El equipo creativo tras las cámaras está encabezado por el director de fotografía Masanobu Takayanagi (El lado bueno de las cosas, Out of the Furnace), la diseñadora de producción Stefania Cella (La gran belleza), el editor nominado a los Oscar David Rosenbloom (El dilema), y la diseñadora de vestuario Kasia Walicka Maimone (Foxcatcher). Tom Holkenborg (Mad Max: Furia en la carretera, y el próximo estreno Batman v Superman: El amanecer de la justicia) se ha encargado de componer la banda sonora.
Una producción de Cross Creek Pictures en asociación con Le Grisbi Productions, Free State Pictures y Head Gear Films dirigida por Scott Cooper.
Producción
WHITEY
¿Sabes lo que hago con los soplones, John?
CONNOLLY
No se trata de eso, Jimmy.
Es una alianza.
WHITEY
¿Una alianza? ¿Quieres que establezca una alianza con el FBI?
CONNOLLY
No, no. Conmigo...
Una alianza como esta no te debilita, Jimmy.
Te hace más fuerte.
Durante más de una década y hasta que logró capturarle en 2011, uno de los objetivos del FBI fue perseguir a James Whitey Bulger, el capo más despiadado de la escena delictiva de Boston, quien figuraba en el segundo puesto de la lista de los delincuentes más buscados de la oficina de la ciudad, precedido únicamente por Osama Bin Laden. Resulta irónico, pues puede que Bulger nunca hubiera sido capaz de convertirse en alguien tan poderoso si no hubiera contado con la ayuda y persuasión del FBI.
Black Mass ofrece una perspectiva más profunda de cómo la alianza entre el despiadado mafioso Whitey Bulger y el agente del FBI John Connolly permitió al primero extender su imperio delictivo con total impunidad, mientras el último, cegado por su propia ambición, le protegía de las investigaciones que le perseguían, ignorando el cada vez mayor número de víctimas.
En palabras del director/productor Scott Cooper: "John Connolly conocía a Whitey y a su hermano, Billy Bulger, desde que eran unos niños, pues se criaron juntos en el pequeño Barrio de South Boston, conocido como 'Southie'. La historia me parecía muy interesante debido al vínculo que une a estos hermanos, tan diferentes entre sí, y a John Connolly, un hombre que era consciente del poder del clan de los Bulger, a quienes siempre ha admirado. Al final, Connolly permite que Bulger cause estragos en la ciudad, pues siempre quiso llevarse bien con Whitey desde que este le rescatara de una pelea que sucedió en el recreo cuando eran niños".
Mientras Connolly ascendía de categoría en el FBI enfrentándose a la mafia de Nueva York, Whitey Bulger empezó a hacerse famoso en el lugar gracias a otro tipo de cuestiones. A medida que adquiría más poder, lo que al final le llevó a hacerse con el liderazgo de la "Winter Hill Gang", una banda local de mafiosos, empezó a ser temido por algunos, pero muchos otros le consideraron una especie de Robin Hood, alguien necesario y bueno dentro del barrio.
Johnny Depp, el actor que encarna a James Whitey Bulger, explica: "Southie fue y sigue siendo un barrio muy unido que juró lealtad a Jimmy", comenta el actor, utilizando el nombre por el que Bulger prefería que le llamaran. "Mucha gente le consideró una especie de ídolo y muchos querían ser como él porque hacía las cosas a su manera y, la mayoría de las veces, le salían como quería. También fue un hombre con mucho carisma y con un magnetismo que provocaba que la gente quisiera comprenderle, conocerle y formar parte de su entorno. El personaje de James Bulger me parece fascinante, y me interesaba mucho conocer sus motivaciones".
Joel Edgerton, quien interpreta el papel de John Connolly, opina: "Creo que John veía a Whitey como si fuera una especie de renegado considerado como una estrella del rock dentro de la comunidad. Para John, ambos compartían un vínculo mucho más fuerte, pues conocía personalmente a esa estrella del rock que, en una ocasión, se portó bien con él. Creo que sus intenciones eran buenas cuando empezó a trabajar para el FBI, pues aspiraba a convertirse en un gran agente. Pero en su ciudad natal, la frontera entre el crimen y la ley era muy difusa, y si la persona a la que admirabas se encontraba en el otro lado de la ley, esto podía derivar en otro tipo de aspiraciones. Creo que esa aparente libertad ilimitada con la que actúan los delincuentes empezó a envenenarle poco a poco".
El productor John Lesher opina que la fascinación que Connolly siente hacia Whitey no difiere mucho de la que sentimos el resto de la gente. "Todos nos sentimos intrigados por los mafiosos de las películas, de las novelas, o de la televisión, pues se rigen por unas normas distintas a las del resto de la sociedad. Este caso concreto trata sobre el estrecho vínculo entre un agente estrella del FBI y un popular mafioso, cuyo hermano resulta ser uno de los políticos más poderosos del Estado; es algo casi inconcebible e inverosímil".
Lesher reconoce que el equipo se tomó varias licencias creativas a la hora de dramatizar unos acontecimientos basados en hechos reales, "ya que habría resultado imposible plasmar todo lo que sucedió en una sola película de la forma correcta". Tuvimos que alterar algunos personajes y reducir la cronología de algunos eventos, pero la historia general está basada en hechos reales, lo que resulta verdaderamente emocionante".
WHITEY
Hay maneras y maneras de informar...
Es una oportunidad de hacer negocios.
Si el propio FBI se encarga de acabar con nuestros enemigos y además nos protege, podremos hacer lo que nos dé la p*** gana.
La sorprendente noticia que revelaba que Whitey Bulger había trabajado de soplón para el FBI acaparó todos los titulares del periódico The Boston Globe en 1998 y, durante la década siguiente, salieron a la luz más detalles sobre esta corrupta relación. Los entonces periodistas de The Boston Globe, Dick Lehr y Gerar O'Neill, fueron los encargados de dar a conocer la historia, y posteriormente expusieron todos los detalles sobre el caso en la novela en la que se basa la película, Black Mass: Whitey Bulger, the FBI, and a Devils Deal. No obstante, al principio pensaron en un enfoque muy diferente para su artículo. Según Lehr: "Originalmente iba a ser la historia de dos hermanos: Whitey y Billy, quienes crecieron en la misma casa en el barrio de South Boston y alcanzaron la cima en sus respectivas profesiones, aunque las reglas fueran diferentes para cada uno".
Billy Bulger se dedicó a la política; fue a la universidad, y su trayectoria representa el polo opuesto de la de su hermano delincuente, lo que le llevó a la presidencia del senado del Estado de Massachusetts.
Benedict Cumberbatch, quien interpreta el papel de Billy, también opina que le intrigaba mucho explorar esa dicotomía entre los hermanos. "Billy Bulger fue una figura política muy poderosa durante muchos años en el Senado del Estado. Si querías conseguir algo, primero tenías que consultárselo a él. Por otro lado, es el hermano de Whitey Bulger, así que está fatídicamente relacionado con el que posiblemente sea el delincuente más despiadado del siglo XX. Es una discordia fascinante".
Depp coincide con su compañero: "Billy siguió su camino y se convirtió en un presuntuoso político, y Jimmy siguió el suyo propio y acabó siendo el rey de los bajos mundos, pero, a pesar de que sus vidas eran tan diferentes, ambos visitaban a su madre y juntos formaban una familia unida".
