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  Serena  Dirigida por Susanne Bier
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"Este romance habita en el delgado filo que separa el amor ideal del peligro que este entraña, y eso me parece fascinante" - Susanne Bier – Directora

Protagonizada por Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Rhys Ifans, Toby Jones, David Dencik, Sean Harris y Ana Ularu, SERENA está dirigida por Susanne Bier, con guión de Christopher Kyle basado en la novela de Ron Rash. El film lo producen Nick Wechsler, Susanne Bier, Steve Schwartz, Paula Mae Schwartz, Todd Wagner,
Ron Halpern y Ben Cosgrove.

SERENA se rodó durante ocho semanas en la ciudad de Praga y alrededores (República Checa) durante la primavera de 2012.


El germen del proyecto
El productor Nick Wechsler se interesó por la historia de SERENA nada más recibir el manuscrito del libro original más o menos un año antes de que se publicara: "Fue amor a primera lectura y, de hecho, adquirí los derechos inmediatamente. Estuve estudiando posibilidades con 2929, uno de los inversores en la película, y decidieron unirse al proyecto".

Para que el proyecto echara a andar, Wechsler necesitaba dar con un guionista capaz de adaptar el libro de Ron Rash a la gran pantalla. "Estudiamos varias propuestas y la interpretación que más nos gustó fue la de Chris Kyle. Daba la sensación de que había entendido el material y nos gustó la perspectiva desde la que nos presentó la adaptación. Le fichamos y la colaboración en la escritura del guión fue muy fluida. Ha sido una experiencia muy positiva", comenta.

Cuando el productor Ben Cosgrove empezó a trabajar en 2929 pasaron por sus manos un montón de posibles proyectos: "Leí el guión de SERENA y me pareció fascinante. Me enganchó completamente. La historia es muy impactante y sabía que iba a ser un proyecto muy especial que requeriría mucho tiento para hilar una buena trama".

El guionista Christopher Kyle se sintió atraído por la novela de Rash nada más empezar a pasar las páginas. "Mi agente me mandó el libro un par de meses antes de que se publicara. Me gustó tanto que le llamé antes de habérmelo acabado.

Me recuerda a tragedias clásicas como 'Medea' y 'Macbeth' y me encanta que utilice un lenguaje narrativo tan característico de la sierra. En cuanto empecé a leerlo supe que quería ser yo quien lo llevase a la gran pantalla"
, comenta.

El siguiente paso fue dar con un director. Los productores buscaban a alguien que se enfrentase a los impactantes giros narrativos del largo con una visión original. Admirador de la filmografía de Susanne Bier, Nick Wechsler pensó que la directora aportaría ideas muy interesantes que beneficiarían al proyecto: "Uno de los motivos por los que pensé que Susanne encajaría muy bien es su capacidad para transmitir la fuerza de las relaciones. Tiene mucho ojo para retratar la intimidad y transmitir las emociones y la pasión".

A Bier le picó la curiosidad y explica: "Cuando leí el guión primero me interesó por el sector de la explotación forestal con esos árboles tan enormes. Luego me centré más en la historia de esta mujer que vive en un mundo gobernado por hombres y me pareció fascinante. Me sentí muy identificada. En el cine suele haber una proporción de 90:10 en cuanto a hombres y mujeres y me pareció que, de cierta manera, Serena estaba igual que yo. Eso me pareció muy interesante". Se lo ha pasado fenomenal "contando una historia que me parece muy significativa y divertida para el público contemporáneo".

A Ben Cosgrove también le alegró saber que Bier había mostrado interés por el filme: "Diría que Susanne transformó completamente el proyecto. Me fascina su capacidad para entender la naturaleza humana y las motivaciones de la gente. Retrata con maestría el comportamiento y las relaciones entre los personajes, unos personajes imperfectos que toman decisiones con las que podemos no estar de acuerdo o que nos puede costar entender desde un punto de vista moral. Ha hecho una labor fantástica al dar vida a estas personas y consigue que el espectador entienda las motivaciones que hay detrás de sus decisiones a pesar de que ellos no las tomarían. Ha creado una historia muy conmovedora".

