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  Invencible  (Unbroken)
  Dirigida por Angelina Jolie
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"Una parte de ti aún cree que puedes luchar y sobrevivir por mucho que tu mente sepa. Mientras hay vida, hay esperanza. Lo que pase, depende de Dios" - Louie Zamperini

La oscarizada ANGELINA JOLIE dirige y produce INVENCIBLE (UNBROKEN), un drama épico que narra la increíble vida del piloto y héroe de guerra Louis "Louie" Zamperini (JACK O’CONNELL, ’71, Starred Up), que junto a otros dos tripulantes sobrevivió 47 días en una balsa al estrellarse su bombardero, antes de ser capturados por la Marina japonesa y mandados a un campo de prisioneros durante la II Guerra Mundial.

INVENCIBLE (UNBROKEN), una adaptación de la exitosa novela del mismo título de LAURA HILLENBRAND (Seabiscuit: Una leyenda americana), plasma en la gran pantalla la insólita e inspiradora vida de Zamperini, demostrando la resistencia del ser humano.

Con el telón de fondo de un mundo a punto de hundirse por los acontecimientos de la II Guerra Mundial, INVENCIBLE (UNBROKEN) sigue el viaje de Louie desde que era un despreocupado bribón hasta convertirse en un indomable prisionero de guerra que se erigió como un faro de esperanza para una nación hundida en un conflicto internacional. Su historia, aunque no sea más que una página del enorme volumen donde se narra lo que aconteció a los soldados que lucharon y cambiaron el siglo XX, es a la vez trágica y triunfal, y representa lo que significa luchar para alcanzar la luz desde la oscuridad.

Coprotagonizan la película DOMHNALL GLEESON (las entregas de Harry Potter) y FINN WITTROCK (el telefilm "The Normal Heart") en los papeles del capitán Russell Allen "Phil" Phillips y el sargento Francis "Mac" McNamara, los dos compañeros con los que Zamperini pasa varias semanas a la deriva en el océano Pacífico. Los militares que comparten su duro internamiento en el campo de prisioneros están encarnados por los actores GARRETT HEDLUND (TRON: Legacy) como el comandante John Fitzgerald; JAI COURTNEY (Divergente) como Hugh "Cup" Cuppernell; JOHN MAGARO (La caja) como Frank Tinker; LUKE TREADAWAY (Furia de titanes) como Miller, y ROSS ANDERSON (The Silent Storm) como Blackie.

En su primer papel hablado en inglés, el actor japonés MIYAVI se mete en la piel del cruel jefe del campo Mutsuhiro Watanabe, al que los prisioneros llamaban "El Pájaro".

Angelina Jolie (En tierra de sangre y miel, el próximo estreno By the Sea) produce INVENCIBLE (UNBROKEN), con CLAYTON TOWNSEND (Si fuera fácil, La boda de mi mejor amiga), MATTHEW BAER (Condenado, el próximo estreno Maggie) y ERWIN STOFF (Ultimátum a la Tierra, Al filo del mañana).

El equipo que apoya a la directora detrás de la cámara está compuesto por el director de fotografía ROGER DEAKINS (Skyfall, No es país para viejos), nominado once veces por la Academia de Hollywood; el diseñador de producción JON HUTMAN (Cuando menos te lo esperas, The Tourist); los montadores TIM SQUYRES (La vida de Pi, Tigre y dragón) y el oscarizado WILLIAM GOLDENBERG (Argo, Seabiscuit, más allá de la leyenda); la diseñadora de vestuario LOUISE FROGLEY (007: Quantum of Solace, Buenas noches y buena suerte), y el compositor ALEXANDRE DESPLAT (El discurso del rey, El curioso caso de Benjamin Button).

Los oscarizados Joel Coen y Ethan Coen (No es país para viejos, Valor de ley), RICHARD LaGRAVENESE (el telefilm "Behind the Candelabra", Agua para elefantes) y WILLIAM NICHOLSON (Los miserables, Gladiador) son los autores del guión de INVENCIBLE (UNBROKEN).

La producción ejecutiva corre a cargo de MICK GARRIS (Viaje a las tinieblas), THOMAS TULL (Godzilla) y JON JASHNI (Pacific Rim).


Camino a la redención: Una breve historia del recorrido de Louie
"Había conseguido llegar hasta ese punto y rehusé rendirme porque siempre había acabado la carrera" - Louie Zamperini

Cuando Louie Zamperini falleció el 2 de julio de 2014 a los 97 años, no se le lloró en silencio, al contrario, se le honró como a un auténtico héroe americano. Este antiguo atleta olímpico cuya larga, increíble e inspiradora vida ha sido descrita como una de las mayores historias de superación del siglo XX, vivió más allá de lo humanamente posible. Ante las circunstancias más desesperadas, su indomable voluntad sigue dando un mensaje de esperanza a las millones de personas que conocen su historia.

Todo empezó hace casi un siglo.

Louie era el último hijo de una familia de emigrantes italianos y durante su adolescencia vivió en Torrance, California. Era un incorregible ladronzuelo que se colaba en cualquier casa, robaba en las tiendas y se peleaba con el primero que se metía con él. Con la paciente ayuda de su hermano Pete, consiguió dar un vuelco a su vida y canalizar su desbordante energía como corredor. Después de batir récord tras récord, "Tornado Torrance" se clasificó a los 19 años para participar en los Juegos Olímpicos de 1936, sorprendiendo a todo el que se cruzaba en su camino, desde su famoso compañero de equipo Jesse Owens, hasta el hombre que casi consiguió cambiar la faz de la tierra, Adolf Hitler.

Al igual que la mayoría de hombres de su generación, el joven estudiante de la Universidad de California que había rozado el récord de la milla, decidió dejar sus sueños de lado para alistarse en el ejército al estallar la II Guerra Mundial. El subteniente Louie Zamperini se convirtió en tripulante de bombardero de las Fuerzas Aéreas – uno de los destinos más peligrosos, ya que aproximadamente el 50% de sus compañeros no regresaron con vida – y realizó numerosas misiones de éxito en el Pacifico. El mes de abril de 1943, el avión Liberator B-24, llamado "The Green Hornet", en el que volaba Louie tuvo un problema de motores y cayó al Pacífico. De los once tripulantes, ocho murieron en el acto.

Louie y los otros dos supervivientes, el capitán Russell Allen "Phil" Phillips y el sargento Francis "Mac" McNamara, el artillero del avión, fueron a la deriva en una balsa durante muchas semanas en medio del Pacífico. Mac consiguió sobrevivir 33 días a pesar de haber sido ametrallado por un bombardero japonés, de sufrir siete heridas y de los omnipresentes tiburones que rondaban la balsa, antes de sucumbir al hambre, la deshidratación y el cansancio. Louie y Phil aguantaron 47 días, un récord absoluto en los anales de supervivencia en el mar, y acabaron recorriendo 3.500 kilómetros hasta llegar a un atolón, empujados por la cola de un tifón.

Nada más avistar tierra fueron capturados por la Marina japonesa y llevados al primero de una serie de campamentos de prisioneros. Durante más de dos años, Louie y todos sus compañeros presos pasaron hambre, además de ser sometidos a tremendos abusos físicos y mentales. Louie se convirtió en el objetivo de un comandante desequilibrado, Mutsuhiro Watanabe, al que llamaban "El Pájaro", que se divertía con juegos sádicos de una brutalidad incomprensible.

Louie consiguió sobrevivir al trato inhumano en algunas de las peores zonas de la ocupación japonesa antes de enterarse el 20 de agosto de 1945 (dos semanas después de que una bomba de 4.000 kilos llamada "Little Boy" [Muchachito] aniquilara Hiroshima), de que los prisioneros eran libres y que la guerra había terminado. Tal como cuenta Laura Hillenbrand en su libro Invencible: "En medio de los hombres que corrían y se regocijaban, un Louie demacrado, enfermo y empapado, se tambaleaba sobre sus débiles piernas. En su mente exhausta, dos palabras se repetían una y otra vez: ‘¡Soy libre! ¡Soy libre! ¡Soy libre!’".

