Después de 39 años de vida conjunta, Ben y George aprovechan la nueva ley y deciden casarse. De vuelta de la luna de miel, debido al revuelo mediático que generó su matrimonio, despiden a George de su puesto como director del coro de una escuela católica mixta. De pronto, la pareja descubre que no puede pagar la hipoteca de su pequeño piso en Chelsea, por lo que deben mudarse y venderlo. Pocos días después de celebrar la boda, el grupo de amigos y parientes vuelve a reunirse para ver cómo, entre todos, pueden ayudar a Ben y a George.