Andrew Neiman es un joven y ambicioso baterista de jazz, absolutamente enfocado en alcanzar la cima dentro del elitista conservatorio de música de la Costa Este en el que recibe su formación. Marcado por el fracaso de la carrera literaria de su padre, Andrew alberga sueños de grandeza, ansía convertirse en uno de los grandes. Terence Fletcher, un instructor bien conocido tanto por su talento como por sus aterradores métodos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del conservatorio. Fletcher descubre a Andrew y el baterista aspirante es seleccionado para formar parte del conjunto musical que dirige, cambiando para siempre la vida del joven. La pasión de Andrew por alcanzar la perfección rápidamente se convierte en obsesión, al tiempo que su despiadado profesor continúa empujándolo hasta el umbral de sus habilidades
y de su salud mental.
Sinopsis larga
Andrew Neiman es un baterista de 19 años, que sueña con la grandeza pero duda si su sueño se hará realidad alguna vez. Abrumado por la fracasada carrera como escritor de su padre, Andrew tiene la determinación de llegar a lo más alto en el conservatorio musical más prestigioso del país. Una noche, Terence Fletcher, un director de orquesta conocido por su talento docente así como por su terrorífico método de instrucción, descubre a Andrew practicando la batería. Fletcher le dice muy poco esa noche pero despierta en Andrew una pasión por alcanzar su meta. Para sorpresa de Andrew, al día siguiente, Fletcher solicita que le transfieran a su banda. Este hecho cambiará la vida del joven para siempre.
Al principio, Andrew es un mero suplente, que se limita a pasar las páginas de la partitura del baterista principal. Sin embargo, en la siguiente competición de la banda, en un momento de pura casualidad o de sabotaje, se traspapela la música del baterista. Como Andrew se ha memorizado la partitura le dan la oportunidad de tocar. Aunque este hecho lo distancia más de sus compañeros, al final la banda gana la competición, y todo parece indicar que Andrew se convertirá en el nuevo hijo predilecto de Fletcher.
Alentado por la aceptación del director, Andrew recaba el coraje suficiente como para pedirle salir a Nicole, la cajera del cine de su barrio de la cual estaba silenciosa enamorado. Sin embargo, en esa cita las preocupaciones de Andrew por la música amenazan con arruinar incluso sus más auténticas insinuaciones románticas.
El esfuerzo obsesivo de Andrew por rozar la perfección será alentado por la psicológica política arriesgada de Fletcher. La familia de Andrew apenas puede reconocer al chico obsesionado y con el rostro petrificado con el que convive. Hasta el padre de Andrew, un hombre con un carácter muy apacible, le cuesta reconocer a su hijo.
Cuanto más se aproxima a la perfección, más estrecho se vuelve el círculo de amigos íntimos de Andrew, hasta que se queda solo con Fletcher- e incluso esta relación es puesta en peligro por las feroces ambiciones de Andrew.
Un viaje que puede ser visto o bien como un descenso hacia la locura o bien un ascenso hacia la grandeza llega a su punto culminante en el mayor escenario donde exhibir el talento de Andrew -el impresionante Carnegie Hall.