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  The east  Dirigida por Zal Batmanglij
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THE EAST está protagonizada por Brit Marling (OTRA TIERRA, SOUND OF MY VOICE), Alexander Skarsgård ("True Blood"), Ellen Page (JUNO, ORIGEN), Toby Kebbell (IRA DE TITANES, CABALLO DE BATALLA), Shiloh Fernandez (CAPERUCITA ROJA, DEADGIRL), Julia Ormond ("Mad Men", EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON) y Patricia Clarkson (CON DERECHO A ROCE, VÍAS CRUZADAS).

La película está dirigida por Zal Batmanglij (SOUND OF MY VOICE) y escrita por Batmanglij y Marling. Los productores son Ridley Scott (PROMETHEUS, AMERICAN GANSTER), Michael Costigan (PROMETHEUS, BROKEBACK MOUNTAIN), Jocelyn Hayes-Simpson (LOLA VERSUS, I’M NOT THERE) y Brit Marling, siendo Tony Scott (IMPARABLE, EL FUEGO DE LA VENGANZA) productor ejecutivo. El equipo creativo está formado por: el director de fotografía Roman Vasyanov (SIN TREGUA), el diseñador de producción Alex DiGerlando (BESTIAS DEL SUR SALVAJE), los montadores Andrew Weisblum, A.C.E. (MOONRISE KINGDOM, CISNE NEGRO) y Bill Pankow, A.C.E. (LA DALIA NEGRA), el coproductor Jonathan McCoy y la diseñadora de vestuario Jenny Gering (SIN LÍMITES), además de Harry Gregson-Williams (ARGO) que ha compuesto los temas musicales y Halli Cauthery (IMPARABLE), autor de la música.


Sobre la producción
En 2009, los aspirantes a realizadores Brit Marling y Zal Batmanglij, que se conocían desde que eran estudiantes en la Universidad de Georgetown, estaban asentados en Los Ángeles cuando decidieron emprender una singular aventura. Ambos, tras haber creado el sorprendente éxito del Festival de Cine de Sundance SOUND OF MY VOICE, querían que su siguiente proyecto girara en torno a estilos de vida alternativos.

"Habíamos leído sobre el ‘Día sin compras’ y lo habíamos intentado; había algo liberador en no comprar nada durante un día. Entonces pensamos que podíamos intentar hacer un verano sin compras. Habíamos oído hablar del movimiento freegano: gente que pretende vivir de una forma más sencilla y aboga por la vida en comunidad. Queríamos saber qué era eso de primera mano", señala Marling

Se tomaron la idea como un llamamiento a la acción, y, por tanto, Batmanglij y Marling se pusieron en marcha, con su mochila y su saco de dormir, dispuestos a pasar un verano viviendo fuera del sistema. Al igual que Sarah, la protagonista de su nueva película, THE EAST, Batmanglij y Marling se colaron en trenes, recalaron en campamentos y edificios abandonados, habitados por otros grupos de jóvenes nómadas, y se familiarizaron con esa creciente subcultura que desafía los convencionalismos de la sociedad actual.

"Encontramos colectivos anarquistas y freeganos a lo largo de todo el país y vivimos con algunos de ellos durante un tiempo", dice Marling. "Llegamos a conocer a gente que tenía ideas muy interesantes sobre cómo vivir la vida: aprendiendo a producir tus propios alimentos, a arreglar tu propio coche, a defenderte tú mismo, a vivir en pequeñas comunidades, compartiendo las cosas entre todos, enseñándonos unos a otros cómo volver a ser seres completamente autónomos. En aquel momento no pensábamos que saldría una película de esa experiencia. Simplemente estábamos viviendo nuestra vida, y la historia fue tomando forma poco a poco".

A lo largo de varios meses, Batmanglij y Marling vivieron y viajaron con extraños que compartían con ellos su desafección hacia la actual cultura del consumismo. "La gente que conocimos era verdaderamente formidable, cálida y acogedora, pero también muy dura", señala Batmanglij. "Comíamos tres comidas veganas al día procedentes de lo que escarbábamos en los contenedores de basura. Al principio, yo pensaba, ¿De verdad voy a ser capaz de comerme esto? Pero con el transcurso del tiempo lo logré".

"Pasar semanas sin gastar ni un dólar es un sensación increíble", afirma el director. "Todo el mundo debería intentarlo. No vimos ninguna película. No escuchamos nada de música grabada. Todo sucedía de una forma natural dentro del grupo. El juego de la botella que aparece en la película está basado en una experiencia que tuvimos. Era lo que hacíamos los jueves por la noche para entretenernos".

Había aspectos de la vida errante a los que costaba tiempo acostumbrarse, admite Marling. "Al principio, me repugnaban un poco cosas como meterme en un contenedor para buscar comida. Pero, al igual que Sarah, descubrimos que había alimentos que se tiraban a la basura porque su fecha de caducidad había pasado, aunque realmente no había nada de malo en ellos. Muchos de los ‘residuos’ que nuestra sociedad desecha constituyen realmente un botín. En una habitación dormimos 20 personas en sacos de dormir tirados sobre el suelo. No había duchas, pero al cabo de un tiempo te das cuenta de que tu pelo empieza a autolimpiarse".