"Los actores estaban tan entusiasmados por el proyecto como por tener la oportunidad de trabajar con Susanne. Es conocida por su forma de trabajar con los actores y ayudarles a profundizar en las intimidades más sagradas de sus personajes para entender los razonamiento que les llevan a ser como son", añade Cosgrove.

Rhys Ifans interpreta a Galloway y se quedó impresionado al ver cómo se presentaba la trama del filme: "La historia en sí ya es épica, por lo que no necesitaba recurrir a un lenguaje visual elaborado para sostenerse. Creo que Susanne la ha hecho más doméstica, real y plausible. No presenta una historia elevada y operística, sino un mundo muy real habitado por personas muy reales".

Toby Jones da vida al sheriff McDowell y también se deshace en halagos al hablar de la capacidad narrativa de Bier. "Logra hilar varias historias simultáneas. Se siente atraída por las consecuencias de las decisiones morales y cómo dichas decisiones y responsabilidades afectan a diferentes personas y comunidades", explica.


Los personajes y el reparto
"En el guión se describe cómo es el personaje y es responsabilidad del actor interiorizar esos aspectos, pero es clave que el intérprete le añada algo inesperado al personaje".
Susanne Bier

Bradley Cooper es Pemberton
El guionista Christopher Kyle se quedó impactado por la fortaleza moral de George Pemberton. "En la novela Pemberton me recordó un poco a Teddy Roosevelt, porque nace en el seno de una familia pudiente pero pasa de la posición social. No está hecho para llevar traje y trabajar en una oficina por lo que se va a vivir al campo y aprende a talar árboles y a construir vías de tren y a cazar y a pescar y todo eso. Me resultó interesante encontrarme a este personaje tan físico que le planta cara al mundo que le viene dado", explica.

Bier añade: "Con otro actor Pemberton hubiera perdido masculinidad y fuerza. Bradley aporta una constitución física digna de una fuerza de la naturaleza. Es muy terco, muy inteligente y muy dominante y ella es una mujer muy terca, bella y dominante. De ahí la energía tan explosiva que se crea entre ambos personajes".

Jennifer Lawrence es Serena
En palabras de Christopher Kyle: "Serena es un personaje maravilloso. Es una mujer muy femenina que se ha criado en una explotación maderera de Colorado. Allí aprendió a desempeñar las mismas tareas que los hombres por lo que se desenvuelve con soltura en este mundo y los hombres no le hacen sombra en el terreno laboral. Es un personaje fascinante y queda bien patente que es la única persona de la que podría haberse enamorado Pemberton, y viceversa".

A la directora Susanne Bier le resultó interesante la fuerza de Serena, y explica: "Serena es muy contundente en sus convicciones y es una tremenda amazona. Es una experta en la industria de la madera y se gana el respeto con sus conocimientos y con su gran personalidad. Una mujer que no fuera tan segura de sí misma no hubiera podido ganarse el respeto de esos hombres".

"Es muy valiente, una característica que comparte con Jennifer Lawrence. Consigue lo que quiere sin demasiado esfuerzo, y eso le ha ayudado a tener tanta seguridad en sí misma. Al llegar a ese punto la gente suele hacer lo que quieres que hagan y tus propósitos van cumpliéndose", añade.

Es impresionante ver la evolución de los personajes, en especial la de Serena, en una historia tan tradicional en apariencia. Según Christopher Kyle: "La llegada de Serena revoluciona la empresa. Empieza a trabajar mano a mano con Pemberton y juntos supervisan al personal y perfeccionan el arte de recolectar la madera, algo que les lleva a tener roces con los ecologistas. Pero su personalidad cambia radicalmente al sufrir un aborto a los ocho meses de embarazo y saber que no podrá volver a concebir. De esa desesperación nace en su interior algo muy oscuro y Serena va distanciándose de la realidad y de Pemberton, tanto que éste deberá enfrentarse a ella", añade.

Bier apunta: "Serena está desolada y siente que la única forma de salvar su matrimonio es recurriendo al asesinato. Es una locura, pero se basa en una lógica muy peligrosa. Por eso me parece que el arco dramático de este personaje es tan interesante".

