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  El amanecer del Planeta de los Simios  (Dawn of the Planet of the Apes)
  Dirigida por Matt Reeves
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Hubo una época en la que relanzar con éxito la serie del Planeta de los simios convirtiéndola en una nueva franquicia viable parecía imposible. Pero en 2011, El origen del planeta de los simios, junto con la soberana interpretación de Andy Serkis y los innovadores efectos visuales de Weta Digital, lanzó, en efecto, una nueva franquicia. La película fue un éxito mundial, recaudando casi 500 millones de dólares y recibiendo el aplauso de crítica y público. Fue la primera película de acción narrada desde el punto de vista de un animal sensible y protagonizada por éste: un personaje con cualidades humanas y con el que los espectadores establecieron un auténtico vínculo emocional.

El origen era un relato emocionalmente fascinante que los realizadores quisieron llevar más allá en EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS. El origen del planeta de los simios acababa cuando los simios se liberaban de sus captores humanos, precisamente a la vez que el mortífero virus creado por el hombre se extendía por el planeta. César, el benevolente jefe de los simios, los conduce a Muir Woods, un refugio fuera de San Francisco a donde César, entonces un joven chimpancé, fue llevado por su amigo humano, Will, para huir de los límites de la ciudad.

Matt Reeves, director del AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, quería que la continuidad de su película encajase con ese marco temporal. "Lo que vamos a contar acabará llevándonos al Planeta de los simios, y no al Planeta de los humanos y los simios, por lo que todo gira en torno a cómo encaja esta película en esa narración".

En el nuevo argumento, los simios han seguido creando una comunidad en Muir Woods. Más allá del enclave de los simios, una pandemia (la Gripe Simia) ha exterminado a la mayoría de la población humana del planeta. Gradualmente, las luces de la civilización comienzan a atenuarse y a transformarse en inexistentes. A todos los efectos, la humanidad ha perecido.

El productor Dylan Clark observa que "un apocalipsis vírico sacudió a los humanos y, diez años más tarde, su número está gravemente reducido. A los simios, por otra parte, les ha ido bastante bien. César los ha conducido a la libertad y ha construido un nuevo hogar. Los simios han prosperado y los humanos están en decadencia. Ahora están a punto de colisionar".

Con todo, EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS trata de la supervivencia y no de un apocalipsis. "Hay una sensación al principio del relato de que los simios han heredado la Tierra", dice Reeves. "Un pequeño grupo de humanos lucha por recuperarse de la devastación y los simios lo hacen por su supervivencia. Es un mundo de simios y nosotros examinamos si humanos y simios son capaces de encontrar una forma de vivir juntos sin violencia".

Estos acontecimientos giran en torno a César, a quien Andy Serkis dio vida en una interpretación sensacional y aplaudida en El origen del planeta de los simios (2011). En EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, César gobierna una nación de simios, habiendo creado una vida magnífica para ellos en los años siguientes a su liberación. Ahora, una década después, se encuentra lidiando con los retos de mantener su benevolente gobierno y proteger a su compañera y a sus dos hijos ante una renovada interrelación con los humanos.

Según Serkis, los retos que definieron a César en la película anterior han evolucionado: "Él sigue desarrollando su ‘simio interior’; esta vez, fortaleciendo a este grupo de orangutanes, chimpancés y gorilas –de 2.000 miembros– a la vez que siendo un jefe abierto y empático".

"César es el simio alfa", prosigue Serkis. "Es un jefe natural. Los otros simios lo respetan porque tiene un sentido innato de la justicia, valora sus opiniones y los hace participar en el proceso de toma de decisiones. Sus decisiones son inapelables pero también confía mucho en el asesoramiento de sus más allegados, de su consejo".

Al mismo tiempo, César tiene sentimientos encontrados sobre la humanidad por la forma como vino al mundo y fue criado entre humanos. Era un extraño entre éstos, por más que hubiera aprendido los sistemas de creencias y pensamiento humanos del personaje de Will, su padre en El origen del planeta de los simios. Es una criatura que está pasando por las humanísimas experiencias de verse rechazado y hallar a su pueblo.

Como líder, padre y compañero de su hembra, César proporciona abundante terreno para que Serkis lo explore como actor. "Ahora César es padre: tiene una compañera, un hijo joven y otro recién nacido", observa el actor. "Es responsable de la supervivencia de una comunidad. Por otra parte, guarda empatía hacia los humanos y todavía, en su interior, siente la necesidad de poder comunicarse con ellos".

En EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, el principal contacto humano de César es Malcolm, encarnado por Jason Clarke. Malcolm es un antiguo arquitecto que perdió a su esposa víctima del virus que exterminó a la mayor parte de la humanidad. Abandonado a sus propios medios para criar a su hijo adolescente, Malcolm trata desesperadamente de conservar la esperanza y la estabilidad que él y Alexander han encontrado dentro de una pequeña colonia de supervivientes de su especie en San Francisco.

