Cinemanía > Películas > Amor en su punto > Comentario
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
  Amor en su punto  (The food guide to love)
  Dirigida por Teresa de Pelegri, Dominic Harari
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Comedia romántica ambientada en Dublín, interpretada por Leonor Watling (Hable con ella, Los crímenes de Oxford, Another me), Richard Coyle (Prince of Persia, Pusher) y Ginés García Millán. La película cuenta la relación sentimental entre un crítico gastronómico irlandés y una apasionada española totalmente diferente a él. Su divertida relación, con la cocina y los sentimientos son los ingredientes principales.

Una película dirigida por Teresa de Pelegri y Dominic Harari (Seres Queridos), seleccionada en la sección Culinary Cinema de la 64 Edición del Festival de Berlín.


Notas de los directores
El personaje de Oliver surgió tras leer una cita del dramaturgo George Bernard Shaw: "No hay amor más sincero que el amor por la comida". Empezamos a imaginar a un hombre que encuentra más fácil amar una panacota que la mujer que tiene al lado. Y así nació Oliver. Siempre nos ha fascinado la conexión entre el amor y la comida. Desde el día en que, tras nacer, mamamos por primera vez, se forma un vínculo emocional entre ambos en nuestra psique. La comida nos puede provocar profundas emociones, y nuestras emociones cambian nuestra actitud hacia la comida. Nos atrajo la idea de hacer una comedia romántica agridulce en la que la comida fuera el terreno de la acción, el campo de batalla donde se lidian todos los conflictos de la relación.

La historia de amor en la película es universal. Habla de lo fácil que resulta enamorarse y de lo difícil que es hacer que dure. De cómo normalmente no apreciamos lo que tenemos hasta que lo hemos perdido. Y de lo maravilloso que es tener una segunda oportunidad.




La película
Los co-directores Teresa De Pelegrí y Dominic Harari explican que el título "Amor en su Punto" se deriva de la columna gastronómica multimedia de Oliver, en la cual utiliza metáforas gastronómicas para describir su vida romántica".

Según el actor protagonista Richard Coyle, "es una comedia romántica con mucho apetito. Es la historia de dos personas descubriendo quienes son, aprendiendo a amar y a ser felices a través de sus experiencias individuales y sus experiencias en común".

Su compañera de reparto Leonor Watling considera que "es una historia de amor que trata de dos buenas personas en un mundo complicado. Habla de lo difícil que puede ser comunicarse, lo importante que es el momento, si dices algo, el otro debe estar listo para escucharlo". Y añade, "realmente es la historia de Oliver, el personaje que interpreta Richard, es su viaje sentimental contado a través de la comida, un viaje hasta encontrar lo que busca".

"Es una historia que todos hemos vivido o conocemos a alguien que la ha vivido, la de personas que se enamoran, se desenamoran y se vuelven a enamorar. Creo que es una película con verdadero encanto y es muy, muy divertida", dice el actor Simon Delaney.

Ger Ryan, que interpreta a la madre de Oliver, nos cuenta que la película "tiene un reparto extraordinario. Es una película tierna, graciosa y cálida que seguro que el publico disfrutará".

Lorcan Cranitch, el actor que da vida al padre de Oliver, declara que la película "es muy divertida, y una película de la que saldrás sintiéndote bien. Deberían ir a verla porque creo que va a tener unas interpretaciones excelentes y muy divertidas".


El proyecto
Richard Coyle cuenta que "el guión me encantó. Me pareció hilarante, me hizo reír en voz alta. Hacia mucho tiempo que no reía en voz alta al leer un guión, así que fue una señal muy buena para mi".

Leonor Watling, por su parte, dice que "conocía el trabajo de Teresa y Dominic por la película Inconscientes que rodé con Joaquín Oristrell. Yo siempre me quedo con el nombre de los guionistas. Leí el guión de Amor en su Punto y me encantó. Ensayé con los directores y Richard Coyle, el protagonista, en junio, y empezamos a rodar en agosto. No me lo podía creer, me alegro mucho de que se haga".