El soldado que había conseguido sobrevivir regresó a California, pero su vida había cambiado para siempre. Tenía pesadillas y un terrible desorden mental que no fue clasificado como tal hasta muchos años después: TEPT o Trastorno de Estrés Postraumático. Como numerosos héroes que consiguieron sobrevivir a los terribles campos de detención, sus días eran un auténtico infierno y sus noches estaban plagadas de terrores. La vida de posguerra se convirtió en otra lucha monumental. Durante cuatro años después de su liberación, se enfrentó a una ansiedad incapacitante, al alcoholismo y a unos demonios que le impedían dormir.

Por fin, Louie y su joven esposa Cynthia se enteraron en septiembre de 1949 de la existencia de un joven reverendo llamado Billy Graham. Louie abrazó el cristianismo y consiguió cambiar su vida torturada por ansias de venganza. En los años siguientes se dedicó a difundir la palabra de la espiritualidad, la fortaleza y el perdón… hasta el punto de que volvió a Japón para hacer las paces con los que le hicieron pasar hambre y le atormentaron. Únicamente "El Pájaro" no quiso verle.

La historia de Louie lo tenía todo para ser una gran película. De hecho, hace tiempo que Universal se interesó por el proyecto. En 1957, el estudio compró los derechos de Devil at My Heels, escrito por el propio Louie Zamperini, pensando en convertirlo en un vehículo para Tony Curtis. Cuando el actor protagonizó Espartaco, de Stanley Kubrick, el proyecto se quedó en un cajón antes de que se escribiera el guión.

En 1998, un documental sobre la vida de Louie fue emitido por CBS Sports y despertó el viejo proyecto. El productor Matthew Baer lo vio, se sintió profundamente conmovido y decidió embarcarse en una aventura que duraría 16 años hasta conseguir materializar el proyecto. Se entrevistó con Louie y su familia antes de presentar el proyecto a Universal, a quien seguían perteneciendo los derechos. El estudio se interesó inmediatamente por llevar la épica historia a la pantalla. Sin embargo, y a pesar de encargar varios guiones, ningún director estaba decidido a realizar la película.

Nada cambió hasta 2002 cuando Laura Hillenbrand, que acababa de terminar la novela Seabiscuit: Una leyenda americana, se interesó por otro famoso californiano. Mientras se documentaba para escribir la novela, encontró en varias ocasiones el nombre de Louie Zamperini y pensó que le gustaría saber más de él cuando tuviera tiempo. Y así fue. Una vez el libro en manos del editor, Laura Hillenbrand escribió a Louie y este le contestó.

Al cabo de unas cuantas conversaciones quedó fascinada por el hombre cuyo lema era: "Si puedo aguantar, lo conseguiré", y le pidió permiso para que su siguiente libro tratara de él. El nonagenario aceptó a pesar de haber escrito sus memorias hacía años, pero seguía empeñado en difundir la palabra de la reconciliación.

Durante su colaboración, que se basó en 75 conversaciones telefónicas y una extensa documentación que se convirtió en unos 400 apuntes, Hillenbrand y Zamperini acordaron que no se verían en persona hasta la publicación del libro. La autora necesitaba conservar la imagen del joven problemático que se transformaría en héroe, y el protagonista estaba muy ocupado dando conferencias y asistiendo a actos benéficos a pesar de su avanzada edad.

El libro Invencible se publicó en 2010 y se convirtió de inmediato en un superventas, permaneciendo 185 semanas (15 de ellas en el primer puesto) en la lista del New York Times de libros de tapa dura más vendidos. Actualmente sigue estando en la lista de libros de bolsillo más vendidos y hace poco aún la encabezaba. Hasta la fecha se han vendido más de cuatro millones de ejemplares solo en Estados Unidos. Entre otros, ganó el Premio al Mejor Libro de No-Ficción de la revista Time y el Premio a la Biografía del Año del Los Angeles Times.

Después de buscar financiación para llevar la asombrosa historia de Louie Zamperini a la pantalla, y del tremendo éxito del libro, Matthew Baer volvió a llamar a la puerta de Universal. El estudio compró los derechos del libro en diciembre de 2010. "Luckie Louie" (Louie el Afortunado) tendría otra oportunidad para ver su historia en la gran pantalla.

Varios realizadores dijeron estar interesados en dirigir la película y, en 2011, el estudio contrató a Richard LaGravanese para escribir el guión. Erwin Stoff, el productor de INVENCIBLE (UNBROKEN), con el que había trabajado en Agua para elefantes, de Francis Lawrence, le recomendó al estudio. El primer obstáculo que debió superar el guionista fue cómo contar la historia de Louie y qué elementos incluir en ella. La primera versión acababa con la vida de posguerra de Louie. A continuación, William Nicholson se hizo cargo del guión y decidió que la historia debía acabar con el regreso de Louie a Estados Unidos.

Pero haría falta mucho más para materializar la vida de Louie en una película. Matthew Baer mandó la versión de William Nicholson a varios directores, entre los que se encontraba Angelina Jolie, cuya casa en las colinas de Hollywood no estaba lejos del hogar de Louie.


Louie conoce a Angelina: El nacimiento de una amistad
"Descubrimos que el mundo no nos ama como nos ama la familia" - Louie Zamperini

La primera película como directora de Angelina Jolie, En tierra de sangre y miel, de 2011, surgió después de que escribiera un guión impulsado por su trabajo humanitario. Cuando se presentó la posibilidad de que se rodara el guión, una historia de amor desgarradora con el conflicto bosnio de los años noventa como telón de fondo, Angelina Jolie se dio cuenta de que no le apetecía que lo dirigiera otra persona, ya que también trataba de la violencia hacia las mujeres.

"Nunca había pensado en dirigir", dice. "Siempre creí que un día dejaría de actuar y que aprovecharía para estar en casa con los niños". Y añade: "Acabé dirigiendo la película casi ‘por defecto’ porque no me apetecía entregar el material a nadie".

Se convirtió en un auténtico reto, pero también era muy gratificante. En tierra de sangre y miel fue muy aplaudida por la crítica y nominada al Globo de Oro a la Mejor Película de Habla No Inglesa, un buen comienzo para una directora novel. Aunque Angelina Jolie estaba decidida a dirigir otra película, no acababa de encontrar un tema atractivo. "Sabía que quería hacer algo significativo, pero no sabía qué. Necesitaba ayuda, que alguien me guiara", reconoce.

"Debía ser un tema que me apasionara y me importara", sigue diciendo, "porque dirigir requiere mucha dedicación, estar mucho más tiempo lejos de la familia y mucho más esfuerzo que actuar. Hay que comprometerse al cien por cien. Estaba convencida de que solo se me daría bien si el tema me parecía importante".

La ayuda que necesitaba y los temas que tanto le interesan, el valor y la resistencia, la capacidad de superación del espíritu humano, la fe, el perdón y la redención, todo estaba muy cerca. Lo encontró en uno de sus vecinos, una leyenda viva cuya residencia estaba cerca de la suya en las colinas de Hollywood.

Cuando el productor Matthew Baer le mandó una versión de Invencible(Unbroken) en 2012, Angelina Jolie se sintió cautivada por la historia de Louie Zamperini. "La versión que leí me intrigó, pero en cuanto leí el libro de Laura, supe que quería hacer la película", explica. "Al igual que los millones de lectores que no pudieron dejar el libro hasta acabarlo, me conquistó la increíble historia de Louie y la brillante recreación de Laura de acontecimientos clave que dieron forma a la historia del siglo pasado".

"La generación de Louie vivió la depresión", sigue diciendo la directora. "Eran personas resistentes, trabajaban duro y tenían un sentido de la familia y de la comunidad que les ayudaba en los momentos de mayor adversidad. Cuando les llamaron a filas, eran muy jóvenes, pero fueron. Nos salvaron a todos a pesar del miedo y de estar tan lejos de casa".

