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  Eyjafjallajökull  (O simplemente el volcán)
  Dirigida por Alexandre Coffre
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Película dirigida por Alexandre Coffre (Une pure affaire, y el cortometraje, presentado en Cannes, Quitte ou Double) y protagonizada por Dany Boon (Bienvenidos al Norte, Astérix y Obélix: al servicio de su Majestad) y Valérie Bonneton (Pequeñas mentiras sin importancia, À Coup Sûr).

Firman el guión de esta road movie que ha arrasado en la taquilla francesa, Laurent Zeitoun, Yoann Gromb y Alexandre Coffre.

Para el director: "No se trata de una película de amor ni de una comedia romántica. Incluso diría que es una comedia anti-romántica… teñida de aventura. Muy pronto, mis co-guionistas y yo pensamos en algunas películas de los años 80 que nos podrían servir de inspiración. Y, sobre todo, en la pareja formada por Michael Douglas y Kathleen Turner, que interpretaron a la perfección a unos personajes que se aman y se odian mientras viven locas aventuras".

El rodaje fue una auténtica locura ya que transcurrió a lo largo de doce semanas, a través de varios países diferentes. El rodaje comenzó en Munich, después atravesaron Alemania y Austria hasta llegar a Croacia. Todos los días cambiaban de localización. Fueron veinticuatro localizaciones en veinticinco días.

Su protagonista masculino, el conocido actor Dany Boon, señala: "Me encanta el título de la película. ¡Es impronunciable! ¡Los americanos nunca hubieran aceptado un título así para una película! En Francia sí que podemos hacerlo y me parece maravilloso. Utilizar como pretexto la erupción del volcán para hacer que los aviones aterricen, llenar todos los trenes y obligarlos a buscarse la vida es realmente astuto… Me gusta la idea de road-movie con la noción de urgencia y de cuenta atrás para llegar a tiempo a la boda de su hija".


Entrevista con Alexandre Coffre (co-guionista y realizador)

P: Tras UNE PURE AFFAIRE, EYJAFJALLAJÖKULL es su segunda película, ¿cómo nació este proyecto?

R: Para mí, la pareja es una verdadera fuente de inspiración. Con UNE PURE AFFAIRE quise poner a prueba a una pareja banal y un poco desgastada frente a un acontecimiento que iba a trastocar completamente su día a día. Al final, salían reforzados.

Tenía muchas ganas de seguir por esta línea. A menudo, los cuentos de hadas terminan con la idea de «fueron felices y comieron perdices», pero pienso que en ese momento es cuando realmente empieza la historia de amor y eso es lo que me interesa.

Además, desde hace años sueño con hacer una road-movie. Por lo tanto, tenía las ideas, pero no una historia precisa.

Entonces, en el momento en que Yoann Gromb me expuso su idea de hacer una road-movie con la temática de una pareja de divorciados cuarentones, con el trasfondo de la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull, me sedujo al momento. Hablar de una pareja a través de su divorcio suponía un ángulo original. Una vez acabado el romance, verdaderamente nos encontramos con lo concreto, lo cotidiano.

Hay muchas películas sobre la pareja o el divorcio, pero en el fondo muy pocas de ellas tratan sobre una pareja de divorciados. Sin embargo, es un hecho real de nuestra sociedad contemporánea, ya no resulta una excepción. Es una realidad social realmente interesante para desarrollar en la ficción.


P: ¿Cómo construyó esta comedia tan particular?

R: No se trata de una película de amor ni de una comedia romántica. Incluso diría que es una comedia anti-romántica… teñida de aventura. Muy pronto, mis co-guionistas y yo pensamos en algunas películas de los años 80 que nos podrían servir de inspiración. Y, sobre todo, en la pareja formada por Michael Douglas y Kathleen Turner, que interpretaron a la perfección a unos personajes que se aman y se odian mientras viven locas aventuras.

Por lo tanto, escribimos pensando en LA GUERRA DE LOS ROSE, TRAS EL CORAZÓN VERDE o incluso LITTLE MISS SUNSHINE. Lo más complicado fue mantener un equilibrio entre ella y él. No queríamos que hubiera “un personaje bueno” y “un personaje malo”. Cada uno de ellos, por turnos o al mismo tiempo, hace todo lo posible por perjudicar al otro.

