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  Por la cara  (Identity thief)
  Dirigida por Seth Gordon
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La extravagante comedia está coprotagonizada por JON FAVREAU (la franquicia Iron Man) en el papel de Harold Cornish, el pomposo y egocéntrico jefe de Sandy en Prominence Financial; AMANDA PEET (2012) es Trish, la paciente esposa de Sandy y madre de sus dos hijas; TIP "T.I." HARRIS (American Gangster) y GENESIS RODRIGUEZ (Qué esperar cuando estás esperando) son Julian y Marisol, una pareja de implacables asesinos que siguen la pista de Diana y de Sandy; JONATHAN BANKS (la serie "Breaking Bad") es Paul, el jefe mafioso de Julian y Marisol; MORRIS CHESTNUT (Think Like a Man) es Reilly, el detective de Denver que no puede ayudar a Sandy a limpiar su nombre; JOHN CHO (las entregas de Dos colgaos muy fumaos) es Daniel Casey, el compañero de Sandy en Prominence Financial que se saca un as de la manga; ROBERT PATRICK (El invitado) es el "skiptracer" (persona encargada de localizar a gente con deudas) que no parará hasta llevar a Diana ante su despiadado jefe, y ERIC STONESTREET (la serie "Modern Family") es Big Chuck, el ligue de una noche de Diana (y la cruz de Sandy).

Dirigida por SETH GORDON (Cómo acabar con tu jefe), los productores de POR LA CARA son SCOTT STUBER (Ted), Jason Bateman y PAMELA ABDY (el próximo estreno 47 Ronin). El guión es de CRAIG MAZIN (Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!) a partir de una historia suya y de JERRY EETEN (el corto "The Watchman").

El equipo técnico está formado por numerosos colaboradores habituales de Seth Gordon, como el diseñador de producción SHEPHERD FRANKEL (Cómo acabar con tu jefe, Como en casa en ningún sitio); el montador PETER TESCHNER (Cómo acabar con tu jefe, Cuestión de pelotas); la diseñadora de vestuario CAROL RAMSEY (Cómo acabar con tu jefe, Los padres de él); el compositor CHRISTOPHER LENNERTZ (Cómo acabar con tu jefe, Think like a Man) y el director de fotografía JAVIER AGUIRRESAROBE (Los otros, La saga Crepúsculo: Luna nueva).

La producción ejecutiva corre a cargo de PETER MORGAN (Killers) y DAN KOLSRUD (Mal ejemplo).


Una transacción muy esperada: Empieza POR LA CARA
Cada día, y sin darse cuenta, millones de personas dejan su información personal desprotegida. Desde las redes sociales, donde se dejan números de tarjetas de crédito, pasando por los teléfonos móviles, hasta los ordenadores personales con contraseñas sencillas, nunca ha sido tan sencillo mandar, recibir y robar información. Aunque la tecnología nos facilita la vida, también abre la puerta a un tipo de delincuencia en auge: el ladrón de identidad. Según la Federal Trade Commission (FTC), la identidad de unos nueve millones de estadounidenses se usa cada año de forma fraudulenta1, con las correspondientes pérdidas económicas. Y a nadie le hace gracia que le roben su identidad financiera. El tema interesó al actor y productor Jason Bateman cuando leyó una historia original basada en uno de estos casos.

"Un amigo mío, el productor Peter Morgan, me pasó el guión", recuerda Jason Bateman. "Trataba de un hombre que robaba la identidad de otro. A la víctima solo le quedaba encontrar al ladrón, meterle en un coche y obligarle a desandar todo lo andado. El concepto era muy parecido al de dos de mis películas favoritas, Mejor solo que mal acompañado y Huida a medianoche".

Con una idea bien definida y otras muchas en la cabeza, Jason Bateman habló con el productor Scott Stuber durante el rodaje en Bora Bora de Todo incluido. El productor no vio inconveniente alguno en volver a colaborar con el actor para levantar el proyecto de POR LA CARA. "Estábamos rodando nuestra tercera película juntos cuando me habló de una idea para una comedia que me gustó inmediatamente", dice Scott Stuber.

Mientras desarrollaban la película, la historia tomó otra dirección cuando vieron la taquillera comedia La boda de mi mejor amiga. "Todos vimos la película y nos quedamos absolutamente atónitos ante la actuación de Melissa McCarthy", sigue diciendo el productor. "Entonces se le ocurrió a Jason que uno de los personajes podía ser una mujer. Ese cambio hacía posible ver la historia desde otra perspectiva y deshacernos de varias cosas que no parecían funcionar en el primer guión. Nos pusimos en contacto con Craig Mazin, que había trabajo en las dos entregas de Resacón, y escribió una versión sensacional".

