Cinemanía > Películas > The imitation game > Comentario
Destacado: Julianne Moore y Tilda Swinton en 'La habitación de al lado' de Pedro Almodóvar
  The imitation game  (Descifrando enigma)
  Dirigida por Morten Tyldum
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

THE IMITATION GAME (DESCIFRANDO ENIGMA) es un retrato dramatizado de la vida y obra de uno de los héroes desconocidos más extraordinarios de Gran Bretaña, Alan Turing. Benedict Cumberbatch (El quinto poder, Star Treck: En la oscuridad y Sherlock) y Keira Knightley (nominada al BAFTA por Expiación. Más allá de la pasión, nominada al Oscar por Orgullo y prejuicio) protagonizan esta película como Turing y su alidada y compañera criptógrafa Joan Clarke, junto a un reparto de primera, entre los que se incluyen Matthew Goode (Stoker, Un hombre soltero), Mark Strong (El topo), Rory Kinnear (Skyfall), Charles Dance (Gosford Park, Juego de tronos), Allen Leech (In Fear, Downton Abbey) y Matthew Beard (An Education).

El director noruego Morten Tyldum, nominado al BAFTA por Headhunters, dirige un guión de Graham Moore, basado en el libro Alan Turing: The Enigma de Andrew Hodges. Teddy Schwarzman de Black Bear Pictures produce junto a Nora Grossman e Ido Ostrowsky de Bristol Automotive, con Moore como productor ejecutivo y Peter Heslop (El discurso del rey) como co-productor. Tras la cámara encontramos al director de fotografía Óscar Faura (Lo imposible), al editor William Goldenberg (ganador del Oscar por Argo), la diseñadora de producción Maria Djurkovic (El topo), la diseñadora de vestuario Sammy Sheldon Differ (Kick-Ass – Listo para machacar), la diseñadora de peluquería y maquillaje Ivana Primorac (Anna Karenina), la directora de casting Nina Gold (Los miserables) y al compositor Alexandre Desplat (nominado al Oscar por Argo).

La película se rodó en Inglaterra a lo lardo de ocho semanas con localizaciones en Londres, Oxfordshire, Buckinghamshire y Dorset, incluyendo una mansión victoriana que en su día fue la casa del escritor y oficial de inteligencia naval Ian Fleming, una base de la RAF en desuso, la estación de King's Cross, Sherborne School, donde se educó el joven Turing, y Bletchley Park, la sede central de decodificación, con algunos interiores filmados en los Estudios HDS/CHAK89 en Middlesex.

La increíble pero verdadera historia, en gran medida desconocida, del criptógrafo Alan Turing se extendió vertiginosamente en la comunidad de Hollywood en diciembre de 2011. Fue entonces cuando el emergente guión de Graham Moore iluminó la vida de Turing. THE IMITATION GAME (DESCIFRANDO ENIGMA), se situó en primer lugar en la legendaria lista negra – la lista de los ejecutivos de Hollywood donde aparecen los guiones favoritos aún no producidos.

Teddy Schwarzman, jefe de producción y financiación de Black Bear Pictures quedó prendado con su primera lectura. "No podía dejar de leerlo, era tan denso, tan rico, con significado histórico, con un protagonista inquietante e incomprendido. Era un guión donde podías ver una película claramente y estaba escrito de una manera muy inteligente, con un diálogo muy estilizado, pero sin anteponer nada a los personajes". Schwarzman supo que encajaría perfectamente con el canon de Black Bear: historias originales, cautivadoras y complejas, centradas en los personajes, como la recientemente aclamada Cuando todo está perdido, protagonizada por Robert Redford.

El origen de la historia del guión es mucho más interesante de lo que pudieran saber muchos. A finales de 2009, los productores de Bristol Automotive, Nora Grossman e Ido Ostrowsky, vieron un reportaje en las noticias con el discurso del primer ministro Gordon Brown, disculpándose en nombre del gobierno británico por el tratamiento que recibió Alan Turing después de la Segunda Guerra Mundial. No conocían la historia de Turing, investigaron y descubrieron una vida extraordinaria, desconocida para la mayoría de las personas, sobre todo en Estados Unidos. Inmediatamente se hicieron con los derechos de la biografía de Turing y se pusieron a hablar de ello en una fiesta donde uno de los invitados era Graham Moore. El joven novelista confesó su amor por Turing y el trío planeó el guión. El título de un texto de posguerra de Turing sirvió como inspiración para Moore. Detallaba el método que inventó Turing para determinar si algo parte de una máquina o de una persona real. Una especie de prueba, pero que para Turing era un juego: el juego de la imitación (en inglés, "The Imitation Game").

