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  Aviones  (Planes)
  Dirigida por Klay Hall
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Objetivos de alto vuelo (Los realizadores le dan realidad a AVIONES de Disney)
Klay Hall estaba interesado en la aviación mucho antes de que despegara AVIONES de Disney. Por eso, cuando el productor ejecutivo John Lasseter le preguntó al veterano de Disneytoon Studios si estaría interesado en dirigir un largometraje ambientado en los cielos, no hubo dudas. "Siempre he amado los aeroplanos", dice Hall. "Mi padre estaba en la Armada y su padre también era un piloto. Volaron durante todas sus vidas y me contagiaron ese amor por la aviación a mí".

"Cuando era niño, aquí en California", continúa Hall, "mi padre y yo comprábamos unas hamburguesas y gaseosas e íbamos al aeropuerto local a mirar los aviones despegar y aterrizar. Me sentaba allí y dibujaba mientras él me contaba las características de cada uno. Por eso, cuando surgió este proyecto, realmente logré meterme en ese universo".

AVIONES de Disney, que llegará a los cines a partir del próximo agosto, es una película nueva inspirada en el mundo de CARS, el filme de Disney•Pixar que rugió en los corazones del público por primera vez en 2006. Producida en Disneytoon Studios, en el sur de California, AVIONES cuenta la historia de un fumigador – correctamente llamado Dusty - que está seguro de tener más aptitudes que, simplemente, cuidar de las cosechas.

Hall cuenta: "Creo que la gente realmente podrá identificarse con AVIONES de Disney porque es una gran historia acerca de un perdedor. Tiene mucho sentimiento y un mensaje que todos podemos aplicar: si creemos en nosotros mismos, salimos de nuestra zona de confort y nos sobreponemos a los miedos que nos retienen, nos sorprenderán los resultados. Y eso es, exactamente, lo que le ocurre a Dusty en esta película. Él es un fumigador que jamás ha volado a más de 300 metros de altitud, pero sueña con ser el avión de carreras más veloz del mundo. Él tiene muchos obstáculos que sobrepasar y necesita bucear muy profundo para encontrar el valor de convertirse en algo más de aquello para lo cual ha sido construido".

Convertirse en más de lo que uno está destinado a ser resulta un tema clave en la película. Los realizadores debieron entender cómo están construidos los aviones y cómo operan, antes de ayudar a Dusty a romper su molde predeterminado. La investigación que realizaron también ayudó a asegurarse de que estaban siguiendo la filosofía Lasseter: ser fieles a los materiales. El principio, tal como se aplicó a AVIONES de Disney, requirió que los artistas mantuviesen la estructura física de un avión -su carcasa de acero, su tamaño y su peso- en mente, mientras diseñaban y animaban los personajes. Las alas no podían doblarse, los cuerpos no podían ser estirados o aplastados, y las hélices debían moverse tan reales como las verdaderas. Los realizadores encontraron formas mucho más sutiles de transmitir la acción y la emoción. Pero todo comenzó con una investigación.

"Nos divertimos mucho explorando el mundo de los aviones", dice Hall. "Pudimos experimentar todo tipo de vuelos, en globos aerostáticos, en bombarderos de la Segunda Guerra Mundial y en distintos tipos de jets y aeronaves civiles".

Varios miembros del equipo de producción realizaron excursiones –concurriendo a exhibiciones aéreas, museos, visitando un portaaviones y varios aeropuertos pueblerinos- para empaparse de la atmósfera, reforzar sus conocimientos de los aviones y asegurar la veracidad de la historia. "Yo me sentía como un niño en una tienda de dulces", dice Hall. "Pudimos hablar con pioneros de la aviación y pilotos de combate, veteranos de la Guerra de Corea, pilotos de prueba. Tuvimos acceso especial a los Ángeles Azules y a los Thunderbirds. Ha sido increíble".

