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  La huída  (Deadfall)
  Dirigida por Stefan Ruzowitzky
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Dirigida por el austriaco Stefan Ruzowitzky, ganador del Oscar a mejor película extranjera por Los falsificadores, LA HUIDA es un thriller de supervivencia en el que dos hermanos que se han dado a la fuga tras un golpe tendrán que enfrentarse a peligrosos enemigos en el epicentro de una violenta tormenta de nieve para poder cruzar la frontera y salvar así el botín y sus propias vidas.

Eric Bana (Star Trek, Munich) y Olivia Wilde (Rush, Tron:Legacy) protagonizan LA HUIDA junto a un reparto de secundarios de lujo encabezado por la ganadora del Oscar Sissy Spacek (Quiero ser libre, Carrie), Charlie Hunham (50 sombras de Grey, Pacific Rim), Kris Kristofferson (Blade, Pat Garrett y Billy el niño) y Kate Mara (127 horas, Iron Man 2).


La prensa ha dicho
Un western-noir de la vieja escuela altamente satisfactorio - Variety

Con su oscura intensidad y convincente acento sureño, la interpretación llena de matices de Eric Bana nos mantiene pegados a la butaca - The Hollywood Reporter

Espléndida en sus escenas de acción. - Time


Como de la familia
Según el guionista Zach Dean, el plan inicial para este guión era escribir algo tradicional, un thriller sencillo, pero tras embarcarse en un vuelo de California a Nueva York, la historia real tomó forma rápidamente.

Poco después del despegue, el piloto se dio cuenta de que el tren de aterrizaje no se replegaba. Entonces, desvió la trayectoria hacia una pista del aeropuerto de Los Ángeles, lo que dejó a Dean un espacio de tiempo que le pareció interminable para reflexionar sobre su propia mortalidad.

"Teníamos que pasar tres horas dando vueltas", recuerda. "La compañía Jet Blue tiene monitores detrás de cada asiento, por lo que todos estábamos viendo la noticia del vuelo 292 una y otra vez en la Fox. Fue una experiencia interesante." Mientras el piloto orbitaba la pista intentando consumir todo el combustible posible antes de intentar un aterrizaje, Dean descubrió cómo sus sentimientos acerca de la vida, la familia y su deseo de tener hijos se manifestaban con especial intensidad.

"Los protagonistas de la película serían aquellas familias interconectadas que se dirigen a un conflicto inminente, ellas formarían el entramado de la película, el telón de fondo de un thriller sobre unos fugitivos. Ese era el hilo conductor, todo se centraría en estos diversos núcleos familiares..."

Al regresar a casa, sus personajes saltaron del papel, trenzados a partir de capas de hilo narrativo que siempre regresaban al tema de las relaciones familiares. "En primer lugar está la historia de Addison y Liza", explica Dean de los personajes interpretados por Eric Bana y Olivia Wilde. "Son dos hermanos con una historia muy oscura pero aun así muy unidos, aunque a un nivel insano. Son dos supervivientes que en muchos sentidos se quieren mucho, pero son peligrosos. La segunda historia es la del convicto Jay (Charlie Hunnam) y su fría relación con su padre, Chet (Kris Kristofferson) y su madre, June (Sissy Spacek), y su viaje para recuperar la relación con ellos y redimirse. La tercera historia central es la del sheriff Becker (Treat Williams), cuya hija, Hanna (Kate Mara) es además su ayudante y está siempre buscando su aprobación. La fuerza motriz era por tanto conectar esas familias diversas y que chocaran en una gran tormenta de nieve."

Ante la insistencia del representante de Dean, la productora Shelly Clippard (Lara Croft Tomb Raider: la cuna de la vida, Year of the Bull) leyó el guión acabado, y se quedó impresionada con su trepidante ritmo y con la aguda caracterización de los personajes.

"Era una historia fantástica", recuerda Clippard. "No podía parar de leer el guión, era muy original, con una narración fresca y unos personajes fantásticos, sobre todo el de Addison, es un villano impresionante. Como productora, siempre sueñas con un personaje así. Inmediatamente se lo llevé a Gary."