En otoño de 2012 Grossman y Ostrowsky se encontraron buscando un nuevo hogar para el proyecto pensando en una posible colaboración de estudios. Entre otros, el equipo se reunió con Schwarzman y rápidamente nació una alianza. Schwarzman, Grossman, Ostrowsky y Moore se dieron cuenta de que querían contar la historia de la misma manera, rindiendo homenaje a una vida extraordinaria con la esperanza de honrar los elementos más problemáticos y únicos del relato.

"Es una historia vital alucinante", se maravilla Moore. "Es una vida que si te la inventas, no sería creíble: una persona que ha vivido situaciones tan dramáticas, esa persona es un genio, un héroe de guerra, ha inventado el ordenador, ha sido procesado por el gobierno por homosexual y se ha suicidado. Son muchas películas en una. Es increíble que sea cierto".

A pesar de las extraordinarias circunstancias que rodean la vida de Turing, todo el equipo sintió una conexión y admiración personal por su historia.

Schwarzman comparte el entusiasmo de Moore: "Es una historia que el mundo necesitaba conocer. Los polacos y los británicos habían trabajado durante años para descifrar el código y no habían progresado suficientemente, así que el que se involucre un profesor en Bletchley Park sin entrenamiento real y encuentre una manera de solucionar un problema imposible, es emocionante. Quería que la gente supiera lo que había logrado Turing antes, durante y después de su paso por Bletchley Park. Fue acogido por su singularidad, y en el proceso salvó innumerables vidas".

Desde un punto de vista temático, Schwarzman también conectó con el guión. "Tiendo a apreciar al marginado, al pensador que hace cosas que otros creen extrañas o superfluas o equivocadas y que, sin embargo, gracias a su propia tenacidad encuentra una manera de dejar huella. Ésta es la historia de un hombre que sacó algo de la nada, influenciando de manera muy profunda a generaciones futuras".

Moore estaba impresionado con el trabajo de Turing – y el increíble número de devotos que tenía. Recuerda "Cuando era un adolescente, estaba súper metido en ciencias informáticas. Fui a un campamento de informática. Realmente me gustaba programar y, entre la gente de ese mundo, Turing es un objeto de fascinación, casi de culto. Porque era este inventor informático desconocido, a quien la Historia no había hecho justicia, siempre se hablaba de él, desde los Steve Jobs y Bill Gates de este mundo hasta un adolescente como yo. Siento que esta película es la cosa más importante de la que voy a formar parte en mi vida. No sé si volveré a hacer algo que adore tanto como esto, pero estoy muy contento de poder hacerlo ahora".

Con su visión clara, los productores se propusieron formar un equipo artístico tan apasionado e impresionante como el material. "Sabíamos que teníamos un guión que era especial, que mezclaba un biopic convencional, un personaje profundo y un thriller, así que sabíamos que queríamos un director que no fuera a hacer el típico biopic que ya hemos visto antes", comenta Ostrowsky.

La búsqueda para las personas adecuadas era crucial. El equipo sabía que tendría que ser una persona muy especial la que pudiera sintetizar todos los elementos narrativos en toda su envergadura y los detalles necesarios para hacer justicia a la historia de Turing.

"Había una serie de directores realmente talentosos interesados en hacer la película, y nos sentimos honrados por su interés", recuerda Schwarzman. "La película tenía un escritor y productores americanos, así que enseguida supimos que la película tenía que rodarse en el Reino Unido para anclar sus raíces históricas". Pero fue una decisión inusual que cegó al equipo. "Al final fue un noruego el que me dejó atónito con su verdadera comprensión de los personajes. Morten Tyldum sabía lo que motivaba a todos en la historia y que era una historia de amor y de pérdida y de triunfo".