"Tuvimos experiencias increíbles", prosigue Marling. "Una noche, nos subimos todos a la bici y fuimos hasta el centro para jugar a ‘Atrapa la bandera’ por toda la ciudad; saltamos por encima de los coches estacionados, atravesamos restaurantes, escalamos garajes. Luego, todo el mundo se quitó la ropa y se metió en una fuente bajo una lluvia torrencial. Era una manera distinta de ver el mundo; todo es un espacio público que está esperando a ser recuperado, reinventado".

Marling recuerda que una mañana, muy temprano, se despertó sobre el tejado de un edificio rodeada de otros viajeros que dormían en sus sacos. "Al otro lado, en un rascacielos había un tipo trajeado en su oficina hablando por teléfono. Yo estaba enrollando mi saco de dormir sobre la azotea contigua y capté su atención. Nos quedamos mirándonos fijamente el uno al otro. Solo había algo más de 1.800 metros entre ambos edificios, pero la diferencia en nuestra forma de vivir nuestras respectivas vidas era tan grande. Sarah, nuestro personaje principal, vive entre dos mundos e intenta llenar el vacío entre ambos".

Al final del verano, Marling y Batmanglij regresaron a su vida en Los Ángeles, donde se sometieron a un régimen de descompresión paulatina de las semanas vividas en la carretera. "Fue uno de los mejores veranos de mi vida", dice Batmanglij. "Cuando volvimos, fue como si despertáramos de un sueño en el que habíamos vivido hasta entonces. Pero descubrimos que lo que para nosotros antes era una vida normal ahora nos parecía extraño. Darle la vuelta a tu vida de esa manera es una experiencia absolutamente transformadora".

Marling y Batmanglij comenzaron a trasladar sus experiencias al guion que posteriormente se convertiría en THE EAST, la historia de Sarah Moss, una profesional del espionaje corporativo que se infiltra en un grupo anarquista con el fin de destruirlo, pero que de repente se empieza a cuestionar las entidades que en un principio la llevaron hasta ahí. Y mientras escribían el guion, Marling y Batmanglij se dieron cuenta de que el mundo real estaba empezando precisamente a reflejar las ideas que ellos estaban articulando en su historia.

"Cuando terminamos el primer borrador de guion, muchas cosas habían pasado en el país", dice Batmanglij. "Cuando ocurrió el vertido en el Golfo, nosotros ya habíamos incorporado un vertido de petróleo en nuestra historia. Luego se desplomó la economía y el país entró en recesión. La animadversión hacia las grandes corporaciones y la industria financiera fue en aumento. Empezó el fenómeno de la Primavera Árabe. La gente empezó a decir que el guion era enormemente oportuno. Después, cuando iniciamos la preproducción, estalló el movimiento Occupy Wall Street".

Batmanglij y Marling habían acertado a identificar una creciente ola de descontento social. "THE EAST nació de nuestra frustración personal con el consumismo rampante y de todas las contradicciones que genera el modo de vida de la sociedad contemporánea", señala Batmanglij. "Pero había muchas personas ahí fuera que seguían las reglas, iban a la Universidad, estudiaban Económicas y esperaban poder encontrar un trabajo en el ámbito financiero. Todo lo que esas personas creían que era algo extraordinariamente sólido se había evaporado de repente. Nosotros, como muchos otros jóvenes, pensábamos, ¿Aquí es a donde nos conduce la vida moderna? THE EAST inquiere qué otras alternativas hay".

A principios de 2011, Marling y Batmanglij obtuvieron el premio gordo del cine independiente cuando su primera película, SOUND OF MY VOICE, se estrenó en el Festival de Cine de Sundance, generando un inmediato entusiasmo. Tanto la película como sus creadores atrajeron el interés de consolidados miembros del establisment hollywoodense, entre ellos, Michael Costigan, de Scott Free Productions. A Costigan, cuyo currículo abarca desde megaproducciones de gran presupuesto como PROMETHEUS hasta el más aclamado y modesto cine de autor, como CYRUS, STOKER y BROKEBACK MOUNTAIN, le causaron una gran impresión estos prometedores realizadores e hizo todo lo posible por conocerlos.

"Zal tiene mucha seguridad como director", señala Costigan. "Desde que vi el primer fotograma de SOUND OF MY VOICE, su forma de contar la historia, su buen ojo para la elección de actores, su forma de montar y de iluminar, supe que estaba ante algo extraordinario y realmente original. Les pregunté en qué proyecto estaban trabajando Brit y él. Me dieron el guion de THE EAST y me lo leí esa misma noche".

Marling y Batmanglij habían convertido su aventura de verano en un fascinante thriller de espionaje, con esa clase de pequeños detalles y autenticidad que únicamente puede proporcionar la propia experiencia, impregnando la historia, no obstante, de la misma visión lírica que exhibía su primera película.

"Era muy original, una película de espías que trataba temas importantes pero que también era muy entretenida", afirma el productor. "Me encantó la fundada autenticidad que destilaba la película; era evidente que habían realizado una profunda investigación. Todo ello le daba un carácter muy contemporáneo y audaz. ¿Qué investigaría un espía hoy en día? ¿Qué significa ser anarquista en la actualidad? Decidimos no sentarnos cruzados de brazos y discutir sobre un filme eternamente en desarrollo; era una película que debía llevarse a cabo inmediatamente".

Batmanglij admite que tenía alguna duda acerca de hacer la película en Hollywood. "Tenía pensamientos militantemente paranoicos en el sentido de que estaba vendiendo y traicionando el proyecto", señala. "Sin embargo, Michael Costigan fue un gran apoyo para nosotros. Ama al cine muy profundamente. Cuando leyó THE EAST, lo entendió de una forma que nosotros ni siquiera nos habíamos planteado. Nos ayudó a expresar mejor lo que intentábamos decir".

