Cinemanía > Películas > El francotirador > Comentario
Destacado: Pedro Martín-Calero dirige 'El llanto' con Ester Expósito
  El francotirador  (American sniper)
  Dirigida por Clint Eastwood
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Bradley Cooper, nominado a los Oscar® en dos ocasiones por El lado bueno de las cosas y La gran estafa americana, protagoniza esta película junto a Sienna Miller, Luke Grimes, Jake McDorman, Cory Hardrict, Kevin Lacz, Navid Negahban y Keir O'Donnell.

El oscarizado director Clint Eastwood (Million Dollar Baby, Sin perdón) ejerce de director de El francotirador y Jason Hall se ha encargado de escribir el guion basándose en la novela de Chris Kyle, Scott McEwen y Jim DeFelice. La autobiografía fue un éxito en ventas y, durante 18 semanas, figuró entre las más vendidas de la lista New York Times, ocupando la primera posición durante 13 semanas.

Eastwood, Robert Lorenz, Andrew Lazar, Bradley Cooper y Peter Morgan ejercen de productores, y Tim Moore, Jason Hall, Sheroum Kim, Steven Mnuchin y Bruce Berman ocupan el cargo de productores ejecutivos.

El equipo creativo tras las cámaras incluye al director de fotografía nominado a los Oscar® Tom Stern (El intercambio); el también nominado a los Oscar® James J. Murakami (El intercambio), quien ejerce de diseñador de producción junto a Charisse Cardenas; el oscarizado Joel Cox (Sin perdón) y Gary D. Roach, editores, y la diseñadora de vestuario Deborah Hopper.


"…Os aseguro que no son precisamente aquellos a los que salvé los que se me han quedado grabados en la mente, sino aquellos a los que no pude salvar... El recuerdo de sus rostros y de aquellos momentos es algo que me acompañará durante toda mi vida". - Texto de Chris Kyle extraído de la novela American Sniper


Producción
Por estadística, Chris Kyle podría haber sido uno de los millones de veteranos de guerra. Se alzó como uno de los francotiradores más letales de la guerra de Irak de toda la historia del ejército estadounidense, pero los directores de El francotirador se dieron cuenta de que también era muy importante, o incluso más, indagar en la vida de este famoso personaje.

Clint Eastwood, director/productor del largometraje, comenta: "Ya he trabajado con historias de guerra, pero esta ha sido especialmente emocionante porque combina hazañas de Chris en la guerra con aspectos personales de su vida privada, lo que la hace incluso más interesante, ya que muestra lo que la guerra es capaz de provocar en una persona, pero también la presión que siente su familia. Es importante recordar lo que una persona se juega cuando va a la guerra y también hay que reconocer lo mucho que está sacrificando, y creo que todo eso hace que esta historia sea tan importante".

Bradley Cooper, protagonista y productor de la película, añade: "En cierto modo, es una historia universal que narra por lo que tienen que pasar muchos veteranos: ese desequilibrio emocional que supone estar en la guerra para después volver a casa y llevar una vida 'normal'". Me pareció muy emotivo y me gustó que no tratara solo sobre la guerra, sino que también se centrara en el estudio del personaje. Además, si te fijas en otras películas de Clint Eastwood, como Sin perdón, Gran Torino o Cartas desde Iwo Jima, todas ellas presentan profundos estudios del personaje, aunque la situación sea distinta, y por eso creo que es el director adecuado para contar esta historia de una forma natural y auténtica".

El actor añade que El francotirador y el drama humano que nos ofrece encajan perfectamente con la fórmula de Eastwood, pues exploran la naturaleza de personas para las que la violencia y la justicia se entrelazan de forma inexorable. "Chris no era una persona violenta, de hecho era todo lo contrario, pero cuando necesitan su presencia, cumple con su responsabilidad, ya que piensa que es una causa justa. Su heroísmo no reside únicamente en el número de aciertos que consigue durante la guerra, sino que, al final, consigue enfrentarse a esas heridas ocultas que arrastran tanto su familia como él mismo".

El guion de El francotirador está basado en la novela homónima co-escrita por Kyle, Scott McEwen y Jim DeFelice. No obstante, el guionista y productor ejecutivo Jason Hall mantuvo una charla con Kyle sobre la adaptación de su historia a la gran pantalla antes de que este escribiera la novela. Según recuerda: "Me parecía muy interesante profundizar en los testimonios de un guerrero de su calibre, en aquello que le empujaba a luchar y en lo que le costó después. Todos sabemos que la guerra es algo infernal, pero quería que en esta película se viera su lado humano".

Robert Lorenz, uno de los productores y colaboradores habituales de Eastwood, opina lo siguiente: "Teníamos muchas ganas de conocer la versión de Jason, ya que estaba muy bien equilibrada y ofrecía una mejor perspectiva de los sucesos por los que tuvo que pasar Chris, tanto en la guerra como en su propio hogar".

