es uno de los malos, pero se ve a sí mismo como alguien que hace el trabajo que tiene que hacer. Aunque es un tipo duro y curtido, la adopción de esa niña no es algo que le interesara necesariamente hacer. Pero sí que se preocupa por ella y la respeta. Cuando Reggie aparecía por el plató y empezaba a interpretar su escena, todos dejaban lo que estuvieran haciendo para ponerse a verlo. Fue el actor más sorprendente, de lo mejor". Lee tuvo una experiencia igualmente positiva. "Ya había hecho antes películas de acción, pero nunca una con un personaje tan profundo y con tantos matices como Chang. Todo el mérito es de Boaz Yakin, por hacer que los personajes de esta cinta de acción tuvieran tantos colores y desafíos emocionales", afirma Lee. "Hablo un poquito de cantonés y mandarín, pero quería sonar correcto para esta película, así que empecé a prepararme mucho antes, para conseguir las entonaciones específicas correctas y un nivel de conversación en mandarín".

"Mi personaje es un subjefe de banda a las órdenes de Han Jiao", prosigue Lee. "Utilizamos a Mei, una niña de China, por su pericia para memorizar números, para que nos ayude en nuestros negocios en los Estados Unidos. Acabo adoptándola para legalizar su situación en el país. Fue estupendo experimentar esa dinámica porque, después de un año de acogerla en Norteamérica, mi personaje empieza a desarrollar cierto instinto paternal por ella. Al mismo tiempo, todavía tengo que cumplir con mi trabajo, lo que supone utilizarla en situaciones muy peligrosas, para conseguir lo que quiere Han Jiao. Ha sido uno de los personajes más divertidos que he tenido ocasión de interpretar hasta la fecha". Lee recuerda que Catherine se mostró muy tímida cuando se conocieron inicialmente, porque lo había visto en su papel en la serie de televisión "Prison Break".

Lee siente el máximo respeto y admiración por Boaz Yakin. "No me cansaré de repetirlo: Boaz es realmente uno de los directores más gentiles y generosos con los que he trabajado. Tiene muy presente el tener mucho cuidado con tu trabajo y con la vida del personaje que has creado. Hubo jornadas muy largas de trabajo, pero se mantuvo en todo momento cortés y generoso. No me cansaré de insistir en cuánto me gustaría volver a trabajar con él... creo que cualquier actor sentiría lo mismo".

Los matones llegan hasta el coche y abren la puerta de un tirón, intentando agarrar a Mei, y empiezan a disparar. Entre todo el caos, Mei ve la ocasión de escabullirse por la puerta del coche y dirigirse a la estación de metro cercana. En el andén, se encuentra Luke, solo, mirando las vías. Está sumido en su propia desgracia, hasta que ve un destello y se vuelve para descubrir a una asustada Mei que corre tan rápido como puede por la estación, en un intento de eludir a cuatro matones armados que le vienen pisando los talones. Algo en el rostro de la niña hace que Luke despierte y se lance a la acción. Los pobres matones no tienen nada que hacer.

A medida que Mei va contando su historia, Luke empieza a ver cómo cobra forma cierto patrón. Uno de los matones podría haber sido uno de los rusos que asesinaron a su mujer. Y está claro que, sin su ayuda, Mei no tiene ninguna posibilidad de salir con vida de esta. Luke tiene que sacar a Mei de la ciudad y alejarla de los hombres que quieren matarla.

"Cuando vemos inicialmente a Luke", señala Bender, "no es más que un tipo duro que ha tenido mala suerte en la vida. No sabemos nada más de él, salvo que intenta ganarse la vida como buenamente puede, peleando en tugurios de mala muerte". Pero, a medida que se van desvelando nuevos detalles de la historia, descubrimos que, tras ese abatido púgil, se encuentra un antiguo policía de Nueva York y agente de las fuerzas especiales. Luke había sido enviado a Nueva York desde Washington tras el 11 de septiembre para ayudar al alcalde Tramello (Chris Sarandon) a aplastar a un elemento criminal cada vez más seguro y acabar con un creciente mercado negro. Se incorpora a una fuerza operativa especial dentro del cuerpo de policía de Nueva York y, poco después, empiezan a aparecer muertos un jefe de banda criminal tras otro, sin ninguna pista, ni prueba de delito alguno. Tramello describe a Wright como "un fantasma letal".

