Presentación
Bienvenidos a LA CUMBRE ESCARLATA.
Esta película es mi tentativa para regresar a los clásicos. Durante un periodo de la Era Dorada del cine se produjeron películas como El castillo de Dragonwyck, Alma rebelde/Jane Eyre y Grandes esperanzas, que en los años cincuenta, sesenta y setenta acabaron cayendo en el olvido. De hecho, han transcurrido unos treinta años desde que se realizó un romance gótico a esta escala, y me enorgullece reabrir esta puerta.
Fue un género muy importante a finales del siglo XVIII porque representó la reacción romántica a la Era de la Razón. Mezcla cosas que, aparentemente, no tienen nada que ver: el melodrama exacerbado construido con capas de oscuridad y la atmósfera gótica de un sombrío cuento de hadas tan espeluznante como inquietante. Combina todos estos elementos para conseguir un sabor único.
LA CUMBRE ESCARLATA está diseñada para ser espléndida y preciosa, no solo como azúcar para la mirada, sino también como proteína para la mirada. La película cuenta la historia de los personajes a través del entorno y los decorados, que reflejan sus sentimientos y pensamientos más profundos. Asimismo, el maravilloso vestuario ayuda a los elementos temáticos que pueblan LA CUMBRE ESCARLATA a cobrar vida. Por su belleza pictórica, esta película es, de todas las que he creado, una de mis favoritas.
Ojalá la disfruten.
Información de la producción
La imaginación del director Guillermo del Toro presenta un romance gótico protagonizado por MIA WASIKOWSKA (Alicia en el país de las maravillas, Jane Eyre), JESSICA CHASTAIN (La noche más oscura, Mamá), nominada dos veces a los Oscar, TOM HIDDLESTON (Marvel Los vengadores, las entregas de Thor) y CHARLIE HUNNAM (Pacific Rim, Hijos de la Anarquía). En LA CUMBRE ESCARLATA descubrirán que el amor tiene el poder de convertirnos a todos en monstruos.
Guillermo del Toro, guionista y director de películas como El espinazo del diablo y El laberinto del fauno, y productor de thrillers como El orfanato y Mamá, ha diseñado y dirigido esta cinta que mezcla el miedo psicológico y la belleza gótica y que sitúa el terror a la altura del más oscuro cuento de hadas.
Con una película tan imaginativa y estética, el cineasta regresa al género que él mismo ayudó a definir creando un romance que recuerda a los mayores triunfos de este tipo de cine, apoyándose en imágenes espectaculares, personajes fuertes y diversos, interpretaciones llenas de emoción, así como en una historia que mantiene la tensión hasta el final.
Guillermo del Toro quiso dar a la película un estilo gótico contemporáneo acorde con la época (año 1901) en que transcurre LA CUMBRE ESCARLATA. El espectador se verá envuelto en un lugar único donde la nieve llora sangre y en cada esquina se esconde un fantasma. Una historia que permanecerá en las mentes mucho después de que se enciendan las luces de la sala.
Para realizar su película más provocadora hasta la fecha, Guillermo del Toro se ha rodeado de un gran equipo de artistas y colaboradores, entre los que se encuentran el director de fotografía danés DAN LAUSTSEN (Silent Hill, La liga de los hombres extraordinarios), el montador BERNAT VILAPLANA (Hellboy II: El ejército dorado, El laberinto del fauno), el diseñador de producción THOMAS E. SANDERS (Salvar al soldado Ryan, Braveheart), la diseñadora de vestuario KATE HAWLEY (Pacific Rim, el próximo estreno Suicide Squad) y el compositor FERNANDO VELÁZQUEZ (Mamá, El orfanato).
Guillermo del Toro es el autor del guión con su colaborador habitual MATTHEW ROBBINS (Mimic, No tengas miedo de la oscuridad). También habían colaborado con Guillermo del Toro en Pacific Rim los productores CALLUM GREENE (El Hobbit: La desolación de Smaug, Todo está bien), THOMAS TULL (El caballero oscuro: La leyenda renace, Origen) y JON JASHNI (Godzilla, el futuro estreno Warcraft), ambos de Legendary Pictures, así como la productora ejecutiva JILLIAN SHARE (El séptimo hijo, Warcraft).
Los fantasmas del pasado: La historia de LA CUMBRE ESCARLATA
La joven Edith Cushing (Mia Wasikowska) es una escritora novata que vive con su padre, sir Carter Cushing (JIM BEAVER, las series "Sobrenatural" y "Deadwood") en Búfalo, Nueva York, a principios del siglo XX. Edith ha crecido perseguida por la muerte de su madre en el sentido más literal de la palabra. Tiene el don o la maldición, según se mire, de comunicarse con los muertos y ha recibido un misterioso aviso desde la ultratumba: "No te fíes de la cumbre escarlata".
