Ganadora Mejor Actor. Festival de Cannes. Sección oficial.
Notas del director
¿Cómo nació La Nostra Vita? Me gustaría decir: mientras escribía o rodaba, pero no sería verdad. Esta película fue concebida mientras hacía un documental, por placer, sobre como se le daba viviendas sociales a la gente de Ostia que tenía ingresos, pero demasiado bajos para pagar alquileres normales. No eran pobres, pero pertenecían a ese grupo de italianos que tienen un sueldo que en otro tiempo hubiera sido suficiente para vivir sin apreturas, pero que actualmente es insuficiente.
Tienen un acceso limitado a la información, excepto la televisión, y no tienen un interés real en la cultura. Estas familias bien podrían ser llamadas familias en dificultades. Y aún así, mirándoles con justicia, sin prejuicios, tienen los mismos miedos y dudas que cualquiera. Hablaron de sus vidas con sorprendente ironía y claridad, raramente señalándose como víctimas. Podrían estar desilusionados pero explotaban de vitalidad.
Otra inspiración: Israel, hace dos años. Observé muchas familias jóvenes, de paseo a última hora del día. Parejas que aún no habían alcanzado la treintena pero que ya tenían dos o tres niños. Es una bella utopía, impensable en nuestro país. Y así es como decidí contar la historia de una familia joven con tres hijos, situada en un clase social como la que he descrito, que solía llamarse clase trabajadora pero que ya no tiene un término específico con que denominarla.
Sentía que no habíamos visto una historia sobre la vida de gente así, contada con honestidad y objetividad hacía muchísimo tiempo. Habían estado presentes en nuestro cine, pero ahora solo lo vemos esporádicamente.
Mientras escribíamos esta historia, Rulli, Petraglia y yo queríamos evitar dar un mensaje político a través de nuestros personajes. Queríamos hablar sobre ellos pero no causar un debate social. Por supuesto, una interpretación política, en el sentido noble de la palabra, puede extraerse de la película, pero no es la motivación principal. Hemos sido extremadamente cuidadosos para que nuestros personajes no fueran ridículos, como pasa a menudo con las comedias italianas.
Por tanto decidimos contar la saga de la familia De Rosa, mirándoles a los ojos, como si nosotros mismos fuéramos parte de su historia. Les dimos procesos emocionales que normalmente solo se encuentran en la burguesía: dolor, ambición, fuertes deseos de venganza y negación del dolor. Intentamos acercarnos tanto como fue posible a la realidad y la humanidad de Claudio y su familia. Así es como llegamos a escribirla, mostrando respeto y afecto, evitando la conmiseración y la indiferencia, permitiéndoles cometer fallos, dejando que sintieran cosas con sinceridad sin obligarles a hacer cosas que nos agradaran, sino simplemente dejándoles hacer lo que eran capaces de hacer, con sus fortalezas y sus debilidades. Así hicimos esta película. Durante el rodaje. El único lema fue: dale vida a tus personajes con libertad. Es una historia orgánica, una película que parece un organismo vivo. Pretendía ser el único espectador de un evento que estaba ocurriendo realmente, creyendo en los personajes, escuchando sus razonamientos, como si no participara en su creación, en elegirlos o dirigirlos. Es una película que no pretende probar o demostrar nada, sino que establece conexiones que considero justas.
Daniele Luchetti sobre...
LOS ACTORES
Para interpretar a las tres familias principales de la películas, intenté reunir un reparto que combinara belleza interior y talento, un grupo de actores capaz de aportar sus debilidades y encanto natural al set. Está la familia de Claudio (Elio Germano), Elena (Isabella Ragonese), y sus hijos, Loredana y Piero (Stefania Montorsi y Raoul Bova), su hermano y su hermana, la familia del obrero (Ahmed Hafiene y Giorgio Colangeli), y finalmente la madre y el hijo rumanos, Alina Madalina Berzunteanu y Marius Ignat que juegan un papel importante en el viaje personal del protagonista. También escribí una biografía para cada personaje para que los actores se metieran en su pasado y su presente, y les pedí que usaran su propia sensibilidad para desarrollar lo que había sido escrito en el guión.
LOS ESCENARIOS
La película se desarrolla en los apartamentos que los personajes podían haber elegido en relación a sus ingresos. Los decorados de Giancarlo Basili reflejan perfectamente el estilo de vida de la gente con sueldos modestos de hoy en día.
EL VESTUARIO
Maria Rita Barbera, la diseñadora de vestuario, decidió mostrarles a los actores de un modo atractivo, ocasionalmente utilizando marcas y colores. Todos los personajes de la película quieren ser atractivos, y se esfuerzan por conseguirlo, cuidando sus cuerpos, su apariencia, dependiendo de sus gustos personales.
LA FOTOGRAFÍA
Con la luz natural de Claudio Collepiccolo la historia tomó vida espontáneamente frente a la cámara. Los niños y los obreros, la mayoría trabajadores reales, no dejaron más opción que actuar con naturalidad, en una atmósfera real. Trabajar con la cámara fue fácil, intenté capturar todo lo que pasaba como si estuviéramos haciendo un documental. Ivan Casalgrandi manejó la cámara de mano con fluidez, curiosidad y con viveza.
EL MONTAJE
Montar la película con Mirco Garrone fue como fabricar una nueva historia porque el material que teníamos estaba lleno de matices que a veces contrastaban. Se trataba de mantener el fino hilo de una historia que es casi una no-historia, dejando que respirara y creciera.
LA MÚSICA
Franco Piersanti subrayó los significados sutiles y ocultos de ciertas escenas, sin pasarse con los efectos, dejando espacio a la imaginación y los sentimientos del espectador.