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  Juntos y revueltos  (Blended)
  Dirigida por Frank Coraci
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Juntos y revueltos está dirigida por Frank Coraci, quien ya colaboró con Adam Sandler y Drew Barrymore en El chico ideal (The Wedding Singer) y también hizo de director para Sandler en las famosas comedias El aguador y Click. El guion está escrito por Ivan Menchell y Clare Sera. Los productores de la película son Mike Karz, Adam Sandler y Jack Giarraputo y los productores ejecutivos son Barry Bernardi, Josie Rosen, Tim Herlihy, Allen Covert y Steven Koren.

Junto a Frank Coraci, entre bastidores trabajan el director de fotografía Julio Macat (Dando la nota), el diseñador de producción Perry Andelin Blake (El chico ideal (The Wedding Singer), Peso pesado), el editor Tom Costain (Niños grandes) y la diseñadora de vestuario Christine Wada (La boda de mi mejor amiga). La banda sonora es obra de Rupert Gregson-Williams.


LAUREN: Di por supuesto que estabas divorciado, naturalmente.

JIM: Bueno, yo di por supuesto que tu marido se pegó un tiro.


Adam Sandler y Drew Barrymore se enamoraron por primera vez en la gran pantalla en El chico ideal (The Wedding Singer), y conquistaron al público. Su química es incuestionable y espontánea y les llevó a protagonizar 50 primeras citas; ahora, 16 años después de aquel primer "hola", Adam y Drew se vuelven a reunir para Juntos y revueltos, una comedia romántica que nos ofrece una dulce y divertida visión del amor, pero esta vez, desde un punto de vista diferente.

El director de la película, Frank Coraci, conoce bien esta química, pues la ha visto en acción cuando trabajó con ellos en El chico ideal (The Wedding Singer). Según nos cuenta: "Conectaron en seguida; éramos todos muy jóvenes y nos lo pasábamos genial, y creo que, en gran parte, la película funcionó por lo bien que trabajan en equipo, las bromas que se gastaban y lo mucho que se hacían reír el uno al otro. En esta película están mejor que nunca, tienen mucha confianza y están cómodos trabajando juntos; por eso no le tienen ningún miedo a la comedia y, como se respetan mutuamente y se tienen mucho cariño, no importa lo burlonas que sean sus palabras, siempre tienen un trasfondo dulce".

"Nos caemos genial y nos respetamos mucho", dice Sandler, antes de contarnos las que cree que son las claves de su éxito como pareja en el cine: "También tenemos una atracción física nula; Drew se ha reido cuando me ha visto sin camiseta".

"Oye, te he visto sin camiseta y sigo aquí, ¿no?", dice ella.

"Creo que Adam y yo siempre hemos estado sincronizados y siempre sacamos lo mejor el uno del otro. Me encanta trabajar con él. Siempre estamos pensando cómo hacer que nuestros personajes sean más genuinos y personales y lo hacemos con mucho cariño, pero al mismo tiempo podemos dejarnos llevar y hacer el tonto juntos con total libertad".

No es de extrañar que su colaboración en Juntos y revueltos haya sucedido de manera natural, pues cuando finalmente su frenético ritmo de trabajo y los planes familiares les permitieron tener un rato para comer juntos, el entusiasmo por trabajar juntos de nuevo se vio renovado. Según Drew: "Sentimos que era el momento adecuado para sacar un proyecto adelante, y además Adam encontró uno perfecto para nosotros: una gran comedia muy divertida con momentos realmente conmovedores".

Adam, quien ejerce además de productor en la película junto a Mike Harz y Jack Giarraputo, de Happy Madison, su socio de producción con el que colabora desde hace tiempo, le envió el guion a Drew y le dijo: "Creo que tengo el proyecto perfecto, me encanta. ¿Podrías echarle un vistazo, Drewsky? A ella también le encantó, y, casi sin darme cuenta, ya estábamos volando a África".

Juntos y revueltos no solo supuso una oportunidad para que la pareja recreara su magia en la gran pantalla, sino que también amplió su repertorio romántico, pues ponía a sus personajes Jim y Lauren, padres solteros, en una situación con la que mucha gente se puede sentir identificada. Mientras luchan por ganarse la vida y sacar a sus hijos adelante, buscar pareja es una tarea bastante más complicada que antes, en la que se interponen los horarios para recoger a los niños del colegio, niñeras, toques de queda y preguntas complicadas; las prioridades han cambiado. Ya no se trata solo de encontrar a esa persona especial, sino que además hay que dar con la persona adecuada para tus hijos, y, a veces, las ilusiones y los deseos de los adultos son lo último en la lista.