Debido a su desbordante imaginación, Edith no encaja en la sociedad de la época y, además, duda entre dos pretendientes: el Dr. Alan McMichael (Charlie Hunnam), un brillante intelecto que estimula la mente, y el irresistible y seductor Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), que tampoco encaja en la sociedad y acepta a Edith tal como es, haciéndose con su corazón.
Cuando el padre de Edith muere en extrañas circunstancias, Thomas convence a Edith para que le acompañe a su lujosa mansión familiar, Allerdale Hall, una enorme propiedad de estilo gótico escondida en los montes de Inglaterra, plagada de misterios y peligros. Construida encima de una mina, la arcilla color sangre se filtra a través de la nieve, por lo que todos la llaman "la cumbre escarlata".
Pero Thomas y Edith no están solos allí. La enorme casa también es el hogar de Lucille (Jessica Chastain), la hermana de Thomas, una misteriosa y atractiva mujer cuyo afecto por Edith enmascara algo inesperado.
A medida que Edith se acostumbra a su nueva vida, la casa cobra vida propia y la joven se ve invadida por visiones y pesadillas sin saber que el auténtico monstruo de la cumbre escarlata está hecho de carne y hueso...
¿Sabrá Edith descifrar sus visiones antes de que sea demasiado tarde? ¿Decidirá Thomas salvar a su esposa o preferirá salvar a su familia? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Dr. McMichael para defender el amor de su vida?
El amor se convierte en locura y las pesadillas en realidad: cualquiera que entre en la casa de la cumbre escarlata corre peligro.
¿Llegará la trampa mortal a revelar la verdad o sellará el destino de todos?
Un don o una maldición: Empieza la producción
Después de los éxitos de taquilla de Hellboy (2004), Hellboy II: El ejército dorado (2008) y Pacific Rim (2013), el maestro del terror Guillermo del Toro acaba de dirigir el sombrío e imaginativo romance gótico LA CUMBRE ESCARLATA. El cineasta explica la premisa de esta última película con siete sencillas palabras: "Los seres humanos son el auténtico terror".
Este nuevo título, más cercano a El espinazo del diablo (2001), una escalofriante historia de amor de época, y a la tres veces oscarizada El laberinto del fauno (2006), explora el tema del amor y de la trampa que representa. Es posible pensar que los acontecimientos en El laberinto del fauno sean el mero producto de la ilimitada fantasía de una niña; del mismo modo, LA CUMBRE ESCARLATA juega con la percepción del espectador, ¿dónde acaba la verdad y empieza la ficción? Edith es una autora en ciernes con una desbordante imaginación, ¿hasta qué punto todo lo que ocurre no es producto de su imaginación?
LA CUMBRE ESCARLATA encaja a la perfección con el estilo de las películas rodadas en español por el cineasta mexicano con las que consiguió el reconocimiento internacional. Por eso, el productor Callum Greene, que se unió a Guillermo del Toro para producir Pacific Rim, describe esta nueva obra como "la primera película española en inglés" del director.
Hablando de la película y de sus influencias, el realizador dice: "LA CUMBRE ESCARLATA es el equivalente de El laberinto del fauno con fantasmas. Es una mezcla de varios géneros, una historia de fantasmas tradicional con la elegancia y belleza de un clásico".
Durante el proceso de escritura, Guillermo del Toro y su colaborador habitual Matthew Robbins se inspiraron en novelas como Cumbres borrascosas, de Anne Brontë; Grandes esperanzas, de Charles Dickens; Rebecca, de Daphne du Maurier, y El castillo de Dragonwick, de Anya Seton, a cual más escalofriante. El director dice: "En un romance gótico siempre hay una espléndida historia de amor, elementos sobrenaturales, escenas que ponen los pelos de punta... y si lo combinamos todo, obtenemos una película realmente preciosa".
Para Guillermo del Toro, una historia de este tipo puede contener fantasmas y castillos medio en ruinas, así como "los adornos de una película de terror", pero el corazón será una historia de amor clásica con un "personaje central de aspecto virginal que descubre un secreto, un tesoro, un pasado oscuro, y que emerge transformado por la experiencia". A pesar de las tenebrosas connotaciones de la historia, la naciente relación amorosa entre Thomas y Edith posee una cualidad lírica. Y si el amor es un tipo de locura, entonces todos los personajes de la historia son presa de dicha locura.