El productor Gary Levinsohn (Salvar al soldado Ryan, Serpientes en el avión, Doce Monos) reconoció enseguida las cualidades perfectas de un thriller: "Tiene ese equilibrio dinámico de personajes y argumento que siempre estás buscando", dice Levinsohn. "Creo que la mayoría de las culturas que se han enfrentado constantemente a la amenaza de la invasión han tenido que aprender a protegerse de los demás, un tema con una conexión evidente con el de nuestra conducta con nuestros familiares, tanto cuando nos sentimos agobiados por ellos como cuando estamos separados de ellos."

Con un guión potente, el siguiente reto para el equipo de producción consistía en encontrar a un director que le aportara la sensibilidad necesaria. Tras ver Los falsificadores (Die Fälscher), Oscar 2008 a la mejor película en lengua extranjera, Levinsohn supo que había encontrado a su hombre en el austriaco Stefan Ruzowitzky. Según reconoce, lo "asaltó" plantándose en la puerta de su casa de Viena para proponerle el proyecto.

Según Ruzowitzky, lo que más le llamó la atención del proyecto fue la exploración del concepto de familia: "Siempre me ha hecho gracia la obsesión de los estadounidenses por la familia", explica. "Tienen un ideal de familia perfecta, y luego todos están frustrados porque su familia no es así de perfecta. Pero, ¿cómo iba a serlo?"

La película plantea cuestiones como las diferentes perspectivas morales, la familia, las relaciones, el amor y el maltrato. Las relaciones principales giran en torno a Liza y a sus lealtades, primero hacia su hermano y luego hacia Jay, su amante. "Yo nunca he visto a Jay como el héroe, a Liza como su amor y a Addison como villano y antagonista", explica Ruzowitzky. "En realidad hay tres protagonistas; cada uno de ellos es el protagonista de su propia historia, y al final las tres historias colisionan."

Levinsohn, Clippard y Ruzowitzky se pusieron entonces en contacto con Ben Cosgrove, jefe de producción de 2929 Productions, de Todd Wagner y Marc Cuban, para ver si estaban interesados en financiar la película. Cosgrove era un gran admirador de Ruzowitzky, y enseguida hizo llegar a Wagner el proyecto. Tras leer el guión, éste recuerda haber pensado que su "exploración de lo que significa realmente ser una familia y de las complejas dinámicas de este tipo de relaciones resonó conmigo. Por ejemplo, ¿son más fuertes los lazos de sangre (en este caso entre hermanos) que los lazos de amor que estableces con tu cónyuge o con otras personas que conoces en el camino de la vida, incluso aunque sean disfuncionales o potencialmente destructivos? Esta película te obliga a plantearte hasta dónde llegarías por la familia, incluso si eso significara poner en peligro tu felicidad futura". Wagner y Cosgrove acordaron con Levinsohn y Clippard que producirían la película, y así fue como nació su asociación creativa.

Conseguida la productora, Ruzowitzky empezó a trabajar con Dean para pulir el material antes de contactar con los actores:

"Al ser yo también guionista, creo que puedo aportar cierta sensibilidad al proceso creativo", explica Ruzowitzky, que firmó Los falsificadores (Die Fälscher), Anatomía (Anatomie), Anatomie 2 y Los herederos (Die Siebtelbauern). "Es la historia de Zach, así que yo propuse algunas ideas y sugerencias y le dejé trabajar sobre el tema. En ningún momento fue una lucha de poder, tipo “yo soy el director e insisto en que esta frase o esto otro se elimine”. Fue algo muy creativo, un intercambio amistoso, nos estuvimos enviando ideas el uno al otro hasta que ambos estuvimos satisfechos, y entonces se lo enseñamos al productor. Nos hicimos muy buenos amigos en este proceso, y creo que eso es lo mejor que puede pasar al final de cualquier colaboración creativa."


Romper el hielo
Con el borrador de producción listo para ser leído por los actores, el equipo creativo sabía que la mayor dificultad conseguía en encontrar al actor que haría de Addison, el retorcido pero extrañamente honrado sociópata sureño que mueve los hilos de la historia.

El papel requería a un actor que dominara toda la escala de grises y supiera dar un enfoque sutil a un personaje volátil y brutal. "Sabíamos que necesitábamos a un actor brillante", dice Ruzowitzky, "que pudiera reflejar las muchas capas de este personaje, lleno de matices, un personaje que no es monocromo, sino con todas esas tonalidades distintas que vemos en él".

