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  Un viaje de diez metros  (The hundred-foot journey)
  Dirigida por Lasse Hallström
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"Un viaje de 10 metros empieza en ese momento cuando, con valentía, dejas lo que te resulta familiar y te lanzas a un terreno nuevo que está muy lejos de la vida que te resulta cómoda. Es un viaje profundo – por muy corta que sea la distancia física – que cambia literalmente la trayectoria de tu vida para mejor" - Richard C. Morais

Dirigida por el nominado al Premio de la Academia Lasse Hallström y protagonizada por la ganadora del Premio de la Academia Helen Mirren, Om Puri, Manish Dayal y Charlotte Le Bon. Un viaje de diez metros está producida por el ganador del Premio de la Academia Steven Spielberg, la nominada al Premio de la Academia Oprah Winfrey y Juliet Blake. Los productores ejecutivos son Caroline Hewitt, Carla Gardini, Jeff Skoll y Jonathan King. El guión esta escrito por el nominado al Premio de la Academia Steven Knight, basado en la novela Un viaje de diez metros de Richard C. Morais.


Una receta para el éxito: El salto de la página a la pantalla
La distancia real entre el restaurante Le Saule Pleureur y la Maison Mumbai no es mucha: diez metros, ni más ni menos. Es un viaje – aunque sea pequeño – que tanto la familia Kadam como Madame Mallory hacen varias veces a lo largo de la película, pero representa más que una simple distancia entre dos locales. Es ese punto en nuestras vidas en que nos salimos de lo que nos resulta cómodo y nos lanzamos a un territorio desconocido en la búsqueda de uno mismo.

La productora Juliet Blake, una antigua ejecutiva de The Jim Henson Company y el canal National Geographic, se embargó en un viaje propio para traer el libro a la gran pantalla. Comenzó en enero de 2009, cuando Blake se sentía inquieta e insatisfecha con su carrera. Leyó un avance de la novela de Richard Morais "Un viaje de 10 metros" que aún no se había publicado en los Estados Unidos y quedó en trance de principio a fin. "Me enamoré de la historia, y su maravilloso paisaje, de la noción de cómo la comida puede unir a la gente de corazón", dice Blake.

Añade: "Y me encanta la yuxtaposición de este restaurante francés tan fino con este vivaracho y colorido restaurante indio. En uno se oye a Mozart y en el otro música de Bollywood a gran volumen, así que tienes un choque cultural de proporciones épicas".

Como hija de inmigrantes alemanes, Blake se identificaba con los temas de inmigración en la historia. Se crió en una casa donde el inglés era el segundo idioma y sus padres se negaban a hablar de la muerte de sus abuelos en Auschwitz. Blake añade, "realmente me identificaba con la historia, porque sentía que los personajes podrían haber sido de mi propia familia. Había tantos temas importantes: racismo, aceptación y la habilidad para cambiar, que tiene que ver con todas las historias de inmigración".

Convencida de que la historia podía ser una película perfecta, Blake organizó una reunión con Morais a través de un conocido común, en la que prometió al autor que haría la película, asegurándose los derechos en el proceso. A partir de ese momento se acercó a una serie de productoras para ver el interés que sentían por convertir el libro en un guión. En Harpo Films, el material impresionó a Oprah Winfrey, e inmediatamente se convirtió en fan del libro y del autor. Steven Spielberg y Stacey Snider en DreamWorks quedaron igualmente cautivados por la historia y se entusiasmaron con el potencial del proyecto.

En poco tiempo, tanto DreamWorks como Harpo se sumaron a la iniciativa, con Spielberg y Winfrey como productores. A ambos les encantaba la idea de trabajar juntos para llevar esta deliciosa historia y su potente mensaje acerca de la comprensión y aceptación a los cines.
La última vez que trabajaron juntos en un proyecto fue en 1985 en El color púrpura.

Spielberg dice "Tuvimos la oportunidad de juntar nuestras energías creativas de una manera muy compatible para contar esta historia sobre la compatibilidad entre gente que nunca hubieras imaginado que fueran compatibles". Winfrey añade "fue una pequeña joya de novela y una obra de arte que realmente hace y dice lo que yo he intentado expresar con mi trabajo y mi arte a lo largo de mi carrera. Es una historia increíblemente edificante, además me encantó la idea de poder trabajar con Steven de nuevo".