Según Guillermo del Toro, LA CUMBRE ESCARLATA es "el cuento de hadas más oscuro", y ya se sabe que en la receta clásica siempre hay un personaje que llega a la madurez. "Está en Alicia en el país de las maravillas, en La reina de las nieves, en los cuentos de Oscar Wilde o de Hans Christian Andersen", explica el director. La historia es el recorrido hacia la independencia. A través del rito de iniciación, el personaje realiza "un viaje por la oscuridad... a través de un espacio geográfico, a través del mar, hacia el mundo subterráneo".
Una de las novelas góticas preferidas del director es Tío Silas, del escritor irlandés Joseph Thomas Sheridan LeFanu, que abarca toda la maldad, el terror y las emociones del género. "Siento que esta película está muy cerca de El tío Silas", añade.
En un intento muy logrado de personalizar la historia, el realizador ha dejado toques particulares a lo largo de la narración. Algunos, como las mariposas y las polillas, responden a la fascinación que le producían cuando era pequeño y porque representan a Edith y a Lucille. Otros son más que simples matices, como la obligación de escoger, la naturaleza del amor, juguetes mecánicos llenos de engranajes y mecanismos, el afecto de la protagonista hacia su padre, y un escondite o gruta subterránea que esconde secretos y profundas emociones.
Guillermo del Toro usa el terror en sus películas porque le gusta "utilizar fantasmas para eliminar los antídotos humanos, para iluminar la historia de una forma más humana". Ha infundido en el clásico romance gótico una visión extremadamente imaginativa, inventando una mansión encantada como habitáculo del misterio. El miedo está dentro de las paredes.
La mezcla de terror psicológico y físico gustó a Legendary Pictures, que ya había colaborado con el director en Pacific Rim. La productora estaba segura de que la película encajaba a la perfección con los anteriores universos míticos que había creado Guillermo del Toro. Thomas Tull y Jon Jashni unieron sus fuerzas con las de Guillermo del Toro y Callum Greene para producir LA CUMBRE ESCARLATA. El director ejecutivo de Legendary Pictures, Thomas Tull, reconoce que le apetecía volver a trabajar con el cineasta: "Sea cual sea el género, las películas de Guillermo siempre son inteligentes y sofisticadas. Cuando nos habló de su visión para LA CUMBRE ESCARLATA, no nos fue difícil imaginar que podíamos acompañarle en su viaje. Ahora bien, debo añadir que el resultado ha superado con creces lo que imaginamos".
Hace tiempo que Jon Jashni se siente atraído por la facilidad con que Guillermo del Toro se comunica con un público global a través de temas tan especiales. "Da igual que se dirija a un público hispanohablante con un clásico como El laberinto del fauno o a espectadores chinos con Pacific Rim, Guillermo entiende el idioma cinematográfico", dice. "Los espectadores sienten la pasión que infunde a los personajes y a las historias, y responden a un nivel profundamente personal".
En opinión de la productora ejecutiva Jillian Share, el hecho de que la historia transcurriera al final de la era victoriana y en el alba de un nuevo siglo ofrecía enormes posibilidades narrativas. "Guillermo escogió dos momentos maravillosos de la historia, lo que le permitió explorar un tema contemporáneo como es el lugar de la mujer en el mundo moderno", explica. "A pesar de que sus motivaciones son muy diferentes, Lucille es tan brillante y decidida como Edith. Las dos son mujeres muy adelantadas y muy capaces".
Triángulo amoroso: El reparto de la película
Guillermo del Toro siempre empieza el proceso de casting con una lista de actores en los que ha pensado para el papel. En el caso de LA CUMBRE ESCARLATA, Charlie Hunnam, Jim Beaver y Jessica Chastain encabezaban la lista. De hecho, el cineasta ya había hablado del proyecto con Charlie Hunnam durante el rodaje de Pacific Rim.
Poco después de trabajar en Pacific Rim, el actor recibió un correo electrónico del director pidiéndole que se leyera un guión y pensara en el papel del Dr. McMichael, el soltero más atractivo de la ciudad de Búfalo. Le gustó que el director pensara en él para un papel totalmente diferente de los antihéroes de acción que solían ofrecerle hasta entonces.
Dice que fue una agradable sorpresa que le ofrecieran el papel de un personaje "más reflexivo y tranquilo, un hombre sensible e inteligente". Guillermo del Toro le explicó que el Dr. McMichael era un hombre moderno, totalmente opuesto al anticuado sir Thomas Sharpe; de hecho, le pidió que fuera como es en realidad. A partir del momento en que estaba maquillado y vestido, debía mantener el mismo nivel de energía y de ganas.
