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  El destino de Júpiter  (Jupiter Ascending)
  Dirigida por Andy Wachowski, Lana Wachowski
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Desde las calles de Chicago hasta lejanas galaxias que pululan por el espacio, El destino de Júpiter ha sido escrita y dirigida por los hermanos Wachowski. Los productores de la película son el dos veces nominado al Oscar®, Grant Hill (El Árbol de la vida, La delgada línea roja), junto a Lana y Andy Wachowski, en lo que supone una colaboración iniciada con la trilogía Matrix. Roberto Malerba y Bruce Berman ejercen como productores ejecutivos.

Channing Tatum (Foxcatcher, Magic Mike) y Mila Kunis (Oz, un mundo de fantasía) encabezan un reparto protagonista en el que también están Sean Bean (la trilogía de El señor de los anillos), el ganador de un Globo de oro y nominado al Oscar®, Eddie Redmayne (La teoría del todo), Douglas Booth (Noah) y Tuppence Middleton (The Imitation Game (Descifrando Enigma)).

En el apartado técnico, El destino de Júpiter junta a los hermanos Wachowski con muchos de sus eternos colaboradores, que ya habían trabajado con ellos en El atlas de las nubes. Entre ellos se encuentra el oscarizado director de fotografía John Toll, (Braveheart, Leyendas de pasión); el director artístico Hugh Bateup; el editor Alexander Berner; la diseñadora de vestuario Kym Barrett; y el diseñador de maquillaje y peluquería, Jeremy Woodhead. El oscarizado Michael Giacchino (Up) se ha encargado de la banda sonora.

El destino de Júpiter muestra el tipo de efectos de imagen innovadores tan particulares de las películas de los hermanos Wachowski. Dan Glass (Batman Begins, El atlas de las nubes) ha trabajado como supervisor de efectos de imagen, cargo que lleva desempeñando con los hermanos Wachowski desde la trilogía Matrix. Además, John Gaeta, autor de los oscarizados efectos de imagen de Matrix, se ha encargado del diseño de los efectos de imagen.

El destino de Júpiter en 2D y 3D en determinados cines, además de en formato IMAX©.

Más allá de la Tierra, más allá de nuestro Sol, una de las dinastías más poderosas del universo ha reinado durante milenios. Ahora, tras la muerte de su matriarca, sus tres herederos principales -Balem, Kalique y Titus- están en guerra, rivalizando por el control de la Casa de Abrasax.

Pero ha surgido otra heredera, cuyos derechos pueden ser aún mayores que los suyos. Una joven mujer, nacida en la Tierra, posee sin saberlo un legado genético que le da derecho a un futuro más allá de su imaginación y con él, a la capacidad de cambiar el destino de su planeta.

Perseguida y rodeada de enemigos, Júpiter Jones se ve obligada a dejar atrás su ordinaria existencia y, con la ayuda de un ex militar cazarrecompensas que se convierte en su único aliado, se enfrenta a su verdadero destino.

Los cineastas Lana y Andy Wachowski invitan una vez más al público a territorio inexplorado y a nuevos y fantásticos mundos con El destino de Júpiter. Su primera aventura original de acción y ciencia ficción desde la trilogía de Matrix, El destino de Júpiter descubre un universo en el que la Tierra es solo una pequeña pieza de una vasta maquinaria de comercio galáctico: un premio, a punto de ser tomado por la fuerza y despojado de su recurso más valioso: la humanidad.

"Ni me acuerdo de una época en la que la inteligencia alienígena o el potencial inherente a la inmensidad del espacio no nos fascinara", dice Lana Wachowski. "¿A quién no le encantó Cosmos, de Carl Sagan? Y la película 2001: Una odisea del espacio tuvo un impacto muy profundo en nosotros. Pero como contadores de historias, lo que nos entusiasmó de ese potencial era responder a la pregunta: 'Si hay alguien más ahí fuera, y saben de nosotros, ¿por qué no quieren que nosotros sepamos de ellos?'"

Escrita, dirigida y producida por los Wachowski, El destino de Júpiter es ciencia ficción en su concepto, pero incluye elementos de sus otros géneros favoritos. Thriller y epopeya de acción, es también, en esencia, una historia de amor entre dos personas que nunca se habrían encontrado de no ser por un acontecimiento extraordinario que solo puede pasar una vez cada varios siglos, si es que llega a ocurrir: una Recurrencia, un humano nacido con un patrón genético que es una copia exacta de uno que ya ha existido.

Júpiter Jones es una Recurrencia. Su perfil genético ha sido identificado coincidente con el de una mujer que, antes de su misteriosa muerte, controlaba una de las familias gobernantes más dominantes del universo. Esto convierte a Júpiter, a pesar de su humilde crianza, en la beneficiaria de una riqueza inconmensurable y en la figura central de una monumental lucha de poder, con la Tierra en el punto de mira.

Para los herederos actuales de la familia, simplemente la convierte en un objetivo.

Partiendo del Chicago actual y atravesando el cosmos, El destino de Júpiter ofrece un panorama impresionante, a ratos majestuoso y a ratos amenazante, mientras una joven mujer, arrancada de la más banal de las vidas, se reconcilia con una regia identidad de la que nunca había sabido, y con los riesgos y las responsabilidades que vienen con ella: no solo para ella sino para todos los que ama y para todos los seres humanos de su planeta. En el proceso, puede encontrar no solo su fuerza y su meta auténticas, sino también, posiblemente, el amor de su vida.

"Está tan bien hecho y es tan increíble, y tan divertido", dice Mila Kunis, que interpreta al personaje que da título a la cinta, Júpiter Jones, la involuntaria heredera genética de una familia que, literalmente, gobierna el mundo. "Hay un montón de acción, y una bella historia de amor, y aunque tiene lugar en los escenarios más fantásticos posibles, todo parece muy tangible y real. Además, hay una considerable cantidad de humor mordaz, el cual me encanta".

"Lana y Andy Wachowski crean desde el nivel molecular hasta la extensión del universo", dice Channing Tatum, que da la réplica a Kunis en el papel de Caine Wise, un sabueso profesional enviado a la Tierra por uno de los tres hermanos Abrasax para capturar a Júpiter Jones una vez que su huella y su herencia genéticas han sido verificadas. Caine no conoce la razón de su misión, complicada de inmediato por un grupo de cazarrecompensas resueltos a capturar a Júpiter ellos mismos, a cualquier coste. "Él está intentando averiguar por qué está pasando todo eso, y tiene que tomar una decisión sobre si protegerla o abandonarla", dice Tatum.

Casi totalmente humano salvo por un detalle de ADN de lobo que potencia sus habilidades a la vez que limita sus perspectivas de tener una vida normal, Caine se convierte en el protector de Júpiter a medida que comprende quién es ella realmente y lo que está en juego si la gente que quiere neutralizarla tiene éxito.

Ya sea llevando al público a un tiroteo aéreo entre cazarrecompensas alienígenas rivales a lo ancho del cielo nocturno de Chicago, o lanzándolo a los confines del espacio, se trata de cineastas que no se contienen. El productor Grant Hill, su productor asociado desde Matrix Reloaded, lo sabe bien: "Lo que les emociona es el desafío y la gran envergadura de una película como esta, su aspecto y su diseño. El espectáculo es simplemente magnífico y esa era mayormente la intención: hacer una película de ciencia ficción importante, de amplio espectro".

