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  La vida de Pi  (Life of Pi)
  Dirigida por Ang Lee
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La historia
LA VIDA DE PI empieza y acaba en Montreal, donde un escritor, buscando inspiración, se encuentra casualmente con la increíble historia de Piscine Militor Patel (Pi con 17 años de edad es interpretado por Suraj Sharma; el personaje contemporáneo lo interpreta Irrfan Khan; y de niño, en las primeras secuencias del filme, lo interpreta Ayush Tandon). Criado en Pondicherry, un territorio que pertenece a la India desde los años 70, Piscine, al que todos llaman Pi, tiene una buena vida. Su padre (Adil Hussain) es propietario de un zoológico, y Pi pasa todo el tiempo entre tigres, cebras, hipopótamos y otras exóticas criaturas. Pî ha desarrollado sus propias teorías sobre la fe, la religión y la naturaleza humana (y animal); pero tras intentar hacerse amigo de un tigre de Bengala llamado Richard Parker, el joven recibe de su padre una dura lección sobre la relación entre los seres humanos y las bestias. "¡El tigre no es tu amigo!", le espeta el señor Patel a su hijo. "Los animales no piensan igual que nosotros; ¡las personas que olvidan eso solo consiguen que las maten!". Pi nunca olvidará dicha lección, que impactará fuertemente en su insaciable curiosidad por el mundo y, en última instancia, en el viaje al que se verá empujado.

El heterogéneo mundo de Pi se ve convulsionado por los radicales cambios que se suceden en el país, y, cuando Pi tiene 17 años, su padre y su madre (interpretada por Tabu) deciden que la familia debe emigrar para conseguir una vida mejor. Dicho traslado le brinda a Pi la oportunidad de nuevas aventuras en un mundo nuevo, pero también significa que debe dejar atrás a su primer amor.

Una vez elegido Canadá como su nuevo país de asentamiento, los padres de Pi cierran el zoológico, embalan sus pertenencias (incluyendo algunos de los animales del zoo) y se embarcan en un carguero japonés, donde conocen a un sádico chef francés (Gérard Depardieu). A altas horas de la noche, en lo más profundo del océano, el regocijo que Pi experimenta al ver las exuberantes olas del mar se convierte en tan solo un instante en la peor de las catástrofes. El barco se ha hundido, pero Pi, milagrosamente, logra sobrevivir. El joven se halla a bordo de un bote a la deriva en medio del Océano Pacífico con un muy inesperado compañero de viaje: Richard Parker.

Cuando ambos comienzan su aventura, el feroz tigre, cuya verdadera naturaleza estaba grabada a fuego en la memoria de Pi tras su experiencia en el zoo familiar, es el mortal enemigo de Pi. Pero a medida que aprenden a convivir, Richard Parker se convierte en la mayor esperanza de Pi para intentar encontrar el camino a casa. Su vínculo se ve reforzado por otra experiencia que ambos comparten: tanto Pi como Richard Parker tienen poco conocimiento del mundo real y ambos han sido educados por el mismo maestro: el padre de Pi. Ahora, nada les queda de aquel pasado, excepto el uno y el otro.

Los dos náufragos se enfrentan a retos inimaginables, como la majestuosa grandeza y furia de la naturaleza, que sacude su pequeño bote salvavidas. Una tormenta particularmente atroz se convierte en una experiencia de índole espiritual para Pi, lo que le lleva a preguntarse qué plan tiene Dios para él. "¡Lo he perdido todo! ¡Me rindo! ¿Qué más quieres?", Pi despotrica mirando al cielo. Pero, a pesar de todo, Pi nunca pierde la esperanza. Encuentra la alegría en algo tan simple como un viejo manual de supervivencia, así como consuelo en la belleza del océano: los bioluminiscentes colores de arco iris que producen unos espléndidos bancos de peces voladores; los relucientes azules del oleaje del océano; y una resplandeciente ballena jorobada que surca velozmente la superficie del mar.

Y mediante el empleo del 3D por parte de Lee, los espectadores sentimos que estamos allí con Pi y Richard Parker, experimentando esos momentos extraordinarios y visualmente impresionantes, inmersos como nunca antes en una épica aventura cinematográfica, ligada estrechamente a un viaje emocional y espiritual.

La aventura cinematográfica comienza con el apreciado libro de Yann Martel, uno de los más importantes eventos editoriales de la pasada década. La novela ganó el prestigioso premio Man Booker y se mantuvo en la lista de los libros más vendidos del New York Times durante todo un año.