Simon Delaney comenta que el guión "llegó a mis manos por Mary Callery, una de las productoras de la película. He trabajado con Mary bastantes veces a lo largo de los diez últimos años. Me pidió que lo leyese, que mirase el papel de Simon, y lo hice. Y, cuando leí el guión, me reí bastante, lo que es una buena señal cuando se trata de una comedia. Me encantó la historia y me encantaron los personajes. Le devolví la llamada y le dije: Sí, contad conmigo".

Ger Ryan explica que "la primera vez que leí el guión me lo había mandado la directora de casting. Me pidieron que echase un vistazo al personaje y cuando lo leí me encantó, de verdad. Es impredecible, esta muy bien escrito, tiene humor, un humor muy dulce".

Teresa revela que "durante el proceso de escritura sacamos inspiración de nuestra experiencia personal y de nuestros amigos y familias, cada uno de los cuales tiene hábitos alimenticios totalmente diferentes, ya sea por motivos personales, morales, religiosos…hasta el punto en que juntarnos todos para una comida desemboca en el caos más absoluto". Dominic añade, "para adaptar la historia a Dublín necesitábamos colaborar con un guionista irlandés y fue una gran suerte encontrar a Eugene O’Brien, con quien compartimos agencia literaria. Eugene tiene un talento muy agudo y fue fabuloso trabajar con él".


Notas de los productores
Después de hacer Seres Queridos (Only Human) con Teresa de Pelegrí y Dominic Harari en el año 2004, nos pusimos a trabajar en la idea de hacer otra comedia. T&D, como llama todo el equipo a los directores, se pusieron a escribir ideas que tenían que ver con la comida. El desarrollo fue muy largo ya que el primer guión, debe haber visto la luz en 2005 aproximadamente. En este proceso se incorporó Carol Scotta, productora y distribuidora francesa con su compañía Haut et Court que había distribuido "Only Human" en Francia. El primer guión consistía en tres historias en las cuales la comida jugaba un papel fundamental. Finalmente al no convencernos el formato de tres historias, decidimos centrarnos en una y desarrollarla. En 2009 coprodujimos Triage con la productora Irlandesa Parallel Films. La experiencia de trabajo conjunto fue muy buena y les propusimos repetir con "Amor en su Punto". La historia se mudó a Dublin e incorporamos al guionista Eugene O’Brien ya que parte de la esencia de la historia tenía que ver con la tradición culinaria y las tradiciones del lugar, cosa que Eugene supo aportar.

En 2010 aproximadamente las tres productoras, Tornasol Films, Parallel Films y Haut et Court, firmamos la coproducción, y obtuvimos el apoyo de Televisión Española y Canal+ Francia, pero todavía nos seguía faltando financiación. Finalmente a fines de 2011 se incorpora el Irish Film Board, que había apoyado el desarrollo, y Fox International Productions, con quienes ya habíamos trabajado con anterioridad en "Todos tenemos un Plan" (Everybody has a plan), se suma al proyecto.

La primera opción para Bibiana fue Leonor Watling ("Hable con ella", de Pedro Almodóvar – "Los crímenes de Oxford", de Alex de la Iglesia), pero como nos llevó tantos años levantar la financiación Leonor tuvo tiempo hasta de tener dos hijos!!. Recuerdo que estuvimos a punto de empezar el rodaje en 2010, me encontré en un avión con Leonor ya embarazada de su segundo hijo y le conté que creía que no podríamos esperarla, y me contestó: "No te preocupes…ustedes no sé si pueden esperarme, pero la película me esperará porque el papel de Bibiana es mío". Y así fue. A Richard lo conocimos primero en la pantalla por su trabajo en "Grabbers" y "Pusher", aunque Grabbers fue lo que nos decidió que era el perfecto Oliver. No solo por su talento como actor y su habilidad para la comedia sino también por su relación familiar con Irlanda que hacía que manejara el acento perfectamente.

¡Todo listo! Fue muy emocionante cuando en verano de 2012 comenzamos el rodaje finalmente. El equipo era irlandés y español, la sintonía fue perfecta desde el primer momento. No sabemos si porque era verano, porque Dublin es una ciudad maravillosa o porque la gente en Irlanda es muy cálida, y eran todos muy profesionales, pero fue uno de esos rodajes donde el ambiente era realmente agradable. Además el hecho que fuera una película que tenía que ver con la comida hacía a todo el equipo español disfrutar mucho de la oferta de restaurantes y pequeños lugares que hay en Dublin.