Costigan ofreció a su colega Jocelyn Hayes-Simpson, cuya impresionante filmografía en el ámbito indie incluye títulos como HISTORIA DE UN CRIMEN y I’M NOT THERE, a unirse al equipo de producción, y Hayes-Simpson se incorporó con entusiasmo. "El guion tiene todo lo que a mí me interesa", señala la productora. "No se adoctrina sobre un punto de vista concreto. Las ideas políticas que se infieren del material se exploran con imparcialidad".

"También me gustó el hecho de contar con una protagonista femenina que es una espía", añade. "Y Zal posee un gran magnetismo personal. Su visión de la película era extraordinariamente potente. Yo no podía quedarme fuera del proyecto".

Batmanglij describe la estructura de THE EAST como una soga trenzada, formada por una terna de diferentes cuerdas. "Hemos entrelazado tres tipos de géneros distintos", aclara. "Es un thriller de espionaje con elementos de historia de amor. Luego está la historia de maduración personal, cuando Sarah descubre otras posibilidades vitales e intenta determinar lo que es correcto y lo que no. Nosotros vamos ajustando constantemente esas cuerdas tan distintas, entrelazándolas, para, al final, llegar a formar un nudo muy sólido".

La combinación de géneros da lugar a un potente contraste que refuerza el impacto de la película, según Marling. "Hemos optado por contar una historia de amor dentro de una historia de espionaje. La película es muy entretenida, sugerente y llena de giros dramáticos, pero también se contrapone con un telón de fondo tremendamente provocador e identificativo de la época que estamos viviendo. El filme, definitivamente, hace muchas y muy buenas preguntas".

Batmanglij dice que espera que en el futuro haya más gente que utilice tácticas similares a las que emplean los activistas de THE EAST para transmitir su mensaje. "Cuando los Papeles del Pentágono salieron a la luz, al New York Times le llevó meses publicarlos. Todo lo que WikiLeaks tiene que hacer es editar su información a través de un vídeo en YouTube y ya se convierte en viral, alcanzando a millones de personas. Un "garganta profunda" moderno simplemente graba algo en vídeo y lo sube a la Red".

Los realizadores dicen que THE EAST no es una película "temática" o "política". "Es sobre todo un thriller de espionaje, así como una aventura que inevitablemente conduce a sus personajes hasta un complicado terreno dramático", señala Batmanglij. "Sí", coincide Marling. "¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para vengar la muerte de tu hermana por culpa de una gran empresa? Si tu padre hubiera hecho daño a gente que ni siquiera conocía, ¿serías capaz de reconocer su responsabilidad? Si tu obsesión es atenerte literalmente a la ley, ¿qué podrías llegar a hacer para proteger al hombre que amas si su energía vital es la anarquía?"

"Yo creo que Zal y Brit han descubierto una forma de contar historias realmente importantes a través del cine de género, y cuando combinas ambas cosas, el resultado es muy potente", afirma Costigan.

Y a esto es a lo que se enfrenta Sarah. "¿En qué cree ella?", pregunta Batmanglij. "¿Qué está dispuesta a hacer al respecto? ¿Es malo lo que hacen los anarquistas, o son unos modernos Robin Hoods? ¿Está Sarah ayudando a cometer delitos a unos terroristas, o está abatiendo a unos paladines de la libertad que únicamente buscan justicia?".


Ellos son The east
Aunque THE EAST era solo la segunda película que dirigía, Zal Batmanglij se encontró al frente de un elenco de reputados actores, tales como las actrices nominadas al Oscar Ellen Page y Patricia Clarkson, la ganadora del Emmy Julia Ormond y el actor de la serie "True Blood" Alexander Skarsgård. Todos se embarcaron en el proyecto, según Michael Costigan, por tener la oportunidad de participar en una película basada en unas ideas en las que creen.

"Confiábamos en la posibilidad de que otra gente pudiera sentir lo mismo que nosotros respecto a esta película", dice Costigan. "Todo el mundo sabía desde el primer momento que no disponíamos de mucho dinero ni de mucho tiempo para hacerla. Pero el alto grado de compromiso ya fue evidente en la primera lectura de mesa. Yo creo que todos estaban alucinados, mirando en torno a la mesa, advirtiendo y sintiendo el impacto que producía todo ese increíble talento junto, incluso en una sala de reuniones de un anónimo hotel del norte de Luisiana".

El personaje protagonista de Sarah fue escrito y concebido teniendo en mente a Marling. "Brit fue siempre el ancla del proyecto", señala Batmanglij. "Trabajar con ella es fantástico, además, Brit marca un tono que el resto de los actores capta enseguida".

Costigan cree que la protagonista de la película tiene madera de estrella. "Cuando ves a Brit en la pantalla, ves a una actriz con una rara mezcla de inteligencia, arraigado sentido del realismo y luminosa presencia escénica", dice Costigan. "Desde el primer momento que la vi en SOUND OF MY VOICE, pensé que era extraordinariamente creíble, que era una actriz y una presencia que te impedía apartar la mirada de la pantalla".