Según Coraci, para Adam y Drew fue el momento oportuno. "Lo distinto para ambos esta vez, y que al mismo tiempo resulta apropiado para la historia, es que, igual que sus personajes, ahora Drew y Adam son padres, con todas las responsabilidades que eso conlleva. En las otras películas que hicieron juntos, la trama giraba en torno al primer amor y el comienzo de la historia, pero ahora trata de dos personas que nunca han perdido el romanticismo y la capacidad de divertirse pero tienen más experiencia en la vida y eso les ha aportado sabiduría y otra perspectiva para el papel.

"¿A quién no le gusta reírse y dejarse llevar por una historia sobre la vida real, la familia, el amor y las cosas del día a día por las que todos pasamos con el matrimonio y los hijos?", pregunta Barrymore. "Es un tema relevante, y en la película hay momentos profundos y de comprensión que lograrán conmoverte y, al mismo tiempo, hacerte sentir bien".

El productor Mike Karz nos explica la inspiración inicial para la historia: "Hace unos años estuve grabando material acerca de las cadenas de hoteles que ahora empiezan a ofrecer lo que llaman 'paquetes de vacaciones para lunas de miel' específicos para parejas que tienen hijos de matrimonios anteriores. Los recién casados podían llevar a sus hijos a su luna de miel para que todos pudieran disfrutar un tiempo alejados de las presiones del día a día".

Los guionistas Ivan Menchell y Clare Sera captaron la esencia de esa idea y, en lugar de asegurar primero una relación de pareja y luego dejarse llevar, pensaron en un enfoque diferente. Ivan Menchell nos cuenta: "Pensamos que sería más interesante para dos personas que tuvieran una cita a ciegas desastrosa y luego se vieran forzados a compartir unas vacaciones familiares juntos, pues tienen que aprovechar el paquete de vacaciones que otras personas reservaron pero al que no pudieron acudir, con todos los elementos que los otros tenían previstos, como una cena romántica o los planes para los niños; así que los dos protagonistas tienen que vivir el sueño de otros, lo que se convierte en su pesadilla".

Además, según Clare Sera, "Queríamos que fuera un lugar donde se sintieran limitados y del que no pudieran huir, para que cuando se hubieran comprometido, no tuvieran salida".

El hecho de que la historia tenga lugar en un sitio exótico y amplio arrastra a Jim y Lauren fuera de su zona de confort y sus rutinas diarias, y, quizá, fuera de los prejuicios que tienen acerca del otro, y les obliga a vivir un montón de experiencias que no se habrían imaginado que pudieran tener, ni disfrutar, hace unas semanas; aunque solo sea porque no les queda más remedio.

Coraci sugiere que: "De algún modo, tener una cita cuando tienes hijos no tiene por qué ser muy distinto de si no los tienes; de todas maneras, la historia suele comenzar con el elemento más importante: el sentido del humor".


NICKENS: Bienvenidos a la primera Semana de las Familias Reconstituidas. Os veo a todos, niños, hijastros, padrastros, madrastras, parejas del mismo sexo, donantes, y, por supuesto, primeras citas a la antigua usanza que han salido mal.


A la hora de preparar el terreno para el primer encuentro entre Jim y Lauren, Adam nos cuenta: "Ella se ha divorciado hace poco y mi personaje, Jim, es viudo. Han estado casados mucho tiempo y no están preparados para salir con otras personas otra vez, pero sus amigos insisten en que tienen que pasar página. Sin saber cómo, se ven envueltos en una cita a ciegas que no sale nada bien, pues están nerviosos, él dice lo que no debe, se bebe la cerveza de Lauren, y ella se atraganta con la sopa; y convierte el suceso en el punto álgido de la noche".

Según nos cuenta Drew Barrymore: "Cada vez que pillan ritmo, todo les sale al revés, y eso es muy propio de la vida real, porque ¿cuántas veces has conocido a alguien que te gusta y con quien tienes cosas en común pero que, por alguna razón, parece que la situación no es la correcta? Y acabas pensando, ¿por qué todo se estropea siempre con esta persona?

En lugar de suponer un comienzo desde cero, el encuentro solo refuerza la idea de que tienen que centrarse en sus hijos y en el trabajo y olvidarse de una pareja en un futuro cercano, o para siempre. Pero, de repente, surge en la historia la mejor amiga y socia de Lauren, Jen, interpretada por Wendi McLendon-Covey.

