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  El consejero  (The counselor)
  Dirigida por Ridley Scott
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Apodado en una ocasión el "Shakespeare del Oeste", los personajes de Cormac McCarthy han cautivado la imaginación de millones de lectores. Aunque varias de sus novelas –incluidas No es país para viejos, La carretera y Todos los hermosos caballos– han sido llevadas al cine, McCarthy asombró a todos cuando entregó el guión cinematográfico del CONSEJERO. Sus personajes son sorprendentes; las circunstancias, inquietantes; y el ingenio y el humor de McCarthy hacen que los escenarios de pesadilla sean todavía más siniestros.

McCarthy vendió el guión a los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz, el trío responsable de la adaptación de La carretera. Poco después, Ridley Scott leyó el guión y quiso transformarlo en su siguiente película.

Scott comenzó a reunir a su equipo de colaboradores habituales, incluidos el director de fotografía Dariusz Wolski ('Piratas del Caribe', 'Alicia en el País de las Maravillas); el diseñador de producción Arthur Max, ganador del premio BAFTA ('Prometheus', 'Seven', 'Gladiator') –que volvió a formar equipo con Scott después de 'Prometheus'–; y la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar®, Janty Yates ('Prometheus', 'Gladiator'). EL CONSEJERO supone la novena colaboración de Max con Scott, y la octava ocasión que Yates trabaja junto al aclamado realizador. El montador Pietro Scalia, A.C.E., ('Prometheus', 'JFK (caso abierto)') dos veces ganador del Oscar, se une a Scott por séptima vez. Mark Huffam ('Prometheus', 'Mamma Mia!') y Michael Costigan ('Robin Hood', 'Red de mentiras') son los productores ejecutivos de la película, junto con McCarthy y Michael Schaefer, presidente de la productora Scott Free.


"Yo sé por qué estoy metido en esto. ¿Y tú?"
- Reiner (Javier Bardem) al Consejero (Michael Fassbender)

Todo empezó tomando una taza de café por la mañana.

Cormac McCarthy estaba en medio de la escritura de dos novelas cuando se levantó un buen día y decidió que necesitaba un descanso. Pero no pensaba en unas vacaciones; a decir verdad, tenía en mente todo lo contrario.

Decidió escribir un guión cinematográfico.

Al finalizar el primer borrador del guión, se lo envió a los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz, que habían producido la película 'La carretera', basada en la aclamada novela de McCarthy. "Todos nosotros éramos admiradores de la obra de Cormac, y pensamos que EL CONSEJERO era puro Cormac: fascinadora, impactante e inquietante", dice Wechsler.

En efecto. EL CONSEJERO tiene la misma fuerza e impulso narrativo que caracterizan las novelas de McCarthy. "Hay quien ha definido esta película como 'No es país para viejos' con esteroides", asegura el productor Steve Schwartz. "Creo que hay algo de verdad en ello. Todos los temas clásicos de Cormac están en EL CONSEJERO: una opinión de que la humanidad no es intrínsecamente buena… aunque las personas siempre tengan elección, y a menudo nos equivoquemos al elegir. Toda elección tiene consecuencias y en ocasiones uno vive y muere con ellas. Por tanto, es un cuento con moraleja".

Después de que los productores se enterasen de que el legendario realizador Ridley Scott estaba interesado en el material, organizaron una reunión entre Scott y el autor/guionista. McCarthy recuerda: "Conversamos sobre el guión y nos dimos la mano. Un día uno está en casa tomando café y pocos meses después se encuentra en España [donde se rodó gran parte del CONSEJERO] con más de 200 personas entre equipo técnico y actores".

La reunión entre los dos artistas casi parecía obra del destino. Hacía mucho que Scott admiraba la obra de McCarthy –había leído Meridiano de sangre, Todos los hermosos caballos, No es país para viejos y La carretera– y llama al autor "el Gran Novelista Americano". Scott reaccionó de forma semejante ante el guión de McCarthy para EL CONSEJERO. "Se lee como un excepcional relato breve o novela corta; es un emotivo viaje por una montaña rusa", afirma Scott. "El guión tenía situaciones y personajes que eran épicos, además de una cierta inevitabilidad de que algo horroroso iba a ocurrirles a los personajes, sin que pudieran hacer nada para impedirlo".

