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  12 años de esclavitud  (Twelve years a slave)
  Dirigida por Steve McQueen
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"Habiendo gozado durante más de 30 años de la dicha de la libertad en un estado libre, y habiendo sido después secuestrado y vendido como esclavo, situación en la que permanecí hasta ser felizmente liberado en el mes de enero de 1853 tras un cautiverio de 12 años, se me ha sugerido que una crónica de mi vida y mis avatares podría resultar de interés para el público" - Solomon Northup


Un trabajo de Steve McQueen tras Hunger y Shame en el que vuelve a confiar en Michael Fassbender (Prometheus, Shame), esta vez junto a Chiwetel Ejiofor (Salt, American Gangster) y Brad Pitt (Malditos bastardos, Seven) para contar la increíble historia real de la lucha de un hombre por su supervivencia y la libertad.

Junto a Ejiofor, Fassbender y Pitt, quien además produce la película a través de su productora Plan B Entertainment, completan un reparto de lujo secundarios como Benedict Cumberbatch (El Topo, 'Sherlock'), Paul Giamatti (Entre copas), Paul Dano (Pequeña Miss Sunshine, Pozos de Ambición), Quvenzhané Wallis (nominada al Óscar por Bestias del sur salvaje) y Michael K. Williams ('The Wire', 'Boardwalk Empire') entre otros.

El británico Steve McQueen vuelve a partir de una historia real, como hizo con Bobby Sands en Hunger, y nos acerca a la figura de Solomon Northup, un hombre negro libre que en el siglo XIX fue engañado, vendido como esclavo y sufrió todo tipo de penurias. McQueen firma junto a John Ridley el guión de “TWELVE YEARS A SLAVE”, basado en la autobiografía de Solomon Northup que conmocionó al país tras su publicación en 1853.


Acerca de la producción
Basada en unas inolvidables memorias que revelaron los entresijos de la esclavitud al público estadounidense en el siglo xix, llega 12 años de esclavitud, el fascinante y conmovedor relato del director Steve McQueen sobre el inesperado secuestro del padre de familia neoyorquino Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), su desagradable viaje hasta las plantaciones de esclavos de Luisiana... y su inquebrantable lucha por volver a su hogar junto a los suyos.

Esta crónica verídica de la repentina pérdida de libertad de Northup está tachonada de transcendentes momentos de belleza y bondad, y de muestras de los vínculos que unen a las personas. Northup, un consumado músico y artesano casado y con hijos que vive en Saratoga Springs (estado de Nueva York), se ve un buen día envuelto en una impactante situación cuando lo drogan, le quitan la documentación, lo encadenan y lo venden a un impasible comerciante de esclavos llamado Freeman (Paul Giamatti). Éste lo envía a Luisiana, donde su suerte se encuentra a merced de una serie de terratenientes, entre ellos William Ford (Benedict Cumberbatch) y Edwin Epps (Michael Fassbender), que cambiarán a Solomon de distintas maneras. Mientras nuestro héroe encuentra consuelo en amistades como las de Eliza (Adepero Oduye) y Patsey (Lupita Nyong’o), su mente y su cuerpo son llevados al límite de la capacidad humana al antojo de sus captores. Pero una y otra vez, él se niega a sucumbir a la desesperanza y a la inconcebible opresión que ha recaído sobre él, aferrándose a su creencia innata de que él ha sido, sigue siendo y algún día volverá a ser un hombre libre. Cuando al fin le presentan a un caritativo carpintero llamado Samuel Bass (Brad Pitt), verá su camino a la libertad allanado por una carta que denuncia su cautividad y que propicia el regreso triunfante a su familia y a la posterior publicación de sus revolucionarias memorias.

McQueen, un director que nos tiene acostumbrados a películas tan intensas como cautivadoras, como Hunger y Shame, empezó a dar vueltas al concepto que llevaría a 12 años de esclavitud antes incluso de leer el libro. Quería explorar el tema de la esclavitud en Estados Unidos de una forma que no se había visto hasta ahora: desde el punto de vista de un hombre que conocía ambas caras, el gozo de la libertad y la injusticia de las cadenas. El director sabía que algunos esclavos del sur habían sido secuestrados de los estados del norte, pero no fue hasta más tarde cuando descubrió que ya existía una crónica de las experiencias que él estaba representándose.