Galloway, interpretado por Rhys Ifans, se queda prendado de Serena nada más conocerla. "Serena puede parecer fría, cruel y manipuladora, y no digo que no lo sea, pero en el trato se muestra encantadora y hace gala de esas dotes femeninas tan maravillosas y enigmáticas. Tiene que desenvolverse sola en el bosque rodeada de todos esos hombres y sabe defenderse sin amedrentarse. Creo que Jennifer ha conseguido ese equilibrio. Al principio Galloway está dispuesto a ayudar a Pemberton, pero en cuanto cae bajo el embrujo de Serena, para Galloway el marido de ésta se convierte en un hombre prescindible", explica.

David Dencik es Buchanan
Como directora, a Bier le interesó la dinámica de Pemberton y Buchanan al comienzo de la película: "Le viene como anillo al dedo al filme porque representa una relación que cada una de las partes interpreta de una forma que dista un tanto de cómo es en realidad. Para Pemberton son amigos, porque es un tío muy macho, y Buchanan sabe que son amigos, pero también está un poquito enamorado de él. Pemberton ni siquiera se ha dado cuenta, así que hay algo de tensión entre ambos y es fascinante ver cómo se va desarrollando su relación".

Para Christopher Kyle la llegada de Pemberton con su nueva esposa marca un antes y después en la amistad de Buchanan y su socio: "Buchanan no tarda en darse cuenta de que se ha convertido en el tercero en discordia, que ya no tiene cabida en la vida de Pemberton. Tanto es así que acaba traicionándole y le obliga a tomar una decisión muy difícil".

Según David Dencik, Buchanan está un poco superado por los leñadores, pero se queda por Pemberton. "Buchanan no encuentra su sitio en el campamento porque es un tipo más académico. Le gustan los libros, la contabilidad y el lado más empresarial del sector, mientras que a Pemberton le va más el tema físico. Disfruta mucho con el trabajo que requiere esta industria. A Buchanan lo que le gusta es estar allí con él, hasta que las cosas empiezan a complicarse", explica.

Rhys Ifans es Galloway
A Christopher Kyle le encantó el personaje de Galloway, a quien define como: "uno de los malos más malvados que me he encontrado en una novela. Es un hombre local, criado en la sierra, ha estado en la cárcel y es el mejor guía de caza de la zona. Se lleva a Pemberton de caza y también trabaja con él en el campamento, pero sufre un accidente laboral y se queda manco. Serena está con él cuando ocurre el accidente y le hace un torniquete que le salva la vida. Es tan supersticioso que desde ese momento decide que será su perro fiel y hará todo lo que ella le pida puesto que cree en la magia de la montaña y su madre, que es medio bruja, predijo que una mujer le salvaría la vida. Según se va desarrollando la historia, Serena va perdiendo la cabeza y va pidiendo que haga cosas cada vez más locas".

Bier no pudo resistirse a reclutar a Rhys Ifans para el papel: "Le quería para el papel desde el principio porque quería que interpretara a alguien muy peligroso. Transmite una amabilidad innata y esa característica me parecía fantástica para el papel porque es un personaje muy oscuro. Le ha dado mucha versatilidad y ha logrado componer un personaje muy interesante. Al principio se enamora de Serena, porque Pemberton y Serena son de ese tipo de personas de las que se enamora la gente, y Galloway se enamora de ella nada más verla, se enamora de su fuerza y su belleza, pero también encuentra en ella una oscuridad intrínseca con la que se siente identificado. Así que él se enamora de ella y ella le salva la vida, tras lo que se convierte en su siervo y desempeña todas las terribles cosas que ella le pide".

Al describir a su personaje, Rhys Ifans comenta que se siente en sintonía con la naturaleza: "Galloway es un rastreador. Conoce todos los insectos y todos animales; sabe predecir el tiempo. Su madre tiene premoniciones y puede ver el futuro, así que siempre se muestra misterioso e indiferente y mantiene la distancia con el resto de los trabajadores. En este tipo de sectores siempre había mucha rotación de mano de obra. Supongo que contratarían a recursos local, pero no hubiera bastado con tirar de los hombres del pueblo, así que quizá él sea el único que se haya criado en estas montañas. Él lleva aquí toda la vida".