Afortunadamente, Eric Bana (Hanna, Munich, Black Hawk derribado) leyó el guión y enseguida aceptó el reto: "Al principio, mi agente pensó que me iba a interesar más el personaje de Jay que el de Addison, pero el de Addison fue el que me enganchó", comenta el actor. "Es un personaje muy peligroso, y desde el principio me atrajo la complejidad que supone interpretarlo."

"Es un tío muy complejo y dañado", continúa diciendo Bana. "Es alguien que, aparentemente, tiene un control completo sobre sí mismo y su hermana. Pero, a medida que la historia avanza y que la película se acerca a su último acto, descubrimos que no controla tanto como él quiere creer."

Desde el principio, los creadores tuvieron claro lo importante que era la relación de Addison y Liza para el éxito de la película. Así explica Dean cómo Addison ve a su hermana: "Todas las atrocidades que él comete, siempre que sean por Liza, son excusables. Para él, sigue siendo una niña, la niña a la que salvó. Él cree que su redención reside en el hecho de que lo hace por ella."

Por su parte, la actriz Olivia Wilde se sintió igual de atrapada por el guión desde que empezó a leerlo: "Cada página que pasaba me sorprendía", recuerda. "Eso me gustó. Es algo excepcional. Nunca supe muy bien a qué genero pertenecía. Cuando me dieron el papel, me preparé investigando mucho sobre el maltrato familiar y las relaciones incestuosas. En la relación entre Addison y Liza hay un trasfondo de sexualidad extraña e inquietante. Es tensa, y no verbalizada, pero ahí está. También me estuve documentando sobre el síndrome de Estocolmo. Porque, en cierto sentido, ella es una prisionera, confía ciegamente en Addison y lo quiere de una forma muy apasionada y compleja: él es su hermano, pero también su captor, su amante y su salvador."

Para el tercer miembro de este triángulo amoroso, los creadores recurrieron a la prometedora estrella Charlie Hunnam (Hijos de la anarquía, Hijos de los hombres), en el papel de Jay Mills, un ex campeón de peso medio en libertad condicional. La relación entre Addison y Liza es tan dinámica, que sólo un actor de su talla podría ocupar su lugar sin romper el delicado equilibrio dramático, y él se lanzó de cabeza al reto. Un problema de calendarios de trabajo impidió a Hunnam ensayar con Wilde, por lo que ambos se vieron por primera vez el día que rodaban la escena en la que sus personajes se conocen.

"Nos conocimos rodando", dice Hunnam. "Cuando ruedas escenas con actores que hacen de tus padres, o de amigos íntimos, resulta muy útil convivir un poco con ellos, aunque sea unos pocos días, y crear un poco de vínculo. Pero con un personaje que conoces en la ficción, esto puede incluso mejorar el resultado. Cuadraba con una historia que es muy emocionante, original y visceral."

Respecto a trabajar con Eric Bana, Hunnam estaba igual de entusiasmado. El plato fuerte de la película es una tensa cena de Acción de Gracias en la que Addison (Bana) decide quién vive y quién muere. "Esa fue una de las escenas más complicadas de rodar: es una escena muy intensa, tanto a nivel emocional como físico, y una de las más difíciles que he tenido que interpretar nunca", explica Hunnam. "La rodamos en cinco días, y aunque mantener ese nivel de intensidad es el trabajo de un actor, rodar algo que sólo va a durar ocho minutos en la pantalla a lo largo de cinco días y ser capaz de controlar cada pequeño matiz emocional manteniendo toda esa intensidad fue todo un reto. Pero Eric era el que llevaba la voz cantante en esa escena. Era él el que tenía que guiarla, y el que tenía mayor peso interpretativo en ella. Así que yo me centré en disfrutar mientras recibía una clase magistral de interpretación."


La fuerza de la sangre
Puesto que la historia está enraizada en los conflictos familiares, para Ruzowitzky era igualmente importante equilibrar a sus jóvenes estrellas con actores veteranos en el papel de padres. Por suerte, el momento era perfecto para conseguir a Sissy Spacek y Kris Kristofferson para los papeles de la madre y el padre de Jay, y a Treat Williams para el del temperamental sheriff Becker.

