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  El jugador  (The gambler)
  Dirigida por Rupert Wyatt
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La película de Rupert Wyatt El jugador gira en torno a siete días cruciales en la vida del nihilista catedrático Jim Bennett. Sin miedo ni condicionamientos, Jim le da la espalda a su esmerada crianza, pone en ridículo a sus alumnos y enfrenta a sus prestamistas ilícitos entre ellos. Irwin Winkler, quien produjo la película de 1974 en la que se basa El jugador, recurrió al guionista William Monahan (Infiltrados) para que llevara a cabo la adaptación después de que Martin Scorsese apoyara de manera entusiasta al escritor. Winkler recuerda primera reunión con Monahan, donde dieron forma a los comienzos de Jim Bennett: "Hablamos sobre la oportunidad potencial de mostrar a un personaje de una sociedad moderna que es un poco autodestructivo, pero increíblemente astuto, inteligente y poético".

Monahan afirma que profundizar en el poco ortodoxo proceso de auto-descubrimiento de Jim con el trasfondo de un sub-mundo clandestino ofrecía unas posibilidades narrativas extraordinarias. "En esta adaptación, el juego es solamente una manifestación de una tendencia más general hacia la autodestrucción. Es un hombre que quiere desembarazarse de todo y volver a empezar". Monahan dice de Jim: "Como cualquier persona complicada, no se le puede explicar fácilmente. Si se define fácilmente a alguien, es que no se le ha definido".

El guión de Monahan llegó a manos del dos veces ganador del Óscar, el actor Mark Wahlberg, quien accedió a producir y protagonizar El jugador fiándose solamente en la fuerza del guión. "La mayoría de los actores quieren contar también con algún director. Fue una extraordinaria muestra de entusiasmo", dice el productor David Winkler.

Wahlberg, quien recibió su primera nominación al Óscar por Infiltrados, estaba deseando volver a formar equipo con Monahan. "Me encantó la idea de interpretar un papel como este. No siente absolutamente ningún remordimiento. No le importa si vive o no hasta que conoce a Amy, quien le da una razón para salir de esa situación. A esas alturas resulta difícil porque está muy comprometido con muchas personas. Finalmente, encuentra un objetivo en algo que le motiva a desear volver a empezar su vida desde cero".

Al director Rupert Wyatt (El origen del planeta de los simios) le pareció que la narrativa personal y orientada hacia los personajes de El jugador la diferenciaba de otros thrillers policíacos contemporáneos. "Es una rara avis en el Hollywood actual", dice Wyatt. "Es una desinhibida historia acerca de un hombre en busca de su propia identidad y al que se le ocurre un plan para sacar a la luz quién es él en realidad. Es un auténtico marginado enfrentándose al sistema y buscando su individualidad".

A Wyatt le atrajo la perspectiva de dirigir a Mark Wahlberg en el papel de Jim. "Me dí cuenta de la fuerza que como actor le podría aportar Mark Wahlberg a este material", recuerda Wyatt. "Es uno de los pocos actores con unas dotes de comediante asombrosas que además es una estrella de la acción y un gran actor dramático. En esta película hay todo eso. Jim siente pasión por la vida y al mismo tiempo un cierto desdén. Tiene la capacidad de hacer unas observaciones agudas e improvisadas que muchos de nosotros sólo soñaríamos decir en ese momento, y por supuesto tiene la capacidad de hacerlo".

Irwin Winkler conviene en que Wahlberg le añade una dimensión simpática al papel que podía haberse echado de menos en manos de un actor menos capaz. "Tiene un grandísimo encanto personal", dice Irwin Winkler sobre Wahlberg. "A pesar de que el personaje sea autodestructivo, uno le apoya todo el rato. Creo que es ahí donde se nota el gran carácter de Mark".

"Me gusta ver a Mark haciendo lo que sea", concuerda Monahan. "Creo que es capaz de hacer cualquier cosa. Es un hombre con un talento fenomenal. Y además es de Boston, lo cual para mí le añade puntos".

