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  Los pingüinos de Madagascar  (The penguins of Madagascar)
  Dirigida por Eric Darnell, Simon J. Smith
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La transición de los queridos personajes secundarios de Madagascar a su propia película de cine fue pan comido gracias a sus reconocibles señas de identidad. "Los pingüinos se dejan llevar en todas las películas por su instinto y sus fuertes personalidades", explica el director Eric Darnell.

El director Simon J. Smith añade: "Son como una banda de hermanos que valoran sobre todas las cosas su amistad, su código moral y el amor de unos por otros".

Y lo que es más importante, los pingüinos ponen toda la diversión. "Lo mejor de este proyecto ha sido el sentido del humor de la historia y de los personajes", asegura el productor Mark Swift. "La diversión que generan hace que resulten así de atractivos".

Tenemos a Capitán, con la voz original de Tom McGrath, que fue además el creador de los personajes para la exitosa película Madagascar (la cual también dirigió). En principio, había pensado en algún icono de Hollywood con una personalidad autoritaria para ponerle la voz, alguien con una "actitud fuerte y directa", pero, al final, acabó cogiendo el papel él mismo. "Yo no salía muy caro, de todas formas", bromea.

Capitán es el valiente líder del equipo y guardián del código de los pingüinos. Exige lealtad, obediencia y orden a su reglamentado grupo y no les exige nada que no hiciera él mismo. Su aleta derecha, Kowalski (voz original del animador de DreamWorks Chris Miller) es el cerebro de las operaciones y al que hay que acudir cuando los pingüinos necesitan un salvavidas rápido.

Un tercer pingüino llamado Rico vive solamente para hacer estallar todo lo que se encuentre. Cuando le tienen atado en corto, Rico es un arma muy efectiva, pero cuando se le deja suelto, es un peligro. Por último, encontramos a Soldado (voz original del editor de DreamWorks Christopher Knights), que aunque es el último de la fila, tiene el corazón más grande de todos. Soldado siempre está preparado para nuevos desafíos, pero, al ser el "bebé" del equipo, le suelen dejar de lado en el desarrollo de las misiones.

Al final, cada uno de ellos deja una impresión imborrable. Juntos son una fuerza que hay que tener en cuenta. "La suma de los pingüinos es mayor que cada una de sus partes", afirma Darnell. "Trabajan realmente bien como un grupo, mucho mejor que cada uno por sí mismo. Son como las cuatro partes que conforman un cerebro: Capitán es el liderazgo, Soldado el corazón, Kowalski la inteligencia y Rico el valor. Así, entre los cuatro forman un todo que es, además, muy divertido".

"De hecho, los pingüinos siguen la tradición de grandes equipos de película", apunta McGrath. "Por ejemplo, el Equipo A, los Doce del Patíbulo, Kirk y Spock de Star Trek, e incluso los hermanos Marx. Tienen una personalidad enorme dentro de unos cuerpos pequeñitos", asegura. "Y como otros grandes equipos del cine, se ven fuera de su zona de confort; se embarcan en una tremenda aventura, en la que se topan con personajes que les hacen dar lo mejor de sí mismos".

Ya en las secuencias iniciales en los glaciares de la Antártida, cuando descubrimos el origen de los pingüinos en la película, podemos ver las primeras muestras de los irrompibles lazos que les unen y sus inolvidables travesuras. Desde el principio, comprobamos que no estamos ante unos pingüinos corrientes. Capitán, Kowalski y Rico marchan a un ritmo de tambor diferente de los demás pingüinos de documental que andan por el manto de hielo, mientras que el público exclama expresiones como "¡qué monos son!"

Estos compases iniciales se burlan de este tipo de grabaciones de documental. Con la narración del legendario director Wener Herzog (que, de hecho, dirigió un documental sobre la Antártica titulado Encuentros en el fin del mundo) la cámara sigue una fila de pingüinos haciendo lo que hacen los pingüinos en estas situaciones. Por supuesto, nuestro trío (poco después cuarteto) de pingüinos no se conforma con pasarse el día deambulando por el hielo. "Ellos escuchan una llamada más profunda", explica Chris Miller. "Capitán, Kowalski y Rico no quieren ser como los demás, haciendo fila y desfilando por la Antártica. Saben que tiene que haber algo más ahí fuera".