Para Charlie Hunnam era importante que la película se basara en una historia muy bien construida y le gustó que Guillermo del Toro regresara a sus raíces. "LA CUMBRE ESCARLATA va de la mano de El laberinto del fauno y El espinazo del diablo, dos grandes películas que Guillermo rodó en español".
Jim Beaver también se alegró mucho cuando recibió una llamada pidiéndole que se uniera al reparto de la última película de Guillermo del Toro. Asimismo, el papel de Carter Cushing le sacaba del molde en el que sus papeles televisivos le habían encasillado, "un simpático gruñón rural", en palabras suyas. El cineasta le dio la oportunidad de encarnar a un hombre de negocios de época, un personaje fuerte y respetable.
El actor reconoce que no le entusiasma el cine de terror, pero que esta película obliga al espectador a dudar del mundo real. En su opinión, el realizador hace películas muy sofisticadas. "Mediante la forma en que maneja a los personajes y la narración, consigue construir una atmósfera sumamente inquietante, aterradora incluso. Es capaz de ver el corazón de las tinieblas en los seres humanos. Esta película es mucho más que unos cuantos subidones de adrenalina. Ha sido muy gratificante ser parte del proyecto".
Para encarnar a las dos protagonistas femeninas, el director quería a dos actrices que representaran la luz y la oscuridad, la mariposa y la polilla. Las dos antagonistas son dos mujeres fuertes que luchan por sobrevivir y por el amor. Jessica Chastain y Mia Wasikowska encajan a la perfección en los papeles. Guillermo del Toro conoció a Jessica Chastain en el thriller Mamá, que él produjo y donde la actriz tenía el papel principal, y consideró que nadie más que ella podía dar vida a la enigmática lady Lucille Sharpe.
La actriz se ha hecho famosa encarnando un amplio abanico de personajes. El productor Callum Greene recuerda a la actriz durante su primer ensayo para LA CUMBRE ESCARLATA: "Aportó algo inesperado a la escena, algo que nos sorprendió a todos. Se notaba que estaba dispuesta a meterse totalmente en la piel del personaje".
Jessica Chastain dice que se enamoró de su personaje a pesar de "las malas cualidades" de Lucille. Para ella, es una mujer que "lo hace todo por amor; en realidad, es una mujer muy sencilla". Toca el piano, le gusta leer, quiere a su hermano y prefiere la soledad de su hogar porque "ha sufrido en el pasado".
Era importante que todo lo que rodeara a lady Sharpe fuese misterioso, por lo que Guillermo del Toro creó una biografía que sirviera a la actriz para preparar el papel. "Cuando tomaba decisiones acerca de mi personaje en el plató, Guillermo sabía por qué lo hacía, los dos conocíamos la historia de Lucille", explica la actriz.
El director y la intérprete entendían el comportamiento del personaje. Efectivamente, la mayor motivación en la vida de Lucille es el amor. "El odio y la ira nacen del amor", explica Jessica Chastain. "Todas las emociones se duplican. Guillermo crea el equilibrio perfecto, nunca me sentí interpretando una emoción gratuita. Tampoco sentí que fuera una película de fantasmas. Solo sabía que contaba una historia de personas de carne y hueso".
La inquisitiva ingenuidad de la protagonista, Edith Cushing, interpretada por la actriz australiana de ascendencia polaca Mia Wasikowska, es la espina dorsal de LA CUMBRE ESCARLATA. La intérprete se dio a conocer en Alicia en el país de las maravillas, de Tim Burton. Edith, la hija del empresario industrial Carter Cushing, es una joven decidida e independiente que perdió a su madre a una temprana edad. No tiene nada que ver con las frívolas chicas de la buena sociedad de Búfalo, que solo se preocupan por la moda y por encontrar un marido. Edith está empeñada en escribir una novela, y para eso explora el mundo sobrenatural.
Al principio, Mia Wasikowska no se sentía atraída por la idea de volver a trabajar en una película de terror, pero no estaba dispuesta a dejar pasar la ocasión de colaborar con Guillermo del Toro. Recuerda que el director hizo varias referencias a la historia del monstruo de Frankenstein antes de que empezara el rodaje y dijo que "el miedo nos hace aprender quiénes somos". Al igual que para el personaje de Lucille, el realizador redactó una biografía de ocho páginas para que Mia Wasikowska entendiera mejor quién era Edith. "Estaban todos los detalles, hablaba de su infancia, de la relación con sus padres, incluso de los olores que más le gustaban", dice.
La actriz no ve a Edith, su personaje, como la heroína de la historia. Tampoco cree que haya "buenos y malos" en la película. "Todos los personajes son lo suficientemente ambiguos como para que se les vea de ambos lados, todos hacen lo necesario para sobrevivir", recalca. La lucha por la supervivencia incluía una caída en la misteriosa mansión, pero la actriz no había hecho nada parecido antes. "Va contra todos mis instintos", explica, pero al cabo de unos cuantos ensayos, se moría de ganas de hacerlo con las cámaras rodando.