Chris Kyle se regía por un código muy sencillo: Dios, su país y su familia. Para él no eran solo palabras, sino que formaban la base de una vida dedicada al deber y al servicio y de una firme consagración a algo cuya importancia sobrepasaba sus propios límites. Las importantes exigencias de su trabajo, así como la carga que suponía para sus seres queridos, especialmente para su mujer, Taya, le llevaron a replantearse el orden de esos tres principios, pero nunca su compromiso con los mismos.

Eastwood da fe de ello: "Chris creció con ese mantra. Cuando era niño, le inculcaron que hay algunas personas que han nacido para proteger a los demás, y entonces supo que estaba en su destino ser una de ellas. En parte, esa es la razón por la que aceptó realizar más misiones, aunque tuviera que lidiar con el dilema que suponía dejar atrás a su familia. Era una de esas personas que siempre están dispuestas a ir más allá".

Kyle se hizo famoso y llamó la atención de los productores Hall, Peter Morgan y Andrew Lazar. Morgan recuerda: "Habíamos oído hablar de sus logros como miembro de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU, y sabíamos que era un buen patriota, pero, cuando nos pusimos a indagar en su vida, lo que más nos llamó la atención era lo buena persona que era y lo mucho que le admiraban su familia, amigos y compañeros. Queríamos dar vida a una historia que reflejara los aspectos más emotivos de su vida, aquello que era verdaderamente importante para él".

Antes de comenzar a trabajar en el guion, Hall viajó hasta Texas para conocer a Kyle. "Al principio no era muy hablador", comenta el guionista, "pero cuando me disponía a marcharme de su casa, sentí que había encontrado una manera para contar la historia y que me había ganado su confianza. Después, mientras cruzaba la puerta, me dijo 'Ah, por cierto, voy a escribir un libro que cuenta mi historia'. Creí que el libro iba a suponer un obstáculo, pero al final resultó ser una fantástica fuente de información".

El productor Andrew Lazar confirma: "Decidimos contar esta historia mucho antes de que fuera una novela superventas, pero gracias al libro pudimos beneficiarnos del punto de vista de Chris y eso nos sirvió para inspirarnos a la hora de desarrollar y relatar su historia de la mejor manera que podíamos".

Sin embargo, había otro aspecto de Kyle que Hall había descubierto y que quería trasladar a la gran pantalla. "Lo fácil habría sido que la película estuviera basada únicamente en la guerra, pero Chris es una persona mucho más compleja. El libro se escribió casi un año después de que regresara a casa, y parecía que Chris todavía llevara puesta la armadura, pues no relataba su lado más suave, el de un marido y padre cariñoso, ni tampoco algunos de los momentos más duros que ha tenido que pasar con su esposa durante las misiones. Aunque la guerra parecía algo muy lejano, las familias de los soldados estuvieron más conectadas con ellos que nunca mediante teléfonos satelitales. Taya pudo escuchar cosas terribles durante algunas llamadas, pero gracias a ellas podía mantener la esperanza, y creo que su voz ayudó a que Chris encontrara el camino de vuelta a casa. No llegué a entender del todo a Chris hasta que conocí a su esposa".

En palabras de Eastwood: "Hay muchas escenas de acción muy intensas, pero la trama principal profundiza en las relaciones personales: las de Chris con sus compañeros en la guerra y, sobre todo, la relación entre Chris y Taya, quizá la más importante de la película. Chris está loco por ella, pero del mismo modo, también se ha comprometido a cumplir con los cometidos necesarios para servir a su país".

Sienna Miller, la actriz que interpreta a Taya Kyle, comenta: "En esencia, es una historia humana entre dos personas: una de ellas tiene que realizar misiones increíbles e insólitas muy lejos de su hogar y la otra tiene que mantener a su familia unida en esta situación extrema. Chris tenía un sentido del deber muy fuerte por naturaleza, ya que pensaba que moriría más gente si se quedaba en casa con su familia, y eso supone tener que hacer frente a un gigantesco dilema moral. Aunque fuera muy duro también para ella, creo que Taya entendía la situación de su marido e intentaba ser paciente y apoyarle, algo muy complicado en estas circunstancias, ya que los niños se ven involucrados y ella se estaba derrumbando por dentro. Es una historia fascinante y conmovedora, y, cuando conocí a Taya, sentí que era mi responsabilidad que la película le hiciera justicia".

Cooper, quien tuvo que pasar por una transformación completa para encarnar al físicamente imponente Kyle, comparte este sentimiento, pero afirma: "Nunca me sentí limitado por esa responsabilidad, sino que me hizo sentirme orgulloso. Me pareció que era una oportunidad inmejorable para presentar mis respetos a su historia y a la del resto de veteranos. He disfrutado mucho de todos los momentos en los que me he puesto en su lugar".