Siendo relativamente desconocido en Estados Unidos, el noruego Tyldum había dirigido Headhunters. "Simplemente me encantó, encantó, encantó esa película. Si coges cada uno de los elementos de esa película, todos te llevan a los aspectos individuales que necesitábamos en la nuestra. Hay una sensación de propulsión, una sensación de tensión, de carrera a contrarreloj, una caza que está en marcha. Hay un protagonista desagradable con el que no puedes dejar de empatizar. Hay humor y ligereza en las ocasiones que se necesita realmente. Hay una sensación de maestría artística en el modo en que se rodó la película que sentí que si teníamos a alguien que pudiera hacer algo con tanta habilidad y lo suficientemente apasionado para contar esa historia, confiaba en que podría hacer algo realmente especial con la nuestra".

Moore se reunió con Tyldum y se dio cuenta de que era la persona ideal para el trabajo: "Nunca soñé que acabaríamos con un director del nivel de habilidad y destreza que aporta Morten. Desde la primera vez que me senté con él – dejé la reunión y llamé a los demás y dije 'tiene que ser este hombre. Éste es el director de la película. Lo pilló enseguida y de manera instintiva'".

Schwarzman enfatiza, "Necesitas alguien inspirador como tu director, necesitas a alguien que tenga confianza en su visión pero, al mismo tiempo, que colabore en el proceso, con sensibilidad emocional y que realmente entienda el tipo de interpretación que busca para la gran pantalla. Y acabé dos reuniones en 48 horas con Morten sintiendo confianza absoluta en su visión para la película".

Por parte de Tyldum, mantenerse fiel a las raíces iconoclastas de Alan era esencial para llevar THE IMITATION GAME (DESCIFRANDO ENIGMA) a la gran pantalla. "Es una historia muy importante que rinde tributo al hecho de ser diferente y a lo fundamental que es tener a gente que piensan diferente, sin seguir la norma, en la sociedad", dice Tyldum. "Turing se enfrentó a una gran injusticia, pero nunca comprometió sus ideales. Y el mundo es mejor por su valentía".

Tyldum se vio reflejado un poco en ese carácter extraño y quiso usar su patrimonio no-británico para enriquecer la película. "Creo que es bueno tener un punto de vista externo, ya que naturalmente te lleva a enfatizar los elementos universales de la historia. Ésta era una época especial en la historia británica, seamos claros. Pero estas ideas de Alan, iban mucho más allá de su tiempo y la guerra. Así que creo que la película es más que una película de época. Es mucho mayor y mucho más importante que eso".

Con Tyldum abordo, centraron su atención en el casting del papel sobre el que descansa toda la película. La película necesitaba un actor que pudiera sintetizar el genio de Turing, su humanidad y sus muchas complejidades. "Incluso antes de tener esta película y antes de que estuviera establecido en Estados Unidos, dije que Benedict Cumberbatch tenía que hacer de Turing", recuerda el director. "Creo que Benedict tiene esa mezcla de sensibilidad y fuerza y no hay mucha gente que pueda retratar a un genio y que resulte creíble. Transmite tanta vida interna. Realmente crees que Benedict se convierte en Alan Turing y te crees cien por cien que este hombre es capaz de crear estas enormes ideas".

Moore recuerda su emoción mientras buscaban al actor para Alan. "El que Benedict se sumara fue como ganar la lotería. Está en casi todos los fotogramas de esta película. Hay muy pocos actores en el mundo que puedan con un papel como éste. Turing no sólo es un genio, es gay. No sólo es gay, sino que no ha salido del armario. No sólo no ha salido del armario, sino que tiene que ganar la Segunda Guerra Mundial. Benedict no sólo transmite la inteligencia de Alan Turing, la encarna. Su nivel de compromiso con su personaje refleja una capacidad de devoción que rivalizaría con la del mismísimo Alan Turing".

"Tienes que creer que el actor interpretando a Alan es increíblemente inteligente – y con Benedict eso nunca está en duda", comenta Ostrowsky. "Puedes ver lo agudo que es y lo curioso que es y también cuan misterioso y enigmático es". Es un sentimiento unánime.