Queríamos que, según el momento de la película, el espectador se formara su propia opinión sobre la relación. A continuación, había que trabajar la noción de road-movie. Mientras escribíamos, esta verdadera carrera contrarreloj nos ayudó a construir el relato.

Nuestra pareja debía avanzar sin pausa para llegar a la boda de su hija. Los paisajes y los encuentros estructuran la historia, le confieren un sentido narrativo y evolucionan al mismo tiempo que ambos personajes. Cuanto más avanzas, más te lanzas a la aventura.


P: Mientras escribía, ¿ya percibía la envergadura del proyecto?

R: La envergadura del proyecto se impuso etapa por etapa. Era necesario que los protagonistas realizaran un verdadero periplo, que les llevara muy lejos, a bordo de toda una serie de medios de transporte. Quería lanzarles a un viaje a través de Europa, que fuera tanto plausible como relajante para el espectador. Al buscar localizaciones, fui consciente de todo lo que había que hacer… las distancias que recorrer, las dificultades logísticas, las escenas de riesgo… Viéndolo con perspectiva, no fue sencillo, pero sobre todo fue muy emocionante.


P: Después de François Damiens y Pascale Arbillot en UNE PURE AFFAIRE, ha reunido a Dany Boon y Valérie Bonneton. ¿Cómo los eligió?

R: ¡No hay nada más fuerte que una antigua pareja para interpretar a una antigua pareja! De hecho, Dany y Valérie se conocen desde hace veinte años. Empezaron juntos en el teatro, en su debut televisivo rodaron varios videos. Ambos son del Norte, tienen muchas vivencias en común y, sin duda, esa complicidad recuperada sirvió al juego. Y se hizo patente desde la primera de lectura: ¡tenía a mi pareja!


P: ¿Cómo trabajó usted con ellos?

R: Ambos son unos verdaderos Rolls. Dany está realmente sorprendente en este papel. Creo que le gustó expresar ciertos aspectos que no esperábamos de él: no conocemos tanto al Dany manipulador, retorcido, o al Dany furioso. En cuanto a Valérie, su naturalidad, su increíble espontaneidad y su sentido de la comedia hicieron que su personaje resultara atractivo, pese a todo lo que dice y hace.

Ambos son actores con fuerza y yo necesitaba su energía para mantener el ritmo y el tono. El trabajo consistía en representar una relación íntima entre un hombre y una mujer que en su tiempo se amaron, pero que ahora se odian y que, sobre todo, se conocen al dedillo. No quería resultar caricaturesco, pero se trata de una comedia, por lo que tenía que haber personajes expresivos. Por lo tanto, no impulsamos las intenciones de juego, sino las intenciones de los personajes, aunque nos mantuvimos anclados a la realidad.

Pero, sobre todo, nos encontramos con una relación humana aunque quería algo que resultara ajustado, creíble y potencialmente realista. No solo hay comedia, también intimidad.
Dany y Valérie poseen una fuerza de propuesta que hubiera resultado estúpido desechar. En relación con los diálogos, nunca pido que los digan de corrido. Comprendo que, una vez interiorizado el personaje, a veces es muy positivo dejarse llevar más allá de lo escrito. Y siempre estaban dispuestos a dialogar y encontrar lo mejor y más justo.


P: La pareja que representan también escapa a los clichés…

R: La relación hombre/mujer ha evolucionado durante estos últimos años y mis co-guionistas y yo no queríamos partir de una pareja como las de hace veinte años. Ella es la que ha dado prioridad a su carrera y ha tenido más éxito social, mientras que él se ha centrado más en la familia; es más frágil. Me encantan los personajes de mujeres fuertes. Hay algo interesante y sorprendente en ver a una mujer hacer o decir algo normalmente masculino. Al venir de una mujer, es necesariamente diferente. Y como es inesperado, a menudo resulta más divertido o más fuerte en el plano emocional. Al principio, el personaje de Dany parece más apocado, ¡pero no hay que fiarse de las apariencias! Una de las mejores cosas de esta historia fue jugar con la imagen que nos hacemos de cada uno y dejar que nos sorprendieran.