El punto crucial del artículo iba a consistir en el análisis de los increíblemente divergentes caminos de estos hermanos, hasta que los periodistas descubrieron un asombroso giro en la historia. Lehr explica: "Descubrimos que, a pesar de que Whitey estaba considerado como el capo del crimen, había conseguido eludir a las autoridades como por arte de magia. A medida que íbamos desmarañando las distintas capas de la historia, nos dimos cuenta de que, en lo relativo al cumplimiento de la ley local, Whitey tenía una relación de lo más extraña con el FBI, y especialmente con un agente llamado John Connolly, también del sur de Boston".
McGUIRE
¿Por qué estás tan seguro de que va a ser
una fuente fiable de información?
CONNOLLY
Crecimos juntos en Southie.
Jimmy, su hermano Billy, y yo,
y existe un vínculo entre los tres
que no se puede romper. Si me ha dado su palabra, eso significa
que va a cumplir con ella.
"Cuando pudimos demostrar que Whitey trabajaba como soplón para el FBI, digamos que logramos hacer salir al genio de la lámpara", comenta O'Neill. "Los soplones son como el Santo Grial del FBI y, al mismo tiempo, a estos 'listillos' les viene bien tener un amigo en un organismo de cumplimiento de la ley, así que mantienen una relación simbiótica. Pero no creo que Whitey Bulger se hubiera dedicado a ser un soplón de otra persona que no fuera de Southie. El hecho de que Connolly se hubiera criado en el mismo barrio que él le convertía en alguien mucho más agradable que ninguno de los demás agentes. Connolly pudo utilizar su conexión con el barrio y recibió muchos elogios por contar con Whitey como soplón, pero era este último quien tenía el control".
Lehr continúa: "Al principio costaba creer que Whitey fuera el soplón del FBI porque se trataba de algo que iba en contra de todos sus principios. Pudimos corroborar la información y contrastarla y, al final, lo que publicamos pasó a ser tan solo la punta del iceberg".
"Y de repente... ¡pum!, se encendió la mecha", exclama O'Neill.
"No sabíamos que la historia iba a resultar tan intensa, oscura y horripilante; pasaron muchos años hasta que pudimos descubrirlo todo. Pero esta historia abrió las puertas a lo que posteriormente se convirtió en una épica saga y en un escándalo de magnitudes históricas sobre Whitey y el FBI", comenta Lehr.
El productor, Brian Oliver, a quien se le ocurrió la idea de realizar la adaptación de la novela de Lehr y O'Neill, indica: "Lo que más me llamó la atención fue el hecho de que el FBI trabajara con mafiosos de tan alto nivel, o mejor dicho, que el FBI pensara que estos mafiosos trabajaban para ellos, lo que demuestra que todos nos podemos ver envueltos en una situación parecida. Probablemente, Connolly pensó que estaba haciendo lo correcto hasta que se dio cuenta de que había conseguido justo lo contrario, pero ya no había vuelta atrás".
Mark Mallouk y Jez Butterworth se han encargado de escribir el guion de Black Mass, y cada uno tenía su propia visión de cómo se había formado un vínculo irrompible entre Connolly y Bulger. En palabras de Mallouk: "Todo gira en torno a cómo la ambición logró borrar las buenas obras que Connolly había conseguido cuando comenzó a trabajar para el FBI. Quería salvar a Boston de la mafia italiana, y esa era su intención cuando decidió lanzarse a la piscina y ayudar a Whitey. Creyó que la suya sería una relación que les beneficiaría a ambos, pero uno no puede tirarse a la piscina con alguien como Whitey Bulger, porque corre el riesgo de ahogarse al instante".
Butterworth añade: "Se convierte en el típico caso en que el recluta da órdenes al general. Al final, Connolly se da cuenta de que Whitey, esa fuerza que quería controlar en beneficio del FBI, es ahora quien lleva las riendas. Cualquiera que no conociera a Bulger se habría dado cuenta de lo que estaba sucediendo, pero por alguna razón, Connolly no lo hizo".
Scott Cooper revela que esa peculiar dinámica entre los personajes fue lo que más le llamó la atención del guion. "Me suelen atraer las historias profundamente trágicas y humanas, y esta película contaba con ambos casos. Tiene una especie de naturaleza Shakesperiana, y trataba temas en los que me gusta profundizar, como la corrupción, el engaño y la presunción, todo ello enlazado con una narrativa que se asemeja bastante a la mía".
La película también ofrece un retrato discordante y en ocasiones conflictivo de la familia, comenzando por aquella en la que naces, la formada por Whitey y Billy, y aquella que se forma en las calles, es decir, la que se manifiesta a través de Connolly y Whitey, así como a través de Whitey y la Winter Hill Gang. Según Depp: "Creo que James Bulger veía y trataba a todo su grupo como a su propia familia".
También podemos elegir a nuestra familia, tal y como se demuestra con las relaciones entre Whitey y su ex-novia, Lindsey Cyr, cuyo papel interpreta Dakota Johnson, y Connolly y su esposa, Marianne, personaje al que Julianne Nicholson se ha encargado de dar vida. Cooper destaca: "Lindsey y Marianne representan una parte emotiva de la historia que no habría sido posible reflejar sin su ayuda. Gracias a ellas podemos ver la faceta emotiva de Whitey Bulger y John Connolly respectivamente".
Los productores sabían que Scott Cooper era la persona idónea que podría encargarse de captar las distintas tramas que se entrelazan durante la película, entre las que destacan el engaño, la ambición y la lealtad, aunque muy a menudo, esta última conduce a error. Lesher recuerda: "Cuando conocimos a Scott, me dijo algo que me encantó, y es que quería que los personajes también fueran personas, y después daría un giro de 180 grados y mostraría otro punto de vista, para revelar lo que traman en realidad. Creo que lo ha conseguido sin necesidad de establecer una empatía con ellos y sin justificar sus acciones".
Oliver indica: "El director tiene que ser muy inteligente y tener mucha experiencia para lograr que una película en la que no hay personajes buenos funcione, y ese es el caso de Black Mass, sin duda. Es muy complejo sacar adelante una historia en la que los personajes tienen distintos arcos interpretativos y conseguir que el público no identifique a ninguno como un héroe, y Scott lo hizo a la perfección".
Depp reconoce que: "Scott Cooper es una persona con un talento excepcional. Tanto Corazón rebelde como Out of the Furnace me impresionaron mucho, ya que reflejaban una profundidad que no suele ser habitual en un principiante, y eso me motivó para querer trabajar con él. Durante el rodaje, me pareció increíble que esta solo fuera su tercera película y me quedé estupefacto con su capacidad, la fuerza de su perspectiva y su pasión; parecía que comiera, bebiera y durmiera con este proyecto. Es un tipo tan increíble que me atrevería a recitar la guía telefónica con él para una película", comenta el actor entre risas; e insiste: "En serio, ¡lo haría! Le respeto muchísimo; es un gran director con un futuro brillante".
Kevin Bacon, quien interpreta al superior de Connolly, añade: "Admiro el trabajo de Scott y su técnica durante el rodaje. Fue capaz de mantener una atmósfera abierta y colaborativa con el reparto, así que resultó una experiencia muy gratificante para todos".
