Honey Daniels (Jessica Alba) lleva toda la vida queriendo mostrarle al mundo sus pasos de danza. Y ahora sus sueños están a solo un paso de distancia. Durante años su espíritu y su ambición han alimentado a esta joven bailarina y aspirante a coreógrafa, incluso cuando aquellos que más la quieren han puesto en duda sus posibilidades de triunfar en un terreno tan competitivo. Sus padres le ofrecen un mundo de opciones seguras y un futuro resguardado, pero Honey prefiere mudarse al corazón de la ciudad, allá donde las calles son una explosión de ruido, energía y música... la música que constituye su gran vocación.
La vida en la ciudad es difícil pero ella está dispuesta a aceptar todo tipo de sacrificios: el sueño que persigue se lo merece. De día, da clases de hip hop en un local a los chicos del barrio. Por la noche mira el reloj hasta que se cumple su turno de camarera y entonces Honey se transfigura en la pista del club de baile: su pasión se combina con su formación de bailarina y su personal estilo llama la atención de la gente.
Un día aparece la oportunidad de su vida en la persona de un director de video que ve a Honey en el club y le ofrece allí mismo un trabajo de bailarina de acompañamiento. Es así como puede empezar a demostrar su talento, y a vivir su viejo sueño: el de crear la coreografía de algunos de los artistas más famosos del hip hop y el rhythm and blues: Missy Elliott, Ginuwine, Jadakiss & Sheek, Tweet... Honey no acaba de creerse su suerte.
Y, tan pronto como llegó, el sueño empieza a disiparse. De vuelta en el mundo cotidiano, Honey sigue haciendo lo que mejor sabe. Regresa a la música urbana que tanto ama y descubre de nuevo el amor por la danza a través de la energía exuberante de un grupo de chiquillos del barrio.