El productor Gil Netter, que mantiene una larga y exitosa relación con Fox 2000 Pictures, le llevó el libro a la presidenta de producción de la compañía, Elizabeth Gabler, quien adquirió los derechos para Fox en 2002. A Netter le atrajo inmediatamente la historia, la cual, afirma, "contiene todo aquello por lo que vas al cine; y que no puedes encontrar en ningún otro sitio". Conjuntamente, Netter y Gabler desarrollaron y maduraron el proyecto a lo largo de varios años, convencidos de que la historia por la que sentían tanta pasión se convertiría en una gran experiencia cinematográfica.

Muy significativamente, Netter y Gabler decidieron esperar al realizador adecuado para hacer emerger los formidables desafíos y oportunidades del proyecto y asumirlos. Netter señala que: "Ang Lee es un artista con el que ansiaba trabajar desde hace tiempo, y es una de esas personas con un mágico talento que puede hacerse cargo magistralmente de este material".

Elizabeth Gabler añade, "La envergadura del filme es extraordinaria, y Ang es un cineasta visionario que ni siquiera se para a considerar la asunción de un proyecto si éste no le produce cierto inquietud y le brinda la oportunidad de abrir una nueva senda. Al igual que los personajes de Pi y Richard Parker, el temor inicial de Ang evoluciona hasta conseguir vencer desafíos aparentemente insuperables".

Martel, también un admirador del trabajo de Lee desde hace tiempo, agrega, "Ang era la opción idónea porque las películas que realiza son muy potentes emocionalmente. Sus proyectos abarcan todos los ámbitos, desde pequeñas e íntimas películas hasta espectaculares filmes. Partiendo de ‘Sentido y sensibilidad’ y siguiendo con ‘Brokeback Mountain’, ‘La tormenta de hielo’ y ‘Tigre y dragón’, su trabajo es increíblemente diverso. Y eso es lo que queríamos para LA VIDA DE PI, porque, por un lado, es un drama íntimo sobre un joven que pierde a su familia, pero que también debe enfrentarse a inimaginables desafíos enmarcados por un espectacular telón de fondo. Lograr eso cinematográficamente manteniendo el foco en el elemento emocional es extraordinariamente complicado, y Ang y su equipo poseen el conocimiento, la determinación y la capacidad creativa que se requieren para conseguirlo".

Ver cómo su libro se convertía en película fue una experiencia absolutamente fascinante para Martel, que señala que "La vida de Pi ha sido traducido a 42 idiomas. Su traducción a película es como si fuera el idioma cuadragésimo tercero. El lenguaje del cine es universal, y ver que tu historia se traduce a ese idioma resulta verdaderamente emocionante".

David Magee ("Descubriendo Nunca Jamás") fue elegido para la sobrecogedora tarea de adaptar la rica y magna obra de Martel que vincula la profundidad con el desenfado y la épica de la aventura con la íntima introspección. El guionista admite que había leído el libro por puro placer antes de ser elegido, pero que cuando le encargaron el "trabajito" se cuestionó seriamente "cómo traducir eso a la gran pantalla". La clave, determinó finalmente Magee, simplemente radicaba en contar una historia sobre una historia. "En el libro, Pi está contando una historia al personaje del Escritor, al igual que Ang está contándonos una historia con su película", dice Magee.

"LA VIDA DE PI, en términos significativos, es una fábula sobre la fe", añade Lee. "Y de muchas y variadas formas, trata sobre el valor del relato y la importancia de compartir historias".


Convirtiéndose en Pi
Las intensas conexiones emocionales que se traslucen en LA VIDA DE PI requerían una ejecución excepcional por parte de sus actores, pero de ninguno tanto como del actor principiante que iba a interpretar al héroe que da título al filme. Tras una amplia búsqueda de actores por toda la India, a cuya audición se presentaron más de 3.000 jóvenes, el director Ang Lee, la directora de casting Avy Kaufman y su equipo eligieron finalmente al joven de 17 años Suraj Sharma para interpretar a Pi Patel. Suraj es un estudiante que por aquel entonces vivía con sus padres en Delhi, India. (Irónicamente, los padres de Suraj son matemáticos, y ahora su hijo estaba a punto de abordar su primer trabajo cinematográfico interpretando a un personaje llamado Pi, un número trascendental y una constante matemática).