Según Hall, AVIONES de Disney está ambientada en algún sitio del Medio Oeste de los Estados Unidos, por lo tanto, los realizadores recorrieron varias zonas del centro de ese país, entre ellas:

Ohio: allí visitaron el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde vieron el histórico bombardero Memphis Belle, el Air Force One de John F. Kennedy y un avión de combate MiG-25 Foxbat. También asistieron a la demostración aérea "Dayton Air Show", donde se reunieron con sobrevivientes de los aviadores de Tuskegee. Además, volaron en un helicóptero Huey de 40 años de antigüedad y conversaron con el Escuadrón de Demostración Aérea de la USAF, conocido como los Thunderbirds.

Dakota del Norte: varios miembros del equipo de producción visitaron el Museo del Aire Fargo, y vieron allí un F4U Corsair restaurado. Allí conversaron con un ex piloto de la Marina de EE.UU. que voló un TBM Avenger torpedo bombardero entre 1944-1945. La experiencia resultó valiosa en el desarrollo de Skipper, el experimentado veterano de la Marina que ayuda a entrenar a Dusty.

Minnesota: los cineastas fueron a nueve aeropuertos regionales y pistas aéreas, entre ellos el aeropuerto Leaders Clear Lake, un pequeño aeródromo rodeado de maizales que alberga una serie de aviones fumigadores viejos y camiones de combustible. La locación fue la referencia perfecta para el contexto rural de Propwash Junction y sus edificios degradados. "Hallamos allí un viejo camión de combustible escondido en unos pastizales junto a un campo de maíz, que fue de mucha inspiración para crear nuestro camión de combustible, Chug", comenta Hall.

Los miembros del equipo de producción también visitaron el USS Carl Vinson. El portaaviones clase Nimitz, que cuenta con una rica historia que se remonta a su lanzamiento en 1980, demostró ser una referencia para la escena de la película que transcurre en un buque de ese estilo. La productora Traci Balthazor-Flynn se unió a Hall y otros miembros del equipo en la observación de prácticas de tiro, además de un buen número de despegues, incluyendo un Hornet, helicópteros y aviones de carga C-2. "El aterrizajes en el portaaviones y el traslado hasta el puerto se ubicó entre las diez mejores cosas que he hecho en mi vida", afirma Balthazor-Flynn. "Fue fantástico hablar con la tripulación; incluso repasamos algunos diálogos del filme a los oficiales".


¿Puede volar?
Hacer que AVIONES de Disney realmente levantara vuelo artístico requirió una especial combinación de investigación, colaboración y trabajo duro. "Muy pronto descubrimos que, con los neumáticos sobre el terreno, los personajes parecían reales", afirma Hall. "Pero una vez que despegaban, lo que significaba usar un espacio tridimensional, todo resultaba mucho más difícil. Al comienzo, los personajes parecían juguetes".

Los realizadores convocaron a Jason McKinley como especialista de vuelo para el filme. McKinley, creador, productor y director de la serie "Ases de combate", de History Channel, se especializa en el diseño de los efectos de vuelo para cine y TV. "Con cada escena de vuelo, hay un cielo gigante", afirma McKinley. "Estás volando a entre 500 y 600 kilómetros por hora y el espacio allí es enorme. Queríamos conseguir esa gran sensación de espacio y velocidad para el público".

La primera estrategia de McKinley fue similar al postulado de Lasseter acerca de la fidelidad a los materiales: tamaño real, velocidad real. "Los aviones tienen que ser de un tamaño real, el set debe ser de tamaño real y el avión debe volar a la velocidad que realmente puede hacerlo. El ojo humano está muy en sintonía con el movimiento; todos hemos visto un pájaro volar o lanzado una bola. Hemos construido en nuestro cerebro una colección de movimientos y de cómo se supone que los movimientos lucen. Si te desvías de las leyes de la física por un segundo, todo el mundo dirá que no se ve bien".

Incluso antes de unirse al equipo responsable de AVIONES de Disney, McKinley realizó una amplia investigación para entender las capacidades básicas de los aviones: máximo viraje, máxima velocidad de balanceo, velocidad máxima total. Él aplicó sus conocimientos a casi 800 tomas de vuelo en la película, pero su secuencia favorita es la entrada de Dusty en el mundo de las carreras, cuando compite en las pruebas de tiempo de la carrera "Rally Alas Por el Mundo de Norteamérica". "Ese es el momento en el que él cambia", dice McKinley. "Pasa de ser un fumigador a convertirse en un legítimo corredor aéreo. Queríamos que ese fuera un gran momento y la versión final se convirtió en una secuencia de 50-60 fotogramas".