Confundido con el derrotero que lleva al personaje que da título al guión hacia un inexorable desastre, se halla el humor negro tan propio de Cormac McCarthy. "Creo que en todo hay humor", dice Scott. "Los personajes son mercancías averiadas; resultan atractivos pero todos ellos se han escabullido y han caído en picado en sus respectivas profesiones", lo que lleva a momentos de humor inesperados. Steve Schwartz añade que "estos personajes sólo podrían haber salido de la pluma de Cormac. Y aunque difieren en la magnitud y el color de sus defectos, siempre es divertido verlos".

La productora Paula Mae Schwartz observa que "las novelas de Cormac son conocidas por unos diálogos plenos de fuerza. Este talento cobra aún mayor intensidad en el cine, en el que vemos a los personajes sacar adelante el argumento mediante una amplia gama de emociones: desde una violencia indescriptible hasta un humor que nos hace reír a carcajadas".


"¿Has sido malo?"
- Laura (Penélope Cruz) al Consejero (Michael Fassbender)


Con Scott como director del guión original de McCarthy, EL CONSEJERO atrajo gran atención por parte de la industria, y los realizadores comenzaron a reunir un reparto de ensueño. "Es un gran grupo de actores que interpretan a unos atractivos personajes que jamás habíamos visto en la pantalla", dice Wechsler.

El Consejero –cuyo nombre no es revelado–, al que da vida Michael Fassbender, es un abogado que se ve tentado a introducirse en un mundo turbio y peligroso para hacer dinero rápidamente. No tarda en aprender que una sola decisión mala puede tener consecuencias espeluznantes e irreversibles. Aunque le avisan repetidamente de los posibles peligros de meterse en este negocio, la arrogancia del CONSEJERO le impedirá echar el freno.

McCarthy describe al Consejero como una figura clásica sumida en una tragedia. "Es un hombre decente que una mañana se levanta de la cama y decide hacer algo equivocado. Y eso es todo lo que se necesita. Algunas personas pueden llevar vidas horribles, hacerlo todo mal y morir pacíficamente en su cama a los 102 años de edad. El Consejero no es uno de ellos".

Fassbender fue el único candidato de Scott para el papel del Consejero. Fassbender ha mostrado ser un actor tan polifacético como auténtico desde el papel que le abrió todas las puertas en 'Hunger', hasta otros más recientes en 'X-Men: primera generación', 'Shame', y el gran éxito comercial de Scott en 2012, 'Prometheus'. Intrépido, frío y encantador, Fassbender puede hacerlo todo y aceptó la oportunidad de volver a trabajar con Scott y dar vida al protagonista del guión de McCarthy.

"Estaba excelentemente escrito; era sutil y equilibrado, y aun conteniendo mucha información, Cormac había dejado suficiente espacio como para que un actor lo llenara", afirma Fassbender. "Era simplemente una obra magistral".

Y añade: "Y, lisa y llanamente, me encanta trabajar con Ridley. Es como recibir una lección magistral cada día".

Quizá el mayor defecto del Consejero sea su desmedido orgullo. "Se cree más listo de lo que es", explica Fassbender. "Se le han dado suficientes oportunidades para abandonar el negocio, pero afirma, una y otra vez, que está perfecto y salta a la vista que él no es perfecto. Hay una ciega arrogancia que le empuja hacia delante".

El Consejero se encuentra perdido cuando una serie de acontecimientos imprevistos provoca trágicas consecuencias para él y para su novia, Laura (Penélope Cruz).

Si en esta historia hay alguien inocente, ese alguien es Laura, una hermosa mujer de la que el Consejero, explica Fassbender, "se ha enamorado profundamente".

La primera escena de Cruz y Fassbender juntos, con la que da comienzo la película, transmite la hondura de sus sentimientos recíprocos mediante un grado de intimidad que rara vez ha aparecido en pantalla. "Hay un ardor espectacular en la relación entre los personajes, y lo experimentamos inmediatamente en esa escena inicial", dice Scott. "Es la clase de intimidad que pasa de cero a cien en nada de tiempo".

McCarthy añade: "No sé cuándo fue la última vez que vi una película en la que dos personas a las que quiero hacían el amor. Es, aparentemente, una cosa del pasado. Así que pensé en tratar de recuperarlo. La escena inicial es muy descriptiva y los dos personajes hablan como adultos".