Si Jim y Lauren son el claro ejemplo de algunos de los dilemas y deseos conflictivos de los padres solteros que buscan pareja, Jen representa todo lo contrario: está soltera, se siente libre y lo disfruta. Según Wendi, su personaje es el tipo de mujer que lleva zapatos de tacón a un partido de béisbol, una mujer de espíritu libre, con pocas responsabilidades y todavía menos paciencia.

A menudo, Jen le cuenta historias a su reservada amiga acerca de sus aventuras amorosas mientras trabajan, pero últimamente sus historias se centran cada vez más en un hombre en concreto, Dick, un buen partido. De hecho, Dick y Jen han pasado ya la frontera del amor y están planeando una escapada espectacular a un resort tipo safari de Sudáfrica cuando, como diría Jen, él le soltó la bomba.

Wendi nos cuenta: "Le ha ocultado a Jen que tiene cinco hijos, y cuando esta se entera, no le hace ninguna gracia y rompe con él, porque no está preparada para ser madre política de cinco niños. ¿Me tomas el pelo? Por eso, las familias de Lauren y Jim al final se van juntos a este increíble viaje".

Aprovechando la oportunidad de llevar a sus hijos a unas vacaciones inolvidables, Lauren se hace cargo de la mitad del viaje que Jen tenía planeado, y al mismo tiempo, sin que ninguno de los dos lo sepa, Jim se las arregla para conseguir la misma ganga con la otra mitad para pasar unas vacaciones con sus hijas. Dos semanas después, para sorpresa de ambos, se encuentran cara a cara en el impresionante patio de uno de los hoteles más elegantes y románticos, donde cada detalle está elaborado con un toque de "familia reconstituida"... y el resto de hoteles están llenos.

Tras repartirse los dormitorios marcando líneas divisorias, los siete bajan a un exquisito salón para sacar el máximo partido de la situación y se encuentran sentados al lado de la que puede ser la pareja más feliz del mundo. Los recién casados Eddy y Ginger, interpretados por Kevin Nealon y Jessica Lowe, están pasando por una experiencia totalmente distinta a la de Jim y Lauren. No pueden parar de hacerse cariñitos ni quitarse las manos de encima, lo que provoca náuseas y bochorno al hijo adolescente de Eddie, que parece un rehén en la mesa.

Kevin Nealon opina lo siguiente: "Eddy está casado con una mujer mucho más joven, que solo tiene seis años más que su hijo, y además tienen una relación obscena y ordinaria".

El relajado Eddy tiene además una curiosa manera de contar cada momento como si fuera un monólogo de citas: "Cambios. Hay que dejarse llevar. Pasar página. Salir adelante. Aceptarlo. Es el ciclo de la vida". Ginger, sin embargo, cree que las palabras no son tan efectivas como expresar sus sentimientos con un meneo y una risita.

Jessica Lowe, quien debuta en su primer largometraje, opina: "Madre mía, provoco un montón de risas en la película. Aparezco por primera vez en la escena de la cena y me estoy morreando con Kevin Nealon, uno de mis ídolos de la comedia; estaba un poco nerviosa y a la vez entusiasmada. Eddy y Ginger se están dando el lote todo el rato y hacen que los demás se sientan incómodos; son como conejos".

Según Kevin Nealon: "Sus personajes están hechos para estar todo el rato uno encima del otro, y a nosotros se nos ocurrieron muchas maneras de explotar esto. Jessica tiene un gran sentido del humor y acepta cualquier reto. Mi mujer en la vida real estuvo presente durante el rodaje, también es actriz y es muy comprensiva, así que me dijo 'Haz lo que tengas que hacer, pero solo para la película'".

Mientras tanto, el espectáculo en vivo de un grupo de música de nueve personas llamado Thathoo, con Terry Crews al frente, interpretando a Nickens, un encantador crooner que menea las caderas y al que el actor alegremente llama "el Tom Jones Sudafricano, uno de los personajes más elegantes de la historia del cine. Me muero de ganas por que el público vea a Nickens en toda su gloria, con sus espléndidos trajes y presumiendo de su cuerpo".

El director opina que: "Terry es la única persona en la tierra que podría llevar la peluca y los trajes que lleva en esta película. Es un tipo que transmite carisma y el público va a comprobar que puede cantar y bailar también; no hay nada que no pueda hacer, en realidad".