El resto del elenco lo completan Rory Cochrane, Jesse Plemons, W Earl Brown, Corey Stoll, Peter Sarsgaard, Adam Scott y Juno Temple.
Además del reparto, otro de los elementos de vital importancia para la historia fue la ciudad en la que se desarrolla el drama. El rodaje de Black Mass se llevó a cabo en Boston y, en palabras de Cooper: "No se podría haber realizado en ningún otro lugar. En mi opinión, una ubicación o ciudad determinadas pueden lograr que el público tenga la sensación de estar en un lugar y una época determinados, y Boston es una ciudad muy peculiar".
Tyler Thompson, productor de la película, concuerda con el director: "Este proyecto no se podría haber llevado a cabo en otro lugar que no fuera Boston, pues la ciudad tiene su propio papel dentro de este proyecto. Es una zona fantástica y su gente es maravillosa".
El productor Patrick McCormick afirma: "Es una historia propia del lugar; todavía resuena a través de esos vecindarios. Teníamos que estar en ese lugar para captar las voces, la arquitectura y, siempre que podíamos, las localizaciones concretas en las que sucedieron algunos de los acontecimientos".
En palabras de Lehr: "Somos conscientes de que hay que alterar algunos personajes y acontecimientos para hacer una película, pero la precisión de los escenarios y de los alrededores era un factor clave, y tanto el reparto como los cineastas teníamos una obsesión para que esa parte saliera bien".
Cooper afirma: "Todos los proyectos cinematográficos presentan diferentes retos, pero sobre todo cuando están basados en hechos reales. En concreto, esta historia se desarrolló rápidamente y tenía muchos personajes con diferentes puntos de vista, así que la verdad parecía algo escurridiza. Fue necesario un amplio volumen de trabajo para, desde un punto de vista creativo, reflejar lo que ocurrió de la manera más fiel posible".
WEEKS
Lo cierto es que, nosotros, los niños irlandeses del Southie,
pasamos directamente de jugar a policías y ladrones en el recreo, a llevar a cabo estas actividades en las calles.
Y, como también ocurría en el recreo, era difícil diferenciar quién era un policía y quién un ladrón.
El reparto
Al principio de Black Mass, Whitey Bulger y su banda, la Winter Hill Gang, apenas están en el punto de mira del FBI. Según Cooper: "A medida que nos adentramos en la película, la mafia italiana, afincada en el North End de Boston, es la que realmente demuestra que tiene el poder. Bulger y su banda italoamericana, la Winter Hill Gang, eran unos prestamistas y estafadores aficionados que, de forma ocasional, cometían algún asesinato, pero Gennaro Angiulo y sus soldados son los que acaparaban el crimen organizado en la ciudad. Cuando Connolly regresa a Boston, se da cuenta de que, para ascender dentro de la oficina del FBI en Boston necesita hundir la Cosa Nostra y para ello precisa de la ayuda de Whitey Bulger. Connolly cree que White puede ser una rica fuente de valiosa información, pero también se trata de una persona muy peligrosa, así que el FBI tiene que actuar con cautela a la hora de permitir que Whitey sea el soplón de Connolly".
Y al final, sus sospechas se confirman. Whitey acepta trabajar para Connolly, y se acaba formando una "alianza", pues así se refieren ambos de forma eufemística a su colaboración. Cooper opina: "Francamente, se trata de un hombre que no tiene conciencia pero que es extremadamente ingenioso e inteligente, y ahora tiene acceso a todos los niveles de delincuencia de la ciudad y la capacidad de hacer lo que le venga en gana. Es la fórmula perfecta para el desastre, y las consecuencias se convierten en el mayor escándalo de la historia para el FBI".
Haciendo referencia al famoso proverbio que existe entre los ladrones, Johnny Depp afirma: "Ante todo, Jimmy Bulger es, en su cabeza y en su corazón, un hombre honrado. Cuando Connolly le propone que sea su soplón, su respuesta está clara: Nunca traicionaría a su gente, por nada y por nadie. Pero ayudar al FBI a atrapar a la mafia italiana es una decisión de negocios que, sin lugar a dudas, le puede venir muy bien. Es decir, si te ofrecen ese tipo de clemencia, la aceptas sin vacilar, y Jimmy la acepta y sale corriendo. Al final acaba ofreciéndole muy poco al FBI y recibiendo mucho a cambio, así que fue una decisión muy inteligente por su parte".
Cooper define al Whitey Bulger que interpreta Depp como "un personaje que nadie ha interpretado nunca. Whitey podría ser alguien encantador, pero también ha sido un hombre que, en un abrir y cerrar de ojos, podía asesinarte sin ningún tipo de miramiento. Johnny captó la idea de que Whitey Bulger no suele ser un personaje agradable; tiene un lado despiadado, algo que Johnny no había mostrado hasta ahora.
Pero quería crear una imagen completa para mostrar que, además de despiadado y un maníaco, también es humano y tiene fallos. Es algo peligroso, porque no queremos que la gente piense que estamos humanizando a la maldad personificada, pero hemos decidido mostrar todos los niveles de su brutalidad. Johnny ha sido capaz de encarnar a un verdadero asesino a sangre fría desde el principio hasta el final y se ha esforzado mucho para crear este papel mediante un exhaustivo proceso de investigación y hablando detenidamente con nosotros y otras personas. Adaptándose al detalle de sus movimientos o imitando el timbre de su voz, ha sido capaz de meterse completamente en la piel del sociópata que es Whitey Bulger".
Según Depp: "Uno de los mayores retos de encarnar a James Bulger ha sido el misterio que rodea a su personaje. He podido conocerle a través de amigos y personas que trabajaron con él hace años, lo que me resultó muy útil para, literalmente, agarrar al personaje y mantenerlo dentro de mí. Para mí ha supuesto una línea muy fina entre interpretar una bomba de relojería andante, peligrosa e imprevisible, que también tiene su lado emotivo y sensible".
El actor confirma que necesitó mucho más que meterse en la mente del personaje para interpretar el papel. "Es fundamental que, a la hora de interpretar a alguien que ha existido o existe en realidad, lo hagas desde el respeto, porque estás trabajando con la vida de una persona así que, independientemente de lo que haya hecho, se merece que el papel refleje una versión honesta y lo más humana posible. Y ahí es donde entra en juego el maquillaje de efectos especiales. Joel Harlow, con quien ya he coincidido otras veces y quien se ha encargado del maquillaje en esta película, hizo un trabajo estupendo".
Cooper añade: "Johnny quería reflejar también todos los aspectos físicos de su personaje. Whitey Bulger se estaba quedando calvo y tenía los ojos azules, mientras que Johnny tiene una gran melena y ojos oscuros, pero entre Joel Harlow y el propio Johnny han conseguido clavar a Whitey. Gracias a un archivo de material y fotografías, fueron capaces de desarrollar un proceso muy complejo con el objetivo de que los rasgos faciales de Whitey fueran precisos: la distancia entre sus ojos y su nariz; la mueca que hacía con los labios; su barbilla; el punto exacto donde le nace el pelo... Resultó tan convincente que, cuando llegó al plató, la gente que conocía a Whitey en persona sintió escalofríos".
Lehr declara: "Era igual que Whitey. Se movía como él y su actitud era idéntica. Transmitía una sensación inquietante y muy efectiva".