P: ¿Cómo eligió a los actores que los rodean?

R: Bérangère McNeese interpreta a Cécile, la hija de la pareja. Aunque no la veamos hasta el final, se habla de ella durante toda la película. Siempre resulta difícil interpretar a un personaje que no aparece hasta muy tarde, ya que hay que conseguir darle profundidad. Teníamos que encontrar a una joven capaz de existir muy rápido. Bérangère posee esa capacidad, con gran personalidad. Incluso físicamente, tiene algo de Valérie. No lo dudamos ni un segundo.

Albert Delpy interpreta a un tío, como el que todos conocemos. Es el tipo de personaje que ya no tiene nada que demostrar y con el que hemos vivido montones de cosas. Gracias a él, desde el principio, comprendemos hasta qué punto la relación de Dany y Valérie ha resultado un infierno para sus familias.

Denis Ménochet ocupa un lugar especial en la película, ya que su personaje cambia la historia. En la primera mitad, el motor de la aventura se basa en el odio que Alain y Valérie se profesan. Después, llega el personaje de Denis y, por primera vez, afrontan algo juntos. Dado que esta pareja está loca, ¿qué pasaría si se topara con alguien aún más loco que ellos?
Se trata de un personaje inesperado y que fácilmente podía resultar angustioso o caricaturesco. Había que encontrar un equilibrio, sin perder demasiado realismo.

Rodamos todas las escenas con Denis en tres o cuatro días, con una especie de euforia; nos hizo reír y enseguida funcionó con Dany y Valérie. ¡Fue un momento realmente loco en la película!


P: La película alterna secuencias de acción y riesgo con momentos de comedia casi intimista. ¿Cómo gestionó esta variedad sin perder el ritmo?

R: Para mí, una comedia es algo muy serio, ya que los personajes son el centro de la historia. Resultan imprescindibles y nunca deben pasar a un segundo plano. Puedes tener una buena historia, pero si los personajes no son buenos, nadie se interesara por el guión. Bajo mi punto de vista, sea cual sea el tipo de escena, prevalecen el aspecto humano y la precisión en la interpretación. A partir de ahí, ya sean escenas de riesgo o íntimas, siempre reflexiono sobre los personajes y su modo de vivir la situación. Me motiva tanto contar una pequeña escena de diálogos murmurados que conlleva emoción como dirigir un aprendizaje forzoso. En cada caso hay que procurarse los medios para valorar lo que les ocurre a los personajes.
Y, ya que se trata de una comedia, tampoco debíamos ponernos nunca demasiado en serio. La idea era no provocar ansiedad, incluso cuando en la pantalla se muestren daños o verdaderos peligros. Mi objetivo era que los espectadores realizaran el viaje con la pareja, que tuvieran la sensación de estar sentados en el asiento trasero del coche, embarcados con ellos en la aventura.


P: ¿Cómo se desarrolló el rodaje?

R: Doce semanas de rodaje a través de cinco países…

Durante la búsqueda de localizaciones nos hicimos 10.000 kilómetros y 5.000 durante el rodaje. En la película no hay una localización que yo no hubiera buscado antes. Empezamos el rodaje en Munich, después atravesamos Alemania y Austria hasta Croacia. Todos los días cambiábamos de localización. Veinticuatro localizaciones en veinticinco días… Fue tan agotador como emocionante y eso hizo que el equipo estuviera unido. Partimos a la aventura lejos de nuestras casas, pasábamos juntos todas las noches, teníamos verdadero espíritu de troupe.
Fue una gran película con una gran carga de trabajo y con medios pero, al mismo tiempo, era como hacer una película pequeña con una nueva localización diaria: una estación de servicio, un restaurante de carretera, y, por motivos de permisos, era imposible permanecer allí más de un día.

Rodamos en la terminal de un aeropuerto, en las pistas, en zonas con gran seguridad… Son localizaciones difíciles de obtener y gestionar en términos de seguridad y disponibilidad. Cada vez, disponíamos de un tiempo muy limitado para rodar las tomas. Por lo tanto, todos los días teníamos que trabajar con mucha energía, a veces con escenas de acción. ¡No nos convenía equivocarnos! Primero rodamos los veinte primeros minutos de película y, a continuación, los veinte últimos. La secuencia de la boda fue muy rápida. De este modo, teníamos las causas y las consecuencias, conocíamos a los personajes del principio y del final. A continuación, rodamos lo que faltaba entre ambos. De hecho, rodamos en Croacia todo lo que sucede en Albania, Eslovenia y Grecia.

