Los relatos de venganza abundan en el universo del cine contemporáneo, pero ninguno ha llegado a alcanzar a OLDBOY, una historia provocativa, emocional y brutal que reúne temas como el aislamiento, la represión, la venganza, la conciencia, la culpabilidad y la redención en el corazón de la cultura pop actual.
Esta nueva versión de OLDBOY no solo es un homenaje a la primera película coreana, sino que también se adentra en un terreno oscuro y sorprendente. Basada en la novela gráfica de Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi, así como en la aclamada cinta coreana dirigida por Park Chan Wook (ganadora del Grand Prix en el Festival de Cannes y uno de los thrillers extranjeros de más éxito), esta dirigida por Spike Lee, nominado en dos ocasiones por la Academia de Hollywood.
La historia empieza con la incomprensible experiencia que vive Joe Doucett (JOSH BROLIN), un ejecutivo publicitario en horas bajas, más entregado al alcohol que a su familia, cuando es secuestrado y retenido durante veinte años en una especie de hotel-cárcel sin que llegue a conocer la identidad o los motivos del secuestrador.
Cuando es liberado, Joe solo tiene una obsesión, descubrir quién es el responsable del castigo al que ha sido sometido y entender por qué. Pero a pesar de estar libre, sigue siendo un muñeco en una conspiración de revancha que amenaza con sepultarle. Su búsqueda le lleva a una joven trabajadora social (ELIZABETH OLSEN) y a un escurridizo personaje (SHARLTO COPLEY) que supuestamente tiene la llave de su liberación total.