Notas de producción
Todo empieza siempre con la palabra escrita. Y en el caso de UNA BALA EN LA CABEZA, la historia se originó con la obra del alabado autor francés Alexis Nolent (cuyo seudónimo para sus trabajos de género es Matz) y el ilustrador Colin Wilson, y su popularísima novela gráfica, "Una bala en la cabeza". Nolent explica: "Siempre me han gustado mucho las buddy movies (películas de compañeros), que es una auténtica especialidad del cine americano. Estaba dándole vueltas a la idea de escribir una y quería llevar las cosas un poco más allá de lo que estaba acostumbrado a ver. Me encantan las películas como Huida a medianoche y L.A. Confidential, sacada del libro de James Ellroy. Me pareció que sería una idea interesante hacer que un asesino un sicario uniera fuerzas con un policía, establecer un vínculo entre dos individuos en lados opuestos la ley, los principios éticos y todo lo demás. Así fue como empecé a darle vueltas a la idea y la fui desarrollando".
"La historia principal está ambientada en Nueva Orleans, con una historia secundaria. Uno de los personajes procede de Nueva York, mientras que el otro es de Nueva Orleans. Siempre me ha gustado mucho Nueva Orleans y su música, además de que allí hay cierto nivel conocido de corrupción, y me pareció un buen concepto narrativo con el que jugar. Así que esos son los ingredientes que utilicé".
"El sicario (Sylvester Stallone) es realmente el protagonista principal, porque es el que actúa en primer lugar y luego tiene que reaccionar, pasar por todo el proceso de comprender lo que está ocurriendo y lo que necesita hacer básicamente para salvar el pellejo, y conseguir además cobrarse su venganza".
"El policía (Sung Kang) es, naturalmente, un poco más cuadriculado que el sicario. El sicario es el que es capaz de tener ideas que se salgan de lo convencional. Pero el principio de UNA BALA EN LA CABEZA era que estos dos personajes que no parecen tener nada en común, en realidad se parecen mucho más de lo que habrían imaginado, hasta el punto en que el policía seguramente tenga más similitudes con el sicario de lo que tenía con su compañero. Y el concepto de la buddy movie es un fenómeno realmente representativo del cine americano. Además, tenía muy claro que quería ambientarla en Nueva Orleans".
Así que no es ningún misterio cómo tres grandes iconos del cine americano, cuyas carreras empezaron todas realmente a principios de la década de 1970, se llegaron a juntar para trabajar en UNA BALA EN LA CABEZA. El director Walter Hill, conocido por su cine de acción cargado de testosterona, dijo una vez en una entrevista: "Toda las películas que he hecho han sido básicamente un Western, que es, en última instancia, un universo moralmente simplificado que se sale, sean cuales sean los problemas dramáticos, de las vías normales de control social y mitigación social del problema, y me gusta hacer eso incluso con historias contemporáneas". Hill es especialmente conocido por películas tan representativas como "El luchador", "Driver", "Los amos de la noche (The Warriors)", "Límite: 48 horas", "Calles de fuego", "Danko: Calor rojo" y "Gerónimo, una leyenda".
A Joel Silver, productor de UNA BALA EN LA CABEZA, junto con el productor Jerry Bruckheimer, se les puede atribuir la reinvención del género de acción. Silver añadió a este tipo de películas el elemento de emparejar a dos personajes dispares que tenían que trabajar juntos, y así surgió todo un nuevo género, las películas de compañeros, o buddy movies. Y así ha producido un mega-éxito tras otro. Junto con el productor Lawrence Gordon, Silver produjo "Límite: 48 horas", que emparejaba a Nick Nolte con Eddie Murphy, bajo la dirección de Walter Hill, y "Calles de fuego", también de Walter Hill. En Silver Pictures, produjo "Commando", la franquicia de "Arma letal", en la que emparejó a Mel Gibson con Danny Glover, las dos primeras entregas de la franquicia de "Jungla de cristal", y la franquicia de "Matrix".
Sylvester Stallone ha disfrutado al menos de un gran éxito cada década durante los últimos 40 años. Ha llegado a ser uno de los actores mejor pagados de Hollywood y, aunque ha probado suerte con comedias y dramas, sus éxitos más notables han seguido llegando en el género de la acción. Protagonizar junto a Henry Winkler "Black jackets. Días felices" permitió a Stallone llamar la atención de Hollywood. Pero las historias sobre cómo consiguió sacar adelante su guión de "Rocky", junto con el productor Irwin Winkler, y él mismo en el papel protagonista de Rocky Balboa, son legendarias. "Rocky" sería candidata a diez premios Oscar®, de los cuales se haría finalmente con tres, incluido el de "Mejor película", en 1976, con lo que se iniciaría así una de las franquicias cinematográficas más lucrativas de la historia. Estaba en racha, y no paró de hacer una película tras otra. Con el enorme éxito de "Acorralado", en el que interpretaba al personaje del boina verde John Rambo, en una impactante y polarizadora visión de la guerra de Vietnam, que supuso el inicio de otra franquicia popular más. Tras ella, llegarían otros muchos títulos, como "Demolition Man" o "Asesinos", ambos producidos por Joel Silver. Pero, con espíritu de reinventarse personalmente, fue el gran éxito de 2010, "Los mercenarios (The Expendables)", que Stallone escribió, dirigió y protagonizó junto a un impresionante desfile de otras estrellas del cine "B", y que conseguiría recaudar más de 300 millones de dólares en todo el mundo, con lo que Stallone volvió a encontrarse en la cima.
