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  Paris-Manhattan  Dirigida por Sophie Lellouche
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Comedia romántica que narra la curiosa relación que une a Alice, una joven y soltera farmacéutica, con su director favorito (Woody Allen) y como éste le aconseja para orientar su vida sentimental.

Cuenta con los mismos productores de grandes éxitos como "Las chicas de la 6ª planta" y "La cocinera del presidente” y está protagonizada por ALICE TAGLIONI (French women, La pantera rosa), PATRICK BRUEL (Cena de amigos, El nombre (Le Prénom)), y está dirigida por SOPHIE LELLOUCHE en su ópera prima, en la que rinde homenaje a su autor favorito: WOODY ALLEN, quien tiene una aparición especial.


Entrevista con SOPHIE LELLOUCHE (guionista y realizadora)

P: ¿De dónde surge su pasión por el cine?

R: Es una pasión que se remonta a la infancia. Siempre me ha gustado inventar historias y adoraba que me las contaran. Mi atracción por la ficción también viene seguramente de una relación complicada con la realidad. Desear hacer cine es desear evadirse de la realidad y de lo cotidiano. Aunque el anhelo por hacer cine surgió muy pronto, pasar al acto ha exigido de mí muchos años. En 1999, realicé un cortometraje con Gad Elmaleh. Pero todavía me hicieron falta diez años más para que me atreviera a pasar al largometraje. Debido a mi falta de confianza, he comenzado un poco tarde. Por otro lado, ése es el tema del film. Estaba tan impresionada por mis modelos que me parecía imposible escribir una historia digna de esta profesión. Sorprendentemente, un día hallé la historia adecuada al imaginar un personaje.


P: Su heroína halla en la ficción las respuestas que no obtiene en la vida. Elabora su filosofía a partir del universo de Woody Allen…

R: Adoro el universo de Woody Allen. En él, la profundidad pasa a través del humor, la poesía, y la magia. En mi película, Alice habla a una fotografía de Woody Allen que le responde. ¿Cuál es la frontera entre sueño y realidad? Me encanta inducir la magia en la realidad. Pero Alice no se me parece en nada, y su recorrido no tiene nada de autobiográfico. Aunque la haya creado, tiene su propia vida y no me pertenece en absoluto. Puede que eso parezca extraño, pero todos los autores lo sabemos: los personajes acaban por tener una coherencia, una vida que escapa a nosotros y de la que no somos más que testigos.


P: ¿Cómo surge la chispa que la lanza hacia adelante?

R: Fue la confluencia entre el miedo al tiempo que pasa, que me empujó a dar el paso, y el descubrimiento de todos los recorridos que pueden llevar a la gente a hacer películas. Darme cuenta de que no había un camino único para mí me liberó de muchos complejos. He leído mucho y he frecuentado asiduamente la cinemateca. He podido darme cuenta de que todos y cada uno de los currículos son distintos, de que muchos directores de cine comenzaron tarde. Maurice Pialat y Gérard Oury han sido ejemplos muy positivos para mí. También he aprendido mucho gracias a Claude Lelouch, que fue el primero con quien trabajé. Habrán sido necesarios todo ese tiempo y esas experiencias para madurar y encontrar mi punto de equilibrio entre «saber» y «poder hacer». Una frase de Woody Allen, por lo demás presente en la película, tuvo gran resonancia en mí misma: «El talento lo da la ocasión. Lo que cuenta en la vida es el coraje.»


P: ¿Cómo ha elaborado su historia?

R: Aunque la comedia no sea un género fácil, es el que me dice más cosas. En la comedia, el romance permite a un tiempo el ensueño y el humor. Hay un rasgo común en todos los grandes realizadores que admiro, ya sean Lubitsch, Wilder, y Capra, o Rappeneau, Lelouch y Oury. Todos describen profundas relaciones humanas por medio de la comedia. Me siento próximo a eso. La comedia se sitúa siempre en la frontera del drama, es una cuestión de dosis. Siempre estamos al límite. El personaje de Alice podría ser esquizofrénico, del todo asocial, aunque, encerrada en un mundo, heroína positiva a su pesar, pues está del lado de la vida.


P: Pese a ser la historia de una pareja, está cerca de un “ménage à trois”…

R: Así es, esta historia se estructura en torno a tres personajes: Alice, Victor y el póster de Woody Allen. Alice mantiene una auténtica relación con ese póster. Es su mentor pero, ante todo, es una proyección de ella misma. Siempre se hace preguntas ante el póster, aunque es ella misma quien escoge las respuestas. Y no hallará respuestas cerca de él, sino frente a él; se atreve a formular preguntas que le hacen avanzar en la vida y que le permiten construirse. Victor será quien la llevará a la realidad.