En opinión de Jason Bateman, aunque la historia es interesante para una sociedad como la nuestra, basada en la información, lo que realmente la hace hilarante y atractiva es la interacción entre los dos personajes y lo que aprenden mutuamente: "Cuando empecé a documentarme, me sorprendió descubrir que el robo de identidad es uno de los delitos más habituales. Estamos mucho más expuestos de lo que pensamos. Es importante que una comedia sea tangible e identificable para que el espectador piense que puede pasarle a él. La historia progresa de forma natural y lineal, y Craig supo inyectarle sentimientos. El ritmo es perfecto".

La comedia cuenta las vicisitudes de Sandy Bigelow Patterson, que deberá cruzar el país en busca de la persona que le ha robado su identidad financiera. "Sandy es un tipo normal, casado, con dos hijas, que acaba de empezar en un trabajo genial", explica el actor y productor. "Es un hombre que siempre se ha portado correctamente y, de pronto, su vida hace aguas porque Diana usa su tarjeta de crédito sin ton ni son. Craig supo construir el personaje de tal forma que vive momentos muy cómicos incluso siendo la víctima. Me divertí mucho interpretándole".

Craig Mazin habla de la creación de Sandy y de Diana: "En la industria decimos que ‘un buen proceso hace una buena película’. Puede que no siempre sea así, pero lo fue en este caso. Scott me llamó, me leyó una brevísima sinopsis y añadió: ‘Son Bateman y McCarthy’. Me puse a trabajar con el guión inmediatamente antes de repasarlo con Jason, que además de un gran actor es un muy buen productor. Después hablé con Melissa del lado más humano de Diana. Desde el principio, la premisa era que Jason y Melissa serían divertidos, pero lo difícil era convertirlos en personas reales, vivas. No todo el mundo pasa por lo que Jason, pero casi todo el mundo se pregunta quién es y quién quiere ser en un momento de su vida. Jason y Melissa son hilarantes, pero también nos identificamos con ellos, todos tenemos algo de Jason y Melissa".

"La clave residía en asegurarme de que los dos personajes protagonistas conectaran con el público más allá de los acontecimientos de la trama", sigue diciendo el guionista. "La historia gira en torno a un robo de identidad, pero realmente habla de lo que significa saber quién es uno mismo y de aceptarse, a pesar de que a veces duela. Jason, Melissa y Seth han sabido plasmarlo de un modo increíble. La película está llena de carcajadas, pero también es humana y conmovedora. Tengo muchas ganas de ver cómo reacciona el público".

Era esencial encontrar el nombre adecuado del héroe de la historia para que esta fuera plausible. "El nombre del personaje tenía que funcionar para ambos sexos", comenta la productora Pamela Abdy, de Bluegrass Films. "Diana debía poder entrar en una tienda y decir: ‘Hola, soy Sandy Patterson’. Nos pareció que sería más divertido si encontrábamos uno de esos nombres que al oírlo todo el mundo pregunta: ‘Pero ¿no es un nombre de chica?’ Quedaría claro que ha sido un tormento para él; ha oído esa pregunta desde que era niño. A Jason se le da muy bien interpretar personajes humillados, y el nombre de Sandy encajaba a la perfección".

Una vez acabado el guión, Jason Bateman, Scott Stuber y Pamela Abdy hablaron con Melissa McCarthy para ofrecerle el papel de Diana, una ladrona de identidades que no duda en comprarse lo mejor que pueden ofrecerle las tarjetas de crédito de sus víctimas. La actriz estaba encantada con la oportunidad de trabajar con el actor: "Jason me llamó y me dijo que quería hablar conmigo. Me quedé de piedra", recuerda, riendo. "Nos reunimos y me habló del guión. Entre otras cosas, me gustó mucho que Diana tuviera carácter, hasta el punto de llegar a las manos con Sandy. No recuerdo ninguna comedia en la que una chica y un chico se pelean físicamente sin que sea una bufonada, pero en esta película se nota que ella quiere matarle".

La actriz se sintió halagada cuando el equipo decidió reescribir partes del guión para que encajara más con ella. "También me pareció muy interesante que empezáramos desde cero con Diana para darle más profundidad. Es una ladrona, de acuerdo, pero si solo es mala, se convierte en un personaje aburrido, unidimensional. Me gustaba la idea de que viviera por encima de sus posibilidades y que su voyerismo la empujara a escudriñar en el historial financiero de la gente. Sabe adónde va uno de viaje o que otro ha comprado una sortija para su novia, pero ella no puede hacer nada de todo eso. Más que robar para tener cosas, quiere ser parte de la vida de otras personas".

La tarjeta de Sandy Patterson ofrece muchas posibilidades, desde ir a un spa de lujo, a montar en moto de agua. Además, es difícil que Diana no encuentre una tienda que le guste cuando pasea por un centro comercial. "Me atrajó que Diana fuese una compradora compulsiva, pero también muy ordenada, limpia y organizada", dice Melissa McCarthy. "Diana es capaz de comprar cinco batidoras porque ha hablado por teléfono con alguien que le ha contado una larga historia acerca de dar fiestas alrededor de la piscina, aunque en realidad no quiere una batidora. No necesita lo que compra, solo quiere hablar con alguien mientras lo compra".