El 2 de febrero de 2013 sucedió una tragedia inimaginable que convirtió el sentido de responsabilidad de los cineastas en una promesa. Chris Kyle, quien había sobrevivido a cuatro peligrosos servicios militares en Irak y había dedicado su vida a ayudar a sus compañeros cuando terminó la guerra, fue asesinado en un campo de tiro cercano a su casa, presuntamente, por un veterano al que estaba intentando ayudar. Según Cooper: "Todavía no le había conocido en persona; solo había hablado con él por teléfono, y, de repente, me enteré de que había fallecido".

Después del funeral, Hall se puso en contacto con Taya y habló con ella por teléfono durante horas mientras esta le contaba cómo había sido su vida con Chris. "De pronto, la película se había convertido en una de las maneras mediante las que los niños podrían recordar a su padre, y Taya quería que las cosas se hicieran bien", cuenta Hall. "Fue un proceso terapéutico para ella que le permitió expresar lo que sentía con sus propias palabras. Me transmitió una idea de quién era Chris antes de la guerra, la carga tácita que esta supuso para él, y el proceso de recuperación por el que tuvo que pasar a su regreso".

Casi un año después, Clint Eastwood y Bradley Cooper viajaron a Texas para conocer a la familia de Chris: a Taya, a sus padres, Wayne y Debbie, y a su hermano Jeff. El director recuerda: "Para mí fue vital poder pasar un tiempo con ellos porque nos hicimos una idea mucho mejor de quién era Chris para su familia, formada por personas maravillosas. Nos marchamos de allí con una sensación de tristeza por la pérdida de una persona excelente combinada con un entusiasmo aún mayor por realizar esta película".

Cooper añade: "Les prometimos que íbamos a hacer lo correcto en honor a Chris, y la verdad es que siento que le hemos retratado muy bien".

Taya Kyle confirma que han cumplido con su promesa, y añade: "Jason tiene todo el mérito, pues se pasó mucho tiempo investigando y descubriendo las distintas facetas de Chris, y también Clint, Bradley y el resto del equipo por su completa dedicación. Para mí es un regalo saber que la gente podrá hacerse una idea de quién era el hombre al que he amado y al que amaré siempre, y que todo eso se vea reflejado en una película. Es una parte de Chris, una representación precisa de quién era, no solo como guerrero, sino como una persona completa; no puedo pedir más".

Cooper puntualiza: "En un momento de la película, Chris dice 'Daría mi vida por mi país', y sabes que lo dice en serio. Todo lo que ha vivido no le convierte en un mártir, le convierte en una persona, y así era Chris".


Reparto y preparación
Con El francotirador nos hacemos una idea de cómo Chris se convirtió en quien era, desde que era tan solo un niño que vivía en Texas, cuando su padre les enseño a él y a su hermano que hay tres tipos de personas en el mundo: los depredadores, las presas y los protectores. En ese instante, y sin que él mismo se diera cuenta, el destino de Chris ya se había establecido. En palabras de Cooper: "Creo que Chris estaba destinado a ser un hombre dedicado a proteger a los demás, y podemos comprobar cómo esa misión se mantiene durante toda su vida. En muchos aspectos, la película refleja en qué consistía ese instinto protector y el precio que tiene pagar por él".

Eastwood añade: "Era un niño grande y fuerte que creía que había que luchar por los desamparados, y eso se refleja más tarde en su papel de francotirador, pues su trabajo se basaba en vigilar a las tropas que se encontraban en tierra y protegerlas de los enemigos que no podían ver".

Cooper sabía que interpretar a Chris Kyle iba a suponer un esfuerzo físico y mental muy fuerte, pero aceptó el reto. El actor menciona: "Para hacer esta película tenía que convertirme en Chris, no imitarle, sino encarnarle por completo. Tenía que averiguar cómo caminaba, cómo hablaba y cómo pasó a ser alguien tan importante si quería llegar a un punto en el que me pudiera creer que era el propio Chris, porque si no me lo creía yo, el resto de personas tampoco podrían creérselo. Investigué todo lo que pude y vi todas las grabaciones que había sobre él varias veces".

El actor trabajó con el profesor de dicción Tim Monich para perfeccionar la pronunciación tejana de Kyle. También tuvo que realizar un trabajo físico muy duro para que su constitución se asemejara a la de Chris, y para ello se sometió a una estricta rutina de ejercicio con el entrenador Jason Walsh y a un régimen calórico para ganar peso. "Chris pesaba 105 kilos de músculo, y en ese momento yo pesaba 84, así que tuve que pasarme tres meses comiendo y entrenando; fue muy duro", reconoce el actor.

En palabras de Eastwood: "Cuando tu sistema no está acostumbrado a una rutina concreta, tienes que trabajar día y noche para adaptarte, y Cooper lo consiguió. Siempre le veía con una barrita energética o un batido tras las cámaras. Recuerdo que el último día de rodaje dijo: 'Menos mal que no tengo que comer más'".