La relación entre los miembros de la familia Mills es un contrapunto fuerte y amoroso respecto a las destructivas relaciones familiares de los otros personajes, a pesar de las dificultades que tienen el padre y el hijo.

"Creo que todas estas familias son disfuncionales", dice Spacek, "pero probablemente la nuestra lo es menos. Creo que, al final, prevalece la fuerza de la sangre. Yo me parezco mucho a mi personaje, June Mills. Vivo en un rancho, tengo una relación larga y estable y tengo hijas, así que básicamente lo más importante fue deshacerme de mi acento sureño. Me costó mucho eliminar mi deje nasal, pero espero haberlo conseguido, ¡diantre!", bromea.

Para preparar el papel, Spacek visitó la casa que iba a ser el hogar de June en la película. "Mi personaje pertenece sobre todo a la casa: allí ha criado a sus hijos y ha vivido durante 40 años. Me pareció importante ver el sitio donde iba a estar. Aunque aún no estaba todo montado, necesitaba ver el espacio. Muchas veces duermo en el estudio o en la localización donde voy a rodar, y, cuando me despierto, siento que ese sitio me pertenece de algún modo. Desgraciadamente, esta vez no pude hacerlo, porque los habitantes de la casa aún estaban en ella", dice riéndose.

"Cuando estaba volando hasta aquí para el rodaje, una azafata se me acercó y me dijo: “Tiene que interpretar la historia de mi vida. Han asaltado dos veces distintas mi casa, y estuve retenida por dos individuos distintos”. Y yo le dije: “Eso es justo lo que estoy haciendo ahora”. Fue interesante, porque tuve la oportunidad de hablar con ella sobre el tema y la forma en que ella había reaccionado ante los hechos. En ambas ocasiones intentó conectar a nivel emocional, a nivel humano, con la persona que la estaba reteniendo", continúa diciendo Spacek. "Para mí, si eres capaz de conseguir eso, quizá tengas esperanzas."

"Trabajar con Sissy fue muy emocionante", declara Bana. "Soy un gran fan de esa época del cine de la que vienen actores como ella y Robert Duvall, así que conocerla y tener la oportunidad no sólo de trabajar con ella sino de trabajar tan estrechamente (aparece en todas mis escenas importantes) fue muy emocionante. De hecho, creo que parte de su comportamiento es lo que saca de quicio a Addison hacia el final, cuando June traiciona su confianza al no comentarle que Hannah va a venir para Acción de Gracias."

Hasta una estrella de la talla de Kris Kristofferson estaba entusiasmada de trabajar con Spacek. "Sissy me recuerda a una de mis nietas: sabe lo que quiere y no permite que nadie le diga que no. Es una gran actriz. Su trabajo en Quiero ser libre es una de mis interpretaciones favoritas. Lo más impresionante de esa actuación es que la esencia de la mujer a la que interpreta es real, no había ningún artificio, y lo hizo a la perfección. Hasta cantaba ella misma. Siento un gran respeto por ella."

"Él es un hombre maravilloso, con mucho talento", contesta Spacek. "Es perfecto para el papel de Chet, es un tipo muy divertido, un hombre agradable con el que es fácil llevarse bien... ha sido fantástico. Somos una pareja de granjeros perfecta."

"Chet es el padre, y además está casado con Sissy Spacek, que es una de las razones por las que quise hacer la película", comenta Kristofferson. "No sé muy bien qué decir sobre él, salvo que se pasa casi todo el rato tumbado boca arriba y con las manos atadas", añade riendo. Efectivamente, Kristofferson pasa gran parte de su tiempo en pantalla atado a la nada festiva mesa de Acción de Gracias. "Sería una situación difícil para cualquiera, pero este hombre, que ha sido sheriff, tiene la experiencia y la autodisciplina necesarias para al menos no empeorar la situación y buscar una solución."

"Cuando estás en una situación así, eliges si quieres meterte en líos o intentar tomarte tu tiempo para ver si puedes hacer algo útil", continúa diciendo Kristofferson. "Estoy totalmente indefenso durante el asalto, y básicamente me guío por las indicaciones de mi mujer. Podría decirse que actúo sobre la marcha, atento a cualquier posibilidad de intervenir en lo que está sucediendo antes de que él nos mate a todos."