El siguiente reto fue encontrar a la actriz para el papel de Joan Clarke, la compañera de Alan tanto en el trabajo como en su vida, y una brillante matemática por derecho propio. Una mujer adelantada a su tiempo. Joan es un personaje polifacético que necesitaba a una actriz veterana y habilidosa. Y llegó la nominada al Premio de la Academia Keira Knightley. "Estaba emocionado de que Keira quisiera interpretar a Joan", dice Tyldum. "Trajo tanta energía, pero también vulnerabilidad al personaje. Roba las escenas en las que sale. Es maravillosa y creo que bastante diferente a sus interpretaciones en otras películas de época. Es capaz de interpretar a alguien que es tan habilidosa e inteligente como Turing. Y porque posee todas las cualidades de las que carece Alan, acaba siendo tan importante en su vida. Hay una química muy buena entre ellos".

La última pieza del átomo en el núcleo de Bletchley era el papel de Hugh Alexander. Otro hombre de increíble talento, Hugh posee un encanto arrollador y es extremadamente atractivo además de tener una afinidad ejemplar con los números.

Este reparto aunó una auténtica riqueza de talentos británicos. "Tengo el reparto perfecto", dice Tyldum. "Es imposible no mirar a Mark Strong en cada escena en la que sale. Charles Dance trae tanta autoridad a su papel. Ha nacido para ser este líder militar. Rory Kinnear da una interpretación con tantas capas como Nock. Y los criptógrafos – Allen y Matthew – tengo tanta suerte de haber trabajado con este grupo de actores. No puedo elogiarles suficientemente".

Mientras que la precisión histórica era crucial para los cineastas, Moore destaca los refuerzos creativos que realzan la experiencia de la película. El detective Nock, por ejemplo, interpretado por Rory Kinnear, es un vehículo para que el público se implique en la historia. "El detective Nock es un nombre ficticio – le di el nombre de mi antiguo compañero de piso", admite el escritor. "Nos da otra perspectiva – poniendo a la audiencia en la cabeza del oficial de policía que le detiene, podemos verle como una persona normal, no una mala persona, puede acabar haciéndole algo horrible a Alan. No queríamos escribir una historia en la que Alan es un personaje triste al que le ocurren cosas malas, así que decidimos mostrar sus últimos años a través de la perspectiva de este detective ficticio. Usamos a Nock para crear este misterio en torno a Turing - ¿quién es?, ¿qué le motiva? También contribuye a que el público se sienta culpable sobre lo que le ocurrió a Turing. Nock no es una mala persona, no es una personal cruel. Esta cosa terrible que le ocurrió a Turing, que fue increíblemente injusta, no fue su culpa, y es con la injusticia de todo esto con lo que tenemos que lidiar".

Para complementar al reparto, los cineastas necesitaban un equipo de primera. Tyldum tenía un esquema visual concreto en mente desde el principio y, sin sacrificar realismo, quería la versión más dinámica de lo visual. Tyldum comenta: "Quería que el director de fotografía Óscar Faura hiciera la película después de ver Lo imposible – la fotografía era tan preciosa. Vi El orfanato inmediatamente después y la manera en que ilumina es tan hermosa y atmosférica. Estoy encantado con haber encontrado a un director de fotografía que es tan respetuoso con la época, capturando esta trágica elegancia de una manera tan pronunciada".

La diseñadora de producción Maria Djurkovic contaba con la admiración de Tyldum desde el principio. "Me dio tanto, recreando ese mundo y también Sammy Sheldon Differ, la diseñadora de vestuario, que hizo que no fuera glamuroso, pero intrigante y estiloso. Tuve a unos jefes de departamento maravillosos para todo el rodaje".

"El equipo en el Reino Unido fue muy profesional y su trabajo fue excelente. Fue una producción realmente multicultural e internacional – teníamos a un director noruego, productores americanos, un equipo de cámara español y un equipo británico, y todo funcionó muy bien".

El diseño de producción de Maria Djurkovic no quedó limitado por las exigencias del ambiente de guerra: "mi trabajo es responder al guión – para mí la cosa más importante es encontrar la estética general para la película – y no se trata sólo de que sea una película de época, que se desarrolla entre tal y tal año, la investigación histórica es parte de nuestro ADN, se da por hecho".