Para Nickens todo es amor: tiene que cantar acerca del amor, darle la bienvenida y promulgarlo cuando lo ve. Hacia el final de la película, Nickens y su grupo no se limitan a quedarse en el escenario sino que circulan a lo largo de todo el resort para celebrar cada momento de cariño que encuentran con un comentario musical improvisado. "Te pilla por sorpresa, no lo ves venir; es como... ¡TACHÁN: aquí están Nickens y los Thathoo! Aparecen de la nada. Pero Nickens es muy observador, se da cuenta de todo lo que ocurre en el resort entre las diferentes parejas, y lo resume todo en su música.", dice Terry Crews.

En medio de toda esta atmósfera, los hijos de Jim y Lauren no están muy convencidos de que esta no sea la escapada romántica que sus padres han planeado, a pesar de que ellos lo nieguen.

Según Barrymore: "Gran parte de la película trata de los niños y de las familias, hay un equilibrio patente, y los cinco actores que hacen de los niños le dan vida a los personajes. Cuando leí el guion por primera vez, me imaginé que esta película iba a tener mucha vida por parte de los niños, y eso que no es fácil encontrar a cinco actores jóvenes tan geniales como estos; son increíbles".

Para el director: "Encontrar a los niños adecuados era súper importante para contar esta historia de una manera creíble y con éxito; el casting nos llevó mucho tiempo a la hora de combinar y encontrar a los niños adecuados para Drew y Adam. Me llevé mi cámara e hice sesiones de fotos con ellos, en parte para verlas, pero también para captar el ambiente que surgía al verles hacer el tonto juntos, o posando en un abrazo cariñoso. Tenían que tener una química real entre ellos, la química que existe entre hermanos y padres".

Sandler opina que: "Son pura energía; guapísimos y súper divertidos; la verdad es que estábamos muy unidos. Cuando se juntaban los cinco, dominaban el cotarro".

Bella Thorne interpreta a la hija mayor de Jim, Hilary, una chica de 15 años que se está convirtiendo en una hermosa joven, aunque tenga un padre que la llama Larry, la viste como a un chico y e insiste en que tome muchas proteínas en el buffet. Emma Fuhrmann es la hija mediana, de 12 años, Espn, nombre que viene del programa de televisión favorito de Jim. Espn es un alma sensible que está pasando por un mal momento recuperándose de la muerte de su madre, con la que sigue "hablando" diariamente. Y la pequeña Lou, interpretada por Alyvia Alyn Lind tiene cuatro años, pero es como si tuviera cuarenta; es encantadora, tiene una personalidad sorprendentemente sofisticada y no le asusta decir lo que piensa.

Mientras tanto, Lauren no da abasto con Brendan, un niño de 13 años interpretado por Braxton Bekcham, quien, como es el hombre de la casa, tiene a su madre un poco sobreprotegida; y Tyler, de 9 años, intrépido, despreocupado y lleno de energía, siempre buscando algún sitio al que trepar, algo que romper o a lo que prender fuego, interpretado por Kyle Red Silverstein.

Barrymore forjó una estrecha relación con sus hijos en la película, les puso el apodo de "Ajo y Cebolla", y ellos se referían a la famosa gourmet como "La Chef".

Mike Karz opina: "Es un reparto de ensueño. Adam leyó el guion e inmediatamente se le ocurrieron personas que creía que estarían geniales en la película. Una vez se asignaron los papeles, pasamos mucho tiempo seleccionando a los niños. Nos llevó un tiempo llegar a esta combinación, pero creo que hemos dado en el clavo con estos increíbles actores y actrices.

A medida que las dos familias se adaptan a sus vacaciones en el safari, es Hilary la primera en cruzar la línea divisoria y pedir a Lauren que le ayude a arreglarse mientras intenta llamar la atención de su nuevo amor platónico, Jake, el hijo de Eddy, interpretado por Zak Henri. Durante el proceso, sufre una metamorfosis natural y asombrosa al mismo tiempo, que resalta algunos de sus rasgos más femeninos sin dejar de lado su fuerza y las destrezas que podrían darle una beca en un equipo de baloncesto.

Tal y como explica Bella, "Hilary es una marimacho, pero eso no quiere decir que no sea femenina; es un poco cohibida y vergonzosa, pero a veces es como si quisiera salir de sí misma. Tiene el pelo cortado al estilo cazuela, rizado y encrespado, y siempre viste con chándals, lo cual no le ayuda mucho".