"Malcolm es una especie de reflejo de César, alguien que trata de reconstruir su comunidad entre las ruinas de un mundo que ha desaparecido para siempre", afirma Reeves. "Hay mucha desconfianza entre ambas partes, que no dejan de echarse mutuamente la culpa", añade Clarke. "Desde el punto de vista de los humanos, la forma como la humanidad ha sufrido por culpa del virus causa una enorme ira. Los humanos culpan –erróneamente– a los simios de haber creado el virus, aunque en realidad fueron ellos quienes lo hicieron en un laboratorio diez años atrás".

César y Malcolm tienen que elegir, tomar decisiones y alcanzar compromisos que no todos respetan. Uno y otro son padres y no sólo deben protegerse a sí mismos sino también a sus nacientes sociedades.

A este respecto, la película es la historia de dos familias: una humana y otra simia.

Aunque Malcolm sea una figura fundamental de la colonia humana, su jefe es Dreyfus, interpretado por Gary Oldman. Antes del colapso de la sociedad, Dreyfus era un policía profesional. Ahora, ha adoptado el papel de jefe de la colonia humana que sobrevive entre las ruinas del centro de San Francisco, una figura de autoridad que no sólo pretende salvar sino también reconstruir lo que queda de la humanidad una década después de que la Gripe Simia destruyera la infraestructura dirigida por los humanos. Oldman describe la colonia como un "crisol de supervivientes. El virus simplemente ha aniquilado a millones y millones de personas. No somos más que los pocos afortunados que estaban genéticamente predispuestos a ser inmunes. Nos hemos unido como comunidad y tratamos de sobrevivir y restablecer nuestro mundo".

Ellie, una enfermera que fue empleada por el Centro de Control de Enfermedades en sus fallidos esfuerzos para contener la propagación del virus, se afana por reconstruir su vida. Ellie ha logrado alcanzar una cierta seguridad entre sus congéneres supervivientes de San Francisco, incluido Malcolm, con el que mantiene una relación que va viento en popa. "Ellie es fuerte y tenaz porque tiene que serlo para sobrevivir en este mundo", dice Keri Russell, que da vida a Ellie. "Es un lugar despiadado que siempre está al borde del pánico ya que todos empiezan a darse cuenta de que esta pequeña sociedad que han construido está cerca de venirse abajo. Es una mujer fuerte y eso es precisamente lo que Malcolm necesita".

La relación entre Ellie y Malcolm repercute sobre el hijo adolescente de este último, Alexander (Kodi Smit-McPhee). La madre de Alexander –una de las innumerables víctimas de la Gripe Simia– ha fallecido. Alexander ha crecido en este mundo arrasado y guarda pocos recuerdos de cómo era la vida normal. Su realidad es una lucha diaria para existir y sobrevivir, junto a su padre y los demás humanos, entre las ruinas de la civilización.

Smit-McPhee asegura que la película es un relato de supervivencia, además de girar "en torno a la confianza y el amor entre Malcolm y Alexander". Aunque Alexander y todos los humanos están bajo constante amenaza, Smit-McPhee observa que "ése es el único mundo que Alexander ha conocido y, por tanto, todo a lo que está acostumbrado. Sea como sea, ello le ha dado la fortaleza necesaria para sobrevivir".

Un formidable adversario de los humanos es Koba, interpretado por Toby Kebbell. Koba, el bonobo de ojos blanquecinos y rostro con cicatrices que conocimos en El origen del planeta de los simios, ha pasado gran parte de su juventud encerrado en laboratorios, donde fue sometido a experimentos en nombre de la ciencia. En la década siguiente a la liberación de los simios, Koba ha evolucionado convirtiéndose en un guerrero entrecano que alberga un fuerte odio hacia la raza humana, convencido de que el único humano bueno es un humano muerto.

Kebbell, que recientemente consiguió el papel del emblemático malo Victor Von Doom en The Fantastic Four, afirma que la relación entre Koba y César es la que hay entre "un hijo y su padre, o si acaso, entre un hermano joven y otro mayor. César ejerce decididamente el control y a Koba eso parece satisfacerle".

Un personaje simio mucho más tierno es Cornelia, la joven chimpancé que en El origen del planeta de los simios estaba encerrada en el Centro para Primates de San Bruno, y que en esta película es interpretada por Judy Greer. Diez años después del alzamiento de César contra la humanidad, ha florecido la relación que entonces era incipiente. Cornelia es ahora la esposa de César, la reina y la madre de sus dos hijos: un macho adolescente impaciente y en ocasiones rebelde, llamado Ojos Azules –interpretado por Nick Thurston–, y un bebé recién nacido.