Pero Luke tiene una pega: es un hombre honrado. Y cuando el flujo de dinero ilegal que entra en la ciudad empieza a ir a parar a los bolsillos de los policías de su grupo, no puede contenerse. "Luke amenaza con delatarlos a todos y desmantelan toda la fuerza operativa", explica Yakin. "No llega a chivarse de ellos, pero se marcha y se siente culpable por ello. Así es como acaba convertido en ese luchador".

Luke decide acudir a su antiguo amigo y némesis, el capitán de policía Wolf (Robert John Burke), que era el oficial al mando de la fuerza operativa especial. "Es un perfecto villano, la verdad", comenta riendo Burke. "Wolf considera que no ha tenido lo que se merece. Su cheque de la policía de la ciudad ya no le parece suficiente, así que piensa hacer lo que haga falta para sacarse un suplemento extra".

"Wolf es un tipo sumamente ambicioso, pero no es lo suficientemente capaz como para cumplir tales ambiciones", agrega Yakin. "Es un auténtico profesional en control de sus dominios, pero siempre anda un poco apurado".

Wolf controla el juego y el contrabando en numerosos distritos de la ciudad y busca la forma de hacer que las bandas se enfrenten entre sí para sacar el máximo partido posible. Pero su carrera ha quedado empañada por su propia mala conducta, y ha confiado en el alcalde Tramello cuando no debería.

"Es un ejemplo clásico de un tipo que estaba dispuesto a ser un número dos durante mucho tiempo, al que le 'prometieron' el cargo superior, pero nunca llegaron a concedérselo", explica Bender. "Está enfadado con Tramello. Se siente traicionado".

"Por lo que respecta al alcalde Tramello, Wolf se siente con derecho a tener lo que se le prometió", observa Burke. "A modo de ver de Wolf, fue su eficaz, aunque ilegal, trabajo policial lo que permitió al alcalde ganar las elecciones. Pero parece sentir un cierto respeto a regañadientes hacia Luke. El hecho de que sus aspiraciones a convertirse en comisario de policía puedan haberse visto frustradas lo mueve a ayudar a Luke y ver si puede salir de esta con un importante beneficio económico ilegal", prosigue Burke. "No es estúpido. Consigue de manera muy astuta que ambos bandos se enfrenten entre sí, hasta que Luke tiene la última palabra".

Burke habla entusiasmado de su experiencia de trabajar con Statham. "Es un profesional consumado, inteligente, divertido, agudo, creativo, trabajador y no se conforma con la mediocridad. Tiene un gran talento y es sumamente generoso, aporta más energía a una escena dada que otros diez actores juntos".

Tramello (Chris Sarandon) también está metido en el tinglado hasta el cuello. Él es quien tiene los archivos, la información que quieren las tríadas, y una vez entregue el disco, se hará con 30 millones de dólares. "Chris es un actor clásico de teatro y cine", explica Yakin. "Ha hecho muchísimas cosas estupendas. Lo fantástico de esta película es que, pese a ser contemporánea, evoca los duros filmes policiacos de los años 70. Se inspira sin duda en 'Los implacables, patrulla especial', 'The French Connection, contra el imperio de la droga' y todos los títulos de ese estilo. Chris hizo grandes trabajos en algunas de esas cintas. Me gusta contar con su presencia en esta película".

Con el cerebro de Mei y la preparación de Luke, y con sus vidas en juego, la insólita pareja elabora un plan para enfrentarse tanto a las tríadas como a la mafia rusa, y hacerse con el dinero. Mei da a Luke una razón para seguir adelante, y ahora siente una renovada pasión en su interior. Ya ha esperado suficiente. Tiene cuentas que ajustar.


Acerca de la producción
"Lawrence se encuentra a menudo en la situación de tener que intentar hacer una película por la tercera parte del presupuesto que debería tener", explica Yakin, "así que intenta brindarle todo su apoyo al director y hacer la mejor película posible, sin perder de vista en todo momento el presupuesto. Es una tarea un tanto esquizofrénica. Creo que Lawrence se encuentra con frecuencia en esa situación en muchas películas, donde hace que menos parezca más, y es algo se le da muy, muy bien. Dudo que hubiéramos podido hacer esta película sin Lawrence."