El libro se convirtió en un bestseller internacional, se publicó en 28 países. Apareció en el "Editor’s Choice" de The New York Times Book Review y fue seleccionado como una de las mejores lecturas del verano de 2010 en O, The Oprah Magazine de Oprah Winfrey. Parecía que la fortuna le sonreía a Blake, cuya primera opción de libro de un novelista novel le llevó a trabajar con Spielberg y Winfrey.

El siguiente reto fue encontrar un guionista que pudiera hacerse con el material y dar vida a los personajes. A la cabeza de la lista de candidatos estaba el nominado al Premio de la Academia Steven Knight, cuyos méritos como guionista incluyen Promesas del este y Negocios ocultos. Pero a los productores les preocupaba que un escritor de su calibre estuviera demasiado ocupado como para comprometerse.

Nativo de Birmingham, en el norte de Inglaterra, que tiene una de las mayores poblaciones de origen indio en el Reino Unido, la respuesta de Knight al material fue rápida y afirmativa, y los productores estaban emocionados. "Steven Knight entregó una película seria con un sentido del humor tremendo", dice Spielberg. "Fue una migración preciosa de libro a guión".

Lasse Hallström era una elección lógica como director de Un viaje de diez metros. Con películas tan aclamadas como Mi vida como un perro, Las normas de la casa de la sidra y Chocolat en su haber, ha estado contando historias geniales de manera constante, y su estilo y sensibilidad eran perfectas para este relato. Spielberg había sido fan de Lasse desde hacía tiempo y consideraba Mi vida como un perro una de sus películas favoritas de todos los tiempos.

Para Hallström, trabajar con un cineasta como Spielberg en calidad de productor fue una experiencia profunda. "Steven ayudó tanto con el casting, comentando sobre todos los detalles y dándome sugerencias acerca de cómo afinar el guión". Y Hallström sólo tenía cosas buenas que decir de las productoras Winfrey y Blake. "Es un honor tener a Oprah Winfrey", dice. "Simplemente me encanta lo osada que es en su vida y la manera en que es capaz de sacar lo mejor de las personas. Y Juliet Blake es una productora muy, muy inteligente a quien admiro mucho. Es casi como una coincidencia mágica para mí: el material acertado en el momento propicio con el equipo acertado y el perfecto grupo de productores. Es muy poco frecuente".

Winfrey dice: "Me encanta la obra de Lasse y es fantástico a la hora de posicionar a los actores en ambientes magníficos, como la preciosa campiña francesa, y dejar que la verdad de la historia aparezca". Blake añade: "Es un cineasta maravilloso y muy sensible y entiende el material de una manera que es bastante profunda. Además, es muy bueno con los actores y consigue interpretaciones muy naturales de sus actores al dejarles encontrar un lugar auténtico antes de que pronuncien el diálogo del guión".


Poniendo la mesa: Juntando el reparto de ensueño
De primeras parece que hay una guerra entre dos restaurantes en Saint-Antonin, es una lucha entre gente de distintas orígenes y creencias lo que está en el corazón de la disputa. Madame Mallory dirige Le Saule Pleureur, un distinguido restaurante reconocido por sus platos clásicos franceses como boeuf bourguignon y palomas con trufas. Testaruda, metomentodo y encerrada en sus manías, no esconde el desagrado que siente por el nuevo y llamativo restaurante indio al otro lado de la calle, ya que lo encuentra ofensivo para su sentido del gusto y del decoro.

Papa, llamativo y descarado, al igual que su restaurante familiar, Maison Mumbai, es un hombre trabajador y decente. La familia Kadam dejó su hogar en Mumbai tras una serie de trágicas circunstancias y acabaron asentándose en Saint-Antonin, y no tiene miedo de enfrentarse con Madam Mallory.