P: ¿Por qué ha escogido a Woody Allen ?

R: Su universo es extraordinariamente rico. Alice halla en él la integridad que éste confiere a sus personajes. A título personal, y es mi único punto en común con Alice, Woody Allen me ha marcado. Hannah y sus hermanas fue el primer film de él que descubrí. Cuando iba saliendo del cine, ya tenía consciencia del impacto que el film iba a provocarme. Tras esta cinta, he visto todas las demás. Woody Allen se ha convertido en uno de mis realizadores preferidos, y también ha sido el único, a un tiempo guionista, director de cine y actor, capaz de devenir un personaje de mi historia. Su obra posee tal densidad que he podido robarle la filosofía necesaria para Alice. Durante la escritura del guión, he ido nutriéndome de su espíritu, de sus réplicas. Woody habla de todo lo que concierne a la vida, al amor, a la muerte, o a la relación con Dios, el todo evoluciona de una película a otra, y cada vez ofrece puntos de vista distintos. Cada uno de sus filmes revela un poco más su humanidad.

El póster simboliza lo controvertida que es la vida para Alice. Para cada ocasión, ella encuentra una respuesta en Woody Allen, que no son por tanto verdades absolutas o inmutables, lo que la deja a su libre albedrío.


P: Y en este proceder que Alice mantiene algo a parte del mundo, aparece Victor…

R: Alice no le esperaba. Victor llega con sus alarmas, su locura, su franqueza, sus «pies en el suelo» estrechamente asociados a una gran generosidad. Me gustaba que fuera capaz, aunque no lo admita, de una gran generosidad ya que va a seguir a Alice en todos sus caprichos y sus locuras sin juzgarla. Victor es más maduro, más experimentado y en definitiva más sabio que Alice. Con todo, el espíritu de libertad de esta joven le emociona, a él, que se muestra pesimista y bastante fatalista. Ella le fascina porque en cierto modo ha triunfado donde él ha fracasado. Para escapar de su familia, él no ha sabido hacer otra cosa que hundir los puentes, en tanto que ella ha sabido poner una distancia. Alice le enseña que «se puede pertenecer a un grupo manteniéndose aparte». Alice es a la vez normal y auténtica, es esa autenticidad la que genera su originalidad. Victor le proporcionará un camino hacia la realidad, y ella le proporcionará esa realización por medio de la autenticidad.


P: ¿Cómo ha elegido a sus actores?

R: Buscaba antes personalidad que estrellato, independientemente de que Alice y Patrick sean muy conocidos. Hace ya varios años, escribí a Alice para comunicarle mi deseo de trabajar con ella. Me encanta lo que es y lo que desprende. Su belleza solar aporta por añadidura un lado glamoroso a la pareja. Es un elemento esencial para que el público funcione. Alice es una gran actriz y su energía correspondía con la que deseaba para el film. Es capaz de devolver la pelota sin perder un ápice de su encanto, lo que es extremadamente raro. Me doy cuenta de que tanto Patrick como Alice son músicos. Alice tiene el ritmo, el tempo de la música, y por ello el de la comedia. Quería ese nerviosismo, ese dinamismo, ese sentido de la comedia, ese humor, ligados a la belleza y a una auténtica personalidad portadora de valores.

Para dar con el intérprete de Victor, me puse en el lugar de las espectadoras preguntándome qué les vendría en gana ver en el cine. Siempre he sido una admiradora del Patrick actor, de su encanto, de su humor, y de su talento. No es imaginable que una mujer se le resista, y resulta que me interesaba mucho enfrentarle a este personaje que le pone precisamente en dificultades. Patrick y Alice forman una pareja que me hace soñar, y eso es importante para mí.


P: Alrededor de ellos hay otras parejas, la de los padres de Alice, la que ésta constituye con su hermana…

R: En esta familia angustiada sobremanera que tiene miedo de todo, el padre, la madre y la hermana se dicen que se preocupan y que, por amor, están dispuestos a todo. Para ellos, sólo cuentan la seguridad y el bienestar de las hijas, con riesgo de no inquietarse en absoluto cuando es preciso…

La pareja de los padres de Alice es muy importante. La interpretan Michel Aumont y Marie-Christine Adam. Michel tiene una humanidad con un aire de padre decepcionado y algo loco. Que este inmenso actor acepte actuar en una opera prima es un regalo magnífico. Su personaje es muy importante, pues hace que Victor contacte con su hija. Es el patriarca, tanto en la mesa como en la vida. Más allá del hecho de que quiera casar a su hija y hacerla feliz, percibe que Victor es «el bueno». Frente a él, Marie-Christine encarna a una madre maltratada por la vida, las dudas, que evidencia sus límites mientras se esfuerza por hacerlo lo mejor que puede.