Joel Edgerton, compañero de Depp en el escenario, opina: "Johnny ha sido capaz de hacer algo muy especial con su papel, tanto a nivel interno como externo. Me encanta trabajar con actores que te hagan pensar: 'Madre mía, ese no es él, estoy seguro', y Johnny es uno de ellos, pues acabó convirtiéndose en Whitey Bulger".
Depp le devuelve el cumplido: "Trabajar con Joel ha sido fantástico, porque, independientemente de lo que le plantees, nunca se queda sin respuesta. Cuando tienes esa especie de ping pong emocional con otro actor y te das cuenta de que es lo suficientemente fuerte como para lidiar con la situación, se crea algo hermoso. En todas las escenas que tengo con él, Joel siempre intentaba aportar cosas nuevas o encontrar una forma diferente de hacerlas. Me sorprendía constantemente; es un actor verdaderamente bueno".
Como Depp, Edgerton también investigó mucho para su papel, y profundizó en sus motivaciones y adónde quería llegar con ellas. "John es un agente del FBI que, de una manera brillante, acaba de arrestar a uno de los principales mafiosos de Nueva York, y fue recibido como un héroe cuando regresó al barrio. Ahora atisba la oportunidad de ser el encargado de desmantelar la mafia italiana en Boston, y lo quiere conseguir con la ayuda de su amigo de la infancia, Whitey Bulger. John consigue que su amigo trabaje para él y para el FBI en calidad de soplón de un nivel superior. En ese momento empiezan a complicarse las cosas, pues forjan la siguiente alianza: si Whitey ayuda al FBI con su objetivo de hundir la Cosa Nostra, entonces la oficina tendría que hacer como si mirara hacia otro lado con respecto a los asuntos de Whitey... salvo si hay asesinatos en juego".
WHITEY
...No me considero un soplón o un chivato. Esto es un negocio.
CONNOLLY
No lo podría haber definido mejor.
Eres como un vínculo. Puedes ser
quien quieras ser, nadie
va a sentirse extrañado,
siempre y cuando podamos ganar
algunos casos importantes gracias a ti.
Y es entonces cuando se firma el pacto con el diablo.
Brian Oliver expone: "La situación se les va de las manos rápidamente, pues Connolly está llegando a unos niveles con Whitey en los que ya no se trata de un negocio. Ha cruzado la línea, y desde ese momento, Whitey sabe que ahora es él quien tiene el poder".
Connolly ya sabe lo que es el éxito y las recompensas que lo acompañan así que, en su cabeza, el fin siempre justifica los medios. Según Edgerton: "Creo que John quiere que todo el mundo le admire y le aplauda pero, por desgracia, eso le arrastra a la oscuridad. John se mezcla tanto con Jimmy que no se da cuenta del extremo al que ha llegado, lo peligrosa que se le presenta la situación y de que su conciencia ya es insalvable. Toda su vida se ve colapsada por esta relación obsesiva y por su necesidad de ser reconocido por un delincuente".
Cooper indica: "Joel Edgerton lo tuvo difícil porque John Connolly lleva puestas muchas máscaras diferentes. Cuando está con su mujer es una persona; con Billy Bulger es otra; con Whitey otra distinta; y, claro, tiene que ser una persona totalmente diferente cuando está con sus colegas del FBI. Su interpretación tiene muchísimos matices y captura a la perfección la fanfarronería, la seguridad y el orgullo de Connolly, además de su vulnerabilidad y sus ardientes debilidades, pues tenía muchas. De hecho, cuando el verdadero Fred Wyshak, quien conoce a Connolly desde años, visitó el rodaje, comentó que 'Joel ha dado en el clavo con su interpretación en todos los aspectos'. Es un actor extraordinario".
Edgerton elogia de igual manera al director, indicando que: "Scott comprende a la perfección cómo enfrentarse a cada personaje de forma individual, y esa relación única es fundamental. Es capaz de ofrecerte cualquier información que pueda ayudarte a darle un enfoque diferente, a transmitir una emoción, o a todo aquello que necesite el personaje. También es una persona muy preparada y apasionada con su trabajo; hizo muy bien los deberes y se conocía la historia a la perfección. En el terreno personal, es todo un caballero, una persona excepcional con una energía fabulosa. Ha sido un verdadero placer venir a trabajar con él".
Benedict Cumberbatch opina que la oportunidad de colaborar con Cooper fue una de las cosas que más le llamó la atención del proyecto. Scott es como un imán para los actores, y cuando vi el trabajo que había hecho en sus anteriores películas, inmediatamente sentí la curiosidad de comprobar qué estaba tramando esta vez. También ha trabajado de actor, así que la experiencia le ha inculcado una empatía con el trabajo que tienes que hacer frente a las cámaras, y sabe cómo sacarle el mayor partido a una escena. Le encanta todo lo natural, pues forma parte de su identidad personal, así que ha sido un verdadero placer trabajar con él en los momentos más íntimos, es decir, en esas escenas con las que verdaderamente disfrutamos los actores".
En palabras de Cooper: "Benedict ha estado fantástico en el papel de Billy Bulger; se metió totalmente en él. Es mucho más alto de lo que su personaje era en realidad, pero su interpretación le restó importancia a las cualidades físicas, pues comprendió a la perfección la naturaleza de su personaje y lo que Billy significaba para su comunidad. Benedict estudió horas y horas de material, y fue muy concreto con respecto a la forma de encarnar a Billy e imitar su forma de hablar, muy diferente a la de su hermano. Hablaba de manera entrecortada y transmitía la sensación de ser un hombre muy educado".
La investigación de su personaje fue fundamental para Cumberbatch, quien opina que: "Hay una responsabilidad extra cuando interpretas a alguien real. No solo eres el narrador, sino que también tienes que tener en cuenta que esa persona existe de verdad. ¿Cuánto puedes sacrificar de la vida de una persona para hacer una película? El cine es algo muy potente porque las películas cuentan una historia y forman una especie de relato oral moderno, creando un medio a través del cual esa historia y sus personajes pueden llegar a futuras generaciones. Hay que ser muy, muy cuidadoso en ese aspecto".
BILLY
Los asuntos de Jimmy son los asuntos
de Jimmy. Estoy segurísimo de que no tienen
nada que ver con los míos...
CONNOLLY
Billy, escucha.
Tu hermano se está adentrando
en aguas muy turbias.
Todos necesitamos un amigo. También Jimmy.
Y también tú. Nadie llega a ese punto
por sus propios medios. ¿No es así, Senador?
Cumberbatch describe a su personaje como "un ser humano extraordinario que protagoniza una era política italoamericana, tradicional y contundente. Es un hombre feroz, inteligente y erudito que se ha empapado de poder, pero que siempre se ve entre la espada y la pared, pues quiere mucho a su hermano y también, como buen funcionario, cumple sus obligaciones. Es un personaje que implica una gran tensión y hemos intentado abordar esa relación de una forma privada, y no insinuar si Whitey era el que protegía a Billy o al contrario. Nos olvidamos de esa situación y nos centramos en el hecho de que se trataba de dos hermanos que se querían mucho, así que dejamos que el público sea quien saque sus propias conclusiones".