"Para mí Galloway es como un animal salvaje y estas personas han invadido su territorio. Podría decirse que la vida moderna ha contaminado la pureza de su alma y ese alma es como la naturaleza: es bella pero tiene potencial para ser muy cruel. Por lo tanto, si le consideramos como una bestia salvaje podemos perdonar su comportamiento… Se enamora de Serena y, volviendo a la metáfora de lo salvaje, ella consigue domarle; pero un animal salvaje nunca se doma, solo se controla. Su amor no es correspondido y al igual que un gato le lleva ratones a su dueño, Galloway le lleva cadáveres a Serena", añade.

Ana Ularu es Rachel
Según Ana Ularu: "Rachel es la desdichada. Es huérfana y solo aspira a una vida de servidumbre. Pero tiene mucha personalidad y es una superviviente… Según avanza la película Rachel va encontrando fuerza y determinación para salir adelante. Es una joven muy inocente y muy humana".

Susanne Bier explica lo importante que es el personaje de Rachel, puesto que revela la reacción de Pemberton al conocer a Serena: "Rachel está enamorada de Pemberton, al fin y al cabo es un hombre encantador. Ella es una chica muy joven que trabaja en el campamento y pierde la cabeza por él. Piensa que él siente lo mismo por ella pero, a pesar de su belleza, su amor no es correspondido. De hecho, Pemberton no se interesa por nadie hasta conocer a Serena. Cuando los caminos de Serena y Pemberton se cruzan sienten una atracción inmediata, se reconocen como almas gemelas".

"Creo que ella está muy enamorada de Pemberton y el hecho de que pensara que llegarían a algo como pareja lo dice todo, puesto que nos descubre que ella sigue siendo una niña. En su interior ella piensa que se merece estar con este hombre porque le ama, y la desilusión que siente según avanza la película es desoladoramente bella", añade Ularu.

No obstante, Bier cree que cuando Rachel da a luz recupera algo de optimismo: "En parte quiere volver al campamento porque tiene la alocada esperanza de volver con Pemberton. Cree que Pemberton, siendo como es, querrá tener un heredero y es consciente de que conocer a su hijo le distraerá de Serena. Es consciente de ello y lo utiliza para intentar conseguir lo que quiere".

Toby Jones es el sheriff McDowell
Christopher Kyle describe el papel del sheriff en la comunidad: "McDowell quiere que el terreno se convierta en un parque natural, y también representa la mentalidad sureña de antaño y a los habitantes que intentan mantener a flote una forma de vida tradicional que corre el peligro de desaparecer con la llegada de los magnates de la madera. Armados de dinero, corrompen el lugar y destrozan su belleza natural. McDowell no se achanta y les planta a cara".

Toby Jones explica el gran peso del personaje en la comunidad local y cómo aparece como un rayo de esperanza que ilumina la oscuridad del paisaje: "McDowell es muy consciente de sus responsabilidades. La comunidad le ha elegido sheriff y ahora Pemberton y su esposa han socavado su autoridad con las oportunidades que pueden ofrecerles a los habitantes. Representa la tensión entre la ley y el orden y la situación económica de la población. La crisis les lleva a aceptar trabajos que rechazarían si estuvieran en otra situación. McDowell no siente esa obligación, así que se queda aislado… Es como un pastor. Hablé con Susanne y decidimos que era un hombre hecho a sí mismo, autodidacta y bastante listo. Sabe gestionar sus asuntos y los de los Pemberton, pero no puede controlar cómo afecta su llegada a la población. Y he ahí su dilema. Sospecho que tenderá siempre a hacer el bien".