Jason Hall pasó más tiempo que nadie con Kyle, y por eso puede afirmar lo siguiente: "Sé que significaba mucho para Chris que Bradley estuviera dispuesto a demostrar de lo que era capaz para convertirse en él. Pero, además de transformar su voz y su cuerpo, Bradley fue capaz de captar los elementos más propios de Chris Kyle. Cuando me fijaba en el monitor y le veía actuar o poner una mirada concreta... tan solo el aura que transmitía me ponía los pelos de punta, porque pensaba 'Madre mía, ¡es Chris!' Era asombroso".

Taya asiente: "Cuando el público vea la película, podrán percibir cómo era Chris en realidad y cómo era su carácter y entenderán su sufrimiento, sus triunfos y todo por lo que tuvo que pasar. Bradley hizo un trabajo magnífico a la hora de captar todos estos elementos".

Eastwood también admira que Bradley fuera capaz de meterse por completo en el papel y reconoce: "El entusiasmo y la ética profesional de Bradley son incomparables. Se dedicó por completo a su papel y siempre estaba pensando cómo podía hacer que todos los aspectos de este proyecto salieran de la mejor manera posible".

Tanto Cooper como el propio Kyle resultaron ser admiradores de Eastwood. El actor comenta: "Me habían dicho que Chris siempre quiso que Clint Eastwood fuera el director de El francotirador, y yo siempre he querido trabajar con él, así que me sentí muy contento de que me dijera, 'Vamos a trabajar juntos en esta película'".

Taya reconoce: "Tanto Chris como yo pensábamos que Clint Eastwood sería perfecto, pero nos parecía una idea disparatada. Cuando Chris murió y me enteré de que Clint se había sumado al proyecto me quedé perpleja durante un momento, y después miré al cielo y pensé: 'Lo has conseguido, Chris'. Fue uno de esos momentos en los que pensé: 'No me creo lo que acaba de ocurrir'. Hemos conseguido que Clint Eastwood dirija una película de Chris Kyle; las cosas no podrían haber salido mejor".

Bradley Cooper comenta: "Me ha encantado el estilo acelerado que tiene Clint y cómo consigue sacar el máximo rendimiento del tiempo. Me permitió colaborar en el proceso de dirección a un nivel que me resultó muy beneficioso, incluso para mi interpretación".

La actriz Sienna Miller coincide con Cooper: "Trabajar con Clint ha sido la experiencia más liberadora a nivel creativo que he tenido en toda mi carrera. Es muy confiado e instintivo y siempre sabe cuándo las cosas salen como él quiere; se podría decir que impone libertad a los actores. Clint Eastwood es el tipo más genial de todos, eso está claro".

Miller interpreta a Taya, el gran amor de Chris Kyle, y la actriz quería transmitir la pasión que ambos sentían el uno por el otro, así como los cambios emocionales que su personaje debe hacer frente como esposa de un miembro de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU. También era esencial que el extraordinario espíritu de Taya se viera reflejado en la historia. En palabras de Miller: "Es una luchadora. Sabe lo que quiere y no se entretiene con tonterías; además es muy espabilada, como se puede ver en la escena en la que conoce a Chris en un bar. La química surge desde el primer momento, aunque a Taya le inquieta un poco su profesión. Pero Chris es tan sincero y encantador que sus prejuicios sobre él se desvanecen rápidamente y se da cuenta de que ha conocido al hombre de su vida".

Robert Lorenz afirma: "El papel de Taya requería que la actriz que lo interpretase fuera capaz destacar ante la legendaria figura de Chris Kyle. La auténtica Taya es una persona que aportaba equilibrio a la vida de Chris porque tiene una personalidad muy fuerte, y Sienna consigue retratar este aspecto en la película, pues compensa la interpretación de Bradley con una emotiva interpretación propia".

"Taya iguala a Chris en energía y fuerza", añade Cooper, "y su relación es muy pasional, sentimental y dolorosa al mismo tiempo".

En palabras de Miller: "Taya sabe que Chris se rige por los valores de Dios, su país, y su familia, en ese orden. Hace lo imposible para ser paciente y comprensiva, pero cuando hablé con ella del tema, la realidad es distinta, pues, como esposa, ser la tercera en esa lista es algo brutal".

