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  El heredero del diablo  (Devil's due)
  Dirigida por Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett
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Protagonizada por Allison Miller (el filme de estreno inminente ¡There's Always Woodstock') y Zach Gilford ('Friday Night Lights'). La película está dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett ('VHS: Las crónicas del miedo'), escrita por Lindsay Devlin y producida por John Davis ('Chronicle'). Los productores ejecutivos son Chad Villella ('VHS: Las crónicas del miedo'), Justin Martinez ('VHS: Las crónicas del miedo'), James Dodson ('Chronicle') y Brittany Morrissey, alta ejecutiva de Davis Entertainment. Andrea von Foerster ('Chronicle') se ha encargado de la supervisión musical.

Hace unos años, el cuarteto de realizadores conocido con el apelativo de Radio Silence, constituido por Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett, Chad Villella y Justin Martinez, dirigió una de las historias que componían la antología de terror 'VHS: Las crónicas del miedo', sobre cuatro amigos que acuden a una fiesta de Halloween, y no sólo descubren que se han equivocado de casa, sino que se dan de bruces con un exorcismo. La historia finaliza con un cúmulo de terroríficos y violentos sucesos, brillantemente montados, así como imaginativos efectos visuales. La película se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2012 y fue adquirida por Magnolia Pictures. Se estrenó en las salas de cine el 5 de octubre de 2012.

Antes de dirigir el segmento incluido en 'VHS: Las crónicas del miedo', titulado '10/31/98', Radio Silence era popularmente conocido como Chad, Matt & Rob, el grupo que conformaron a principios de 2007 Villella, Bettinelli-Olpin y Polonsky. Su exitoso cortometraje, 'Alien Roommate Prank Goes Bad', perteneciente al género de "metraje encontrado" (cámara en mano), se estrenó en febrero de 2008 y obtuvo más de 30 millones de visitas en la Red. En noviembre de 2008, el grupo inició una serie de filmes que se realizaban conforme a la especificación "Elige tu propia aventura". (Acuñaron el término "Aventuras Interactivas" para describir dicha serie).

The Time Machine: An Interactive Adventure fue la primera película interactiva en YouTube. Justin Martinez y Tyler Gillett se unieron al grupo en 2010, mientras que Polonsky lo abandonó en 2011. Los cuatro componentes que finalmente quedaron cambiaron su nombre por el de Radio Silence.

El cortometraje del grupo de 2010 'Mountain Devil Prank Goes Horribly' se hizo "viral" y condujo directamente al encargo de participar en 'VHS: Las crónicas del miedo'. Este hecho, a su vez, llevó a Bettinelli-Olpin y Gillett a tener vía libre para dirigir su primera película, EL HEREDERO DEL DIABLO, donde Villella y Martinez actúan como productores ejecutivos.

El característico estilo del cuarteto en EL HEREDERO DEL DIABLO se manifiesta a través de una amplificada sucesión de sustos y sobresaltos, así como en su inquietante tono general. Sin embargo, señala Gillett, también era su intención hacer un thriller que "realmente conectara a nivel emocional y basado, desde un principio, en los personajes".

"La película no es sólo una enfatizada retahíla de sustos y delirantes imágenes sobrenaturales", prosigue Gillett. "Trata sobre dos personas que están iniciando una vida juntos. EL HEREDERO DEL DIABLO se adentra en su relación y en cómo ésta se transforma cuando se incorpora a ella un poderoso y sobrehumano elemento".

"Somos fans del género de terror, pero también lo somos del cine", añade Bettinelli-Olpin. "Por lo tanto, centramos nuestro foco en la relación de la joven pareja y en el lado razonablemente cómico de estos personajes, algo muy presente durante gran parte del filme si se está atento a ello. La historia de amor es asimismo algo que verdaderamente puede enganchar al público cuando ve casarse a la pareja y planear la llegada de su retoño".