Una escena igualmente intensa aunque con menos carga sexual se desarrolla entre los dos personajes en una emotiva cena, durante la que el Consejero propone matrimonio a Laura. "Quería que fuese conmovedora y real, y que describiera cuánto se necesitan mutuamente", dice Scott.

Pero su feliz compromiso se ve desbaratado por el peligroso mundo del que el Consejero ha pasado a formar parte. Laura es bella e ingenua; ve lo mejor que hay en todos. Su inteligencia y su previsión –y su amor por el Consejero– no pueden compensar la caída del Consejero (al igual que la Alicia del cuento) en la madriguera del conejo, y ambos se enfrentan a consecuencias trágicas si el trato que ha hecho con fuerzas poderosas e invisibles se malogra.

"Laura es lo que él más valora", dice McCarthy. "Lo que les ocurre a ambos es indescriptible".


"Si sigues por este camino en el que te has adentrado, acabarás tomando decisiones morales que te cogerán del todo por sorpresa. Unas que no previste en absoluto".
- Reiner (Javier Bardem) al Consejero


El marido de Cruz en la vida real, Javier Bardem, encarna a Reiner, un propietario de club nocturno que rompe todos los moldes y que mete al Consejero en el turbio negocio. EL CONSEJERO supone el regreso de Bardem a un mundo concebido por McCarthy, cuya celebrada novela No es país para viejos se convirtió en una película igualmente aclamada, en la que Bardem, dando vida al asesino Anton Chigurh, ofreció una actuación que le valió el Oscar.

Reiner tiene un pie en cada mundo: el extravagante y decadente del dueño de un club nocturno, y el criminal propio del hampa –brutal, sin ley ni misericordia– que se cierne rápidamente sobre el Consejero y sobre él mismo. Reiner parece poseer una capacidad especial de comprensión de las circunstancias, cada vez más graves, del Consejero, pero es en igual medida una posible víctima de una vida de la que entiende poco.

A Bardem, el guión de McCarthy para EL CONSEJERO le pareció a la vez fascinante e impactante y disfrutó volviendo a pisar el terreno del escritor. Afirma el actor que "es infrecuente hallar un material en el que prolongadas escenas de diálogo puedan sugerir escenas tan impactantes. Me enganchó inmediatamente. Yo sabía que para un actor este diálogo era un regalo".

"Yo utilicé las palabras de Cormac para crear mi personaje, y la frase que Reiner repite constantemente es 'no sé'. Yo quería tener el aspecto de alguien que está a oscuras. También estudié la idea de que Reiner hubiera elegido ignorar toda información o conocimiento que pudieran entrometerse en una vida fácil".

Un rasgo distintivo de Scott es contar con primeras actrices sólidas y Cameron Díaz da vida a uno de los personajes más duros y siniestros jamás creados por el realizador. Díaz aporta una rica experiencia de trabajo cómico y dramático a su interpretación de Malkina, la malévola novia de Reiner. Es una sociópata cuya falta de empatía hace que sea capaz de cualquier cosa. La fuerza de Malkina proviene de su implacable impulso para controlar y poseer cualquier cosa que ella crea merecer. Sean las que sean las consecuencias de sus actos, no siente remordimiento en absoluto.

Díaz respondió inmediatamente al guión. "Malkina es una sociópata extremadamente lista. Es capaz de cualquier cosa. En ella no hay humanidad. Las dos preguntas que no deja de hacerse son: '¿Cómo puedo obtener lo que merezco?' '¿Qué es lo que me espera?' Nada ni nadie más le preocupan lo más mínimo. Malkina es tan poderosa porque ella comprende las consecuencias de sus actos mejor que cualquier otro personaje".

"Lo único que quiere es más [de todo]", añade Díaz. "Malkina se ve obligada a arrancar el poder de cada hombre, a devorarlo y, luego, a destrozar a cada mujer".

"Malkina podría recordarles el papel de Javier [Chigurh] en 'No es país para viejos'", dice McCarthy. "Ninguno de los dos personajes tiene sentido del humor; quizá sea ésa la marca distintiva de un psicópata. Malkina sonríe pocas veces, pero la suya no es una sonrisa que levante el ánimo".