Coraci asegura: "Bella estuvo magnífica. Es una joven que en la alfombra roja o en las revistas aparece hermosa y elegante, pero en la película tiene que pasar del maquillaje, llevar un peinado horrible y unos trajes que le quedan fatal, y, sin embargo, se metió de lleno en el papel. Es divertida, encantadora, sabe bailar... y por suerte, puede demostrar todo esto en la película".

Tanto Jim como sus hijas comparten el desafortunado peinado de Hilary, ya que su padre las lleva a su barbero y ese es el único corte que el hombre sabe hacer; en parte es por comodidad, mezclado con un poco de ignorancia, y además, Sandler sugiere que puede que haya algo más de lo que el viudo está dispuesto a admitir: "Tiene tres hijas adorables, pero no quiere que se pongan demasiado guapas porque no le gustaría que crecieran muy rápido y le abandonaran".

Irónicamente, son las diferencias en cuanto a estilo de habilidades paternales las que Jim y Lauren ponen sobre la mesa a modo de un sinfín de pruebas de su incompatibilidad, pero es ese contraste el que contribuirá en gran medida a unir a los protagonistas y a sus familias.

Según Sandler: "Jim está criando a sus hijas solo tras el fallecimiento de su madre, y la ausencia de una presencia femenina es obvia, por lo que a las niñas les encanta hablar con el personaje de Drew". Sin embargo, Drew opina que "A los hijos de Lauren no les gusta Jim porque no quieren que otro hombre entre en sus vidas e intente ejercer de padre".

Los niños ya tienen un padre biológico, Mark (Joel McHale), pero nunca está ahí para ellos, y cuando está, no es muy de fiar. Según Barrymore, el personaje de Joel McHale no inspira mucha confianza, pero el actor no mide sus palabras a la hora de describir a su personaje: "Es un capullo. Dejó tirados a sus hijos y a Lauren y se ha convertido en su ex marido. Me gusta interpretar a imbéciles porque sabes que es un papel con el que te lo puedes pasar bien".

Abdoulaye N'gom completa el reparto principal con su personaje, Mfana, el fantástico recepcionista del resort, un hombre con una risa cálida y estridente, y una asombrosa habilidad para seguir adelante con sus planes pese a cualquier tipo de contratiempo. Dan Patrick, el antiguo presentador del canal ESPN, interpreta a Dick, el novio de Jen, un buenazo, propietario de Dicks' Sporting Goods y el jefe de Jim. Shaquille O'Neal interpreta a Doug, el compañero de trabajo de Jim y consejero freelance de parejas.


LAUREN: Tyler, ¿qué haces? ¡Apártate de ese dodo!

JIM: No es un dodo, es un avestruz, y no pasa nada.


Juntos y revueltos se grabó principalmente en Sudáfrica, mientras que la producción se llevó a cabo en el lujoso Sun City Resort y en la reserva de caza Pilanesberg Game Reserve, un antiguo destino turístico internacional del oeste de Pretoria, a unas dos horas en coche de Johannesburgo.

Cuando Lauren y Jim aceptan sin saberlo un paquete de vacaciones que les llevará a una situación desastrosa, el plan consiste en provocar que sea imposible que escapen del lugar cuando descubren que los dos están juntos allí, y este era el sitio perfecto para ello. Intentar emparejar sus inesperadas circunstancias con un lugar también inesperado permitió que los directores pudieran desarrollar todo a gran escala entre la vida salvaje y unas vistas impresionantes, mientras las dos familias disfrutan de una experiencia única que nunca habrían imaginado.

Juntos y revueltos lleva por primera vez a Frank Coraci al continente africano; es un apasionado del viaje que ha grabado previamente en Europa, China, Rusia y Thailandia. En palabras del director: "La experiencia de rodar aquí, especialmente en un safari, tuvo una repercusión extraordinaria. La naturaleza en su máximo exponente, la cultura sudafricana y la gente que conocimos formaron una parte esencial de la película".

La pieza principal de este paraíso remoto fue el mayor hotel de Sun City, llamado The Palace of the Lost City, y cuenta con gigantes columnas esculpidas con detalles de animales, techos propios de una catedral y numerosos murales y mosaicos; en resumen: es perfecto para parejas que buscan vivir un cuento de hadas. El diseñador de producción Perry Andelin Blake adaptó muchos de los interiores y pisos del hotel para utilizarlos como platós, incluyendo el Valley of the Waves, donde Lauren pilla a Hilary mirando a Jake desde la distancia, y la piscina Royal Bath, en la que Perry construyó una discoteca. El comedor principal de tipo palaciego solamente necesitó unas pocas mejoras: le añadieron velas, muchos ramos de flores y detalles rojos para que fuera perfecto para una pareja de tortolitos, en lugar de para el público general.


