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  Aprendiz de Gigoló  (Fading Gigolo)
  Dirigida por John Turturro
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El célebre y prestigioso director Woody Allen protagoniza esta comedia en la que comparte cartel con Sharon Stone (nominada al Óscar por Casino), Sofia Vergara ( 'Modern Family'), Vanessa Paradis ( La chica del puente) y Liev Schreiber (Salt). Detrás de las cámaras, el actor de culto John Turturro (Barton Fink, O brother!).


La producción
La idea sobre la que se sustenta la nueva comedia de John Turturro APRENDIZ DE GIGOLÓ surgió durante una comida con un amigo. "Me puse a improvisar un relato y vi que le hacía mucha gracia, así que seguí hilando la trama", comenta Turturro. Sin embargo, no se dio cuenta del enorme potencial de la historia hasta hablarlo con otros amigos e incluso con su barbero. Éste se lo comentó a otro de sus clientes, que resultó ser Woody Allen. Allen se quedó tan prendado de la historia que se puso en contacto con John. Por aquel entonces Turturro no tenía más que las líneas generales de la historia. "Pasé por casa de Woody y le comenté la trama a grandes rasgos", apunta Turturro. "Iba diciendo ‘Gracioso’ o ‘No me resulta gracioso’ o ‘Podría ser gracioso’". Según Allen, "Me pareció que John había dado con una historia distinta y divertida protagonizada por un grupo de personajes muy amenos, con dosis de romanticismo y momentos muy reales que hablan de experiencias muy humanas". Cuando Turturro se sentó a escribir el guión, Allen se prestó a seguir dándole consejo. "Ha sido muy generoso con su tiempo", comenta Turturro, "pero también ha sido muy despiadado, si algo no le gustaba me lo decía sin temor. Si alguien de la talla de Woody Allen se toma las molestias de ayudarme pensé que el guión tenía algo especial". Y añade: "Creo que, de manera inconsciente, Woody me empujó a profundizar más en la historia y al final he vertido muchos aspectos de mí mismo en la película. Me animó a hacerlo de una manera en la que me sintiera cómodo. Al final ha salido una cinta con muchos matices, que dista mucho de una comedia disparatada".

Turturro siente desde hace tiempo fascinación por el tema de la prostitución. Si bien en el mundo contemporáneo son muchas las personas que se ven forzadas a prostituirse, desde tiempos inmemoriales muchas otras se han decantado por hacer de la prostitución una carrera. "Es un oficio y como ocurre en cualquier profesión hay gente que destaca por su capacidad", dice Turturro. "Este tipo de relaciones conllevan una transacción muy real. Puede que no encierre unas emociones verdaderas, pero no cabe duda de que son reales. El sexo desempeña un papel muy importante en nuestra vida, y no me refiero solo a los 22 años. Es un deseo que sentimos los seres humanos, incluso aquellos que tienen pareja. El deseo nunca desaparece y eso es lo que acaba llevando a la gente a recurrir a la prostitución".

Los actores elegidos para interpretar a hombres que ejercen la prostitución, ya sean heterosexuales u homosexuales, en la gran pantalla suelen ser imponentes pero Fioravante (Turturro), el protagonista de APRENDIZ DE GIGOLÓ, no es especialmente agraciado. "En las películas siempre nos muestran a intérpretes de una belleza suprema, simétrica y perfecta, pero en la vida real gente con físicos muy diferentes puede resultar muy atractiva", comenta Turturro, y añade, "cuando uno se quita la ropa, da igual el cuerpo que tenga. Ahí estamos todos en igualdad de condiciones". El atractivo de Fioravante no emana de su imagen física, sino de un don extraordinario que encandila a las mujeres: su capacidad de comprensión y atención. "Hay tíos a los que les gusta el sexo pero no les gustan especialmente las mujeres. Fioravante está dispuesto a escucharlas, a ser muy tierno, paciente y cariñoso", dice Turturro. Fioravante, un tipo humilde que trabaja en una floristería, no es consciente de su don, pero su gran amigo Murray (Woody Allen) sabe que Fioravante tiene algo especial. Cuando la dermatóloga de Murray, la Dra. Parker (Sharon Stone), le pregunta si conoce a alguien al que le interesaría cobrar por acostarse con ella y con su amiga Selima (Sofia Vergara), enseguida piensa en Fioravante. El único reto será convencer a Fioravante de que acceda a participar.

