Dripping es una comedia que ironiza sobre los intereses creados en torno al mundo de la creación artística. Sento (Pep Munné) es un artista genial, pero sin suerte, en un entorno mercantilizado. Su inseparable amigo Domingo (Albert Forner) es un "artista en fase teórica", que vive espléndidamente gracias a las rentas familiares. Ambos se verán envueltos en una serie de peripecias cuando Genoveva (Gretel Stuyck), una galerista de arte, ofrezca a Sento participar en el más importante concurso de pintura del mundo.
Como las dimensiones del cuadro que debe pintar exceden la reducida superficie de su apartamento, Sento convence al Barón de Cervera (Juan Luis Galiardo), un coleccionista de arte sin escrúpulos, de que le ceda un edificio abandonado con el objeto de convertirlo en su estudio durante algún tiempo. Pero una banda de ladrones, un grupo de okupas e incluso una comisión fallera tienen interés en utilizar ese edificio al mismo tiempo que Sento. El resultado es que cada incidente que tiene lugar en el edificio queda plasmado de alguna manera en el cuadro, que se está pintando solo ante la impotencia de Sento. Pero de todo ello surge una consecuencia inesperada. La obra de Sento se está convirtiendo en la evolución definitiva del "dripping": la biografía del artista plasmada, goteada sobre el cuadro. Es la mayor revolución en el mundo del arte desde la aparición del cubismo.
Dripping es una historia sobre arte, amor, corrupción, celos, chantaje, fiesta, crímenes, integridad, alegría, vida y muerte. Es una comedia sostenida por los pilares de la tragedia. Es la relativización del éxito y del fracaso del artista en una sociedad en la que los intereses predominan sobre el talento.
Personajes:
SENTO. Es un artista íntegro y sin suerte que sobrevive a base de pintar retratos de niños por encargo. Es un buen artista y desarrolla una obra propia de gran calidad. SENTO se encontrará con la gran oportunidad de su vida cuando le ofrezcan participar en uno de los más prestigiosos concursos de pintura del mundo. Todas las peripecias que le ocurran en el proceso de creación de su obra maestra quedarán reflejadas en el cuadro, con lo que SENTO habrá dado con la evolución definitiva del "dripping": la biografía del artista plasmada en su obra.
DOMINGO. Es el único e inseparable amigo de Sento. Estudió con él Bellas Artes pero desde que acabó la carrera no ha cogido un pincel, no lo necesita. Es millonario de nacimiento y vive de rentas. Se define a sí mismo como un "artista teórico" y pasa el tiempo meditando para desarrollar un estilo artístico que lo incluya en las enciclopedias de Historia del Arte sin tener que pasar por el mal trago de tener que trabajar. El consumo de cannabis le ayuda en sus meditaciones y le mantiene alejado de la actividad excesiva, que tanto teme.
BARÓN DE CERVERA. Es un coleccionista de arte que vive ocioso en su palacio dedicado a vicios inconfesables. Su tesoro más preciado es una impresionante colección de arte que él admira tan sólo por su valor económico. Es propietario de un edificio abandonado en el centro de la ciudad, que cede a Sento para que pinte el enorme cuadro que debe presentar al concurso. Por supuesto, pretenderá sacar algún beneficio de ello.
GENOVEVA. Galerista de la "Universal", una galería de arte de fama internacional con sedes en Nueva York, Paris, Berlín y Valencia, que todos los años organiza un importantísimo concurso de pintura. Es un certamen que consagra a un nuevo valor del arte y en el que sólo se puede participar por invitación. Genoveva es una niña bien, pija y devorahombres. Pero no sólo eso. También es un lince para los negocios y se desenvuelve como nadie en los círculos artísticos europeos. La casualidad hace que conozca a Sento y que descubra las inmensas posibilidades de este pintor genial pero absolutamente desconocido. La relación con su futura estrella se hace cada vez más estrecha.
JUEZ MILLÁN. Es el representante de una especie en proceso de extinción: el jurista machista y fascistoide que fija fianzas y penas por encima incluso de las peticiones de la acusación particular en función de criterios jurídicos basados en sus prejuicios trasnochados. No todo es lo que parece en el mundo del arte, y mucho menos en el de la justicia. En una comedia encaminada a no dejar títere con cabeza, el más corrupto es, como no podía ser de otro modo, el juez.