El equipo de producción también introdujo una gigantesca estatua de un elefante. Perry Andelin Blake, quien ya había colaborado previamente con Adam Sandler y Coraci en películas como El chico ideal (The Wedding Singer) o Click, nos cuenta: "La aventura africana comienza cuando todos llegan a un maravilloso pórtico, y aunque ya era un sitio impresionante de por sí, necesitábamos algo de una estatura aún mayor para darle un toque increíble y que definiera el escenario, así que construimos una estatua de un gigantesco elefante africano de 6 metros con colmillos de 1,5 metros, una réplica de una estatua de bronce que se encuentra en la parte de atrás del hotel". La estatua también sirve para distraer a Lauren y Jim de su primer enfrentamiento cuando Tyler trepa por ella y utiliza sus colmillos para hacer ejercicios de gimnasia. Como tenía que ser de estructura sólida para esta peligrosa escena, la estatua está hecha de fibra de vidrio recubierta de acero, y después está pintada para que parezca de bronce.

Perry, el diseñador de producción, también rediseñó dos habitaciones que ya existían en la suite familiar: una de ellas en forma de un cuarto de juegos para los niños, y la otra en forma de un ridículo nidito de amor para la presunta pareja feliz, en el que hay una cama vibratoria gigantesca con forma de corazón, corazones de marfil y un espejo en el techo.

Aparentemente, también hay animales salvajes por todas partes. Sun City está convenientemente situada en el límite con la reserva de caza Pilanesberg Game Reserve, en la que hay leones, guepardos, elefantes, rinocerontes, cebras, jirafas, hipopótamos y cocodrilos; algunos de ellos incluso aparecen brevemente, pero los animales principales que aparecen en pantalla son una mezcla de la población de la reserva natural, animales entrenados para actuar y otros generados por ordenador.

Para una escena en la que Jim, Lauren y sus hijos salen de visita con un grupo del safari con Eddy, Ginger y Jake, los directores contrataron a Luke Cornell, un entrenador de animales de la sede sudafricana de Union Pictures, para que preparara a un par de leones que serían los protagonistas de un momento educativo inesperado y también a varios elefantes de la Sabana y a una jirafa excepcionalmente cariñosa. Tales encuentros se añadieron posteriormente con material en una segunda grabación en la reserva de Pilanesberg y en el Kruger National Park.

El rodaje duró seis semanas en este lugar, y durante el mismo, todo el reparto y el resto del equipo fueron plenamente conscientes del protocolo con respecto a los animales, para su seguridad y la del resto de personal. Luke Cornell, el entrenador de animales, los mantuvo bien vigilados, y cuando estos no estaban presentes en el rodaje, se encontraban apartados y en casetas independientes; además, había carteles en el resort en los que se advertía de las normas de no tocar a los animales y mantener la distancia.

Sin embargo, Adam y Drew, quienes disfrutaron mucho de los safaris en sus horas de descanso, dan fe de que nadie les comunicó esas normas a los animales.

Drew recuerda que, "Había señales en todas las ventanas cuyas instrucciones precisaban que se mantuvieran cerradas día y noche, y no es broma. Los monos y los babuinos se escapaban, porque, claro, la gente se dejaba las ventanas abiertas y los animales se iban a la ciudad y lo saqueaban todo".

"Parecía la escena de un crimen", puntualiza Sandler.

Aparentemente, se añadió una excepción a estas normas cuando Jim comparte un bonito momento con el hijo menor de Lauren, Tyler, durante un momento íntimo con un par de grandes avestruces. En la escena, ambos están montados sobre los avestruces mientras estos tratan de quitárselos de encima lo más rápido posible. Tyler se aferra fuerte mientras el avestruz de Jim da vueltas y, con un graznido de indignación y un aleteo, le lanza de cabeza a un abrevadero.

Pero ninguno de los avestruces es real, pues Sandler y Silverstein, que tenía 11 años en ese momento, estaban sobre unos hombres vestidos enteros de azul y subidos a unas sillas de montar. El director bromea: "Parecían unos superhéroes azules raros. El tipo que llevaba a Kyle lo tenía mucho más fácil que el que llevaba a Adam, pero igualmente fue un campeón. Tenía que correr a toda velocidad y dar vueltas, era como un entrenamiento de fútbol para un defensa".