Ambos tienen más cosas en común de lo que quieren admitir, siendo el uno tan orgulloso, determinado y testarudo como el otro, y cuando llegó la hora de elegir el reparto de la película, los cineastas sabían que era crucial encontrar a los actores acertados para roles tan complejos. "Madame Mallory", según Hallström, "no es un papel fácil, ya que sufre una gran transformación en la película, pero me siento atraído por historias que retratan personajes de una manera realista, y quieren mostrarlos de la manera más verosímil posible".

Helen Mirren era una actriz que era fácil imaginar en el papel. Conocida por su interpretación galardonada con un Premio de la Academia como la Reina Isabel II de Inglaterra en La reina y su papel ganador de un Premio Emmy como Jane Tennison en Principal sospechoso de la PBS, Mirren es excelente tanto en papeles cómicos como dramáticos, pasando de uno a otro sin esfuerzo alguno. Y, afortunadamente para la producción, éste era un viaje que Mirren estaba dispuesta a hacer.

Hallström dice, "Helen es brillante a tantos niveles. Su imaginación no tiene límites y ofrece opciones fantásticas y valiosas para cada momento. Y es perfectamente francesa, a pesar de ser medio rusa y medio inglesa".

Le Saule Pleurer ha consumido la vida de Madame Mallory durante los últimos 30 años, dejándola aislada, amarga y trabajando para conseguir una segunda estrella Michelin. Estas estrellas, que se presentan anualmente por la Guía Michelin, la guía de restaurante europea más conocida, reconocen la excelencia en la restauración y se dan a unos pocos y selectos establecimientos, y pueden suponer la diferencia entre el éxito o fracaso de un restaurante. Mirren explica: "Madame Mallory es un pez gordo en un estanque pequeño, en un país que se toma la comida muy en serio. Es muy profesional, está muy comprometida y totalmente dedicada a su restaurante, pero se ha convertido en lo único en su vida".

Trabajar con Hallström fue una experiencia gratificante para Mirren, ya que comparten una aproximación similar hacia la interpretación. Él prefiere hacer numerosas tomas, anima a la improvisación y evita muchas discusiones con los actores sobre sus personajes antes del rodaje, algo que Mirren encontró refrescante.

Mientras que Mirren es una estrella internacional críticamente aclamada, una actriz que ha recibido el título de Dama de la Reina de Inglaterra, el equipo la consideró como una persona sensata con los pies en la tierra y la consideró como parte del equipo. "Helen es el ser humano con los pies más firmes en la tierra, lista e inteligente", dice Blake. "Y no sólo trae su talento como actriz, aporta su gran conocimiento de Francia y su amor por la comida y su habilidad innata para divertirse".

Para el papel de Papa, el patriarca de la familia Kadam y el archienemigo de Madam Mallory, recurrieron al aclamado actor indio Om Puri. Un veterano que ha salido en más de 250 películas, Puri tiene un gran rostro, lleno de personalidad, y una gran habilidad para pasar de interpretaciones sensibles a graciosas de un momento a otro. Hallström dice "Siempre he admirado a Om Puri. Su presencia es tangible, y la estabilidad y autoridad de esa presencia es asombrosa y perfecta para Papa".

En la familia Kadam, Hassan es el hijo modesto y sensible que ha sentido la llamada de una vocación, una que ha heredado de su madre. Afortunadamente, los cineastas encontraron a Manish Dayal y le dieron el papel, a quien hemos podido ver en Sensación de vivir: La nueva generación y Ley y orden: Unidad de víctimas especiales. Dayal sintió una conexión inmediata con Hassan y se dispuso a absorber todo lo que pudiera para dar vida por completo al personaje.

Blake dice "Queríamos que el público estuviera con Hassan en su primer viaje, que es exactamente lo que Manish fue capaz de hacer con su papel". Spielberg añade, "tiene una presencia preciosa, calmada, constante. No se parece a, pero prácticamente es, el hijo de Om. Hay algo, con y sin la cámara de por medio, que realmente unió a estos dos actores".

"Om es un pícaro, un mentor y una persona realmente cariñosa", dice Dayal. "Aporta vitalidad, carisma, corazón e inteligencia a todo lo que dice".