La cineasta explica que los temas que explora Laura Hillenbrand la conmovieron tanto como la historia de Louie: "Hay mucho dolor en este mundo y creo que necesitamos relatos como la historia de un hombre que encuentra el camino en la más profunda oscuridad para acabar emergiendo en la luz, relatos que nos puedan ayudar, inspirar, mostrarnos algo notable y hacernos ver la vida de forma positiva".

Mientras leía el libro de Laura Hillenbrand, el productor Matthew Baer le dijo a la directora que Louie era su vecino. "De hecho, veía el tejado de mi casa desde su salón", comenta Angelina Jolie, riendo. "No tenía ni idea de que estuviera tan cerca mientras buscaba qué hacer con mi vida".

Una llama prendió en el interior de la directora; estaba convencida de que debía dirigir INVENCIBLE (UNBROKEN), pero no tardó en descubrir que conseguirlo no sería tarea fácil. "Tuve que luchar para obtener el puesto", dice. "Y fue una lucha dura; primero para demostrar al estudio que era capaz de hacerlo y, después, para probarme a mí misma que era capaz de dirigir la película. También tuve que demostrárselo a Louie, y eso me llevó cierto tiempo".

Angelina Jolie empezó a documentarse a fondo, leyendo todo lo que podía encontrar e intentando decidir cómo presentar la historia cinematográficamente. No solo se trataba de un drama histórico que abarcaría desde los años de 1920, pasando por los Juegos Olímpicos de 1936, hasta las batallas aéreas de la II Guerra Mundial; también había que hacer sentir al espectador lo que significa ir a la deriva en un océano durante 47 días y la terrible experiencia en los campos de prisioneros.

Cuando Louie descubrió que la conocida actriz iba a dirigir la película, le costó hacerse a la idea. Sin embargo, no tardó en abrirle las puertas de su casa. "Angie me llamó para decirme que iba a dirigir la película", contó Louie Zamperini. "Solo la conocía por las noticias, porque hace mucho que no voy al cine. Pero sabía que la llamaban la mujer más guapa del mundo. Luego vino a casa, y era un cielo. Enseguida me di cuenta de que además de bella, era inteligente. Es muy considerada y tiene un gran corazón, ¿qué más necesitaba yo?"

Inspirándose en su nuevo amigo, Angelina Jolie (a la que Louie llamaba Jolly [alegre, en inglés]) empezó a trabajar. "Hice los storyboards en casa, sirviéndome de fotos de Internet que pegaba en hojas de cartón", recuerda. "Las puse en varias bolsas de basura y fui a Universal, donde vendí la idea convenciéndoles de que era capaz de hacer la película".

El productor Matthew Baer, que llevaba años intentando materializar el proyecto, fue fácil de convencer: "Angie y yo tuvimos una conversación telefónica de tres horas sobre el proyecto. Me pareció una persona brillante, muy creativa. Sentí su pasión, y sabía que tenía la fuerza y la voluntad necesarias. Era la persona idónea para la película".

El estudio compartía la opinión de Matthew Baer y estuvieron de acuerdo en que Angelina Jolie desarrollara la película un poco más. La directora estaba encantada y durante los meses siguientes, Matthew Baer y ella se dedicaron a retocar el guión, preparar los presupuestos, y decidir el reparto y las posibles localizaciones, en otras palabras, a la preproducción. En ese tiempo, Angelina Jolie también aprovechó para conocer mejor a Louie y a su familia.


Se alza la bandera: Luz verde para INVENCIBLE (UNBROKEN)
"Siempre me han llamado ‘Louie el Afortunado’, es fácil ver por qué" - Louie Zamperini

Dado que la historia de Louie transcurre a lo largo de casi un siglo con una gran abundancia de detalles, hubo que decidir cómo se contaba y qué se contaba.

La directora mandó una versión del guión a Joel y Ethan Coen, que no solo son amigos suyos, sino que también tienen el mismo agente, para saber si estaban dispuestos a retocar el guión con el fin de reflejar lo que deseaba plasmar en la película. Los famosos y oscarizados hermanos no suelen escribir para terceros, pero les pareció una buena historia y se sintieron intrigados por la vida de Louie. Uno de los hijos de Ethan era fan del libro, además de ser el momento idóneo ya que acababan de terminar A propósito de Llewyn Davis y estaban disponibles.

Angelina Jolie estaba convencida de que la historia debía acabar con el regreso de Louie a Estados Unidos después de la guerra, y que su fascinante vida a partir de entonces podría ser objeto de otra película. Los hermanos Coen compartían esa opinión. "Desde luego, era una lástima no poder enseñar todos los aspectos de la vida de Louie", explica Angelina Jolie, "pero debíamos ser fieles a nuestro propósito. Hice unas tablas con todos los temas de la historia, la fe de Louie, sus dotes de atleta, su valor y capacidad de superación, es decir, todos los temas que contiene INVENCIBLE (UNBROKEN). Aunque condensáramos ciertas secciones, debíamos asegurarnos de mantener la integridad del material a pesar de no poder mostrar toda la vida de Louie".

En estrecha colaboración con la directora y Matthew Baer, los Coen empezaron a reestructurar la historia. Su versión empieza con una apabullante secuencia entre el bombardero B-24 "Super Man" (el avión de Louie antes de ser parte de la tripulación del "Green Hornet") y varios cazas japoneses por encima del océano Pacífico. Secuencias de la vida del rebelde Louie en Torrance entrecortan la feroz lucha, para que el espectador conozca al joven destinado a ser un superviviente nato, así como a la familia que le dio el valor y la fuerza de enfrentarse a lo que la vida le tenía reservado.

La escena sirve para sumir al público con total inmediatez en la acción y en la aventura, además de infundir a la película la profunda espiritualidad que recorre el libro de Laura Hillenbrand y, claro está, la vida de Louie. Los temas de su vida, la fe, la guerra, la lucha, la entrega y la capacidad de superación se hacen patentes.

Angelina Jolie, Matthew Baer y el estudio se entusiasmaron con el guión de los Coen. "Los hermanos Coen tenían muy claro que los sentimientos que produce la lectura del libro debían reproducirse en el espectador después de ver la película", explica la realizadora.

Mientras los Coen retocaban el guión, la amistad entre Louie y Angelina Jolie crecía. "Fue un privilegio pasar tiempo en compañía de mi héroe", dice. "Enseguida entendí lo que mi generación y la de mis hijos podían aprender de la suya".

Sin embargo, Louie fue el más difícil de convencer respecto a la forma de contar su vida. Poco a poco, empezó a comprender la idea que Angelina Jolie quería desarrollar y estuvo de acuerdo. "Angelina se ha convertido en una parte importante de mi vida, sabe lo que quiere y lo que hace. Confío en ella al cien por cien. Estoy convencido de que INVENCIBLE(UNBROKEN) será una gran película", dijo Louie Zamperini.

El día que el estudio aprobó el guión y dio luz verde a la producción fue muy feliz para todo el equipo, pero especialmente para Matthew Baer al ver que todos sus esfuerzos habían merecido la pena.

La directora recuerda aquel día y la forma en que comunicó la buena noticia a Louie: "Cuando me enteré de que el estudio había aprobado el rodaje, camino de casa llamé a Brad, se lo conté y le dije que debíamos izar la bandera de la Universidad de California".

"Es la Universidad donde estudió Louie y sabía que él veía mi tejado desde su salón. Le dije por teléfono que mirara el tejado. Al rato, me llamo y me preguntó si la bandera era para él. Entonces le dije que sí, que la película se hacía".