Guillermo del Toro se quedó admirado ante la facilidad con que Mia Wasikowska interpretó a Edith con la dosis exacta de ingenuidad y de fuerza. "Mia es muy libre, su ego no interviene en su trabajo", dice el director. Y refiriéndose a las complejas emociones requeridas por el personaje, añade: "Fue tremenda".
El gran amor de Edith es sir Thomas Sharpe, un refinado y joven soltero inglés que se desplaza a Estados Unidos en busca de inversores para su nuevo invento, una máquina para la minería. Thomas Sharpe no tarda en enamorarse de Edith, y esta no puede resistirse al apuesto extranjero que se interesa por su novela y llena su imaginación con ideas románticas de lugares lejanos.
Guillermo del Toro escogió a Tom Hiddleston para dar vida a Thomas Sharpe. El actor, conocido por ser el malévolo Loki en el universo de Marvel, recibió una llamada del realizador en el verano de 2013 para pedirle que leyera el guión. Le sedujo el estilo en que estaba escrito y reconoce que le encantó la ambigüedad de su personaje. Además, tenía muchas ganas de volver a trabajar con su gran amiga Jessica Chastain, con la que había coprotagonizado Solo los amantes sobreviven, de Jim Jarmusch.
Además, es un fan reconocido del director: "Sin duda alguna, Guillermo es el mejor representante del romance gótico en el cine actual. Tiene la capacidad de hacer que las historias sobrenaturales sean intensamente sensibles y accesibles".
El actor quería que su personaje fuera "conmovedor y redentor" para comunicar su recorrido emocional al espectador y hacer que la película pasase del terror al drama y al romance. En este caso, Guillermo del Toro también le entregó a Tom Hiddleston una biografía muy completa para ayudarle a captar el "auténtico sabor" del personaje. El director le contó algunos de los secretos de Sharpe, que no debía compartir con el resto del reparto. El intérprete suele referirse con gran cariño y admiración a Guillermo del Toro como "el gran oso mexicano", además de hacer hincapié en la extraordinaria pasión que anima al director y le otorga la capacidad de "provocar una chispa en todos los miembros del equipo. Le habríamos seguido donde fuera porque creía profundamente en la historia".
Pero el romance gótico no solo está poblado de seres humanos. Los fantasmas de Allerdale Hall son tan reales como los personajes de carne y hueso. Aquí son actores disfrazados con complicados trajes que reproducen el color escarlata de las minas. "Sus movimientos eran absolutamente increíbles, maravillosos", dice Jessica Chastain.
Trabajar con actores permitió a los intérpretes principales dar mucho más de sí mismos. "Nunca había visto fantasmas semejantes", dice Mia Wasikowska. "Me pareció fantástico que pudiéramos verlos, que tuvieran forma humana. Cuanto más humana es la imagen de un fantasma, más aterradora resulta. Nos recuerda lo que somos, lo que éramos".
Guillermo del Toro siguió puliendo el guión hasta el último día de rodaje. El productor Callum Greene recuerda haber leído una versión hace años. Al parecer, la base sigue siendo la misma, pero "cambió la forma en que Guillermo veía a los personajes femeninos. De hecho, después de 52 días de rodaje, el cineasta seguía añadiendo alguna que otra página, o corrigiendo detalles de acuerdo con las interpretaciones de los actores y la relación entre los personajes. Es el "modus operandi" del cineasta que guía, escucha, absorbe y "lo devuelve todo mediante la confianza", explica Callum Greene. Y añade: "No es algo conocido, pero Guillermo es un mago".
El terror físico: La arquitectura del miedo
Allerdale Hall es una enorme mansión neogótica construida en la cima de una colina inglesa alejada de todo y en la que se han enterrado generaciones de secretos. En medio de la nada más absoluta, rodeado por un desolado paisaje envuelto en nieve, el edificio está erigido encima de un rentable depósito de arcilla roja, la cumbre escarlata.
Cada sala, cada habitación tiene un misterio, desde los túneles de las minas hasta el desván, desde la biblioteca hasta la caja del ascensor con voluntad propia. La casa parece una jarra-trampa para mariposas, diseñada para atraer y engañar a las personas bellas e inocentes. También esconde los secretos más oscuros de la familia Sharpe y algunas verdades innombrables. ¿Quién saldrá vivo de entre sus paredes?