De la letra escrita a la gran pantalla – La historia de la película
Serena, la novela de Ron Rash, nos sitúa justo después del Crac del 29, al comienzo de la Gran Depresión y se desarrolla principalmente en una comunidad rural maderera en la sierra de las Smoky Mountains de Carolina del Norte. Para el guionista Christopher Kyle, el reto está siempre en decidir qué debes mantener y qué hay que descartar al adaptar el material. "Tras identificar la trama central toca enfrentarse al doloroso proceso de hacer un barrido y eliminar los elementos maravillosos de la novela que no tienen cabida en la película. Nos hemos centrado principalmente en la historia de amor entre Pemberton y Serena y en cómo esa pasión se torna en algo oscuro al torcerse las cosas. Según íbamos desarrollando el guión tuvimos que irnos olvidando de las cosas que no encajaban con nuestra historia", explica. Y añade: "El novelista cuenta con la ventaja de poder relatar los pensamientos del personaje. En las obras escritas a menudo escuchamos las deliberaciones internas de los personajes, pero en una película eso es imposible. Por lo tanto, intento crear el lenguaje y dejo que los comportamientos definan a los personajes".

La directora también quería pulir a fondo la ambientación de la historia. "Este es un mundo muy masculino, un mundo en el que se talan árboles y suceden accidentes. Es un mundo rudo, en el que no tiene cabida una mujer. Pero de repente aparece Serena, esta mujer que se mueve como pez en el agua en este entorno, tanto que incluso lo controla de cierta manera", comenta Susanne Bier.

Según el productor Todd Wagner, lo interesante es trazar similitudes con el mundo contemporáneo. "Siempre me ha fascinado la época de la Gran Depresión y los acontecimientos que sucedieron en Estados Unidos. Incluso hoy en día encuentro reminiscencias de aquellos hechos, porque a una parte de la población le va muy bien y otra gran multitud no tiene tanta suerte. Podría decirse que en esta historia vemos el mundo a través de gente a la que le va muy bien, de la alta sociedad, y también alcanzamos a ver retazos de la vida y las situaciones subyacentes de gente a la que no le va tan bien. Nos muestra la vida cotidiana de una persona normal que intenta conseguir empleo, dispuesta a aceptar un puesto que conlleva cierto riesgo y que podría llegar a costarle la vida. La gente se ve obligada a aceptar esos trabajos porque no les queda otra", explica.

Bier añade: "Serena y Pemberton se mueven según unos valores morales bastante ambiguos, y precisamente ahí reside el interés que despiertan estos personajes. No tienen nada de santos, pero eso no hace que sean menos fascinantes y cautivadores. Espero que los espectadores sepan ponerse de su parte, y me decepcionaría bastante si no apostaran por ellos con ellos a pesar de dicha ambigüedad. Creo que esa complejidad y esa turbiedad les hace más interesantes y hasta atractivos. A menudo la atracción está relacionada con cierta ambigüedad moral. En su caso es así, no me cabe ninguna duda".

"La pasión que existe entre ellos se percibe tanto al conocerse como cuando las cosas se tuercen. Y esa pasión combinada con la complicada personalidad de Serena hace que su relación se tambalee al menor indicio de problemas", sigue la directora.

Según se desarrolla la historia los demás personajes se van viendo envueltos en la ardiente relación de Pemberton y Serena y sus ansias de poder, un objetivo que lucharán por conseguir caiga quien caiga.

Según la interpretación de Toby Jones, cuyo personaje podría definirse como la conciencia de la película, para su personaje: "al comienzo de la historia se comete una enorme injusticia cuando Rachel se queda embarazada de un hombre casado. No es que McDowell pueda ayudarla directamente, pero él se da cuenta de que ella necesita ayuda y no duda en ponerse a su disposición".

Para Buchanan, socio y amigo de Pemberton, el matrimonio transforma completamente su existencia. David Dencik, el actor que le da vida, explica que: "Pemberton le presenta a Serena no solo como esposa, sino como socia. Lo hace todo sin consultarle y sin tener en cuenta que Buchanan ha invertido su dinero en la asociación, así que me parece un poco sucio por parte de Pemberton. Actúa a sus espaldas y por eso mi personaje siente que le ha traicionado".

"Durante todo el filme se aman de una forma muy apasionada, es un amor que no conoce límites y por eso se vuelven tan oscuro. Creo que nunca dejan de quererse, pero su amor se vuelve venenoso", añade Bier.