La actriz añade que la mujer a la que tiene que interpretar le sirvió de inspiración para encarnar el papel: "Conocí a Taya por Skype, y también pude hablar con ella por teléfono; después, llegó a Los Ángeles antes de que comenzara el rodaje y pudimos pasar un día juntas y hablar, abrazarnos, reír y llorar. Fue maravilloso. Es una mujer formidable y admiro mucho su fortaleza, su gentileza y el apoyo que supuso para mí cuando me transmitió cómo se sintió durante aquellos años"

Taya Kyle comenta: "Un día le estaba enseñando un vídeo de Chris y unas fotos que guardo en el portátil, y recuerdo que, de repente, se me quedó mirando y me dijo: 'Madre mía, le querías muchísimo'. He hablado mucho por teléfono con ella, y ya sabía lo mucho que le quería, pero lo dijo de tal manera que, creo que en ese momento comprendió que este era un amor que te cambia la vida, y que nunca volveré a experimentar algo de la misma manera. Cuando fue consciente de ello me di cuenta de que iba a intentar transmitirlo en la película, y lo ha conseguido".

Cooper comenta que Miller no ha sido la única a la que le han servido de mucho los aportes de esa esposa que tuvo que soportar que su marido estuviera en peligro durante cuatro misiones en Irak. "Taya fue un recurso muy valioso durante todo el rodaje. Nos reveló muchos aspectos de su vida a Sienna y a mí, e incluso nos dejó leer muchos de sus correos electrónicos y nos describió cómo sucedieron algunos acontecimientos. Fue muy generosa a la hora de ofrecernos detalles personales de su relación para que pudiéramos comprender lo que significaba para ambos estar juntos".

"Bradley me repitió muchas veces que me agradecen mucho que haya sido tan abierta y les haya dado tantos detalles, pero yo pienso todo lo contrario", explica Taya. "Les agradezco mucho que se hayan interesado tanto por conocer todos los detalles".

Aparte de su relación con Taya y con sus hijos, Chris Kyle consideraba que sus compañeros del Equipo 3 las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU. eran como su familia, Andrew Lazar los llama “la hermandad". Los equipos de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU tienen algunas de las misiones más peligrosas de la milicia; se tienen que enfrentar a la muerte cada día, así que se crean unos lazos muy fuertes entre ellos, unos lazos necesarios para su supervivencia.

Jason Hall añade: "Si les preguntas por qué sirven al ejército y por qué están dispuestos a volver las veces que haga falta, te responderán que lo hacen por su país, lo que es cierto, pero si profundizas en el tema, te contestarán que luchan por sus compañeros".

Kevin Lacz, más conocido entre sus compañeros como Dauber, es uno de los hombres que luchó junto al auténtico Chris Kyle en el Equipo 3 de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU. Lacz formaba parte del círculo de allegados de Kyle y se convirtió en un recurso vital para la producción, pues pudo ofrecer detalles esenciales de las misiones a los cineastas y al reparto, y, finalmente, pasó a formar parte del equipo como asesor técnico de la marina. Sin embargo, pronto asumiría otro papel, el suyo propio.

Lacz recuerda: "Estaba enseñando a Bradley parte del trabajo de un francotirador de largo alcance cuando me dijo, '¿Alguna vez te has planteado participar en la película haciendo de ti mismo?' No sabía si tendría dotes para la interpretación, pero grabé un video, Clint lo vio, y conseguí el papel".

Las historias que Lacz contaba sobre las misiones del equipo en Irak fueron muy valiosas. Cooper afirma: "Nos contaba anécdotas o cosas que Chris solía hacer. También nos enseñó el modus operandi del equipo, lo que nos ayudó mucho a la hora de rodar numerosas escenas. Habría sido imposible hacer esta película sin él".

Lacz opina que subirse un escenario ha sido como regresar al pasado. "Hace varios años que no formo parte de la marina, pero, a veces, cuando me ponía el uniforme, sentía que estaba en Irak. El diseño de los platós era fantástico; parecía que estaba allí de verdad, así que lo único que tuve que hacer al final fue recobrar la actitud que tenía cuando estaba en el equipo. No es lo mismo, pero recrear esos momentos te transmite la misma emoción y ese sentimiento visceral. Para mí fue algo muy intenso, y sé que el resto de personas del plató también lo vivió del mismo modo. Fue una experiencia diaria que me invitó a reflexionar".

Eastwood contó con un reparto de jóvenes actores que interpretan al resto del equipo de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU. Jace McDorman interpreta a Ryan Job, a quien el primer día de entrenamiento apodaron como Biggles porque era "un poco más gordito que el resto de candidatos", explica el actor. "Cuando alguien te pone un apodo gracioso, ya no hay vuelta atrás, se vuelve permanente".

Biggles y Chris Kyle se hicieron muy amigos durante el entrenamiento, ya que las acciones de Chris mostraban su instinto protector natural. McDorman explica: "Biggles lo pasa mal y Chris se da cuenta de que intenta quitarle presión intentando ser el centro de atención. Su apoyo le da a Biggles la oportunidad de salir victorioso y así poder estar a la altura de las circunstancias y triunfar. Así se estrecharon aún más los lazos que les unieron durante todos los años que fueron amigos, y, por muy feas que se pusieran las cosas, sabían que nunca iban a abandonar a uno de los suyos".