Al principio de la película, Sarah personifica el statu quo, según Batmanglij. "Es una mujer obsesionada con su trabajo y eso le da un significado a su vida". Convencionalmente profesional, la joven Sarah se reconvierte en seguidora del movimiento freegano para conseguir infiltrarse en un grupo de anarquistas que se dedican a ‘sabotear’ a empresas que consideran irresponsables. "Y los activistas lograban un éxito tremendo", dice Marling. "¿Cómo lo conseguían? De una forma muy sofisticada. Sarah se adentra en la organización para dar con la respuesta a esa pregunta".

Infiltrarse en The East es la primera misión encubierta que la agencia Hiller Brood le asigna a Sarah, que hará lo que sea necesario para demostrar su valía e impresionar a su jefa, Sharon. "Sarah es algo así como un pura sangre", dice. "Está extraordinariamente bien adiestrada y preparada para correr la carrera de su vida. Se halla en el cajón de salida y, cuando éste se abre, se lanza a la carrera. Pero las anteojeras que lleva puestas le impiden darse cuenta de que está corriendo en círculo, hasta que encuentra a este grupo de personas que la obligan a ver el mundo y a sí misma de una forma totalmente distinta".

La perspectiva de Sarah comienza a cambiar a medida que ella se va implicando más emocionalmente en sus objetivos. "Al principio, simplemente se infiltra dentro de un grupo de terroristas que están cometiendo acciones ilegales", según Marling. "Es necesario llevarlos ante la justicia. Pero al pasar tiempo con ellos, Sarah, siendo ella misma una persona intrépida y apasionada, empieza a olvidarse de quién es y a identificarse con la radical exigencia de responsabilidades que reivindican los terroristas. Al vivir bajo una falsa identidad es complicado mantenerse fiel a quien eres realmente, y muchísimo menos a lo que crees".

Su cada vez más estrecha relación con Benji, el líder no oficial del grupo, empieza a nublar su juicio. En una primera etapa, Sarah le pregunta si cree que ella no es lo suficientemente fuerte para saber la verdad", dice Marling. "Benji contesta, Yo creo que no eres lo suficientemente frágil para reconocerla. Tras toda una vida de escuchar que debía ser una persona fuerte, de repente alguien le dice, Si quieres llegar a saber la verdad, lo que necesitas verdaderamente es empatía. Justamente en ese momento, Sarah se empieza a enamorar de él, pero lucha contra ello porque eso interfiere en su trabajo, que consiste en reunir la información que finalmente pueda llevarle a prisión durante años".

The East es un colectivo de comprometidos activistas procedentes de todos los estratos sociales, cada uno de ellos con sus propios motivos personales para estar allí y cubriendo una específica necesidad del grupo. "Por supuesto, los actores siempre le dan otro barniz a sus personajes", señala Batmanglij. "Por ejemplo, para mí es difícil concebir a Benji sin Alexander Skarsgård. Desde el principio, estuvo totalmente abierto a explorar. Contar con actores que de antemano proclamen, No se me caen los anillos por trabajar, es algo maravilloso para un director".

Skarsgård, más conocido para el público norteamericano por su personaje de Erick Northman, un secular vampiro de la popular serie de HBO "True Blood", y respetado actor tanto en su Suecia natal como en Estados Unidos, respondía ampliamente a las necesidades del guion y de los realizadores. "El guion está muy bien escrito y los personajes son extraordinariamente ricos y reales", dice Skarsgård. "Sentía una especial curiosidad por Benji, por su pasado y por cómo llegó hasta donde está. Cuando conocí a Zal y Brit, la única pregunta que me hice era si realmente quería pasar tres meses con ellos en el bosque. Es evidente que lo hice. Son muy especiales, tanto el uno como el otro, inteligentísimos y extraordinariamente afectuosos".

Benji fue un niño de infancia privilegiada que se ha convertido en un hombre de principios inflexibles. El primero de los cuales es ‘ojo por ojo’. "Concibe la militancia más radicalmente que otros miembros de The East", dice el actor. "Está dispuesto a ir un poco más allá con tal de conseguir sus objetivos. Dentro de un colectivo anarquista no hay un líder definido, pero Benji es la fuerza propulsora que está detrás de algunas de las ‘jams’, como denomina el grupo a sus acciones de guerrilla. Para él, se trata de una revolución. El hecho de que Benji crea tan firmemente en algo le hace muy atractivo".

"La película adopta una postura, pero no pontifica en absoluto", prosigue Skarsgård. "Hay mucha acción, lo que la hace muy entretenida, y también plantea interesantes interrogantes. ¿Quiénes son esas personas? ¿Está bien o está mal lo que hacen? La pregunta, éticamente, es: ¿dónde ponemos los límites?"

La química entre Marling y Skarsgård es manifiesta; sus personajes deben conservar sus respectivas ventajas estratégicas al mismo tiempo que mantienen bajo control su eventual atracción. "A Sarah, él la atrae y repele a la vez", señala Marling. "Pasamos un tiempo increíble trabajando juntos, porque Skarsgård siempre está abierto a cualquier cosa. Nos planteamos como un reto intentar sentir algo verdadero".

Mientras escribía el guion con Batmanglij, Marling dice que una cosa que no tuvo en cuenta era que Sarah estaba prácticamente en todas las escenas de la película. Al final de cada larga jornada de trabajo, bajo condiciones física y emocionalmente agotadoras, Marling debía regresar gradualmente a modo guionista y productora. "No hubo un solo día que no rodara", admite Marling. "Por la noche, Zal y yo discutíamos las escenas que íbamos a hacer al día siguiente y luego las rescribíamos hasta las tres de la mañana. Fue una época muy intensa. Ambos nos entregamos en cuerpo y alma a la película de una manera extraordinariamente intensa".