Entre Walter Hill, Joel Silver y Sylvester Stallone estamos hablando de unos 125 años de historia del cine.
Dark Castle Entertainment se ha asociado con IM Global y After Dark Films para producir el thriller de acción del director Walter Hill UNA BALA EN LA CABEZA, protagonizado por Sylvester Stallone, que las tres compañías se encargaron de anunciar conjuntamente en junio de 2011.
El rodaje de la película comenzó el 27 de junio en exteriores de Nueva Orleans, Luisiana, y llegará a las salas de Estados Unidos a través de Warner Bros. Pictures, mientras que eOne Films Spain se encargará de distribuirla en nuestro país.
El guión, de Alessandro Camon, se basa en la novela gráfica "Una bala en la cabeza", escrita por Matz e ilustrada por Colin Wilson, y cuenta la historia de un sicario de Nueva Orleans (Stallone) y un policía de Nueva York (Kang) que forman una alianza para acabar con los asesinos de sus respectivos compañeros.
Joel Silver, presidente de Dark Castle Entertainment, que ya había producido anteriormente las películas de Stallone "Demolition Man" y "Asesinos", afirma: "Sylvester Stallone es un icono del cine de acción en todo el mundo y estoy encantado de tener ocasión de volver a trabajar con él. Me hacía mucha ilusión colaborar con IM Global y After Dark para trasladar esta emocionante historia a la gran pantalla".
Stuart Ford, consejero delegado de IM Global, señala: "Joel y su equipo de Dark Castle han sido los socios perfectos para ayudar a sacar adelante un proyecto así y ha sido un placer contar con ellos".
El director, Walter Hill, recuerda: "trabajé con Joel cuando era un productor joven. Siempre ha tenido un gran talento empresarial, una gran capacidad para pensar cinematográficamente y combina una mentalidad de soñar a lo grande con la naturaleza práctica de asegurarse de la buena marcha del proyecto. Hasta en los detalles más insignificantes".
"Sly y yo habíamos hablado a lo largo de los años de trabajar juntos, pero nunca había acabado de materializarse", comenta Hill, añadiendo: "Me gustan los actores que son capaces de llegar a un gran número de espectadores y Sly es maravilloso compartiendo sus emociones: furia, pena, orgullo, alegría tiene un gran corazón, grandes ojos y una gran voz. Para un director, esto es como que te den las llaves de un Ferrari".
"Me pareció que sería muy interesante reiniciar un género clásico y trabajar con un director clásico como Walter Hill", comenta Stallone. "Pensé que podría estar bien hacer una especie de película de compañeros, pero opuestos, donde los personajes no son para nada compañeros, sino más bien adversarios, que tienen que trabajar juntos, a partir de lo cual se va desarrollando una relación interesante". Resulta curioso que esta sea la primera vez que Stallone y Hill trabajen juntos. "Ha sido irónico trabajar con Walter", observa Stallone, "porque, justo después de Rocky, en 1976-77, la primera película que me ofrecieron fue Driver, con Walter como director, pero me convencieron de hacer otro filme. Pasaron los años y Walter me vino con Límite: 48 horas, pero surgió otra cosa y opté por no hacerla. Qué tonto fui por dejar pasar la ocasión de trabajar en esa película. Pero por fin nos hemos podido juntar y ahora he conseguido hacer lo que debería haber hecho en 1977."
"Joel Silver llevó UNA BALA EN LA CABEZA a otro nivel", sostiene Stallone. "Cuanto más tiempo llevo en esta industria, más me doy cuenta de que los productores como Joel Silver son algo increíblemente singular; es algo único, y extraordinariamente creativo. Creo que es importante, al intentar poner al día un género clásico del cine en este caso, el cine negro que escojas actores actuales que sean capaces de hablar y actuar como parte de ese ambiente completamente actual. Y fue Joel quien tuvo la idea de elegir a Sung Kang, Sarah Shahi y Jason Momoa, todos los cuales son caras frescas y nuevas. Y luego elige a un actor veterano y siempre fiable como Christian Slater". Stallone prosigue: "Fue algo extraordinario verme rodeado por semejante grupo de actores modernos, teniendo en cuenta el bagaje que yo aporto, y espero que entre todos hayamos preparado una bullabesa creativa de la que salga una buena comida".