Cuando se estrenó El origen del planeta de los simios, los incondicionales de la serie se dieron cuenta inmediatamente de que el nombre de Cornelia era un homenaje a Cornelius, el principal personaje simio de la película de 1968, al que dio vida Roddy McDowall. Debido a su romántica relación con César, su nombre es también una referencia histórica a Cornelia Cinna, la primera esposa del general y estadista romano, Julio César.

Otro simio que nos presentaron en la última película, Rocket, interpretado por Terry Notary, es un experto combatiente y uno de los aliados más fieles de César. Al igual que en El origen del planeta de los simios, Notary también fue el instructor de movimientos simios y el coreógrafo de las escenas peligrosas.

También regresa Karin Konoval en el papel de Maurice, un antiguo orangután de circo que fue obligado a actuar para entretener a sus captores humanos. Convertido ahora en un sabio anciano, Maurice es el leal consejero y asesor de César, además de encargado de la educación de la juventud de su reino de simios.


Rodaje en 3D nativo
El director Matt Reeves, que creó una intensa e inesperada sensación de realismo en su thriller de 2008, Monstruoso, explica que "mi esperanza es que el público –aun siendo sabedor de los efectos visuales– diga: ‘Aguarda un momento. Pero, ¿no había en la película auténticos simios vivos?’"

"Es una idea que me entusiasma porque crea realidad emocional. Si uno cree que estos simios son reales y expresan emociones, entonces se involucra cada vez más. Creo que ése es uno de los milagros de lo que Weta ha conseguido".

El productor Dylan Clark, añade: "Todo ello se remonta al concepto de Matt. Lo que le gustó del Origen del planeta de los simios era ver a los simios lidiar con problemas y aplicar su inteligencia a situaciones que son verdaderos retos. Queríamos realmente captar a los simios en el entorno que César ha creado para ellos".

Reeves afirma que, en última instancia, EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS no pretende ser una fantasía. "Lo que es importante es hallar la realidad, tomar el único elemento fantástico y convertirlo en el único en absoluto. En esta película, ese elemento consiste en que hay simios inteligentes. Todo lo demás es completamente real".

Este realismo se ve mejorado aún más por la capacidad de la producción de rodar en exteriores. Más del 85% del AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS fue rodado en los bosques de Vancouver y en las afueras de Nueva Orleáns. Serkis lo define como un "enorme salto técnico que posibilita que no haya desconexión con los demás actores".

Rodar una película de semejante magnitud y escala en 3D nativo, junto con el complejo trabajo de interpretación digital en medio de unos exteriores sensacionales aunque dificultosos, era exponencialmente más difícil que lo que se había logrado en El origen del planeta de los simios. Esta última contenía principalmente decorados interiores, pero EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS describe una comunidad de 2.000 simios que viven en un entorno salvaje; en ambientes húmedos propios de un bosque pluvial.

"Todo cuanto nos rodeaba, y cualquier lugar donde rodamos, suponía un reto para la interpretación digital", prosigue Serkis. "Nadie ha intentado jamás esa combinación de rodaje en 3D nativo con un exterior práctico; al menos, no en esta medida. Lo que era realmente emocionante era tomar la estética de unos simios fotográficamente realistas y, a continuación, poner a esos personajes en situaciones naturales. Es importante no dejar de pensar en lo que es correcto para el relato, por lo que mi primer pensamiento sobre el trabajo no se refería forzosamente al 3D; sino que era: ‘¿De qué trata este momento?’".

La yuxtaposición de la belleza de la Madre Naturaleza y la alta tecnología de Hollywood resultó llamativa. Jason Clarke nos cuenta cómo es adentrarse en un decorado situado en medio del exuberante bosque pluvial de Columbia Británica: "Es sencillamente asombroso: bosques primitivos, cámaras de 3D, cámaras de captura de movimientos, cables por todas partes, máquinas fumígenas, máquinas de niebla, lluvia y barro, un equipo técnico de cientos de miembros y, luego, 50 actores interpretando simios que recorren el bosque. Yo siempre prefiero rodar en exteriores antes que en un estudio de sonido, porque aporta mucho realismo al proyecto. Esto vale para los actores que encarnan a los personaje humanos y también para los ‘actores de simios’. Éstos no se limitan a estar sentados en grupo. Tienen que interactuar con personas, con el bosque, con el barro y con todo lo demás; con las rocas, las piedras y la lluvia".

Keri Russell observa: "Estábamos verdaderamente aislados de la civilización. En el lugar de rodaje todo era silencioso y bello pero, al mismo tiempo, nosotros éramos una enorme producción. Me resultaba increíble que lograran colocar las gigantescas cámaras de 3D y llevar a cabo esta épica operación de realización cinematográfica en los pequeños senderos del bosque pluvial".