Los cineastas no se arrepintieron de haber cambiado el sexo del ladrón. "Melissa dio mucho al personaje", dice Scott Stuber. "Puede ser tremendamente amenazante y hacer cosas realmente horribles, pero es imposible no sentir afecto por ella. Diana está totalmente descontrolada, aunque su forma de ser nos obliga a desear que todo le salga bien y que consiga cambiar".

Los productores se pusieron en contacto con Seth Gordon, que ya había trabajado con Jason Bateman en Cómo acabar con tu jefe. Para el director fue fácil decidir que POR LA CARA sería su siguiente proyecto. "Estábamos en Londres promocionando Cómo acabar con tu jefe cuando Jason me habló del proyecto", recuerda el realizador. "Me dio una breve descripción de la historia y me dijo que había pensado en cambiar uno de los papeles para que lo interpretara una mujer, concretamente Melissa McCarthy. En cuanto supe que Melissa sería la delincuente y que Jason la perseguiría, me apunté. Sabía que tenía los ingredientes de una película muy divertida".

"Me gustó la idea de dos personajes atrapados y obligados a viajar juntos", sigue diciendo. "Se trataba de juntar a dos personas totalmente diferentes y que la experiencia les sirviera de aprendizaje. Aunque no se dice claramente en la película, el público puede conectar con una mujer convencida de que no se merece lo que tiene. Melissa puede transmitir esa sensación de forma muy persuasiva, y solo Jason es capaz de dar vida a Sandy Patterson".

"Pensé en Seth desde un principio para dirigir la película", comenta Jason Bateman. "Se siente cómodo y hace que la gente alrededor se sienta cómoda. Un requerimiento básico para una comedia es crear un buen ambiente en el plató. Además, Seth sabe colaborar, pero también aporta ideas y puntos de vista. Era la persona ideal. Soy nuevo en la producción, pero me han dicho que no suele ser tan fácil. Tuve mucha suerte de conseguir a la actriz y al director que quería".


Policías, estafadores y perros de presa: El elenco
A continuación, los cineastas empezaron a buscar al resto del reparto. El papel secundario de más importancia es el de Trish, la afectuosa y comprensiva esposa de Sandy, encarnada por Amanda Peet. Al principio se opone a que su marido siga la pista de la persona que le ha robado la identidad, pero no tarda en comprender que solo así podrán solucionar el lío financiero que les ha dejado la alocada Diana.

"Sandy y Trish están entre la espada y la pared. No les queda más remedio que intentar solucionarlo ellos mismos; no pueden depender de la policía", explica Amanda Peet. "Trish está un poco preocupada porque Sandy es un hombre muy respetuoso con la ley, bastante conservador, y ahora debe salir a la busca y captura de una delincuente". La actriz nunca dudó en aceptar el papel: "Siempre es buena señal llorar de risa cuando estás leyendo un guión. A medida que lo leía, mandaba correos electrónicos a Jason del tipo ‘Es genial’. También me pareció un tema muy actual".

Scott Stuber estaba convencido de que Amanda Peet era la actriz ideal para dar vida a Trish: "Jason y Amanda son amigos, se conocen, y eso siempre viene bien cuando se interpreta a una pareja que lleva 12 años de matrimonio. Sabíamos que la química funcionaría. Además, Amanda es una actriz genial y aporta mucha energía al papel".

El comportamiento de Diana no solo afecta directamente a Sandy y a Trish, sino también a sus dos hijas, Jessie y Franny, interpretadas respectivamente por MAGGIE ELIZABETH JONES y MARY-CHARLES JONES. "Afortunadamente encontramos a dos jóvenes actrices con carácter", dice Seth Gordon. "Era importante que fueran hermanas en la vida real porque podrían apoyarse mutuamente en las escenas con Amanda, Jason y Melissa".

En la película, Sandy lleva años trabajando en Prominence Financial, pero parece que se han olvidado de él a la hora de los ascensos a pesar de su dedicación y seriedad. Cada vez se siente más frustrado y le cuesta llegar a fin de mes, pero la gota que colma el vaso es cuando su jefe, Harold Cornish, le llama a su despacho y le dice que se han acabado los bonus.

Para interpretar al jefe, Jason Bateman recurrió a su gran amigo Jon Favreau. "Hace mucho que Jon y yo nos conocemos", dice el actor y productor. "Sabía que era capaz de meterse en el papel a pesar de que no estuviera muy construido en el guión. Y efectivamente, no me equivoqué. Le agradezco mucho que aceptara trabajar en esta película".