Tal y como sucede en la trama de la película, Depp indica: "Cumberbatch y yo llegamos a ser como hermanos. Es un actor muy generoso, así que pudimos ir más allá de los límites. Podías verle el alma, y cómo reflejaba ese sentimiento de lealtad y amor entre Billy y Jimmy".
Otro de los confidentes más cercanos de Whitey, además de su hermano, es Stephen Rifleman Flemmi, la única persona en la que confía lo suficiente como para contarle la "oportunidad de negocio" que mantiene con el FBI. Rory Cochrane, el actor que interpreta a Flemmi, comenta sobre su personaje: "Es menos engreído e indudablemente más tranquilo que Whitey, pero igual de letal. Cuando Whitey le cuenta que tiene un pacto con el FBI, Whitey se queda sorprendido, ya que, si hablas con la policía o con el FBI, hay muchas probabilidades de que no sigas con vida mucho tiempo. Pero el plan consiste en no revelar demasiado al FBI y utilizar a sus miembros para tener una idea de la situación que se avecina o de quién le está soplando información a quién y, de este modo, siempre podrán salirse con la suya".
Según Tyler Thompson: "Rory Cochrane se transformó en Steve Flemmi, un hombre de pocas palabras, que incluso daba bastante miedo cuando hablabas con él entre escena y escena".
John Lesher recuerda que, durante el proceso de preparación de Cochrane para el papel, este se adaptó sin ningún problema a la zona en la que transcurría la historia, y comenta entre risas: "Empecé a llamarle Rory el alcalde de South Boston, porque conocía a todo el mundo. Se dedicó de lleno a investigar su papel y le aportó una intensidad y autenticidad asombrosas a su trabajo; ha contribuido enormemente a que la película se haya convertido en lo que es".
En palabras de Cochrane: "Me encantó conocer a la gente, pues algunos conocieron a Flemmi en su día, y recopilar fragmentos de información mientras tanto. Puede que me ayudara solamente un poquito, pero todo contribuyó en mayor o menor medida".
Jesse Plemons, compañero de reparto de Cochrane, acompañaba a este último en sus rondas de inspección por Southie, y explica: "Las primeras semanas parecíamos detectives de verdad. Seguíamos todas las pistas posibles que pudieran conducirnos a un rastro de pruebas o guiarnos en nuestro trabajo".
Plemons ganó 18 kilos de peso con el objetivo de encarnar a Kevin Weeks, el nuevo miembro de la banda Winter Hill Gang, y también el más joven. El actor explica: "Weeks tiene casi 18 años cuando sale en escena por primera vez, y le vemos merodear por el Triple O's, el lugar predilecto de Jimmy. De repente surge una pelea, y Weeks, que ha hecho algo de boxeo, lucha como un león, a pesar de que las probabilidades de éxito no están a su favor. Cuando Whitey sale al exterior y ve que este chaval no es de los que abandona a la primera de cambio, le convierte en uno de los soldados de la mafia.
"Lo más interesante fue meterme en la piel de Weeks y preguntarme: 'Si hubiera crecido en este lugar y me hubieran criado de una determinada manera, ¿cuál sería mi forma de actuar?'. Weeks se siente más poderoso al formar parte de la banda de Whitey Bulger. ¿Cómo va a rechazar una oportunidad como esa?", comenta Plemons.
Cooper indica que pensó en Plemons para el papel desde el primer momento. "Le conocí cuando vi The Master, y supe que quería que interpretara a Kevin Weeks desde el momento en que acepté dirigir el proyecto. Su papel tiene una gran evolución, pues pasa de ser un chaval duro aunque algo inconsciente a uno de los fieles sicarios de Whitey, testigo de cómo este asalta la ciudad. Es un actor conmovedor que ha hecho un trabajo sensacional en esta película en todos los aspectos".
Peter Sarsgaard interpreta a Brian Halloran, un miembro secundario de la Winter Hill Gang que comete el error de intentar delatar a Whitey Bulger ante el FBI, y especialmente ante el agente especial John Connolly.
Según Cooper: "Peter ha hecho un trabajo increíble con el papel. Brian Halloran es un drogadicto que parece algo nervioso y asustadizo, lo que resulta comprensible teniendo en cuenta la situación en la que él mismo se inmiscuye. Peter supo captar sus excentricidades y su aspecto de toxicómano con una interpretación inolvidable a pesar de que no cuenta con mucho tiempo en pantalla".
Algunos de los compañeros de Connolly en el FBI ven más peligros que ventajas en el hecho de que Whitey Bulger sea un soplón con privilegios. Su superior inmediato, Charles McGuire, agente especial a cargo de la oficina, "desconfía de esta alianza, pues sabe que Whitey es una persona cruel que podría poner en peligro a otros agentes", afirma Cooper.
Por decisión de los creadores, el personaje de McGuire ha sido uno de los que ha sufrido alteraciones. Cooper explica: "Es una mezcla ficticia de diferentes agentes especiales a cargo de la oficina del FBI, ya que, en realidad no permanecen en el mismo puesto más de tres o cuatro años, y esta película abarca varias décadas, pero creí que sería importante que una persona supervisara toda la operación.
Kevin Bacon ha sido el elegido para interpretar a Charles McGuire, y no me imagino a un actor mejor para el papel. Se adaptó a la perfección al estilo de la película, tanto a la hora de cambiar su acento como a la hora de encarnar la forma de ser de su personaje, un hombre que exige que se le trate con mucho respeto".
Bacon agradece que su personaje tenga una fuerte conciencia moral sobre la corrupción y el cumplimiento de la ley. El actor sugiere: "En cierto modo es como la voz de la razón dentro de la oficina; una figura necesaria. Es importante mantener el equilibrio con una persona a la que no le entusiasma la idea de utilizar a Whitey Bulger para acabar con la mafia italiana. Creo que McGuire ve a John Connolly como una persona impulsiva, y su historia, su estilo o su naturaleza intimidatoria no le sorprenden".
A diferencia de McGuire, otro de los superiores de Connolly, el agente especial John Morris, permite que su juicio se vea nublado por la férrea determinación de John Connolly y el falaz encanto de Whitey Bulger. David Harbour, quien interpreta a Morris, opina: "Connolly está muy seguro de sí mismo y siempre consigue lo que quiere, lo que causa la admiración de Morris. Al principio, a Connolly le entusiasma la idea de que Bulger sea su soplón, y logra convencer a Morris. Sin embargo, la situación llega a un punto en el que cruzan el límite y empiezan a socializar con los mafiosos, y Morris pone en compromiso su carrera y su futuro con el objetivo de impresionar a Bulger. El mafioso puede ser muy gentil con Morris, y de repente, cambiar totalmente de actitud. Es justo en ese momento cuando se da cuenta de la realidad de la situación, y ya casi no queda tiempo para ponerle remedio.
De hecho, el terreno se vuelve cada vez más peligroso con la llegada de Fred Wyshack, un incorruptible fiscal federal. Corey Stoll se mete en la piel de Wyshack, un tipo al que no le impresiona el intento de soborno por parte de Connolly cuando este le ofrece entradas para ver a los Red Sox y al que no le convencen sus evasivas sobre un soplón de alto nivel: Whitey Bulger.