El montaje se realizó en España, pero gracias a las nuevas tecnologías estábamos los productores muy conectados para hacer los comentarios a cada versión así como FIP también lo estaba.

Ahora "Amor en su Punto" está lista, y a punto de empezar a andar por si misma lo cual siempre da un poco de vértigo. Tiene mucho humor y momentos de romance, la química de la pareja es muy buena, se divirtieron mucho haciéndola y eso se nota. Estamos muy ilusionados y esperamos que el público disfrute la película tanto como nosotros hemos disfrutado haciéndola.

Escrito por Mariela Besuievsky, productora, Tornasol Films


Los personajes
"He disfrutado mucho trabajando con Leonor porque tiene un sentido del humor fabuloso, es muy abierta y esta dispuesta a probar lo que sea. A los dos nos encantó el guión y el viaje de estos dos personajes", comenta Richard Coyle.

"Trabajar con Leonor es como abrir una caja de bombones, no sabes nunca lo que vas a encontrar, una sorpresa continua", asegura Teresa. "Es una actriz muy espontánea, trabaja instintivamente desde el estómago. Conoce al personaje del derecho y del revés, y eso alimenta su interpretación. Cada toma es diferente con Leonor, es capaz de ofrecerte algo nuevo y espontáneo cada vez. Puede ser muy divertida y también muy emotiva".

Por su parte Leonor cuenta que "he tenido mucha suerte, me he llevado muy muy bien con Richard. Yo no le conocía antes de hacer la película. Le había visto en: El Príncipe de Persia y Pusher, pero le conocí en persona el primer día de ensayos en casa de Teresa y Dominic. Me pareció muy atrevido por parte de ellos decir: Vale Leonor, este es Richard, Richard esta es Leonor, ahora tenéis que enamoraros y trabajar juntos durante dos meses y hacer que funcione. Estas cosas siempre me fascinan, cuando los directores te llaman con una certeza absoluta de que funcionará. Caímos los dos, pum, como si nos conociéramos de toda la vida. Es muy fácil trabajar con él".

Para Dominic, "es un gozo trabajar con Richard. Él prepara mucho su personaje y deconstruye el guión de principio a fin de manera que nos ayuda a entender más nuestra propia historia. Es un actor con matices capaz de pequeños cambios que trasforman su interpretación. Es muy versátil, con mucho talento cómico. El personaje de Oliver requiere a un actor que sepa pasar de la comedia física a una gran emoción al final, de las risas al drama, incluso a la tragedia. Richard ha sido capaz de darnos todo esto. Puede enfrentarse a la comedia de forma racional y luego motivarse para crear emociones sinceras y genuinas".

Oliver (Richard Coyle)
El co-director de la película, Dominic, describe el personaje de Oliver como un "treintañero, irlandés, con encanto masculino e irreverente sentido del humor. No hay que consultar una enciclopedia para entender a Oliver. Lo que sucede en el mundo no le quita el sueño. Lo único que quiere en esta vida es comer bien, resultado de una infancia marcada por su padre, Eddie, que le forzó a que tragar fútbol y "coddle", el cocido que Oliver más odiaba. Oliver siempre fue el raro, nunca formó parte de la "pandilla", y eso es algo que Eddie nunca supo aceptar. Escapando sus raíces de clase trabajadora, Oliver ha conseguido éxito y dinero escribiendo una columna multimedia sobre la gastronomía y el amor titulada "Amor en su Punto". En ella, habla de querer encontrar a su media naranja, pero hasta ahora su vida romántica consiste en una serie de citas con mujeres que lo admiran por su éxito y relaciones que se autodestruyen a los pocos meses. Detrás de los fracasos románticos de Oliver está el miedo de acabar como sus padres, quienes según él se conformaron con lo que quedaba en la olla. Es un cobarde en el amor. Un cobarde encantador. Hasta que conoce a Bibiana, que le hace crecer".

Según Richard, "uno de los encantos de Oliver es el hecho de que tenga un espíritu infatigable, que simplemente siga adelante. Cree haber encontrado a la persona ideal, pero siempre resulta ser la persona equivocada camuflada. En el fondo no esta preparado para la persona ideal, para una relación de verdad". Y concreta, "hay un viaje en la película y sucede algo crucial, que lo cambia todo para él. Es un momento enorme cuando empieza a madurar y a darse cuenta de las cosas".

