Fue en Finlandia, en 1923. El paso de un cometa hizo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados, originando comportamientos muy extraños, incluso una mujer llamó a la policía alertando de que el hombre que estaba en su casa no era realmente su marido Décadas más tarde, un grupo de amigos recuerda este caso mientras cenan, brindan y se preparan para ver pasar un cometa. ¿Puede acaso repetirse la misma historia?.