"Hay ciertas esperanzas que tiene la gente con una época y siempre me gusta subvertirlas ligeramente, y cada elección del diseño funciona estéticamente como una entidad general, más allá de escenas específicas. El look de las películas que diseño tiende a tener una cualidad ligeramente realzada".

"La paleta de color de los años 40 era bastante apagada pero, de hecho, si miras entre el material de investigación, lo que resulta central en la película en cuanto al diseño es la creación de la máquina descodificadora de Turing, así que ese es nuestro punto de partida. Ir a Bletchley y ver cómo funcionaba fue maravilloso, esta cosa pesada extraordinaria, con un millón de cables rojos saliendo de ella".

"Teníamos que hacer que la máquina pareciera que funcionaba, con todos sus diales girando. Tenía que parecer la cosa real, pero tenía que parecer más interesante que la cosa real. Y tuvimos que hacerlo con tiempo y recursos limitados. Esta invención sorprendente es el primer ordenador, es increíble, y sin él, quién sabe lo que hubiera ocurrido. No sólo es crucial para nuestra película, es crucial para nuestra historia, así que muy pronto decidimos hacer que fuera más interesante, nuestro 'Christopher' tendría el aspecto que tuvo antes de que se metiera en la caja negra, de modo que se pueden ver sus entrañas".

La diseñadora de vestuario Sammy Sheldon Differ también se vio ante el reto de presentar la versión más dinámica posible de la época. "Morten no quería que tuviera ese aspecto apagado de los 40, quería que tuviera algo más de vida, así que hablamos del uso del color – algunas de las fotos que he investigado estaban en color – y había más de lo que imaginas en esa época. Me interesaron estos azules, rojos y verdes que no se suelen apreciar en las películas y televisión de la época. Observamos a los personajes reales que hay en el guión y quería transmitir tanto como fuera posible quienes eran realmente, y tan fielmente como fuera posible, pero también usando el color como una manera de contar la historia".

"Intentamos usar ropa que fuera de la época tanto como fuera posible – buscamos ropa que siguiera las normas de austeridad de la época, con la etiqueta CC41, que se daba de manera racionada. Benedict había investigado mucho y, cuando se ponía algo de esto, sabía si era adecuado".

La historia de Alan Turing impresionó profundamente al director, productores, reparto y equipo y Benedict Cumberbatch disfrutó con la oportunidad de ponerse en la piel de este gran hombre. "Rodar en Bletchley Park fue extraordinario – simplemente el estar en ese terreno y andar por el césped y bajo esos árboles que estaban ahí antes de que estuvieran ellos y que estarán ahí mucho después que nosotros. Es una parte tan importante de nuestra historia, y nuestra historia secreta, y hubo estos momentos en los que pensabas que había algo un tanto fantasmagórico sobre lo que estábamos haciendo".

Graham Moore resume el sentimiento de todos los involucrados: "La historia de Alan Turing tuvo un final muy trágico, pero queríamos hacer una película que le celebrara a él y a su vida, así como su trabajo. Espero que esta película acerque a la gente a una figura difícil y compleja, que de otro modo no podrían. No se parece a nadie que hayamos conocido nunca y siempre fue mi objetivo hacer que el público se sintiera cerca de él, meterles en su cabeza, en sus experiencias. Espero que miren a la pantalla y sientan que entienden a esta persona, que está alejada de ellos en la historia, en el tiempo y el espacio – y que tengan una idea del tremendo ser humano que fue".