Allerdale Hall, la casa encantada, tal vez sea el elemento físico más importante de la película, ya que sirve de contenedor de la trama. Es el personaje más aterrador de la historia, del que rezuma la arcilla roja. Guillermo del Toro visualiza los decorados de sus películas con mucha antelación, y explicó con gran lujo de detalles exactamente lo que quería al equipo de diseño. La casa era otro personaje con historia propia.
Pero ninguna estructura existente satisfacía plenamente la imaginación del cineasta. Normalmente, en un caso semejante se recurre a la tecnología digital, creando un edificio lleno de horrores y escalofríos, pero el director prefirió construir un estupendo decorado que emulara a los de antaño. Varios equipos de decoradores y carpinteros trabajaron en perfecta coordinación para que la casa encantada estuviera terminada a tiempo para el rodaje. En el diseño del edificio se intentó facilitar la tarea del director de fotografía Dan Laustsen.
Cualquier producción debe atenerse a ciertas restricciones, horarios, presupuestos y aprobaciones. El director artístico BRANDT GORDON tuvo que lidiar con todo esto a diario para conseguir que los elementos visuales de la película se convirtieran en realidad. La colaboración empezó desde el momento en que los jefes de equipo leyeron el guión. Brandt Gordon trabajó con el diseñador de producción Thomas E. Sanders, el decorador SHANE VIEAU y la diseñadora de vestuario Kate Hawley. Se documentaron, seleccionaron elementos de diseño, colores, texturas y formas para presentarlas a Guillermo del Toro. Este decidía rápidamente qué encajaba o no. Una de las directrices del cineasta fue la siguiente: "Queremos formas rectas para Estados Unidos y formas redondeadas para el Reino Unido". A partir de las decisiones del director, el equipo artístico creó los dos mundos que había imaginado.
Doce semanas antes del comienzo de la preproducción, el diseñador de producción Thomas E. Sanders llegó a Toronto con un tráiler de seis metros de largo, dispuesto a abrir el taller y a construir maquetas. Su método, que el director artístico Brandt Gordon describe como "bocetos en 3D", fue determinante en la elección de los aspectos finales del decorado, tales como proporciones, paredes movibles, divisiones, colores y acabados. Para apoyar a Thomas E. Sanders, el director artístico contrató a dos constructores de escenografías, CAMERON BROOKE y ROBERT BROOKE.
Cameron Brooke estaba exultante con la idea de trabajar con Thomas E. Sanders porque planea meticulosamente la maqueta teniendo en cuenta todas las tomas de la cámara, la escala de las paredes y de los pasillos, e incluso los detalles del acabado. "Para crear la ilusión de que se trata de una mansión enorme, Tom creó campos de visión que engañan al espectador haciéndole creer que es un lugar enorme", explica.
Las maquetas permiten resolver problemas de diseño y desarrollar conceptos con mayor eficiencia. El ilustrador GUY DAVIS se encargó de realizar los dibujos base para construir las maquetas. Guillermo del Toro tenía a su disposición numerosas posibilidades que acabaron convirtiéndose en una mansión de arquitectura neogótica con alguna influencia Tudor y neorrenacentista. A medida que progresaba la construcción de la maqueta, el director también podía planear y diseñar las tomas mucho antes de que existiera el decorado. Los Brooke añadieron imanes en diversos lugares de la maqueta para que pudiera desmontarse y montarse con más facilidad. Al principio, Guillermo del Toro no estaba del todo convencido con la maqueta, pero no tardó en comprender que se adaptaba a sus ideas y requerimientos.
El cineasta se encargó de suministrar al equipo una serie de referencias de sus anteriores películas, así como libros y otros materiales, para que el diseño de la casa encajara con lo que había imaginado. Brandt Gordon recuerda que "para la mina de arcilla roja, el cineasta trajo un libro japonés con imágenes de estanques llenos de agua rojiza, oxidada. Las paredes de las casas eran de un verde azulado". Guillermo del Toro tenía ideas muy específicas acerca de los cuadros colgados en las paredes, del aspecto de las columnas, lo avejentado de los objetos y de las telas, y de la impresión de lujo decadente.
Un equipo de escultores crearon modelos en arcilla de piezas arquitectónicas del periodo que no podían adquirirse. Se hicieron moldes a partir de estos modelos y las piezas se reprodujeron en la cantidad deseada. El equipo contaba con unos ciento veinte miembros, sesenta de ellos dedicados a los moldes, contando los escultores, los creadores de moldes de yeso, los expertos en silicona y los artistas que decoraban las piezas.
