En LE WEEK-END, Nick (Jim Broadbent) y Meg (Lindsay Duncan) son una pareja de profesores británicos que regresa a París muchos años después de su luna de miel para intentar revitalizar su matrimonio. Meg siente que merece una vida mejor, pero se muestra insegura y desamparada sin su marido Nick.
Sinopsis larga
Nick y Meg son un matrimonio de Birmingham que ronda los sesenta años. Ella es profesora de Biología en un instituto, y él da clases de Filosofía en una universidad de segunda.
La pareja decide viajar a París para pasar un fin de semana romántico que reavive su largo matrimonio, pero Nick ha cometido el grave error de reservar el mismo hotel donde pasaron su luna de miel hace treinta años. Ahora ya no lo ven con los ojos de entonces, y Meg se niega a alojarse allí. Corre a por un taxi y pide ir a uno de los hoteles más lujosos de la capital francesa, forzando los límites presupuestarios y sociales de la pareja. Aunque al principio parece que el hotel está lleno, finalmente les ofrecen una magnífica suite ("Tony Blair se alojó aquí"), y Meg desenfunda su tarjeta de crédito.
Nick y Meg se proponen disfrutar de París, de su gloriosa gastronomía y, a ratos, también el uno del otro, capeando los estallidos, a veces cómicos, a veces dolorosos, que surgen de las tensiones que arrastra su matrimonio. Mientras siguen el rastro del mundo despreocupado de su juventud, cargado de idealismo y de compromiso político, terminan discutiendo sobre el sexo, sus hijos y las dificultades para seguir juntos.
La primera noche quedan con Morgan, un amigo americano de Nick de cuando estudiaron en Cambridge, que ahora vive en París y es un fenómeno mediático, famoso, rico y casado con una joven francesa que está embarazada de él. Morgan los invita a una cena en su piso superchic para celebrar la publicación de su último libro. Allí, Nick y Meg se sienten cohibidos entre tanta gente triunfadora y glamurosa que parece sentirse muy a gusto con ella misma y su vida en París. La velada termina fatal, ya que Nick confiesa haber perdido su puesto por insultar a una persona negra en su universidad, y él y Meg abandonan la cena presas de una gran agitación.
Al volver al hotel, se encuentran con que han vaciado la habitación y sus pertenencias están retenidas: la tarjeta de crédito ha sido rechazada, y el hotel quiere avisar a la policía. Nick y Meg se dan a la fuga y terminan en una cafetería barriobajera con unos pocos euros en el bolsillo. Finalmente llaman a Morgan, que paga sus deudas, y los tres amigos celebran su reencuentro.