Ellen Page interpreta a una fervientemente convencida seguidora del grupo llamada Izzy. Nominada al premio de la Academia por el papel que la lanzó a la fama en la comedia de 2007 JUNO, Page dice que le atrajeron las ideas que sirvieron de inspiración a Marling y Batmanglij para escribir el guion.

"Este guion no se parecía a nada que hubiera leído anteriormente", señala Page. "Me conmovió mucho el personaje de Izzy. Como personas y como artistas, Brit y Zal transmiten mucha seguridad, honestidad y entusiasmo. Aman realmente lo que hacen y eso proporciona una energía especial en el set. Daba las gracias todos los días por estar allí".

Su afán de justicia y su indignación por los abusos que ve en todas partes, convierten a Izzy en la fuerza motriz de The East. "Izzy intenta ayudar a la gente a obtener justicia y quiere proteger al planeta", dice Page. "Todos los elementos vivos nos aportan vida, entonces, ¿cómo no existe la voluntad de respetar y proteger nuestro entorno? A nivel ético, eso resulta muy confuso".

A Marling le impresionó el alto grado de compromiso de Page con su personaje. "Sin querer revelar demasiado al respecto, pero Ellen rodó su escena más difícil el primer día", señala. "Lo hizo con una valentía asombrosa. Y el resto del reparto decidió hacerlo todo tan valientemente como Ellen lo hizo en aquel momento".

Page está impaciente por ver la reacción del público ante los objetivos y tácticas que emplea el grupo The East. "Sus acciones plantean muchas cuestiones a nivel ético", advierte. "En última instancia, les preocupa verdaderamente y pretenden acabar con la desigualdad que permite que algunas personas vivan espléndidamente a expensas de otras. Yo creo que es una verdad irrefutable a la que la gente le resulta muy difícil enfrentarse".

Los integrantes del grupo, a pesar de su diverso origen, tienen un nexo en común: están decepcionados con la vida que llevaban anteriormente. Aparte de eso, todos ellos representan muchos y diferentes mundos. "Algunos son hijos de papá", señala Marling. "Eve tiene una discapacidad auditiva. Thumbs es un ex soldado, Tess es una hacker y Luca ha vivido en la calle. Doc es un antiguo estudiante de medicina. Pero todos ellos tienen un motivo para haber dejado atrás el mundo ‘normal’".

Algunos, como Doc, interpretado por Toby Kebbell, aún mantienen un vínculo con su pasado, lo que les facilita introducir al grupo dentro de los círculos de poder de los que han desertado. Doc, un prometedor médico que se unió a The East tras prescribir a su hermana y a él mismo la profusa utilización de un antibiótico que les provocó unos desastrosos efectos secundarios, había estudiado en un internado de élite y, posteriormente, en Harvard y Stanford, comenta Batmanglij. "Doc procede de una familia acomodada, pero elige vivir con el grupo. Todavía utiliza su verdadera identidad como tapadera al estilo de Bruce Wayne, lo que le permite adentrarse en el mundo exterior".

Kebbell fue nominado al premio BAFTA a la estrella emergente y ha trabajado en IRA DE TITANES y ROCKNROLLA. "Toby Kebbell es un actor fantástico", dice Batmanglij. "Vino extraordinariamente preparado. Trabajó su personaje hasta límites insospechados. Toby incluso dedicó un tiempo a estudiar medicina y ayudó a obtener realismo en la instrumentación que debía usar su personaje".

Kebbell elogió al director por su disposición a escuchar las ideas que como actor le puso sobre la mesa. "De hecho, a Batmanglij le encantaba oírlas", dice el actor. "Investigué mucho, leyendo cosas como Anatomía de Gray y textos básicos de medicina como St. John’s Ambulance. Había momentos en que debía aparentar tener verdaderos conocimientos médicos y mi investigación me ayudó mucho a ese respecto. No tenía que fingir en absoluto. Solo debía utilizar lo que sabía para ser auténtico".

Shiloh Fernandez, que interpreta a Luca, el chico de la calle que introduce a Sarah dentro del grupo, se sintió inicialmente atraído por lo que consideró un nuevo y excepcional enfoque de la realización cinematográfica. "Es un thriller contemporáneo pero con mucha sensibilidad", señala. "The East da a esas grandes compañías una cucharada de su propia medicina, por decirlo de alguna manera, y promueve sus acciones (‘jams’) a través de Internet para que más gente conozca lo que está pasando realmente. Para la generación YouTube y del movimiento Occupy Wall Street, resulta tremendamente significativo ver que hay personas que se revelan y deciden luchar de esa manera por lo que creen".

La pretensión de autenticidad por parte de los realizadores llegó al punto de contratar a gente que realmente viviera ese estilo de vida, y Hernandez valoró mucho tener la oportunidad de pasar un tiempo con ellos para ayudarle a entender mejor a Luca, su personaje. "Ellos se denominan a sí mismos freeganos porque nunca pagan nada", dice Hernandez. "Viven en comunidad, en tiendas de campaña. Todo el mundo colabora en pro del colectivo. El hecho de que ellos vivan así contribuye a proporcionar verdadera credibilidad a la película. Es posible vivir una vida plenamente satisfactoria sin tener tantas cosas. Yo creo que lo que habitualmente consideramos beneficios puede también llegar a esclavizarnos".