Díaz, que comparte la mayoría de sus escenas con Bardem, describe la complicada relación de los personajes. "En Reiner, Malkina ha encontrado su lado dulce. Es un hombre que hará cualquier cosa por ella, y, naturalmente, es ella la que ha creado esa situación. Inadvertidamente, él ha permitido que ella tome el control de su mundo, que se meta en medio de sus tratos comerciales y se lleve lo que cree merecer. Peor aún: disfruta haciéndolo. Para ella es un deporte arruinar la vida de las personas. Le hace sentirse viva. Reiner quiere desesperadamente hacerla feliz pero ella nunca será feliz. Nunca cejará en sus intentos, lo que significa que puede obtener cualquier cosa que quiera, de la forma que quiera y sin darle a él más que lo suficiente para que siga volviendo a ella".

"Es una relación singular", explica Bardem. "Reiner ha llegado a un punto de su vida en el que cree tener el control de todo y de todos. Y entonces, encuentra a Malkina, que comienza a hacerse con el control de su vida. Y por excitante que sea para Reiner, también le asusta".


"Lo que pasa, Consejero, es que tú puedes pensar que hay cosas que esta gente sería sencillamente incapaz de hacer. No las hay"
- Westray (Brad Pitt)


El personaje de Brad Pitt, Westray, no es malévolo como Malkina aunque es evidente que tiene un lado siniestro. Westray es un intermediario filosofador y sospechoso cuyas advertencias al Consejero sobre los peligros de un mundo en el que quiere entrar, no son escuchadas. Apuesto, encantador e ingenioso, Westray es un incorregible mujeriego, lo que amenaza con provocar su fallecimiento.

"No sabemos exactamente qué es lo que Westray hace, aparte de ser el contacto con el cartel con el que el Consejero ha hecho el trato", dice Scott. Pero sean los que sean sus motivos y lealtades, Westray tiene estilo por arrobas. "Le vestimos como a la leyenda de la música country, Hank Williams, con una chaqueta de vaquero, hombreras, sombrero y botas de vaquero", añade el director. "Westray tiene su punto de dandi".

"Westray es un personaje impasible y Brad lo interpreta con grandes dosis de ingenio brillante y siniestro", apostilla Wechsler.

Al reincorporarse al equipo de Ridley Scott, que lanzó su carrera con Thelma & Louise, Pitt aporta un carisma desenfrenado a un personaje estrafalario e inolvidable. La oportunidad de reunirse con Scott y trabajar con un guión de un escritor al que admira desde hace mucho, resultó irresistible. "Soy un admirador de Cormac McCarthy; quiero decir que he leído cada palabra que este tipo ha publicado; y la mayoría de sus libros, más de una vez. De modo que EL CONSEJERO era una ocasión de hacer algo suyo y, además, de volver a trabajar con Ridley. Ridley me dio mi primera oportunidad en la primera división del cine".

El elenco de secundarios del CONSEJERO no es menos excepcional e incluye a Bruno Ganz, Rosie Pérez, Dean Norris, Natalie Dormer, Goran Visnjic y Rubén Blades.

Después de dos semanas de ensayos en los estudios Shepperton de Londres, comenzaron ocho semanas de rodaje del CONSEJERO en exteriores del Reino Unido y de España.

El diseñador de producción Arthur Max se dio cuenta de la densidad de la prosa de McCarthy, que no sólo era análoga al estilo de dirección de Scott sino también a la visión del director. Dice: "La definición que Cormac hace del lugar y la forma como le da vida son precisas y redondas. El paisaje es increíblemente bello y seductor. La vestimenta de vaquero y las camionetas se entremezclan con Bentleys y muebles de estilo Art Deco. Es otra visión de un mundo que todos creían conocer".

Para Max y su equipo supuso un desafío que EL CONSEJERO se rodara en Londres durante el mismo verano en el que la ajetreada capital acogió los Juegos Olímpicos de 2012, además de las celebraciones de las Bodas de Diamante de la Reina.

La producción, fue rodada en más de 25 exteriores idóneos del Este de Londres y los condados que la rodean, que Max y su equipo convirtieron en escenarios de los EE.UU. y México.

Un apartamento dúplex de Clerkenwell, un barrio de moda y muy moderno del Este de Londres, hizo las veces del apartamento que el Consejero tiene en El Paso (Tejas). La decoración refleja una refinada interpretación del diseño y a una persona que se da el gusto de coleccionar iconos culturales con gran cuidado y sensibilidad. No estamos en un hogar especialmente típico de un abogado tejano, pero es que el Consejero dista mucho de ser típico. Dice Max: "Sabemos que tiene una personalidad discrepante. El Consejero quiere colmar a la mujer que ama de riquezas que vayan más allá de la avaricia, e incluso recorre el mundo para encontrar el mejor diamante para su anillo de compromiso. No es éste un mundo estereotipado de codicia y corrupción. Es más idiosincrático y creíble".