Quien también ayudó a asegurar la autenticidad del vuelo fue Sean Bautista, quien se convirtió en un piloto licenciado en la escuela secundaria, voló una variedad de aviones –desde Cessnas y Pipers a F4, F16 y Boeing 747 comerciales- y registró varios miles de horas de vuelo durante su carrera. "Pude responder preguntas técnicas, por ejemplo: ‘¿Cómo se elevan los caballos de fuerza en un fumigador PT6 potencia turbo?’".

Bautista le mostró al equipo de producción la forma de impulsar la competitividad de Dusty mediante maniobras especializadas que él podía dominar antes de entrar en el circuito de carreras. También prestó su conocimiento de vuelo a la producción cuando llegó el momento de decidir la apariencia de varias aeronaves y de los vuelos en sí. Además, ayudó a darle autenticidad a algunos de los diálogos. "Íbamos a almorzar y ellos encendían la grabadora; me pedían que hablara como un piloto militar o un controlador de tráfico aéreo. Estos chicos no hablan en una jerga habitual; es una especie de taquigrafía difícil de entender. Pero incorporar cosas reales hacía que la película se viera más real".

Los realizadores optaron por grabar aviones reales para reforzar la validez de las escenas de vuelo. "Grabamos fumigadores para Dusty, algunos viejos biplanos, un avión bimotor y hasta un F-18 de la marina de guerra", cuenta McKinley, quien agrega que ver a los aviones acercarse a más de 300 kilómetros por hora durante el proceso de rodaje fue una experiencia estimulante.


Altas expectativas
A medida que los cineastas exploraban aviones reales, hallaban que muchos de los detalles que habían recogido, en realidad, los ayudaban a impulsar la historia. Dado que los aviones fumigadores no necesitan volar por encima de 300 metros de altura, los realizadores teorizaron que, a pesar de soñar con convertirse en un famoso corredor de carreras aéreas, Dusty podía llegar a dudar acerca de hacer o no lo necesario para lograrlo", afirma Hall. "Por eso tenía sentido que tuviera miedo a las alturas".

El miedo a las alturas de Dusty llevó a los realizadores a buscar la orientación de un especialista en fobias, para asegurarse de que estuviesen caracterizando el miedo de la forma correcta. "Sabíamos que, si lo capturábamos bien, conectaríamos mucho más con esa persona entre el público que está lidiando con sus propios miedos; ya sea a las alturas, o a algo completamente distinto", relata Hall.

"El personaje de Dusty y su condición son de fácil identificación porque todos tenemos miedos –algunos más que otros- y todos hemos vivido dificultades que no pudimos superar fácilmente", afirma John Tsilimparis. El psicoterapeuta, quien trató a personas con desórdenes de ansiedad durante dos décadas, explica que la acrofobia (miedo a las alturas) está "marcada con síntomas de mareos, sudoración, náuseas, sequedad de boca, temblores, palpitaciones, dificultad para respirar y la incapacidad para hablar o pensar con claridad".

"El dilema de Dusty es muy humano y su dolor nos resulta familiar", continúa Tsilimparis. "Sentimos compasión por él y queremos que tenga éxito. También nos gusta defender al más débil".

"Todos hemos sido el perdedor en nuestras propias vidas", agrega Hall. "Todos hemos sido Dusty en algún momento. Es esa familiaridad, junto con la autenticidad para la cual trabajamos tan duro, que hará que el público aliente a este personaje. Y creo que eso es una de las mejores partes de ir al cine".


Datos curiosos

Autenticidad
TODO QUEDA EN FAMILIA – El director, Klay Hall, ha sido un entusiasta de los aviones toda su vida y proviene de una familia de amantes de la aviación. Su padre fue piloto de la Marina y su abuelo también despegó hacia el cielo como piloto.

