Mathias, un neoyorquino sin dinero, se traslada a París para hacerse cargo de la enorme casa que ha heredado de su padre, con el que no se hablaba. Al descubrir que una señora mayor (Mathilde) vive allí con su hija (Chloé), se queda boquiabierto. No tarda en enterarse de que, según la ley francesa, no podrá hacerse con el piso hasta que Mathilde fallezca, ya que su padre lo compró como "viager".