"Los Wachowski son famosos por su innovación y su imaginación", añade Hill, "pero no es espectáculo sin más. Siempre acompaña a la historia, y en este caso eso equivale a viajar a través de reinos completamente específicos, cada uno de los cuales tenía que ser creado con sus formas de vida y tecnologías propias, y cada una con sus propias formas de transportar gente a través del espacio y de librar batallas memorables".

La intención de los cineastas al configurar un escenario tan vasto es dar un marco a la revelación para una sobresaltada e incrédula Júpiter de que la humanidad no se originó en la Tierra, y que su planeta es parte de un orden social y empresarial mucho mayor que data de más de mil millones de años atrás. Es un activo entre muchos, propiedad en la actualidad del temible Balem Abrasax, interpretado por Eddie Redmayne. Aunque surgieron del mismo ADN hace eones, la familia Abrasax representa una cultura tan avanzada desde el punto de vista evolutivo que ven ahora a la población humana de la Tierra como simple ganado, un cultivo comercial que pueden cultivar para sus propios propósitos. Y cosecharlo.

Esto le resulta estremecedor a Júpiter, al igual que el conocimiento de que de ella, de alguna manera, posee la clave para controlarlo todo. Pero para realizar todo lo que tiene todo por delante, Júpiter debe apartar de un manotazo las dudas y las limitaciones que ha asumido siempre. Necesita encontrar el coraje y la concentración para dar un paso adelante y reivindicar sus derechos de nacimiento a pesar de todos los obstáculos en su contra, y ser la persona que estaba claramente destinada a ser.

"Las historias son tan buenas como lo sean sus villanos", dice Lana. "En este caso, concebimos la idea de una familia de villanos que fueran un reflejo distorsionado de la propia familia de Júpiter. Todos somos culpables, como las familias Abrasax y Bolotnikov, de usarnos o extorsionarnos unos a otros. Todos nos hemos puesto por delante de otros y hemos valorado nuestro estatus y riqueza más de lo que deberíamos. Pese a la envergadura del espacio exterior, era importante que los personajes permanecieran humanos, reflejando lo mejor y lo peor de nosotros".

"Júpiter no tiene superpoderes", dice Kunis. "No sabe cómo disparar una pistola. Es solo una chica normal que es arrojada a ese ambiente y tiene que averiguarlo."

"Como muchos de nosotros", añade Kunis, "Júpiter es una de esas personas que no sabe si vale más o puede conseguir más, ni siquiera si hay más cosas en la vida que aquellas que le han tocado vivir. Ha estado atravesándola como sonámbula hasta que alguien o algo viene a sacudirla. Creo que mucha gente puede identificarse con ese momento en sus vidas. Yo puedo, desde luego. Algunas veces no sabes qué camino tomar, ni siquiera en qué senda estás, hasta que pasa algo que te hace darte cuenta de que la vida es algo más".

En palabras de Lana: "Queríamos contar la historia de un viaje imposible, descabellado, que la lleva tan lejos como nadie podría ir jamás, para acabar regresando a su propia sensación de 'hogar', y a darse cuenta de lo que es importante para ella".

"Después de nuestra estancia de una década en la trilogía de Matrix, continúa, leí La Odisea en Acción de Gracias, en casa de mis padres. Luego vimos El mago de Oz, y me sorprendieron las similitudes de estas dos historias, especialmente en su concepto de 'hogar'. El hogar es el centro de gravedad y una de las maneras que tenemos para entendernos a nosotros mismos. Regresar al hogar nos hace pensar de qué manera hemos cambiado y en qué aspectos hemos seguido igual. Ese fue el momento de bombilla iluminada en el que Andy y yo empezamos a pensar sobre Júpiter Jones como una mujer que es infeliz, que se siente atrapada por el trabajo monótono de su vida, y que se marcha al espacio y aprende cosas sobre sí misma: como tanta gente que es infeliz con sus vidas y que hacen viajes en busca de lo que quieren o necesitan, para terminar volviendo con una perspectiva y un aprecio nuevos por el lugar de donde proceden".

Pero Júpiter no hace este viaje sola. Tiene a Caine. No tardan mucho tiempo en darse cuenta de que por muy fuertes que sean como individuos les irá aún mejor trabajando juntos, y la tarea a la que se enfrentan no es pequeña precisamente. En cuanto comprenden en toda su extensión las intenciones ocultas de Abrasax, se dan cuenta de no es solo el destino de la Tierra sino el de incontables planetas y vidas más el que está en riesgo.

Cuanto más se ven arrastrados Júpiter y Caine hacia estos círculos de poder, más descubren sobre la verdadera naturaleza de su existencia y del horror de la próxima cosecha, El destino de Júpiter plantea alguna de las preguntas que nos han cautivado siempre. Como indica Andy Wachowski: "Se trata de la idea de quiénes somos y dónde encajamos en el universo; si estamos solos o si hay vida en otros planetas".

¿Y si todo lo que creyeras sobre la vida en la Tierra estuviera equivocado? ¿Y si hay alguien más allá fuera y qué papel jugamos en realidad en la gran maquinaria del cosmos?

Dice Tatum: "Lana y Andy crearon un mundo que te abrirá la mente hacia la posibilidad de que seamos solo un pequeñísimo grano de arena en una enorme playa".


Júpiter, Caine y Stinger: Nuevos lazos y viejas alianzas
Júpiter: "He cometido los suficientes errores como para saber que este no es uno más".
Caine: "¿Cómo puede estar tan segura Su Majestad si, según dijo, su brújula está rota?".

Kunis relata así el momento del encuentro entre Caine y Júpiter: "Júpiter se encuentra en una situación complicada... Cuando Caine cae del cielo y se la lleva en brazos, y a pesar de todo lo que está ocurriendo a su alrededor, surge una atracción química entre ambos. Es algo natural e instantáneo".

"Tuvimos mucha suerte con la elección del reparto", afirma Hill. "Mila y Channing eran nuestras primeras opciones para los papeles de Júpiter y Caine, y ver que se adaptaban a ellos con tanta rapidez nos dio un gran impulso. Ambos personajes son muy fuertes, y su química en pantalla es realmente convincente".

La confianza y la conexión entre Caine y Júpiter, que se intensifican con el desarrollo de la acción, podrían describirse como una historia de amor sencilla a gran escala. Se trata de dos personas que nunca esperaron encontrar el amor, y menos aún en circunstancias tan extremas. Para Tatum, "es probable que Caine diese por perdida hace tiempo la posibilidad de encontrar el amor e incluso piense que no lo merece, a pesar de ser algo que siempre ha añorado. Y Júpiter cree que ha tomado todo tipo de decisiones desastrosas con los hombres, así que quizá no valga la pena intentarlo de nuevo".

Como ocurre con muchas heroínas reales, la valentía de Júpiter esta forjada en unos comienzos duros y humildes. Su padre, astrofísico, fue víctima de un asesinato sin sentido perpetrado en San Petersburgo antes de que ella naciera, y la niña llegó al mundo en el mar, en tierra de nadie, mientras su madre y su hermana huían a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Pero lo que le esperaba tenía poco de cuento de hadas. La realidad de Júpiter, que limpia casas durante el día y comparte un pequeño cuarto con su numerosa familia por la noche, resulta agotadora y extraordinariamente monótona.

"Júpiter trabaja con su madre y su tía, y en realidad no tiene vida", dice Kunis. "En su existencia no existe la alegría o la diversión; es una lucha constante. Prácticamente ha renunciado a sus sueños y piensa que no hay nada que hacer, que su vida es así y no va a mejorar".