Junto con la decoradora de interiores, Sonja Klaus, Max trabajó partiendo de la premisa de que el Consejero no era simplemente un abogado normal que hubiera acumulado algunas deudas graves. "Creo que su personalidad tiene algo más básico que le lleva a la necesidad de permitirse un estilo de vida que supera por completo cualquier cosa que le rodee", dice Max. "Era necesario que su ambiente reflejase un cierto nivel de refinamiento y elegancia, y que hubiera elegido todo con cuidado".

Skywood House, una estructura de pura geometría cristalina con lago artificial, piscina negra y todo, escondida en cuatro acres de bosque a unos 40 minutos de Londres, fue la casa de Reiner. Que es un hombre acaudalado y con gusto, que no concebiría su hogar –afirma Max– como una "casa revestida con paneles de madera de pino con nudos, con cabezas de vacas y toros colgadas de la pared".

"El concepto que Ridley se hizo del Suroeste de EE.UU. evitaba los estereotipos de las ciudades de la vieja frontera y los lugares comunes que hemos visto anteriormente tantas veces", prosigue Max. "Ridley reimaginó el Suroeste tal y como él pensaba que debería haber sido. Cormac fue un gran juez de hasta dónde podríamos llegar con el concepto y de cuándo habíamos ido demasiado lejos".

Cuando el mundo del Consejero hace implosión, su entorno se vuelve más alienante. Max lo explica: "Cuando alguien está rodeado por fuerzas tan grandes, tan siniestras y amenazadoras, la gente desaparece de su alrededor y las calles de la mayoría de las ciudades se tornan tan yermas como el paisaje de un cañón. Uno no ve a nadie y permanece ignorante de la vida normal que le rodea. Ésa es la situación en la que colocamos al Consejero".

El rodaje comenzó en el aeropuerto de Heathrow, con una escena de la llegada de Westray a Londres. Brad Pitt, espléndido con un traje hecho a la medida y un sombrero Stetson, atrajo gran atención del público, como sucedió cuando Fassbender y Pitt se presentaron en el hotel Sheraton de Heathrow.

Luego, los actores fueron vistos juntos en el Hoxton Bar and Grill, situado en el Este de Londres, el barrio de moda, transformado en un bar de Tejas para la escena en la que Westray advierte al Consejero de los inconvenientes del acuerdo.

Otros lugares de Londres que Max y su equipo trasladaron a Tejas incluían el Ministry of Sound, el legendario club nocturno de la zona de Elephant and Castle; y McQueen, un restaurante que se inspira en el difunto Steve McQueen –el 'Rey Impasible'– situado en el moderno distrito de Shoreditch. Dichos escenarios hicieron las veces del nuevo club nocturno de Reiner y de su club privado, donde éste cuenta al Consejero detalles íntimos de su relación con Malkina.

Para reproducir la zona fronteriza castigada por el sol, a horcajadas entre México y Tejas, la unidad se trasladó al Norte de España, concretamente a Las Bárdenas Reales, un parque natural de indómita belleza. Se advirtió a los realizadores que no rodasen allí, debido a las frecuentes tormentas que caen en la zona. "Sin embargo", dice Max, "Ridley tiene un afortunado historial meteorológico, así que ignoramos los avisos. La luz era sencillamente impresionante".

Igualmente se les advirtió que no eligieran esos exteriores por la proximidad a la base militar allí enclavada, y por los frecuentes ejercicios con fuego real, que interferirían en el sonido. Pero el sol brillaba para EL CONSEJERO y la producción obtuvo la cordial colaboración de la Fuerza Aérea, utilizando su cerca de alambre de espino, las puertas eléctricas de barrera, los reflectores y las torres de vigilancia para crear la principal escena obligatoria de la película: el cruce de la frontera mejicano-estadounidense. La construcción fue tan convincente que la base militar ha solicitado conservarla como zona adicional controlada para su propio empleo.