Suraj ni siquiera se había apuntado para hacer las pruebas del papel; era su hermano quien había previsto presentarse a la audición. A lo largo de seis meses, Suraj fue superando hasta cuatro tandas de audiciones. Suraj descubrió que el proceso era muy excitante, pues hasta entonces su vida era simplemente la de un adolescente corriente. "Estaba muy nervioso, sobre todo en la prueba final", recuerda. "Yo estaba verdaderamente temblando de. Hablé unos cinco minutos con Ang y percibí algo en él: cualquiera que esté a su lado, de algún modo se relaja. Por lo tanto, Ang me tranquilizó, e hicimos la escena. Yo no me quedé muy satisfecho con la prueba porque todavía estaba un poco nervioso. Ang volvió a hablar diez minutos conmigo y repetimos la escena. Y entonces no sé lo que pasó, pero prácticamente me salió mejor que ninguna otra prueba que hubiera hecho antes. Toda la gente que había allí parecía estar contenta".

Durante la última fase del casting, Suraj leyó un emotivo monólogo que formaba parte del guion, y su ternura, calidez e innato talento terminaron de convencer a Lee y a los estudios.

"Buscábamos a un joven que tuviera inocencia para lograr captar nuestra atención, profundidad interpretativa para llegarnos al alma y también la fisicalidad necesaria para encarnar a Pi durante su duro viaje", afirma Lee. "Durante su prueba, Suraj llenó la sala de emoción, que en buena medida transmitía simplemente con su mirada. Su capacidad natural para creerse el personaje y mantenerse dentro de la historia es un tesoro nada común.

"La gran implicación de Suraj con la historia nos llevó a verdaderamente creer que, independientemente del reto al que tuviéramos que enfrentarnos, la película iba realmente a realizarse", añade el director. "Cuando vimos a Suraj, vimos la película".

Para celebrar el inicio de la aventura que emprendía su hijo en el nuevo mundo de la interpretación y, además, con el respaldo de unos grandes estudios cinematográficos (al igual que Pi se vio inmerso en una aventura que nunca podría haber soñado), la madre de Suraj realizó una pequeña ceremonia, durante la cual nombró a Lee gurú (guía espiritual) de su hijo. Siempre humilde, el primer pensamiento de Lee fue considerarse indigno de asumir tan formidable responsabilidad. Pero la ceremonia, señala el realizador, "me llegó muy hondo", y Lee accedió a esforzarse para hacerse merecedor de tal honor.

Al final de la producción, era Suraj quien se había convertido en el líder espiritual del plató. A Lee le impresionó mucho la inocencia y los esfuerzos de Suraj, y señala, "Todos somos ya muy veteranos y quizás hemos perdido algo de entusiasmo. Suraj nos recordó por qué queremos hacer películas. Cada día de rodaje era mágico".

Entre las numerosas nuevas experiencias del joven Suraj en LA VIDA DE PI destacaba la abrumadora pero necesaria tarea de aprender a nadar. Dado que Pi pasa gran parte de la historia tanto dentro del agua como sobre ella, el entrenamiento acuático era primordial. Bajo la atenta mirada de Lee, y con el asesoramiento, disciplina y trabajo duro del coordinador de especialistas Charlie Croughwell y su hijo, el especialista Cameron Croughwell, Suraj se convirtió en un excepcional nadador, y aprendió a hacer él mismo las acciones arriesgadas de su personaje con una inusitada resistencia y energía.

Para ajustarse a la transformación física que sufre Pi durante el filme, Suraj tuvo primero que ganar peso y después perder masa muscular, y, además, en tiempo real y de forma ininterrumpida. (La dramática pérdida de peso que experimenta Tom Hanks en "Náufrago" se vio facilitada por un paréntesis en la producción del filme que duró meses) A través de un estricto programa de dieta y entrenamiento físico, los Croughwell transfiguraron a Suraj de escuálido chico de 68 kilos de peso a musculoso joven de 75. Posteriormente, a lo largo del rodaje, redujeron drásticamente su peso a poco más de 60 kilos, reflejando así las dificultades que experimenta Pi.

Para profundizar aún más en las transformadoras experiencias que sufre Pi, Suraj aprendió técnicas de supervivencia en el mar. A este respecto, Steve Callahan fue el asesor marítimo y de supervivencia del filme. El productor David Womark explica, "Steve escribió el libro Adrift, donde relata su cómo sobrevivió en el mar navegando a la deriva durante 77 días. Steve y Ang diseñaron un programa por el cual Suraj aprendió a pescar, a construir un barco y a obtener agua fresca; por lo tanto, todos esos elementos que se ven en la película son retos a los que Suraj tuvo que enfrentarse en realidad y que pasaron a formar parte de su interpretación".