Para la interpretación digital, Weta Digital disponía de 35 personas en cada unidad, un despliegue de unas 50 cámaras de captura de movimientos y ocho cámaras testigo que estaban rodando constantemente cualquier cosa en la que participara un personaje simio.

Joe Letteri, supervisor jefe de efectos visuales, comenta que esta innovadora tecnología debe estar siempre al servicio del argumento y las interpretaciones. "Poder grabar en el mismo sitio de rodaje la interpretación digital y trabajar con todos los demás actores supone disponer de una interpretación más coherente", explica. "Todos están juntos en el momento. Y eso es realmente lo que estamos tratando de lograr con la nueva tecnología que desarrollamos".

La magia de los efectos visuales y las maravillas del diseño siempre estuvieron al servicio del relato. El diseñador de producción James Chinlund abrazó el concepto de Reeves del nuevo mundo de los simios. "Es un mundo que ha sido recuperado por la naturaleza", afirma. "Investigamos mucho sobre la forma como la naturaleza recobraría la Tierra, así como sobre los primeros pasos de la evolución de una sociedad primitiva".

Chinlund añade: "Desde el principio, Matt insistió muy explícitamente en que este mundo sería algo más que simplemente postapocalíptico. Ésta es la historia del nacimiento de una civilización. Creo que es una especie de vuelta a empezar del planeta Tierra. Era emocionante tratar de imaginar cómo ocurriría eso y, también, ver a esta nueva sociedad creando su mundo. Me parece que los simios siguen el mismo sendero evolutivo que nosotros recorrimos, encontrando los mismos escollos y tratando de hallar la forma de crear su nuevo mundo. Fue una oportunidad verdaderamente divertida de tratar de pensar como un simio y ayudar a crear esa sociedad".


¡César habla!
EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS también examina la forma como los simios evolucionaron –respetando el canon de la franquicia del Planeta de los simios–, pasando de ser los animales fundamentalmente mudos aunque inteligentes del Origen del planeta de los simios, a convertirse en unos seres civilizados y capaces de expresarse que emergen como la especie dominante de la Tierra.

Reeves explica que "en El origen del planeta de los simios sólo decían unas pocas palabras. Con esta película mostramos a los simios en el amanecer de su sociedad, aprendiendo realmente a hablar. Inevitablemente, la generación más joven dominará el lenguaje mejor que sus padres, lo que nos conduce a una imagen muy complicada de la jerarquía cultural de los simios. Ésta es la sociedad de los simios que acaba evolucionando hasta ser lo que vemos en El planeta de los simios de 1968, con gobierno, fuerzas armadas y ciencia organizados".

El coautor del guión del AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, Mark Bomback, dice que uno de los mayores desafíos del guión era recoger cómo se comunican los simios entre sí y cuánto pueden expresar verbalmente. "Al final del Origen del planeta de los simios, resulta espeluznante el momento en que César pronuncia una frase entera. En esta película examinamos cuánto más han adelantado los simios en sus habilidades lingüísticas. Pasamos muchos apuros porque siempre existe la tentación de dar a los simios hoja tras hoja de diálogo. Pero nos enfrentábamos a un enorme problema de verosimilitud, consistente en que sólo habían pasado diez años desde los sucesos de la película anterior y si César sólo puede pronunciar una frase en esa película, ¿qué capacidad de habla tendría realmente en ésta?

"La segunda cuestión", prosigue Bomback, "era por qué necesitaban efectivamente hablar. Los simios eran perfectamente capaces de comunicarse entre sí mediante un lenguaje de signos, así que ¿por qué querrían o necesitarían hablar como los humanos? Por extensión, ¿en qué momento resulta el lenguaje de signos emocionalmente inadecuado, de forma que los simios tengan que hablar?".

Añade Matt Reeves: "Lo importante para mí era que el relato y sus elementos, como el lenguaje, no dieran, en cierta medida, un salto demasiado grande desde el estado en que se hallaban las cosas en El origen del planeta de los simios; cuando Andy dice ‘¡NO!’ en El origen, me pareció tan asombroso que me dejó anonadado".

Los mismos experimentos que llevaron a César y a su comunidad a huir siguen haciéndoles más inteligentes, lo que conduce a nuevas formas de expresión verbal. "En esta ocasión hay una evolución lingüística", explica Serkis. "Trabajamos con gran detalle en lo relativo a la creación de ese nivel de sofisticación, oponiéndolo al ‘hallazgo’ del lenguaje. César se comunica mediante el lenguaje de signos que le enseñaron, que se ha convertido en una forma unificadora de hablar con los demás simios. Al mismo tiempo, verbaliza más".