"Hace 20 años que conozco a Boaz, pero hacía diez que no colaborábamos en un proyecto común, así que tenía muchas ganas de hacerlo", recuerda Bender. "Cuando empezamos a trabajar juntos, quedó muy claro que Boaz tenía algunas ideas muy originales sobre la acción. Sus 'storyboards' eran asombrosos".

Idear el aspecto general de la película supuso muchas horas de discusión entre Yakin, Bender, el director de fotografía Stefan Czapsky y el diseñador de producción Joseph Nemec.

"Stefan ha rodado algunas películas muy importantes con Tim Burton y ha hecho un buen número de grandes películas en Nueva York", apunta Yakin. "Creo que tiene muchas ganas de volver a ser un director de fotografía de Nueva York. Es rápido, es eficiente y resuelve problemas. Y, además, conectó mucho con todos nosotros sobre el aspecto que debía tener la película".

Yakin describe en los siguientes términos el proceso que siguieron para idear el aspecto general de SAFE: "Vimos juntos una serie de películas del Nueva York de los años 70. Me gusta usar lentes de foco largo y grandes angulares, de modo que la película alterna entre planos muy íntimos y otros que dejan ver mucho más, pero sin ofrecer ese término medio que resulta más cómodo".

"Trabajábamos a menudo con más de una cámara", prosigue Yakin, "y Stefan tenía una forma de hacer que la segunda cámara contara la historia, al igual que la primera cámara. Trabajo con una lista de planos muy concreta, que preparo antes de empezar el rodaje, y Stefan fue capaz de tomar las ideas de esa lista de planos y aportarle algo más. Un enfoque distinto. Fue sumamente eficaz. Es muy, muy bueno y la película luce un aspecto estupendo".

El diseñador de producción Joseph Nemec tuvo que hacer frente al interminable desafío del presupuesto limitado, pero Bender y Yakin se muestran de acuerdo en afirmar que lo que consiguió crear fue ciertamente asombroso. "Joseph tiene un talento increíble", asegura Yakin. "Teníamos un presupuesto muy apretado y fue difícil, porque nuestras ambiciones estaban muy por encima de lo que dicho presupuesto permitía. Tuvimos la suerte de contar con personas dispuestas a dar lo mejor de sí mismas y proporcionarnos lo que necesitábamos al menor coste posible. Joseph y yo teníamos mucho interés por ofrecer algo con matices y aristas, que recuperara el Nueva York del cine de los 70 y principios de los 80. Eliminamos conscientemente ciertos aspectos de la ciudad".

Nemec preparó una proyección de diapositivas de colores y texturas que sirvieran para dar ideas y se las envió tanto a Lawrence como a Yakin. "Me pareció que había entendido muy bien lo que intentábamos conseguir", afirma Bender. "Es muy concienzudo en su forma de trabajar y ese detallismo se puede apreciar en sus decorados y diseños".

Aunque la película se desarrolla en Nueva York, el rodaje se realizó tanto en Nueva York como en Filadelfia. "Rodamos todos nuestros exteriores en Nueva York", recuerda el director Yakin. "No hay ningún otro lugar que pueda realmente hacer las veces de Nueva York, ninguno. Queríamos rodarlo todo en Nueva York, pero es complicado. Las calles son difíciles de controlar y la gente está un poco harta de encontrarse equipos de rodaje trabajando. Aunque conseguimos un metraje excelente allí".

Mientras el equipo de rodaje se encontraba en Nueva York, se preparaban los interiores en Filadelfia. Uno de los decorados más grandes era el casino de las tríadas, que se construyó dentro de Girard College. "Usamos uno de los edificios y algunas de las estructuras existentes que había allí, y básicamente construimos el decorado dentro de eso", describe Nemec. "Es un garito clandestino de juego ilegal. Así que, al principio, parecía un poco cutre, lo que no pegaba mucho con unos tipos que manejaban 30 millones de dólares, así que acabamos por volver a un estilo más bien del tipo de los bares clandestinos de la época de la ley seca. En esos tiempos, contaban con locales escondidos, a los que se accedía por una entrada de aspecto muy corriente pero, una vez dentro, eran lugares bastante elegantes".