Jim Bennett pasa el día en el campus de una universidad de California, y por las noches merodea por los rincones sórdidos y menos concurridos de Los Ángeles. Wyatt explica la peligrosa dualidad que defina al personaje principal de El jugador: "En cierto modo es como la historia de Clark Kent, porque durante el día es un catedrático de literatura que trabaja en una universidad californiana, y por la noche es un animal nocturno que habita y explora los mundos ocultos tras las puertas cerradas de los exclusivos y elitistas locales de juego de la alta sociedad de las colinas de Hollywood, así como los establecimientos ilegales que operan clandestinamente en el centro de la ciudad. Se las arregla para introducirse en esos insólitos lugares y luego, durante el día, regresa a lo que a algunos podría parecer una vida muy normal y convencional".

El nihilismo de Jim le despoja de sus miedos, dándole al catedrático una perspectiva acerba y crítica a menudo sin filtrar. "Es alguien que no tiene reparo en decir lo que piensa, independientemente de las consecuencias", comenta Wyatt. "Es un personaje atractivo en muchos sentidos porque consigue decir y hacer cosas que a todos nos gustarían".

Brie Larson, la estrella en ciernes de la película de 2013 Las vidas de Grace, se unió al reparto en el papel de Amy, la estudiante más prometedora de Jim, tras un largo proceso de audiciones. A Wahlberg le gustó la inteligencia que Larson le aportó a su audición. "Por nuestra sala pasaron casi todas las actrices jóvenes de la ciudad", recuerda Wahlberg. "Todas tenían talento, pero Brie tenía un nivel de comprensión diferente del material y me estimuló y me puso a prueba de una manera que las demás no consiguieron".

Larson observa que la sugerente interpretación de Wahlberg también sacó lo mejor de ella: "Todas y cada una de las tomas eran únicas y diferentes. Mark te escucha de verdad. Se nota cuando alguien te escucha por sus pequeños gestos, como una pupila que se dilata porque registra algo que se acaba de decir. Cuando colaboras tan estrechamente con alguien es increíblemente importante sentir que está ahí a cada momento, y yo me sentí así todo el rato".

Wyatt descubrió que Larson tenía la capacidad de vivir el momento de cada escena, y de adaptarse y experimentar. "Creo que es una actriz increíblemente natural", dice Wyatt a propósito de Larson. "Tiene una increíble capacidad para elegir el momento oportuno. También es muy inteligente, así que tiene la capacidad de entender cómo reaccionar en un momento dado. Si se produce un gran cambio en las emociones de los otros actores, es capaz de seguirlos perfectamente".

La relación de Amy con Jim se intensifica tras un encuentro casual en un casino clandestino, lo cual les lleva a mantenerse apartados en el aula de la universidad. "Tienen una interacción en la universidad el ‘día uno’ en el que él la pone increíblemente al descubierto", explica Wyatt. "Hace que afloren todas las inseguridades de ella delante de toda la clase, y esto tanto la impresiona como la acerca a él. Comienza a hacerle preguntas y a descubrir más cosas acerca de él y luego, cuando él la invita, se ve atrapada por ese mundo y le sigue el juego. Ambos son extraños en ese mundo, y los dos son individuos que se mueven en una sociedad muy conformista y rígida".

Wyatt coincide en que Amy es capaz de ver el potencial largo tiempo eclipsado de Jim. La estudiante se convierte en una tabla de salvación en el momento en que las circunstancias podrían causar la muerte de Jim. "Es el único personaje de la película que consigue quitarle de verdad esa máscara. Es una persona que siempre se esconde detrás de su habilidad con el lenguaje y de su aspecto, de sus gafas de sol y de todos esos diferentes adornos. Es el único personaje de la película que consigue apartar los velos y mostrarle tal y como es en realidad", dice Wyatt.

Amy es sensible a la actitud de Jim y a su desprecio hacia la hipocresía de la gente que le rodea. Dice Larson: "Lo impresionante de la película es el punto de vista de él. Realmente no hay nadie más que el personaje de Amy que entienda o se de cuenta de verdad de la causa de su personalidad. Todos los demás (sobre todo los del entorno del casino y su madre) están atrapados por el dinero. Él lucha por enfrentarse a eso y por encontrar su lugar en el mundo. Creo que mucha gente podrá identificarse con esa sensación de vivir en un mundo con el que uno no se identifica".