Sin embargo, bajo ese eventual escepticismo, Júpiter esconde un corazón tierno y, al igual que su padre, una genuina curiosidad por el universo y el lugar que en él ocupa. Aunque no tiene esperanzas de hacerlo, en lo más profundo de su ser desea ver el mundo como su padre lo hacía, como un lugar lleno de belleza, sorpresas y posibilidades.

Desafortunada también en el amor, el historial romántico de Júpiter está marcado por el sufrimiento y la decepción. Tanto es así que cree que tiene una brújula rota que la lleva a tomar una mala decisión tras otra. Pero ¿está realmente estropeada o simplemente la lleva hacia Caine? En él encuentra a alguien en quien se ve obligada a confiar y que a su vez debe confiar en ella, una situación que no resulta fácil para ninguno de los dos. Por ello, enamorarse del soldado es el mayor acto de fe que Júpiter ha hecho jamás.

Caine experimenta algo parecido. En su sociedad se recurre a la ingeniería genética de forma habitual, y a menudo los genes humanos se combinan con material hereditario del reino animal para obtener características y habilidades ventajosas: agudización de sentidos como la vista, el olfato y el oído, agilidad o fuerza. Caine, al que se infiltró ADN de lobo, fue engendrado para convertirse en legionario o "pirata aéreo", un intrépido soldado con increíbles habilidades para la caza, el rastreo y la lucha. Lamentablemente, la persona que lo diseño falló en sus cálculos, añadiendo a estos atributos cualidades como la rebeldía y la imprevisibilidad, que se manifiestan a la larga en un odio y una desconfianza tan viscerales hacia los que tienen sangre real que Caine necesita hacer acopio de toda su capacidad de control para no lanzarse a por ellos. Por ello ha tenido que aprender a ocultar sus sentimientos.

Lana comenta: "Cuando comenzamos a hablar de Júpiter, pensamos mucho en Dorothy, de El mago de Oz. Me encanta que Totó la proteja. Júpiter también necesita un protector. Además, en aquel momento estaba leyendo un libro sobre lobos que explica que estos cazan en manada, y que los que son desterrados de ella casi siempre mueren. Para sobrevivir tienen que convertirse en supercazadores".

"En cuanto a Caine añade, está tratando de encontrar algo que nunca tuvo: su propia manada, ese sentimiento de pertenencia que aparece cuando amas y eres amado. En el caso de Júpiter, el amor de Caine es la clave para superar su desconfianza en el mundo y en sí misma, lo que le da el valor necesario para mantenerse en pie y luchar por aquello que importa".

Para concluir, afirma que "cada uno llena el vacío del otro".

Cuando Titus Abrasax envía a Caine a buscar y entregarle a Júpiter antes de que acabe en manos de sus ambiciosos hermanos, el antiguo legionario no sabe nada de ella ni por qué merece tal nivel de atención. Cuando descubre la verdad, le invade un sentimiento de sorpresa. A pesar de pertenecer a la realeza, Júpiter no despierta en él la aversión que siente habitualmente hacia los de su clase; en lugar de ello, saca el lado protector de su naturaleza animal, el instinto de lealtad y conexión.

"Caine tiene un problema con la realeza, y siempre le han dicho que se debía a una predisposición genética", afirma Tatum. "Sin embargo, Júpiter es una anomalía. Se siente al mismo tiempo atraído y repelido por ella, ya que es incapaz de entender sus sentimientos. En mi opinión, Caine detecta una bondad innata en la chica; al ser una cualidad con la que no tiene mucha experiencia, Júpiter representa un enigma interesante para él".

La única persona con la que Caine había establecido un vínculo similar anteriormente era el comandante Stinger Apini, su amigo y también híbrido. Y no acabó bien.

Sean Bean, quien interpreta al antiguo oficial, dice lo siguiente: "Stinger y Caine tienen una historia común larga e intensa. Ambos eran tipos valientes y fuertes que lucharon juntos y desarrollaron un respeto mutuo. Stinger actuó como mentor y figura paterna para Caine, a quien veía como una especie de hijo, un joven que le recordaba aquello que una vez fue —no solo por su fortaleza física, sino también por su naturaleza obstinada— y el mejor soldado con el que jamás combatió. Mantenían una buena relación".

Esta afinidad se puso a prueba cuando Caine atacó a un miembro de la realeza y Stinger lo defendió. Como consecuencia, los dos piratas aéreos de élite fueron sometidos a un consejo de guerra. Caine fue encerrado en prisión, mientras que la lealtad de Stinger le llevó a otro tipo de reclusión: degradado a alguacil de los Aegis, una fuerza policial intergaláctica, vive exiliado en la Tierra, donde protege un remoto puesto fronterizo situado en una granja del Medio Oeste estadounidense, rodeado de campos de maíz y colonias de abejas.

Cerebral y metódico, los genes humanos de Stinger están mezclados con los de una especie de abeja muy evolucionada, lo que le proporciona la capacidad de apreciar los cambios atmosféricos con gran precisión, entre otras cualidades.

"Aunque es la vida que le han obligado a vivir, parece estar sacándole el máximo partido", dice Bean. "No espera que las cosas cambien, hasta que aparece Caine y vuelven a surgir todo tipo de problemas e interesantes posibilidades".

Dada su turbulenta historia común, un encuentro entre ambos tenía que estar marcado por la inestabilidad, y más aún cuando el joven se ve forzado a pedir ayuda a Stinger. Caine es incapaz de predecir cómo se sentirá su viejo camarada cuando vuelva a verlo, o si mantendrá su lealtad, pero es una oportunidad que debe aprovechar puesto que Júpiter y él no tienen nadie más a quien recurrir. Conscientes finalmente de la existencia de la muchacha, los Aegis han dispuesto un crucero y una misión oficial para ir a su encuentro, pero Balem Abrasax ha ordenado el bloqueo del transporte y ha enviado en su busca a un escuadrón de asesinos que a buen seguro la localizarán antes.

Tal y como predice Stinger, no van a salir del planeta Tierra sin luchar.


Balem, Kalique y Titus: Herederos de la Casa de los Abrasax
Titus: "Las mentiras son necesarias. Son una fuente de entendimiento, fe y esperanza. Para ser sincero, a veces las mentiras son la única razón por la que me levanto".

A pesar de ser humanos, los Abrasax tienen una cultura muy anterior al breve periodo en que los humanos han ocupado la Tierra, y se consideran tan superiores evolutivamente que conservan poco más que un mínimo recuerdo de sus ancestros comunes.

Lana Wachowski presenta así a la dinastía gobernante: "Toda persona experimenta y se enfrenta a la idea de estatus. Equiparar la sociedad con una pirámide en la que algunas vidas son más importantes que otras es un concepto muy humano. Este tipo de pensamiento ha servido como justificación para muchos hechos terribles que han acontecido en el mundo real".

Cuando Seraphi Abrasax murió tras casi 100.000 años de reinado como sempiterna soberana de la familia, sus vastas propiedades planetarias y empresas industriales, entre las que se encontraba la Tierra, pasaron a su distante y competitiva progenie: Balem, el mayor; su hermana Kalique; y Titus, el menor. Sin embargo, lo que previamente alimentaba la rivalidad fraternal no era nada en comparación con el descubrimiento de Júpiter Jones, una mujer cuyo genoma la convierte en sucesora legal de la mismísima Seraphi, con independencia de cualquier otra reivindicación.

Sabedores de las implicaciones que la propia existencia de Júpiter tiene para ellos y su futuro, cada hermano perfila su propia estrategia para lidiar con ella.