"Y el miedo que acompaña a todo ello no tiene nada que ver con el género de terror", interrumpe Gillett. "Nuestra aproximación al género siempre ha consistido en encontrar personajes interesantes y contar, en primer lugar, su historia, añadiendo posteriormente elementos del género. El resultado, esperamos, es una historia sobre unas personas que te resultan absolutamente reconocibles; no obstante, luego ves que les suceden cosas terribles y espantosas".

Conocemos a la joven pareja, Zach (Zach Gilford) y Samantha McCall (Allison Miller), cuando están a punto de casarse. Un brillante futuro se abre ante ellos; y tras una emotiva ceremonia nupcial, emprenden viaje a la República Dominicana, el caribeño país bendecido por el sol, para disfrutar de su luna de miel. Sus vacaciones dan un extraño giro tras una incómoda sesión con un vidente, que, inquietantemente, advierte a la pareja que "les estaba esperando".

Más que desconcertados por dicho encuentro, Zach y Sam de repente se encuentran perdidos en medio de calles vacías y oscuras hasta que, por fin, encuentran un taxi, cuyo conductor insiste en llevarlos a un bar subterráneo para que disfruten de una auténtica experiencia dominicana.

Entonces, empiezan a pasar cosas realmente inquietantes.

Sam y Zach se impregnan del inusual entorno; así como de copiosas cantidades de alcohol. Alcanzamos a atisbar una serie de fugaces y perturbadoras imágenes de su juerga nocturna: una pila de huesos, una sonriente calavera, la horripilante y vertiginosa visión de un inerte y sangriento cuerpo de mujer, voces que susurran… y un sombrío e insistente cántico.

Saltamos a la mañana siguiente. Los recién casados apenas recuerdan lo que pasó la noche anterior. Al poco tiempo de volver a su casa, Sam descubre que está embarazada. A pesar de que la noticia les pilla totalmente por sorpresa, la pareja comienza a hacer planes para incorporar un nuevo miembro a su familia.

Pronto, sin embargo, una serie de alarmantes pistas indica que su situación es todo menos normal: una prueba de ultrasonido y una amniocentesis revelan algo inquietante; haciendo la compra, Sam, vegetariana, se mete en la boca un sangriento trozo de carne cruda; en el parking de un centro comercial, Sam rompe la ventanilla trasera de un coche con una fuerza y brutalidad que parece imposible en una mujer embarazada de varios meses; y, además, su vientre parece que se dilata y contorsiona, como si el bebé estuviera empujando desde dentro con extrema intensidad.

Después, hay un grupo de siniestros personajes que empiezan a espiar a la pareja fotografiándolos con cámara oculta; porque un espíritu malévolo espera nacer al mundo.

Una película sobre una mujer fecundada con… algo poderoso y maligno, y que debe lidiar con las espeluznantes consecuencias, posee, obviamente, una narrativa y una temática similares a la clásica película de terror 'La semilla del diablo', dirigida por Roman Polanski. Bettinelli-Olpin y Gillett señalan que ellos no evitan la comparación con el filme de 1967.

"Cuando la gente ve el tráiler de EL HEREDERO DEL DIABLO, la alusión a 'La semilla del diablo' surge muy frecuentemente, pero no es algo que nos asuste", dice Gillett. "Todos nosotros somos grandes fans de esa película. Cuando leímos el guión [de Lindsay Devlin] supimos que era una oportunidad de inspirarnos en ella de una forma inteligente, pero, lo que es más importante, de contar una historia más contemporánea y accesible".

Hay una conexión suplementaria: el crucifijo que aparece en una escena de hospital es un objeto de atrezo del propio filme 'La semilla del diablo'. Este icono, que un ejecutivo de Twentieth Century Fox consiguió en una subasta, se convirtió también en un inquietante accesorio decorativo durante la fase de posproducción. "Montamos la película a la luz de las velas y con el crucifijo encima de nosotros, colgando de la pared de la sala de montaje", dice Gillett con una sonrisa.