La precaria situación económica de Jim al final le obliga a manipular los mundos de tres delincuentes: Frank (John Goodman), Neville (Michael Kenneth Williams) y el señor Lee (Alvin Ing). "Hay tres promotores, como se les llama en el mundo del juego, en esta película", explica Williams. "Todos nos sentimos, en cierto modo, atraídos por Jim. Somos como planetas que giran a su alrededor intentando sincronizarse con ese otro planeta entre nosotros que está girando sin ningún control".

Cuando Jim agota sus opciones para conseguir préstamos, recurre a Frank, un tiburón de las finanzas decidido a influir positivamente en el futuro de Jim. Al contrario que Neville y el señor Lee, Frank quiere conseguir que Jim ponga fin a su comportamiento autodestructivo. "Él intenta abrirse camino en el mundo, pero no sé si lo hace de la manera adecuada", dice Goodman acerca de los apuros de Jim.

"Frank me parece un tipo bastante inteligente, y probablemente autodidacta. Es muy controlador y discreto, y le gusta ganar dinero. Es un tipo inteligente, pero algo limitado", dice Goodman.

Para Goodman, trabajar con Wahlberg fue el principal motivo para formar parte de El jugador. "Siempre me ha gustado Mark Wahlberg. Es muy interesante verle, y me gustaron mucho los diálogos del guión. Me parecieron geniales, y es una interesante y conmovedora historia acerca de la compulsión", dice Goodman.

Goodman y Wahlberg disfrutaron interpretando la original y sorprendente recreación que hizo Monahan de la relación entre un prestamista sin escrúpulos y su cliente. Para Goodman, los diálogos de Monahan resultaron fáciles: "Los diálogos que son realmente buenos son más fáciles de memorizar. No era un trabajo duro, sino una cuestión de cariño. Eran palabras fáciles de decir y que contenían muchas cosas".

Goodman también sacrificó su pelo específicamente para este papel: "Todavía me impresiona. Cada vez que me miro al espejo veo a Elmer, el de los dibujos animados, con barba," dice Goodman bromeando.

Michael Kenneth Williams es famoso entre el público por su memorable trabajo en las series de HBO "The Wire" y "Boardwalk Empire", de la que Wahlberg es productor ejecutivo. Al contrario que Frank, Neville considera a Jim una curiosidad que ha malgastado una vida llena de oportunidades. "En muchos sentidos Neville aprecia a Jim, pero también le desprecia por sus acaudalados orígenes. Juegan una partida de ajedrez entre ambos. Neville disfruta viendo el espectáculo que ofrece Jim", dice Williams.

David Winkler piensa que Williams le aportó un marcado encanto a Neville. Dice: "Posee la gran combinación de parecer muy intimidante, pero luego sonríe, y es la persona más encantadora, cálida y divertida que hayas visto nunca. Esa combinación te mantiene alerta. Uno no sabe si va a matarte o a abrazarte".

Cuando Jim rechaza los largos plazos establecidos inicialmente por Frank, recurre a su madre, interpretada por la dos veces ganadora del Óscar Jessica Lange, en busca de apoyo. A Irwin Winkler, quien produjo La caja de música con Lange y dirigió a la actriz en Noche en la ciudad, le pareció que Lange era la única opción para el papel de Roberta. "Es alguien que obviamente me cae muy, pero que muy bien. Cuando empezamos a pensar en nuestro casting, pensamos en una actriz, y esa fue Jessica", dice Irwin Winkler sonriendo.

Al igual que Goodman, la perspectiva de colaborar con Mark Wahlberg fue un atractivo para Lange, al igual que lo fue la atractiva incomunicación entre los puntos de vista de Jim y Roberta sobre la riqueza y la responsabilidad. "Hay cierta reticencia y malhumor en su actitud hacia su madre. Es un poco como un juego del gato y el ratón entre los dos", dice Lange sobre la relación de Jim con Roberta.