Eddie Redmayne interpreta al despiadado Balem, que dirige actualmente Abrasax Industries y acaba de empezar a saborear la riqueza y el poder heredados de su madre cuando recibe la amarga noticia. Es quien más tiene que perder, de modo que su respuesta es rápida y absoluta: quiere a Júpiter muerta.

"Es una persona rota y realmente perversa. Al principio de la película se muestra completamente inestable, y las cosas solo van a peor", afirma Redmayne, cuya caracterización de Balem revela una personalidad tan profundamente herida que su forma de hablar controlada se limita a un susurro siniestro y controlado... hasta que estalla en cólera.

Al hablar sobre el modo en que El destino de Júpiter entrelaza tantos elementos narrativos diferentes, Redmayne explica que "combina de forma magistral una parte completamente contemporánea y moderna, relacionada con la ciencia-ficción, y original, con los tintes de drama shakesperiano y griego que marcan las relaciones entre los hermanos y su madre y la complejidad de la familia. No se indaga demasiado en la historia de Balem, pero está claro que han pasado muchas cosas que le han llevado hasta una vida de extremismo y aislamiento, y eso es lo que lo hace tan cautivador".

Además, el actor comenta que "Balem está obsesionado con ganar dinero y con la idea de que obtener un beneficio económico es lo único que te permite avanzar en la vida. Resulta interesante ver su punto de vista, frío y mercenario, enfrentado al de Júpiter, más enfocado al amor y aprender a amar".

Al contrario que ocurre con el planteamiento de Balem, bastante obvio, Kalique prefiere asesorar y entablar amistad con el miembro de la familia recién descubierto. O quizá sea reacia a enseñar sus cartas tan pronto. Tuppence Middleton, que da vida a la mediana de los herederos Abrasax, cree que "se siente muy intrigada por Júpiter, quien guarda un gran parecido con su difunta madre. En mi opinión, quiere saber todo lo posible sobre la joven y el nivel de amenaza que podría representar para su poder… Esto le permitiría jugar mejor sus bazas".

El personaje interpretado por Middleton desvía la atención de los cazarrecompensas de Balem proponiéndoles un trato mejor y ofrece a Júpiter una cálida bienvenida en los tranquilos parajes acuáticos de su planeta de origen. Allí, Kalique, eternamente joven a pesar de sus 14.000 años de edad, muestra nuevas piezas del puzle a Júpiter, quien se esfuerza por comprender la enormidad de sus circunstancias.

"Es importante recalcar que pertenecen a mundos diferentes", afirma Middleton. "Existe un gran contraste entre ellas: Kalique es sabia y anciana, está un poco hastiada y tiene un carácter muy tranquilo, mientras que Júpiter es todo energía, fuerza y coraje. Cuando se encuentran surge un sentimiento casi fraternal".

Sin embargo, es Titus, interpretado por Douglas Booth, quien adopta una estrategia más ingeniosa. Aunque da la impresión de ser un mujeriego encantador y consentido con una despreocupada relación con la verdad, la devoción que muestra por su propio bienestar y sus hedonistas objetivos esconden una feroz ambición y una mente tan calculadora como la de Balem.

"Ver o deducir los motivos de cada cual resulta bastante interesante", afirma Booth. "Mi personaje no quiere que ninguno de sus hermanos se quede con la Tierra, puesto que es la joya de la corona de las propiedades familiares y tiene un gran valor comercial. En el momento en que suceden los hechos, el planeta está en manos de Balem, pero si Júpiter es quien ellos creen, le pertenecerá por derecho. Esto afectaría negativamente a la posición mercantil de Balem y reduciría sus dividendos, lo cual sería bueno para Titus".

Este último, que no se muestra tan directo como Balem ni tan sutil como Kalique, trama su propio golpe maestro para eliminar la nueva amenaza a sus derechos sucesorios y al mismo tiempo ganar la partida a sus hermanos para hacerse con una porción más suculenta de la fortuna familiar. En su caso, la clave está en mantener a Júpiter con vida, al menos de momento.

Entre los actores con papeles secundarios importantes se encuentra James D’Arcy, quien evoca una figura conmovedora, aunque también inspiradora, interpretando a Maximillian Jones, el desafortunado padre de Júpiter. Se trata de un astrofísico idealista que murió antes de que ella naciera y regaló a su hija un nombre peculiar y el potencial para ver la belleza del cosmos.

Doona Bae, quien ya apareció en El atlas de las nubes, afronta su primer papel de acción interpretando a Razo, una feroz cazarrecompensas híbrida alienígena. En una batalla en la que ella y su equipo tratan de alejar a Júpiter de la protección de Caine, Razo pilota la "Bala", un vehículo deslizante antigravedad al que los hermanos Wachowski describen como un cruce entre motocicleta y torpedo.

Por su parte, el actor, guionista y director Terry Gilliam pone un punto perversamente humorístico como ministro del Sello Real, un insatisfecho funcionario del laberinto de oficinas que integran el Ministerio de la Commonwealth, donde Júpiter debe obtener sus credenciales reales. Los aficionados al cine reconocerán el homenaje a Brazil, la obra maestra de Gilliam. "Dar vida a un vejestorio malhumorado resulta bastante sencillo", afirma Gilliam. "Solo tienes que agacharte, encorvarte y empezar a poner voces raras; eso es todo. Era la primera vez en mucho tiempo que me ponía frente a las cámaras, pero los hermanos Wachowski me pidieron que interpretase a un viejo empleado en este mundo braziliano y no pude negarme. Siempre los he admirado. Son inteligentes y hacen un estupendo trabajo".

La familia terrestre de Júpiter está integrada por Maria Doyle Kennedy, que representa a Aleksa, su madre; Frog Stone en el papel de su tía Nino; Jeremy Swift, que da vida al prepotente tío Vassily; y Kick Gurry como su primo Vladie, un tipo cuyas ideas son mucho mejores que su capacidad para ponerlas en práctica.

Entre las entidades alienígenas, híbridas y robóticas que Júpiter y Caine se encuentran a lo largo de su recorrido por la galaxia están Gugu Mbatha-Raw, que interpreta a Famulus, la consejera de Titus; Tim Pigott-Smith, en el papel de Malidictes, el visir con ojos de búho de Kalique; y Edward Hogg como Chicanery Night, el denominado (no sin acierto) consejero legal de Balem. David Ajala es Ibis, el compañero cazarrecompensas de Razo; Nikki Amuka-Bird interpreta a Diomika Tsing, capitana de una nave escolta de los Aegis que pone en peligro a su tripulación y a sí misma al ayudar a Caine; y Ariyon Bakare escenifica los movimientos que se capturaron para dar vida al temible sáurido Greeghan, un gigante alado de la guardia real de Balem ansioso por acabar con Caine, algo de lo que es muy capaz.

"El elenco que reunimos es fantástico", afirma Hill. "La película está repleta de actores talentosos que interpretan toda una gama de personajes complejos y fascinantes".


El diseño de los mundos
Stinger: "Siempre nos han dicho que la raza humana ha nacido en la Tierra, pero no es verdad".

