Un joven pastor andaluz recoge a un hombre fusilado al que sus verdugos han dado por muerto y le busca refugio en un asilo. El herido, por los disparos, ha quedado reducido a un estado semivegetal.
En 1980, el pastor vuelve a encontrar su pista: ahora es un anciano que recorre las calles de Granada malviviendo de limosnas... Un hecho fortuito reaviva su memoria muerta, y el viejo pastor se obstina en averiguar su auténtica personalidad.
Poco a poco, la investigación desemboca en la verosímil posibilidad de que el hombre sea Federico García Lorca.