Lange observa que Roberta aparece al final de una tormentosa relación con su hijo. "Creo que sus sentimientos al respecto tienen muchas capas. Está el aspecto maternal de ver a tu hijo en esa clase de situación, está la tristeza que eso le causa, la pena, pero también están la rabia y el miedo. Ha pasado por toda la gama de emociones a las que es capaz de enfrentarse, y ya no puede más", explica Lange.
Y añade Wyatt, "Aunque lleva una vida muy acomodada, ha perdido todas las relaciones de su vida, incluyendo la relación con su hijo. Tiene una relación disfuncional, y no es capaz de entender por qué iba a querer Jim abandonar esa vida privilegiada en donde todo se le ofrece en bandeja, pero él la considera una jaula dorada. De ahí surgen las disfunciones de ambos".

"Ella no puede comprender por qué él no asume esa vida privilegiada como lo hace ella", dice Wahlberg. "Jim no quiere saber nada al respecto, y ella ni siquiera se da cuenta de que esa es la razón por la que hace todas esas cosas, y por lo que quiere desembarazarse de todo eso".

El oscarizado George Kennedy aparece brevemente en El jugador como Ed, el abuelo enfermo de Jim. Wahlberg, fan de Kennedy desde hace mucho tiempo, se sintió encantado de contar con el legendario actor para esta producción. "Mi padre no pudo estar presente para verme trabajar con George Kennedy", dice Wahlberg . "Eso le hubiera encantado, pues él me enseñó La leyenda del indomable y muchas de sus otras películas, empezando a la temprana edad de siete u ocho años".

Kennedy también se alegró de aceptar el papel, muy consciente de que no hay muchos papeles escritos para personas mayores. Dice Kennedy: "En realidad, la razón más sincera es que, a una cierta edad, ya no hay trabajo. Cuando uno se hace mayor, y yo tengo más de noventa años, no esperas que se te abran todas las puertas y que le gente te diga: ‘Oye, no podemos rodar esto sin ti.’ El George Kennedy físico, que montaba todos los caballos y se metía en todas las peleas, ya no existe. Puede que exista en mi mente, pero ya no existe".

Por una vez, David Winkler no está de acuerdo con Kennedy, afirmando que el actor sigue teniendo una presencia formidable. "Cuando hicimos la lectura en grupo del guión y él lo leyó, fue como una fuerza. Aún encorvado, sigue midiendo casi dos metros", bromea David Winkler.

Wahlberg impresionó mucho a Kennedy: "Su sentido de la oportunidad en un hombre tan joven, caramba, es maravilloso", dice Kennedy.

Cuando Jim va elaborando un plan para librarse de sus deudas, recurre a dos de sus estudiantes más dotados como atletas: Lamar (Anthony Kelley), un jugador de baloncesto con un futuro incierto, y Dexter (Emory Cohen), un jugador de tenis de alto nivel que también le da clases a Roberta. Kelley, quien realiza su debut cinematográfico en El jugador, fue también una estrella del baloncesto en su instituto. Al igual que Amy, Lamar encuentra el modo de ver más allá de la apatía de Jim. "Lamar se abre de verdad con su profesor, y simplemente abre las compuertas y deja que fluya todo lo que está pasando en su vida. Al final termina contándole todo".

En todos los sentidos, Rupert Wyatt le aportó un espíritu de colaboración al plató de El jugador. DiceLarson: "Rupert respeta a todos los que trabajan con él. Escucha a todo el mundo. Creó un equipo de gente muy reflexiva".

"Rupert y yo hicimos una pareja estupenda", coincide Wahlberg. "Veíamos la obra de la misma manera. Tenía que tener mucho color, tenía que tener mucha energía. Descubrí un montón de humor en esos momentos".

"Nunca me he enfrentado a un reto de estas características, y eso es lo que me encanta. Me encanta deshacerlo todo y luego volverlo a montar, y quiero que se me cuestione cualquier decisión", dice Larson. "Allí estábamos en una sala, Mark y Rupert y yo, cuestionándonos cosas y hablando de ello. Creo que disponer de esa libertad le ha aportado muchas cosas a la película, porque no se trata simplemente de aceptar lo que aparece en el guión, sino de asegurarnos de que se trate de la decisión correcta".