A pesar de la poderosa atracción que paulatinamente va experimentando por su vida clandestina, Sarah, al mismo tiempo, se siente muy ligada a su vida fuera del colectivo, especialmente a su jefa, Sharon, interpretada por la consumada actriz Patricia Clarkson. "Sharon representa todo aquello a lo que aspira Sarah", dice la productora Jocelyn Hayes-Simpson. "Ha conseguido triunfar bajo sus propias reglas. Es la directora de la agencia, pero también tiene una familia y una vida fuera del trabajo. Es poderosa, inteligente y está al mando. ¿Quién no querría interpretar a la mujer en la que toda joven quisiera convertirse y, al mismo tiempo, ser un poco mala? Patricia disfrutó mucho interpretándola".

Era muy importante que Sharon fuera seductora y atractiva, en vez de únicamente una marioneta más de las grandes empresas. "El personaje debía ser tan carismático como Benji, porque el papel que ella juega empuja a Sarah en dirección contraria", dice Batmanglij. "Patty es una persona absolutamente fascinante. En el set, ¡seducía a las personas de la izquierda, de la derecha y del centro!"

Clarkson estaba encantada de interpretar al personaje de Sharon, a la que describe como "glamurosa, inteligente y tremenda". "Sharon es la directora ejecutiva de Hiller Brood, un cargo clave al que mucha gente debe rendir cuentas. Sharon ayuda a impedir que los desastres que provocan las grandes corporaciones se hagan públicos, y es muy buena en su trabajo".

"Yo creo que Sharon se ve muy reflejada en Sarah", añade Clarkson. "Tiene mucha fe en ella. Y Sarah cumple sus expectativas, pero quizás no exactamente de la forma que Sharon esperaba. Hay muchos elementos sorprendentes en la película, pero el eje central es la transformación de su joven protagonista, algo que siempre es una gran historia".

Sharon es también un modelo a imitar y una especie de figura materna para Sarah. "Su afecto y aprobación significan todo para ella", dice Marling, que imaginó para su personaje unos antecedentes que tenían que ver con la pérdida de su madre a una temprana edad. "Para Sarah, todo se complica cuando comienza a enamorarse de Benji y de su forma de ver el mundo, porque eso entra en conflicto directo con lo que su ‘madre’ espera de ella. Hay una intensa confrontación entre ambas. Patty estaba genial. Es una actriz que vive tan intensamente el momento que, si desvías la atención, su presencia consigue atraerte de nuevo".

Descubrir a unos grandes y jóvenes guionistas como Marling y Batmanglij fue una experiencia fascinante para Clarkson. "Los dos son encantadores y tienen muchísimo talento", señala la actriz. "Y fue estupendo actuar junto a alguien con tanta presencia como Brit. Su forma de escribir es fluida, potente y muy actual. Es casi un nuevo género cinematográfico, un híbrido, que en parte explica por qué es tan buena la película. Tiene suspense, emociones, romance y misterio. Yo creo que al público le seducirá la historia".

En un pequeño pero fundamental papel, también participa en THE EAST la actriz Julia Ormond. Interpreta a Paige Williams, vicepresidenta del área de Desarrollo de Productos en McCabe/Gray, una multinacional farmacéutica que se convierte en objetivo de una de las acciones de guerrilla del grupo. "Julia acudió al set durante solo dos días, pero lo hizo extraordinariamente bien preparada. Simplemente cogió su pala y se puso a cavar con todos nosotros".

Según Ormond, prolífica actriz británica cuyos más recientes trabajos han sido el filme EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON y un papel recurrente en la serie "Mad Men", "la película tiene una energía anárquica y realmente contemporánea. Es una historia con la que se identificarán particularmente las personas preocupadas por la irresponsabilidad de las grandes corporaciones. Resulta especialmente interesante que todos los personajes sean tan diferentes unos de otros. La película atrae más tu atención a medida que vas conociendo la historia personal de cada uno".

A Ormond le entusiasmó sobre todo el personaje de Sarah, ese tipo de chica combativa e inteligente que según Ormond aparece demasiado poco en el cine contemporáneo. "Me impresionó mucho lo que Brit había escrito", dice Ormond. "Brito ha comentado que empezó a escribir porque no le gustaban los papeles que le ofrecían como actriz, por lo tanto, se dedica a crear el tipo de personajes que quiere interpretar. Zal y ella han creado unos personajes femeninos mucho más completos, variados y reales que los que habitualmente acostumbramos a ver. Son mujeres más duras, pero eso no quiere decir que no sean sexys, vulnerables o apasionadas".

Para Batmanglij, el trabajo realizado por los actores es un elemento extraordinariamente satisfactorio de THE EAST. "Los actores venían muy felices a trabajar cada día, como si Shreveport fuera un campamento de verano", señala. "La línea entre trabajo y diversión era difusa, pero todo el mundo se tomó profundamente en serio el proyecto. Durante los fines de semana, nos reuníamos todos y ensayábamos las escenas de grupo más complicadas".

"Los grupos anarquistas se caracterizan por la ausencia de jerarquía y en el set de una película, por el contrario, la jerarquía abunda, sin embargo, fuimos capaces de fusionar ambas cosas", prosigue Batmanglij. "Todo el mundo se dedicaba a hacer su trabajo, pero teníamos la sensación de habernos convertido en una tribu".