El refugio para indigentes en el que vive Luke al empezar la película exigía un espacio enorme donde pudieran entrar 500 camas. "En un primer momento, estaba previsto que se rodara en Filadelfia, en el comedor vacío de un antiguo colegio. Íbamos a pintarlo un poco y poner unos murales, todas esas cosas típicas de los refugios para indigentes actuales. Pero entonces pensamos que era mejor intentar ahorrar dinero y nos pusimos a mirar auténticos refugios, pero eso no salió bien. Ahora no me acuerdo del nombre, me suena St. Thomas, pero el caso es que se había producido un incendio en una iglesia unos cinco años antes. Así que había una catedral católica de una planta, de la que se había conservado parte del altar y de la nave, habían puesto paredes nuevas de bloques de hormigón y dejado el resto de la iglesia tal cual. De modo que las dos terceras partes posteriores de la zona de la iglesia eran un gran hueco vacío. La primera vez que lo vi, me quedé absolutamente impresionado".

"El alcalde y la ciudad de Filadelfia se desvivieron por darnos lo que necesitábamos", afirma Yakin. "Nos permitieron cortar calles y no dejaban de preguntarnos qué podían hacer para ayudarnos, en lugar de hacernos sentir como una molestia. Rodar allí resultó ser estupendo y les estoy muy agradecido por toda la ayuda que nos prestaron".

Además de las anteriores, había otras localizaciones, como la casa de Luke Wright, que se rodó en Holmes, Pensilvania, un casino de Bensalem, Pensilvania, y el hotel Bellevue del centro de Filadelfia. La hacienda Bloomfield, en Villanova, hizo las veces de la residencia del alcalde de Nueva York, la mansión Gracie.

"La película 'The French Connection, contra el imperio de la droga' posee una cierta cualidad que le gustaba a Boaz, y queríamos tener eso presente", explica Nemec. "Quitamos buena parte de los verdes, muchos de los azules y mantuvimos las cosas en tonos más marrones, castaños y crema. Nos diferenciamos de cuando nos encontramos en Chinatown, al principio de la película".

Nemec no toma estas decisiones creativas por el género de la película, sino más bien por el estilo y la forma que tiene el director de rodar. "Intentas crear el ambiente más interesante posible con los elementos de los que dispones. Y creo que ese fue aquí el mayor reto".


El montaje y la música
Bender y Yakin contrataron a Frédéric Thoraval para que se encargara del montaje de la película. "Frédéric montó 'Venganza (Taken)'", explica Yakin. "Cuando la vi, lo que realmente me impresionó fue el montaje. Frédéric tiene un don para la acción, y no solo la acción, sino también el ritmo y una combinación de la soltura de la ola francesa, el montaje a saltos y todo eso, sin dejar por ello de mantener la atención emocional en lo que está pasando, que me encanta. Volvería a trabajar con Frédéric sin dudarlo un instante".

El director estaba igualmente encantado de contar con el prolífico Mark Mothersbaugh para componer la banda sonora. "Jamás habría pensado en Mark para esta película", reconoce Yakin. "Es conocido por su encanto, levedad y humor. Ha hecho todas las películas de Wes Anderson".

Pero Mark estaba buscando diversificarse. "No había trabajado nunca con Boaz, así que, cuando me llegó la oferta, me quedé encantado. Boaz me dio un guión, eché un vistazo a unas cuantas escenas, hablamos un poco conceptualmente sobre el tema y me puse a preparar unos cuantos esbozos, unos bosquejos musicales que grabé en mi estudio con instrumentos electrónicos, sampleadores, guitarras... cosas así. Entonces, le añadí unas imágenes y me dije, 'probaremos con esto'".

La muestra de banda sonora de Mothersbaugh sirvió para demostrar a Yakin que Mark era la persona adecuada para el trabajo. "Creo que lleva tiempo con ganas de extender las alas y demostrar que puede hacer otras cosas y, cuando se sugirió su nombre, no pude pasar por alto la oportunidad de conocerlo, porque soy un grandísimo fan de DEVO. Tengo todos sus discos. Tenía mucho interés en conocerlo. [Mothersbaugh] Estaba tan interesado en hacer la película que compuso una banda sonora provisional. La música era realmente emocionante. Mark consiguió demostrar que posee el registro necesario".