Convive con esta historia de amor tan apasionada, intensa y peligrosa un tema ecológico que cautivó a los realizadores y al reparto. Según Bier: "Pemberton y Serena creen que pueden acabar con los bosques y con quien se les ponga por delante. Para ellos, el amor, la pasión y su sed de poder pesan más que cualquier otra cosa o persona, y eso nunca debería ser así. Es importantísimo respetar tanto a la naturaleza como al prójimo porque sin dignidad es imposible sobrevivir. La película funciona a dos niveles: por un lado está la historia de amor apasionada, salvaje y sexy y por otro lado está la historia que habla del valor de la naturaleza".

El Sheriff McDowell, interpretado por Toby Jones, está en el eje de toda la trama narrativa. "Una de las peculiaridades del guión, un aspecto muy curioso e inesperado, es que McDowell sea amigo de un ecologista local llamado Kephart. Comparten una misma ideología y quieren proteger el bosque que se afanan en talar los Pemberton. Creo que McDowell entiende los argumentos ecologistas desde un punto de vista tanto filosófico como político", comenta el actor.


La estética de la película
La directora Susanne Bier necesitaba trabajar en un entorno que encajara con su forma de dirigir. "Para mí es muy importante que las escenas fluyan de una forma natural y orgánica y que resulten realistas. Mis películas se caracterizan por su realismo, y en esta producción quería mantener esa constante a pesar de que sea un filme de época y de que plantee una historia bien distinta. Para conseguirlo es imprescindible contar con margen de maniobra para poder abrir puertas y ventanas, armarios y cajones. Si había que cocinar, se podía cocinar. Ese es el grado de autenticidad al que me refiero", explica.

"Richard Bridgland [el diseñador de producción] me mandó unos bocetos increíbles nada más leerse el guión y se pasó los siguientes días mandándome ideas sin parar. Ha dado en el clavo, todo lo que me mandaba era justo lo que quería conseguir… El campamento es como un minipueblo y he de decir que, a pesar de llevar varios años rodando películas, sigo teniendo unas reacciones bastante infantiles: me emociono al llegar al set y verme rodeada de ese mundo de juguete. Es como si viajaras en el tiempo y te teletransportaras desde la República Checa hasta la América de finales de la década de 1920".

Para crear esa sensación de realismo, el diseñador de producción Richard Bridgland se trasladó a Tennessee y a Carolina del Norte para documentarse. "Quería ver cómo era porque íbamos a rodar en la República Checa, sin referencias físicas (más allá del bosque). Me pasé una semana en Tennessee visitando el museo de la madera y hablando con gente que tenía experiencia en ese tipo de campamentos porque sus padres y abuelos habían trabajado en la industria maderera. También me adentré en las Smoky Mountains y visité las zonas y los caminos en los que habían estado los campamentos. Fue impresionante ver cómo había sido la vida de esos hombres. Establecían campamentos en plena sierra y construían unas vías de tren especiales. Todo eso había que mostrarlo en el filme. Pude acceder a los archivos de los parques y ver los cientos de fotos que tienen almacenados. Esa forma de vida se ha perdido para siempre".

Armado con todo ese material, Bridgland se dispuso a crear un campamento real en un bosque situado a las afueras de Praga: "Reproducimos cómo sería la vida de los leñadores en Carolina del Norte en la década de 1920. No lo llamo decorado porque creamos un campamento de verdad, con cabañas prácticamente idénticas a las de antaño. Las construimos siguiendo el mismo proceso arquitectónico, y aparte de que ahora tenemos sierras eléctricas e vez de manuales, lo hicimos más o menos como lo habrían hecho ellos, así que fue una experiencia muy interesante. Hemos creado todo un entorno que se siente muy real, ¡porque prácticamente lo es! Queríamos crear un set exterior, pero desde el que se pudiera llegar en un pispas a cualquiera de las habitaciones de la cabaña, para que el rodaje y el drama fluyeran sin obstrucciones".

A Toby Jones le interesa mucho el diseño de producción y le fascina el uso del espacio por parte de Bier y su director de fotografía Morten Soborg. Cuenta que la directora: "Busca espacios. Y no determina los ángulos antes de rodar, por eso estos sets promueven la espontaneidad. A menudo uno no sabe por dónde va a ir la cámara. Esa forma de trabajar encaja con la sensación de libertad que transmiten estos sitios y me resulta muy interesante esta propuesta en una película de época, dado que ese tipo de fotografía suele asociarse con historias contemporáneas. Está creando un nuevo estilo para una producción de época".