"Murray es un proxeneta inquieto", cuenta Allen. "No es que sea tonto, pero está intentando ganar pasta a toda prisa. Es un tío al que se le ha ocurrido una idea loca que funciona hasta cierto punto, pero que está abocada al fracaso porque en el fondo es ridícula". Allen añade, "Murray no es un tipo calculador ni un explotador, simplemente ve una oportunidad y piensa, ‘¿Por qué no?". Fioravante siempre ha disfrutado de la compañía femenina y la lógica de Murray es la siguiente: ‘Si a los atletas les pagan por hacer su trabajo, ¿por qué no iban a pagarle a él?’. Como Fioravante se muestra reticente, tiene que persuadirle, pero lo hace de buena fe, explicándole que sería una tontería dejar pasar una oportunidad como esa. Tienen que aprovechar esa mina que se abre ante ellos". "Murray no es del todo altruista ni explotador, es algo intermedio", añade Turturro.

Fioravante lleva una vida humilde y poco ambiciosa en una floristería de Nueva York. Es un tipo solitario y maduro, que disfruta de las cosas pequeñas como los libros de la tienda de Murray o la sabiduría de las máximas de la antigüedad. Tiene pocos amigos aparte de Murray, quien ha sido una especie de figura paterna desde que Fioravante intentó robar en la librería siendo un niño. La existencia de Fioravante parece girar en torno a las mujeres que van entrando y saliendo de su vida. Su última amante, una voluptuosa cantante tunecina llamada Mimou (M’Barka Ben Taleb) vive en Italia y no habla inglés por lo que se comunican en italiano, un idioma que Fioravante chapurrea a duras penas. Se compenetran como pareja y Fioravante incluso siente estar enamorado de ella sin saber exactamente lo que dice. En el fondo, es un romántico, por eso no se siente cómodo con la propuesta de Murray, pues no le gusta combinar el sexo y el dinero. "El dinero diluye la experiencia", le dice a Murray. Pero dado el triste estado de su economía, Fioravante acaba cediendo y se asocia con Murray.

Fioravante conoce a su primera clienta, la Dra. Parker (Sharon Stone), cuando ésta se encuentra en una encrucijada vital. Está muy satisfecha con su vida profesional y cobra un buen sueldo, pero se ha guiado siempre por lo que debía hacer y no por lo que quería hacer. Empieza a dudar de la forma de vida que ha elegido y a plantearse su sexualidad, a pesar de tener un matrimonio perfecto. "La Dra. Parker no ha florecido", comenta Stone. "Es como un capullo muy hermético, es incapaz de abrirse. Le pide a Murray que encuentre a un tipo que le ayude a encontrarse a sí misma. Recurre también a su amiga Selima, una mujer sexy y efervescente". Stone añade, "La sensación que experimenta al florecer es tan increíble que da paso a muchas otras emociones: atracción, envidia, asombro, esperanza. Incluso se da cuenta de que es una mujer muy sexy. Me encanta que todo esto le pase a los cincuenta, y no a los veinte, y me emociona ver que nunca es tarde para redescubrirse".

Avigal (Vanessa Paradis), la tercera clienta que Murray le encuentra a Fioravante, es una viuda judía ortodoxa de Williamsburg, Brooklyn. Ha vivido toda su vida en una comunidad judía que coarta el comportamiento femenino: han de vestir de forma recatada, con el cabello cubierto, llevar falda y taparse desde el cuello hasta las rodillas. También tienen prohibido cantar o leer libros "prohibidos", aquellos mal vistos por su religión. El contacto entre hombres y mujeres es tan limitado que tras veinte años de matrimonio con un rebe mucho más mayor que ella, a quien le ha dado seis hijos, Avigal nunca ha besado a un hombre. "Avigal es religiosa, pero también es curiosa por naturaleza", comenta Paradis. "No debería leer, pero lo hace. Se siente sola y triste y quiere vivir un poco, descubrir cosas diferente. Siente que la vida tiene que ser algo más". Por lo tanto, no es de extrañar que se muestre tan receptiva ante la propuesta de Murray de darse un masaje. "Ha llegado a un punto en su vida en la que se está desvaneciendo. Cuando Murray le dice que no tiene por qué ser así, Avigal confía en él", añade Paradis.