En esta hermandad también nos encontramos con Cory Hardrict en el papel de D; a Luke Grimes como Marc Lee; a Eric Laden como Squirel; y a Ray Gallegos en el papel de Tony.

Aunque no fue ni remotamente parecido a aquello por lo que tuvieron que pasar los candidatos a miembro de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU., los actores que Eastwood escogió para que formaran parte del Equipo 3 tuvieron que realizar numerosos entrenamientos para encarnar de manera precisa a los integrantes originales de la marina. Realizaron ejercicios de preparación bajo la tutela de Lacz y del asesor técnico de la marina para la película, James D. Dever, un antiguo miembro de la marina que ya había trabajado con Eastwood en Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima.

"Tuvimos que aprender a coger una pistola correctamente, a entrar y despejar una habitación y a utilizar la jerga adecuada", comenta Grimes. "Nos recordaban constantemente que no solo teníamos que actuar así para la película, también para rendir homenaje a aquellas personas que estuvieron allí y a los que todavía lo están, y nos lo tomamos muy en serio".

Hardrict añade: "Intentamos mantener la concentración y hacerlo lo mejor posible porque, al final, era nuestra misión. Sin embargo, para las personas a las que interpretábamos, fue algo real. Cuando tenían que ponerse el uniforme y salir al campo de batalla estaban cumpliendo con su misión, y quisimos hacerle justicia a todo su trabajo".

"Todos y cada uno de los actores se entregaron al máximo a este proyecto", indica Eastwood. "Estoy muy agradecido por su dedicación y el respeto que mostraron hacia las verdaderas personas que tuvieron que ponerse aquellos uniformes todos los días. A pesar de las condiciones, no hubo quejas de ningún tipo; todo el mundo se esforzó por hacer un buen trabajo".

Bradley Cooper tuvo que someterse a un proceso de preparación especializado para que su interpretación de un francotirador de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU resultara convincente, lo que requería conocimientos que iban más allá de disparar una pistola. El actor ofrece más detalles: "Tuve que practicar con tres rifles de francotirador que Chris utilizaba, el 338 Lapua, el 300 Win Mag y el MK11, y era imprescindible que me sintiera cómodo con ellos, pero además tenía que desarrollar otra cualidad muy importante, pues tenía que saber utilizarlos en situaciones de mucha presión de una manera extremadamente metódica. Me resulta increíble la cantidad de conocimientos que se necesitan, como por ejemplo saber desenvolverse con un arma, mantener una posición estratégica con los pies y controlar la respiración; también hay que saber mantener el tipo durante mucho tiempo cargando el rifle. A Kevin y a mí nos parecía increíble que Chris fuera capaz de aguantar en una misma posición durante ocho horas y cargar un arma sin moverse en ningún momento".

Lacz no duda en elogiar a Cooper por ello: "Bradley se esforzaba muchísimo por llegar al nivel que su interpretación requería. Lo captaba todo a la perfección y aprendía muy rápido. Su motivación natural hacía que destacara sobre el resto de personas con las que he trabajado, aparte de los soldados reales; se le daba muy bien".

En la película, Chris Kyle contaba con un rival que igualaba sus habilidades como francotirador, Mustafa, interpretado por Sammy Sheik. En palabras de Sheik: "Mustafa es un tirador sirio que compitió por su país en las Olimpiadas. Ahora se encuentra en Irak apoyando a los insurgentes en su misión contra el enemigo común. Creo que, aunque no diga una sola palabra durante toda la película, es un personaje fascinante. Todo llevaba marcado un ritmo concreto, pues Clint me decía, 'Ve despacio, a este tipo se le da bien actuar bajo presión'".

Peter Morgan explica: "Los iraquíes se refieren a Chris como el 'Diablo de Ramadi', y no solo ofrecen una recompensa por su cabeza, sino que Mustafa está decidido a ir tras él. Mi personaje es una amenaza para los estadounidenses, así que una de las misiones personales de Chris es acabar con él. ¿Quién mejor que Clint Eastwood podría contar la historia de dos francotiradores enemigos?", comenta el actor entre risas.

La misión de Chris tiene incluso más alicientes, pues uno de los marines que lucha en el campo de batalla es Jeff, su hermano, quien se unió al ejército "para seguir los pasos de Chris", explica Keri O'Donnell, el actor que interpreta a Jeff. "Jeff tiene a Chris idolatrado por muchas razones, pues cuando eran niños, Chris siempre daba la cara por él. Sus raíces tejanas y su dinámica familiar les llevan a pensar que luchar por nuestro país es algo propio de héroes".