Richard describe lo que tiene en común con su personaje, "Oliver se lanza, por un motivo u otro, a un territorio desconocido. En eso se parece a mí, yo también me lancé a un terreno desconocido. Es muy enriquecedor, y creo que su experiencia y mi experiencia son similares en ese aspecto. Creo que hay un payaso dentro de él y creo que hay payaso dentro de mí. Y el niño que Oliver lleva dentro sigue muy vivo, y el niño que yo llevo dentro sigue también muy vivo".

Bibiana (Leonor Watling)
Teresa describe el personaje de Bibiana como "una chica inteligente y tozuda que siente que tiene que estar constantemente comprometida con alguna causa, mejorando el mundo o su vida de alguna manera. Su padre era corresponsal de guerra y murió en Bosnia cuando ella era niña. Era un verdadero héroe para ella. Desde entonces ha estado buscando a ese héroe en todos los hombres con los que sale. En la misma medida en que Oliver es un cobarde en el amor, Bibiana es una kamikaze, lanzándose en picado a relaciones imposibles. Llegó a Dublín siguiendo a un novio, Fernando, una autoridad mundial en Derechos Humanos, un hombre brillante pero casado. Conoce a Oliver de rebote. Oliver no es un hombre al que admira. No es un héroe, es un antihéroe para ella. Pero la hace reír, desempolva su seriedad, la hace sentir que no hay nada malo en simplemente ser feliz".

Leonor comenta de su personaje que "es muy apasionada y un poco obsesiva, cuando se le mete algo en la cabeza, no puede dejar de pensar en ello. A veces creo que hace las cosas porque cree que debe, porque dijo en voz alta que iba a hacerlas, no porque de verdad quiera. Si se parase un segundo no haría las cosas que hace; pero se encuentra en un momento de su vida en el que aun no ha logrado nada. Y eso ejerce mucha presión sobre ella y sobre la gente que la rodea". Leonor encuentra un punto en común con Bibiana, "soy un poco obsesiva, es cierto, un poco obsesiva, neurótica, cuando hago algo es hasta el final del mundo, tengo que llevarlo hasta sus ultimas consecuencias".

Simon (Simon Delaney)
El actor dice que su personaje "es muy afable y cae bien a todos. Todo el mundo tiene un amigo como Simon. En su relación con Oliver, confían el uno en el otro, hablan de la vida, hablan del amor, del trabajo…"

Dominic ve a Simon como "el Pepito Grillo de Oliver, le dice lo que tiene que saber pero no quiere oír. También es un modelo que Oliver no sigue. Simon es capaz de sacrificarse por la mujer que ama, comiendo únicamente productos locales por Rachel".

Padraic (David Wilmot)
David describe su personaje como "un activista radical a favor de los derechos de los animales. Bibiana, la protagonista, siente debilidad por él, por este tipo de hombres apasionados y comprometidos políticamente".

"Padraic es un verdadero rival para Oliver porque es su opuesto a los ojos de Bibiana. Es un hombre muy entregado a una causa, sin una pizca de frivolidad. Para él, la vida no es para disfrutar, la vida es para trabajar en cambiar las cosas, mejorar el mundo", añade Dominic sobre este personaje.

Fernando De Sancha (Ginés García Millán)
"Fernando es un profesor de universidad experto en derechos humanos a quien Bibiana puede admirar, pero en su vida personal su ética está muy lejos de lo que predica, es una especie de zorro. Engaña a su mujer, se acuesta con sus estudiantes, miente…es un hombre de doble moral", explica Teresa De Pelegrí.

Eddie Byrne (Lorcan Cranitch)
Dominic describe a Eddie como "el prototipo de padre irlandés. Lo que más quiere en el mundo es que su hijo sea como él, uno de la pandilla, que le guste el fútbol, que beba cerveza, que coma "coddle"… eso es importante para él. Tiene un concepto de la masculinidad que no le permite demostrar ningún afecto ni emoción por su hijo. Le quiere mucho pero nunca lo mostraría, esto es algo muy típico también".


