Malcolm (Marlon Wayans) y Kisha (Essence Atkins) deciden mudarse a su casa de ensueño, pero pronto descubren que no están solos. Les sorprende un espíritu demoníaco que también reside allí. Cuando este toma el cuerpo de Kisha como suyo, Malcolm, decidido a no dejar que el espíritu maligno arruine su matrimonio (o más bien su vida sexual) decide buscar la ayuda de un sacerdote (Cedric The Entertainer), un psíquico, y un equipo de cazadores de fantasmas. La película es una sucesión continua de divertidísimas situaciones sobre la vida en común del matrimonio y el espíritu del mal en la que se suceden sorprendentes y extraños personajes.