Allerdale Hall no era un decorado habitual, sino una auténtica casa con techos y pasillos conectando las habitaciones. Puede decirse que era el equivalente de diez decorados en uno. La idea detrás de todo esto era facilitar el movimiento de la cámara de un lugar a otro sin la necesidad de "hilar" las tomas digitalmente durante la posproducción.
La única habitación independiente con un decorado aparte era el dormitorio. "Todos los elementos del gigantesco decorado debían estar listos a la vez", recuerda Brandt Gordon. "Debía verse parte del exterior al penetrar en la entrada principal, que a su vez comunicaba con la escalera, y acceder a la cocina, donde se guarda el carbón, a la antecocina, al ascensor, a la gran sala y al primer piso. No olvidemos que el pasillo del primer piso mide 23 metros y que comunica con el desván".
Los actores se quedaron atónitos al ver el decorado. "Cuando pisé el decorado por primera vez, me quedé boquiabierta", recuerda Jessica Chastain. "Nunca había visto nada igual".
Un decorado de estas proporciones no es habitual en los rodajes actuales. "Desde luego, es el mayor decorado que he visto", comenta Tom Hiddleston. El actor añade que Guillermo del Toro creó la perfecta "mansión ruinosa ideal para albergar algo sobrenatural. Hay demonios y secretos, como los que hay en los seres humanos".
Para permitir espacios mayores y tener más flexibilidad al decidir dónde colocar las paredes a medida que avanzaba la construcción, se usó acero en vez de madera en ciertas partes del decorado. Todas las chimeneas funcionaban, por lo que todo debía ser ignífugo. Los suelos parecen de madera, pero en realidad es un tipo de cemento que resiste las pisadas del equipo y el traslado de materiales.
Las polillas eran elementos del diseño que debían estar por toda la cosa. En palabras del guionista y director, "la casa debía estar viva". El diseñador de producción Thomas E. Sanders sugirió que el acabado de las paredes fuese la piel de la casa y que las grietas revelasen la carne desnuda. "Exacto, y la casa rezumará fluidos corporales", contestó Guillermo del Toro, riendo.
El equipo de Brandt Gordon participó en la confección de efectos especiales para que las paredes y del suelo supuraran arcilla roja. Pero no fue fácil conseguir la viscosidad, el color y el aspecto idóneos. El efecto contribuyó a la sensación de que la casa vive, respira y sangra.
La maqueta también sirvió para determinar qué partes de la casa estarían en peor estado. El acabado de grandes superficies es caro, lleva tiempo y, tal como explica Cameron Brooke, "hay que disponer de una capa muy espesa para conseguir ondulaciones realistas en una pared vieja que lleva rezumando arcilla desde hace décadas". Y añade: "Pero no hay nada más satisfactorio que ver la maqueta que has realizado transformada en un decorado a escala real. Es el sueño de cualquier constructor escénico".
Otro reto logístico fue encontrar decorados reales para la película. Además de los interiores de época, había que transformarlos para que encajaran en el concepto. Uno de estos decorados fue Victoria College, en Toronto. Brandt Gordon y su equipo trabajaron de noche en turnos de 14 horas para prepararlo y repintar los interiores. Pero cuando volvieron los alumnos, solo pudieron trabajar los fines de semana. En otros casos, la naturaleza hacía lo suyo.
Los carpinteros empezaron a levantar la fachada principal de Allerdale Hall a mitad de febrero, cuando el suelo estaba completamente helado. Pero cuando empezó el rodaje en abril, las temperaturas subieron y llegó el deshielo. "Pasamos por el ciclo completo de congelado-descongelado, el barro nos llegaba a las rodillas", dice el director artístico. Una vez rodadas las escenas, se tardó tres semanas en llevar la fachada al plató y otra semana en decorarla con nieve falsa teñida de rojo. El equipo lo consiguió usando cera de parafina.
Sensibilidades góticas: La dirección artística
Todas las personas que participaron en la producción se dieron cuenta de que los conocimientos de Guillermo del Toro sobre el periodo victoriano son enciclopédicos. El decorador Shane Vieau sometió cada objeto del decorado a la aprobación del realizador. Por ejemplo, el cineasta quería papel Bradbury & Bradbury para las paredes, y el decorador salía a la caza y captura del elemento requerido. Por suerte, encontró muebles y objetos de la época sin tener que desplazarse a Inglaterra, tal como estaba previsto en un principio. Adquirió un tapiz del siglo XVII en Los Ángeles que se usó para decorar una de las paredes de Allerdale Hall, recordando que la mansión había vivido épocas mejores. Sin embargo, las complicaciones surgieron con los colores y las texturas. "El color era lo más importante para mí", recuerda Shane Vieau.