"Para nosotros, el diseño y la estética han sido siempre elementos esenciales a la hora de afrontar un proyecto, algo que queda especialmente de relieve en Júpiter", afirma Lana Wachowski. "Queríamos captar todo el esplendor y los detalles de nuestro mundo y reflejarlos en pantalla", recalca. "También teníamos la determinación de hacer algo que se rehúye mucho en ciencia ficción: combinar diferentes tipos de estéticas, como el impecable resplandor futurista del Museo Guggenheim de Bilbao y el barroco gótico del Museo Británico. Además, queríamos representar la impureza del mundo real, algo difícil de conseguir en un estudio o mediante imágenes generadas por ordenador; por ello, filmamos muchas más tomas exteriores de las que cabría esperar para una película con una ambientación mayoritariamente espacial".

La historia comienza en un Chicago contemporáneo y reconocible, pero no tarda en abandonar este terreno familiar para poner rumbo hacia lo desconocido. El destino de Júpiter traslada al público a una refinería de los Abrasax, que sirve de austero hogar para Balem en el planeta Júpiter, o al Alcázar de Kalique, un tranquilo palacio ubicado en el ficticio mundo de Cerise, fuera de nuestro sistema solar. También lo acerca al lujoso complejo de Titus, que se erige a bordo de un enorme crucero en la nebulosa de Cleopeides, y al congestionado planeta Orous, donde, según se dice, surgió la humanidad hace miles de años, y que ahora se utiliza como oficina de registro.

Estos diferentes entornos, concebidos en su totalidad por los hermanos Wachowski, tuvieron que ser llevados a la pantalla con sus propios elementos estructurales y estilísticos y compartir al mismo tiempo una serie de características que sugiriesen que su historia estaba interconectada.

De aspecto futurista, todos existen en el presente, pero se modifican para ofrecer las comodidades y la tecnología de una sociedad que se encuentra en una etapa de desarrollo muy avanzada.

"El diseño de la película llevó un enorme trabajo, empezando por los bocetos y la infinidad de material de referencia que cubría las paredes de la oficina de los hermanos Wachowski", relata Grant Hill. "Una de las primeras cosas que hicimos fue reunir un gran equipo de diseño. Contar con la tecnología adecuada resultaba fundamental. Si vas a crear mundos enteros e inventar todo un universo, tienes que mantener una lógica. Hay que pensar en cómo construirían, vivirían, se moverían y vestirían sus habitantes. Cada planeta tiene su propia historia y mitología, además de habitantes particulares que han evolucionado con independencia de sus vecinos y de la población humana de la Tierra, lo cual debe reflejarse en su aspecto".

"El destino de Júpiter" contó con muchos especialistas que habían colaborado en proyectos anteriores, como el diseñador de producción Hugh Bateup, el director de fotografía John Toll, el editor Alexander Berner, la diseñadora de vestuario Kym Barrett, el diseñador de maquillaje y peluquería Jeremy Woodhead y el supervisor de efectos visuales Dan Glass, además del renombrado diseñador de efectos especiales John Gaeta, cuyo trabajo en Matrix le valió un Óscar® y que ejerció como asesor para El destino de Júpiter. Según detalla Grant, reunieron también "a artistas conceptuales, expertos en pintura sobre vidrio, diseñadores de prótesis, ingenieros, guionistas gráficos y dibujantes de vestuario de todo el mundo".

Los Wachowski adoptaron una estrategia poco común: trabajar con el compositor Michael Giacchino antes de la producción, lo que permitió que la banda sonora de la película (intensa y frenética, solemne y majestuosa o delicada como un susurro, según la ocasión) sirviese como fuente de inspiración adicional para el reparto y el equipo.

Glass es consciente de las ventajas que implica volver a reunirse con antiguos colegas creativos: "No hay una fase inicial dedicada a tratar de entender qué piensan los demás. Dicho esto, cada película de los Wachowski es radicalmente diferente en ciertos aspectos. Esta es una de las cosas que me atraen a la hora de trabajar con ellos. Siguen siendo una caja de sorpresas, incluso para aquellos que los conocen bien, así que en cada proyecto tiene cabida una buena dosis de emoción y nuevas ideas".

"La ciencia ficción presenta un desafío particular", sostiene Bateup. "Este género ofrece unas posibilidades de diseño enormes, especialmente cuando los hermanos Wachowski están implicados. Como buenos aficionados, tienen un extraordinario respeto por el trabajo que les precede, del que son grandes conocedores, y quieren hacer algo que la gente no haya visto anteriormente".

Había mucho que lograr y a una escala colosal, de modo que la colaboración no se hizo esperar: Bateup y Glass unieron fuerzas desde la concepción de la película. "Averiguar cuál era la mejor forma de dividir el trabajo para alcanzar el resultado final nos llevó un tiempo", dice Glass, cuyo equipo acabó filmando unas 2.500 tomas de efectos visuales. "Hubo situaciones en las que era necesario un entorno enorme que obviamente no se podía construir, pero los directores trataron de dar una base física real a algunas partes de cada mundo".

Muchas de las escenas se rodaron en Chicago y sus alrededores, en especial las relacionadas con la vida familiar de Júpiter, su emocionante huida de los asesinos en lo alto del distrito de negocios, y la remota casa de campo de Stinger, situada en la cercana Minooka. Posteriormente, los directores utilizaron el vasto escenario y las instalaciones de croma de los estudios de la Warner Bros. en Leavesden (Reino Unido).

Teniendo en cuenta la posible evolución de los acontecimientos a tenor de los parámetros de la historia y la existencia de una civilización humana con eones de antigüedad, optaron por un enfoque multifacético en el que confluyeran diferentes eras y estilos. Según Glass: "a Lana y Andy les gustaba la idea de que los mundos extraterrestres contuviesen elementos arquitectónicos familiares para el público, lo cual implicaba que podían haber servido de inspiración para nuestro propio arte y arquitectura en diversos puntos de la historia".

"Fue una idea recurrente en el proceso de diseño", añade Bateup, que ofrece como ejemplo la capilla del clíper de Titus. Para crearla se combinaron las características góticas de la catedral de Ely, situada en Cambridgeshire (Inglaterra) y donde se grabaron los suntuosos interiores que aparecen en la película, con ventanas de aluminio y apliques luminosos más modernos colocados por el decorador Peter Walpole y el departamento de utilería y labrados posteriormente".

En general, la estética de la casa de Titus está salpicada de imágenes religiosas pertenecientes a diferentes credos. "En su mayoría, los grandes pilares de la bahía de atraque se basan en las estructuras que componen los techos de las antiguas iglesias inglesas", dice Bateup. "Nos propusimos que los aposentos pareciesen y recordasen a un yate de lujo de mediados del siglo XIX, con acabados de madera y adornos de latón u oro que acentuasen su sentido del estilo. Para resaltar la temática de la ciencia-ficción utilizamos grandes ventanales panorámicos que permitían contemplar el espacio y, en un intento por combinar el arte egipcio con la tecnología más vanguardista, adornamos la entrada con figuras caninas de oro labrado".

"El barco, que toma prestados elementos de la arquitectura gótica y el art déco, se asemeja a un pez gigante con grandes velas en forma de aleta que surca las profundidades del espacio", añade Glass. "Algunos detalles familiares, como las bóvedas de abanico, adquieren orientaciones inusuales que confieren una variedad visual deliberada al conjunto".

La primera parada espacial de Júpiter es la casa de Kalique, un lugar con luz difusa, altos techos y un sentimiento de tranquilidad permanente. "Las magníficas cascadas y el gran tamaño de los interiores pretendían imbuir de una cierta majestuosidad a este personaje", confiesa Bateup, quien adaptó los vestíbulos y las zonas de exposición del Museo de Historia Natural de Londres a los escenarios del palacio para posteriormente añadirles cúpulas y chapiteles digitalmente.