"Scott me mandó el guión", explica Jon Favreau. "Me gustó el papel de Harold porque hacía tiempo que no hacía nada parecido. Y me apetecía trabajar con Jason unos días. Sabía que lo pasaría bien porque es un cómico muy sutil"."Todos sabemos que Jon es un realizador fabuloso, pero también es uno de los grandes actores cómicos de su generación", añade la productora Pamela Abdy. "En esta película, ha sido capaz de transformar un papel muy simple dándole los toques necesarios para convertirlo en un personaje hilarante. Con Jon haciendo de jefe, es fácil entender por qué Sandy decide por fin dejar su trabajo y valerse por sí mismo".

Cuando Sandy se da cuenta de que nunca tendrá la vida anhelada si sigue trabajando en Prominence Financial, se une a su compañero Daniel Casey (interpretado por John Cho) en una empresa recién creada. El nuevo jefe le ofrece todo lo que había soñado, una vicepresidencia, un sueldo fantástico y un superdespacho. "Prominence es una firma de inversión de la antigua escuela, o sea, unos ladrones", dice John Cho sin el menor atisbo de sonrisa. "Van a degüello, y los empleados nos les importan. Los beneficios se quedan en las altas esferas, nunca pasan a los escalones inferiores. Seguro que muchos espectadores saben de lo que estoy hablando".

"Daniel, mi personaje, es el vendedor que más clientes trae a Prominence, pero no le aporta ningún beneficio económico. Decide fundar su propia empresa, donde el reparto de beneficios será más equitativo", explica el actor. "Sandy se une a él, pero el primer día de trabajo recibe una vista de la policía por un asunto de drogas en Florida. Daniel se pone nervioso y le dice a Sandy que si no aclara el asunto inmediatamente, tendrá que buscarse otro trabajo".

Seth Gordon estima que la presencia de John Cho fue una ventaja inesperada. "John aceptó el papel días antes de que empezáramos a rodar", dice. "Le hemos visto en comedias como Dos colgaos muy fumaos, pero aquí añadió la dimensión necesaria a Daniel. El papel es importante porque si la relación entre Sandy y Daniel no es creíble, el resto de la historia no tiene mucho sentido. Necesitábamos a alguien capaz de dar intensidad al personaje, y es exactamente lo que hizo John".

En el departamento de policía de Denver, el agente encargado de investigar el caso es el detective Reilly, al que da vida Morris Chestnut. Al principio parece dispuesto a ayudar a Sandy, pero cambia rápidamente de actitud. "Reilly aparece en la empresa de Sandy con una orden de registro", cuenta el actor. "Busca drogas y armas porque el nombre de Sandy aparece en una lista de compradores en una redada. No encuentra nada, y es el detonante que obliga a Sandy a ponerse en marcha para seguir la pista de Diana y limpiar su nombre. Reilly nunca pierde la ocasión de meterse con él. Sabe que una mujer se ha apoderado de su identidad, pero sospecha que Sandy esconde algo, por eso le vigila muy de cerca".

El papel del detective también cobró mayor relevancia durante el rodaje. Pamela Abdy lo explica de la forma siguiente: "En el plató surge la magia y empiezan a aflorar ideas. No se pierde nada por intentar ponerlas en práctica, aunque solo sirvan unas pocas para el montaje final. Es la magia de la comedia. Todos aportan su granito de arena durante el rodaje. Para eso hacen falta actores de la talla de Morris Chestnut, que no tienen miedo de lanzarse a la piscina. Es un genio de la réplica".

Cuando Sandy convence a Diana de que debe volver con él a Colorado, cree que en dos días de viaje de punta a punta del país todo quedará solucionado. Pero descubre que no es el único que quiere localizar a Diana cuando deben enfrentarse a un amenazante "skiptracer", interpretado por Robert Patrick. "En esencia, un ‘skiptracer’ es un empleado de una agencia que presta dinero para fianzas, una especie de cazarrecompensas o cobrador que sigue la pista a alguien que no ha devuelto la fianza o que debe mucho dinero", explica Seth Gordon. "Literalmente tienen derecho a secuestrar a alguien y pasar de un Estado a otro gracias a una extraña fisura en las leyes interestatales, hasta llevar a la persona en cuestión ante el acreedor. Para el papel necesitábamos a un actor que tuviera un aspecto intimidante sin ser caricaturesco. Vi a Robert haciendo de T-1000 en Terminator 2 y me gustó desde entonces. Me pareció perfecto para el papel".

"No sabía que ser un ‘skiptracer’ se consideraba una profesión hasta que leí el guión", dice, riendo, Robert Patrick, al que vimos el año pasado en El invitado. "Es una mezcla entre un cazarrecompensas y un cobrador. Seth y yo hablamos del personaje y decidimos que sería un exsoldado que ha encontrado un hueco trabajando como sabueso. Consigue la información, encuentra a sus presas a través de un número de tarjeta de crédito, las captura, las mete en la parte trasera de su furgoneta y las lleva ante la persona a la que han quitado el dinero. Y aunque Diana no parezca peligrosa, demuestra ser una de sus presas más difíciles".