Es un país maravilloso que ofrece multitud de paisajes diferentes. A menudo se dice que Croacia es un condensado de Europa. En cuanto al resto, rodamos las escenas de riesgo y de estudio en Bélgica y terminamos con el aterrizaje forzoso, filmado en Francia.


P: Visualmente, la película es muy bonita. ¿Cómo planeó usted la imagen?

R: Pierre Cottereau, mi director de foto (CAFÉ DE FLORE, POUPOUPIDOU) y yo nos dijimos que, dados los paisajes y las localizaciones, era preferible rodar en Cinemascope. Nos encontramos en una dimensión cinematográfica en la que viajamos y descubrimos. Baviera es muy bella e inesperada y Croacia es excepcional. Hubiera sido una pena no darles la importancia que merecen. Por el contrario, cuando se trata de escenas intimistas, el scope es más complicado de gestionar. Trabajé con Pierre Cottereau y con mi jefe de decorados para crear universos realistas y ambientes bellos.

Ya sean exteriores o interiores, nos esforzamos por crear atmósferas realistas, que no se repitieran, para seguir avanzando con la película. El principio puede parecer bastante clásico, transcurre en un aeropuerto, una estación de servicio, una autopista, pero cuanto más progresa la historia, más cambian los ambientes, con noches, paisajes maravillosos, lugares sorprendentes… Quería un realismo un poco estético para realizar una comedia bella.


P: La música también participa de la energía de la película…

R: Reflexionar sobre la música siempre resulta complicado, ya que no debes elegir la música que a ti te guste, sino la que pegue con la película. Por ejemplo, en las escenas de acción no podíamos poner realmente música de acción, si no, nos las hubiéramos tomado demasiado en serio. Una vez más teníamos que encontrar el equilibrio entre realismo y comedia. Tenía que seguir manteniendo esa perspectiva: cómo mantener la ligereza de la comedia en una escena de acción o en un momento tenso.
Por ello, quería algo que tuviera amplitud, con una orquesta, sin dejar de ser moderno. Mi supervisor musical me presentó a Thomas Roussel.
¡Es su primera banda sonora y es un fenómeno! Posee formación clásica de Conservatorio, tiene mucho talento, sabe componer para grandes orquestas y, al mismo tiempo, posee un grupo de música electrónica. Con tres o cuatro fragmentos rápidamente encontró el universo que buscábamos. Vivimos momentos mágicos en los Air Studios de Londres, donde grabamos con 65 músicos. Fuimos conscientes de lo que la música podía aportar a la película. Refuerza su universo dinámico, ligero y con ritmo.


P: ¿Qué espera aportar al público?

R: Esta película está hecha con gran sinceridad. Se parece a las películas que me gusta ver en el cine. Soy un verdadero cinéfilo y siempre pienso en la gente que va al cine para relajarse y vivir una aventura. Espero que esta comedia permita que el espectador desconecte, viaje, se ría, se encariñe con los personajes y vea paisajes durante una hora y media. Espero haber hecho una película que transmita energía y que cuente con ligereza algo que pueda llegar a emocionar.


Entrevista a Valérie Bonneton (interpreta a Valérie)

P: ¿Qué es lo que le sedujo del proyecto?

R: Cuando leí el guión, enseguida me convenció. Como una revelación. Me encantaron esa promiscuidad forzada entre dos seres que se odian y su periplo por Europa. Me pareció una idea muy buena, bastante sencilla para dejar lugar a los imprevistos y con unos diálogos excelentes. Percibí algo fuerte, situaciones precisas que permitían aportar comedia. Me involucré al 200 %.


P: ¿Y la idea de rodar con Dany Boon?