La relación entre Fioravante y Avigal puede parecer casta y pura, pero ella nunca ha conocido siquiera estos pequeños placeres. "Se interesa de verdad por ella, por conocerla como persona", comenta Paradis. Según Stone, "Lo que resulta tan atractivo de Fioravante es que está presente. No hay cualidad más atractiva en otro ser humano que estar con alguien que te presta toda su atención, alguien que está dispuesto a verte y a mostrarse tal y como es. Alguien con quien ser vulnerable y cariñoso". Y añade: "Fioravante no se comporta así solo con la Dra. Parker, sino con todas las mujeres con las que se relaciona y por eso ellas disfrutan tanto de su presencia. Al sentirse cómodas con él bajan la guardia y se abren, y al hacerlo ahondan más en lo que es el amor. La forma de ser de Fioravante pone de manifiesto que la atención es la clave para que el corazón se abra".

Si bien desde fuera Avigal y la Dra. Parker parecen totalmente opuestas, en realidad se encuentran en circunstancias personales bastante parejas. "Avigal está oprimida por la religión y por la sociedad y podría parecer que la Dra. Parker lo tiene todo", dice Turturro, "pero ella también está encerrada a su manera". Ambas necesitan aventurarse hacia terreno desconocido para liberarse. Fioravante despierta la excitación y sentimientos de posesión infantil en la Dra. Parker, con Avigal consigue una conexión más profunda y mutua. "Avigal y Fioravante podrían hacer buena pareja, pero son de mundos diametralmente opuestos" comenta Turturro. "Gracias a él ella se abre al mundo, pero ella también contribuye a que él se abra a su manera".

Otro personaje con intereses románticos es Dovi (Liev Schreiber), un miembro de la Shomrim (la policía de la comunidad judía ortodoxa) que patrulla el barrio de Avigal. Lleva enamorado de Avigal desde su más tierna infancia, aunque casi no han cruzado palabra. Cuando ha intentado charlar con ella, los intercambios han sido incómodos y torpes, pero lleva veinte años esperando a Avigal. "Uno de los aspectos que más me gustan de Dovi es su lealtad; es un hombre que también destaca por su paciencia", comenta Schreiber. "Dentro de la comunidad ortodoxa estaba mal visto que se relacionaran, pero él no se ha dado por vencido". "Puede que Avigal no fuera totalmente consciente de los sentimientos de Dovi, pero algo sabría pues se ha pasado años mirándola con cara de embobado", añade Schreiber. Han pasado dos años de la muerte de su marido y Dovi empieza a sospechar cuando ve a Avigal con Murray y Fioravante, por lo que decide no quitarles ojo. Dado el entorno en el que se ha criado y su timidez, Dovi se queda fascinado al ver la facilidad con la que estos dos hombres charlan con Avigal y empieza a preguntarse si tras años de espera se acabará yendo con alguien totalmente ajeno a su cultura. "Dovi es torpe, desde un punto de vista físico y emocional", explica Schreiber. "Creo que intenta entender cosas que se le escapan un poco, por sus experiencias personales". Según Turturro: "Fioravante sabe cómo tratar a Avigal, incluso en los momentos más íntimos, pero no puede comprometerse; Dovi no sabe cómo comportarse cuando está con ella, pero tiene muy claro que quiere estar con ella".

Selima (Sofia Vergara), la amiga de la Dra. Parker, se toma mucho más a la ligera sus aventuras extramatrimoniales con Fioravante. "Selima es una intrépida", comenta Vergara. "Está en un momento vital en el que quiere arriesgarse y pasárselo bien. Y el hecho de estar casada no va a impedírselo". "Es el personaje más libre de la película. Su lema es: ‘Voy a probarlo todo y voy a disfrutar a tope de la vida mientras pueda.’", añade Turturro. Selima es una mujer extravagante y mucho más segura de sí misma que la Dra. Parker y le gusta pasárselo bien con Fioravante. "Está un poco majara", explica Vergara. "No le importa ponerse a llorar o a gritar, o decir o hacer lo que le viene en gana. Es un personaje muy divertido y le añade grandes dosis de humor a la película. Creo que por eso John me eligió para el papel".