Desde el momento en que se conocen, Hassan queda prendado de Marguerite, la encantadora mujer que se hace amiga de su familia cuando llegan al pueblo. Es la asistente de cocina de Madame Mallory y una fuente de información – e inspiración – para Hassan. A pesar de compartir su pasión por la comida, Marguerite cree que los chefs no deberían estar con otros chefs, así que cuando empieza a sentir algo por él, desconfía de sus motivos y esconde sus sentimientos.
Los productores consideraron a varias actrices para el papel de Marguerite, pero cuando Spielberg vio a Charlotte Le Bon en un programa de varietés francés mostrando su lado cómico, se convirtió en su primera elección. Según Spielberg, "Charlotte salió e hizo una escena cómica en un talk show diurno, y yo me di cuenta de que una actriz tan hermosa que pudiera ser tan graciosa, es exquisita, y teníamos que conseguir que estuviera en la película".

Le Bon, que nació y creció en Montreal y cuyos trabajos anteriores incluyen las películas Yves Saint Laurent y La espuma de los días, mostró tener una gran química con Dayal en las pruebas y le ofrecieron el papel. Según Le Bon, "me gustaba el hecho de que Marguerite fuera tan apasionada con la cocina… Me resultó muy inspirador. Y como un actor quieres interpretar un personaje que sufra algún tipo de evolución, como le ocurre a Marguerite, lo cual me resultó muy atractivo".

Dayal dice, "tiene esta energía increíble que es casi magnética. Y ambos tenemos sensibilidades parecidas, lo que hizo que trabajar juntos fuera divertido y fácil". Blake añade, "Charlotte es perfecta en el papel, y lo que es genial de ella es que es bellísima pero también tiene algo excéntrica… es desternillantemente graciosa".

Hallström está de acuerdo, "Charlotte se parece a Helen Mirren, en el sentido de que es una mujer intrépida. Es lista, ingeniosa y graciosa, y escucha cuando interpreta… escucha a la persona con la que habla, lo cual es seña de un buen actor".

El resto de la familia Kadam, Mansur, Mahira, Mukhtar y Aisha, están interpretados por Amit Shah, Frazana Dua Elahe, Dillon Mitra y Aria Pandya, respectivamente. Al comienzo de la fotografía principal, los actores rodaron exteriores sencillos como la familia Kadam, y eso les dio tiempo para irse conociendo. Y durante los fines de semana, Puri cocinaba para su familia ficticia, lo cual creó un ambiente cómodo para los actores e hizo que los lazos familiares en pantalla fueran mucho más creíbles.


Planeando el menú: Creando el look
Un viaje de diez metros es un festín suculento de sabores para los sentidos y uno de los ingredientes clave es el impresionante paisaje francés. Hallström siempre había imaginado un pequeño pueblo francés con montes, viñedos e iglesias de piedra, y quería un lugar que no se hubiera visto en la gran pantalla antes. Después de semanas buscando localizaciones, los cineastas se decidieron por Saint-Antonin-Noble-Val en el sur de Francia. Se encuentra entre la exuberante vegetación del campo pastoril y el pueblo tenía una cualidad atemporal y era del tamaño perfecto y el lugar ideal desde un punto de vista cinematográfico.

Saint-Antonin incluso tenía su propia plaza del pueblo, donde tiene lugar un mercado durante los fines de semana, que se podía usar para varias escenas cruciales del guión, que tienen lugar en un mercado al aire libre. Muchos de los tenderos que trabajan en el mercado aparecieron como extras en la película, al igual que sus productos locales, flores frescas, vinos de la provincia y quesos de granja. Incluso había un impresionante puesto de especias dispuestas a granel, en cinco filas de bolsas marrones, que se acabaron usando como la caja de especias que Papa da a Hassan.

El diseñador de producción nominado al Premio de la Academia David Gropman, que ha trabajado con Hallström en Chocolat y Las normas de la casa de la sidra, quedó cautivado de inmediato con la región, de la que dice "la arquitectura de la zona, los paisajes y el maravilloso pueblo eran perfectos para contar nuestra historia". Puri añade, "es precioso, es exótico, es pintoresco. Todo es verde y hay un montón de preciosos y encantadores valles. Y tiene una especie de ritmo muy calmado".