En la familia Kyle también nos encontramos con Ben Reed y Elise Robertson, actores que interpretan a los padres de Chris, Wayne y Debbie, y con Cole Konis y Luke Sunshine, quienes interpretan a Chris y a Jeff cuando eran jóvenes. El reparto de El francotirador también cuenta con Navid Negahban en el papel de Sheikh Al-Obodi, y con Mido Hamada en el papel del despiadado asesino iraquí, quien se ha ganado a pulso su apodo, "El carnicero".


Despliegue de tropas y regreso a casa
El rodaje de El francotirador comenzó en Rabat, Marruecos, lugar que sirvió para dar vida a un Irak destruido por la guerra. Eastwood menciona: "La arquitectura marroquí es muy parecida a la de Irak. Se puede recurrir a la construcción de platós en cualquier lugar para conseguir un estilo determinado, pero esto resulta más complicado si quieres conseguir tomas amplias que reflejen la atmósfera de pueblos o ciudades, así que Marruecos resultó ser la mejor opción".

El proceso de fotografía comenzó en Irak con un doble propósito, pues Marruecos no solo sirvió como un perfecto telón de fondo, sino que, en palabras de Cooper: "mantuvo a los actores que formaban parte de Equipo 3 de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU mucho más unidos que si hubiéramos tenido que regresar a casa todas las noches. Como estábamos en un lugar extranjero, esto nos permitió tener una idea mucho mejor de lo que se sentía al estar tan lejos de casa, así que sacamos mucho provecho de Rabat".

El elenco y los cineastas también pudieron sacar provecho de la cooperación de las autoridades locales y los habitantes de Marruecos, quienes permitieron que la producción se extendiera por los diversos barrios de la ciudad. Incluso algunos miembros del ejército marroquí ejercieron de extras en determinadas escenas.

Cuando se completó el rodaje en Marruecos, la compañía regresó a California para completar el resto de procesos de fotografía principal. James J. Murakami, diseñador de producción y colaborador habitual de Eastwood, y la también diseñadora de producción Charisse Cardenas, quien trabaja con el director por primera vez, recurrieron a un enfoque doble para este proyecto, pues Cardenas se centró en las secuencias militares y Murakami supervisó el frente estadounidense.

Cardenas explica: "Tuve que buscar información sobre Irak, sobre todo de Ramadi, Faluya o Ciudad Sáder, y tomar nota de las descripciones que Chris Kyle hizo de sus misiones. El equipo de rodaje en Marruecos realizó también un gran trabajo y nos ayudó mucho a la hora de conseguir el aspecto que tenía la ciudad cuando Chris servía en el ejército".

La producción se llevó a cabo en el estudio Blue Cloud Ranch de Santa Clarita, California, donde el departamento artístico tuvo que recrear un entorno urbano Iraquí parecido al de las ubicaciones de rodaje de Marruecos. Gran parte de las escenas en las que se muestran imágenes de las misiones de Chris en Ramadi se grabaron en este estudio.

Una de las secuencias de batalla críticas se rodó en el pueblo desértico de El Centro, situado a unos 160 kilómetros al este de San Diego, en el árido Valle Imperial. Allí, el equipo de diseño se encargó de convertir una antigua planta de procesamiento de leche en una fábrica abandonada, donde Chris y su equipo se ven en peligro por culpa de dos frentes imparables: una tropa avasalladora de insurgentes iraquíes que se dirigían hacia ellos desde todas direcciones; y una gigantesca tormenta de arena que amenazaba con arrollarles. Esta tormenta se creó mezclando efectos especiales y visuales, y el equipo de efectos especiales, dirigido por Michael Owens, se encargaba de dar mayor envergadura a los escenarios y a los ejércitos enemigos.

Para que el público pueda experimentar toda la acción en primer plano, Eastwood y el director de fotografía Tom Stern utilizaron las vanguardistas cámaras Blackmagic. Las cámaras, tanto fijas como de mano, estaban colocadas estratégicamente en los platós y, gracias a ellas, se pudo crear esa sensación que te transporta al centro de la batalla.

Jason Hall comenta: "Clint tiene esa habilidad natural que le indica cuál es el fotograma más importante y además deja que el público lo identifique de la misma manera que él lo hace. Le ha aportado un aspecto crudo a la película, casi como sintieras que la arena te golpeara directamente, algo que daba una sensación de autenticidad y que no transmitía un intento desesperado por provocar emociones o manipular al espectador; simplemente deja que todo siga su curso y luego invita al espectador a que se sumerja en la aventura".

El terreno donde Chris y sus compañeros entrenaban se dividió en dos lugares. En el Paramount Ranch de la Sierra de Santa Mónica se grabaron las escenas en las que Chris demuestra sus habilidades de puntería y el parque Leo Carrillo State Beach de Malibú sirvió de escenario para el famoso centro de entrenamiento para la demolición submarina de Coronado, California, donde se ponía a prueba a los candidatos y donde solo los mejores conseguían la insignia del tridente de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU.