Angelina Jolie reconoce que contar la historia de Louie era una responsabilidad enorme: "Incluso llegué a no poder conciliar el sueño, pero también me inspiraba. Quería hacer esta película como fuera porque el mensaje de Louie es algo que todos necesitamos oír, ahora más que nunca. Louie no era un hombre perfecto, pero nos puede servir de modelo. Nos recuerda que todos somos capaces de no desanimarnos, de buscar apoyo en la familia, de identificar nuestros miedos y sufrimientos, de encontrar la hermandad de la raza humana, de enfrentarnos a la mayor oscuridad y de no rendirnos nunca".

A medida que se acercaba el inicio del rodaje, la realizadora también encontró un fuerte apoyo en el libro y en su autora. "No hay mayor inspiración para un cineasta que un libro de Laura Hillenbrand", comenta. "Laura se documenta de forma meticulosa y siente un profundo respeto por sus personajes. Su lenguaje es potente y preciso. Capta con la misma precisión la envergadura de la historia y los detalles más íntimos del personaje. Un talento como el suyo la convierte en una de las narradoras más cualificadas que conozco. Estábamos muy agradecidos de poder contar con su libro durante la filmación".

La autora también tiene palabras de elogio para la directora: "Angie es muy inteligente y sutil, no escatima esfuerzos para que todo salga perfecto. Se empeña en que cada detalle sea correcto". La autora recuerda que Angelina Jolie le pidió que se documentara sobre el color exacto del uniforme que usaban los equipos de atletismo de los institutos en 1935. "Me alegré mucho cuando oí su petición", sigue diciendo. "Es muy fácil pasar por encima de todo, pero cuesta mucho hacer las cosas bien, y es el camino que ha escogido".


Olímpicos y tripulantes de bombarderos: El reparto del drama
"La ‘mejor’ generación fue la más resistente. Y resistimos porque todos estábamos en la misma situación. Todos nos esforzábamos y nos ayudábamos mutuamente" - Louie Zamperini

El primer reto fue encontrar al actor que interpretase al extraordinario Louie Zamperini. "No era tarea fácil", recalca Angelina Jolie. "Debíamos encontrar a alguien que no solo se pareciera físicamente a Louie, también debía ser un hombre joven a quien el público quisiera acompañar durante su recorrido, además de tener el aspecto idóneo para la época, que no fuera demasiado moderno".

"Pero también debía parecer un atleta olímpico, alguien capaz de sobrevivir cuando se estrella su avión y de superar las privaciones más extremas, primero mientras va a la deriva en la balsa durante 47 días y luego durante los dos terribles años en los campos japoneses", añade la cineasta. "Necesitábamos a un actor que, además de estar a la altura físicamente, tuviera un espíritu muy fuerte".

La realizadora reconoce que el proceso era de lo más complicado, pero la solución apareció en la persona de Jack O’Connell, un joven actor inglés de entonces 23 años que impresionó a todos durante la prueba de casting. Debutó en la película This is England, a la que siguió la serie "Skins" y, más recientemente, el drama Starred Up, por el que ha sido muy aclamado.

"Al ver la grabación de la prueba, me intrigó su acento", dice Angelina Jolie. "A continuación le vi en papeles recientes y me di cuenta de que era apasionado, de que iba a entender el significado de la película. Cuando por fin conocí a Jack en persona, yo no podía dejar de sonreír; su forma de hablar de su vida y de su familia estaba directamente conectada con Louie y la historia. También vi que era un luchador nato. Sabía que quizá sería difícil para Jack, a los 23 años, entender y encarnar los temas universales de la película. La sensibilidad necesaria para entender el amor, la lealtad, la fe y el perdón no siempre acompaña a la personalidad de un luchador. Pero cuanto más hablábamos, más comprendía que Jack conectaba con esos temas y que iba a respetar a Louie".

El actor siempre estuvo seguro de que quería el papel. "Me entusiasmé cuando me enteré de que la película se iba a hacer, y enseguida le dije a mi agente que quería presentarme a las pruebas", recuerda. "Cuando me dijeron que el papel era mío, no podía creerlo. Pienso que no puede haber mayor honor en mi vida que el de encarnar a una persona que, desde luego, puede tacharse de leyenda. Nunca dudé de que sería un tremendo desafío. Cuesta comprender la resistencia física y mental de un hombre así, y no digamos interpretarle".

Jack O’Connell se sumergió en la vida de Louie y en el libro de Laura Hillenbrand, escuchó música de la época, vio películas de entonces. Fueron los primeros pasos de un recorrido inolvidable que le cambiaría la vida.

Una vez escogido el actor para encarnar a Louie, quedaba otro papel casi igual de difícil, el del enemigo y torturador de Louie, Mutsuhiro Watanabe, el oficial japonés al que los prisioneros llamaban "El Pájaro", que "estaba obsesionado con obligar a todos a someterse", según Laura Hillenbrand. "No quería que Watanabe fuese una caricatura de un japonés hablando mal inglés con aspecto amenazante", dice Angelina Jolie. "El verdadero Watabane era un hombre inteligente y culto, aunque desequilibrado. Era un auténtico peligro y, tal como dice Laura en su libro, ‘un monstruo de magnífica elaboración’".

Para la cineasta era crucial encontrar a alguien que actuara en contra de los estereotipos. "Cuando se busca a un actor para hacer un papel de malvado, es mejor escoger a alguien que parezca absolutamente bueno", explica. "Hacía falta un intérprete capaz de encontrar el lado más profundo de la maldad. Y de pronto se me ocurrió una idea, ¿y si buscamos a una estrella del rock? Alguien que suba a un escenario y se gane al público sin decir una sola palabra".

La directora se interesó por la escena roquera actual en Japón y la respuesta no se hizo esperar. El único que cumplía con todos los requisitos era Miyavi. Pero al parecer, el apuesto y joven músico de 1,86 metros no tenía el menor interés en trabajar en cine.

La respetada directora de casting japonesa YOKO NARAHASHI se encargó de ponerse en contacto con la estrella del rock. Sabía que Miyavi era inteligente y serio, pero cuando se lo propuso, le contestó que jamás había considerado la posibilidad de trabajar en una película y que no creía que pudiera interesarle. A pesar de su respuesta, Angelina Jolie decidió desplazarse a Japón para conocerle. "Era magnético, electrizante. Cuando empezamos a hablar, enseguida vi que era un hombre encantador, profundo", dice la cineasta.

La directora estaba convencida de que había encontrado a la persona perfecta para el papel y se lo ofreció a Miyavi. "Al principio, cuando me hablaron de la película, no sabía nada de la historia; tampoco sabía quién iba a dirigirla, y no estaba nada decidido a hacerlo", recuerda Miyavi. "Luego, cuando conocí a Angie y me explicó lo que quería ofrecer al público a través de la vida de Louie, cambié de opinión inmediatamente. Me pareció importante ser parte del proyecto".

El guión gustó a Miyavi porque retrataba con sensibilidad ambos lados, el japonés y el estadounidense, aunque añade: "Sinceramente, como japonés, sentí cierta cautela hacia el papel, pero entendí que Angie quería hacer una película en torno al perdón, lanzar un puente entre países enemigos, y que sirviera para mejorar la comprensión entre culturas diferentes. Decidí enfrentarme al reto aunque se trataba de dar vida a un hombre cruel. Cuanto más malvado soy, más dramática es la película".

Lo siguiente era encontrar a los intérpretes que darían vida al capitán Russell Allen "Phil" Phillips, el mejor amigo de Louie y piloto del B-24, y a Francis "Mac" McNamara, el artillero que también sobrevive a la caída del bombardero. Domhnall Gleeson, de Anna Karenina y Una cuestión de tiempo, fue escogido para encarnar a Phil, y el joven Finn Wittrock, de Noé, dirigida por Darren Aronofsky, y "Muerte de un viajante", representada en Broadway, para ser Mac.

Garrett Hedlund, de A propósito de Llewyn Davis y En la carretera, es el comandante John Fitzgerald, uno de los prisioneros. El australiano Jai Courtney, de Divergente, da vida al copiloto Hugh "Cup" Cuppernell, y John Magaro, de Almas condenadas, es el piloto y cantante de ópera Frank Tinker. Y el galardonado Luke Treadaway, de "The Curious Incident of the Dog in the Night-Time", es Miller, uno de los prisioneros ingleses.