Para el personaje de la hermana, Hélène, me siento muy afortunada de haber podido contar con Marine Delterme. La sigo desde hace mucho, y había desaparecido en cierta medida. La echaba de menos. También posee esa energía. Exuda algo de profundamente femenino. Igual que en la película, para ella parece simple y fácil comportarse, peinarse y vestirse. La relación entre Hélène y Alice me llega muy hondo. Cara a cara, se exponen más allá de sus imágenes, y eso me parece muy bello.


P: Usted tenía miedo de saltar a la dirección, y sin embargo se ha atrevido a pedirle al gran Woody Allen que actuara para usted…

R: Woody Allen aparece en mi película, pero ¡no le dirijo en absoluto! Desde el principio, pensé que estaría bien contar con Woody Allen «en carne y hueso». Fui a presentarle mi proyecto. Su presencia en la película es surrealista. Se abre una puerta, y ¡aparece! Se mete en una limusina y luego regresa. Es mágico. Pensaba que al referirse a la magia en muchas de sus películas, y siendo él mismo un antiguo mago, había posibilidades de que aceptara, pero sobre todo anhelaba creérmelo. Para ser mi primer largo, disponer de Alice, Patrick, y además de Woody Allen ha sido una ocasión de la que ¡todavía no me he recuperado! Cada vez que veo la película, ¡me maravillo por la presencia de esos actores!


P: Su puesta en escena también participa de ese espíritu de comedia glamorosa. ¿Cómo lo ha definido?

R: De entrada, había el deseo de captar algo del ambiente de París, no mediante imágenes de postal, sino a través de los lugares y de las arquitecturas que restituyen ese encanto que hace de la capital una de las ciudades más admiradas del mundo. Deseaba quietud y poesía pues los enamorados como Alice y Victor están solos en el mundo. A menudo hay planos generales, en ocasiones muy generales, pues el marco, completamente parisino, está abierto para su amor. No quería que estuvieran encerrados porque Victor ofrece la libertad, la posibilidad de mil vidas entre las cuales elegirán. Mientras que con Vincent, el otro pretendiente, a menudo se establece el campo - contracampo en un espacio ceñido ya que busca encerrarla.

Hemos trabajado mucho la puesta en escena. Incluso los planos que podrían ser fijos contienen una dinámica que mueve al propósito. Quería una cámara que no estuviera allá más que para instalar al espectador en el lugar de testigo privilegiado. Deseaba situar a los personajes en un marco. Para la farmacia de Alice, por ejemplo, visitamos una treintena de establecimientos. Con sus frascos y su decoración, parece una auténtica farmacia, aun añadiendo unos DVD y caramelos. Quería que tuviera ese aire a tienda de barrio, la típica tienda donde dependientes y clientes mantienen una relación cercana.


P: ¿Se acuerda de la primera escena rodada?

R: Por motivos de planificación, comenzamos por las escenas con Woody Allen delante de la plaza. Extrañamente, no estaba en absoluto estresada. Se puede considerar un primer día de rodaje, con Alice Taglioni, Patrick Bruel y el mismo Woody Allen. Todos estuvieron tan profesionales como humanos. Sólo disponíamos de una hora para rodar todas las escenas con Woody Allen. Gracias a mi director de fotografía, Laurent Machuel, y a todo el equipo, todo fue de maravilla. Woody Allen se comportó con una humildad absoluta ante nuestra alegría de verle con nosotros.


P: Tras este primer largometraje, ¿de qué se siente más satisfecha?

R: Trabajar con los actores, con el equipo, constatar cada día que la historia que había imaginado cobraba vida ante mí ha sido de inmensa felicidad. Pero la jornada más memorable sin duda es la primera, con Woody Allen. He vivido intensamente cada segundo de ese 2 de abril de 2011. El tiempo era magnífico. Cuando desperté a la mañana siguiente, llovía. Todo aquello parecía un sueño.