Las colaboraciones creativas anteriores de Silver con el veterano director Walter Hill incluyen el éxito de taquilla "Límite: 48 horas", "Los amos de la noche (The Warriors)" y la veterana serie de televisión de HBO "Historias de la cripta".
UNA BALA EN LA CABEZA es una presentación de Warner Bros. Pictures, en asociación con Dark Castle Entertainment, IM Global y After Dark Films, que cuenta también con la estrella en alza Sung Kang ("Fast & Furious 5 (A todo gas 5)", "Ninja Assassin") en el importante papel coprotagonista. Además, ejercen de productores Alexandra Milchan, Miles Millar, Alfred Gough y Kevin King-Templeton. Stuart Ford, Brian Kavanaugh-Jones, Deepak Nayar, Courtney Solomon, Allan Zeman, Moshe Diamante, Bobby Ranghelov, Andrew Rona y Stuart Besser son productores ejecutivos. Steve Squillante es coproductor ejecutivo y Aaron Auch es coproductor.
Acerca de la producción
"Esta ha sido mi tercera película en Nueva Orleans", apunta el director Walter Hill. "¿Qué puedo decir? Es un lugar muy diferente. La atmósfera, el clima, la arquitectura, la historia y las excepcionales historias de la gente consiguen que Nueva Orleans no sea para nada una típica ciudad estadounidense. Pero, al mismo tiempo, es de algún modo extraordinariamente estadounidense; con todos los famosos buenos tiempos vividos aquí, a la vez que tantas tragedias y dificultades". Hill agrega: "Me encantó estar allí y la ciudad me hizo, como realizador, otro regalo más: ¡allí, casi cualquier historia resulta creíble!".
"UNA BALA EN LA CABEZA siguió una trayectoria un tanto complicada hasta llegar a la gran pantalla", confiesa la productora Alexandra Milchan. "La novela gráfica Una bala en la cabeza estaba escrita por Matz, un autor francés de un talento extraordinario, y del que estoy intentando adaptar varias de sus novelas gráficas ("Asesino" y "Cíclopes"), aunque esta es la primera en llegar al cine. Alessandro Camon escribió un guión asombroso y demostró una gran pasión por este proyecto, desde que empezó el desarrollo y a lo largo de todo el proceso de producción. Al Gough y Miles Millar son productores del filme, además de haber trabajado en el guión conmigo. Ellos mismos son unos guionistas increíbles. Entienden a la perfección las películas de acción y cómo atrapar a los espectadores con excelentes escenas de acción. Walter Hill también colaboró estrechamente con Camon para darle su toque personal a la cinta".
Para Milchan, "mi primer recuerdo de Sly Stallone fue ver Rocky y descubrir el impresionante logro de un perfecto desconocido, al escribir e interpretar a un personaje tan increíble e icónico. Tanto hombres como mujeres conectaron con el personaje de Stallone como un tipo duro por fuera, pero afectuoso por dentro. Eso me recordó mucho al personaje de Sly en UNA BALA EN LA CABEZA. Jimmy Bobo es un asesino y un tipo duro de las calles, pero tiene corazón y se preocupa por su hija y sus amigos más que por sí mismo. Jimmy podría haber huido y haberse limitado a cuidar únicamente de sí mismo", agrega Milchan, "pero, en vez de eso, se pone a buscar al asesino de su compañero y también se juega la vida para encontrar al asesino del compañero de Taylor".
"Sly reaccionó desde el primer momento al guión con tanta pasión y comprensión que supe sobre la marcha que era el único que podría y debería interpretar al personaje de Jimmy Bobo", recuerda Milchan. "Desde el principio, me sentí emocionada y segura de poder contar con Sly y su socio en la producción, Kevin King. Me parecía que encajaba a la perfección con el material. Ambos demostraron una gran pasión y brindaron un gran apoyo al proyecto de principio a fin".
Ninguna película tiene hoy día un camino fácil para llegar a la pantalla y esta no fue ninguna excepción. Empezó en Warner Bros., pero se vino abajo y, varios años, varias versiones del guión y un director más tarde, Walter Hill firmó para dirigir UNA BALA EN LA CABEZA. Milchan afirma: "Siempre he sido una gran admiradora de Walter y de sus películas, sobre todo de Límite: 48 horas. Walter es un genio y un verdadero maestro en su oficio. UNA BALA EN LA CABEZA tiene ese aire de buddy movie de acción, con dos personajes de lados opuestos de la ley, de manera similar a los personajes de Límite: 48 horas. Sly y King se convirtieron en unos socios maravillosos durante el proceso de desarrollo de este proyecto y fue el propio Sly quien quiso que Walter dirigiera la película desde el principio. Siempre fue un gran defensor de Walter. Y creo que lo que hacía a Walter perfecto para este proyecto es su capacidad para crear una película de acción dura con un aire de comedia de compañeros. Y esta es una buddy movie de acción que es violenta, pero a la vez divertida. Hay una gran química entre Sly y Sung Kang, que da pie a algunos momentos verdaderamente graciosos a lo largo del filme".