"Quería contar una historia sobre la esclavitud, y era uno de esos temas con los que piensas: 'bueno, ¿cómo lo enfoco?'. Me gustaba la idea de empezar con alguien que es un hombre libre, alguien parecido a los que van a ver la película, un padre de familia como cualquier otro", recuerda McQueen, "que luego es secuestrado y arrastrado a una vida de esclavitud. Pensé en él como alguien que pudiera acompañar al espectador por la inmunda cinta transportadora de la esclavitud".

Por aquel entonces, McQueen comentó su idea a su esposa, Bianca, y fue ella quien dio con las memorias de Solomon Northup, un libro que en su día había conmocionado a la sociedad estadounidense pero que por aquellos días había dejado de ser tan conocido y leído. "Mi mujer encontró aquel libro, y en cuanto leí la primera página ya no pude parar. Estaba impactado y fascinado con aquella historia real tan increíble. Era como leer Pinocho o un cuento de los hermanos Grimm, donde un hombre es arrancado de su vida familiar y entra en un túnel oscuro y retorcido, aunque hay una luz al final", explica.

McQueen descubrió, como muchos habían hecho, que Northup era un gran observador de las personas, uno de los pocos que por aquel entonces podían transmitir al mundo la importante información de cómo se veía y sentía realmente la esclavitud desde dentro. Además de chocante, la historia de Northup tenía un aire moderno, era un viaje alentador de coraje físico y moral. Era un profundo testimonio vital, y al mismo tiempo planteaba una pregunta no ajena a las grandes obras de la literatura: no es sólo qué sucedió, sino "¿qué habrías hecho tú?".

Al cumplirse en 2013 el 160 aniversario de la libertad de Northup, McQueen sintió un apremio especial por llevar sus memorias al cine. "Esta historia tiene mucho más alcance que cualquier otra cosa que haya visto o leído últimamente", dice el director británico. "No me podía creer que no hubiera oído hablar de aquel libro. ¿Cómo era posible? La mayoría de los estadounidenses a los que se lo mencioné tampoco lo conocían. Para mí es tan importante para la historia americana como lo es El diario de Anna Frank para la historia europea: es una crónica extraordinaria del viaje de un hombre hacia la más pasmosa inhumanidad. Todo el mundo cree conocer este capítulo de la historia americana. Pero creo que muchas cosas de la película sorprenderán al público, igual que me han sorprendido a mí. Sentí que sería un honor y un privilegio convertir este libro en una película y dar a conocer esa historia a los espectadores".

McQueen, con su habilidad para enmarcar escenas emocionales y a veces provocadoras en cuadros de una exuberante belleza formal, vio la oportunidad de llevar su distintivo estilo visual a un nuevo nivel, y al mismo tiempo perfeccionar sus habilidades como narrador.

Pero, en definitiva, la principal inspiración de McQueen fueron las memorias de Solomon Northup, un relato devastador contado con una tremenda dignidad y una determinación ejemplar. "En el fondo, es una historia sobre la familia y sobre la esperanza de volver a ver a tus seres queridos", resume.

"Es una historia extraordinaria, y es muy conmovedora. Enseguida nos aportó el enfoque que buscábamos, un periodo de tiempo lo suficientemente largo como para poder entender o investigar lo que era la esclavitud, lo que significaba en el día a día y lo que supuso a muchos niveles", concluye la productora Dede Gardner.


La prensa ha dicho de ella
"Obra maestra incontestable"
El Mundo

"Steve McQueen construye el retrato más salvaje, fidedigno y doloroso que jamás se haya hecho de uno de los periodos más oscuros de la historia de la humanidad."
El País

"Una película con tanta humanidad y clase que en cada momento sientes que estás viendo algo imprescindible"
Entertainment Weekly

"Espectacular. Un profundo logro cinematográfico a todos los niveles. Cine en estado puro"
First Showing

"Sería un crimen perdérsela"
New York Observer

"Es, simplemente, una película para la posteridad"
Revista People

"Un brillante clásico instantáneo"
Rolling Stone

"Un punto álgido cinematográfico de este año, o de cualquiera"
Timeout New York

"Visceral, cruel e imparable, 12 años de esclavitud no es sólo una película magnífica sino necesaria"
The Guardian

Puntuación media en Metacritic: 96