Suraj pasó gran parte de la producción dentro de un tanque autogenerador de oleaje, el más grande que se haya diseñado y construido nunca para una película. Ubicado en la ciudad de Taichung, Taiwán, en las instalaciones de un antiguo aeropuerto, el tanque medía 70 metros de largo, 30 metros de ancho y 4 metros de profundidad, con una capacidad de 4,5 millones de litros, y permitía al equipo de realización generar una gran variedad de texturas de agua. Para recrear el hundimiento del barco Tsimtsum, así como la secuencia de la colosal "Tormenta de Dios", el agua del tanque se sustituyó por H20 generada informáticamente.

"Me empecé a sentir en el tanque como en mi casa", dice Suraj, que aprendió mucho sobre el mar por lo que allí experimentó. "Como se puede apreciar en la película, el mar tiene sus propios estados de ánimo", señala. "Puede parecer un monstruo, o puede ser un espejo. Es un asesino pero también un redentor. El mar es algo muy hermoso".

El compañero de Pi en su odisea por el océano, Richard Parker, es esencialmente una mágica creación de la más avanzada tecnología digital, verificada por el supervisor de efectos visuales Bill Westenhofer ("Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario"). Esta magia tecnológica se basa fundamentalmente en el revolucionario trabajo de personajes generados por ordenador que se realizó para la película "El origen del planeta de los simios", y permite la creación de una criatura sensible que parece tan real como los auténticos cuatro tigres de Bengala que se utilizaron como referente a nivel físico e interpretativo. El equipo de efectos visuales se esforzó en mantener los sutiles matices del animal, evitando asignar cualidades humanas a una fiera salvaje.

Westenhofer da fe de los cientos de horas de vídeo sobre tigres que el equipo de realización llevó a cabo, lo cual proporcionó un valioso referente a la hora de crear el personaje digitalmente. (Los animales también contribuyeron en buena medida al trabajo de interpretación.) El entrenador de animales Thierry Le Portier ("Gladiator") encontró a tres de los animales principales en Francia y al cuarto en Canadá. Sus nombres eran: King, Min, Themus y Jonas. Se optó por King porque se ajustaba a la imagen que Ang tenía de Richard Parker, y por lo tanto se convirtió en el principal referente físico del personaje.


Sobre la producción
LA VIDA DE PI se rodó principalmente en localizaciones de la India y Taiwán. El subcontinente causó una profunda impresión, que aún perdura, en todo el equipo. "La India es un sitio donde pueden pasar muchas cosas", señala Yann Martel. "Es un lugar donde suceden infinitas historias; historias mágicas, historias realistas. La India es un gran filón de historias".

Lee nunca pensó en rodar las escenas de la ciudad natal de Pi, Pondicherry, India, correspondientes a toda la primera parte del filme, en ningún otro lado que no fuera la antigua colonia francesa. "Mientras trabajábamos en el guion exploré el terreno y realmente no hay nada comparable a la India francesa", manifiesta Lee. "Es un lugar único y un tanto desconocido para el resto del mundo. Allí puedes poner una cámara en cualquier sitio y ponerla en marcha; la imagen que obtendrás será hermosa con toda seguridad".

Producción ubicó los estudios y la oficina en un espacio de unos 20.000 metros cuadrados situado cerca del histórico barrio musulmán de la ciudad. El equipo de producción rodó en 18 localizaciones tanto dentro de Pondicherry como en sus alrededores, y un equipo compuesto por 600 miembros –casi la mitad de ellos, locales– trabajó en las secuencias iniciales del filme. Aproximadamente 5.500 habitantes autóctonos participaron como figurantes en las espléndidas secuencias que se rodaron en exteriores.

El equipo de producción convirtió el jardín botánico de la ciudad en el ficticio zoológico de Pondicherry. El diseñador de producción David Gropman explica cómo fue posible: "Lo primero que Ang quiso ver cuando visitó Pondicherry fue el zoo, y comprobar si era como se describía en el libro de Yann Martel. Pero no había –y nunca había habido– un zoológico en Pondicherry. No obstante, había un jardín botánico, construido por los franceses a principios del siglo XX, y Ang sugirió la idea de que el zoológico de la historia podía ser, de hecho, el antiguo jardín botánico de Pondicherry, que el padre de Pi había descubierto y decidido convertir en un zoo privado. Lo maravilloso de ese enfoque es que nos permitía añadir influencias de la arquitectura francesa y de los jardines botánicos galos, todo ello combinado con la estética india. Por lo tanto, teniendo en cuenta las anotaciones de Ang al respecto, construimos el zoológico".