Uno de los marcos más elaborados era el mundo de Balem, un espacio cavernoso que alberga su laboratorio y la refinería, y cuyo diseño evoca una planta siderúrgica o un supercolisionador. "Lo más complicado de estos escenarios era determinar cuánto se podría construir en el limitado espacio que ofrecía el plató y lo que se tendría que añadir mediante efectos visuales digitales para lograr el sentido de grandeza que los directores deseaban transmitir", comenta Bateup, encargado de levantar escenarios descomunales en Leavesden que el equipo de efectos visuales rodeó posteriormente de cromas dispuestos desde el suelo hasta el techo. "Dimos un toque particular a los estilos gótico e industrial, y les añadimos suntuosa maquinaria elegante".

"La base de operaciones de Balem se encuentra entre los gases de Júpiter, dentro de una estructura sumamente intrincada", asevera Glass. "La complejidad de este escenario queda reflejada en la enorme cantidad de datos generados, la mayor jamás manejada por Double Negative, uno de nuestros principales proveedores de efectos visuales".

Los actores se mostraban sorprendidos con cada nuevo entorno. Así lo ratifica Kunis: "Parte del montaje se realizaba en posproducción, pero los escenarios reales en los que trabajamos eran impresionantes y hermosos, y se adaptaban perfectamente a las cualidades de cada personaje. El mundo de Balem parecía una mazmorra, algo que le iba como anillo al dedo; el de Kalique tenía velas por doquier, lo que le daba un aire marroquí; y los escenarios de Titus eran magnificentes y sensuales, con mucho caoba".

El planeta ficticio Orous, situado en el sistema Cunabulum, se erigió en cuna de la raza humana. Superpoblado durante mucho tiempo y con ciudades que se elevan muy por encima de su superficie, en la actualidad es sede del Ministerio de la Commonwealth y centro de operaciones de los Aegis, la fuerza policial del universo. Bateup dice así la ausencia de localizaciones en tierra: "Han trasladado su producción agrícola a enormes instalaciones orbitales. Dentro de estas masas en órbita hay otras muchas ciudades con sus propios ecosistemas independientes. Familias muy ricas, al igual los Abrasax que viven en estos anillos exteriores".


Vuelos, luchas y botas antigravedad
Una de las secuencias más espectaculares de la película tiene lugar cuando el relato comienza a desarrollarse, justo después de que se confirme que Júpiter es la heredera real y se convierta en objetivo de los beligerantes Abrasax. La joven debe confiar en Caine, a quien acaba de conocer, para eludir la muerte y evitar ser capturada en una persecución y una batalla emocionantes: la llamada "Caza de las Sombras". En una perfecta fusión de acrobacias, efectos especiales, tomas manuales de localizaciones y trabajo en escenarios croma, ambos avanzan sin descanso a través de estrechos pasillos, entre rascacielos y bajo puentes, para elevarse posteriormente sobre el horizonte de Chicago en una carrera aérea repleta de curvas cerradas, bruscos descensos y estrategia de combate improvisada por Caine.

"Los hermanos Wachowski llevaban mucho tiempo queriendo filmar una película en su ciudad natal, y El destino de Júpiter es en muchos sentidos un homenaje a la ciudad", sostiene Grant Hill.

"En nuestra opinión, sin duda sesgada, Chicago es una de las ciudades más bellas del mundo", afirma Lana. "En verano, justo antes de que el sol se levante, cuando los destellos del cielo comienzan a brillar y las farolas de la ciudad aún titilan, hay un momento en el que la luz se refleja en el lago y se crea un caprichoso resplandor momentáneo que tiñe el cielo de púrpura, añil y dorado. Creemos que esta es una de las imágenes más bellas y románticas de la ciudad. Llevamos a John Toll, el director de fotografía, a lo más alto de la Willis Tower para ver cuánto duraba la magia. Eran unos cinco minutos. Nos preguntó qué escena queríamos grabar: una toma de situación, un momento romántico... Cuando dijimos que la Caza, se echó a reír: 'No, en serio'".

Lana continúa: "Normalmente, las persecuciones se graban a plena luz del día o durante la noche, ya que son complejas y se necesita un tiempo considerable para encajar las piezas; en cuanto a las puestas de sol, son un buen momento para grabar una escena romántica, mucho más sencilla. Queríamos combinar ambas filmando la mejor persecución posible, ya que es precisamente en estos instantes cuando Júpiter y Caine comienzan a conectar. La chica está literalmente "cayendo" en brazos del soldado. Además, queríamos que pareciese real, por lo que tratamos de limitar la cantidad de imágenes generadas por ordenador o en croma".

"En nuestra opinión, hay físicas del cuerpo humano que no se pueden representar fielmente a través de las imágenes generadas por ordenador", añade Andy. "La base de esta persecución son dos personas colgando de un helicóptero. Se puede sentir su peso y el modo en que sus cuerpos reaccionan, se separan y se agarran, a lo que se unen pequeños detalles físicos, como la forma en que la bota de Caine cambia de posición. Las imágenes generadas por ordenador son increíbles y hay grandes profesionales que pueden hacer algo así, pero para renderizarlo todo se necesitaría el trabajo de un año de un artista muy especial".

La logística de la Caza de las Sombras comenzó en un plató de Leavesden, donde se construyeron complejas plataformas y se perfeccionó la coreografía de las escenas peligrosas en un entorno seguro antes de llevar la acción a las calles y los cielos. Posteriormente, las pruebas realizadas en Long Beach (California) permitieron comprobar que los artistas podían suspenderse en un helicóptero para ejecutar una serie de acrobacias voladoras mientras las cámaras los grababan desde otro aparato. Tras el éxito obtenido, los directores solicitaron autorización para rodar entre las calles y sobre los edificios del centro de Chicago.

Fueron necesarios ocho meses de planificación para ejecutar el trabajo aéreo in situ, que precisó de la asistencia de un buen número de organismos reguladores. "Fue un esfuerzo en varios frentes", continúa el productor. "Durante dos semanas, tuvimos que cerrar partes del centro de la ciudad por la mañana temprano y al caer la noche, y hubo que evacuar por completo la zona para que un helicóptero pudiera volar entre los edificios con los dobles de Channing y Mila suspendidos a 450 metros del suelo mientras otro hacía maniobras a su alrededor para poder grabarlo todo. Al mismo tiempo, un tercer helicóptero filmaba los fondos para los cientos de tomas de efectos visuales en las que se mostraría la destrucción de gran parte del centro de Chicago".

"Las imágenes tomadas con la cámara montada en el helicóptero se complementaron con las de cuatro equipos terrestres apostados en los tejados de los edificios por los que pasaban los aparatos", comenta John Toll.

El tiempo era escaso. Toll recalca la observación que los Wachowski realizaban sobre la atmósfera: "Un año antes de la grabación de la escena llevamos a cabo pruebas en distintas partes de la ciudad y a diferentes horas del día, y decidimos que la imagen única que ofrecía la luz del amanecer justo antes de la salida del sol crearía el ambiente ideal: hermoso, misterioso y amenazante, todo al mismo tiempo. En esa época del año, esto suponía grabar entre las 5:15 y las 5:45 de la mañana".

"La secuencia final es una mezcla bastante compleja de efectos visuales y fotografía en vivo, que incluye acrobacias realizadas tanto por los actores como por sus dobles en Chicago y frente al croma", concluye Toll. "Los efectos visuales relacionados con los extraterrestres y las naves espaciales se generaron por ordenador e integraron en los planos de acción en vivo".

