Después de perder la vista, Ingrid casi nunca sale de su piso. Todavía recuerda cómo es el mundo donde vivía, pero las imágenes que antes eran muy claras empiezan a ser sustituidas por visiones cada vez más borrosas. Ingrid sospecha que su marido Morten no siempre va a trabajar cuando se despide de ella. ¿No se quedara en el piso para observarla a escondidas? Y cuando dice que escribe correos electrónicos para la oficina, ¿no estará en realidad chateando con su amante?
Morten y Einar eran compañeros y amigos en la universidad, a los dos les apasionaba la música y el cine. Pero ahora, Einar ha dejado atrás sus pasiones y prefiere sumirse en el mundo del porno online y espiar a su bonita vecina Elin, una sueca que vive al otro lado de la calle. Elin se quedó sin un solo amigo al divorciarse y su única compañía es su hija de diez años.