Declaración del director
Como director de documentales podrías esperar una vida entera a toparte con una historia como esta. Desde el momento en que supimos de ella, sonaba como algo que no podría haber sucedido en el mundo real, ¿un argelino-francés que roba la identidad de un niño de Texas desaparecido y empieza una nueva vida con la familia del niño haciéndose pasar por su hijo? Si fuera una obra de ficción parecería demasiado rebuscada. Esto desató en nosotros la necesidad de encontrar más, sobre el hombre capaz de perpetrar un crimen así y sobre la familia capaz de ser víctimas de él.
Cuando conocí al impostor, Frédéric Bourdin, fue muy cautivador. A la vez encantador y desagradable, infantil y hastiado, alguien que parecía haber vivido su vida y una fantasía creada para él mismo, una que le sentaba mejor que la problemática vida en la que había nacido. Es un narrador extraordinario y era fácil dejarse absorber, queriendo creerle a pesar de saber que era un mentiroso patológico y condenado, queriendo escuchar la historia en sus propias palabras, una historia que parecía haber escrito una y otra vez desde hace mucho tiempo.
Me habló sobre su pasado, sobre la infancia que no tuvo y sobre su búsqueda de una identidad, y de pronto me encontré preguntándome si lo que hizo era hasta cierto punto comprensible: "Eran una familia sin hijo y yo un chico sin familia". Pero habiéndolo conocido, escuchado su fuerte acento, visto su tez oliva y sus ojos y su cabello oscuros, parecía imposible que a los 23 años hubiera convencido a las autoridades de que era un chico americano de 16 años y aún más imposible que hubiera convencido a una familia de que era su hijo rubio de ojos azules típicamente norteamericano.
Me preguntaba si tal vez el impostor no fuera la historia, sino el conducto hacia una historia mucho más interesante sobre el engaño y el autoengaño y sobre la habilidad de la gente para construir sus propias verdades. Cuando empezamos a conocer a otros de los protagonistas de la historia, muchos parecían habitar también un mundo más cercano a la ficción que a la realidad: Un curtido detective privado de Texas que proclamaba ser el primero en fijarse en las discrepancias entre el niño desaparecido y el que regresó tres años y medio después: "las orejas no eran iguales". Un agente del FBI a quien se le encargó la investigación del chico que habían encontrado vivo de forma milagrosa a miles de kilómetros, en Europa, para acabar descubriendo que estaba investigando una obra de ficción.
Y luego estaba la familia; fragmentados, afligidos y aún trastornados por su encuentro con el hombre que afirmaba ser su querido hijo desaparecido y que vivió como su hijo casi cinco meses. Pero salieron a flote más detalles, el niño desaparecido había sido problemático, se había escapado otras veces. Cuando apareció en la otra parte del mundo parecía increíble, pero posible. Cuando la hermana por fin se reúne con él, tenía las mismas marcas que su hermano desaparecido y sabía detalles sobre su familia que nadie más podría haber sabido. Sí, parecía diferente, y tenía un acento extraño "pero fíjate en todo por lo que ha pasado, es obvio que iba a estar diferente".
Todas las personas con las que hablamos parecían tener su propia versión de la verdad y todas ellas parecían tan creíbles, a pesar de poco probables, como las otras. Así que como director la pregunta era cómo contar una historia en la que la verdad era tan difícil de encontrar. Mi solución fue intentar llevar a los espectadores a un viaje con tantos giros y tantas vueltas como las que experimentamos nosotros haciendo la película, embarcándoles en el viaje de cada personaje junto a ellos, abrazando sus realidades subjetivas; un viaje en el que damos bandazos de una versión de la verdad a otra, desde la comprensión a la condena y vuelta otra vez.
Era difícil escuchar a los entrevistados describir estos sucesos sin pensar que estaban contando la trama de una película y eso pareció desbloquear algo sobre la forma en que podría emprender esta película. No habría una sola verdad, de "clavarla" ni hablamos. Mi idea era hacer virtud de las versiones contradictorias, y visualizarlas en un estilo tan fuerte como la historia misma. Así que la película contiene una buena cantidad de escenas muy estilizadas en las que se visualiza lo que pasó en el pasado y cuyo objetivo no es crear una visión definitiva de la verdad ni intentar engañar a los espectadores haciéndoles creer que algo es real, sino más bien intentar imaginarse la historia que los entrevistados quieren contarnos. Desde la primera escena quería dejar claro visualmente que no es lo que "debió" de haber ocurrido, sino un intento de ilustrar la versión de cada persona sobre lo que pasó. Intentar recrear esa película que reproduces en tu cabeza cuando te cuentan una historia extraordinaria.
El reto como director era conseguir hacer de forma veraz un documental que en muchos sentidos trata sobre el carácter esquivo de la verdad. Mi esperanza es que la película lleve al espectador no solo a un viaje, sino a una serie de viajes concurrentes con distintos personajes cautivadores, cada uno de ellos con su propia verdad y sus propias razones complejas para construir esas verdades. Espero que esto permita a los espectadores formarse y reformarse sus propias opiniones sobre lo que en realidad sucedió, de la misma manera que lo hemos hecho nosotros mientras hacíamos la película.
Premios
Sundance 2012 - Premio del Público
Miami 2012 - Gran Premio del Jurado
Críticas
- Utiliza recreaciones atmosféricas y entrevistas a pecho descubierto para explorar un caso alucinante de suplantación de identidad - Variety
Esa vieja expresión de que la realidad siempre supera a la ficción es un eufemismo cuando se aplica al apasionante documental de Bart Layton - The Hollywood Reporter
Uno de los documentales más entretenidos desde Exit Throught the Gift Shop, igualmente obsesionada con el juego de roles y el engaño" - The New York Times
El mejor estafador de la historia desde "Atrápame si puedes" - IndieWire
"El Impostor" es inquietante
Las ideas de la película se quedan contigo hasta mucho después de que termine (
) El tipo de película que quiero cuando veo un documental. - Aintitcool
Una película fascinante, estructurada de manera impresionante y bellamente filmada (
) Un documental presentado como película de suspense es algo difícil de lograr, pero Bart Layton lo hace magníficamente (
) El Impostor está llena de personajes complejos y fascinantes - ScreenDaily
Ficha artística
Frederic Bourdin - Adam O'Brian
Carey Gibson - Anna Ruben
Nancy Fisher - Cathy Dresbach
Charlie Parker - Alan Teichman
Social Worker - Iván Villanueva
Judge María - Jesús Hoyos
Male Police officer - Anton Martí
Female Police Officer - Amparo Fontanet
Vice Cónsul - Ken Appledorn