Si Le Saule Pleureur es el estándar por el que se mide la cultura y cocina francesa en la historia, la Maison Mumbai es el corazón de la pasión y la calidez. Y encontrar estos dos restaurantes que anclan la historia fue un trabajo hercúleo. Las posibilidades de encontrar un hogar estiloso e inmaculado a la altura de Madame Mallory en el mismo pueblo que un hogar envejecido y caótico que se pudiera transformar en un restaurante con terraza, lleno de vida con música india, era prácticamente imposible. Eventualmente, encontraron el sitio ideal para rodar los exteriores de Le Saule Pleureur. En medio de la campiña y cerca de una pequeña carretera rural, había una elegante mansión rosa del siglo XIX, escondida tras unos enormes setos. El edificio de estilo burgués conocido como "La Durantié" fue construido a finales des siglo XIX por dos hermanas, y el interior de la casa se usó para rodar las escenas que tenían lugar en el dormitorio de Madame Mallory, así como las del restaurante (la cocina de Le Saule Pleurer se construyó en otro lugar en un escenario de un set). Rodar en una casa francesa de verdad inspiró especialmente al reparto.

"Supe el minuto en que la vi que sería perfecta para Le Saule Pleureur", recuerda Gropman. "Tenía un toque parisino y una sofisticación que la distanciaba del resto de la arquitectura que el público va a ver en el pueblo".

A continuación, los cineastas tenían que encontrar un exterior para Maison Mumbai y esperaban encontrar algo en la carretera para que fuera fácil unir en una composición con el exterior de Le Saule Pleureur. Con tiempo, encontraron un pequeño pueblo de unos 650 habitantes a diez kilómetros de Saint-Antonin.
Desgraciadamente, no estaba cerca de ninguna carretera, pero los dueños dejaron que la producción construyese una carretera y un falso muro delante de la granja. Fueron tan generosos que dejaron que construyeran una fachada para Le Saule Pleureur al lado de la falsa carretera en uno de sus campos. La fachada falsa de dos alturas, completada con una enorme pantalla azul y una grúa de cinco pisos con un enorme aparejo de luces, fue usada para rodar todas las escenas en la carretera entre los dos restaurantes.

Winfrey recuerda, "cuando fui al set por primera vez, mi corazón dio un vuelco. Era como pasear por la historia con todo tal y como lo había imaginado. Estás haciendo una película sobre expandir tus horizontes en un nuevo ambiente así que, ¡es genial que el reparto pueda trabajar en ese ambiente y no un set en alguna parte de Hollywood!" Morais sintió lo mismo, dice "David Gropman incluso ha mejorado la visión que yo tuve. Es la Francia vieja y el Mumbai rudo perfectamente unidos".

Gropman tuvo la tarea adicional de diseñar cada una de las cuatro cocinas que se ven la película y quería asegurarse de que reflejaran el ambiente de sus personajes. Dice, "los chefs sienten mucha pasión por la comida que cocinan, así que sus cocinas y restaurantes son lugares sagrados para ellos como consecuencia. El objetivo era divertirnos con el aspecto que iban a tener y a la vez asegurarnos de que fuera auténtico para el personaje".

La producción rodó en Francia durante 52 días, seguidos de cuatro días con un equipo más pequeño en India. Curiosamente, el equipo fue un pequeño crisol en sí mismo. La mayoría eran franceses, pero también había unos pocos americanos, británicos e indios con un director, un director de fotografía y un equipo de cámara suecos. "Se hablaban cuatro idiomas en el set todo el rato: inglés, francés, sueco e hindi", dice Blake. "El rodaje fue tan multicultural como la película misma".


Combinar los ingredientes: Dos culturas y cocinas en guerra
El conflicto entre Le Seule Pleureur y Maison Mumbai es simbólico del choque entre dos culturas muy diferentes, con la insistencia soberbia de Madame Mallory enfrentándose a la testarudez pétrea de Papa. Cree que su orgullo nacionalista por la cultura francesa y su haute cuisine está juego, mientras que él tiene miedo de que su familia sea expulsada del pueblo de nuevo porque no encajan. Cada uno se siente amenazado por el otro, y ninguno está dispuesto a echarse atrás.
Puri dice, "Madame Mallory parece muy refinada y elitista, pero es más clásica en su actitud, mientras que Papa es más rústico. Pero eso no quiere decir que el rústico no tenga derecho a vivir". Mirren añade, "Es una lucha que se convierte en una guerra abierta dentro de una sociedad civilizada, pero sique siendo una guerra".