Milchan prosigue: "Esperamos que también resulte interesante para las mujeres. Contamos con una mujer fuerte en esta película, Sarah Shahi, que interpreta a la hija de Sly. Es dura de roer y sabe valerse por sí misma. Y creo que los espectadores encontrarán la película sumamente entretenida y les encantará el aire de buddy movie al estilo de Arma letal (que no es casualidad que sea una producción de Joel Silver), Dos policías rebeldes y Hora punta. Creo que a los espectadores les gustará que incluso entre los criminales se puede encontrar un cierto sentido del honor".
Alessandro Camon escribió el guión para UNA BALA EN LA CABEZA después de que lo abordara Alexandra Milchan, "que me mostró la novela gráfica y me preguntó qué me parecía, y si creía que se podía sacar una película de ella. ¡Me encantó! La premisa central de la novela es muy sólida. Es una insólita pareja muy extrema para una buddy movie, un sicario y un policía. Así que el conflicto entre ellos no es el simple choque de personalidades que se ve en todas las películas de este género, sino más bien que estos tipos quieren realmente matarse el uno al otro. Así que puedes llamarla una película de compañeros, pero estos tipos no son realmente compañeros. Así que este escenario podía ofrecer momentos muy divertidos, junto a los de mayor intensidad dramática. Cuando ficharon a Walter Hill, un director estadounidense por excelencia, uno de los grandes clasicistas, acertaron de pleno".
Además, cuando el productor Joel Silver se implicó con UNA BALA EN LA CABEZA, aportó sus propias ideas únicas y geniales, tanto al guión como, muy especialmente, a la selección del reparto. Según el coproductor Aaron Auch: "Joel se enorgullece de ser capaz de reunir repartos interesantes. Así que, en una de las primeras reuniones, hablábamos de quién podría actuar frente a Sly de modo que resultara interesante. Se acababa de estrenar Fast & Furious 5 (A todo gas 5) y a todos nos había gustado mucho Sung Kang en ella, así que nos pareció que la interacción entre Sly y él podría quedar muy bien, además de ser algo que no se había visto nunca". Entonces surgieron las opciones de Jason Momoa y Sarah Shahi, ambas muy interesantes.
El productor Kevin King Templeton recuerda: "Recibí el guión de UNA BALA EN LA CABEZA (conocida anteriormente como Headshot) de Scott Lambert, marido de la productora Alexandra Milchan, que sabía lo que yo andaba buscando. Scott también nos había echado una mano en Los mercenarios (The Expendables), así que sabía que andaba buscando un guión tipo Límite: 48 horas. Lo leí y tuve la impresión de que era lo que estaba buscando Sly; era algo distinto, y un paso atrás del proyecto monumental que era Los mercenarios (The Expendables), dos personajes principales, polos opuestos y completamente antagonistas que, al final, se acaban haciendo amigos. Un par de reuniones más tarde, ya teníamos guionista, Alessandro Camon, que acababa de ser candidato al Oscar® por The Messenger. Y entonces lo leyó Sly. Creía que a Sly le interesaría el otro papel, el del policía. Pero el que quiso fue el del sicario. Y se siguió desarrollando teniendo eso en cuenta, hasta que finalmente el rodaje se puso en marcha el verano pasado".
A Sylvester Stallone le encantaba la idea de hacer UNA BALA EN LA CABEZA porque considera que "es puro escapismo. Es entretenida y tienes interpretaciones maravillosas de nuevos actores jóvenes y prometedores Sung Kang, Sarah Shahi, Jason Momoa y Jon Seda. La juventud es algo que no se puede ignorar, cuando te rodeas de actores más jóvenes y agresivos, que están intentando hacerse un nombre, van a apretar y apretar y apretar, así que no te interesa recurrir a tus viejos trucos, que ya están más que vistos... lo que está muy bien, ya que produce resultados muy efectivos. Y luego está Walter (Hill), corriendo de un lado a otro como un cachorro renacido y haciendo un trabajo magnífico. Así que creo que la gente va a quedar muy sorprendida, porque ha quedado algo muy fresco, por mucho que algunos consideren que se trate de una película al viejo estilo. Si quieres llamar al cine clásico el viejo estilo... Es tan fresco como cualquier otra cosa que haya hecho; y con eso me refiero a que está movido por la historia. Cuando lo que te mueve es el aspecto visual, es otro tipo de cine completamente distinto. No le interesan tanto los personajes, así que no le preocupa contar su historia. Pero, en UNA BALA EN LA CABEZA, podrías encontrarte y conocer a cualquiera de estos personajes en la vida real".