El supervisor de efectos especiales, Peter G. Travers, quien ya trabajó con Coraci en tres de sus películas, añade: "Después reemplazamos los trajes azules con avestruces hechas por ordenador que hacían todo lo que nosotros queríamos".

Para Coraci: "El mejor cumplido que Pete y yo recibimos de la gente es que están convencidos de que los avestruces son reales".

Pero nadie se queda atrás con respecto a los demás, pues Drew participó en otra peligrosa escena en la que se encontraba colgada de un cable a 12 metros del suelo en una escena de parasailing que comienza de una manera preocupante pero que se convierte en un momento de euforia y alegría de vivir la vida... hasta que se vuelve un infierno.

La escena se grabó en una pista de tierra del desierto en la que la actriz, con un arnés, es arrastrada por la parte trasera de un camión como si estuviera a unos 30 metros de altura con un paracaídas. En realidad, solo se encontraba a 12 metros de altura y estaba sujeta por cables colgados de dos grúas. El coordinador de escenas peligrosas, Grant Hulley, nos explica: "Las grúas estaban en una plataforma con sistema de doble eje para que pareciera que Drew estaba haciendo paravela, moviéndose de izquierda a derecha entre dos puntos, a una velocidad diferente, y de arriba a abajo también. También teníamos otra plataforma para cuando está bajando y tiene que correr". "Posteriormente, utilizamos efectos especiales para añadir un paracaídas dinámico y un un rinoceronte generado por ordenador, que hace de la caída de Drew un reto incluso más cómico", nos cuenta el director. "Para darle más realidad a la escena, utilizamos material aéreo grabado por un doble que volaba a 30 metros de altura.

Drew hizo la mayor parte de las peripecias en esta película en cuanto a comedia física se refiere, y es una actriz divertidísima. La razón por la cual la escena del paravela es tan divertida es por el puro pánico que te transmite; debatimos mucho acerca del proceso y todo lo que podíamos hacer para que fuera lo más real posible, así que Drew estaba moviéndose por el aire a una gran velocidad, pues ella quería sentir la acción físicamente, ya que sabíamos que cuando elevas a alguien desde la parte trasera de un camión y ese alguien sube volando, sea o no sea actor, el grito y el miedo que se experimenta van a ser reales. Lo que Drew tuvo que pasar para que lográramos esa reacción tan auténtica fue una locura, como una atracción de feria, pero lo hizo perfectamente".

Después de trabajar en Sudáfrica, Coraci se llevó a su equipo a Estados Unidos para completar el trabajo de fotografía en la región de Lake Lanier, en Georgia, y en sus alrededores, en concreto en las ciudades de Buford, Gainesville y Flowery Branch. En estas ubicaciones también utilizaron platós prácticos como el restaurante Hooter's en Lawrenceville y una tienda de Dick's Sporting Goods del centro comercial de Georgia, lo suficientemente grande como para que acogiese al equipo y todas las herramientas sin tener que cerrarla, por lo que muchos fanáticos pudieron echar un vistazo a lo que hacían Adam Sandler y Shaquille O'Neal en las escenas que comparten.

Según el productor Jack Giarraputo, "Fue fantástico rodar en Georgia. Las diversas ubicaciones nos dieron un montón de opciones, todo con un toque de un pequeño pueblo de las afueras de Estados Unidos, que es lo que buscábamos. Utilizamos el Lake Lanier Islands Resort como campamento base para la producción y las tomas en exteriores, y convertimos un almacén en un escenario en el que construimos cuatro platós".

La historia del campo de béisbol en el que el pequeño deportista Tyler intenta hacerse con la pelota mientras los amigos y la familia le apoyan también tiene su anécdota. Los directores tenían en mente un campo pequeño independiente y al final acabaron construyéndolo entero, de las gradas, al marcador o el puesto de comida, en un área libre de Flowery Branch, y ya se ha quedado ahí como parte del vecindario.

Además de contar con 300 extras, tuvimos que contratar a entrenadores de béisbol locales para que nos ayudaran a encontrar niños que supieran jugar y también equipos de liga menor para que hicieran de jugadores en la película, y estuvieron genial", nos cuenta Giarraputo.