"La comida juega un papel muy importante en unir a la familia", dice Winfrey. "Es el centro de aquello que les permite destacar, porque tienen una gran confianza en su habilidad para hacer comida maravillosa, y comida que realmente llena a la gente de manera espiritual, emocional, además de estar deliciosa".

Cuando Hassan se acerca a Madame Mallory y ofrece hacerle una tortilla, ella entiende inmediatamente el significado. Sabe de su aptitud para la cocina, pero no es hasta que prueba su tortilla que ve su técnica y se da cuenta de hasta qué punto es un genio. La tortilla tenía que estar perfecta – como el resto de la película – pero Dayal fue capaz de darle su propio toque al plato cuando se rodó la escena. "Crecí comiendo un tipo de tortilla que mi padre solía hacer", revela Dayal. "Y esa es la tortilla que creamos en la película. Tiene chili en polvo, leche, mucho cilantro y un toque de pimienta negra".

"Cuando estaba leyendo el guión, realmente estaba salivando con esta escena", dice Winfrey. "¡No podía esperar a probar esa tortilla!" Knight cuenta "tenía por norma, que si a la hora de escribir había algún problema argumental lo podría resolver con comida. La obligación de la comida, la necesidad de Hassan de evolucionar, es lo que hace que al final se derrumbe la barrera entre Madame Mallory y Papa. Es lo que trasciende los prejuicios que les separan a cada lado de la calle".

La cocina india es admirada por su diversidad de sabores: el toque de jengibre en el pollo tikka masala, el sabor acuático del erizo de mar, el suave y picante sabor de los clavos en el pollo tandoori. La mayoría de los platos están intensamente sazonados, con de todo desde chiles picantes, cardamomo y comino hasta canela, azafrán y cilantro. La aproximación india a la cocina es espontánea y relajada, con muchos platos que se comen con las manos.

Puri explica, "en India, somos más informales con nuestra comida. La cocina francesa tiene muy en cuenta la presentación, y la comida india no tanto. Pero las distintas gastronomías que tenemos en India son increíbles y están llenas de especias. El mundo entero recurría a India para sus especies".

Para los franceses, el sabor es obviamente importante, pero hay más. Y la preparación, en concreto la técnica, es tan importante como el producto final. Los sabrosos quesos, panes, hojaldres, y el vino se suelen asociar con la cocina francesa, así como las salsas ricas (bechamel, velouté, de tomate, española y holandesa). Cuando Hassan prepara las salsas para Marguerite – su primer intento en la cocina francesa – es la primera señal de la magnitud de su talento en la cocina.

Es esta diversidad de estilos lo que prende el interés de Hassan por la cocina francesa y le motiva a entrenarse con Madame Mallory y aprender la cocina clásica francesa. Como inmigrante orgulloso, Papa se siente traicionado al principio, pero pronto ese sentimiento queda superado por el orgullo que siente por su hijo, y al final los dos adultos deciden dejar de lado sus diferencias por el bien de Hassan.

"Porque los dos son personas muy diferentes, les lleva mucho tiempo acercar la corta distancia", dice Puri. "Madame Mallory está a diez metros, pero les llevó mucho tiempo ser amigos".

Éste es un viaje que Hassan tiene que emprender", dice Knight. "Cruzar al otro lado e ir al restaurante francés para aprender la clásica cocina francesa. Es un viaje muy corto, uno que crees que no va a ocurrir porque los dos estilos de vida parecen enormemente distanciados. Pero cuando hace ese viaje, te das cuenta de que realmente están justo al lado el uno del otro".

Dayal añade, "ese pequeño paso significa mucho. Es el puente entre su infancia en el mercado indio y su incipiente madurez como chef de cocina francesa".