Conviertiéndose en el Jugador
Wahlberg comenzó a prepararse para El jugador mucho antes de que empezara la fotografía principal en enero de 2014. "A nivel intelectual, fue sumamente difícil, al ser yo alguien que no acabó el instituto e interpretar a un catedrático de la universidad", dice Wahlberg. "Supuso un esfuerzo, pero era algo que me hacía ilusión. No soy alguien que se arrugue ante un desafío. Aprovecho las oportunidades para hacer algo diferente e inesperado, pero me aseguro de estar preparado".

Para familiarizarse con el personaje, Wahlberg se reunió con el director del departamento de Literatura de la Universidad de Michigan, asistió a conferencias en universidades del sur de California, y se leyó el guión de Monahan dos veces al día. El empeño de Wahlberg dio sus frutos cuando sorprendió a un grupo de desprevenidos actores de reparto al rodar su primera escena como catedrático. "De improviso, realizó un monólogo ininterrumpido de ocho minutos de duración en una sola toma ante un grupo de unos trescientos estudiantes. Yo les miraba a ellos tanto como a él. Veía en sus caras una expresión de total admiración", recuerda Wyatt.

Además de realizar una extensa documentación sobre el personaje, Wahlberg decidió perder peso para encarnar adecuadamente a Jim. "Iba a intentar adelgazar tanto como fuera posible, pero al estudio no le gustó mucho la idea", bromea Wahlberg. "Cambié completamente mi dieta. Jim es de la clase de personas a las que no les preocupa mucho su apariencia. No es la clase de tipo que hace ejercicio y come bien, por lo que encajaba con el papel".

Wyatt coincide en que un aspecto desnutrido le venía bien al personaje. Dice Wyatt: "Ya desde el principio decidimos que Mark debería perder la buena forma muscular que ha mostrado en muchos otros papeles. Queríamos construirle un físico como de lobo. Aún sigue siendo la atractiva estrella cinematográfica que siempre ha sido, pero tiene este aspecto increíble y poseído".


Los Ángeles como personaje
El jugador se rodó enteramente en el gran Los Ángeles, con breves paradas en Palm Springs y Joshua Tree. Monahan, oriundo de Massachusetts, escribió el guión concretamente para la ciudad de Los Ángeles: "Tengo una relación retorcida y conflictiva con Los Ángeles", dice Monahan. "Cuando llegué allí siendo un chaval, me pareció otro planeta. Y da igual el tiempo que he pasado allí desde entonces, me sigue pareciendo otro planeta. Los Ángeles tiene algo que me molesta, en cierto modo, y que a la vez me atrae con casi la mismas intensidad".

Keith Cunningham, director artístico, reflexiona sobre las oportunidades que ofrecía la soleada fachada de Los Ángeles a la hora de narrar la historia de Jim: "La mayoría de la gente conoce su cielo azul y sus palmeras, pero nosotros intentamos buscar las puertas traseras y los callejones oscuros, lo cual resulta seductor y también peligroso al mismo tiempo".

Cunningham llevó la producción al mayor número de localizaciones reales posible, conociendo la preferencia de Wyatt por los exteriores mejor que por platós construidos en estudios. "Cuando uno llega a una localización, encuentra ya muchas cosas listas para ser utilizadas, en la textura de las paredes, incluso en el olor. Cambia la manera en la que trabajan los actores y la manera en que trabajo yo. Tuvimos que explorar localizaciones donde hacía años que no se rodaba", dice Wyatt.

Chris Baugh, encargado de localización de El jugador, coincide: "Una localización evoca un tono y una sensación. Rupert buscaba realismo y autenticidad".

La producción pasó por unas cuarenta localizaciones diferentes durante los cuarenta días de rodaje, y cada localización necesitó de varias semanas de preparación. "Es como organizar una boda en toda regla con más de doscientos invitados cada día durante cuarenta días. Hay que ocuparse de muchas cosas", dice Chris Baugh.