No obstante, Bettinelli-Olpin, Gillett y sus colegas de Radio Silence, Chad Villella y Justin Martinez, advierten que las fuentes de inspiración de EL HEREDERO DEL DIABLO son otras muchas aparte del venerado relato de Polanski. Esta nueva película refleja el amplio gusto cinematográfico del cuarteto, que incluye los grandes éxitos de taquilla de Steven Spielberg, así como otras obras del género de terror menos conocidas tales como 'Los extraños', 'La casa del diablo, 'A Horrible Way to Die', 'Tú eres el siguiente' y los filmes de Joe Swanberg y del gran especialista del género Eli Roth.

Fueron las películas de este último cineasta las que particularmente ejercieron una gran influencia en los realizadores de EL HEREDERO DEL DIABLO. Recuerdo que cuando vi 'Cabin Fever' [película de Roth] pensé que era una de esas películas que parecían realmente innovadoras", dice Gillett. "Eli es un realizador valiente, y otro de sus filmes, 'Hostel', sobre unas vacaciones que terminan terriblemente mal, fue en cierto modo un referente a la hora de rodar las escenas de la luna de miel de EL HEREDERO DEL DIABLO".

Roth, a su vez, se quedó muy impresionado por EL HEREDERO DEL DIABLO y se ha convertido en uno de sus principales valedores. "Lo que me gusta de la película es que consigue que te preocupes mucho por los personajes", dice Roth. "La película aborda la peor pesadilla de toda nueva pareja. Lo que me pareció que [Radio Silence] habían hecho tan bien era sugerir desde el principio algo así como, 'Sí, ella está embarazada de un bebé satánico. Algo horrible le ha sucedido; todos lo vimos'. En mi opinión, esa idea la habían canalizado, genialmente, en muchos y distintos sentidos".

Un ejemplo de ello es la comunidad de "observadores" de EL HEREDERO DEL DIABLO que esperan, ominosamente, acechando en las sombras, el nacimiento del Anticristo. Mientras el guión se iba desarrollando, los realizadores se dedicaron a investigar los cultos satánicos que existen en la realidad y que inspiraron la idea de crear a esos "observadores". "Este tipo de personas existen en el ámbito más marginal de las convicciones religiosas", afirma Bettinelli-Olpin. "El simple hecho de que ahí fuera haya esas modalidades de satanismo tan extremas y peligrosas contribuyó a que nuestros "observadores" se sintieran como una presencia realista en la historia".

"La conclusión más increíble que extrajimos de nuestra investigación fue que estos grupos no se consideran a sí mismos estrictamente malos", añade Gillett. "Ellos se limitan a hacer lo que creen que es una tarea importante y necesaria".

Además de centrarse en los sustos, los realizadores lo hicieron también en los dos personajes protagonistas. "El estilo de EL HEREDERO DEL DIABLO te permite involucrarte en la relación entre Zach y Sam de una manera verdaderamente íntima y prácticamente voyerista", señala Bettinelli-Olpin. "Y nuestra intención era revelar el embarazo desde el principio; no queríamos ocultarlo y hacer esperar al público. Por lo tanto, la escena donde Sam es fecundada tiene lugar prácticamente a los 15 minutos de empezar el filme".

Elegir a los dos actores principales era un elemento clave para conseguir el objetivo de los realizadores de introducir al público en el mundo de Sam y Zach y sus cada vez más terribles circunstancias. La simpatía natural de Zach Gilford –tan evidente en su emblemático personaje de Matt Saracen, quarterback del equipo de fútbol del instituto, en la aclamada serie de televisión 'Friday Night Lights'– se despliega plenamente en EL HEREDERO DEL DIABLO. "Y –señala Gillett– Allison Miller fue una de las primeras actrices que vimos en la audición, y nos dejó absolutamente deslumbrados. Nos enamoramos completamente de ella y, por supuesto, de Zach; no parece que estén actuando".