Jimmy Bobo era un personaje estupendo para que lo interpretara Stallone. "Está en paz consigo mismo; considera que se dedica a sacar la basura y eliminar esas manchas difíciles de quitar de la sociedad. Sigue ciertas reglas: no va a por gente que no se lo merece. Está en el negocio de eliminar a gente que es básicamente como su competencia. Y ahora, de pronto, tiene que hacer frente a algo a lo que nunca ha tenido que enfrentarse: una traición desde dentro, y una completa dependencia de un policía de origen asiático que lo odia a muerte lo que no constituye precisamente un apoyo muy sólido. Y también está Lisa, su hija, que ha recibido una educación espantosa. Evidentemente, yo no pasaba mucho tiempo en casa, y ella no ha crecido para convertirse precisamente en una hermanita de la caridad. Es dura, pero acaba superando todas las expectativas".
Y Jimmy Bobo tiene un poco de anacronismo. "No sabe cómo usar un teléfono móvil. Apenas sabe usar la tostadora", explica Stallone, "y por eso supone un gran contraste con Taylor (el policía), el tipo del móvil. Todo son apps. ¿Qué es una app? Todo lo que tiene que ver con Jimmy está un poco trasnochado. Es muy, muy simple y sus reglas son claras".
El compañero de Jimmy es Taylor, interpretado por Sung Kang. "Uno de mis recuerdos favoritos de Sly Stallone es de mi juventud. Mi padre solía llevarme al cine los domingos. Y era como una noche de hombres. Recuerdo que una de mis primeras películas con él fue Rocky. También recuerdo que una de las primeras cintas VHS que trajo mi padre a casa fue Acorralado, así que me siento como si prácticamente me hubiera criado con Sylvester Stallone. Así que tener ocasión de trabajar ahora con él ha sido una experiencia realmente increíble".
Cuando se reunió con Walter Hill, sabía que Hill "quería hacer que la película fuera distinta de otras cintas de policías con compañeros, como Límite: 48 horas. Pero creo que también sabía que la dinámica entre Sly y yo quedaría como algo fresco, que no se había visto para nada, e iría evolucionando al avanzar la historia. Generacionalmente, somos completamente distintos; moralmente, somos completamente distintos; étnicamente, somos completamente distintos así que lo estupendo de esta dinámica es el hecho de que Jimmy Bobo procede de una generación en la que los comentarios racistas y la identificación racial eran muy rudimentarios y corrientes. Entonces no existía lo políticamente correcto, así que sabes que es la clase de tipo que se limita a decir lo que piensa. Y Taylor representa a las nuevas generaciones. Está permanentemente pendiente de la tecnología. A eso hay que añadir que me rijo por un código de honor muy estricto. Tengo mucho que demostrar en el cuerpo de policía. Poseo una integridad moral que tengo muy arraigada por una serie de motivos". Pero no se puede negar que UNA BALA EN LA CABEZA está cargada de humor, que surge en gran medida de emparejar a estos dos tipos que no podrían ser más distintos en todos los aspectos. "Y ese humor es, en buena parte, de situación, que parece ofensivo sobre el papel", explica, "sin embargo, cuando Jimmy Bobo se pone a llamarme ojos rasgados o amarillo o chinito o Charlie Chan... no es que se lea como algo gracioso, pero cuando lo ves en la pantalla y Taylor le responde, burlándose de Jimmy Bobo por su forma de hablar o su hipocresía italiana, se compensa uno con otro. Y creo que el racismo y los prejuicios se anulan cuando eres capaz de reírte de todo ello y, si el público es capaz de reírse de ello, entonces habremos logrado hacer del mundo un lugar mejor a nuestro modo".
Todo el mundo adora y respeta al director Walter Hill. "Desde el primer momento", recuerda Kang, "estaba muy abierto a sugerencias. Lo primero que descubres de Walter es que le encantan los actores. Y cuando a un director le encanta un actor, sabes que cuentas con un aliado importante. Es casi como si tuvieras una relación estupenda con tu padre, cuando hay esa confianza y sabes que no van a echar por tierra tus ideas. Cuando sabes que te aprecian y te quieren, estás más abierto a crear, así que las ideas expresadas sobre el papel cobran vida aún mejor. Y Walter siempre se muestra muy colaborador en ese aspecto".
Sara Shahi interpreta a Lisa, la dura, independiente e increíblemente espabilada hija de Jimmy Bobo. Es una tatuadora y ha estado sin duda expuesta a muchos aspectos de la vida, más que la mayoría de las mujeres de su edad. Incluso pasó un año estudiando medicina. Su relación con su padre es muy compleja. "Es un sicario, y es complicado, porque mi percepción de ese mundo es que es sucio, sombrío y está mal. Y no tengo madre, así que somos la única familia que tenemos en el mundo. De modo que, aunque nos hemos distanciado muchísimo, seguimos viéndonos de cuando en cuando. En realidad, la relación más importante de la película es la que hay entre Jimmy y yo. Ha habido mucho dolor y mucha traición; Jimmy ha entrado y salido de mi vida. Pero me ha mantenido económicamente, aunque, más allá de eso, la verdad es que no ha estado presente en nada más. Aún así, sigue siendo una relación importante y hay un cierto amor ahí, así que Sly y yo trabajamos para encontrar un equilibrio entre dejar entrever esos sentimientos dolidos, junto con el hecho de que se preocupan de verdad el uno por el otro".