Mientras la relación entre June y Chet es una de las más cálidas y normales de la historia, la relación entre Chet y su hijo es básicamente una decepción envuelta en arrepentimiento. "Kris Kristofferson interpreta a mi padre en la película, y para mi personaje es su principal fuente de desesperación, y, en última instancia, de redención", explica Hunnam. "Tenemos que transmitir eso en tres escenas, una de las cuales es una conversación telefónica. La narración es muy eficaz. Stefan y yo pasamos mucho tiempo pensando en cómo podíamos transmitir tanta autenticidad en tan poco tiempo."

"La familia es probablemente lo más importante de la película", dice Kristofferson, "tanto la relación entre Sissy y yo como mi relación con mi hijo, que es un poco decepcionante antes de que nos reencontremos. A mí me resulta fácil identificarme con eso, sobre todo porque Jay se parece mucho a uno de mis hijos, John. Tengo ocho hijos, y son lo mejor de mi vida, por lo que me gustó ver que la relación tenía esperanza".

En cuanto a Treat Williams, que interpreta al sheriff Becker, el sucesor de Chet, la película le brindó la oportunidad de explorar un género clásico.

"Una de las razones por las que me encanta esta película es porque tiene todos los elementos de un western clásico", observa Williams. "Se desarrolla en la parte norte de Michigan, en la Península Superior, pero si nos pusieras en el desierto con caballos en vez de motos de nieve, podría ser perfectamente un western. En la escena final confluyen todas las tramas, como nuestra versión particular del tiroteo en el OK Corral." La tormenta de nieve demora la llegada de ayuda en este contexto actual. "Estamos en un mundo que es como un salto en el tiempo, como si estuviéramos en el lejano Oeste, en aquellos tiempos en que se tardaba un día a caballo en llegar a cualquier sitio. Es una especie de encrucijada dramática... es muy interesante que sólo estemos nosotros."

Williams dice que fue un reto interpretar de manera realista a un personaje tan desmesurado como el de Becker. "Según el guión, mi personaje debe ser exagerado", comenta. "Siempre estábamos al borde de esa delgada línea entre situarnos en un punto realista y auténtico, y a la vez no recortar su fuerte personalidad. Es uno de esos tipos imponentes, campechanos y un poco brutos, de esos que no abren las puertas, sino que las echan abajo."

Finalmente, pensé: "Voy a abrazar a este personaje, voy a abrazar su rabia y su crueldad y a esperar que me salga bien", explica Williams, que puso toda su confianza en el director. "Encontré un gran apoyo en Stefan... ninguno de nosotros somos gran cosa sin un buen director, y él es un tío muy preciso, muy consciente de la interpretación."

Redondea el reparto Kate Mara, que interpretó el papel de Hanna, la hija y ayudante de Becker.

"Cuando me llamaron para preguntarme si estaba interesada en el papel, tuve sólo dos días para leer el guión y decidirme", recuerda la actriz. "Nunca había tenido que interpretar una relación como ésta. Para mí, la relación de Hannah con su padre, Becker, es muy abusiva. Es distinta a cualquier cosa que haya interpretado antes. Es una dinámica familiar complicada, y eso me gusta."

"Para mí, la de Hannah y Becker es la familia más interesante de todas", explica Ruzowitzky de la complicada relación entre padre e hija, que impregna el trabajo de ambos como policías. "Hannah y Becker nos muestran que las familias no siempre funcionan. Como dice alguien en la película, sólo puedes vivir una vida, y esa vida es la tuya: no puedes sacrificarte sólo porque pienses que tienes una responsabilidad hacia tu familia. Creo que es el contrapunto a la familia Mills, que es disfuncional sólo al principio, pero que luego aprenden y se unen. Con Hannah y Becker sucede justo lo contrario: Hannah se ha esforzado mucho por establecer una buena relación con su padre, hasta que se da cuenta de eso no va a ningún lado, no es lo que él quiere. Y ella tiene que pasar página."