El reparto y sus personajes

Benedict Cumberbatch sobre Alan Turing
Tenía una personalidad única y tenaz y asimétrica – era muy productivo, tenía grandes niveles de empatía y le importaban especialmente los niños, por los que sentía una gran afinidad. Tenía esta habilidad sin trabas para comunicarse con la gente y no se sentía limitado por las tópicos usuales, o lo demandado de un hombre que estaba tan concentrado y era un poco tímido. Se le veía como un tipo raro. Era tan capaz, tan rápido de pensamiento y tan sano. Era un hombre muy físico – corría maratones casi a nivel olímpico y competía en carreras de campo a través. Corría desde su casa en Wilmslow hasta el trabajo en la Universidad de Manchester, una distancia de 20 kilómetros en total. Hablé con gente que le había conocido durante su época en Manchester y todos decían lo increíblemente amable, correcto y reservado que era. No solía mirar a los ojos, pero cuando lo hacía, te sentías bañado por una personalidad muy humana, intrigante, ingeniosa y bastante encantadora. Se concentraba mucho y con frecuencia estaba en su propio mundo, en su propio pensamiento, en sus propios modos de razonamiento y hacía algunas cosas muy excéntricas, pero era muy abierto con ellas. Era un ser humano extraordinario, un alma amable, un ser humano benigno, algo cohibido, pero endiabladamente determinado, tenaz, un ser de extraordinario talento y habilidad. La tragedia de su vida no solo es que acabara tan pronto, sino que fuera perseguido en una época de intolerancia por su sexualidad.

Keira Knightley sobre Joan Clarke
Parecía una historia muy importante que había que contar. Es bastante extraordinario que puedas pasar seis años de tu vida haciendo algo como eso y nunca más volver a hablar de ello. No se les permitía hablar de ello, ni si quiera entre ellos. Alan y Joan eran muy buenos amigos. Hubo un momento en el que él creyó que podría casarse con una mujer y ser "normal", sea lo que sea eso. Era una gran amiga y quizá hubiera funcionado. Éstas son algunas de las personas que ayudaron a ganar la Segunda Guerra Mundial. Yo todavía cuento usando los dedos, así que cada vez que intentaba leer sobre las matemáticas que involucra todo esto, me pasaba tres semanas intentando hacerme a la idea y fallaba por completo. Soy actriz, no matemática.

Matthew Goode sobre Hugh Alexander
Hugh es un hombre muy inteligente, un jugador y campeón nacional de ajedrez, en dos ocasiones. Es casi tan inteligente como Alan, pero hay una diferencia. Alan, obviamente, es un genio, pero le gusta aislarse, mientras que Hugh es un macho alfa, lleno de confianza, al que le encanta liderar al equipo y, de hecho, han recurrido a él para ese trabajo. Alan, por otra parte, quiere trabajar por su cuenta. Hay cierta arrogancia en la manera en que Turing consigue lo que quiere, lo cual molesta a Hugh. Pero también, uno es gay y el otro no, lo que supone una yuxtaposición muy interesante cuando los dos están juntos. En mi profesión, si hay alguien que va por ahí incordiando a todos, lo que tiende a pasar es que se le deja de hablar, excepto cuando es absolutamente necesario. Pero puedes alejarte de este entorno laboral y no tienes que pasar todo el día con ellos. Turing era diferente. Aunque te está incordiando, también te intimida por cómo funciona su mente. Está funcionando a un nivel superior que el resto de nosotros y es muy evidente. Creo que lo que realmente nos irrita es el hecho de que no está compartiendo ninguna de sus teorías, las ideas con las que cree que descifrará Enigma. Cuando estás en un equipo, eso es bastante frustrante.

Mark Strong sobre Stewart Menzies
Es un personaje fascinante, prácticamente es el tipo que tira de los hilos. Se educó en Eton, ingresó en el cuerpo militar como Segundo Teniente y siguió una trayectoria muy tradicional a la hora de convertirse en el jefe del MI6 en 1939. Le preocupaba enormemente que los esfuerzos orientados a descifrar quedaron bajo la protección el MI6 en Bletchley Park. Fue responsable de la decodificación a lo largo de la guerra y Alan Turing fue alguien con quien trabajó de manera muy estrecha.

Blechtley Park era una instalación increíblemente secreta dedicada a la decodificación con miles de empleados y los alemanes del momento tenían una máquina llamada Enigma, que era un generador aleatorio de letras y era virtualmente indescifrable – había millones de opciones para cada uno de los códigos a diario. Cada día, cambiaban los códigos, así que cada día era diferente al anterior. Los analistas eran un grupo fascinante, su sentido de la camaradería, las peleas, las amistades. Siempre hay algo cuando cuentas una historia que es real que tiene una resonancia añadida. La necesidad dramática a veces engola las cosas un poco, pero esto da una mirada a la relación de Turing con la gente con la que trabajaba.