Pero el personaje de Sarah acaba dando un giro completo. "Jimmy aparece una tarde y necesita mi ayuda. Le han pegado un tiro a Taylor (Sung Kang), el policía con el que colabora de mala gana. Así que acuden a mí para que le extraiga la bala, le salve la vida, y evite que acabe en el hospital y llame la atención de cualquier tipo de autoridades. Y así me veo más o menos metida en sus jaleos, en contra de mi voluntad. Luego me acaban secuestrando, y ahí es cuando el nivel de testosterona realmente se dispara".
Shahi, al igual que el resto del reparto, se muestra entusiasmada con la experiencia de trabajar con el director Walter Hill. "Es un sueño. No quiero trabajar con nadie más. Tuve que pelear mucho para conseguir este papel. Creo que se imaginaba a alguien con un aspecto mucho más baqueteado que yo. Así que tuve que luchar y demostrarle que podía interpretar a Lisa. Lo respeto por ello, y porque tuve que trabajar duro por ello. No sólo es la clase de director que es un sueño para un actor, porque sabe exactamente lo que quiere y no se excede filmando, sino que también está muy abierto a mis ideas y sugerencias. Nos llevamos realmente bien".
En cuanto a Stallone, Shahi afirma: "Lo adoro. Me pellizcaba todos los días al venir a trabajar. Estoy trabajando con Sylvester Stallone e interpreta a mi padre. Y soy el único personaje de la película que puede decirle de todo y tiene que aguantarse. Es asombroso. Creo que hasta ahora en mi carrera es con quien verdaderamente me he sentido como que no me puedo creer que esté trabajando con él".
Para un relativo recién llegado de físico imponente como Jason Momoa, UNA BALA EN LA CABEZA suponía una experiencia nueva, divertida y educativa. "Ha sido algo nuevo para mí. Hay mucha acción, muchas armas, mucho saltar al agua. No había disparado nunca este tipo de armas, pero en mi primer día tuve que disparar a un montón de tipos en la cabeza, y fue mi primera experiencia apuntando con una pistola a la cabeza de alguien y disparando munición de fogueo. Ha sido muy complicado, pero es divertido que te paguen por ser un niño grande e ir a clase a jugar con pistolas".
"Keegan es un tiburón", sugiere Momoa sobre su personaje. No hace lo que hace por dinero. Disfruta verdaderamente con su trabajo, más de lo que realmente debería. Es un antiguo miembro de las Fuerzas Especiales, que ahora trabaja como mercenario". Y Keegan es el antagonista por antonomasia. "Jimmy Bobo es el único tipo que ha logrado superar más o menos a Keegan. Maté a su compañero y él me pegó un tiro en el chaleco... y eso me hace enfadar. Así que disfruto mucho con la naturaleza competitiva de nuestra relación, y quiero matarlo, pero se me escapa una y otra vez. Consigo localizarlo, creo que ya lo tengo, pero hace volar su casa y casi me vuela a mí también. Así que tenemos una pequeña vendetta el uno contra el otro. Luego secuestro a su hija, lo que hace que se mosquee, y con razón. Nos enzarzamos en una pelea con hachas y, al final, para mi disgusto, su compañero me pega un tiro en la cabeza".
La oportunidad de trabajar con Stallone fue uno de los motivos principales por los que Momoa quería hacer esta película. "Simplemente conocerlo ya es un verdadero honor. Lo respeto como director, como artista, como guionista... Venir de la nada y escribir y protagonizar Rocky, convertirse en quien es, es fenomenal. Es tan americano como el pastel de manzana. Rocky es increíble. La verdad es que con Sly te quedas un poco asombrado y es divertido, te sientes como un niño pequeño. Es un tipo muy sencillo y un ser humano fantástico... es absolutamente alucinante".
Pero Momoa adora al director Walter Hill tanto como al propio Sly. "Me encanta sentarme a verlo trabajar. Es un director de la vieja escuela, que sabe lo que quiere, lo cual es fantástico, y sabe cómo sacártelo. Puedes ponerte enteramente en sus manos y confiar en él. Eso me gusta. Es divertido ver su proceso. Y es muy accesible. Yo tenía algunas cosillas que quería hacer con el guión y se mostró muy receptivo a ello, porque es un director de actores, lo que es estupendo".
Sobre el productor Joel Silver, Momoa exclama, con todo su cariño: "¡Es el **** amo! Arma letal y Jungla de cristal son dos de mis películas de acción favoritas. Y a eso hay que sumarle Matrix. Sólo formar parte de esta producción ya es un verdadero honor. Y el reparto es genial. Sung Kang es un encanto. Sarah Shahi es asombrosa. Christian Slater... es un sueño hecho realidad. Me crié viendo a Christian Slater y es fenomenal. Tenemos un reparto estelar, con el que ha sido muy divertido trabajar".