Producción consiguió permiso para rodar en los jardines del milenario Templo de Villanur, en Pondicherry. Dos mil extras apropiadamente vestidos trabajaron a lo largo de la noche hasta el amanecer, y más de 20.000 velas tradicionales (diyas) estuvieron encendidas durante toda la noche; todos los miembros disponibles del equipo se mantuvieron en constante vigilia portando antorchas. Una secuencia en la que los Patel disfrutan de unas vacaciones familiares se rodó en Munnar, una pequeña pero popular estación de montaña situada en Kerala, en la costa suroeste de la India.

Mientras tanto, a miles de kilómetros de allí, en Taichung, Taiwán, estaba a punto de finalizar la construcción del tanque autogenerador de oleaje más grande que se haya construido para una película. Además, y con el generoso apoyo de la administración taiwanesa, tanto local como nacional, Lee y su equipo de producción transformaron las instalaciones y hangares del aeropuerto Sui Nan de Taichung en unos funcionales y prácticos estudios cinematográficos. Las banderas simbolizando la naturaleza de lo que Lee califica como "cóctel de producción internacional" de LA VIDA DE PI, ondeaban orgullosamente en lo alto de las gigantescas paredes verdes del tanque.

La surrealista y misteriosa isla habitada por una inmensa colonia de suricatos se realizó combinando un rodaje de exteriores, en el seno de un bosque de banianos autóctonos ubicado en una reserva botánica taiwanesa, con sets creados por el diseñador de producción David Gropman y entornos creados digitalmente.

Gropman señala que la localización de los árboles banianos resultó decisiva. "Yo estaba convencido de que la inspiración para las escenas de la isla de los suricatos la encontraríamos en Taiwán. Los mayores desafíos radicaban en la localización de exteriores y en el propio diseño de la isla. Y estaba seguro de que no podríamos recrear la isla de forma creíble si no nos inspirábamos de algún modo en la madre naturaleza. Ang había oído hablar de una reserva de árboles banianos oculta dentro del Parque Nacional de Kenting en Taiwán, y nos llevó a verla. La reserva se convirtió en la fuente de inspiración para la fisonomía de la isla misteriosa. El baniano, al igual que la isla, es un gigantesco y completo organismo en sí mismo y, no casualmente, es un árbol autóctono, típico de la India. Por lo tanto, el hecho de que el baniano fuera algo con lo que Pi estaba familiarizado era perfecto".

Tras finalizar la fotografía principal, Lee empezó la tediosa fase de posproducción, supervisando el trabajo del montador Tim Squyres, A.C.E., del compositor Mychael Danna y de algo tan esencial como los efectos visuales. Mientras tanto, el joven protagonista del filme se estuvo preparando para otro nuevo capítulo en la aventura de su vida: el inicio de su carrera universitaria, cursando estudios de cine en la Universidad de Delhi de St. Stephen’s College. Pero independientemente de las excitantes aventuras que tenga por delante, Suraj Sharma afirma que haber hecho LA VIDA DE PI siempre será una experiencia inolvidable. "No podría poner en valor todo lo que he obtenido al estar en esta película. Al igual que Pi, siento que he experimentado algo extraordinario, tanto emocionalmente como a nivel físico, mental y espiritual".

"Hacer LA VIDA DE PI me ha permitido ver las cosas desde una perspectiva distinta. Me siento mucho más fuerte, y sé que soy capaz de hacer más de lo que nunca me habría imaginado. El año pasado ha supuesto para mí prácticamente todo".

El filme está protagonizado por Suraj Sharma, Irrfan Khan, Tabu, Rafe Spall y Gérard Depardieu. Con música compuesta por Mychael Danna, la película está coproducida por David Lee y el montaje ha corrido a cargo de Tim Squyres, A.C.E. David Gropman se ha encargado del diseño de producción y Claudio Miranda, ASC es el director de fotografía. Este filme está producido por Gil Netter, Ang Lee y David Womark. El guion es obra de David Magee, a partir de la novela escrita por Yann Martel. LA VIDA DE PI ha sido dirigida por Ang Lee.