R: Fue una de las cosas que más me atrajo del proyecto. Nos conocemos. Ya trabajamos juntos hace veinte años. Adoro a Dany. Es una de las mejores personas con las que me he topado en este oficio. Es del Norte, como yo, y compartimos el mismo tipo de humor. Para ser sincera, no sabía muy bien cómo iba a salir. Tenía curiosidad por ver si su enorme éxito le había cambiado. Me preguntaba cómo trabajaría en la actualidad. Teníamos que acomodarnos en la verdad de las situaciones y de la historia. De golpe, no es que sintiera vergüenza, pero casi. ¡Y entonces me reuní con él! Era como si hubiéramos trabajado juntos el día anterior.
Sigue fiel a sí mismo, con el mismo espíritu y la misma generosidad. Lo que me fascina de él es que está extremadamente dotado para muchas cosas y siempre disponible para todo el mundo y para su público, esa gente que le adora. Pero ante todo, es muy humano. Después del rodaje, puede pasarse dos o tres horas con la gente, cuando todo el mundo está destrozado. Es increíble.


P: ¿Cómo describiría su personaje?

R: Valérie se llama igual que yo, pero es una casualidad. Es una mujer más bien ambigua. En el fondo, no es mala, pero siempre está a la defensiva. Su ex y ella tienen una historia complicada, de la cual solo queda una hija. De hecho, es su hija la que provoca esta situación. Valérie se siente culpable con su hija, porque no ha estado tan presente como le hubiera gustado. De golpe, muestra honradez al ir a su boda, si es posible, tomando la delantera al padre que se ha ocupado de ella. Tiene un complejo materno.
Físicamente, intenté proporcionarle tensión, tanto en su actitud como en su manera de hablar. Yo soy más dulce que ella y me pongo nerviosa muy de cuando en cuando. Posee una actitud epidérmica frente a él y es algo que tenía que percibirse.
También es un personaje fuerte, que no tiene miedo. Se lanza. Era necesario que entre ellos hubiera un duelo real. Ambos tienen puntos flacos y son capaces tanto de lo mejor como de lo peor.


P: ¿Cuál es su visión de la relación y cómo la ha interpretado con Dany?

R: Para odiarse tanto, los personajes han tenido que quererse mucho. El odio compartido es un vínculo, como el amor. En psicología se dice que el odio es amor transformado. Yo lo veo así. Aquí, en esta historia de fuertes tensiones, las escenas solo son provocaciones. Y en esas escenas de tensión, manipulación y enfrentamiento, Dany siempre estaba muy presente. Nos lanzamos a la cara los peores reproches, nos infligimos las peores bajezas. ¡Incluso llegamos a las manos! Había que conferir una enorme intensidad. Estábamos juntos en eso. Creo que Dany incluso ha ganado en control y velocidad. Posee un notable sentido de la ruptura. Reaccionábamos el uno al otro, era un toma y daca. Para eso, Dany es un compañero maravilloso. A mí también me gusta trabajar este modo, para la película, para el otro. No hay que decirse que tu compañero estará mejor y te llevará; cada cual debe dar lo mejor de sí mismo. Verdaderamente había que llegar hasta el final, porque muchas escenas van muy lejos. Además, había muchas situaciones variadas, desde las escenas de riesgo hasta las confrontaciones íntimas, pasando por las escenas emotivas.

Alexandre, el realizador, nos dejó gran libertad, sin que por ello perdiéramos la visión de la película. A Dany y a mí nos encantaba desconcertarnos, hablarnos de verdad, buscar la verdad y vislumbrar la sorpresa en la mirada del otro. Como, por ejemplo, cuando consulto mi móvil mientras me sermonea.

Este es el tipo de cosas que se pueden inventar. Cuando uno llega a una localización o a una situación, uno se dice que va a hacer eso y resulta genial. Alexandre nos guiaba, nos dejaba proponer y sabía mantenernos en la línea de la película. Para un actor es muy agradable tener a alguien que sabe a la perfección lo que quiere, que dirige. Alexandre conocía muy bien la película, ya que había escrito el guión. Lo tenía todo en su mente y fue genial.


P: ¿Cómo fue el rodaje?

R: No paramos de cambiar de ciudad, en Alemania, Austria y Croacia. También rodamos en Bélgica. ¡Fue estupendo! Estamos en una localización y al día siguiente en otra. Está bien, porque la aventura es intrínseca a nuestro oficio.