Jason Bateman está de acuerdo en que Robert Patrick era idóneo para el papel: "Robert es un peso pesado de pies a cabeza. Queríamos que el personaje pareciera real, que comunicara una sensación de amenaza y peligro. Otro actor habría pensado que era una comedia y que a pesar de interpretar al malo de la película, debía provocar unas cuantas carcajadas, pero en el guión no hay nada de eso. Sin embargo, si se interpreta con total seriedad y dadas las situaciones en las que se encuentra, hay carcajadas. Por suerte, Robert lo entendió. Pero lo más importante es que asusta de verdad y es exactamente lo que necesitábamos".

El regreso a Colorado con Diana no es pan comido, todo lo contrario. Además de tener que vérselas con un cazarrecompensas, Sandy descubre que tiene a otros dos perros de presa siguiéndole la pista, Marisol y Julian, unos profesionales que también quieren a Diana. "Cuando encontramos a Genesis Rodriguez para hacer de Marisol y a T.I. para Julian, adaptamos los personajes", dice Seth Gordon. "Con su jefe Paul, interpretado por Jonathan Banks, que les dirige desde su celda en la cárcel, son los enemigos de verdad, gente que no se anda con chiquitas".

"Marisol está loca de atar, y encima es una fría asesina", dice Genesis Rodriguez. "Es la compañera de Julian, forman una pareja muy rara. Se supone que los asesinos controlan sus emociones, pero ellos no paran de discutir por cualquier cosa".

Tip "T.I." Harris añade: "Marisol está convencida de que lleva la voz cantante. Es una mandona, pero el que trabaja soy yo, mientras que ella solo dice tonterías. Aunque ya se sabe, alegra la vista, así que me callo y le sigo la corriente".

Julian y Marisol llegan a casa de Diana cuando Sandy está a punto de llevársela a Denver. Los productores están muy satisfechos con la interpretación de los jóvenes actores: "Genesis y T.I. son dos actores inteligentes", comenta Pamela Abdy. "Trabajan muy bien juntos y aportan algo muy especial a la historia. Son dos malos de otra índole, no tienen nada que ver con el ‘skiptracer’".

Sandy y Diana conocen a una serie de personajes a cual más curioso, pero posiblemente ninguno de la talla de un sociable sureño llamado Big Chuck, encarnado por Eric Stonestreet. Cuando Diana decide ir a tomar una copa al Foxhole, conoce a Big Chuck y la atracción es inmediata y mutua. El actor, ganador de un Emmy por la serie "Modern Family", habla de su personaje: "Big Chuck es un agente inmobiliario que está en el bar cuando entran Diana y Sandy. Quiere pasarlo bien y decide acercarse a Diana a través de Sandy".

"Nos costó encontrar al actor que estuviera a la altura de Diana", explica Seth Gordon. "Debía interesar a Diana tanto físicamente como por la posibilidad de desplumarle. Eric era el único capaz de transmitir la impresión de masculinidad y tranquilidad que buscábamos. Además, sabía que era un actor sensacional desde que le dirigí en un episodio de 'Modern Family'".

"Fue una enorme suerte contar con Eric", añade Jason Bateman. "Melissa y él se llevaron bien inmediatamente, y menos mal porque hay algunos momentos muy íntimos entre los personajes".

Una vez completado el reparto, los cineastas solo podían felicitarse. "Estoy totalmente satisfecho con el reparto", dice Seth Gordon. "Tratándose de una comedia, incluso los papeles más pequeños pueden estropear una escena y desequilibrar toda la película. Nos esforzamos en encontrar actores capaces de ser brillantes en todos los papeles, como CARLOS NAVARRO (Luis) en la gasolinera, BEN FALCONE (Tony) en la recepción del hotel y ELLIE KEMPER (Florence) en el Colonnade. Todos dieron lo mejor de sí mismos durante unos momentos y engrandecieron las escenas".


Recorriendo Estados Unidos: Los decorados y el diseño
El épico viaje de Sandy y Diana transcurre entre Winter Park, Florida, y Denver, Colorado, pero la mayoría del rodaje tuvo lugar en Atlanta, Georgia. "Buscamos localizaciones en varios estados, pero Georgia ofrece paisajes muy diferentes a poca distancia de Atlanta", explica la productora Pamela Abdy. "Encontramos lugares perfectos para todos los Estados por los que pasan, Florida, Carolina del Norte, Wisconsin, Colorado, Kansas, Illinois, Tennessee, Kentucky y, claro está, Georgia. Luego solo hizo falta mandar a un equipo muy reducido para las tomas de los lugares más simbólicos de las ciudades que cruzan".

Seth Gordon añade: "Debía parecer que Sandy y Diana viajaban desde las afueras de Orlando hasta Denver. Shepherd Frankel, el diseñador de producción, hizo un trabajo asombroso localizando paisajes que dan la sensación de un largo viaje".

