Notas del director
Durante la feria más importante del sector, un puñado de vendedores lucha por sobrevivir sin perder la dignidad. Un vendedor estrella en horas bajas, una avispada azafata que ha ido enterrando todas las ilusiones, un representante de artículos de segunda categoría, el ejecutivo de una multinacional norteamericana al que todo el mundo espera pero nadie conoce, un jefe de ventas que acata con condescendencia las decisiones de sus superiores y un joven comercial hambriento de reconocimiento. Una serie de decisiones morales y mercantiles sacudirá la vida de estos seis personajes, víctimas y verdugos de un mercado implacable.
A PUERTA FRÍA expresión propia del argot que define una venta sin contacto ni cita previa parte por igual de la fascinación y el rechazo que suscita el mundo comercial: la severidad del mercado frente a la épica de la profesión. Por un lado, la venta como expresión del crudo mercantilismo en el que prevalecen los números sobre las personas, en el que la valoración del individuo se ajusta únicamente a los resultados obtenidos. Por otro, el romanticismo inherente al oficio del vendedor. Personajes extraídos de la carretera, de las sala de espera de los despachos, de los grandes almacenes, de las solitarias habitaciones de hotel, de las ferias y exposiciones
No son ejecutivos, son vendedores de a pié, hombres de vida maltrecha, desordenada, indisciplinada, que no sabrían vivir haciendo otra cosa.
A PUERTA FRÍA nace de la celebración de una feria, de la figura de un vendedor en declive en busca de su última oportunidad y de la improbable relación que surge entre él y una joven azafata que podría ser su hija, dos pícaros con un objetivo común. Nace de un hermoso gesto de ella y de la terrible traición de aquél.
Aunque la historia que narra esta película es atemporal algunos temas quizás resuenen hoy con mayor contundencia. Trata de la tiranía del trabajo y del dinero. De la caída de un hombre vacío para el que ya nada tiene sentido y de un mundo que se desmorona. Del cambio generacional, del inexorable paso del tiempo y del pragmatismo de un sistema que se muestra indiferente con aquellos que fueron imprescindibles. Personajes de otro tiempo que en la última vuelta del camino tratan de salvarse sin tener que ensuciarse el alma.
Durante algunos años trabajé como jefe de ventas en el sector que retrata A PUERTA FRÍA, la electrónica de consumo. Objetivos de venta, clientes, ferias, tarifas, pedidos, demostraciones de producto, reservas de hotel, viajes, catálogos, devoluciones, condiciones de pago, rappel, comisiones
era el vocabulario familiar que ahora alimenta esta película. Siempre he sentido fascinación por la figura del comercial, del vendedor de base que recorre tienda a tienda con el catálogo bajo el brazo, con optimismo ilimitado y eterna paciencia. El comercial de verbo procaz, desinhibido, canalla y simpático, que sabe ganarse rápidamente tu confianza.
Premios obtenidos por la película en festivales
Festival de Cine Español de Málaga - Premio Biznaga de Plata Mejor Actor Antonio Dechent y Premio FNAC de la crítica.
Festival CINESPAÑA de Toulouse - Premio Mejor Antor Antonio Dechent y Premio Mejor Guión.
Festival de Cine Inédito de Mérida Premio del Jurado Joven.