Para ello, Glass y su equipo trabajaron codo con codo con Toll en la creación de una nueva plataforma para cámaras que se pudiese utilizar en las tomas de localizaciones y proporcionase planos aéreos de 180 grados o "planos en blanco" en los que superponer las imágenes generadas por ordenador. "Ayudamos a diseñar y construir la Panocam, que estaba integrada por seis cámaras RED en un montaje aéreo con giroscopio estabilizado", recuerda Glass. "Esto nos permitió captar un ángulo de visión muy amplio a alta resolución en muchas tomas. Sin ella hubiera sido imposible grabar tantas escenas aéreas; además, nos dio más flexibilidad con los primeros planos acrobáticos. En el estudio utilizamos el sistema NCam, que nos proporcionaba información en tiempo real sobre los entornos virtuales y datos casi instantáneos de las cámaras para la preparación de las posvisualizaciones in situ y la posterior edición".

Gran parte del atractivo de estas escenas y de la acción de El destino de Júpiter en general reside en el modo en que se mueve Caine, el héroe. A pesar de no volar en el sentido tradicional del término, no utilizar una mochila propulsora ni montar ningún vehículo, Caine es capaz de acelerar, lanzarse en picado y desplazarse tan rápido como un ave rapaz, cambiando bruscamente de dirección y velocidad.

El secreto: sus botas. "No son botas con impulsores ni voladoras", Tatum comenta. "Redirigen la fuerza de la gravedad, lo que permite a Caine surfear por el aire". En realidad, se trataba de patines que el actor utilizaba a través de un sistema de rampas, plataformas y cables que simulaba la sensación de desplazamiento aéreo, y cuyas ruedas se borraban en posproducción.

Con ayuda de los seis hombres que, bajo la dirección de R. A. Rondell (coordinador de dobles conocido por Matrix), manejaban los cables situados tras la pantalla verde, Tatum patinaba por una gigantesca cinta triple de cuatro metros de longitud y dos de ancho, desplazándose a más de 7 km/h con Mila Kunis la mayoría del tiempo y "surfeando" sobre Chicago y por mundos alienígenas.

Para ayudar a Tatum y el equipo de especialistas, los realizadores se pusieron en contacto con algunas de las figuras más destacadas del ramo, como el patinador en línea profesional Cory Miller, de California, y el patinador de rampas Taïg Khris, de Francia. Este último, famoso por dejarse caer desde la Torre Eiffel por una rampa en 2010 para batir el récord mundial de lanzamiento más alto sobre patines en línea, también ejecutó el salto de Caine desde el balcón del segundo piso del vestíbulo principal del Museo de Historia Natural, utilizado en este caso como palacio de Kalique, y "voló" a través de la catedral de Ely, que sirvió como localización de la capilla situada a bordo del barco de Titus.

Tatum, que carecía de experiencia previa con este deporte, sostiene que "hay que patinar a buen ritmo y ser capaz de parar a tiempo para lanzar o bloquear puñetazos mientras giras para enfrentarte al siguiente enemigo, y a veces los patines no se mueven en la dirección adecuada o te llevan demasiado lejos. Si me paso yendo a pie puedo recuperar la posición; sin embargo, sobre patines resulta más complicado. Los principios fueron lentos, pero llegó un día en que no me los quité en todo el tiempo. Ese fue el punto de inflexión. Aunque no estuviese atado a los cables, me ponía los patines y hacía mi vida con ellos. Es como aprender un idioma".

Y añade: "Entre otros aspectos, acepté el papel porque me ofrecía la oportunidad de desarrollar el tipo de trabajo físico que siempre me había encantado ver en el cine. Me gusta aprender cosas nuevas y exigirme lo máximo, y sabía que trabajar con algunos de los mejores dobles de la industria me haría progresar".

Durante una buena parte de la acción, Caine carga y defiende a Júpiter, así que Tatum interpretó la mayoría de estas escenas con Mila Kunis atada a la espalda.

Además, la pareja pasó un tiempo considerable suspendida por cables. Kunis lo recordaba así: "No sé si puedes llegar a prepararte para estar colgado de un cable, pero trabajé mucho en ello y fue muy interesante. Hubo un momento en el que cada uno estaba sujeto por siete cables independientes; si Channing giraba demasiado en una dirección, me balancearía en sentido contrario y chocaríamos, así que fue necesario alcanzar un cierto grado de coordinación". Había situaciones bastante surrealistas. "Tras unas cuantas horas colgado, acabas charlando de cosas normales, del tipo "¿Qué cenaste anoche?"... Luego miras abajo y recuerdas que estas a 12 metros del suelo".

Kunis y Tatum prepararon algunos de los combates con el coordinador de dobles y escenas de lucha británico Ben Cooke, especialmente la decisiva confrontación de Júpiter con Balem en la refinería y el decisivo enfrentamiento a vida o muerte entre Caine y Greeghan, el letal sicario de Balem. "Obviamente, Caine es un militar altamente capacitado y tiene cierto estilo, así que fue algo que desarrollamos con Channing. Tatum tiene fluidez y una particular elegancia", dice Cooke. "Por su parte, Júpiter es una chica normal, sin movimientos ninja. Tiene un estilo de lucha marcado por su carácter y utiliza el entorno, así que resulta más realista".

Greeghan es una de las criaturas generadas por ordenador que aparecen en la película. Con más de dos metros de altura, seis de envergadura y una serpenteante cola que utiliza como látigo, se trata de un auténtico monstruo. Dan Glass lo considera "un lagarto alado, casi un dragón", una descripción muy adecuada, ya que, durante la preparación de la captura de movimientos, Ariyon Bakare, el actor que lo interpreta, estudió la forma de desplazarse de saurios como el dragón de Komodo con el objetivo de combinar la inteligencia humana con la agilidad y la imprevisibilidad de los reptiles.

"En sentido estricto, hasta ahora no habíamos creado ninguna criatura con los Wachowski, así que era otra área por explorar", afirma Glass. "Hay una espectacular secuencia de lucha entre Greeghan y Caine que impresionará a los espectadores. Además, estos mundos están poblados por muchos otros seres, como los guardianes, que parecen el clásico ET en gris, y un gran número de híbridos y personajes no humanos".


Viajando con estilo
"¿Por qué son tan feas las naves espaciales?", pregunta Lana en tono jocoso. "Parecen portacontenedores de una refinería petrolífera. Sin embargo, si se analiza la historia del transporte se puede ver que los seres humanos, en especial los más ricos, siempre han viajado en medios con estilo, desde los carros hasta los coches, pasando por los barcos y los aviones. Este tema salió a relucir en nuestra primera conversación con Hugh, Dan y Gaeta".

Un sentido de opulencia que sirvió de protocolo para los increíbles vehículos que aparecen en la película. Además de la nave de Titus, cuyo uso principal es el de palacio flotante, los Wachowski imaginaron una novedosa flota de naves espaciales distinguidas y ágiles, en las que se combinaban funcionalidad y elegancia. Cada una tiene una belleza propia, basada en diseños orgánicos inspirados en la naturaleza (algunas se asemejan a insectos o aves de presa) y con apéndices que pueden utilizarse como velas, alas o cuchillas.