Estoy encantada con lo que los actores han dado, que descubro en la pantalla y que ya no me pertenece. Tienen esa humanidad, esa generosidad, esa gentileza que esperaba para mis personajes. Se adhiere a ellos. Por otro lado, Alice y Patrick no han tenido que buscar demasiado para transmitir esos sentimientos que tienen en lo más hondo de ellos mismos. Los actores se han entregado totalmente a sus respectivos personajes, a los que aportan su propia música. Es un placer disfrutar de ellos…, ¡y yo la primera!


P: ¿Qué espera poder transmitir al público?

R: Quiero proponer una historia ligera que no obstante hable de cosas serias, de un encuentro atípico pero que emocionará a mucha gente. Espero que el público salga del cine con ganas de enamorarse y de mirar a los otros sin juzgarlos. Todos hemos sido Alice y Victor en un momento u otro. Por eso me encanta el cine. Porque me permite vivir situaciones inéditas al tiempo que me despierta el interés por vivirlas en la vida real.


Entrevista con ALICE TAGLIONI (Intérprete de Alice)

P: ¿Qué le ha movido a actuar en esta película?

R: Hace tres años, Sophie Lellouche me escribió para decirme que apreciaba mi trabajo y mi energía. Sólo esta carta ya me motivó para encontrarme con ella. Fue un encuentro agradable. Desde que leí el guión, acepté de inmediato el magnífico personaje que me propuso. La frescura e ingenuidad de Alice, en el buen sentido de los términos, y su evolución constante desde la primera a la última página me sedujeron. Además, jamás había participado propiamente en una comedia romántica y me encanta sobremanera el espíritu de la misma.


P: ¿Puede presentarnos a Alice, su personaje?

R: Alice es una joven viva y alegre, cercana a su familia. Es un tanto inmadura y no vive en la realidad. En este estado de infancia tardía, hará el paso desde su mundo de ensueño a la edad adulta. Seguirá una verdadera evolución, un recorrido que me ha complacido mucho. Desde su más tierna infancia, Alice devora las películas de Woody Allen y espera cada nuevo film asiduamente. Elabora una especie de filosofía que la ayuda a vivir, a tomar decisiones. Woody Allen es un poco su guía, pero a través de su humor y la mirada que aplica sobre las relaciones humanas. Woody también permite a Alice comprender mejor la psicología de la vida, de su familia, y de sus relaciones. Por tanto, está muy presente en la película.


P: Alice invierte mucho tiempo ocupándose de aquellos que la rodean…

R: Farmacéutica, cuida a sus clientes tanto con películas como con medicamentos. Quiere la felicidad de los otros, al extremo de olvidar algo la suya propia. Siempre trata de comprender y ayudar a aquellos que la rodean y no se siente feliz hasta que éstos no se sientan felices. Se instala más bien en lo ideal e ilusorio que en la realidad. Ve cosas bellas en todas partes, pero muchos hechos la incomodan. Su integridad la empuja a lanzarse a historias fáciles. Su honestidad afectiva es un freno a su vida y a su evolución personal. A veces se desengaña, se siente decepcionada, y no afronta tantos riesgos como se cree. Se verá enfrentada a su opuesto, Victor. Sophie Lellouche dice que Alice es una «optimista desdichada» y Victor un «pesimista feliz». Reaccionarán el uno por el otro.


P: ¿Cómo definiría la familia de Alice ?

R: Es una familia unida pero que, como todas las familias del mundo, corre un tupido velo para evitar ver ciertas cosas. En esta familia, con principios de educación y cultura muy presentes, ciertos problemas que podrían solucionarse a menudo se niegan: el alcoholismo de la madre, el hecho de que la hermana no es feliz, la inmadurez de ésta... Creyéndose moderna, esta familia de hecho es presa de desavenencias sociales y religiosas. Mucha gente puede identificarse con este tipo de situación, esas comidas familiares donde el ambiente está muy tenso mientras se procura aparentar que todo va bien. Es cuando la situación estalla cuando se torna interesante.


P: ¿Cuál es su reacción frente al hecho de que su personaje se llama igual que usted?

R: Todo el mundo se ha hecho muchas preguntas respecto a este punto. ALICE es el título de una película de Woody Allen, pero puede haber muchas otras explicaciones. Por mi parte, he diferenciado perfectamente mi papel y mi personalidad. En cada película, se toma prestado un nombre. Que éste sea el mío para mí no tiene ninguna importancia, es un personaje al servicio del cual me someto.