Shepherd Frankel, que ha trabajado en todas las películas de Seth Gordon, reconoce que el reto no se limitaba a rodar una roadmovie en un solo estado, sino a crear la enorme cantidad de decorados requeridos por la película. "Cuando leí el guión la primera vez, me pareció genial", dice el diseñador. "Luego, cuando empecé a dividirlo, descubrí que recorría diez estados y que había 94 decorados. En ese momento, dudé sinceramente que pudiéramos encontrar diez estados y paisajes tan diferentes en la zona de Atlanta".

"Tratándose de una roadmovie, la clave está en mostrar la topografía y los paisajes", sigue diciendo. "El primer paso fue dibujar un mapa del recorrido y calcular el tiempo que tardarían en llegar de un punto a otro para que fuera realista".

Otra de las dificultades era que los dos protagonistas debían pasar muchas horas en el pequeño coche de Sandy. "Obviamente, cuando se rueda una roadmovie, gran parte de la acción transcurre en la carretera", explica Scott Stuber. "Las plataformas donde se montan los coches permiten rodar a los dos actores a la vez, evitando así capturar sus reacciones por separado. Es la mejor forma de que los diálogos parezcan naturales, pero la desventaja es que ambos están en un vehículo en marcha llevando el cinturón de seguridad, lo que nos les deja mucha libertad de movimientos".

Desde el primer plano, en que Jason Bateman persigue a Melissa McCarthy por el arcén de una carretera nacional en Georgia, queda claro que hay química entre los dos. "Fue increíble verlos juntos por primera vez", recuerda Pamela Abdy. "Siempre imaginas cómo será, pero hasta que no los ves vestidos, iluminados, con las cámaras rodando, no sabes realmente si va a funcionar. Para mí, uno de los momentos de mayor entusiasmo en el proceso es descubrir que hay química entre dos actores".

Para Melissa McCarthy, las mejores escenas son las del coche con Jason Bateman: "Lo pasé realmente bien rodando las escenas en el coche porque me moría de risa con Jason. Es más, estropeé un montón de tomas porque me ponía a reír. Me lo pasé muy bien dando la réplica a Jason".

Jason Bateman está de acuerdo: "Me encantan las escenas en el coche. A mi personaje no le queda más remedio que aguantar las interminables historias de Diana y su absurdo comportamiento. En muchas ocasiones tuve que pellizcarme discretamente para no soltar la carcajada. Funcionaba, pero acabé el rodaje con las piernas llenas de moratones. Además, estaba en un lugar privilegiado para ver a Melissa crear momentos cada vez mejores. Es increíble cómo consigue mantener la frescura y hacer que la siguiente toma sea aún mejor. A medida que descubría mis reacciones, Melissa subía el listón. Es una auténtica ninja de la comedia, por eso es genial trabajar con ella".


Puñetazos y vueltas de campana: Especialistas e improvisación
Sandy y Diana se ven por primera vez en una carretera desierta de Florida, aunque en realidad se rodó a unos cien metros del circuito de carreras Atlanta Motor Speedway, con capacidad para 125.000 espectadores. "Sandy conduce su coche muy pegado al de Diana y esta decide usar una artimaña: frena bruscamente para que choque con ella", explica Melissa McCarthy. "Quiere sacarle dinero y le propone que se olviden del seguro. En ese momento, él le muestra su carné y Diana descubre que es el verdadero Sandy Patterson. Es la primera vez que Diana se encuentra frente a frente con una de sus víctimas. Lo que más me gustó es que se deja llevar por el instinto y le lanza un puñetazo en toda la garganta, como un animal. Acabamos intercambiando golpes junto al coche, como dos niños en el patio del colegio".

"Es una de mis escenas favoritas; la persona a la que ha robado tiene cara, pero en vez de mostrar arrepentimiento, le lanza un puñetazo y actúa como si ella fuese la víctima", explica Seth Gordon, riendo. "En la perversa lógica de Diana, él tiene la culpa. De hecho, siempre que se siente acorralada, se defiende con los puños. Intentamos dar la sensación del clásico enfrentamiento en una película del oeste. Sandy cree que la ha atrapado, pero ¡bam!, Diana le lanza un derechazo y él se cae al suelo".

En varios momentos de la historia, Diana se sirve de los puños para salir de apuros y para ayudar a Sandy en unas cuantas ocasiones. La actriz, que dio sus primeros pasos con la famosa compañía cómica de improvisación The Groundlings, disfruta con los desafíos: "Soy una actriz que usa el cuerpo, me siento más segura así. Me encantó el papel de Diana porque es muy físico. Nunca había estado cinco días seguidos rodando una pelea. He tenido la oportunidad de conducir de forma peligrosa y me habré caído unas 900 veces, creo. Puede le que haya lanzado 792 puñetazos a Jason. Siempre había querido dar un puñetazo en la garganta en una película, y antes del rodaje sugerí que podía hacerlo. Todos estaban de acuerdo".