Los hermanos East
THE EAST se rodó en la localidad de Shreveport, Luisiana, a lo largo de seis semanas. Al desarrollarse la mayor parte de la acción en la sede del colectivo anarquista, los realizadores emprendieron la búsqueda de una desvencijada mansión susceptible de ser customizada para el rodaje por el diseñador de producción Alex DiGerlando y el director de fotografía Roman Vasyanov.

Batmanglij señala que el vínculo entre Vasyanov, DiGerlando y él mismo fue tan estrecho que el equipo de producción empezó a llamarlos "los hermanos East". "Éramos inseparables. Lo que queríamos llevar a cabo era algo muy ambicioso, teniendo en cuenta, sobre todo, el poco tiempo de preparación del que disponíamos. Esta película debería haber tenido un presupuesto mucho mayor porque contiene muchos elementos de acción, pero nuestra intención era hacerla de una forma muy realista, con el menor presupuesto posible. Alex y Roman fueron un elemento clave en ese sentido".

DiGerlando, creador también del desolado paisaje que predomina en la fábula apocalíptica BESTIAS DEL SUR SALVAJE, utilizó elementos orgánicos para subrayar el contraste entre el mundo sencillo y natural del grupo activista y el entorno frío y capitalista de Hiller Brood. El diseñador logró hacer muchísimo pese al minúsculo presupuesto de producción, señala Jocelyn Hayes-Simpson. "Alex es una especie de genio. Todo fue producto de su imaginación y de su intenso trabajo. Tenía una idea clara de cómo sacar adelante los decorados y contaba con un gran equipo. También ayudó que tanto él como Zal estuvieran en la misma sintonía desde el primer día que se reunieron".

DiGerlando recurrió a sus propios y abundantes archivos de diseño para extraer algunas ideas. "El mundo de los anarquistas es el sueño de un diseñador", señala DiGerlando. "Tiene consistencia, misterio y belleza, todo eso se mezcla en el universo donde vive esta gente. Queríamos hacer la película lo más real posible, por lo tanto, consultamos a personas que se cuelan en los trenes, bucean en los contenedores de basura y okupan inmuebles. Utilizamos buena parte de la información que nos dieron para modificar y perfeccionar lo que habíamos hecho".

En contraste con el la ocurrente funcionalidad que caracteriza al estilo de vida freegano de los activistas, los realizadores quisieron revestir el entorno de una atmósfera de cuento de hadas para reforzar los principales temas de la película. "Para Alex, la historia tenía muchas reminiscencias del cuento de ‘La Bella y la Bestia’", dice Batmanglij. "Bella llega a una deteriorada mansión y se enamora de una bestia: Benji".

De hecho, el diseñador se dedicó a explorar muchos tópicos de los cuentos infantiles a la hora de desarrollar el look de la película. "Benji es el dueño y señor de la mansión. Tiene el corazón roto y está recluido por propia voluntad, pero Sarah ha irrumpido de repente en su guarida", dice DiGerlando. Hay cierto elemento de ‘A través del espejo y lo que Alicia encontró allí’ cuando nos trasladamos desde el hipersofisticado mundo de bloques de apartamentos y oficinas de Virginia a una mágica fortaleza en el interior de un bosque. También vi elementos de ‘Peter Pan y los niños perdidos’ dentro del colectivo anarquista. Y luego está Sarah, que en esta historia no tiene padres. Todas las heroínas de los cuentos infantiles son huérfanas. Es un filtro realmente interesante a través del cual ver la película".

Tras una exhaustiva búsqueda de localizaciones, el diseñador eligió la mansión Ogilvy Weiner, en Shreveport, como el destartalado cuartel general de The East. Construida en 1896 por un próspero tendero llamado Ogilvy, fue el opulento hogar de la familia a lo largo de varias décadas. En la década de los 50, se convirtió en un exclusivo nightclub denominado The Florentine, atrayendo a una prominente clientela que incluía a John Wayne, Elvis Presley, Ethel Merman y Betty Davis. Alrededor de los años 80, ya estaba muy deteriorada y se había transformado en un club de carácter alternativo; y, posteriormente, en un espacio okupado. Recientemente, fue adquirida por una pareja que quería convertirla en un hostal. Los realizadores fueron bastante afortunados al encontrarla antes de que se iniciaran las reformas. "No podía entrar en un emblemático edificio histórico y destrozar las paredes para que se vieran los andamios. Con esta casa, eso ya estaba hecho. Pudimos pintar todo lo que quisimos, echar abajo muros, añadir otros, incluso hacer agujeros en el suelo para hacer trampillas", señala DiGerlando.

La mansión no disponía de electricidad, por lo que Batmanglij, Vasyanov y DiGerlando recorrieron las habitaciones pertrechados de linternas, mientras hacían un ejercicio de lluvia de ideas para encontrar la forma de hacerla parecer una fantasmal guarida. "Nos llevó una eternidad decidir de qué color iban a ser las paredes", dice Batmanglij. "Había un árbol caído en la cocina, y esa imagen nos gustó, pero decidimos que ese no era el árbol adecuado. Al día siguiente, cuando vinimos, Alex ya lo había reemplazado por el árbol perfecto. Así era nuestro nivel de obsesión con el detalle".

"Al no tener electricidad, tuvimos que usar muchas velas y lámparas por todas partes", dice DiGerlando. "Roman me ayudó mucho a conseguir que el espacio no pareciera una casa encantada de una película de miedo. Eligió velas y lámparas con diferente temperatura de color. Unas eran de queroseno y otras eran fluorescentes, que emitían una luz muy verdosa, proporcionando un ambiente más moderno y artificial. Y otras lámparas procuraban una atmosfera más antigua proyectando diversas tonalidades de gris. Todo en esta película parece ir a caballo entre dos épocas diferentes".

