Martin Sauvier tiene diez años y es más conocido como Marty. Un día, entreabre la puerta de la habitación de Antoine Barrant, paciente residente del servicio de geriatría. Este septuagenario, paralizado y medio mudo, pasa la mayor parte de su tiempo buscando en su pasado, del que se ha apropiado el alzheimer. Sin embargo, conserva toda su consciencia y con ella hace partícipes a las genets de sus más íntimos pensamientos y emociones. Del encuentro de estas dos personas nacerá una amistad poco común.