Seth Gordon no tuvo que convencer a los dos actores para que trabajaran con los especialistas. "Melissa y Jason estaban empeñados en que podían hacerlo todo ellos mismos, no querían usar dobles", recuerda. "En una escena, un coche atropella a Diana. Contratamos a una especialista de parkour para rodarla. Melissa la observó durante el ensayo, se fijó en cómo se dejaba caer rodando del coche y me dijo: ‘Creo que puedo hacerlo sin problemas’. Obviamente, no la dejé, pero estoy convencido de que hablaba en serio, quería intentarlo. Cuando era factible, no usábamos dobles. Desde luego, es mejor para la película porque creo sinceramente que el público nota si lo hace el actor".

Pero Melissa McCarthy y Jason Bateman no fueron los únicos empeñados en catar el peligro, varios de sus compañeros de reparto tampoco usaron dobles. "Doy una patada a la puerta de Diana y golpeo la cabeza de Big Chuck contra su mesa de despacho", comenta, orgullosa, Genesis Rodriguez. "Eric es uno de los hombres más divertidos que conozco, pero me lo puso fácil al comportarse como un maleducado prepotente. Me entraban ganas de golpearle la cabeza una y otra vez. Mi personaje es una asesina desalmada que usa cualquier arma a su disposición".

Eric Stronestreet se ríe cuando dice que su personaje prefiere hacer el amor a luchar. "A Big Chuck le gusta el contacto físico, pero no la violencia", explica. "No me malinterpreten, tiene carácter y puede defenderse en una pelea, pero cuando ve entrar a Diana, se queda embelesado".

La escena en la pista de baile y la siguiente en el motel pertenecen a las diversas incursiones en el manicomio de la película. Seth Gordon recuerda el día que se rodó: "No tenía ni idea de cómo iba a salir porque no habíamos tenido tiempo de ensayar con Eric. Diana entra en el bar y conoce a Big Chuck, que empieza a piropearla. Con un par de copas de más, se lanzan a la pista de baile y montan un número. Cuando sonó el tema "Shake Ya Ass", los dos empezaron a bailar, a pasarlo en grande. La escena se construyó sola, fue mágico".

Melissa McCarthy se quedó impresionada con la interpretación de Eric Stonestreet. "Eric llegó al plato con una idea muy clara del aspecto que debía tener y de la cadencia de sus palabras", recuerda la actriz. "La escena del baile es de locos, y la siguiente en el motel es aún peor. Diana quiere usarle, pero no sale como ella quiere porque es sincero y la hace sentir bien. Me gusta que un personaje agresivo como el mío se desoriente. Por primera vez, Diana no controla la situación".

Seth Gordon permitió que los actores se alejaran de los diálogos escritos: "Hablé con Javier Aguirresarobe, el director de fotografía, para avisarle de que en algunas escenas habría que rodar con dos cámaras para que los dos actores pudieran darse la réplica sin tener que preocuparse de tener que repetirlo después para los contraplanos. Cuando se trabaja con actores cómicos de este nivel, hay que ofrecerles suficiente libertad para la improvisación porque a menudo aparecen auténticas joyas".

Los actores están de acuerdo en que la posibilidad de improvisar crea un entorno mucho más productivo. "Es genial trabajar con Seth porque nos deja probar otras cosas", explica Jon Favreau. "Es importante empezar rodando la escena tal como describe el guión, sobre todo cuando está tan bien escrito como este, pero a veces surgen ideas sobre la marcha y Seth siempre nos anima a ponerlas en práctica. Sabe cómo rodar la improvisación".

"Seth es muy inteligente y extremadamente creativo", añade Melissa McCarthy. "Puede ser muy analítico decidiendo cómo va a rodar una escena, pero también se adapta fácilmente y nunca rehúsa oír una sugerencia. En eso, Seth y Jason comparten el mismo punto de vista. Da igual de quién sea la idea, lo importante es contar con el mejor diálogo o la mejor solución para llegar al momento siguiente de la historia. Creo que no les dejaré en paz hasta que me den otro papel".

Sin embargo, Jason Bateman dice que es necesario controlar la locura de la improvisación: "Melissa y yo nos tomamos muchas libertades con los diálogos. Durante el rodaje intentamos estar muy al tanto del ritmo, y acelerarlo o ralentizarlo dependiendo del momento. Hay que saber cuándo parar en una escena o si se puede añadir otra carcajada".


Un paraíso para los acaparadores: Decorados y vestuario
El diseñador de producción Shepherd Frankel se sirvió del interior de una casa de Atlanta para crear el decorado de la casa de Diana en Florida. "Un decorado como la casa de Diana no es muy habitual", explica el diseñador. "En el guión se describe como el paraíso de los acaparadores, o sea alguien que se pasa la vida recorriendo centros comerciales de lujo. Diana no colecciona cosas viejas y sin valor. Su casa es lo más parecido a una tienda cara. Me divertí mucho buscando objetos que pudieran comprarse en un centro comercial para diseñar un retrato de Diana".