Buen provecho: Crear un imaginario apetitoso en pantalla
La comida es una substancia estimulante. Tiene la habilidad de curar, de acercar a las personas y de inspirar; mezcla culturas y nos puede dar una visión de las vidas y experiencias de otras personas. Hassan empieza como un joven con un interés en la buena comida que ha sido bendecido con un don especial – la habilidad de degustar no sólo con su paladar, sino con todos sus sentidos. Queda fascinado por la comida francesa, se acuesta todas las noches con libros de cocina que le da Marguerite. Usa su conocimiento de comida india para mezclar esa cocina con recetas nuevas que ha descubierto en la cocina francesa, creando un puente entre las dos culturas con comida.

"La comida es una gran herramienta igualadora", dice Spielberg. "Pone a todos al mismo nivel y une a cualquiera de cualquier país, cualquier religión y cualquier disciplina en la misma página. La comida es la ambrosía que les une".

Antes de que comenzara la producción, Dayal y Le Bon recibieron clases básicas de cocina, lo que les dio la oportunidad de experimentar de primera mano con las diferencias entre las dos cocinas. Chefs franceses e indios estuvieron en el set para ayudar a los actores, así como para aconsejar acerca de las mejores maneras de iluminar y filmar la comida de manera auténtica. Entre ellos estaban: Vincent Meslin y Lenaic Jourden como consejeros de cocina francesa, y Floyd Cardoz y Anil Sharma como consejeros de cocina india.

"Lo más importante que aprendí fue que cocinar es realmente gestual, trata de lenguaje corporal", dice Le Bon. "Y también ayuda tener carácter".

Cuando llegó el momento de rodar las escenas con comida, los cineastas se encontraron con un extraño reto: cómo asegurarse de que todos los platos pareciesen tan tentadores y realistas en la pantalla como en la vida real. De la mayor importancia para Hallström fue asegurarse que los planos parecieran orgánicos, no quería imágenes que sacaran al público de la historia.
"Mi mayor miedo era hacer un primer plano de un plato y que pareciera uno de esos anuncios de pasta con imágenes a cámara lenta", dice Hallström. "Pero nuestro director de fotografía Linus Sandgren tiene un instinto natural para acercarse a la comida de forma poética, de manera que parezca suculenta cuando la enfocamos".


Cada bocado te recuerda a casa: Regreso a los sabores que nos definen
Una vez en París, cuna de muchos de los mejores gourmets de Europa, Hassan se distrae de su arte. La comida que hace es fría y cínica, el trabajo le aliena, y por primer vez en su vida se encuentra llevado por la inercia, sin ningún tipo de pasión ni de placer.

"Los franceses tienen una palabra maravillosa, déraciné, que quiere decir ‘desarraigado’", dice Morais. "Hay mucha gente en el mundo hoy, dice Hassan, como Papa, que vienen de una cultura pero su vida y su trabajo les lleva a otra. Creo que cuando esto te ocurre, te tienes que preguntar, ‘¿dónde está mi hogar?’" Knight añade, "París es el epicentro de los mejores restaurantes del mundo, pero la moda molecular actual es muy científica – y no es especialmente emocional. No presta atención a las raíces tradicionales de ningún tipo, ni siquiera francesas. Así que Hassan se encuentra en un ambiente más bien estéril".

Blake añade, "Con lo molecular, Hassan sube de inmediato a lo más alto, pero la cocina es toda de acero inoxidable con hielo humeante y tubos de probetas y no tiene alma alguna. Es el opuesto absoluto de la calidez de la cocina de Maison Mumbai".

Hassan añora a su familia, a Marguerite y la vida que tenía en Saint-Antonin, y llega a darse cuenta de que la comida son recuerdos, y es la comida la que le acabará llevando al pueblo de nuevo. "Cada viaje de diez metros es como El Mago de Oz", dice Winfrey. "Nunca está más allá de tu jardín de atrás. Y la comida puede devolverte el cariño o el sentimiento de ser cuidado, apoyado y amado. Cada bocado te hace pensar en ser querido y cada bocado te acerca a casa".

Una victoria de la pasión frente a los prejuicios, Un viaje de diez metros es la convergencia de dos mundos a través del poder de la aceptación y la comprensión y la naturaleza unificadora de la comida. "No vayas a cenar antes de ver esta película", dice Mirren. "Después te vas a un buen restaurante francés o indio".