Haces una película y después no sabes lo que vas a hacer, una obra de teatro u otra cosa. Encontrarse en esos lugares y esas localizaciones resultó muy enriquecedor.
Nunca había estado en Alemania. Tampoco conocía Croacia. Es maravillosa. Es un recuerdo mágico. ¡Qué suerte poder trabajar así! Creo que el mejor modo de viajar es trabajando, sobre todo con un equipo tan agradable.


P: Al ver la película terminada, ¿descubrió algo que no hubiera previsto durante el rodaje?

R: Me sorprendió. Normalmente no me gusta verme en pantalla, pero en este caso me dejé llevar por la película y disfruté del momento. Encuentro que Alexandre ha hecho un trabajo muy bello. El conjunto funciona muy bien. El ritmo es excelente y las imágenes son increíbles.


P: ¿Qué recuerdo guarda de esta aventura?

R: Fue realmente intensa. En contra de lo que uno piensa, ¡en las comedias no hay sitio para el descanso y la risa! Teníamos unos horarios de locos, planos de todo tipo. Alexandre no aflojaba y nosotros tampoco. Siempre llegábamos hasta el final. Esta película es realmente importante para mí. Supone una suerte enorme. Nunca había tenido un papel como este. Formamos un gran equipo entre productores, realizador y actores… Cuando llegué, los productores y Alexandre me recibieron con los brazos abiertos, confiaron en mí y eso es muy motivador.
Me encanta la película. ¡Creo que la gente va a pasar un buen rato! También creo que esta comedia puede ayudar. Ver cómo esta pareja demuestra tanta mezquindad en la intimidad puede desdramatizar las cosas. ¡Alain y Valérie nos muestran alegremente hasta dónde no debe llegarse!


Entrevista a Dany Boon (interpreta a Alain)

P: ¿Cómo se unió al proyecto?

R: Laurent Zeitoun, al cual conozco desde hace tiempo, es uno de los tres co-autores y productor en Quad. Cuando me habló del proyecto, yo no estaba disponible, pero como soy bastante curioso, ¡aun así leí el guión! Me pareció que era una historia muy bien llevada, divertida y moderna. Me gustó la idea y los personajes, muy representativos de ciertas parejas actuales: estuvieron juntos muy poco tiempo y pasan su vida estando divorciados. Aquí, en este caso, por el bien de la comedia, se odian y se verán obligados a atravesar Europa juntos para llegar a la boda de su única hija.

Me encanta el título de la película. ¡Es impronunciable! ¡Los americanos nunca hubieran aceptado un título así para una película! En Francia sí que podemos hacerlo y me parece maravilloso. Utilizar como pretexto la erupción del volcán para hacer que los aviones aterricen, llenar todos los trenes y obligarlos a buscarse la vida es realmente astuto… Me gusta la idea de road-movie con la noción de urgencia y de cuenta atrás para llegar a tiempo a la boda de su hija.


P: ¿Cómo describiría a Alain, su personaje?

R: ¡Dirige una autoescuela, pero solo tiene un coche! No es un modelo de éxito social, pero eso a él no le importa en absoluto. A su ex mujer le va mucho mejor con sus prósperas clínicas veterinarias. Es rica, lo que no impide que siga obligándole a pasarle la pensión. De hecho, hacen todo lo que pueden para fastidiarse, denigrarse y humillarse mutuamente.


P: ¿Cuál es su visión de la relación?

R: Una cosa que realmente me sedujo del guión es que cada vez que piensas que se ha arreglado, que por fin hablan con tranquilidad e inteligencia, como debería ser, en realidad se trata de una nueva manipulación para humillar al otro. Cada vez que pasa deseas creer que por fin se tienden una mano, pero lo estropean todo. ¡Para los que miran resulta divertido! Los personajes no conocen la piedad ni los límites.

De hecho, lo que me gusta de la película es que habla de las parejas y las relaciones hombre/mujer, tal como son actualmente. Puedes llegar muy lejos, algo que nunca harías con una relación amistosa o laboral. ¡Incluso sueñan con matarse!


P: ¿Qué la pareció interpretar a esta pareja con Valérie Bonneton?