Los actores solo tienen elogios para la directora. "Fue un placer trabajar con Angie, me parece una realizadora inspirada", dice Jack O’Connell. "Es una líder, pero siente una tremenda empatía con los intérpretes, lo que nos facilita mucho el trabajo. Sus comentarios son sensibles y claros; además, es incansable".

Domhnall Gleeson no puede coincidir más: "Angie siempre está con el actor. Pero no creo que sea necesario hablar de eso porque su excelente trabajo se verá en la película".

"Lo que más me asombra es que se trata de una historia muy dura en torno a un grupo de hombres", dice Finn Wittrock, "pero la directora es Angelina y el libro fue escrito por Laura. Aportan una sensibilidad femenina, un rayo de luz a un mundo intensamente masculino. La mirada de Angie a esos personajes es impecable. Ha sido maravilloso trabajar en esta película".

Los miembros de la familia de Louie están encarnados por los actores VINCENZO AMATO (la serie "Boardwalk Empire") en el papel de Anthony, el padre de Louie, y MADDALENA ISCHIALE (el próximo estreno Sharkskin) como Louise, su madre. El actor australiano ALEX RUSSELL (Chronicle) es Pete, el hermano de Louie. Dos recién llegadas, TALIA MANO y SAVANNAH LAMBLE son sus dos hermanas Sylvia y Virginia de pequeñas, y ALICE ROBERTS y SOPHIE SALAH hacen de sus hermanas ya adolescentes.

Dos jóvenes actores, CJ VALLEROY y JOHN D’LEO (Malavita) dan vida a Louie y a Pete de niños.

Numerosos actores internacionales encarnan a los aviadores, prisioneros, soldados japoneses, habitantes de Torrance, figuras históricas y atletas olímpicos que poblaron la vida de Louie Zamperini.


De Torrance al Pacífico: Diseño, decorados y filmación
"Creo que lo más difícil en esta vida es perdonar. El odio es autodestructivo. Al odiar a alguien, no se hace daño a esa persona, sino a uno mismo. El verdadero perdón es completo, absoluto" - Louie Zamperini

Una vez aprobada la producción de INVENCIBLE(UNBROKEN), Angelina Jolie empezó a reunir al equipo creativo. El conocido director de producción Clayton Townsend se unió a la realizadora y al productor Matthew Baer para contratar a algunos de los técnicos más conocidos de la industria.

El director de fotografía Roger Deakins, nominado a once Oscar, que ha rodado películas épicas como No es país para viejos y Valor de ley, además de otras más intimistas como Una mente maravillosa, se unió al proyecto. Jon Hutman, que ya había trabajado con Angelina Jolie en Tierra de sangre y de miel y The Tourist, y ha diseñado Cuando menos te lo esperas y No es tan fácil, ambas de Nancy Meyers, se encargó del diseño de producción. Louise Frogley, que vistió a George Clooney en películas como Oceans Thirteen y Monuments Men, sin olvidar sus increíbles diseños para Iron Man 3, se encargó del vestuario. Tim Squyres, nominado en dos ocasiones a la estatuilla por su trabajo en La vida de Pi y Tigre y dragón, montó la película con William Goldenberg, ganador del Oscar por Argo y montador de La noche más oscura.

Finalmente, para crear la banda sonora de INVENCIBLE (UNBROKEN), Angelina Jolie se inclinó por el compositor Alexandre Desplat, nominado a seis Oscar, conocido por la música de Harry Potter y las reliquias de la muerte - Partes 1 y 2, y por películas más íntimas como El discurso del rey y Philomena.

Otro problema que debieron solucionar la cineasta y los productores fue decidir dónde se rodaría la película. "Al leer el guión, uno se mete en el relato y tiene tendencia a olvidar la envergadura épica de la historia", explica el productor Clayton Townsend. "Hay muchas escenas en el mar, otras en el aire. Y en cuanto a los decorados, pasamos de un pequeña ciudad estadounidense en los años 1920 a Berlín en 1936, antes de irnos al océano Pacífico y a dos campos de internamiento japoneses".

"Era imposible rodar en todos estos sitios y mantenernos dentro del presupuesto", sigue diciendo. "Por eso intentamos sacar el máximo provecho de lo que teníamos.

Estudiamos varias posibilidades, Hawai y Carolina del Norte entre otros, pero al final, Australia nos pareció la mejor elección. Los paisajes del país son muy variados, y cuenta con profesionales experimentados y con importantes incentivos fiscales. Además, podíamos rodar en los dos grandes estudios disponibles"
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Todos estaban de acuerdo en que Australia ofrecía las mejores condiciones para rodar INVENCIBLE(UNBROKEN). Durante toda la preproducción, Angelina Jolie y Matthew Baer siguieron viendo a Louie Zamperini para tenerle al corriente del desarrollo del proyecto. Naturalmente, algunos de los actores principales también quisieron conocerle antes de trasladarse a las antípodas.

Jack O’Connell se entusiasmó cuando le comunicaron que iba a conocer al hombre al que encarnaría en la película. "Louie me dio una información valiosísima de lo que había vivido", dice el actor. "Nunca olvidaré nuestras charlas".

Durante una de sus visitas, el joven intérprete se fijó en la chaqueta de aviador de Louie, una de sus pertenencias más preciadas. Louie se empeñó en que se la probara y, curiosamente, le quedaba perfecta a Jack, un detalle que sirvió para reforzar el vínculo que había empezado a forjarse entre los dos.


El estilo de Roger Deakins
El trabajo del director de fotografía Roger Deakins ha dejado su marca en todos los largometrajes de los grandes directores con los que ha colaborado, desde los dramas más innovadores hasta las comedias más ligeras o más oscuras. No puede negarse el alcance de sus logros y ningún género se resiste a su magia.

En la planificación del rodaje de INVENCIBLE (UNBROKEN), la cineasta, el director de fotografía y el resto del equipo se enfrentaron a una tarea de envergadura. No se trataba solo de las escenas de acción, también había momentos tranquilos y silenciosos, otros de tremenda luminosidad y algunos de profunda oscuridad. Y no hablemos del agua, mucha agua, de día, de noche, aguas turbulentas, aguas mansas. Cada escena, tanto interior como exterior, era una pieza para la evolución del drama.

En cuanto a Roger Deakins, la cineasta dice: "Llevaba algún tiempo queriendo trabajar con Roger, no solo por su increíble reputación, sino porque muchos profesionales me habían hablado de su tranquilidad y paciencia en el plató, de la facilidad de su trato con los técnicos y los actores. Un rodaje tan complejo como este requería a un maestro y todos estamos de acuerdo en que Roger es un artista, un verdadero genio que ha contribuido mucho a la historia del cine. Creo sinceramente que no habríamos hecho justicia a la historia de Louie de no haber estado Roger".

Al director de fotografía le atrajo el proyecto por varias razones: "Me sorprendió la complejidad de Louie y de su vida, el recorrido que realizó y lo que consiguió al final. No se trataba de la típica historia bélica de supervivencia, era diferente de todas las películas de guerra que había visto. Se parecía más a las pruebas de Job. Además, era verdad. Costaba imaginar que hubiese ocurrido, pero así fue".

Le interesó sobre todo el enorme alcance de la historia, los diferentes momentos en que transcurría y las confrontaciones culturales de cada periodo. Además, se sintió conmovido por la pasión con que Angelina Jolie defendía el proyecto. "Había visto la primera película de Angie como directora, En tierra de sangre y miel, y me había impresionado", dice. "Estaba encantado con la idea de trabajar con ella".

Cuando se reunieron para hablar de la iluminación y de la filmación, descubrieron que estaban perfectamente sintonizados. "Angie y yo decidimos que no sería una película estilo cámara al hombro", explica. "Nos inclinamos por algo más clásico, más realista, más adecuado a la envergadura del guión. Queríamos realizar tomas amplias con varias cosas ocurriendo al mismo tiempo en el encuadre. Tampoco queríamos un montaje muy rápido, ni demasiado estilizado".