P: Aunque se trata de una comedia sentimental con una pareja con encanto, ninguno de los dos es un romántico…

R: Los personajes no están descubriendo la vida, ya tienen un bagaje a sus espaldas. Ambos comienzan a saber realmente aquello para lo que están hechos y aquello que no quieren. Alice pasa de un universo un tanto infantil en el que aún se halla al mundo de los adultos. Se libera de su familia, de su hermana, que es su modelo y su ídolo, de las tradiciones de su religión y del mismo Woody Allen. El encuentro entre Alice y Victor es singular porque no se seducen; primero, comienzan por cuestionarse mutuamente y toman consciencia de su naturaleza profunda al contacto de uno con el otro.


P: Los diálogos son un verdadero ping-pong. Los dos personajes tienen carácter y a Alice no se le escapa nada…

R: Se habla mucho pero, aunque vívidamente, sin embargo no hay confrontación. Alice y Victor se miden. Ella verdaderamente se muestra enérgica y espontánea, en tanto que Victor es muy lógico y siempre dice la palabra precisa en el momento adecuado. No tienen la impresión de estar hechos el uno para el otro, sobre todo Alice. En consecuencia, ella no está en absoluto por la seducción sino por la franqueza. Es uno de los aspectos que me ha gustado más de este personaje. De todos modos, a mí tampoco me va demasiado la seducción. No diría tanto como que el personaje se me parece, pero me gusta interpretar su energía, su sinceridad y su libertad.


P: ¿Cuál ha sido la experiencia de actuar junto a Patrick Bruel?

R: Conocía el trabajo de Patrick desde hace mucho, y me hizo muy feliz que aceptara ese papel tan distinto de los que se puede conocer de él. Su personaje es inesperado pero encaja en él muy bien. Actuar con él es sencillo, fácil, claro, y no me ha sorprendido. Tenemos en común la música, la cadencia, el ritmo y… el póquer. Pero somos músicos diferentes. Patrick se ha hecho de verdad él solo, mientras que yo he estudiado piano durante veinte años. También compartimos la predilección por la comedia. Es un género que ya he practicado y que aprecio enormemente porque opera sobre lo rítmico y la música a los que me he consagrado desde mi más tierna infancia. De resultas, es como si fuéramos un dúo, con el mismo diapasón, sobre el mismo ritmo, y nos avenimos con extrema facilidad. No tuvimos la más mínima objeción a interpretar la partitura que tan bien ha escrito Sophie y lo hemos hecho encantados.


P: La película contiene muchas escenas atípicas para una comedia romántica. ¿Se esperaba particularmente algunas de ellas?

R: Es verdad que la película está llena de situaciones desconcertantes. Pese a que las más divertidas que ver no sean necesariamente las más divertidas que interpretar, me esperaba todas las escenas de familia, bastante cómicas, y entre otras, el «robo», uno de los momentos más cómicos.

Me he sentido muy feliz durante el rodaje de este film, que aporta luz y felicidad. Hay algo de refrescante, de simple y sincero, un poco a la imagen de Sophie y de sus personajes.


P: ¿Qué hace esta comedia distinta de las otras?

R: Los personajes no tienen veinte años, ya han vivido. Sin embargo, aunque no se trate de una de sus prioridades, cada uno de ellos alberga el objetivo inconfeso de hallar el amor y formar una familia. Y efectivamente, encontrarán el amor, a su pesar, sin buscarlo. Así pues, la cinta no recupera el esquema clásico de la comedia romántica. En cada ocasión, todo aquello que Victor trata de aplicar para seducir a esta joven le rebota a la cara. Sin embargo, las reflexiones que ella le hace son otras tantas pistas para que se le acerque. Si ella fuera totalmente indiferente, no le daría indicio alguno. Entre ellos lo que hay es un poco el juego del gato y el ratón. Hay otro hombre, seductor y play boy, que le interesa a Alice y que constituye un peligro para Victor.


P: ¿Cómo ha ido el rodaje?

R: El rodaje fue la imagen del film, alegre y chispeante. Ha sido muy agradable interpretar todas las escenas con Patrick, pero igualmente las de grupo con nuestros otros compañeros.

La película se centra en las relaciones humanas, lo que se ajusta a Sophie y también a mí. Todo ha sido fluido. Sophie ha sabido dar con el tono y mantenernos en el espíritu de su cinta. Por ese motivo es importante que haya un director de orquesta que sepa dirigir. Nosotros somos los buenos, ¡espero ! Acerca del rodaje, Sophie se mantuvo admirablemente relajada. Tuvo el pudor de guardarse para sí sus dificultades y dudas. Como realizadora, tiene talento. Sabe dirigir a los actores, que respeta tanto como a todo el equipo. Deseo a todos los actores que trabajen con ella.