Aunque los actores no tuvieron que pasar por las duras pruebas que pasan los candidatos en la realidad, no se libraron de tener que realizar algunos exámenes físicos. "Fue muy duro que nos rociaran con agua mientras teníamos que hacer algunas maniobras de patada, sobre todo porque a veces Clint alarga mucho las tomas. Recuerdo que hubo un momento en el que miré a Dauber y pensé, 'Si Dauber para, yo también, pero no antes'", recuerda Cooper entre risas.

Murakami se centró en el diseño de las casas en las que Chris y Taya iban construyendo su vida en común. Una modesta casita en Venice, California, sirvió para dar vida al hogar de la joven pareja en San Diego, donde Taya vivía durante las misiones de Chris.

Al final, cuando Chris regresa para siempre, se lleva a su familia de vuelta a sus raíces: a Midlothian, Virginia. Para el hogar de los Kyle en Texas se utilizó una casa de Northridge que reflejaba la escala y la amplitud tejanas al mismo tiempo que transmitía una sensación acogedora. El director artístico Harry Otto comenta: "James quería que la casa transmitiera comodidad y seguridad para que Chris pudiera acostumbrarse a su nueva vida como ciudadano".

A la hora de diseñar el vestuario del largometraje, Deborah Hopper explica: "Hicimos un arduo trabajo de investigación y recopilamos una gran variedad de fotografías antiguas de Chris y Taya para que el vestuario fuera lo más fiel posible a su estilo personal".

También los uniformes militares, sobre todo los de los miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina, incluían pequeños toques personales. El departamento de Hopper tuvo que consultar a los consejeros militares para garantizar la verosimilitud de los uniformes y asegurarse de que todos los detalles eran precisos. Sin embargo, la diseñadora indica que los uniformes de los miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UU reflejan la personalidad de cada soldado.

El fabricante de armas Michael Panevics y su equipo fueron los responsables de garantizar la precisión de las armas y prestaron especial atención a la continuidad. Panevics explica: "Chris tenía armas diferentes en cada misión, pero como no grabamos la película con un hilo de continuidad, teníamos que cambiar los rifles y el resto de armas de una misión a otra".

Hopper nos explica con una sonrisa: "Chris tampoco era un icono de la moda en su vida como ciudadano. Su estilo era muy relajado y casual, y en su armario había vaqueros, camisetas, sudaderas y gorras principalmente. Después de la guerra, Chris se mudó a Texas, donde su aspecto reflejaba sus raíces occidentales. Era muy importante que nos ciñéramos a la realidad de cada personaje en todos los aspectos para contar su historia".

Taya Kyle comenta: "Estoy muy agradecida de que todo el equipo que ha intervenido en esta película se haya esforzado tantísimo. Creo que hicieron mucho más de lo que su trabajo requería, y en eso se parecen mucho a un hombre que siempre dio más de lo que tenía".

El servicio que Chris Kyle prestó a su país no terminó cuando este se quitó el uniforme. Cooper reconoce que: "Como les suele pasar a muchos soldados, el regreso fue muy duro para él ya que, aunque estaba dispuesto y capacitado, ya no podía proteger a aquellos que se encontraban en peligro. No encontró su lugar como ciudadano hasta que no dio con la forma de ayudar a otros veteranos de guerra".

Según Jason Hall: "Lo que hizo en el campo de batalla fue propio de un héroe, pero también fue muy valiente cuando regresó a casa. Hay que reconocer que, aunque los soldados eligen servir a su país, no eligen la guerra en la que participan. Tan pronto como sus pies pisan el campo de batalla, tienen una misión, y lo arriesgarán todo por el bien de los demás. Nunca comprenderemos todo lo que tienen que hacer y todo lo que experimentan en las misiones, pero es lógico que les acojamos con los brazos abiertos cuando regresan de una misión que se les ha encomendado".

Taya opina lo siguiente: "Se dice que cuando tienden la mano para ayudar a un veterano, este no te agarra con las dos manos, solo con una, y con la otra intenta ayudar a otro; y es cierto. Estoy deseando ver cuál será la reacción de la gente, ya sea para rendir homenaje a Chris o porque han aprendido algo de la película o del libro. Tenemos la oportunidad de ayudar a mucha gente que lo necesita, y, al final, no hay mejor recompensa que saber que hemos hecho algo positivo por alguien, y eso es lo que hizo Chris. Creo que esta película es otra manera de continuar con su servicio".

Eastwood concluye: "Chris siempre iba más allá en todo lo que hacía, también en su trabajo con los veteranos. Al final, su trabajo dio lugar a una tragedia, pero no es eso lo que le hace importante o lo que hace de esta una historia trascendental. Tenemos la esperanza de que esta película haga que la gente recuerde los sacrificios que hicieron los soldados y sus familias y que sepan agradecer todo aquello que hicieron sirviendo a su país".