Al rodar con cámaras digitales Alexa y objetivos Master Prime con un formato 2:40, Roger Deakins y Angelina Jolie podían ver el resultado de forma inmediata. También hablaron mucho de las luces y de las sombras, que son muy importantes en INVENCIBLE (UNBROKEN). Ambos admiran la película The Hill, de Sidney Lumet, que se convirtió en un referente durante el rodaje de los campos de detención.


A la deriva en el Pacífico
El rodaje de INVENCIBLE (UNBROKEN) empezó el 6 de octubre de 2013 frente a la costa de Queensland, Australia, donde Angelina Jolie rodó a los muy debilitados y demacrados Louie, Phil y Mac después de estar varias semanas a la deriva en el océano Pacífico. A punto de morir de hambre, sin apenas víveres, asolados por los elementos y carcomidos por el temor, están a punto de rendirse. "Decidimos rodar estas escenas en el mar para capturar el aislamiento y la desesperación de los tres hombres después de días a la deriva, para mostrar su total indefensión de una manera orgánica", explica el productor Clayton Townsend.

Filmar en el mar significaba trasladar a 150 personas desde la pequeña ciudad de Redland Bay, en Queensland, bastantes kilómetros mar adentro para que solo se viera agua en 360 grados. "El primer requisito fue tener un barco ‘madre’ anclado cerca, así como varias lanchas, pontones y botes de traslado", explica el productor. "Fueron unos días muy duros para todo el equipo, pero sobre todo para los actores. Varias veces al día se les trasladaba de la balsa, azotada por las olas, hasta el barco principal mientras cambiaban la posición de las cámaras".

"No me importó en absoluto", dice Domhnall Gleeson. "Rodar en altar mar los primeros días nos vino muy bien. Sentimos el poder del océano. Al estar durante horas en la balsa, empezamos sentir claustrofobia y también agorafobia debido a la inmensidad que nos rodeaba. Fue perfecto para introducirnos en esta extraordinaria aventura".

Angelina Jolie rodó una serie de tomas clave en el océano: los tres hombres observando a un grupo de tiburones dando vueltas alrededor de la balsa; comiéndose a un joven tiburón que consiguen coger después de una lucha agotadora, e intentando reparar la balsa frenéticamente cuando un caza japonés les ametralla sin piedad.

Estas escenas realistas e íntegras dramatizan con precisión algunos de los terribles incidentes que vivieron los tres hombres durante los largos días en la balsa. Louie nunca olvidó la experiencia: "No se sobrevive si no usas la mente", dice. "En la balsa decidí que debíamos ocupar nuestras mentes de forma positiva, pero no dije nada a los demás. Cada día les obligaba a contarme recuerdos, a cantar, a recitar palabras. Les desafié para ver hasta dónde eran capaces de recordar".

El actor Finn Wittrock dice que, durante su visita a Louie Zamperini, hablaron de la supervivencia: "Le pregunté a Louie qué diferencia había entre Mac, el personaje que interpreto, y él. Las condiciones eran las mismas para los dos, ¿por qué sobrevivió Louie? Y me contestó: ‘Creo que Mac estaba condenado’".

"Pensé en lo que me dijo Louie mientras rodábamos", sigue explicando. "Mac siempre mira hacia abajo, a los tiburones, convencido de que va a acabar ahí. Phil siempre mira hacia arriba y reza. Y Louie… Louie está en ambos sitios; creo que en parte sobrevivió por eso".

El maquillaje de la película fue creado por la conocida maquilladora TONI G, que estudió el look general con Angelina Jolie y luego trabajó en estrecha colaboración con el maquillador de efectos especiales ARJEN TUITEN. "Realizamos moldes de casi todos los actores protagonistas para las escenas en alta mar y también para los campos de detención", dice Arjen Tuiten. "El rodaje en la balsa probablemente representó el mayor desafío para nosotros y para los actores. Hubo que imitar cinco etapas de pieles quemadas por el sol y el viento. Están en medio del océano, tienen los ojos hinchados por el sol, la piel seca y con ampollas, los labios agrietados. Además, debían estar demacrados. Nos llevaba horas cada mañana. Tuvimos que maquillarles los dientes, que se habían vuelto amarillentos, negros en parte. Llevaban lentes de contacto para que sus ojos parecieran enrojecidos".

Desde el principio del rodaje quedó muy claro para todos, Angelina Jolie, el reparto y el equipo técnico, que se habían lanzado a una aventura muy complicada y dura. "Al poco de empezar, a alguien se le ocurrió una frase: ‘Mañana todo irá mejor’, sabiendo perfectamente que no habría días mejores", recuerda la directora. "Cuando las cosas se ponían difíciles, bastaba con pensar en lo que Louie y sus compañeros habían pasado. Nadie se quejó, todos nos considerábamos honrados de estar haciendo la película".

Para los tres actores en la balsa así como para los que encarnan a los prisioneros en los campos japoneses, el desafío había empezado varios meses antes con un importante sacrificio: comer mucho menos. "Creo que perdí unos 15 kilos", dice Finn Wittrock. "Me puse a régimen antes de empezar a rodar para tener un aspecto demacrado. Pero vivo en Nueva York y las tentaciones son constantes. Me costó mucho. Fue más fácil durante la filmación. Nos apoyaban una nutricionista, un entrenador y un excelente cocinero que nos daba muy poco de comer".

El estricto régimen se convirtió en un vínculo de unión entre los actores. "Agradecí el apoyo de Domhnall y de Finn", dice Jack O’Connell. "A veces me daba la impresión de ser el eslabón débil. Nuestro régimen era muy estricto. Pero Finn tiene razón, comíamos poco, pero el chef era de primera. Y si soy sincero, reconoceré que nunca me había sentido tan bien". Al cabo de una pausa, añade: "Pero prefiero no volver a pasar por esto en un futuro próximo".

Domhnall Gleeson deja claro que un régimen no tiene nada que ver con la prueba que vivieron los tres hombres en la balsa: "Comíamos tres veces al día, poco, es verdad, pero comíamos. Pasábamos hambre, pero no tiene comparación con lo que sufrieron ellos. Solo podemos imaginarnos lo que aguantaron durante días y días".


Los campos de Kwajalein y Omori
Después del rodaje en alta mar, el equipo se trasladó a los estudios Warner ubicados cerca de la Costa Dorada australiana para rodar más escenas con la balsa en las piscinas de los estudios. Después de eso, se instalaron en tiendas de campaña en la selva que cubre el monte Tamborine de Queensland para rodar escenas que transcurren en la isla Kwajalein, el famoso campo de detención conocido como la "Isla ejecución", el auténtico corazón de las tinieblas.

El diseñador de producción Jon Hutman no había tenido mucho que hacer en las escenas de la balsa; su verdadero trabajó empezó ahí, pero según él no había que preocuparse. "Lo que me gusta de trabajar con Angie", dice, "es que tiene toda la película en la cabeza. Sin embargo, no significa que no esté abierta a sugerencias. Posee una gran capacidad para absorber información y canalizarla dentro del proyecto. Quería que cada capítulo de la película tuviera un tono, una ambientación, un aspecto distintivo, sobre todo los dos campos en los que estuvo encerrado Louie".

En Kwajalein, después de ser capturados en el mar por la Marina japonesa, los dos hombres acaban en una estrecha y sucia celda, infestada de gusanos. Los guardas les dan palizas regularmente antes de interrogarlos. Ambos están convencidos de que es el fin, pero inexplicablemente no les matan. A Louie le mandan a Omori, un campo a las afueras de Tokio, y a Phil le suben a un camión hacia un destino desconocido.

El encarcelamiento de Louie en Omori es el siguiente capítulo del recorrido. Allí le espera Mutsuhiro Watanabe, "El Pájaro", un comandante cruel que le castigará sin piedad.