Rory Kinnear sobre el detective Robert Nock
Lo que menos me gusta sobre la interpretación en historias de este periodo es el fumar, pero me encantan los trajes de Nock. No se preocupa demasiado ni es muy fino, así que puedo aflojar y dejarme caer en este ambiente con cierta facilidad. También me gusta llevar tirantes y el corte de los pantalones. Llaman a Nock porque han entrado en una casa en Manchester, donde descubren a Alan Turing, barriendo cianuro del suelo. Turing le pide que no investigue el robo, esto pica la curiosidad del joven detective y en ese momento el secreto de Turing empieza a desmoronarse. Te preguntas si su historia hubiera salido a la luz si no le hubieran arrestado por indecencia grave y si no se hubiera visto frente a alguien tan ansioso por entender o descubrir la verdad. Nock se encuentra con algo para lo que para lo que no está preparado y se queda atónito.

Charles Dance sobre El Comandante Denniston
Básicamente dirigía Bletchley Park. Pero lo dirigía como si fuera un internado, trataba a los criptógrafos como a chiquillos traviesos. Realmente no entendía lo que hacían y creo que estaba bastante intimidado, desde luego lo estaba por la habilidad intelectual de Alan, que era notablemente superior a la de Denniston. Cuando Turing llega por primera vez a Blechtley para su entrevista, a pesar de que puedo ver que está inmensamente cualificado como matemático, por alguna razón, a Denniston le disgusta desde el principio. Un personaje como Turing hará que un personaje como Denniston esté muy a la defensiva. Creo que se da cuenta inmediatamente de que Turing es una bestia mucho más cerebral que él, pero tiene que admitir que Turing es un hombre muy, muy listo. Pero cree que hay otros igual de inteligentes, como Hugh Alexander, a quien nombra jefe de unidad, anunciando de manera un poco ladina que este hombre ganó el campeonato nacional de ajedrez. También es una cuestión de feromonas, este desprecio por Alan Turing y aporta mucha tensión a la pieza.

Alan Leech sobre John Cairncross
John es la única persona que confía tanto en Alan Turing a lo largo de la historia y después de la revelación de que Alan sea gay, es el que dice, si lo eres, ya lo sé. Se convierte en un gran amigo, porque le dice que está bien, pero que lo tiene que mantener en secreto. La película se ambienta en una época en la que la homosexualidad era ilegal y Alan corría un gran peligro de encontrarse enfrentado a todos en Bletchley y a la ley. Las tensiones llegan después, cuando la idea de John de cómo ganar la guerra no es compatible con la de los demás en Bletchley Park.

Matthew Beard sobre Peter Hilton
Es el más joven de los decodificadores de Bletchley Park y llega lleno de entusiasmo, rodeado por estos genios. Es un estudiante universitario de Oxford, que de repente se ve en medio de esta situación, rodeado por estos personajes increíbles, y es muy emocionante. El Peter real dijo que nunca volvió a alcanzar ese nivel de emoción después de su trabajo durante esos años en Bletchley Park y se pasó el resto de su vida hablando sobre ello y escribiendo sobre ello y pensando en ello. Llegó de una manera un tanto extraña, fueron a las universidades para encontrar a mentes brillantes y estaban buscando a alguien que pudiera hablar alemán y se le dieran bien las matemáticas y Peter fue el único que fue a la entrevista. No se le daba tan bien el alemán, mentía, un poco, pero le dejaron entrar porque fue el único que lo intentó. Y esos años le hicieron ser el hombre que luego fue, un matemático increíble que escribió libros maravillosos hasta su muerte hace unos pocos años. Estudié literatura inglesa en la universidad, pero siempre se me dieron mejor las ciencias en la escuela y volver a entrar en contacto con todas estas matemáticas, me obsesioné. Todos nos convertimos en empollones, buscando anécdotas sobre nuestros personajes. El gobierno reunió a estas personas tan excéntricas bajo un techo y siempre pienso en nosotros como un grupo raro de superhéroes con estos poderes especiales pero vistiendo de tweed.