"El enfoque del anterior fiscal federal tenía una actitud más pasiva y no interfería en su colaboración corrupta con Bulger", indica Stoll. "Pero entonces Fred Wyshack asume el mando de la oficina y se da cuenta de que algo no va bien. Se supone que Whitey Bulger es un buen soplón pero, en realidad, esta colaboración no está dando ningún fruto. En realidad es el FBI quien le está proporcionando información, y no debería ser así. Cuando hablan por primera vez, Wyshack le hace saber que se va a empezar a aplicar una nueva política y la alianza de Connolly pasa a estar en el punto de mira".
Stoll tuvo una presión extra durante el rodaje, pues el verdadero Fred Wyshack estuvo presente en el primer día del mismo. "Al principio me ponía un poco nervioso", admite el actor, "pero también supuso una ayuda inestimable".
Aunque en su día, tanto el FBI como la mafia eran más propios de los hombres, algunas mujeres han tenido mucha repercusión en los distintos acontecimientos, aunque solo sea en forma de daños colaterales.
Juno Temple interpreta a Deborah Hussey, quien "tiene una curiosa relación con su padrastro, Steve Flemmi. Sin saberlo, se ve en el bando opuesto de Whitey Bulger, lo que acarrea graves complicaciones para ella".
Dakota Johnson encarna a Lindsey Cyr, una antigua novia de Whitey y madre de su único hijo. "Dakota es muy dulce y tiene los pies en la tierra, y eso es justo lo que quería para su personaje, pues contrastaría con la naturaleza taciturna de Whitey", comenta Cooper.
Johnson opina que: "Lindsey hace que el personaje de Whitey sea más humano, sobre todo por el amor que ambos comparten por su hijo. Eso no le hace mejor persona, pero sí muestra un lado distinto del protagonista".
Marianne Connolly también descubre otra cara de su marido, John, a medida que este se relaciona cada vez más con Whitey. Julianne Nicholson, la actriz que encarna a Marianne, afirma: "Marianne apenas ve a su marido y, cuando este se queda en casa, se da cuenta de lo mucho que ha cambiado: ahora lleva llamativos relojes y trajes elegantes, e incluso su comportamiento es diferente. Básicamente, está dejando ver una cara de sí mismo que ella desconocía y se está convirtiendo en otra persona, y eso no se lo espera de él, así que acaban distanciándose".
MARIANNE
Has cambiado, John...
Jimmy Bulger te ha cambiado.
CONNOLLY
Marianne, te casaste con un chaval de la calle,
te guste o no. Y la calle te enseña
que tienes que recibir y ofrecer
lealtad a tus amigos,
y la lealtad significa mucho para mí.
Cooper recuerda: "Cuando se nos presentan los personajes de John y Marianne, es obvio que están profundamente enamorados y llenos de optimismo. Acaban de volver a casa, la ciudad brilla con todo su esplendor, y la Oficina ha puesto unas expectativas muy altas en que John deje huella en Boston, cosa que al final resulta ser cierta, pero no de la manera que esperaban".
Edgerton comenta: "Creo que Marianne es el alma de esta película, pues el personaje refleja el imprevisible camino en el que John se está adentrando. La presión a la que se ve sometido su matrimonio demuestra que John ha ido demasiado lejos".
Nicholson nació en Medford, Massachusetts, y tiene cierta ventaja con respecto al resto de sus compañeros de reparto, pues ese perfectamente reconocible acento de Boston le sale de manera natural. La actriz, haciendo uso de la característica entonación de Nueva Inglaterra, afirma: "Es realmente difícil imitar el acento de Boston; me impresionó mucho lo bien que lo hicieron todos".
El reparto trabajó con los instructores de dialecto Howard Samuelson y Carla Meyer para aprender los matices con los que hablan los bostonianos nativos, y en la mayoría de los casos, la población del sur de Boston especialmente. La tarea resultó complicada debido a la procedencia internacional del elenco.
Edgerton asiente: "Soy australiano, y creo que es uno de los acentos más difíciles que he tenido que imitar en mi vida. Ningún otro acento está sometido a tanta crítica y escrutinio como el de Boston, pues es muy característico. No obstante, a veces, de los retos más difíciles se obtienen los mejores resultados. Tienes que confiar en tu instinto y en tu oído, pero también hay que trabajar duro, y cuando te sale bien, lo notas".
El actor británico Benedict Cumberbatch indica que su acento tenía que sonar como el de alguien que ha nacido y se ha criado en Southie, y que, aunque nunca ha perdido el contacto con sus orígenes, ahora trabaja en el enrarecido entorno de la política. "Ambos mundos están presentes en su descontrolado y perspicaz ingenio, del que hace gala en las innumerables horas de material que he tenido que ver, incluyendo los desayunos de tortitas que tuvo que organizó por el día de San Patricio. Era un animador nato, y un imitador y cómico muy vivaz, así que pudimos trabajar mucho con su voz, y de hecho, así lo hicimos".
Según Depp: "Pasé un tiempo con un grupo de chicos de Southie que me ayudaron con mi forma de hablar. Tenía que escuchar cómo hablaban y asimilarlo".
Cooper destaca: "Todos los actores tienen mucho oído para los dialectos y trabajaron muy duro para imitarlo a la perfección. Con un reparto tan grande como este, tienes que ser muy preciso sobre lo que quieres conseguir con cada actor. Los mejores te dejan curiosear dentro de su esencia de una manera orgánica y sin obstáculos, y es ese tipo de actores con los que he contado para esta película, sin duda".
WYSHAK
Quiero a Whitey Bulger. Si es necesario arrestar
a toda la escoria de Boston para ello,
que así sea. Seguro que algún prestamista,
corredor de apuestas, o traficante
tiene algo que decir en su contra.
Beantown
Tras las cámaras, Cooper pudo contar con su equipo creativo con el objetivo de reflejar el tono y la época de este drama. "He trabajado con gente con un talento extraordinario a la hora de contar la historia de la forma más auténtica y hermosa posible. Masanobu Takayanagi, mi director de fotografía, es un colaborador extraordinario. Masa ejerció de director de fotografía en mi última película y sabe cómo me gusta crear las secuencias, cómo me gusta la iluminación, y cuándo me gusta mover o no mover la cámara. Stefania Cella, mi diseñadora de producción, es una vieja amiga y una artista con muchísimo talento que tiene un maravilloso sentido para el detalle. Y Kasia Walicka Maimone, mi diseñadora de vestuario, tiene una visión extraordinaria y se preocupa tanto como yo por hacer las cosas bien. He elegido contar esta historia que sucede en Estados Unidos con la ayuda de un director de fotografía japonés, una diseñadora de producción italiana y una diseñadora de vestuario polaca", comenta el director entre risas. "Pero lo único realmente importante es que todos hicieron un trabajo fantástico".
Nunca hubo ninguna duda con respecto al lugar de rodaje, pues tenía que suceder en Boston y, siempre que fuera posible, "en las ubicaciones reales en las que se desarrollaron los acontecimientos", comenta Cooper.
Patrick McCormick añade: "Nuestro objetivo de rodaje en las ubicaciones reales no es otro que el de ampliar esa sensación de verosimilitud. Los hogares originales de los personajes te transportan a esa época".
Depp comenta: "El barrio de Southie tiene un papel muy significativo en la película en lo que respecta a la vida de Jimmy Bulger, su educación y la propia definición de su personalidad y la del resto de personajes y Scott supo captarlo a la perfección".