Una vez acabado, el espacio transportó a los actores hasta un mundo precariamente encaramado entre naturaleza y civilización. "El equipo de Alex convirtió cada habitación de la casa en una obra de arte", dice Marling. "Nos gustaba la idea de un grupo de anarquistas que vive en una casa construida por un magnate del acero o de la madera sin importarles el deterioro que hay a su alrededor. El papel pintado está descolorido y desprendido. Los árboles crecen a través de las ventanas y las enredaderas asoman por las tejas rotas del tejado. El bosque está reclamando lo que es suyo. El espacio te transporta por completo".

Siempre que era posible, el director de fotografía prefería utilizar luz natural. "Roman podía iluminar completamente una escena solo con una vela, y el resultado era increíble", señala Hayes-Simpson. "Ha crecido con la tecnología digital, por lo tanto, más que de cine y de tener que adaptarse, de lo que Roman sabe mucho es de cómo usar el medio para lograr el mejor efecto. No hubo nada que le planteáramos a Roman que no pudiera conseguir y hacer que pareciera maravilloso. Una noche, hubo una tormenta gigantesca y nos quedamos sin energía eléctrica. Roman acabó rodando con un generador y linternas".

Sin embargo, finalmente, las condiciones afectaron negativamente a actores y equipo técnico. "Los personajes viven como okupas en una casa abandonada", dice Marling. "Es un estilo de vida muy extremo y todos vivimos de ese modo durante la realización de la película. No había calefacción ni aire acondicionado. Si hacía frío en el exterior, hacía frío en la casa. A veces, dormíamos 30 personas en una habitación, apiñándonos unos contra otros para darnos calor".

No obstante, las adversidades crearon un intenso vínculo entre todos los que trabajaban en el set. "Durante el segundo día de rodaje teníamos que hacer la escena del baño en grupo", recuerda Marling. "Fue algo así como, ‘Hola, encantada de conoceros. Bueno, supongo que ahora nos vamos a desnudar todos y a lavarnos los unos a los otros, ¿no es así?’ Es una forma algo embarazosa de romper el hielo. Entonces, igual que pasó en nuestras experiencias en la carretera, todo el mundo empieza a ponerse nervioso, pero luego las inseguridades desaparecen y se establece una extraña y poderosa intimidad. No por el hecho de vernos desnudos unos a otros, porque ese efecto se desvaneció tras la tercera toma, sino por haber creado un espacio libre del juicio ajeno donde uno puede ser imperfecto y querido. Básicamente, justo lo contrario de lo que los carteles publicitarios que flanquean Sunset Avenue te hacen sentir".

El director intentó crear fuera del set una atmósfera que reforzara asimismo la camaradería del grupo en la pantalla. "Algunas noches, Alex y yo hacíamos la cena para los actores que estaban ensayando y después comíamos todos juntos", dice Batmanglij. "Era una sensación realmente agradable. Afortunadamente, eso desaparece una vez termina la película; esa especie de corriente eléctrica que sentía cuando estábamos rodando".

Durante el último día de rodaje en la casa de The East, la empresa filmó una escena de fiesta que fue amenizada por un grupo de músicos de Nueva New Orleans. "Todos estábamos bailando", dice Marling. "Fue una fiesta absolutamente desenfrenada. En un momento dado, Ellen, que estaba al piano, se tiró desde el escenario y cayó en los brazos de la gente. Fue una forma muy agradable de terminar el rodaje allí, antes de vernos inmersos en los pasillos de mármol y los trajes de ejecutivo de Hiller Brood".

Mientras Marling y Batmanglij trabajaban denodadamente en el guion, en el set cambió la dinámica. "Me impresiona mucho lo que hace como director", dice la actriz. "Un director tiene que ser experto en todo: diseño de producción, sonido, música, interpretación, y tiene que retenerlo en su mente todo a la vez. Este rodaje era algo desperdigado, pero Zal se mantuvo tranquilo en medio de la tormenta, gobernando el barco cuando parecía que las cosas podían desmoronarse. Es un regalo poder trabajar con un director en el que confío tan profundamente".

El vínculo entre Marling y Batmanglij hizo posible la realización de una película complicada, a veces, de épicas proporciones, en un período de tiempo limitado y con un reducido presupuesto. "Ambos se conocen extraordinariamente bien", señala Hayes-Simpson. "Tienen una visión muy concreta del mundo y del tipo de historias que quieren contar. Dado que prácticamente ha sido con su propio esfuerzo como han logrado hacer sus películas en el pasado, se han convertido en el equipo creativo más inventivo que he conocido nunca. No lo consiguieron con los grandes estudios, por lo tanto, tuvieron que buscar una forma de poder hacer sus películas. Están a la vanguardia de una absolutamente nueva generación de realizadores que se caracterizan por una gestión de sus recursos extraordinariamente imaginativa".

Costigan subscribe lo anterior, señalando que pocas veces ha visto una película de esta dimensión dentro del cine independiente. "Fuimos capaces de subvertir todo tipo de expectativas", afirma. "Lo más complicado de sacar adelante, como las acciones de sabotaje y las secuencias de tren, se convirtió en lo más apasionante. No es ésta una película en la que el espectador está mirando el reloj para, por fin, irse a su casa. La gente la vive de verdad".