Guillermo del Toro se inclina por verdes azulados inspirados en las hojas. Su selección de colores sirve para ambientar el mundo místico nacido en su imaginación. Por ejemplo, el vestuario de Lucille debía fundirse con la arquitectura. "Trabajamos los colores a partir de ideas como esa", explica el director artístico. El dormitorio principal está decorado con terciopelos de colores profundos y las cortinas son de brocado de seda. El salón principal luce lazos de algodón en la estantería que son como detalles dorados. El sofá está tapizado con seda verde.
Los elementos del diseño sirven para realzar la palabra "miedo", que está por toda la casa. El papel de la pared fue encargado especialmente para incluir el motivo de la polilla y la mariposa, repetido en los suelos y los pasillos, tal como quería Guillermo del Toro, simbolizando la fascinación de Lucille por atrapar cosas, animales, personas, y añadiendo gotas de terror en las mismísimas paredes de la mansión. Las sillas, la repisa de la chimenea, cualquier cosa debía ser inquietante, comunicar terror, como ocurre en una casa encantada digna de ser llamada así.
Cuidado con el rojo escarlata: El vestuario de la película
La diseñadora de vestuario Kate Hawley describe LA CUMBRE ESCARLATA como una película victoriana teatral y onírica, para nada cercana a la realidad. Al principio, Guillermo del Toro le dijo: "Construiremos el vestuario y coseremos la arquitectura". La diseñadora y su equipo crearon trajes que reflejaban la visión arquitectónica del cineasta: "Guillermo trabaja a capas con elementos de un cuento de hadas, elementos históricos, elementos poéticos..."
Kate Hawley recuerda las reuniones donde se hablaba de la atmósfera y del color. El vestuario en Estados Unidos representa el verano, el oro y el tabaco, crecimiento y progreso. Inglaterra es el invierno, las hojas están secas, hay azules oscuros, verdes azulados. Para complicar las cosas un poco más, debía evitar el blanco, el negro y el rojo para los trajes en Búfalo, lo que le obligó a trabajar con tonos crema, marrones y naranja oscuro. Las escenas en Búfalo no son sombrías, mientras que en Allerdale Hall, las pesadas telas negras anclan a los personajes en lo más profundo del romance gótico.
El equipo de la diseñadora se involucró en la creación de los trajes hasta el punto de darles nombres: "Cada uno de los trajes representa un estado de ánimo". El traje "comelibros de Búfalo" es el equivalente para Edith de un traje "autora romántica estilo Mary Shelley" con un corte bastante masculino. El "vestido rompecorazones", basado en un cuadro de Gustav Klimt, es frágil y delicado, con una pequeña flor en el centro. "Descubrimos un lenguaje textil para apoyar la historia", añade Kate Hawley. Las flores en el vestuario de Edith expresan "riqueza y fertilidad, generosidad de espíritu". Su vestido de novia estaba realzado con una cuerda de violetas, las flores que simbolizaban los recuerdos y la mañana en la era victoriana.
Los vestidos de Lucille están bordados con hojas secas que hacen pensar en catástrofes, aridez e infertilidad. Sus trajes reflejan los detalles arquitectónicos de la casa. "En cierta forma, se viste con la casa", dice Guillermo del Toro. El corte también era muy diferente. Los diseños de Kate Hawley acentúan la delgadez de Lucille y "casi se pueden notar los huesos a través de la tela". Su frágil silueta recuerda las estrechas y largas formas de la casa.
El departamento de vestuario trabajó con Guillermo del Toro para ayudar a los actores a identificarse con su personaje. El director quería que el vestuario se fundiera en la casa. "Deseábamos imitar la arquitectura", explica la diseñadora, "por eso nos esforzamos en que fueran trajes muy esculturales". Cuando Edith empieza a desvanecerse en Allerdale, se hace "más transparente, como una crisálida", y su camisón refleja esa idea.
Con varias capas de seda, el camisón fue diseñado para realzar los movimientos de Mia Wasikowska. Lucille y Thomas eran como camaleones en su mundo. Lucille se fundía como una polilla entre los azules y las sombras de la casa. El equipo de vestuario pasó horas cosiendo a mano partes del vestuario ara imitar los pliegues de entonces y que parecieran fluir y aletear como las alas de los insectos que tanto gustan al cineasta.
Kate Hawley habla de la intensa sensación que produce la aparición del color rojo en los trajes de los espíritus: "Es muy teatral, una imagen muy poderosa". Al contrario de los fantasmas que solemos ver en el cine, estos dan la sensación de ser reales, como una inquietante versión de sí mismos sin ser etéreos. Las reuniones entre el director y la diseñadora acababan a menudo con estas palabras: "El terror debe ser espléndido".
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