"Hemos podido contar con una orquesta", comenta Mothersbaugh, muy sonriente. "Le sacamos todo el jugo a nuestro presupuesto y logramos acabar con un estupendo sonido orquestal. Recuerda un poco a las películas de persecución de los años 70, en cierto modo. Es un poco de los 70 y contemporánea. Mezclé los mejores elementos de ambos. El filme no es una de esas películas de persecución sin apenas argumento; tiene un guión muy interesante y bien escrito".

Mark se incorporó al proyecto durante el proceso de montaje, así que se encontró trabajando con un diseño de sonido ya terminado. "Fue complicado no encontrarse en la misma sala que el diseñador de sonido", recuerda Mark, "porque creó un montón de efectos de sonido muy interesantes y, por momentos, nos vamos turnando para asumir el control de la escena. No tuvimos más remedio que hablar mucho entre nosotros e intercambiar archivos, fue una forma ciertamente interesante de trabajar".

"He colaborado con muchos directores, pero trabajar con Boaz fue todo un gusto", prosigue Mothersbaugh. "Resulta agradable encontrar a un director que sabe lo que quiere oír. Se mostró muy entusiasta en todo momento y aportó mucho al proyecto. Es alguien con quien espero tener la ocasión de volver a trabajar".


El vestuario
"Contamos con la estupenda Ann Roth para diseñar el vestuario y es tan buena como sugiere su reputación", alaba Yakin. "Ann fue toda una revelación. He trabajado anteriormente con diseñadores de vestuario realmente estupendos, pero Ann tiene una forma especial de trabajar con un actor y ayudarle en su interpretación. Tiene un sólido sentido estético, pero se centra principalmente en el personaje".

"Cuando crea el vestuario de alguien", prosigue, "dicho vestuario contribuye a la vida interior del personaje, y no había visto nunca a nadie hacerlo de la forma que lo hace ella. Un actor que podía haber hecho un buen trabajo en los ensayos, llegaba con su vestuario y de repente, zas, ahí tienes al personaje. Su trabajo me dejó pasmado".

Roth quería transmitir la desesperación de Luke, pero también separar a Mei y a él del duro aspecto de la ciudad. "El personaje de Jason empieza en el circuito de lucha de Atlantic City", explica Ann. "Se mete en líos, su mujer es asesinada y se marcha a Nueva York. Cuando volvemos a verlo, es un año más tarde, y ha estado en el arroyo, sobreviviendo de mala manera, pintando casas, arreglando coches, lo que pudiera hacer. Y yo diría también que con cierta ayuda de la bebida, en un constante estupor alcohólico. Así que, aunque empezara bastante limpio, con cazadora de cuero, camiseta, pantalones y zapatos limpios, para cuando lo vemos en Nueva York un año más tarde, es básicamente un vagabundo en muy, muy malas condiciones".

Como la historia se desarrolla en el curso de 24 horas, Luke y Mei llevan la misma ropa toda la película. "Jason lleva camiseta gris, sudadera gris y pantalones claros, todo bien sucio", explica Ann. "Catherine lleva un vestido amarillo. Quería que los personajes de Jason y Catherine recorrieran la ciudad, que es gris y negra, con una ropa que resultara pálida comparada con la de los mafiosos asiáticos y rusos".

"Los rusos fueron los más fáciles de diseñar", comenta Ann sonriendo. "No hay más que ir a Coney Island. Van fundamentalmente de negro, con algo plateado y turquesa, la ropa de calle previsible. No solo es predecible, es que no hay elección".

"En cuanto a Jason... toda la ropa de Jason tuvo que hacerse expresamente para él, tiene esa clase de cuerpo", agrega. "Hubo que hacerle los pantalones y luego darlos de sí, por toda la acción que se le exige durante la película".


La acción
"Jason es un estupendo colaborador en lo referente a las escenas de especialistas", asegura Yakin. "Lo que ha hecho en esta película... es asombroso. Chad Stahelski, Brad Martin y J.J. Perry, a través de su compañía 8711, lo supervisaron todo. Estos tipos han hecho tanto, que hasta dormidos sabrían lo que es necesario hacer. Pero se les ocurrieron formas nuevas y diferentes de hacer las cosas que funcionaron muy bien y resultaron inesperadas. Se dedicaron a rodar escenas de prueba y previsualizaciones, y a tomar nuestras ideas y llevarlas mucho más allá. La colaboración fue fantástica. La acción es excelente. No creo que haya nadie mejor que ellos en su campo".