Para esbozar el aspecto y el funcionamiento de estos vehículos, los cineastas no se limitaron a intercambiar ideas con John Gaeta, Bateup, Glass y sus respectivos equipos, sino que recurrieron a diseñadores de todo el mundo, llegando a colaborar con veinte artistas conceptuales de siete países diferentes. "Fue un modo fantástico de ver las ideas de personas con formaciones muy diferentes", comenta Bateup. "Tras perfeccionar los conceptos iniciales, acabamos creando las naves de la película, que utilizan un sistema de propulsión con el que pueden desprenderse rápidamente de varias partes y recuperarlas a través de una fuerza gravitatoria inducida por máquinas".

La idea, inspirada en el comportamiento multidireccional de los superfluidos fermiónicos con los que se trabaja en los laboratorios de física, "permitía que las naves más pequeñas cambiasen de dirección rápidamente, algo muy interesante", explica Glass. "Más tarde, esta ‘tecnología flotante’ fue adoptada por los vehículos de mayor tamaño, tomando como base la idea de energía fermiónica que aparece en la película y que brinda la posibilidad de controlar la gravedad local".

Entre las naves se encuentran el transportador interplanetario de Titus, una nave de tamaño medio, y el Crucero Abrasax de Balem, que presenta un aspecto más brutal y agresivo. Además, Balem controla la nave de guerra de los Abrasax, que comparte estilo con el crucero pero ha sido diseñada para la batalla, y otro transportador interplanetario, una versión más rápida del modelo de Titus y más parecida a una lancha motora.

La fuerza policial estacionada en Orous utiliza el Crucero Aegis (una nave de guerra) y una máquina de combate individual llamada Cero. Los cazarrecompensas y aquellos que trabajan por su cuenta, como Razo, optan por un transportador interplanetario o por la denominada (muy acertadamente) Bala, una veloz motocicleta individual diseñada para el transporte personal, pero igual de efectiva en un tiroteo o una persecución a gran velocidad.


Vestuario, maquillaje y una lluvia de cristales
La diseñadora de vestuario Kym Barrett, que colaboró por primera vez con los hermanos Wachowski creando las vanguardistas indumentarias de Matrix, comenzó a forjar los conceptos que aplicaría en los trajes 18 meses antes de la fotografía principal. Junto con Jeremy Woodhead, director de maquillaje y peluquería, creó el estilo de los cientos de seres que habitan los mundos de El destino de Júpiter. "Cuando los personajes van desde robots hasta miembros de la realeza, pasando por soldados e híbridos, tu imaginación se pone a funcionar. Te vienen a la mente cosas en las que nunca habías pensado con anterioridad", afirma.

A la hora de diseñar híbridos, la inventiva de Barrett y Woodhead se disparaba. "En la película, los únicos personajes completamente humanos son Júpiter, el resto de habitantes de la Tierra y los herederos Abrasax; el resto están mezclados con otras especies o son sintéticos o robots", afirma Woodhead. "No queríamos que nuestros híbridos destacasen demasiado, así que optamos por una serie de combinaciones genéticas sutiles, como escamas o plumas, que sugerían una alteración en la textura de la piel". La identificación de Stinger con las abejas, por ejemplo, solo se evidencia físicamente en la forma hexagonal y el tono dorado de sus pupilas, además de las rayas de su cabello; por su parte, los genes de búho de Malidictes aparecen en forma de somero plumaje y nariz en forma de pico.

El principal personaje híbrido de la historia es Caine, cuyas características de lobo se manifiestan únicamente en la ligera forma puntiaguda de sus orejas y la textura de su pelo, algo más gruesa. Tal y como apunta Barrett, su vestuario "tenía que cumplir muchos requisitos relacionados con el tipo de escenas que iba a desarrollar, como mostrar su físico sin que se viese demasiada piel, puesto que el misterio que hay a su alrededor debe conservarse".

La transformación más impresionante es la que atañe al aspecto de Júpiter, que pasa de una ropa informal y bastante terrenal a una serie de prendas exquisitas, acordes con su recién adquirida realeza. "Júpiter procede de una familia trabajadora de Chicago, por lo que su estilo es accesible y parecido a lo que la mayoría de jóvenes viste en la actualidad", dice Barrett. "Lo divertido para el espectador, y para mí como diseñador, es compartir su viaje de Cenicienta, en el que pasa de fregar suelos a convertirse en princesa sin perder su esencia en ningún momento".

El punto culminante de esta transición es el magnífico vestido blanco y carmesí que luce en la nave de Titus. "Tenía que ser una declaración real, algo más que un vestido", afirma. "Cuenta con cientos de flores hechas a mano y adornadas con pequeños cristales Swarovski cosidos sobre la tela, además de un tocado con flores de color carmesí y más cristales brillantes. Para sujetar la tela y las flores de papel plata utilizamos cables finos y una base impresa en tres dimensiones, muy ligera, pero sólida".

Barrett y su equipo también utilizaron la impresora 3D para crear algunas joyas, lo que les permitía pasar rápidamente de las ideas a materiales compuestos de nailon que podían bañarse en oro más tarde.

La diseñadora incorporó al armario de los Abrasax generosas cantidades de cristales Swarovski con diversos colores y formas. En un vestido con temática acuática de Kalique se utilizó otra lluvia de puntos reflectantes que parecían centelleantes gotas de agua, "como si no estuviesen unidos al tejido, sino que creciesen en él de forma orgánica", comenta. "Usamos cientos de diminutas estrellas Swarovski sobre la blusa, ensartadas en forma de collar y para los pendientes". El traje de Titus también cuenta con una rica decoración. En cuanto al aspecto minimalista de Balem, Barrett lo describe como "fundido y metálico".

"Estábamos creando una fusión de culturas y estilos de la historia de la humanidad que se acentuaba y bullía en sus planetas de origen, y la ropa que llevaban tenía que ser un reflejo de ello y de su extrema riqueza. Buscábamos un sentido decorativo casi klimtiano", explica Barrett. "Nuestro mayor desafío era crear un aspecto extraterrestre y mantener al mismo tiempo algo con lo que la gente pudiese verse relacionada".

Este pensamiento no solo refleja el diseño visual global de la película, sino también una de sus temáticas principales. De acuerdo con Grant Hill, "para Júpiter y el público, estos mundos parecen futuristas, pero puede que lo más sorprendente sea que existen en este momento y que la gente que los habita comparte nuestro ADN".

Quizá sea cuestión de perspectiva. Júpiter trata de mantener el equilibrio entre fortunas e identidades cambiantes: limpiadora con una herencia real, corazón escéptico que encuentra de repente al amor de su vida... Una mujer con una pequeña visión del mundo que acaba por heredar todo un universo.

Tal y como señala Lana Wachowski, la historia comienza y acaba con un telescopio que sirve como "metáfora de la perspectiva que cada cual tiene en la vida. Júpiter nace en la oscuridad: desamparada, sin hogar y sin padre. Solo conoce la dificultad, lo que le lleva a odiar su existencia. Aun así, le gustaría ser capaz de ver a través de los ojos de su progenitor y entender por qué las estrellas eran tan especiales para él. Quiere mirar a través del telescopio y tener una perspectiva global; sabe que cuando lo consigues las cosas se ven con más claridad y el futuro puede albergar todo un universo de posibilidades".

Y concluye diciendo que "hay algo muy hermoso tras los regalos que el Mago hace a Dorothy y sus tres compañeros, ya que son símbolos de algo que ya tenían en su interior. En definitiva, el regalo del telescopio es lo mismo: la capacidad de su padre para contemplar lo maravilloso del mundo más allá de la propia perspectiva, de nuestras propias vidas; algo que Júpiter siempre tuvo dentro".