ESCUCHA ESTO – Para reforzar la autenticidad de las escenas de vuelo, el equipo de producción filmó aeronaves reales, entre ellas algunos fumigadores para crear a Dusty, algunos viejos biplanos, un avión bimotor y un F-18 de la Marina para la escena que protagonizan los aviones de combate Eco y Bravo.

UBÍCALO EN EL MAPA – Los realizadores consultaron a pilotos verdaderos para determinar el recorrido de la carrera "Alas por el Mundo", considerando la necesidad de los aviones de abastecerse de combustible y el atractivo de los lugareños.

ZONA DE CONFORT – Los realizadores utilizaron la magia del cine para resaltar la historia. Por ejemplo, el supervisor estereoscópico, Jason Carter, afirma que los primeros planos de Dusty –el protagonista- fueron estratégicamente colocados un poco más cerca del público que los primeros planos de su adversario, Ripslinger. La idea, cuenta Carter, fue invitar sutilmente a la audiencia a formar parte del círculo íntimo de Dusty, mientras mantenían a Ripslinger a una distancia prudencial.

DEFINAN "MIEDO" – Con la finalidad de garantizar la veracidad de la historia, los realizadores consultaron a un especialista en fobias para abordar correctamente el miedo de Dusty a las alturas. No sólo aprendieron cómo la acrofobia puede manifestarse en las acciones de Dusty –sudoración, mareos- sino, además, recibieron consejos sobre cómo ayudar al fumigador a superar su miedo.

La construcción de los personajes
¿ES UN AVIÓN? – Muchas de las aeronaves de AVIONES de Disney son diseños completamente ficticios y otras fueron inspiradas, en parte, por diferentes modelos:
· Dusty, por ejemplo, fue inspirado en los Air Tractor 502, Cessna y Air Dromader.

Hay dos diseños íntegramente inspirados en aviones reales.
· El experto veterano de la Marina, Skipper, es un avión de combate F4U Corsair, desarrollado en 1938 a pedido de la Marina de los EE.UU. y utilizado por primera vez en la Segunda Guerra Mundial. El Corsair era considerado el más poderoso de los aviones de combate disponibles en el mundo en ese momento, y fue el primer monomotor que superó los 600 kilómetros por hora en vuelo nivelado. Reconocido por sus alas con forma de "W", el pequeño cuerpo del Corsair y su poderoso motor crearon un arma de guerra de gran éxito.
· El Chupacabra, conocido en AVIONES de Disney por su deslumbrante personalidad, lleva el diseño de un Gee Bee, una aeronave que se remonta a los primeros días de las carreras aéreas. Diseñado por Granville Brothers Aircraft a comienzos de la década de 1930, los aviones Bee Gee fueron construidos con un fuselaje en forma de lágrima para reducir la resistencia y permitir giros bruscos sin perder altitud.

CONOCE A CHUG – Los realizadores viajaron al aeropuerto Leaders Clear Lake, en Minnesota, mientras recorrían aeropuertos regionales del centro-oeste de EE.UU. en busca de inspiración para crear Propwash Junction. Escondido en un bosque de árboles perennes, hallaron la inspiración para el encantador pero desvencijado Chug, el entusiasta camión de combustible que no sólo es amigo de Dusty, sino también su mayor fan.

Trocitos de talento
LAZOS FAMILIARES – Mientras que la actriz Teri Hatcher ponía su voz (en la versión en inglés) a Dottie, la pragmática mecánica que mantiene su vigilante mirada siempre puesta en Dusty, su hija Emerson, de 15 años de edad, le prestó la voz a una reportera montacargas en la película.

ESO SUENA TAN FAMILIAR… – John Ratzenberger, quien prestó su voz a algunos de los personajes animados más memorables, aparece en un cameo en AVIONES, de Disney, como un montacargas.

REUNIÓN CUMBRE – En la versión original, en inglés, las estrellas de Top Gun Anthony Edwards y Val Kilmer tienen una reunión de alto vuelo en AVIONES, de Disney, como los aviones de combate Echo y Bravo, respectivamente.