Algunas escenas se grabaron en el Lancaster Street Garage del sur de Boston, donde se encontraba la sede oficial de Whitey, Stephen Flemmi y la Winter Hill Gang. También se rodaron escenas cerca del río Neponset, en la ciudad de Quincy, bajo el paso elevado en el que Whitey ordenó enterrar a muchas de sus víctimas.
Los cineastas trabajaron tanto en el sur de Boston como en sus alrededores, y respetaron los recuerdos de la comunidad. "Sentimos un grado de responsabilidad con respecto a los lugareños, sobre todo con aquellos que pudieron verse afectados por las acciones de Whitey Bulger", indica Brian Oliver.
En palabras de Cooper: "Los vecinos de Boston fueron muy generosos y nos acogieron con los brazos abiertos. Habría sido imposible hacer esta película sin su apoyo y cooperación constantes".
Uno de los principales obstáculos está relacionado con el tiempo que ha pasado desde que ocurrieron los acontecimientos que se representan en la película. Stefania Cella comenta: "Cuando estás trabajando en una película de época que tiene lugar hace 30 o 40 años, siempre resulta un desafío reducir todos los elementos modernos, y muchas de las zonas en las que grabamos han sufrido una renovación con el paso de los años. El punto de partida está en la investigación, un elemento fundamental. Indagamos en recortes de periódico y fotografías, y también vimos material televisivo y nos reunimos con periodistas y agentes del FBI".
Con el objetivo de ser fieles a la época, se realizaron modificaciones como el cambio de las señales de tráfico y la inclusión de cabinas de teléfono, ya que, con la llegada de los teléfonos móviles, prácticamente habían desaparecido. También fue necesario cambiar las marcas viales.
El antiguo periodista Gerard O'Neill, quien ahora ejerce de novelista, recuerda: "Me lleve una impresión muy grande. Han sabido captar el ambiente de Boston en aquella época".
Algunas ubicaciones ya no existen hoy en día, como el Triple O's, un bar de Southie en el que Whitey y sus compinches se reunían de vez en cuando, que ha cambiado de dueños desde entonces. Según Cella: "Teníamos que grabar escenas tanto en el interior como en el exterior del Triple O's, así que tuvimos que buscar un lugar que reflejara la misma atmósfera, y encontramos el espacio perfecto en el área aburguesada de Cambridge. Nos encargamos de rehacer la fachada del Polish American Club, convirtiéndola en la del Triple O's, y cambiamos los escaparates de las calles".
También se grabaron varias escenas exteriores en Lynn, un barrio periférico de Massachusetts que se encuentra a unos 16 kilómetros al norte de Boston, incluyendo la del Desfile del Día de San Patricio, protagonizada por Benedict Cumberbatch en el papel de Billy Bulger.
En Chelsea, frente al río Mystic de Boston, el equipo de producción convirtió un almacén vació en el plató de varias escenas interiores. Uno de los escenarios principales que Cella y su equipo construyeron en él es el hogar en el que Whitey y Billy crecieron y en el que su madre vivió hasta su fallecimiento. Cella explica: "Tuve la oportunidad de ver fotografías de archivo de las viviendas, y tomamos algunas de ellas como referencia, pero las habitaciones eran muy pequeñas como para grabar en su interior, y no se parecen en nada a las típicas de los años 70 y 80. Construir este hogar en un plató me dio la libertad de rehacer determinados elementos con los suelos y el papel pintado adecuados. Posteriormente, añadimos detalles a los platós que pudieran cambiarse para reflejar el paso del tiempo".
Se utilizaron dos ubicaciones distintas para las escenas de la oficina del FBI de Boston. Una planta desocupada de un edificio de oficinas de gran altura situado en el centro de Boston se transformó en las oficinas de Connolly y McGuire, en las salas de reuniones e interrogatorios y en la sede abierta de la unidad del crimen organizado. Algunas escenas se rodaron en los pasillos y en el patio del Ayuntamiento de Boston.
McCormick opina que la diferencia más extrema con respecto a las ubicaciones reales consistió en "recrear Miami dentro de Boston, y Stefania fue la responsable. Queríamos reflejar el Miami de 1982, y ahora la ciudad ya no tiene lo que necesitábamos. Descubrimos una zona desierta en Revere Beach, y Stefania utilizó algunas fotografías muy bonitas para crear una réplica del café del paseo marítimo de la Pequeña Habana con palmeras, arena blanca y algunos coches de la época. No teníamos por qué viajar hasta Miami, pues teníamos justo lo que necesitábamos en las afueras de Boston".
Kasia Walicka Maimone también tuvo que mezclar la realidad con la ficción para crear el vestuario de varios personajes. La diseñadora de vestuario comenta: "Cuando se trata de personas que existieron de verdad, siempre me fijo en imágenes emblemáticas. No había nada ostentoso ni especialmente característico en la forma de vestir de estos mafiosos, pero Whitey sí que tenía un estilo propio. En el proceso de selección de fotos suyas, algunos elementos me llamaron la atención. Sugerí a Scott que Whitey llevara una chaqueta de cuero, con la que conseguiríamos plasmar su aspecto habitual, y después manipularíamos otros aspectos de su vestimenta a medida que pasaran las décadas, así que durante la mayor parte de la película lleva el mismo estilo de chaqueta de cuero, y va alternando entre una negra y una marrón".
Asimismo, teniendo en cuenta su investigación, Maimone asignó determinados accesorios a los personajes. "Gracias a lo que pude ver en las fotos nos dimos cuenta de que le encantaban sus botas de vaquero personalizadas. También le gustaba mucho un cinturón con una hebilla de Alcatraz que le había regalado un agente del FBI, así que hicimos una reproducción de la hebilla. A lo largo de las décadas, casi siempre vestía vaqueros de cintura alta y camisetas ajustadas, así que estas prendas se convirtieron en habituales dentro del vestuario de Johnny. Hizo un gran trabajo a la hora de encarnar la imagen de su personaje, lo que resultaba fundamental a la hora de llevar esas prendas. Siempre esperas que se presente una oportunidad de colaboración como esta, en la que se hablaba el mismo idioma en todas las fiestas, y ese ha sido el caso de esta película".
La diseñadora encontró fotos de Stephen Flemmi en las que llevaba una chaqueta blanquecina, así que vistió a Rory Cochrane con chaquetas de tonos claros en la mayoría de sus escenas. Jesse Plemons interpreta al joven Kevin Weeks, quien se dedicó al boxeo, y sus prendas son mucho más funcionales, deportivas y propias del boxeo.
"Fue muy interesante realizar el proceso de creación del vestuario de los personajes a partir del material que encontramos de los personajes reales al mismo tiempo que interpretábamos teniendo en cuenta nuestros propios objetivos", comenta Maimone.
Como agente del FBI, John Connolly llevaba trajes y corbatas principalmente lo que, aparentemente, es una tarea fácil para un diseñador de vestuario, sin embargo, Maimone comenta: "Los trajes de Joel Edgerton fueron todo un reto para nosotros, ya que la trama del personaje está muy definida. Connolly lleva trajes normales y corrientes al principio pero, gradualmente, su aspecto pasa de ser discreto a algo más agresivo y comienza a llevar trajes confeccionados a medida. No queríamos que fuera algo muy evidente, así que fuimos poco a poco y con precaución, sin alejarnos de la estética propia de FBI, lo que resultaba fundamental.