Jon Seda interpreta a Louis, el compañero sicario de Jimmy Bobo. "Sly y yo tenemos una química alucinante. Parece que nos conocemos desde hace mucho tiempo. Louis ve a Jimmy como una especie de mentor e, incluso, me atrevería a decir, de figura paterna. Mi personaje quiere emularlo, ser igual que él. Jimmy es un tipo de sicario más o menos de la vieja escuela y Louis es más bien de la nueva escuela. Pero Jimmy es la única familia que tiene, así que estamos muy unidos y hemos trabajado mucho juntos. Yo veo a Louis como una especie de malo bueno. En última instancia, Keegan nos da caza a Jimmy y a mí. Nos sigue hasta un bar y me elimina en el servicio, lo que lleva a Jimmy a su obstinado empeño por vengarse por lo sucedido a Louis".
Seda, como sus compañeros más jóvenes del reparto, comenta sobre Stallone: "Para mí, Rocky, y todos los Rockies, influyeron de verdad en mi vida. Rocky es como América, ya sabes, nunca hay que rendirse. Cuando crees que las cosas están mal y quieres abandonar, ¡no lo haces! Igual que Rocky no se rindió. Me crié con eso. Recuerdo cuando vi Rocky por primera vez, con mis amigos, salimos del cine, caminando por la calle, y queríamos buscar pelea con todo el mundo. Nos sentimos todos como Rocky. Pensábamos que podíamos vencer a cualquiera. Pero, en mi caso, he tenido la suerte a lo largo de mi carrera de poder trabajar con mucha gente. Y la verdad es que no soy admirador de muchos, pero de Sylvester Stallone sí, y ha sido todo un honor, un placer y un privilegio haber podido trabajar con él".
Seda tiene más o menos la misma opinión sobre el director Walter Hill. "Me siento honrado de trabajar con él. Ya había trabajado anteriormente con él y ha sido algo increíble saber que pensó en mí para este papel. Así que, cuando recibí la llamada diciéndome que Walter quería ofrecérmelo, ¿cómo iba a negarme? No puedes negarte. Además, ¿POR QUÉ ibas a negarte? El guión era excelente. Lo tenía todo, desde drama hasta acción y partes divertidas. Creo que es una de esas películas que tiene un poco de todo, para todo tipo de público".
Para Christian Slater, uno de los actores más veteranos del reparto, la experiencia de rodar UNA BALA EN LA CABEZA fue algo que disfrutó mucho. "Trabajar con Sylvester Stallone fue un placer. Es divertidísimo y siempre he sido un gran admirador. Desde luego, ha sido un sueño y una ambición mía tener la oportunidad de trabajar con alguien a quien he admirado y respetado toda mi vida; la verdad es que, desde que tenía unos siete años, me he criado viendo sus películas. Así que gozar de una oportunidad así, de rodar con él, es algo extraordinario".
Slater, al igual que Stallone, no había trabajado nunca con Walter Hill. "Pero es todo un profesional. Es increíble llegar a su set de rodaje y notar el nivel de profesionalidad. Es algo diferente; lo lleva todo con la máxima eficiencia y suavidad. Soy un gran admirador de Walter así que, cuando me presenté a reunirme por primera vez con él, estaba entusiasmado; poder sentarme a hablar con él y decirle: soy un gran fan, me sentí genial. Límite: 48 horas fue sin ninguna duda algo especial, y tenía siempre presentes buena parte de sus diálogos durante mi adolescencia".
Baptiste, el personaje que interpreta Slater, es algo complejo, pero es desde luego un villano. A Slater le gusta darle a su personaje el beneficio de la duda. "Cuando te embarcas en algo así e interpretas a ese tipo de personaje, nunca empiezas diciendo: oh, es un villano entre comillas. Como actor, me gusta buscarle el lado positivo a la persona. Y este tipo se encuentra metido en algo que sin duda le viene grande. Es un tipo que, seguramente por las circunstancias y por algo de codicia, ha acabado en compañía de individuos que no son precisamente de fiar. No creo que empezara con esa intención pero, a consecuencia de su entorno y su condicionamiento, se vio metido en ese mundo y, por consiguiente, le pasan cosas malas".
