Dos jóvenes policías de Los Ángeles, Taylor (Jake Gyllenhaal) y Zavala (Michael Peña), se dedican a patrullar en las calles más humildes del sur de la ciudad. Sus vidas se pondrán en peligro después de confiscar un alijo de dinero y armas de un cártel de la droga, durante un control de tráfico.