Al principio, tal y como relata Maimone, los trajes de Billy Bulger estaban diseñados para reflejar un cambio de clase social: "Quizá su peinado era algo más llamativo que el que llevaría un político cualquiera, pero rápidamente empieza a aprender cómo es el mundo de la política, y comienza a vestir trajes impecables a medida que se convierte en un hombre de la condición social de la que ahora forma parte".
A la hora de diseñar el vestuario del personaje de Cumberbatch, Maimone utilizó algunos trucos de sastrería. Al ensanchar las perneras de los pantalones y las hombreras de las chaquetas se crea la ilusión de que la estatura del actor es algo menor. Asimismo, Cumberbatch ganó algo de peso con el objetivo de que su aspecto fuera algo más robusto. El departamento de maquillaje empleó prótesis faciales para hacer más grandes sus mejillas y redondear su cara.
También se utilizaron prótesis faciales creadas al detalle para que el rostro de Johnny Depp fuera más parecido al de Whitey Bulger. Joel Harlow, director del departamento de maquillaje, explica: "Era fundamental que Johnny se asemejara lo máximo posible a Whitey Bulger desde el principio. Comenzamos realizando una digitalización de su cabeza y posteriormente, con ayuda de materiales de referencia de Internet, le di forma a las prótesis de silicona. Hicimos varias versiones de prueba hasta que encontramos la definitiva: nos centramos en la frente y en la nariz para crear una amalgama entre Whitey y Johnny. Nos esforzamos mucho para que la densidad de la silicona fuera la adecuada, sobre todo en la frente, para que las expresiones de Johnny fueran naturales.
A la hora de conseguir el característico peinado de Whitey, Gloria Casny, jefa del departamento de peluquería, comenzó utilizando prótesis de silicona que se diseñaron con total precisión para que se adaptaran a la cabeza de Johnny y pudieran extenderse desde la frente hasta las cejas. Después, Khanh Trance, peluquera de efectos especiales, dedicó muchas horas a perforar miles de cabellos en la prótesis para definir la línea de nacimiento de pelo, así como las cejas. Casny explica: "Tuvo que hacerlo cabello por cabello para que el resultado fuera lo más natural posible. Después utilicé un postizo canoso que se adaptara a la prótesis y cubriera el cabello oscuro natural de Johnny".
La labor se tornaba cada vez más compleja, pues cada prótesis de silicona era de un solo uso, "así que teníamos que crear varias nuevas cada día", indica Casny. "Recuerdo un momento en el que había dos personas ayudando a Khanh en turnos de 12 horas, las 24 horas del día. También había que reflejar distintas etapas de envejecimiento, cosa que conseguimos aumentando gradualmente las canas y la pérdida de pelo. También se diseñaron diferentes tipos de patillas que mostraran los cambios de época".
"En definitiva, la transformación fue impresionante", resume Cooper.
WEEKS
Al principio, Jimmy actuaba solo
en el pueblo, y solo era relevante
en Southie... Pero poco después
se convirtió en uno de los capos. ¿Sabes por qué? Porque el FBI se lo puso fácil.
Comentarios finales
Una vez se completó el proceso de rodaje principal, Cooper comenzó a trabajar junto al editor David Rosenbloom en la sala de montaje y con el compositor Tom Holkenborg para crear la banda sonora.
Holkenborg recuerda: "Cuando vi la película, salí con las rodillas temblando y las manos empapadas de sudor, literalmente. Me pareció impresionante y me impactó mucho".
Cooper recuerda con una sonrisa: "Sabía que eso era un buen comienzo. Tom me dijo, 'Voy a componer algo y me pongo en contacto contigo en una semana'. Y una semana después volvió con 48 minutos de música hermosísima que me dejaron anonadado. Transmitían la emoción y la conmoción que quería, y también esa sensación que al final recorre la narrativa. Partiendo de esa base, Tom creó una banda sonora preciosa y evocadora que se prestó a darle definición a la película".
En palabras de Holkenborg: "Lo primero que se me vino a la cabeza fue lo que iba a hacer para Whitey. Es una persona malvada, increíblemente oscura, así que quería componer una melodía que enfatizara esa oscuridad pero que también transmitiera las múltiples facetas del personaje. Se me ocurrió un patrón que se repetía en las frecuencias bajas en el que destacaban el piano y el violonchelo".
"Creo que la banda sonora permite que el público pueda sumergirse en la imprevisible y fracturada mente de Whitey Bulger", indica Cooper.
El compositor creó una melodía creciente y decreciente para John Connolly. Holkenborg explica: "Su melodía comienza con una nota grave y alcanza una nota alta que suena como si intentara subir todavía más, pero sin conseguirlo, y luego vuelve a bajar. Es como si quisiera seguir escalando y de repente algo le empujara de nuevo hacia abajo, y a medida que avanza la película, esa situación se vuelve cada vez más intensa.
La melodía de Connolly también tiene un motivo de violonchelo que "encaja con las múltiples personalidades de la película. De hecho, el violonchelo es el instrumento principal de la banda sonora".
Cooper comenta: "Es uno de mis instrumentos favoritos, pues tiene una cualidad extremadamente triste, pero a la vez poderosa. La música tiene un elemento impulsor en ocasiones, con una orquesta completa, y en otros momentos con una deliciosa sección de cuerda, sin embargo, hay instantes desconcertantes en los que solo suena una pequeña selección de cuerda o un solo de violonchelo".
Otro de los instrumentos que destacan en la banda sonora es el órgano de tubos. "Tenía sentido para mí, pues al fin y al cabo, la película se llama Black Mass", justifica Holkenborg, quien compró un órgano solamente para utilizarlo en la película. "Es un instrumento hermoso y ha sido fantástico contar con él y con sus capacidades sonoras. Fue fantástico que a Scott le gustara la idea, ya que el objetivo es aprovechar las ideas que el director quiere introducir en la película.
En esta película en concreto, acordamos que el control era un elemento fundamental, pero teniendo en cuenta esta idea, pude disfrutar de toda la libertad creativa posible que te puede dar un director. He intentado ofrecerle algo que estuviera fuera de lo habitual, algo original, y él acogió con total confianza los emocionantes sonidos que, en mi opinión, eran necesarios para los personajes".
"Tom es un compositor increíblemente versátil que entendió a la perfección la relación destinada al fracaso entre Whitey Bulger, John Connolly y una ciudad que siempre ha vivido atemorizada por la conspiración de Bulger", indica Cooper.
En palabras de Depp: "Creo que la razón principal por la que Bulger se alió con Connolly reside en que él también fue un chaval de Southie y ambos se entendían en ese nivel. El vínculo que se crea entre la gente de Southie no es un vínculo cualquiera, y todavía existe a día de hoy".
Cooper concluye: "Quería profundizar en los lazos propios de la amistad y la lealtad, pero también en la ambición desenfrenada, la avaricia y la arrogancia que caracteriza a estas personas. Era fundamental para mí que no se tratara simplemente de una historia de delincuentes que tienen su lado humano, sino contar una historia de seres humanos, reprobables o no, que resultan ser unos delincuentes. Y si tenemos en cuenta este antecedente y lo unimos al Boston de los 70 y los 80, a veces no se podía diferenciar a un delincuente de un policía".