No menos formidables fueron los retos a los que se enfrentó la diseñadora de vestuario Janty Yates, que disfrutó del proceso de creación de personajes por medio del vestuario. "Es maravilloso ver a un actor desarrollar su personaje sabiendo el aspecto que tendrá. Vestir a nuestro reparto fue como un festín de gourmets para el departamento de vestuario, y, afortunadamente, Ridley no quería que minimizásemos la apariencia de los personajes, sino que nos volcáramos en ella".

Michael Fassbender, como el Consejero, viste ropa de Armani logrando un aspecto destacado y siempre acicalado, tanto si lleva trajes como ropa informal. Yates afirma que "Michael viste los trajes maravillosamente bien. Realmente sabe cómo sacarles partido". A medida que el mundo del Consejero se desmorona, Yates dice que "él nunca se cambiaría de ropa; estaba demasiado desesperado buscando a su amor como para pensar en ello; se trababa simplemente de ir destrozando lentamente su aspecto y su apariencia impecable".

Vestir a Javier Bardem, quizá el más extremo de los personajes en lo relativo al atuendo, resultó muy divertido para el departamento de vestuario. Luciendo prendas de Versace en la mayoría de las escenas, incluidas camisas clásicas de Gianni Versace sacadas de los archivos del diseñador, Yates vistió a Bardem con colores vivos, brillantes y vistosos, a juego con diferentes gafas de sol para cada conjunto. Para el personaje, Yates se remitió al dudoso gusto de los multimillonarios que pasan sus vacaciones en Saint-Tropez.

Yates, que colaboró estrechamente con Cameron Díaz para el aspecto de Malkina, afirma que "Cameron conoce cada firma de diseño, lo sabe todo sobre ropa y prestó una inmensa ayuda en la definición del aspecto de Malkina". A Díaz la viste completamente Paula Thomas, de Thomas Wylde, una casa de modas inaugurada en 2006 y que ahora vende sus géneros en 183 boutiques y almacenes de todo el mundo. Díaz se enamoró de las prendas, a la vez refinadas y plenas de garra, hasta el extremo de que bromeaba diciendo que necesitaba más escenas para poder lucirlas todas. Yates describe su aspecto: "¡Helo ahí! Es ligeramente gótico, muy atractivo y fabuloso; y la forma como Cameron lo lleva lo empapa por completo del 'factor sorpresa'".

Díaz, que comparte gran parte de su tiempo en pantalla con una pareja de guepardos, luce un tatuaje del felino en la espalda y explica la relación: "Mi personaje responde –más aún, ama–, al cazador en estado puro que es el guepardo. El tatuaje simboliza su adoración y admiración por el animal por el que ella siente tal afinidad que, literalmente, adopta su piel, la piel del cazador, pues ella es precisamente eso".

Menos exótica pero no menos impresionante, la Laura de Penélope Cruz también viste Armani. Cruz quería un aspecto profesional que también pareciera suave y vulnerable. "El corte de Armani es intemporal pero soberbio", dice Yates. "Le dio a Penélope una apariencia muy elegante y eficiente, pero que resultaba suficientemente suave para que funcionara con su aspecto tan bello como femenino".

Para Westray, Scott se inspiró en la leyenda musical Hank Williams y en los preciosos trajes de vaquero de la estrella del western de los años 50 y 60, Gene Autry, confeccionados con yugos, mini sombreros Stetson negros, joyas de los indios navajos y botas de lagarto y de cocodrilo. "Fue muy divertido y a Brad también le gustó. Para crear su aspecto, trabajamos con Armani, Versace y Louboutin", explica Yates.

Después de que la producción diera fin en octubre, el reparto dedicó un cierto tiempo a reflexionar sobre la experiencia de realizar EL CONSEJERO, y, específicamente, la de trabajar con su prestigioso director. Dice Fassbender: "Ridley hace unas observaciones muy claras y sencillas pero imaginativas. Es muy travieso y muy juguetón, por lo que uno dispone de la libertad de colaborar". Cameron Díaz añade: "Ridley es un director magistral. La confianza que tiene como realizador –por tanta experiencia como tiene y porque es un genio visual de tal calibre–, nos infunde confianza. Y es un enorme colaborador. Siempre está haciendo preguntas más que diciéndote cosas. Tiene un enorme respeto por lo que uno quiere y por la participación que aporta a la creación de ese personaje y de ese mundo. Nos proporciona una ruta muy clara de hasta dónde quiere que lleguemos".