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  El hombre más buscado  (A most wanted man)
  Dirigida por Anton Corbijn
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Cuando un inmigrante, mitad checheno, mitad ruso, con muestras de haber sido brutalmente torturado, llega a Hamburgo para reclamar la fortuna de su padre, las agencias de seguridad alemana y estadounidense empiezan a mostrar gran interés. Con el tiempo en contra, comienza una imparable carrera por establecer la verdadera identidad de este hombre misterioso: ¿Víctima oprimida o extremista destructivo?

Basada en la novela de John le Carré y protagonizada por Philip Seymour Hoffman, "EL HOMBRE MÁS BUSCADO" es una historia contemporánea y cerebral repleta de intriga, rivalidad y política que mantiene la tensión hasta su última escena.


Sinopsis larga
Ha pasado más de una década desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la ciudad alemana de Hamburgo, donde vivieron y conspiraron los terroristas, sigue en alerta máxima. Al anochecer, un joven sucio, con barba y una mochila aparece como si surgiera del mismo río Elba. Con la cabeza agachada y la capucha puesta, no sale de los muelles, al igual que el resto de los vagabundos de la ciudad. Pero un observador grupo de agentes de inteligencia no tarda en fijarse en su imagen borrosa captada por las cámaras. Están dirigidos por Günther Bachmann (PHILIP SEYMOUR HOFFMAN), un desaliñado bebedor de whisky y fumador empedernido. Bachmann y su equipo de jóvenes e inteligentes espías componen una unidad secreta antiterrorista que trabaja discretamente para los servicios de inteligencia alemanes, cultivando relaciones con posibles fuentes dentro de la comunidad islámica de Hamburgo. La mano derecha de Bachmann es la genial y sofisticada Erna Frey (NINA HOSS). Se respira un aire relajado y cordial, en una oficina dominada en el lado de Bachmann por una pared abarrotada de fotografías y notas adhesivas.

Identifican al joven como Issa Karpov (GRIGORIY DOBRYGIN), un checheno de 26 años clasificado por Interpol como jihadista militante huido. Está hablando con un hombre con un gorro de marinero, que descubren que es un vagabundo al que llaman ‘el Almirante’ (MARTIN WUTTKE). Bebe en un bar llamado "Silbersack", donde Bachmann se las ingenia para conocerlo. Ofrece dinero al Almirante a cambio de información sobre Karpov, bajo el pretexto de una búsqueda de una persona desaparecida, mientras sus compañeros, Niki (VICKY KRIEPS) y Maximillian (DANIEL BRÜHL), fingen ser una pareja besuqueándose de fondo. El Almirante desvela que el joven checheno está buscando a un banquero llamado Thomas Brue (WILLEM DAFOE), director del banco privado Brue Freres.

Bajo la atenta mirada del equipo de Bachmann, incluidos Karl (FRANZ HARTWIG) y Rasheed (KOSTJA ULLMAN), Karpov entabla amistad con una mujer turca, llamada Leyla (DERYA ALABORA), y su hijo, Melik (TAMER YIGIT), y se muda a su apartamento. Melik presenta a Karpov a una abogada joven e idealista, Annabel Richter (RACHEL MCADAMS), de una organización de defensa de los derechos humanos llamada Santuario Norte. Conmovida por el relato de las torturas sufridas por Karpov a manos de los servicios de seguridad rusos, acepta ayudarlo. Karpov desvela que quiere reclamar una herencia de su padre, que tienen guardada para él en el banco de Brue. Tras una primera reunión en el despacho de Brue, Annabel acepta tomarse una copa con el banquero en el bar del famoso Hotel Atlantic de Hamburgo. Erna está sentada en la mesa de al lado cuando Brue verifica la historia de Karpov sobre una cuenta bancaria que contiene decenas de millones de euros.

Pero Bachmann, Erna y su equipo no son los únicos que vigilan hasta el último movimiento de Karpov y de todo aquel con el que entra en contacto. También lo hace Dieter Mohr (RAINER BOCK), jefe de la sección de Hamburgo del servicio de inteligencia nacional alemán, un hombre al que Bachmann detesta por sus métodos torpes y patosos. El sentimiento es mutuo. Mohr ve a Bachmann como un renegado peligroso. A duras penas tolera su presencia en Hamburgo, gracias a que Bachmann cuenta con el respaldo de un viejo amigo de Berlín, Michael Axelrod (HERBERT GRÖNEMEYER), jefe del Servicio Federal de Inteligencia alemán, encargado de la inteligencia exterior.

Mohr, un burócrata con gafas, teme que Karpov ha venido a Hamburgo para ponerse en contacto con células islamistas de la ciudad, por lo que quiere arrestarlo de inmediato. Bachmann pide cautela, prefiere observar y esperar, recurrir a sus fuentes, incluso conseguir alguna nueva y ver exactamente a quién ha venido a ver Karpov a Hamburgo, dado que así es como funciona la unidad de Bachmann. En la guerra contra el terrorismo, tiene la mira puesta en los generales, más que en los simples soldados. Llevan meses intentando infiltrarse en el mundo del Dr. Faisal Abdullah (HOMAYOUN ERSHADI), un académico musulmán moderado, hombre de familia, que recauda dinero para obras benéficas, y sin embargo Bachmann cree que podría estar desviando fondos a organizaciones terroristas islámicas.

Pero Bachmann no es el único que sospecha del Dr. Abdullah, también lo hace Martha Sullivan (ROBIN WRIGHT), una espía de alto rango de la CIA en Alemania. Pese a que Bachmann desconfía de manera innata de los motivos de Sullivan, se ve obligado a formar una incómoda alianza con ella cuando se hace evidente que la americana ejerce cierta influencia sobre Mohr. Sullivan puede evitar que Mohr arreste a Karpov hasta que Bachmann consiga lo que necesita de él. A cambio, quiere que Bachmann la ayude a obtener pruebas definitivas de las actividades terroristas de Faisal Abdullah.

Así se pone en marcha una compleja partida de ajedrez de alto riesgo. Bachmann y su unidad únicamente disponen de 72 horas para manipular con suma astucia a Tommy Brue, Annabel Richter, Issa Karpov y Faisal Abdullah si quieren descubrir quién es Karpov y para qué necesita el dinero, así como si el Dr. Abdullah tiene realmente algún vínculo con organizaciones terroristas. Bachmann no puede fiarse de nadie: ni de Mohr, ni de Martha Sullivan, ni siquiera de Axelrod, ni del jefe de Axelrod, el inescrutable ministro del Interior alemán Erhardt Burgdorf (MAX VOLKERT MARTENS). Como señala Bachmann, su equipo y él están haciendo el trabajo sucio de Alemania, y Estados Unidos, por ellos.

Hay en juego vidas reales y reputaciones profesionales, todo por el hombre más buscado.