Acerca del rodaje en Nueva Orleans y en Luisiana
El diseñador de producción Toby Corbett no podría haber estado más encantado por tener ocasión de trabajar en Nueva Orleans con UNA BALA EN LA CABEZA. "Nueva Orleans es evidentemente una ciudad muy antigua. Tiene una maravillosa historia de numerosas culturas que se acaban más o menos juntando en esta pequeña isla en la curva más estrecha del río Mississippi. Ofrece un montón de texturas maravillosas, y colores, y arquitectura detalles que aportan mucho a ciertos aspectos de nuestra película. Queríamos dotar de un cierto ambiente caliente, tórrido y libertino al filme y al mundo en el que viven estos personajes", agrega Corbett. "Aquí lo tenemos todo. ¡Prácticamente no hay más que poner la cámara en marcha! He creado algunos sets en los que podamos divertirnos, a fin de captar la acción de la película, pero la ciudad en sí es realmente un personaje, que se presta perfectamente a una película de esta naturaleza".
El final de UNA BALA EN LA CABEZA se desarrolla en una enorme central eléctrica abandonada. "Es la vieja central de Entergy", explica Corbett, "que es la compañía eléctrica local. Lo que me atrajo en un primer momento de ella es que es donde Walter Hill dirigió su ópera prima, El luchador, protagonizada por Charles Bronson, en 1975. Así que pensé: Bueno, pues creo que deberíamos rodar aquí también esta película. Me parecía apropiado, y se presta perfectamente a una secuencia de lucha ideal. Había una gran escena de lucha en El luchador que se producía en la misma zona que íbamos a usar. No iba a ser lo mismo, pero me pareció que sería como una especie de regreso al punto de partida. Y es un edificio estupendo, de principios del siglo pasado, con enormes ventanales tipo catedral y maquinaria gigantesca, que se usaba para generar energía. Así que era perfecta para la secuencia de acción, porque tiene un aspecto muy gráfico que ofrece más o menos un tipo de composición perfecta, como en una novela gráfica".
Uno de los exteriores más divertidos e insólitos de Nueva Orleans fue Scout Island, rodeada del pantano de City Park, donde se halla el "piso franco" de Jimmy Bobo, que acabará volando en pedacitos. La única pega de los efectos especiales aquí era que el equipo de rodaje tenía que tener mucho cuidado con los árboles y el follaje alrededor de la "casa". El huracán Katrina causó daños muy graves a los árboles y toda la flora en general de este enorme parque, situado en mitad de la ciudad de Nueva Orleans. El equipo tuvo que contenerse mucho con la explosión, porque no se nos permitía comprometer nada de la repoblación y reforestación. Los supervisores de efectos visuales Richard Edlunds y Helena Packer-Burnson tendrían que encargarse en posproducción de realzar la explosión para la gran pantalla.
En la actualidad, Luisiana se ha convertido en el destino de rodaje de muchas producciones de cine y televisión. Como el estado cuenta con una gran diversidad de exteriores, los cineastas pueden confiar en que Luisiana es el mejor lugar para rodar su proyecto. La gran variedad de paisajes de Luisiana ofrece localizaciones que van desde la típica ciénaga y plantación, a sus grandes ciudades, con auténticos centros urbanos y poblaciones de todas las formas, estilos y tamaños, que pueden hacer las veces de cualquier otro lugar de Estados Unidos. El benigno clima se presta a poder realizar rodajes a lo largo de todo el año y los residentes de Luisiana son la personificación de la hospitalidad sureña, encantados de acoger producciones de todos los tamaños. El estado, con su rica historia cultural, es motivo de gran orgullo para sus ciudadanos. ¡Luisiana lo tiene verdaderamente todo!
La ciudad de Nueva Orleans ofrecía una paleta rica y sensual, ideal para evocar la textura visual de cine negro que UNA BALA EN LA CABEZA precisaba. Cada uno de los distritos es algo único en sí mismo. E incluso cuando se está filmando en una noche con una ligera niebla, en un embarcadero desierto, en la ribera oeste del río Mississippi, en la localidad de Gretna, con nuestro reparto en primer plano y el amplio puente sobre el río Mississippi, que dirige la vista hacia la silueta urbana del centro de Nueva Orleans de fondo, iluminada en colores pastel, siempre resulta algo mágico y evocador.
Los exteriores elegidos para UNA BALA EN LA CABEZA se seleccionaron con gran esmero para que se acomodaran al guión y a la historia. Nos llevaron por lugares como el distrito central empresarial, el centro de comercio de Nueva Orleans, que se extiende desde el Superdome de Luisiana al río Mississippi, e incluye el centro de convenciones Ernest N. Morial, el Harrahs Casino, así como numerosos hoteles de lujo y restaurantes de fama mundial. El rodaje también pasó por el distrito jardín y la zona residencial, un barrio de clase alta con la famosa Magazine Street como arteria principal. El distrito jardín es quizá el más espléndido de todos los de Nueva Orleans, famoso por sus casas solariegas, rodeadas de amplios jardines y zonas verdes, el cementerio sobre el nivel del suelo Lafayette No. 1, y el famoso Commanders Palace (Palacio del Comandante).
Cada una de las localizaciones que aparecen en el filme se eligió con sumo cuidado para el rodaje de UNA BALA EN LA CABEZA, a fin de proporcionar una gran variedad, sabor y textura al ambiente de cine negro de la película.