Turturro ha retratado a las mujeres de APRENDIZ DE GIGOLÓ usando una paleta de colores muy bien diferenciados. Según el director: "Quería que las mujeres fueran muy diferentes: delgadas, gordas, blancas, negras, hispanas… para que evocaran cosas muy diferentes. En un borrador anterior también había escrito personajes de mujeres mucho mayores". Añade: "Cuando dirijo trabajo codo con codo con las mujeres que aparecen en mis películas. Me interesan mucho las mujeres. Aunque hiciera cinco películas seguidas, nunca haría un filme protagonizado únicamente por hombres. No me interesan nada ese tipo de producciones. Entre mis directores favoritos se encuentran Ingmar Bergman, Jean Renoir, Truffaut y Louis Malle, porque creaban personajes femeninos tan fuertes".

El hecho de haber vertido mucho de sí mismo en el personaje de Fioravante no hizo que fuera fácil darle vida. "Me encanta el papel de Fioravante, pero me ha costado encontrar el equilibrio adecuado. Sabía que no podía pasarme ni quedarme a medias, tenía que encontrar el punto medio perfecto", confiesa Turturro. "Ha sido un trabajo de equilibrista". Al ser director y protagonista, cuando le surgían dudas sobre su propia actuación Turturro tenía que visionar determinadas escenas o hablar con el director de fotografía Marco Pontecorvo (con el que ha trabajado antes). A veces le preguntaba también a Woody Allen. "Te vuelves un poco esquizofrénico con tanto cambiar de papel", comenta Turturro.

APRENDIZ DE GIGOLÓ es una de las pocas ocasiones en las que Woody Allen trabaja a las órdenes de otro director. "Respeto muchísimo el trabajo de John como director e intérprete y sentía que este papel me encajaba", explica Allen. "Si me hubiera pedido que interpretase a un agente de policía no hubiera podido hacerlo porque en realidad no soy actor, pero me sentía capaz de darle vida a este personaje". Tanto Turturro como el resto de los demás actores del elenco discrepan de la modesta opinión de Allen sobre sus capacidades interpretativas. "Al compartir escena con él te das cuenta de lo increíble que puede ser", dice Turturro. "Añadió unos toques muy sutiles. Le gustaba improvisar y fue divertido hacer diferentes pases de una misma escena. Como actor está muy infravalorado… Siempre llegaba a su hora, listo para darlo todo". Según Allen: "Como director que soy, he intentado ponerle las cosas lo más fáciles posibles a John y he hecho todo lo que me ha pedido, porque me enfrento a la actuación desde el punto de vista del director. He intentado olvidarme de mis impulsos de director o de guionista o de cualquier otro papel que no fuera el de intérprete y hemos repetido las escenas todas las veces que ha querido y las hemos hecho a su manera. Esta obra es suya".

A Allen le inquietaba bastante trabajar con Liev Schreiber. "Me puse un poco nervioso antes de la escena con Liev porque le había visto en una obra de teatro y me parece un actor impresionante. Me daba la sensación de que Liev iba a pensar ‘¿Pero qué hago yo aquí con este?’". Según Schreiber: "Trabajar con Allen ha sido increíble porque he podido ver cómo utiliza el lenguaje corporal para darle todavía más potencia a su interpretación cómica. El secreto está en su forma de mover las manos, es como un mago, por no mencionar su capacidad para soltar las gracias en el momento justo". Y añade: "También le he visto jugar al beisbol. Por extraño que resulte, ¡no se le da nada mal!".

Liev Schreiber aportó una impresionante cualidad física al personaje de Dovi, por no mencionar sus habilidades interpretativas, pulidas en cine y teatro. "Siempre he admirado el trabajo de Liev", comenta Turturro. "Es muy versátil y puede interpretar todo tipo de papeles, algo que ha demostrado de sobra sobre las tablas. Me parecía interesante darle un personaje romántico. Tiene un sex appeal y un rollo muy personal y único".

La galardonada actriz francesa y estrella internacional de la canción Vanessa Paradis (LA CHICA DEL PUENTE) debuta en un papel de habla inglesa con APRENDIZ DE GIGOLÓ. "Es un caramelo de papel, pero Vanessa conectó de verdad con el personaje", comenta Turturro. "Nos ha regalado una de esas interpretaciones en las que los actores se dejan la piel. Es algo que me ha pasado alguna vez. De vez en cuando te sientes identificado con el personaje, por la situación vital por la que estás pasando, por la edad a la que te pilla o por lo que sea, y te ves incapaz de separar la interpretación de la realidad. Creo que todos los que hemos trabajado en la película nos hemos sentido así al ver su trabajo". Y añade: "Creo que cuando trabajas bien, el mundo imaginario se vuelve muy real, cuando se comparte sin barreras y uno se mete de lleno sin intelectualizar el proceso".