En lugar de eso, nuestros pingüinos están ocupados chocando la aleta y jugando. Es después de una de sus emocionantes escapadas en las que se zambullen en el agua para esquivar y serpentear peligros, cuando dan la bienvenida a un nuevo miembro de la tropa: Soldado, que acaba de salir del cascarón. Los momentos que preceden al nacimiento de Soldado no solo están llenos de acción, aventuras y situaciones cómicas, sino también de unos compases emocionantes durante los que nuestros cuatro pingüinos cimientan los lazos que les unen.

La llegada de Soldado al equipo marca el comienzo de las épicas aventuras de los pingüinos, así como el divertido y conmovedor viaje del recién llegado Soldado, que anhela, según Christopher Knights, "convertirse en un miembro valioso y aceptado dentro del grupo. Y para cuando termina ese viaje, consigue ese objetivo y muchísimo más. Pero aunque lucha para llegar a ser un inesperado héroe de acción, sigue siendo pequeño y adorable".

"La escena inicial es una gran oportunidad para conocer el origen de los pingüinos y para darle la vuelta a los clichés de los documentales sobre pingüinos", añade Darnell. "Nosotros nos preguntamos ‘¿Qué pasaría si cogiéramos a nuestros pingüinos y los pusiéramos en ese mundo de documental? ¿Cómo se sentirían ante ese estereotipo?’"

Otro revés a los clichés es la obsesión que tienen los pingüinos por un suculento pero peligroso trocito de cielo de queso conocido como Cheesy Dibbles. Para ellos, el venerado snack vale mucho más que su peso en oro, literalmente, como podemos comprobar con su incursión al fuerte Knox, las instalaciones más seguras de Norteamérica, con motivo el cumpleaños de Soldado. La misión no se lleva a cabo para robar los miles de lingotes de oro, sino para llevarse la máquina expendedora de Cheesy Dibbles.

"Es más por su forma de ganchito que por su encanto gastronómico", insinúa Smith. "Es casi como un MacGuffin", afirma, haciendo alusión al término utilizado por Alfred Hitchcock para referirse a un elemento del argumento que suele llevar por un camino equivocado a la audiencia. "En este caso, los Cheesy Dibbles acaban siendo realmente valiosos para los pingüinos. Al final sirven para algo…"

Pero el asalto al fuerte Knox no es nada comparado con los desafíos que les esperan cuando se enfrenten al Dr. Octavio Salitre, un famoso científico de la genética, amante del queso (al menos algo que tiene en común con los pingüinos) y donante habitual de las colectas de la radio. El bueno del doctor, tiene unas extremidades que se tuercen creando ángulos imposibles, lo cual no es de extrañar, ya que se trata, en realidad, de un pulpo llamado Dave. Nuestro villano siente un gigantesco resentimiento hacia los pingüinos, debido a que hace tiempo, cuando era la atracción estrella de varios zoos alrededor del mundo, los adorabilísimos pingüinos le robaron el protagonismo, relegándole para siempre a un papel secundario de las exhibiciones. "¡Vosotros me lo quitasteis todo!", les grita a los pingüinos. Ahora se dispone a tomar medidas extremas para volver a ser la atracción estrella.

Los directores querían que Dave fuera un adversario que el público no olvidara con facilidad. "Dave es un villano como los de las clásicas películas de James Bond", afirma el productor Mark Swift. "Tiene grandes planes secretos; es un tipo que quiere cambiar el mundo".

Y lo pasamos bien haciéndolo. "Dave no es uno de esos personajes perturbadores y siniestros", explica Darnell. "Está siempre de celebración, bailando, riéndose y pasándolo en grande".

Los directores tuvieron que ir más allá a la hora de elegir la voz de Dave para darle al personaje una apariencia cómica e imponente. "Queríamos a alguien nuevo en las películas de animación, cuya actuación le diera seriedad, así como importancia y sentido del humor al personaje", explica Smith.

Al final, recurrieron al nominado al Óscar John Malkovich, que ha sobresalido tanto en películas como en teatro como en televisión. Para ser su debut en una película de animación, Malkovich le cogió el punto bastante rápido a los motivos de venganza del personaje. "Dave piensa que su vida en el zoo y en el acuario, los cuales consideraba su casa se arruinó cuando llegaron los pingüinos", aclara. "Son adorables y la gente exclamaba de ternura al verlos, quitándole toda la atención a Dave".