Melissa McCarthy se quedó atónita: "Shepherd hizo un trabajo asombroso. Cuando lo vi por primera vez, di varias vueltas por el decorado; nunca había visto algo tan visualmente alarmante. Era muy divertido y triste a la vez porque Diana posee muchísimas cosas, pero no tiene a nadie con quien compartirlas".

Shepherd Frankel no limitó sus esfuerzos a la casa de Diana. Creó los interiores del piso de Sandy y Trish, y el despacho de Big Chuck, en un plató instalado en un antiguo almacén de los fabricantes de helados Baskin-Robbins, donde también se rodaron escenas clave delante de pantallas verdes.

En el centro de Atlanta, el interior del edificio que antaño albergó los Archivos Municipales se convirtió en la oficina de Denver de Prominence Financial. El edificio es muy conocido en Atlanta ya que no hay ninguna ventana en su monolítica estructura. Parte de la decoración incluye retratos de tamaño natural de los socios de la empresa, entre los que está Jon Favreau en el papel de Harold Cornish.

Shepherd Frankel encargó a un artista de Atlanta que pintara los retratos a partir de una fotografía. Basta con fijarse un poco para descubrir un retrato del productor Scott Stuber. Una vez rodadas las escenas de la oficina de Denver, el diseñador transformó el decorado en la enorme oficina central de Prominence en St. Louis. Los retratos originales se fotografiaron para ampliarlos hasta cuatro veces su tamaño.

Shepherd Frankel ya había trabajado en numerosas ocasiones con el realizador Seth Gordon. "No conozco a otro diseñador de producción que tenga el talento de Shepherd", dice el director. "Su motor consume una clase de gasolina especial, y después de hacer tres películas juntos sigo sin entender cómo puede ser tan rápido y eficiente. Encontrar y crear más de 90 decorados es un auténtico desafío, incluso disponiendo de enormes recursos, y no era nuestro caso, por eso todavía no acabo de creerme que consiguiera tanto con tan poco".

El diseño del vestuario planteaba otro reto. En cualquier roadmovie, la continuidad siempre es complicada. Y si se tiene en cuenta la acción y las peleas que contemplan y en las que participan Sandy y Diana mientras cruzan el país, no sorprenderá a nadie que la diseñadora de vestuario Carol Ramsey y su equipo tuvieran que trabajar muchas horas para conseguir que todo encajara a la perfección.

"Diana luce ocho trajes diferentes, y el principal está compuesto por unos pantalones azules y una blusa a cuadros, y lo lleva durante casi dos tercios de la película", explica la diseñadora. "Buscamos prendas que no aburrieran, pero que también fueran creíbles para el personaje. Toda la ropa de Melissa está cosida a mano e hicimos quince copias del traje principal, que empezó siendo inmaculado para acabar muy sucio".

Carol Ramsey sigue diciendo que su equipo encontró la inspiración en un lugar inesperado: "Durante el desarrollo del vestuario de Diana, hicimos bastantes compras on line en algunas de las peores páginas imaginables de prendas femeninas. Pero nos dieron muchas ideas. Acabamos con una paleta restringida de colores y de dibujos que le quedaban bien a Melissa. Luego seleccionamos ese azul tan especial, diseñamos unos pantalones estrechos y una blusa entallada. Cuando hicimos la primera prueba con Melissa vestida así, Seth y yo nos miramos: sabíamos que era perfecto. Le quedaba de maravilla, y el azul no era tan fuerte como para ocupar toda la pantalla. Lo bauticé 'el look comida campestre en Wisconsin'".

El director estaba encantado con el resultado. "Nos rompimos la cabeza durante un mes buscando el look perfecto para Diana", recuerda. "Melissa nos ayudó mucho con ideas maravillosas basadas en personas que conoció de niña y adolescente. Creció en una granja en el campo de Illinois y es verdad que Diana da la sensación de ser del Medio Oeste. Es un personaje icónico; desde la ropa, pasando por el tremendo peinado, hasta el llamativo maquillaje".

El rodaje acabó después de una larga noche filmando en un paso elevado en el centro de Atlanta. Los actores y los cineastas aprovecharon para reflexionar sobre el viaje que acababan de realizar juntos. "Los personajes de esta película realizan un gran recorrido moral y físico", dice Melissa McCarthy. "Tanto Sandy como Diana cambian en el transcurso de una historia plagada de momentos hilarantes, momentos enternecedores… y de locas persecuciones. Espero que los espectadores se lo pasen tan bien viendo la película como nosotros rodándola".

"POR LA CARA es una historia centrada en un tema y en un concepto relevantes", concluye Jason Bateman. "Es fresca e impredecible, pero también está llena de detalles familiares. Me enorgullezco del esfuerzo y del trabajo que ha significado la película, que me parece divertidísima".