R: El hecho de trabajar con Valérie Bonneton para mí fue una de las ventajas del proyecto. Nos conocemos bien y la aprecio enormemente. Es del Norte y posee muchísimo humor. Cuando representé mi primera obra teatral en París, La La Love You, fue con ella… Estaba en el Conservatorio y yo salía de la escuela Simon. Rodamos juntos Les Zacros de la télé, una miniserie en la que a menudo interpretaba a mi mujer. Eso fue hace mucho, después lo hemos intentado en varios proyectos. Le he propuesto algunos papeles, pero ella ya estaba ocupada en el teatro. Y por fin llegó la ocasión.


P: ¿Su relación les ha ayudado a interpretar?

R: Puede resultar paradójico, ¡pero el hecho de tenernos afecto nos permitió lanzarnos rápidamente a la cara los peores reproches! Ha sido una suerte interpretar con ella a esta pareja que no puede ni verse. Fue un festival, tanto en el plano verbal, como mediante las situaciones e incluso en el plano físico ¡dado que los personajes llegan a las manos! Fue bastante liberador ser cruel con mi ex. Sobre todo cuando te encuentras dentro de los códigos de la comedia. ¡Llega muy lejos!

Tanto entre nosotros, como con Alexandre y el resto del equipo, existían una verdadera escucha y muchas conversaciones. Adoro compartir eso.


P: A veces sus personajes se hacen cosas crueles…

R: Cierto es que a veces se pasan y que, a veces, puede resultar desagradable, pero creo que más allá de la crueldad, esto puede mostrar algo al público, ya que los golpes bajos principalmente manifiestan su pena y su soledad. Son momentos de debilidad en los que se dejan llevar. Eso nos pasa todos, en diferentes grados. A veces, no nos damos cuenta de que llegamos demasiado lejos.


P: El rodaje «itinerante» fue una verdadera aventura en sí mismo. ¿Cómo lo vivió?

R: Me encanta viajar, pasear. No me digas dónde vamos, dime con quién... Estamos siempre en movimiento y hemos rodado en lugares tan perdidos como magníficos.

En la comedia también hay bastante acción. Y eso me gusta. Sin duda, cuando lees que el avión atraviesa los árboles y se estrella en el bosque, ¡te alegras de hacerlo! Me encontré en el armazón real de un avión demolido, tirado por cables a gran velocidad… ¡Durante varios días nos arrastraron, sacudieron y golpearon por todos lados!

Lo que es una locura es que cuando ruedas este tipo de escena, te das cuenta de que solo es divertido cuando te haces daño de verdad. Yo, que soy bastante prudente, ¡he aprendido que hay cosas en las que hay que darlo todo! Si el personaje se golpea, hay que golpearse de verdad para que resulte realista y la gente se ría. En esta película teníamos trabajo, y nos atizamos bastante. ¡Fue surrealista y muy divertido!


P: ¿Cómo trabajó usted con Alexandre Coffre, el realizador?

R: Hicimos muchas lecturas previas. Me encantan las lecturas, porque ahí es donde empiezas a sentir la historia, a descubrir a los personajes y a dejarte llevar por el guión. Es una etapa básica. También conoces a las personas que van a formar parte del equipo.

Incluso aunque propongo cosas, me mantengo en mi lugar de actor y me dejo guiar por el realizador. En este caso, Alexandre también había co-escrito y no tengo la pretensión de haber trabajado mi personaje mucho tiempo como otros que conozco desde hace meses e incluso años. En general, descubro al personaje y la historia entre tres y seis meses antes del rodaje. Si la historia me gusta, la observo como un lector prudente. Y, a continuación, comentamos. Me gustó el modo en que Alexandre me habló de la película y de lo que quería hacer. No me decepcionó. La película se parece a lo que todos esperábamos y, además, es muy bella, estéticamente hablando.


P: ¿Qué recuerdo guarda de la película?

R: Este oficio ofrece ciertas aventuras humanas maravillosas y esta película es una de ellas. Me encantó la pareja que hago con Valérie. Fue una suerte rodar, por fin, una película en la que ambos compartiéramos la historia a partes iguales, con un verdadero papel cómico para una mujer.