También crearon un campo de juego en otro lugar de Georgia para una escena de Sudáfrica en la que Jim, que siempre había deseado ayudar a un amigo deportista, enseña a Tyler cómo hacer un swing ingeniándoselas con lo más parecido a una pelota de béisbol que puede encontrar. El famoso jugador sudafricano Dale Steyn aparece brevemente por primera vez en una película interpretando a un reticente lanzador que Jim contrata para que le lance la pelota al joven.

Coincidiendo con el gusto por los deportes de Jim, sus hijas visten con frecuencia con las sudaderas y camisetas de género neutro que él mismo trae del trabajo, y que la diseñadora Christine Wada consiguió de entrenamientos de los equipos.

En general, la estrategia del estilo de Wada era "accesible y creíble" para Lauren y muy "padre soltero" para Jim. Dentro de esos parámetros, Lauren pasó de: "consevadora y estirada, antes de África, a relajada, después de África. Intentamos vestirla con colores primarios al principio, y después suavizamos la gama a medida que se relajaba".

Pero con quien la diseñadora dio rienda suelta a su creatividad fue con Nickens, a quien describe como "un signo de exclamación del estilo visual", con sus múltiples cambios de vestuario que abarcan chaquetas de estampado brillante con solapas de seda o ribetes turquesas o atuendos que dejan el pecho al descubierto y prendas de entrenamiento minúsculas. En palabras de la propia diseñadora: "Él es la verdadera experiencia sudafricana de Las Vegas, pues decidimos que su personaje es el más extravagante".

Durante la estancia de las familias en Sudáfrica, una especie de coro griego llamado Thathoo deambula por el resort amplía y saca provecho de gran parte de sus peleas, descubrimientos y momentos embarazosos. Los nueve cantantes que cantan con armonía y fluidez en la película, así como en su banda sonora, son, de hecho, el famoso grupo a capela llamado Junior Mambazo, liderado por Nkosinathi Shabalala, y llegaron al proyecto de la mano de Adam Sandler y de Tim Herlihy, uno de los productores ejecutivos. Junior Mambazo representa un estilo musical que se inspira en el Gran Imperio Zulú, transmitido de generación en generación y popularizado en la actualidad como isicathamiya o "música de puntillas" que ha servido de influencia para muchos artistas contemporáneos y también para producciones de Broadway y Hollywood, sobre todo para El Rey León.

Según el productor ejecutivo Tim Herlihy: "Nos encanta lo que aportan a la película, no solo en el sentido cómico, sino también al bagaje musical. Teníamos muchos elementos, pero necesitábamos algo que los uniera todos para que, en el momento en que llegaran las familias, supieran que se encontraban en África y no en cualquier otro lugar con palmeras, pues esta música es muy característica".

Coincidiendo con el término de "familia reconstituida", la película abarca un rango de música, tanto africana como estadounidense, yuxtaponiendo estilos tradicionales con contemporáneos.

El compositor Rupert Gregson-Williams, quien colabora por cuarta vez con Frank Coraci, opina que: "La parte sudafricana de la historia está grabada con mucha más amplitud y color, y la banda sonora refleja este aspecto. Frank siempre ha sido un apasionado del proceso de creación de la banda sonora, hemos pasado mucho tiempo debatiendo la historia de amor, y mi trabajo consistía en comentar el cariño que va creciendo entre los personajes de Adam y Drew".

Rupert también trabajó codo con codo con el cantautor sudafricano ganador de un Grammy Lebo M, quien se ocupó de los arreglos vocales, para integrar a Junior Mambazo en la mezcla. "La banda sonora gana importancia con sonidos africanos de percusión con el respaldo de un coro, y la alegría de la música africana es que es tan dinámica que es difícil no dejarse llevar por ella", dice Lebo M.

La música hace eco en las tramas principales de la película, en las que la gente sale de sus rutinas y adquiere una nueva perspectiva cuando menos se lo esperan.

En palabras de Frank Coraci, "Lo que me encanta de esta historia es que trata de dos personas que, al principio, no estarían juntas ni aunque fueran los dos últimos humanos sobre la tierra, y, a medida que nos adentramos en la película, descubrimos que en realidad tienen vidas paralelas. Durante su viaje a otro continente y la mezcla de sus familias, se darán cuenta de que están hechos el uno para el otro. Es todo un reto, pero por eso mismo tiene un final merecido y satisfactorio.

Para concluir, el director opina que "Si podemos darnos cuenta de que la historia también trata de temas trascendentales como la vida, el amor y estar abierto a lo que pueda ofrecerte, y esto logra conmover a la gente, entonces es fantástico, me haría muy feliz".