Para Dave, los pingüinos son los verdaderos villanos de la historia. "Ellos le arruinaron la vida, le robaron el protagonismo simplemente por estar allí quietos o paseando, mientras Dave hacía trucos y acrobacias que eran ignorados por todos", añade el actor. "Ese es el motivo por el que se siente de esa manera respecto a los pingüinos, aunque, de hecho, ellos no son conscientes de nada de eso; lo cual enfada aún más, si cabe, a Dave".

Malkovich sacó rápidamente a relucir el molusco que lleva dentro y estaba ansioso también por añadir algo de subtexto a esa sed de venganza del personaje. "Lo hablamos con John y surgió la idea de que esta película podía ser el tercer acto de la vida de Dave", explica Smith. "El plan de Dave es la culminación de diez años de preparación, que incluye el secuestro de los pingüinos, el desarrollo de una tecnología para transformar a los pingüinos para siempre y disfrazarse de humano. Todo ese subtexto hizo que el papel fuera mucho más divertido para John".

La solución de Dave a su problema es un suero que transforma a los encantadores pingüinos en grotescos trajes de esmoquin. Es un plan ruin digno de un verdadero supervillano, pero como explica Malkovich, esta maldad de Dave comprende varias dimensiones. "Es bastante soñador y puede cambiar de humor y punto de vista en cuestión de segundos. Es escurridizo en todos los sentidos: emocional y físicamente".

La actuación física del actor mientras grababa la voz del personaje impresionó tanto al equipo de DreamWorks Animation que copiaron gestos que él hacía para crear la animación final de Dave. "John y Benedict [Cumberbatch, voz original del Agente Clasificado] no solo grabaron su voz para la película, sino que actuaron en cada escena; en ese sentido, se nota que vienen del teatro", asegura Darnell.

"Me salía de forma natural moverme por toda la cabina, ya que Dave es muy escurridizo y gelatinoso", explica Malkovich. "Movía las manos y prácticamente todo el cuerpo porque creo me resultaba muy útil".

Quizás lo que hacía que el actor se metiera tanto en el personaje era el parecido con su alter ego del cine. "Sí, Dave se parece un poco a mí, pero se parece incluso más a mi hermana pequeña", bromea.

Dave recibe la ayuda de dos pulpos secuaces, que cumplen sus órdenes con movimientos ninja. Sus habilidades innatas, como el camuflaje, la flexibilidad y una empuñadura atornillador les convierten en unas amenazas con muchas extremidades para nuestros héroes. Las interacciones de los secuaces con Dave proporcionan una rica fuente de acciones verbales que complementan todas las gracias físicas de la película. Las instrucciones de Dave a su equipo siempre acaban en juegos de palabras desternillantes. Por ejemplo, los directores se estrujaron el cerebro para idear bromas jugando con los nombres de personas famosas como Nicolas Cage. De todas esas ideas, las mejore saldrán en la versión final.

Los pingüinos tienen una confianza ciega en su habilidad para afrontar los malvados planes de Dave, pero una organización de operaciones encubiertas llamada Viento Norte (cuyo lema es "Nadie puede con El Viento Norte), que ayuda a animales necesitados, no piensa que puedan estar a la altura de las circunstancias. De hecho, los miembros de Viento Norte hacen todo lo posible para llevar a cabo la misión de parar a Dave, para disgusto de Capitán y su banda".

"A simple vista, da la impresión de que Viento Norte es la que parte el bacalao y que igual es Capitán el que debe quitarse de en medio", expone la productora Lara Breay. "Parece que los mayores han llegado y los niños deben irse a casa. Pero a medida que va transcurriendo la historia, vamos apreciando mejor la fortaleza de los pingüinos. No tienen la apariencia o la formación, pero tienen algo mucho más importante".

Viento Norte está dirigida por Agente Clasificado. Lo primero que tienes que saber sobre Clasificado es que, en realidad, no se llama Clasificado, sino que su nombre está clasificado. Es un agente secreto altamente cualificado, pero bastante arrogante, que subestima la operación de los pingüinos. Clasificado es el macho alfa del equipo de expertos tecnológicos, mientras que Capitán es todo lo contrario. Si la actitud de Capitán de mirar antes de saltar recuerda a John Wayne (o Tom McGrath o Charlon Heston en El Planeta de los Simios de 1968), entonces la fineza y maestría en espionaje de Clasificado, bien pasarían por 007.