"En este filme tanto la fotografía como la iluminación desempeñan papeles estelares, pero por encima de todo tienen que ser dinámicos. No quiero trabajar en sets en los que los actores se sienten obligados a estar en posturas antinaturales. La fotografía es una extensión de la interacción humana", añade Bier.

Bridgland trabajó codo con codo con la diseñadora de vestuario Signe Sejlund y el director de fotografía Morten Soborg. Según Bridgland: "He tenido una relación laboral muy estrecha con Signe y Morten porque le hemos dado muchas vueltas a todas las paletas y colores. Nos hemos centrado mucho en el impacto psicológico de los colores y en muchos casos he intentado restringir el uso del color en los sets para que destacara más el color del vestuario. Ha sido muy interesante trabajar con Signe para conseguirlo. Hemos estudiado todo tipo de personajes que aparecen de fondo en algunas de las localizaciones y hemos cuidado muchísimo todos los detalles".

Susanne Bier y la diseñadora de vestuario Signe Sejlund son viejas conocidas y han trabajado en algunas de las películas anteriores de la directora. Bier comenta: "Signe tiene un gusto exquisito y es muy creativa. Tiene muy buena visión para captar lo que quiero transmitir. Al igual que Richard Bridgland siempre consigue que todo resulte muy natural. Los vestuarios y los escenarios son siempre una extensión de la psicología de la película y de la ideología de los personajes en cuanto a su trabajo y su forma de vida. El vestuario resulta clave para transmitir la mentalidad específica de una época determinada y Signe es una verdadera maestra a la hora de lograrlo".

A lo largo de los años, Sejlund y Bier han forjado una relación especial y tienen muchísima confianza. Según Sejlund: "Susanne no suele darme muchas indicaciones, lo cual es aterrador y maravilloso. No me dice lo que piensa, sino que deja que cree mi propio universo. No quiso hablar conmigo antes de que hubiera leído el guión y hubiera creado las primeras composiciones y bocetos. Es una forma muy interesante de empezar a trabajar en una película".

Para buscar inspiración y recrear la América de 1929, Sejlund: "escuchaba música de la época, veía películas de la época, leía libros de arte y me sumergí de lleno en la época con todos los sentidos. El guión me resultó muy interesante porque toca muchos entornos sociales diferentes. Por un lado está el campamento y los trabajadores son de clase muy baja, estamos en plena Depresión y el dinero escasea, la gente tiene hambre y lo ha perdido todo. Pero por otro tenemos el club de caza y el salón de baile. Tenemos dos pueblos distintos: Waynesville, una zona muy marginada, y Kingsport, la ciudad adinerada, así que visitamos un montón de sitios".

Prosigue: "Richard [Bridgland] me mandó fotos de los sitios que había visitado en los Smoky Mountains y se parecían muchísimo a las mías, así que fue genial y percibí enseguida que habíamos hecho buenas migas. Creo que nuestras ideas funcionan muy bien juntas. Hablamos de la paleta de colores y acordamos los colores del vestuario nada más empezar. Como estamos en medio del bosque, sobre todo en el campamento, hay mucho marrón, verde, gris, barro, tierra y polvo, así que queríamos darle un toque de color a la película. Por eso decidimos que Serena llevaría ropa muy viva".

El personaje de Serena tiene los atuendos más vistosos. Según Sejlund: "Ella es la que tiene más cambios de vestuario y tiene mucha ropa. Procede de una familia acaudalada y sabe cómo comportarse en ambos entornos. Puede ser muy masculina y muy femenina, así que diseñar ropa con la que estuviera impresionante y sexy, pero que le permitieran trabajar con la madera, coger un hacha, hablar con los hombres y darles órdenes".

Pemberton tiene algunas prendas muy características, como "una chaqueta de cuero que le va como anillo al dedo a su personalidad. Ese abrigo y el sombrero son muy masculinos. Es un hombre fuerte pero tiene un lado tierno. Su paleta de colores se fusiona más con la naturaleza que la de Serena", comenta la diseñadora.