El rodaje
"Dublín es un escenario romántico fabuloso para enamorarse. También es una ciudad donde constantemente tienes encuentros fortuitos porque es relativamente pequeña, siempre chocas con alguien que conoces. Nuestra historia tenía varios encuentros fortuitos, así que Dublín era el fondo ideal para eso", nos explica Dominic.

"Dublín también era el escenario perfecto para contrastar al personaje de Oliver con su entorno. Oliver no es el típico "Irishman" que su padre quiere que sea. Criado en una familia de clase trabajadora del norte de Dublín, de niño nunca encajó, nunca fue uno de ellos, no le interesaban los pubs o el fútbol, lo único que le interesaba es la buena comida y eso le convirtió en un pez fuera del agua. ¡Esto no habría funcionado si hubiéramos situado la historia en Paris por ejemplo!" comenta Teresa.

"La ciudad también nos proporcionó la perfecta encarnación del trauma personal de Oliver en forma del Coddle, el plato que su padre le obligó a comer de pequeño", añade Dominic. "El Coddle es un cocido acuoso hecho con salchichas que todo dublinés recuerda de su infancia, algunos con afecto y otros con aversión".

"Me ha encantado Dublín, nunca había estado aquí. Y es preciosa. El tiempo es de locos, de locos, ahora entiendo porque van a los pubs a beberse las pintas", comenta Leonor. "Me dijeron que me preparara para cuatro estaciones en un día, pero no sabía que eran cuatro estaciones cada diez segundos; te levantas y es primavera, a la hora de comer es verano, por la tarde otoño, y por la noche invierno. Se pone a diluviar y al mismo tiempo sale el sol, y luego empieza el viento, un viento helado…pero claro, el equipo esta acostumbrado, llevan todo en una bolsa y si hay que rodar otra cosa, todos se mueven muy deprisa".

Una de las escenas más divertidas y memorables durante el rodaje fue La Pelea de Comida…

"Tenía muchas dificultades técnicas con el vestuario, el maquillaje, la peluquería, el decorado…si empiezas una pelea de comida hay que continuar y terminarla pase lo que pase. Si vuelves a rodarla hay que limpiarlo todo, volver a empezar, cuesta una hora volver a rodarla. Todos estaban muy nerviosos, Richard y yo también. Recuerdo que nos fuimos a tomar una cerveza para brindar por esa toma", dice Leonor.

Teresa dice, "lo hicieron perfecto en una toma y esto es muy raro que pase. En cuanto dijimos ¡corte!, Richard y Leonor vinieron corriendo y se abrazaron a Dominic y a mí, manchándonos de comida también a nosotros. ¡Esa fue su pequeña venganza por haberles hecho cubrirse de harina y ketchup mutuamente!"

Según Richard Coyle, "participar en la pelea de comida fue genial, porque nunca había participado en una antes. Una vez que arrancamos, nos dejamos llevar, te dejas arrastrar por el momento y ahí estás, lanzando comida y disparando chorros de cosas…fue tremendo, muy divertido".

Dominic cuenta que "también fue muy divertido rodar el flashback del Coddle en casa de los Byrne porque el actor que hace de Oliver pequeño, Dylan, se supone que odia el Coddle en la película, pero resulta que en la vida real le gusta mucho…así que lo que hicimos fue ponerle mucha sal en el plato sin que se diera cuenta y así conseguimos una expresión genuina de asco. Mientras, a Lorcan le pasa lo contrario, interpreta a Eddie, quien adora el Coddle, pero Lorcan lo odia. Fue impresionante verle aguantar como un jabato, tragando toma tras toma, como si lo estuviera disfrutando. Richard también tuvo que zamparse una olla llena de coddle al final de la película. Así que Lorcan y Richard, ¡gracias por vuestro sacrificio!"

Co-Dirigiendo
Teresa afirma que "llevamos muchos años trabajando juntos y encontramos que del constante diálogo surgen muchas ideas que de otra manera no habrían surgido. Los guionistas y directores que trabajan solos tienen diálogos internos considerando todas las opciones creativas en su cabeza. Nosotros exteriorizamos ese diálogo y lo convertimos en una especie de Boxing match, derrumbando ideas hasta que una sale vencedora. Nunca es un tema personal. A nosotros nos funciona porque tenemos sensibilidades parecidas y nos conmueven y nos hacen gracia las mismas cosas".