Sharon Stone y Turturro habían trabajado juntos en la película GODS BEHAVING BADLY, aunque casi no habían compartido escenas. "Sharon sabe cómo mostrarse vulnerable", dice Turturro. "Tiene la edad perfecta para el papel, es muy inteligente y está estupenda, tiene unas cualidades muy atléticas y quería a alguien que tuviera aspecto de vivir en Park Avenue en Nueva York. Creo que hemos tenido buena química. Es muy valiente y siempre está dispuesta a probar cosas nuevas. Es muy atrevida, a veces incluso me animaba a mí a hacer cosas diferentes".

Turturro considera a Sofia Vergara una humorista nata, algo que los seguidores de la serie "Modern Family" saben de sobra. "Cuando rodamos la escena del trío, le dije, ‘Estoy ahí, pero de repente es como si desapareciera, ¿sabes? Y todo eso lo tiene que transmitir tu rostro’", explica Turturro. "Y lo clavó". "Tiene muchísimo potencial como actriz cuando se pone a ello. Puede ser muy expresiva. Me dijo que piensa en español. Si lo llego a saber hubiera puesto más frases en español y las hubiera subtitulado", añade Turturro.

Turturro pasó varios años estudiando a la comunidad judía ortodoxa, documentándose con material escrito y entrevistándose con miembros de la comunidad para preparar la película. Vanessa pasó mucho tiempo con una joven que había abandonado la comunidad hasídica. "Es una mujer joven, fuerte y muy bella que parecía tener las vivencias de alguien de 105 años a pesar de tener solo 25", dice Paradis. "Me explicó todas las reglas que se imponen en la comunidad. Es de Israel y aprendió a hablar inglés hace tres años, así que todavía tenía acento y se lo he robado un poco para el personaje. Bueno, he utilizado mi acento francés, pero le he dado más cuerpo. John no quería que se supiera la ascendencia de Avigal". Paradis también se sirvió del vestuario para construir el personaje. "Me apretaba la peluca y llevaba medias gruesas, por lo que la sensación física de vestir así ya me aportaba la sensación de constricción que le iba muy bien a mi identidad en el filme. Me ayudó muchísimo". Según Schreiber: "Creo que la gente tiene una idea demasiado estrecha sobre comunidades como la de los judíos hasídicos y satmar. Son muy reservados, no tienen contacto con nadie de fuera de la comunidad, por lo que la gente no les pregunta y ellos no se molestan en dar respuestas. Es un entorno que da pie a muchos malentendidos y a una enorme falta de comunicación. Cuando uno entra en esas comunidades y conoce a la gente en su entorno se da cuenta de que es un tema mucho más profundo. Son tan complejos, complicados y diversos como el resto del mundo".

La característica que une a todos los personajes de APRENDIZ DE GIGOLÓ —Fioravante, Murray, Avigal, Dra. Parker, Dovi y Selima— es el deseo de conectar con otras personas. "Es una dinámica muy importante en la vida del ser humano", afirma Turturro. "Hay gente que se enfrenta a obstáculos muy obvios y otros parecen tenerlo todo pero siguen sintiendo que les falta algo". Las ramificaciones de la peculiar asociación de Murray y Fioravante afectan a todos los personajes de la película: los hijos de Murray y Avigal empiezan a jugar juntos; Avigal y la Dra. Parker satisfacen sus deseos y anhelos, y Selima consigue pasárselo bien; Dovi aprende a expresar su amor por Avigal siguiendo los pasos de Fioravante; y el propio Fioravante aprende a escuchar a su corazón. Todos intentan aprovechar las oportunidades que les brinda la vida mientras pueden. Según Paradis: "En un momento dado mi personaje dice: ‘La vida es muy corta’. El filme nos enseña que hay que vivir la vida al máximo mientras podamos. Todos debemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan y disfrutar de la belleza del mundo. Todos nos merecemos ser un poco felices… o incluso muy felices".