"Becker y Hannah son el otro eje familiar de la historia", comenta la productora Shelly Clippard. "Siempre estuvieron en el guión, pero acabamos desarrollando un poco más su historia para que tuviera casi el mismo peso que las demás, así que al final la historia es como un tríptico, las tres familias tienen prácticamente el mismo peso. Becker tiene un carácter muy de la Península Superior, el lugar en el que está ambientada la película, que explora distintos aspectos de la familia y las relaciones familiares. Esta familia en concreto no funciona, y no porque no se haya intentado. Es una relación complicada que pensamos que merecía una mayor presencia en la película."


La verdad esculpida en la nieve
"Es verdad, es un western, no sólo en lo que respecta a los elementos del argumento, sino también al enfoque que le hemos dado", dice Ruzowitzky, confirmando las observaciones de Williams en cuanto al proyecto. "Hay muchos planos panorámicos; es importante el paisaje, ese entorno inhóspito. Siempre he pensado que lo que hace a un western es el hecho de que el paisaje interactúa con los personajes, y que estos pertenecen a él. Creo que esto también puede aplicarse a nuestra película, y espero que hayamos sabido transmitirlo."

Para el diseñador de producción Paul Austerberry, trabajar en el paisaje de Quebec de LA HUIDA fue algo natural. "Lo más emocionante de la historia es que yo me crié en Sault Ste. Marie [Ontario], que está justo encima de Michigan, y esta historia se desarrolla al sur de la frontera canadiense con Michigan", explica Austerberry. "Sabía perfectamente el aspecto que debía tener el paisaje. No he vuelto allí desde que tenía 18 años, pero tengo recuerdos muy agradables de su naturaleza, que es impresionante... Sabía que podíamos encontrar un paisaje parecido en Quebec, por eso me hizo ilusión unirme al proyecto."

"Al principio de todo, me enseñaron unas muestras del uso de la luz de un fotógrafo llamado Todd Hido", recuerda Austerberry. "También se las enseñaron a Shane Hurlbut, nuestro director de fotografía, porque quería esas influencias en la iluminación. Son imágenes de hermosos edificios, bastante aislados, en un paisaje blanco. Aunque no fuera nieve, se veía bastante brumoso y melancólico, parecido al ambiente de nuestra película, con una luz fría y artificial contra una casa oscura en un entorno inhóspito."

El otro elemento de la película, que es casi un personaje o elemento narrativo en sí mismo y que define gran parte de la estética, es la nieve. La decisión de Hurlbut y Ruzowitzky de rodar en película y no digitalmente estuvo motivada por la paleta que habían elegido y por las condiciones particulares que se crean al rodar en un paisaje nevado. "Antes, el formato digital daba problemas con los negros, y aunque ahora ya no es así, los blancos siguen siendo un problema", explica Levinsohn. "El formato digital crea mucho contraste, porque capta un espectro de color muy amplio. Cuando estás rodando en la nieve, ese efecto no es siempre el que deseas, buscas algo un poco más gráfico, evitando el efecto de toda esa luz reflejándose en la esa nieve. Como esta es una historia clásica, queríamos contarla de manera clásica, y el celuloide es un soporte clásico."

"Tenemos una escena al principio que abarca 150 metros, y luego tenemos toda una secuencia que pasamos de un plano amplio a uno súper amplio y luego a uno más amplio todavía, y queda genial. El problema del cine actual es que todo tiene que caber en la pantallita de un televisor, por eso todo son primeros planos y más primeros planos. En esta película volvemos a tener planos panorámicos, que me encantan."

"Una de las cosas de las cosas que menos se han comentado de esta película es la similitud entre un paisaje nevado y la naturaleza y una familia", comenta Levinsohn sobre cómo el paisaje refleja el drama psicológico del filme. "La naturaleza puede parecer atractiva, puede parecer segura, apacible y acogedora, y aun así, en un instante puede ser mortal, puede matarte. La tormenta que ha creado esa nieve tan hermosa puede acabar contigo de la noche a la mañana. Creo que las familias también son así, son atractivas y acogedoras, te ofrecen seguridad y alimento, pero pueden matarte o volverse contra ti muy rápidamente... la familia y la naturaleza son lo mismo. El paisaje que envuelve a los personajes de esta película es una metáfora de lo que les ocurre."