A petición de Wyatt, Baugh buscó sitios muy poco utilizados y desconocidos. El paso de El jugador por Los Ángeles incluyó localizaciones en Beverly Hills, Pacific Palisades, el centro de Los Ángeles, Koreatown, Pasadena y Dana Point. El enfrentamiento de Jim con Neville en el fondo de una piscina vacía se rodó en el YMCA de Pasadena, el cual fue diseñado por la arquitecta Julia Morgan, quien también diseñó Hearst Castle. Para las escenas en los casinos del desierto, la producción se trasladó a Casino Morongo, en las afueras de Palm Springs, comenzando a las 5:00 de la mañana de los lunes, que son normalmente las horas de menor actividad en el casino. La producción gozó también de la extraordinaria oportunidad de rodar en la Mansión Playboy, que pasó por ser la casa de Roberta. (Cuando Baugh sugirió la Mansión Playboy a los productores, tuvieron miedo de que ese edificio resultara demasiado reconocible. Baugh mostró a los productores una serie de fotos de diversas casas del sur de California y les pidió que adivinaran la foto de la Mansión Playboy. Estupefactos, los productores accedieron).

"Encontré muchos rincones diferentes y fascinantes de esta ciudad y que en cierto modo pertenecen a su propia ciudad. Hay muchas ciudades dentro de esta ciudad. Intenté meter eso en la película", dice Wyatt.

Aunque ambientar la película en Los Ángeles tenía un interés narrativo, Wahlberg señala que filmar en esa ciudad se ha convertido en una rareza. "Los Ángeles es ciertamente un personaje más de la película. Esperamos llevar a los espectadores a sitios de Los Ángeles a los que no estén acostumbrados. Rodar allí, estar en casa con mi familia, fue algo realmente importante para mí. Me mudé a Los Ángeles para hacer películas y ya no se hacen allí tan a menudo, así que fue realmente agradable poder vivir eso aquí", dice Wahlberg.

Larson también lamenta el traslado de la producción cinematográfica a otros estados. "Es muy raro hacer películas en Los Ángeles, y es una pena". Larson comenta: "Todos quedamos sorprendidos con las localizaciones, porque son muy históricas pero ninguno de nosotros las había visto antes. Fue una divertida aventura descubrir todas esas partes nuevas, secretas, escondidas y a veces sombrías de Los Ángeles".


La estética del jugador
Jacqueline West, diseñadora del vestuario, potenció el original diseño de la película vistiendo a Wahlberg con ropas acordes con la identidad dual de su personaje. West explica: "No quería hacer de él el típico catedrático con cordones, jerseys o camisas vaqueras. Tenía que tener un pie en cada mundo, el mundo de la noche y el mundo del día en el campus, y tenía que parecer casi fuera de lugar en ambos pero aún así ser capaz de moverse con soltura por los dos".

Sabiendo del origen acaudalado de Jim, West eligió trajes de Armani para Wahlberg y utilizó una gama de colores que van de oscuro a claro a medida que avanza la historia de Jim. Por desgracia para West, Wahlberg siguió haciendo dieta durante el período de descanso entre las pruebas de los trajes y el comienzo de la producción. "Perdió aún más peso y cuando llegó el momento de hacer una prueba de cámara justo después de las vacaciones, los trajes ya le quedaban holgados", dice West. "A todo el mundo le encantó aquello. Muestra realmente a alguien que ya no se preocupa por cuidar de sí mismo".

West, que trabajó con John Goodman en Argo, disfrutó buscando una estética característica para Frank. "Colabora mucho y le gusta salirse de lo establecido. Tiene un aspecto diferente al de cualquiera de sus otras películas, y no sólo gracias a su cabeza afeitada. Para él me basé en Frank Sinatra (no en el joven Frank Sinatra ídolo de las adolescentes, sino más bien en el de Palm Springs o Las Vegas), desde los zapatos blancos hasta la chaqueta azul pastel. Creo que lo sacó adelante muy bien", dice West.