La elección de Benedict Cumberbatch, un famoso y solicitado actor gracias, entre otras, a su actuación en el popular fenómeno de BBC/PBS, la serie Sherlock, surgió tres años antes, justo antes de que la serie debutara en Estados Unidos. Según relata Smith, "uno de nuestros trabajadores es australiano y la serie ya se había estrenado allí. Nos dijo que teníamos que echarle un vistazo al trabajo de un tipo llamado Benedict Cumberbatch. Vimos Sherlock cuando llegó a Estados Unidos y desde entonces supimos que tenía un talento especial y que iría perfecto como complemento de Capitán. Benedict es muy elocuente y tiene una voz fantástica que encaja a la perfección con Clasificado".

"Nos encantó la voz de Benedict, es como un chelo", añade Breay. "Su sonido es muy bonito y a la vez tiene una parte de autoridad. Además, es muy bueno transmitiendo las bromas. Para un personaje como Clasificado, cuanto más directo seas, mejor saldrán las bromas. Benedict lo hizo simplemente perfecto".

El actor británico revela que Clasificado es "un lobo amante de la acción que dirige Viento Norte, una organización que cuida del bienestar de los animales dondequiera que sea. Clasificado conoce el plan de Dave e intenta engañar a los pingüinos para que le cuenten todo lo que saben sobre su adversario común".

Pero cuando los pingüinos pretenden tener un papel más importante en la lucha contra los malvados planes de Dave, Clasificado se las ingenia para encerrarles y mandarles de vuelta a Madagascar. "Clasificado trajo a los pingüinos a Viento Norte para obtener información, pero quiere que sea su equipo el que se encargue del trabajo de campo y las operaciones encubiertas", explica Cumberbatch.

Pero nuestros héroes no se conformarán con eso. Después de una serie de intentos de escapada, los pingüinos piensan que están de camino para localizar a Dave hasta que descubren que van en un avión en dirección equivocada. Dejándose llevar por su filosofía de disparar primero y preguntar después, saltan del avión sin paracaídas. Afortunadamente, sus habilidades de improvisación y de Mcguyver les llevan a descubrir un paquete que contiene un castillo hinchable que logran inflar en el aire y conseguir así un aterrizaje suave y mullido en tierra firme.

"Esta escena pone de manifiesto las enormes diferencias entre los pingüinos, que son más entusiastas e impulsivos y el equipo de Viento Norte, que se define por sus artilugios, planificación, datos y estrategias", afirma Smith. Darnell añade: "Los pingüinos tienen una confianza suprema en sí mismos y en sus destrezas, incluso cuando las probabilidades de éxito son las mínimas posibles. Ellos ni siquiera pestañean, son sinceros y operan desde un código moral tan estricto, que, de alguna manera, el universo conspira para que todo les salga bien".

"El equipo de Viento Norte piensa que lo tienen todo bajo control porque están altamente entrenados, educados, tienen el mejor equipamiento y nadie les puede parar jamás", continúa Darnell. "Los pingüinos son los que llevan las de perder".

Pero Clasificado y el resto del equipo del Viento Norte no tardarán en darse cuenta de que si subestimas a Capitán y los suyos, lo haces bajo tu propio riesgo. De hecho, los dos equipos son las dos caras de una moneda. "Todo lo relacionado con Viento Norte es elegante, profesional, planificado y riguroso, mientras que lo relacionado con los pingüinos es peligroso y excesivamente machito", explica Cumerbacth. "Por eso los dos equipos se complementan. Al final de la película se necesitan el uno al otro porque son todavía más poderosos como una fuerza combinada de élite".

Cumberbatch no había aparecido nunca en una película con John Malkivich, al que considera "una leyenda". Cuando le pones la voz a un personaje animado en una película, sueles trabajar separado de los otros actores, así pues los dos gigantes de la interpretación no se conocieron hasta que les juntaron para una aparición promocional en el encuentro de cultura pop Comic-Con en San Diego. "Conocí a John en la convención y lo primero que le pregunté fue algo como ‘Bueno… y ¿qué tal ha sido interpretar al malvado pulpo?’", recuerda Cumberbatch. Y los dos intercambiaron impresiones sobre sus experiencias en el territorio de los pingüinos.