"Es romántico, pero también te ofrece una excusa para estrechar lazos, porque tienes que superar a ese enemigo común", continúa diciendo Levinsohn. "Hay hermanos y hermanas que tienen que hacer eso, que tienen que unirse para lidiar con sus familias y sus padres, y hay familias que se unen para enfrentarse a un duro invierno... las mismas cosas que representan un obstáculo en la vida también son las que te acercan a otros."

La nieve es un elemento clave de la película que planteó algunos retos, y es que la naturaleza es una diva como no hay otra. "La nieve es un personaje muy importante en la película", confirma Clippard. "Aunque desde el principio sabíamos que iba a ser un desafío, no hay nada como tener que enfrentarse a la Madre Naturaleza a cada paso y, a decir verdad, no ha sido fácil."

"Es muy estresante tener que preocuparse por la nieve", dice Austerberry. "Tiene que parecer fresca, lo cual es bastante difícil con 50 miembros del equipo yendo y viniendo, preparando la iluminación y metiendo el material antes de rodar... siempre acabábamos estropeando la preciosa nieve que entraba en el plano. Normalmente recurres a una máquina de hielo picado, que es la mejor opción, pero es muy cara... pasas unos trozos enormes de hielo por la máquina para que rocíe una cosa que más o menos parece nieve, es como una especie de hielo picado muy fino, muy blanco y bastante bonito. Pero no siempre puedes usarla, y tampoco es fácil trasladarla a algunas localizaciones. Si no, lo que haces es barrer y espolvorear un poquito de nieve sobre las huellas entre toma y toma... es un suplicio."

Y sin embargo, para nadie fue más duro rodar en la nieve que para los actores, que a veces tenían que trabajar con limitaciones físicas muy duras: "Creo que nunca he experimentado tantas incomodidades físicas como mi primer día de rodaje", recuerda Olivia Wilde. "Llevaba un vestidito de tirantes, y estábamos a -10ºC en un coche accidentado en medio de la nieve, destrozados por el agotamiento y el frío. Lo que mucha gente no sabe de Eric es que es un payaso. Es uno de los tíos más graciosos que he conocido nunca. Por eso, aunque estábamos a una temperatura gélida, cabeza abajo, en aquel escenario del accidente, nos hizo reír a todos. Pero en cuanto había que rodar, era como un experto tirador. Es un actor muy bueno y con gran capacidad de concentración. Estoy deseando ver la película, porque creo que es uno de sus mejores papeles. No hay muchos actores capaces de interpretar a un asesino en serie al que llegas a amar, pero él lo clavó."

"Todo lo relacionado con la película era genial", comenta Bana entusiasmado. "El guión era uno de los mejores que he leído en mucho, mucho tiempo, si no el mejor. El personaje representaba una oportunidad única para cualquier actor, así que me lancé de cabeza a por ella e hice todo lo posible para asegurarme de que la película se rodara."

"La película es una exploración muy interesante de las dinámicas familiares", comenta Hunnam. "Plantea cinco o seis dinámicas familiares, y tiene mucho que decir sobre la lealtad, el amor y el dolor de intentar mantener relaciones con personas de tu vida que no eliges. Es más o menos fácil dejar entrar en tu vida a la gente que te gusta y sacarla cuando las cosas empiezan a ir mal, pero la familia está ahí siempre, para bien o para mal. Creo que en estas relaciones hay mucha veracidad, más de la que he visto en muchas otras películas."

Por su parte, Ruzowitzky también se mostró satisfecho con la autenticidad que lograron: "Creo que lo más importante para una buena interpretación o una buena dirección es que sea auténtica y sincera. El público quiere identificarse con los protagonistas, y eso sólo se consigue cuando los personajes son creíbles. Ese es sin duda el objetivo de cualquier cineasta".

Todd Wagner añade que su "objetivo a la hora de producir y financiar cualquier película es siempre el mismo, hacer una película que a mí, como espectador, me gustaría ver, una que me invite a pensar, que sepa transportarme al mundo de los personajes durante unas dos horas. LA HUIDA consigue esto a muchos niveles, tanto desde la complicada situación de los dos personajes principales hasta los retos que ellos, y aquellos con los que se encuentran por el camino, experimentan".