Jon Hutman eligió el parque nacional de Fort Lytton, a las afueras de Brisbane, para construir Omori, un típico campo de prisioneros japonés.

En realidad, Kwajalein no puede considerarse un campo de detención, sino más bien un campo donde se separaba e interrogaba a los prisioneros. "La isla de Kwajalein es una auténtica selva donde no para de llover", explica el diseñador, "mientras que Omori solo es polvo. Lo construimos en una lengua de tierra muy árida con polvo por todas partes rodeada de agua. La tierra es blanquecina, la madera está comida por el sol, los prisioneros van vestidos de caqui claro, todo son colores naturales, pero carecen de vida".

"El desafío consistía en construir un campo creíble y que fuera absolutamente japonés", sigue diciendo Jon Hutman. "Nos documentamos mucho mediante fotos y diseñamos un campamento con seis barracones, dos edificios centrales y un gran patio cuadrado donde los prisioneros forman para ser inspeccionados por 'El Pájaro'".

TOMO MIYAGUCHI, uno de los asesores técnicos de INVENCIBLE (UNBROKEN), ayudó mucho al departamento artístico. "Gran cantidad de información sobre la guerra fue destruida en Japón y no era nada fácil documentarnos para la construcción de Omori", explica. "Tuvimos que recurrir a testimonios estadounidenses procedentes de los tribunales que juzgaron crímenes de guerra y a libros escritos por antiguos prisioneros". La construcción de Jon Hutman le impresionó: "El decorado de Omori parecía realmente un campo de detención, era bastante siniestro".

Angelina Jolie rodó detalladamente la terrible rutina a la que se sometía a los prisioneros. Además de las palizas diarias, los prisioneros, que apenas comían y carecían de cuidados médicos, eran obligados a participar en desagradables rituales y a limpiar las letrinas con el fin de humillarlos.

Sin embargo, el preso que se convirtió en el blanco de las obsesiones del "Pájaro" fue Louie Zamperini. Es posible que el comandante japonés adivinase la fuerza interior del prisionero y se concentró en destruirle mediante perversos juegos mentales, terribles humillaciones y brutales palizas.

Miyavi se preparó con mucha antelación para el papel. "Lo primero fue ir a clases de interpretación", dice. "Empecé a estudiar inglés hace siete años, antes de mi primera gira mundial, pero nunca pensé que me serviría para actuar en una película de Hollywood. Lo más importante para mí era encarnar al personaje correctamente, con respeto. Es cruel y brutal, pero es un ser humano. Me esforcé en mostrar su lado humano y su confusión".

"Es un papel muy difícil, sobre todo cuando se piensa en lo que se sacrificó en esa guerra", sigue diciendo. "El comportamiento del "Pájaro" no era correcto, pero reflejaba su tristeza, su soledad, muchas emociones negativas". Para meterse en la piel del personaje, Miyavi no se mezclaba con los otros actores en el plató. "Todos me caían bien, pero en el plató preferí estar solo para poder construir mi personaje con un mayor realismo".

En una de las secuencias más fuertes de INVENCIBLE (UNBROKEN), Louie rehúsa ser el portavoz de la máquina de guerra del emperador Hirohito. Para castigarle, "El Pájaro" obliga a los prisioneros a pasar por delante de Louie de uno en uno y a golpearle en la cara. El sádico castigo habría acabado con muchos hombres. "Reconozco que fue una escena difícil", dice Jack O’Connell. "Pero el rodaje era fascinante, tanto que consiguió hacerme olvidar la tensión que sentía". Aun así, esperaba con cierta ansia días mejores. "Mientras rodábamos esa secuencia, imaginaba escenas con Louie en plena forma".

Después de varias semanas de rodaje, el equipo se trasladó a Sídney para rodar una escenas que transcurren en Radio Tokyo, donde las autoridades japonesas prometen comida en abundancia y la mayor comodidad a Louie si acepta participar en una emisión propagandística ensalzando a sus captores. Louie aprovecha para que su familia sepa que está vivo, pero no cae en la trampa y es llevado de nuevo a Omori.


La isla Cockatoo se convierte en Naoetsu
A continuación, el rodaje prosiguió en la bahía de Sídney, concretamente en la isla Cockatoo, un antiguo penal del siglo XIX que más tarde fue el mayor astillero de Australia durante 150 años. Jon Hutman y su equipo aprovecharon los edificios abandonados de la isla para crear el diabólico campo Naoetsu, así como algunas calles del puerto de Yokohama.

Por muy mal que le fuera a Louie y a sus compañeros en Omori, fue aún peor en Naoetsu. Todos fueron obligados a trabajar como esclavos mientras la guerra se precipitaba hacia su fin. Tal como escribe Laura Hillenbrand: "En una red de campos de prisioneros que son históricamente conocidos como ejemplo de crueldad suprema, Naoetsu se ganó un lugar especial como el agujero más negro del Imperio japonés. Entre los muchos infiernos que Louie había conocido en la guerra, este era sin lugar a dudas el peor".

"Todos nos esforzamos en recrear ese austero, duro y dramático lugar", dice Jon Hutman, "que simboliza los límites de lo que un ser humano puede soportar, superar esos límites y seguir aguantando. Naoetsu es como llegar al fin del mundo, al borde del fin del mundo. Para Angie, Naoetsu representaba lo más duro. Los barracones carecían de camastros, dormían en estanterías pegadas a la pared o directamente en el suelo. Naoetsu era el infierno".

El asesor técnico Tomo Miyaguchi habla del campo: "Naoetsu está considerado como uno de los peores campos de prisioneros de los muchos que se abrieron en Japón. Era un sitio frío, con mucho viento, donde los prisioneros apenas comían, carecían de medicinas y soportaban las inclemencias meteorológicas".

Louie y sus compañeros debían llevar a cuestas enormes cestos procedentes de las minas de carbón y verter el contenido en barcos de carga. Debilitados por la falta de comida, cubiertos de polvo de carbón que les impedía respirar y que penetraba en su piel y en sus pulmones, haciéndoles casi invisibles, los prisioneros de Naoetsu siempre estaban a punto de desfallecer. Es aquí donde "El Pájaro" inventa una última tortura obligando a un demacrado y exhausto Louie, que se ha sentado para aliviar su pierna herida, a ponerse de pie y a levantar una pesada tabla de madera de 1,80 metros sobre su cabeza durante una eternidad. Si suelta la tabla, un guardia le mata de un tiro.

Aunque parezca humanamente imposible, Louie resistió durante más de media hora antes de desplomarse, con la consiguiente derrota psicológica del "Pájaro".

"Louie se desploma y Watanabe se ensaña pegándole con su palo de kendo", explica Miyavi. "Puede parecer que Watanabe ha salido airoso, pero no es así, ha perdido. Louie le ha derrotado psicológicamente. En esta escena debía mostrarlo todo a través de la mirada y me costó mucho alcanzar el punto emocional necesario. Angie entendió todo lo que yo debía sentir y me ayudó mucho".

Louie recordaba perfectamente el incidente y nos contó que "todavía veo la tabla de madera de cerezo, pesaba como una tabla de acero. Sé que la sujeté durante diez minutos, pero a partir de entonces no recuerdo nada. Uno de los prisioneros calculó el tiempo. Luego me dijo que habían sido 37 minutos".

Para Jack O’Connell, esta escena se convirtió en una de las más difíciles de rodar. "Creo que fue el momento más intenso y complicado de toda la película", dice. "Una vez le pregunté a Louie qué sintió entonces y me contestó: ‘Determinación, el simple hecho de no querer morir’".