La naturalidad de las interpretaciones se extiende incluso a los personajes más pequeños, incluyendo el de 'Brittany', una niña que hace su primera comunión en una ceremonia que sale terriblemente mal. El papel es interpretado brillantemente por la pequeña actriz residente en Nueva Orleans Madison Wolfe. "Una y otra vez, nos quedábamos absolutamente sorprendidos de lo increíble que era todo nuestro reparto", señala Bettinelli-Olpin.

Incluso cuando un específico miembro del reparto se negaba a seguir sus instrucciones, los realizadores eran capaces de encontrar oro en el trabajo de ese recalcitrante actor. Gillett aclara: "Elegimos a Maverick, que interpreta al perro de Zach y Sam, un par de semanas antes de la fotografía principal, y nuestro adiestrador de animales, Sid Yost, se dejó la piel en la preparación de este golden retriever. Pero Maverick no fue capaz de hacer ni una sola cosa de las que necesitábamos que hiciera. Así que, simplemente, dejamos filmando las cámaras y permitimos a Maverick hacer lo que quisiera; lo cual acabó siendo mucho más interesante que cualquier cosa que nosotros hubiéramos coreografiado previamente".

Mientras Maverick trabajaba la improvisación con su particular método interpretativo, a los actores bípedos se les asignó una doble tarea: no sólo proporcionar unas esmeradas interpretaciones, sino también, ocasionalmente, operar la cámara inalámbrica de última generación Sony EX3. Esta cámara portátil era lo suficientemente pequeña, dice Bettinelli-Olpin, "como para que pudiéramos hacer locuras con ella sin tener que erigir elaboradas plataformas para las cámaras. También nos permitía darles la cámara a los actores, con lo cual, hay una considerable cantidad de momentos donde son ellos mismos quienes manejan efectivamente la cámara".


Sobre la producción
EL HEREDERO DEL DIABLO se filmó en escenarios reales de la República Dominicana, incluyendo su emblemático Carnaval y otros lugares como un club nocturno ubicado en unas ruinosas catacumbas, donde Zach y Sam pasan la fatídica última noche de su luna de miel. El equipo de producción se trasladó después a Nueva Orleans, donde se realizó la mayor parte de la fotografía principal.

Radio Silence adoptó las típicas constricciones de planificación que surgen al popularizar un género cuyo estilo habitual de realización es el denominado "cine guerrilla". "Nos parecía que teníamos tiempo y dinero en abundancia, basándonos simplemente en los filmes que habíamos hecho anteriormente", dice Gillett. "El mayor desafío fue conseguir que la gente se apuntara a la manera en que queríamos hacer la película. Ello forma parte del proceso creativo tanto como el hecho de rodar EL HEREDERO DEL DIABLO. Por ejemplo, nosotros no necesitábamos cuatro horas para rodar una escena determinada porque nuestro tratamiento del rodaje es muy atípico. Nosotros no necesitamos iluminar las cosas de una forma convencional porque lo que queremos es aportar realismo. Queríamos que todo el mundo se adhiriera a este experimento de inmersión en un proyecto y de iluminar un filme cuyo rodaje supone un giro de 360 grados, permitiendo que fueran los actores quienes realmente descubrieran la escena.

"Así que se trataba de conseguir que todo el mundo tuviera la sensación de ser una parte de esto y, por lo tanto, pensar: 'vamos a zambullirnos en esto y pasarlo bien juntos".

No obstante, ni siquiera un elevado número de experimentaciones podía prever algunos de los inesperados retos que surgieron durante la producción, lo que incluyó un tornado que, literalmente, voló el set de la iglesia y que no sólo hizo que producción tuviera que hacer encaje de bolillos para reprogramar el plan de rodaje diario, sino que llevó a reparto y equipo técnico a refugiarse bajo los huecos de las escaleras de un edificio para guarecerse del imponente viento.

Después, hubo un fuego; y en el mismo set. "El simple hecho de que eso pasara en una iglesia, y que nosotros estuviéramos haciendo una película sobre el Anticristo, provocó algún escalofrío que otro", señala Bettinelli-Olpin. "A día de hoy, todavía sonrío cada vez que pienso en ello".