P: El rodaje comenzó con Woody Allen y Patrick Bruel. ¿Cuál fue su reacción?

R: Poder acercarse a Woody Allen, interpretar una escena sencilla ante él, fue increíble. Actúo poco con él pero se trata de verdaderos momentos de cine. No me sentía impresionada, tan sólo feliz de su presencia, por Sophie, por todos nosotros, y por la película. Nos embargaba una gran alegría, el rodaje comenzaba bajo buenos auspicios.


P: Al ver la película, ¿ha visto surgir algo que no previó en el rodaje?

R: De entrada, me sedujo la frescura de los personajes, su impulso vital. Me alegra que la película muestre esa energía y esa simpatía presentes en el guión. Aunque el padre y la hija aparezcan juntos bastante poco en la pantalla, la relación que mantienen es muy bella y permite comprender mucho las cosas de Alice y de su hermana. Interpretar eso con Michel Aumont ha sido un placer. Marine Delterme también conmueve mucho. Además, la película también me ha satisfecho visualmente: la puesta en escena de Sophie asociada a la imagen de Laurent Machuel es algo magnífico, lo que es bastante raro para una comedia.


P: ¿Tiene noción de lo que representa actualmente este papel en su carrera?

R: En primer lugar, este papel me ha devuelto a la comedia, que había abandonado un tanto, y me ha hecho recordar cuánto amo este género. Adoro haber rodado esta película. No me he tomado en serio, en términos generales: así lo espero. Ha sido una buena ocasión laboral, y en el trato con los otros, y haber conocido a una mujer como Sophie. Este film me ha hecho mucho bien, ha hecho que me sienta ligera.


Entrevista con PATRICK BRUEL (Intérprete de Victor)

P: ¿Puede hablarnos de su personaje?

R: Victor es un hombre anclado en sus certezas. No le apetece hacer concesiones para seducir. Es una personalidad que me resulta bastante extraña pero me ha alegrado encontrármela.


P: ¿Qué es lo que le ha seducido de este proyecto?

R: Sobre todo, lo que me ha convencido ha sido el entusiasmo y la pasión de Sophie Lellouche. Me ha conmovido la historia que quería narrar y la unión entre la comedia romántica y el espíritu de Woody Allen. Se ha elaborado con mucha sutileza, hasta ese momento sublime que, para mí, en el rodaje, fue como la guinda del pastel: el encuentro con Woody Allen.


P: Los personajes no se corresponden verdaderamente con los arquetipos de la comedia romántica. Se muestran más aguerridos, más reflexivos, menos inocentes. Hay también mucha ironía…

R: La comedia tiene como principio sorprender. Nadie se espera lo que pasa en la película. No caen cautivados el uno por el otro con ingredientes convenidos. En contacto con el otro, cada uno más bien se descubre a sí mismo.


P: ¿Qué es lo que hará que Alice y Victor se acerquen?

R: Pese a su aparente diferencia, Alice y Victor tienen un punto en común: su integridad. Se necesitan mutuamente sin saberlo, y este encuentro va a ser para ellos como dos viajes iniciáticos que se cruzan.


P: ¿Cómo funciona su dúo con Alice Taglioni?

R: Ha sido una complicidad bonita. Frecuentarse durante un rodaje permite descubrir tal como es la gente. Más allá de su encanto y de su energía, me hace muy feliz haberme encontrado a una persona tan excelente.


P: El espíritu de Woody Allen está muy presente en la película. Es algo así como la guía espiritual de Alice, en tanto que su personaje no le conocía…

R: A menudo, el personaje de Alice encuentra sus respuestas en las citas de Woody Allen, pero Victor no conoce ese universo. En un momento dado, hará falta que Alice supere esa filosofía extraña, y mi personaje la ayuda a dar el paso de lo virtual a una realidad que ella deberá asumir. En términos de Woody Allen, Victor le pide, al revés que en La rosa púrpura de El Cairo, que salga de la pantalla para ir hacia la vida auténtica.


P: Sophie Lellouche ha escrito y realizado este primer film. ¿Qué impresión tiene de ella?

R: Sophie es entusiasta y convincente. Me ha complacido formar parte de su primera aventura cinematográfica.

Está abierta a los cambios de impresiones, a las propuestas, desde las más sencillas a las más insólitas. Apetece proponerle cosas, ayudarla, aunque hay que procurar no hacerle perder esa energía que en un primer film es fuerte y frágil a un tiempo.