Para el director de fotografía Roger Deakins, filmar en el decorado de Naoetsu fue un desafío más entre los numerosos que le planteó el rodaje de INVENCIBLE (UNBROKEN). Sin embargo, hace hincapié en que filmó estas secuencias exactamente como otras; por ejemplo, las de la juventud de Louie en Torrance o las de su estancia en Berlín. "Intentar diferenciar periodos de tiempo añadiendo filtros es una tontería", explica. "Con una historia como esta, y en cualquier película, lo importante es que nos sumerjamos en el relato, no que se nos saque mediante un truco visual que solo sirve para distanciarnos de lo que está pasando. El espectador debe creer que podría estar allí y ser testigo presencial de lo que pasa".

"En Naoetsu, el polvo del carbón, la oscuridad, la humedad, y en Omori, el sol implacable, la sensación de falta de vida, todo esto existe gracias al diseño de producción, al maquillaje, a la dirección, a las interpretaciones", sigue diciendo Roger Deakins. "Angie sabe dejar espacio a los actores para que den lo mejor de sí mismos. En ningún momento he querido imponerme, más bien me he limitado a filmar".

La luz juega un importante papel en las secuencias de Naoetsu, sobre todo en la que Louie sujeta la tabla. Angelina Jolie y Roger Deakins querían que Louie mirara al sol de frente, que fuera casi una silueta, mientras "El Pájaro" le contempla dando la espalda a la cámara. "Para conseguirlo, rodamos al final de la tarde, aunque nos dejaba muy poco tiempo, pero obtuvimos lo que queríamos", añade el director de fotografía. "Para rodar una película y seguir dentro del presupuesto, hay que usar lo que se tiene. Lo más importante en una película son los personajes, la historia y los sentimientos".

Otras escenas importantes rodadas en este decorado son el anuncio del fin de las hostilidades realizado por el comandante John Fitzgerald y el paso de un avión estadounidense que deja caer comida, cigarrillos y folletos en el campo.

Hablando de su personaje, Garrett Hedlund dice: "John Fitzgerald era un auténtico líder y fue un honor para mí hacer este papel. Le torturaron, pegaron, arrancaron las uñas. Después de la guerra, le galardonaron con la Medalla del Honor y la Estrella de Plata. Creo que simboliza a la generación que regresó de la guerra, la generación "No se habla de eso". Mi padre luchó en Filipinas durante la guerra. Cuando volvió a la granja de Minnesota, nunca dijo nada de lo que había pasado y visto".

Angelina Jolie habla de lo que significó para ella rodar los campos de prisioneros: "A veces, la guerra saca lo mejor de las personas, pero también puede mostrar la parte más fea del ser humano. Los actores y yo hablamos de eso. Tanto en Naoetsu como en Omori fue maravilloso ver a los actores japoneses juntarse con los intérpretes australianos y estadounidenses, entablar amistad, hablar y descubrir la cantidad de cosas que tenían en común. Todos aprendimos mucho".


Descubriendo Torrance y Berlín
A continuación, el rodaje se trasladó brevemente a Camden, una ciudad al oeste de Sídney, para filmar las secuencias de la juventud de Louie, cuando se presenta para entrar en el equipo de atletismo del instituto y habla con sus compañeros.

Los interiores del hogar de los Zamperini se rodaron en los estudios Fox de Australia, antes de que todos se trasladaran a Tamworth, Nueva Gales del Sur, para filmar en Werris Creed, un pueblo de 1.500 habitantes que haría las veces de Torrance. Allí se rodaron las escenas de la difícil adolescencia de Louie.

Después de un descanso vacacional, todos se reunieron en Sídney para rodar en un complejo deportivo de Blacktown la secuencia en que Louie corre en los Juegos de 1936 y deja impresionados a los espectadores, entre los que está Adolph Hitler, que quiere conocer al "chico que corre la última vuelta tan rápido".

Al igual que las otras escenas de la película, Angelina Jolie quería que estuvieran imbuidas de la autenticidad del lugar y del momento, algo que quizá no se habría conseguido tan bien sin la diseñadora de vestuario Louise Frogley. "Utilizamos colores crema: amarillo pálido, beige y ocre para el vestuario, colores apagados que recuerdan a aquella época", explica la diseñadora. "En las secuencias de Berlín usamos ropa más estilizada para diferenciarlas de las de Estados Unidos".

Gran parte del vestuario salió de almacenes especializados, pero Louise Frogley y su equipo también diseñaron muchos modelos. "En el diseño y creación de la ropa de la familia Zamperini debimos usar la imaginación", explica. "Había que pensar en cómo vivían, lo que comían, si tenían coche, cosas así. La ropa que llevan debe ser acorde con su vida".

En los primeros decenios del siglo XX, los cuerpos eran algo diferentes de los actuales, especialmente en la adolescencia. Por suerte, los actores no solo se metieron en la piel de sus personajes, sino también en su ropa. El actor CJ Valleroy, que encarna al joven Louie se sorprendió por la ropa de entonces: "Llevaban pantalones de talle muy alto y botines con lazos. Me puse mi vestuario bastante antes de empezar a rodar para acostumbrarme".

Louise Frogley también se esmeró en la autenticidad de los uniformes militares, para lo que trabajó con el lamentado JOE HOBBS, que falleció inesperadamente durante el rodaje. "Hay soldados y aviadores australianos, militares japoneses y prisioneros de guerra", dice. "Joe consiguió encontrar uniformes originales, aunque también tuvimos que confeccionar bastantes".

La diseñadora añade que pocos soldados respetan las reglas y que suelen añadir toques personales a sus uniformes: "Además de envejecer todos los uniformes, añadimos detalles más personales a cada uno, tanto si iba a llevarlo un protagonista como un figurante. Todos los uniformes eran una o dos tallas más grandes para que los actores y los extras, que ya estaban muy delgados, parecieran nadar dentro".

La secuencia de la carrera resultó complicada para los actores debido al calzado deportivo con tacos que se llevaba en 1930, que no tiene nada que ver con las sofisticadas zapatillas actuales de diseño ergonómico.

"Lo hicimos fabricar en México", explica Louise Frogley. "Son como unas zapatillas de bailarina totalmente planas con tacos únicamente en la parte delantera. Teníamos varios modelos con tacos más o menos largos y solo usamos el calzado con tacos largos para los primeros planos".

"Tardé un poco en acostumbrarme a correr con calzado de tacos", dice CJ Valleroy. "Estoy en el equipo del instituto y además corro campo a través, pero esto era mucho más difícil. Tuve que aprender a correr con la espalda recta, colocar los brazos como hacían en la época y hacer las salidas correctamente para poder esprintar más rápido".

GREG SMITH, el entrenador que se encargó de los actores para las escenas de carreras, suponía que surgirían pequeños problemas. "Hay zapatillas de carreras para 100, 200 y hasta 1.500 metros. Están diseñadas para incrementar presión en los músculos de la pantorrilla y en el tendón. Los corredores de los años treinta del siglo pasado tenían más fuerza en la parte inferior del cuerpo. Eran tenderos, peones, y sus cuerpos eran diferentes de los de ahora. Corrían sin inclinarse. Los corredores de hoy son más altos y se inclinan mucho hacia delante. Después de pasar un día corriendo con ese calzado, algunos de los chicos se resintieron".

"Disfruté rodando las escenas de carreras", dice Jack O’Connell. "Siempre me han gustado los deportes, el boxeo, el fútbol, correr no me costó mucho, solo tuve que adaptarme al estilo de Louie".

En opinión de Angelina Jolie, las secuencias de carreras también ofrecen una lección valiosa: "Louie no ganó en los Juegos Olímpicos, pero rehusó darse por vencido y corrió la última vuelta más rápida de la competición. Los espectadores de Berlín se pusieron en pie y le ovacionaron porque vieron a alguien capaz de luchar. No se trataba de ganar, se trataba de no darse por vencido".

"INVENCIBLE (UNBROKEN)" es una historia que puede enseñar mucho a la gente de mi edad", dice CJ Valleroy. "Deja claro que pase lo que pase, nunca hay que darse por vencido. Louie era problemático de pequeño. Siempre estaba metido en líos, pero maduró y se convirtió en un gran hombre, un héroe. Eso me gu