Isla de Bastoy, en el fiordo de Oslo. 1915. Un grupo de jóvenes vive en un correccional bajo el despótico mando de un superintendente y sus guardias. En lugar de recibir una educación, los jóvenes, cuyas edades están comprendidas entre los 11 y los 18 años, son explotados como mano de obra barata. El joven Erling llega a la isla, pero con un objetivo en mente distinto. Ha matado a golpes a un miembro de la policía militar en defensa propia y será trasladado a una prisión para adultos, donde será seguramente condenado a muerte. Su único recurso es la fuga.