A Sejlund le ha encantado vestir a Buchanan: "Es mi dandi favorito. Me encanta que haya un personaje como Buchanan en el guión porque me permitió hacer algo un poco diferente y llamativo, y como David Dencik es un actor tan maravilloso ha creado un personaje delicioso. Le saca todo el partido a esos pañuelos y camisas de seda. Ser gay entonces no era fácil puesto que no podía vivir su condición sexual de forma abierta, así que creo que el vestuario le ayuda a mostrarla con elegancia. Siempre lleva un pañuelo de seda".

Para el personaje de Galloway, Sejlund tuvo que distanciarse de sus diseños habituales: "Galloway es muy interesante. Al principio no quería que ninguno de los personajes fuera disfrazado, no debería ser así. Pero Galloway es diferente porque le veo como una especie de mosquetero, es el mosquetero de Serena. Es misterioso pero también es frágil. Es un personaje muy interesante. Con esa peluca y esos dientes y las lentillas al principio cuesta saber qué le pasa, sólo se percibe algo extraño. La clave fue encontrar el equilibrio perfecto en el que no resultara demasiado exagerado para que fuera creíble. Lleva unos trofeos en el forro de la chaqueta que se ven de vez en cuando, se perciben mínimamente. Quizá sean objetos de vudú. Quién sabe. Es un personaje genial".


Las localizaciones
Aunque SERENA está ambientada principalmente en Carolina del Norte (EE. UU.) el rodaje se llevó a cabo íntegramente en Praga y alrededores (República Checa). Según el productor ejecutivo Peter McAleese: "Decidimos rodar allí por motivos económicos, como suele ser el caso, puesto que las desgravaciones en la República Checa son muy interesantes. Y a eso se le añadieron unas localizaciones que se parecen muchísimo a las Smoky Mountains (donde se desarrolla la película). Así que recrear las Apalaches nos resultó más fácil de lo que hubiéramos pensado".

"Tuvimos mucha suerte porque gran parte de la película transcurre en regiones boscosas y montañosas. Fue genial poder sacar a la unidad entera del entorno urbano de Praga, porque a pesar de ser una ciudad preciosa cuesta imaginarse que uno está en EE. UU. en 1929 con toda esa arquitectura europea", añade.

Fue bastante complicado dar con un emplazamiento donde hubiera un valle boscoso con una iluminación adecuada y espacio suficiente para montar un campamento base para la producción. Finalmente dieron con el lugar perfecto para crear el campamento base en Nizbor, a las afueras de Praga.

La tarea de encontrar unos emplazamientos que hicieran las veces de Kingsport y Waynesville tampoco fue tarea fácil porque necesitaban que hubiera una vía de tren cercana.

Kolec cumplió todas sus expectativas y el diseñador de producción Richard Bridgland creó primero un pueblo (Waynesville) y luego otro (Kingsport), que supuestamente estaba un poco más alejado. Bridgland decoró los edificios de formas completamente distintas para mostrar la disparidad económica entre ambos pueblos. "La estación se construyó sobre una vía real que se cerró durante los días que estuvimos allí rodando. Mientras construíamos pasaban trenes, pero cortábamos esta sección los días de rodaje, así que pudimos aprovechar la vía y crear una estación real. El tren es un ferrocarril original de los años treinta sacado de un museo. Elegimos los coches uno a uno y los remozamos por dentro", explica.

El equipo se trasladó a Praga durante unos días para rodar las escenas del hotel y del Banco de Boston en el Museo Nacional.

En palabras de Bridgland: "La película crea unos contrastes asombrosos puesto que contrapone la pobreza del campamento y las cabañas de madera con las viviendas prefabricadas que se alquilaban por un dólar al día con este hotel maravilloso en el que se alojan Pemberton y Serena en Kingsport cuando acuden a una cena de gala con baile. Ha sido una suerte enorme poder rodar en el Museo Nacional en el centro de Praga. Llevaba cerrado cinco años y durante el primer año estuvo vacío, se lo habían llevado todo, así que pudimos meternos y ocuparlo nosotros. Ha sido una valor añadido estupendo. Nada que ver con el campamento maderero".