Cumberbatch y Malkovich son conocidos por su cuidadosa y minuciosa preparación, y PINGÜINOS DE MADAGASCAR no ha sido una excepeción. "El trabajo de preparación fue un puro infierno", bromea Cumberbatch. "Tuve que ir encubierto durante mucho tiempo, actuando como un lobo en Yellowstone Park. Por suerte, me aceptaron rápidamente, y me puse un poco peludo cuando me convertí en el macho alfa".

Cumberbatch asegura que disfrutó mucho no tener ningún tipo de inhibiciones para desempeñar y documentarse sobre el papel. Es más, captó a la perfección las destrezas y hábiles operaciones de Clasificado, así como sus escondidos pero importantes puntos débiles. "Clasificado tiene que aprender a dejar de lado sus elaborados planes llenos de artilugios y simplemente afrontar los problemas directamente como hacen los pingüinos. Me gusta la idea de ‘desenmascarar’ a un espía y hacerlo un poco más humano, aunque sea un lobo en realidad; nunca había tenido la oportunidad de hacerlo en el cine".

Clasificado no es el único personaje "desenmascarado". A su equipo se une Mecha Corta (voz original de Ken Jeong), que aunque parece un peluche, es el más duro del equipo. Mecha Corta es el experto en explosivos de Viento Norte, tiene un temperamento volátil que concuerda con su campo de experiencia. También tenemos a Eva (voz original de Annet Mahendru), una analista de inteligencia a la que le gustan las emociones fuertes, hermosa, lista y con instinto asesino. Por último, se encuentra Corporal (voz original de Peter Stomare), un oso de dos metros y medio de altura y media tonelada de músculo, que es la fuerza de la organización.

"De todos ellos, puede que Mecha Corta sea el más parecido a los pingüinos", afirma Jeong. "Al igual que los pingüinos, Mecha Corta confía en su astucia y sus habilidades para salvar el día. Es adorable y también formidable".

De manera similiar, Eva, un búho que lo da todo por proteger a los animales, mezcla una parte adorable con unas habilidades increíbles como analista. A pesar de su naturaleza de dura, tiene un lado más sensible en su corazón para Kowalski, que también se queda colgado de ella. Annet Mahendru, que tiene el papel de espía rusa en la aclamada serie The Americans, aclara que aunque su personaje de la serie y Eva comparten el acento ruso y la vocación, no tienen mucho en común. "Bueno, una diferencia es que Eva puede volar", bromea la actriz.

El actor noruego Peter Stormare también quiere evitar los encasillados, aunque también tiene un personaje de procedencia similar, Corporal, un oso polar noruego. De nuevo, una impresión de dureza exterior enmascara un corazón alegre y bondadoso, como muestra su cariño hacia los pingüinos. "Es realmente genial", exclama Stormare sobre su peludo alter ego, "y tiene un corazón enorme y generoso, pero con un toque noruego".

Está claro que al final todos los superespías de Viento Norte acabarán adoptando los métodos de los pingüinos. Y está más claro aún que el resultado de su asociación y la batalla contra Dave darán como resultado un montón de risas y momentos entrañables.

Además, según la opinión de Eric Darnell, los pingüinos, como equipo y como individuos, tienen algo que ofrecer a todo el mundo. "Como miembro de la audiencia, podrás ver algún aspecto de los pingüinos que encaje con tu personalidad y con tu punto de vista", explica.

Simon J. Smith añade: "Los pingüinos se comprometen al 100% con todo lo que hacen y siempre creen que están haciendo lo correcto y, aunque le salga mal, no les importará. Intentarán algo diferente sobre lo que se sentirán con la misma confianza. Además, no se dejan disuadir por las opiniones de los demás; muestran que cualquier puede ser un héroe y que puedes lograr cualquier cosa si te lo propones. Eso es lo que más me gusta de ellos".

Tom McGrath, que junto a Eric Darnell, fue uno de los creadores del cuarteto cómico nueve años antes, apunta: "Si tuviera que elegir tres palabras para describir LOS PINGÜINOS DE MADAGASCAR, diría divertida, divertida y entrañable. Principalmente es una comedia, pero también tiene partes que llegan al corazón y que llevan un mensaje a todo el mundo: No juzgues un libro por su portada".