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  Maps to the stars  Dirigida por David Cronenberg
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"What we name, we can tame". - Consejo del Dr. Stafford Weiss, Célebre Guru de la Auto-Ayuda

Maps to the Stars conecta el bello y salvaje Los Angeles del escritor Bruce Wagner con la filmografía precisa del director David Cronenberg. Con un elenco estelar, tenemos un recorrido por el cínico corazón de una familia de celebridades de Hollywood con problemas entre sí y fantasmas implacables del pasado. El resultado es un Hollywood moderno y gótico dominado por la necesidad de fama y reconocimiento , dejando que el anhelo, la pérdida y la fragilidad se escondan en las sombras.

Los orígenes de la historia se remontan a la década de 1990, cuando Wagner - entonces aspirante a actor/escritor que trabaja como chofer de limusina, no muy diferente del personaje de Robert Pattinson - comenzó un guión que encapsula su experiencia en Hollywood, que se convertiría en piedra angular de su carrera. Se zambulló en todas esas contradicciones turbulentas: la gloria y la maldad, la ambición y los engaños, el exceso en las subidas y las caídas espectaculares. La historia dió muchas vueltas en los últimos años, mientras Wagner se convertía en un aclamado novelista y guionista. Tras una década, Wagner decidió mostrársela a Cronenberg, ya que los dos habían hablado mucho acerca de cómo trabajar juntos. "Con su temática sobre el lado oscuro de la ambición y la fama, sentí que solo David podría hacer esta película", dice Wagner.

A pesar de que pasaron varios años antes de que el proyecto compilara el elenco y el financiamiento adecuado, Cronenberg estuvo intrigado inmediatamente por el guión arriesgado de Wagner, con un equilibrio nítido entre comedia, horror y honestidad.

"Es una historia actual que ataca ferozmente el momento que estamos viviendo, la pseudo cultura pop - tecnológica en todos los sentidos, de manera admirable. Creo que esa es la fuerza de Bruce. No tiene miedo", dice el director. "La garra del guión de Bruce fue tan convincente y tan carismática, que sentía que tenía que hacerlo".

Cronenberg es ide sobra conocido por no titubear sobre ningún tema, y por la realización de películas dificiles e inponentes, llenas de suspense y visualmente atractivas. Al principio de su carrera, hizo una serie de películas de suspense, ficticias y no tanto, entre las que destacan: "Scanners", "Videodrome", "La Mosca", "Inseparables", "El almuerzo desnudo", "eXistenZ" y "Spider". Con el paso del tiempo, su cine se ha vuelto aún más expresivo, como se aprecia en "Una historia de violencia" y "Promesas del Este", el drama histórico sexual con poso psicológico sobre Freud y Jung en "Un método peligroso", o su adaptación del libro "Cosmopolis", donde la historia transcurre en la limusina de un multimillonario durante un fatídico día en Nueva York.

Para Cronenberg, "Maps to the stars" fue otra oportunidad para cambiar el registro de forma radical, en lo que él llama "un drama familiar poco habitual".

De hecho, la familia Weiss está formada por un padre gurú de autoayuda, un hijo galán adolescente recién salido de rehabilitación, una madre manager que intenta mantener el caché de su hijo en la estratosfera, y una hija desterrada de forma misteriosa que está obsesionada con tratar de volver a entrar en el círculo familiar. En un ámbito gobernado por el vicio y la excentricidad, todos los personajes esconden traumas y complejos mientras entran en una espiral autodestructiva.

"Por supuesto que una familia que ha mordido la manzana de Hollywood - que ha comido del deseo de celebridad y los éxitos en el ojo público - no va a ser una familia normal", señala Cronenberg. "El padre de Bruce estaba en el negocio y se crió con todo eso, así que creo que realmente es capaz de evocar la distorsión y la presión sobre una familia que intenta jugar al juego".

Tan escandalosamente extrema como la familia Weiss es, Cronenberg vio en el guión de Wagner algo más que una instantánea satírica - y él tomó un enfoque basado en el rendimiento de la exploración de los complejos más profundos de los personajes.

"Lo interesante del guión de Bruce para mí es la tensión que se crea entre la sátira y un tipo muy intenso de realidad", explica el director. "Podríamos haber usado un enfoque exageradamente cómico con la familia Weiss - pero quería relajarlo un poco. Quería hacer ver cada personaje como algo tan realista y discreto como sea posible bajo las circunstancias de esa presión".

A través de los años e incluso durante la producción, Wagner y Cronenberg actualizaron el guión para que fuera actual. "Cada vez que teníamos oportunidad de reunirnos, Bruce y yo leíamos el guión y deciamos: 'Oh, es mejor olvidar esa referencia que está obsoleta'", explica Cronenberg.

En todo momento, Wagner dijo que confiaba plenamente en Cronenberg . "No hubo ningún compromiso por escrito en este guión, para bien o para mal. Realmente vino de la oscuridad a lo que espero que finalmente sea la luz", comenta el escritor. "Sabía que David entendía tanto la oscuridad como la luz, porque esas cualidades impregnan toda su obra. Así que me siento agradecido y afortunado".

Mientras tanto, en 2011 Cronenberg mostró el guión al productor Martin Katz, mientras rodaban "Cosmópolis", y poco después, el proyecto comenzó a despegar de verdad. Dice Katz: "He leído muchas novelas de Bruce y sus articulos del New Yorker - de modo que entendía el tono de la película. También marca la primera vez que David ha filmado en los EE.UU., ya que es una película sobre la obsesión por la celebridad en la cultura occidental. Tener la oportunidad de filmar en Hollywood era conmovedor y emocionante. Es fundamental para la historia de cómo se formó esta familia".

Una vez que la película comenzó a andar, Wagner siguió de cerca del proceso creativo con Cronenberg invitándolo a permanecer en el set y escribir sobre la marcha. Día a día Cronenberg volvia a Wagner con preguntas acerca de sutilezas en el diálogo, e incluso sobre la pronunciación. "Bruce fue una comprobación de validez perfecta", dice el director. Wagner a su vez dice: "David fue muy cortés al dejarme ser parte de la producción, pero realmente sentí que todo lo que escribí, en el mejor sentido, estaba en sus manos. Y construyó algo increiblemente misterioso con lo que yo había hecho".

El Misterio es de hecho elemental para el guión de Wagner, que está tan lleno de muertos vivientes como cualquier casa embrujada o tragedia de Shakespeare. Cronenberg dice que encontrar el camino en esta historia de fantasmas fue uno de sus mayores retos, pues aunque ha sabido ir por los bordes de la ciencia ficción y el horror, nunca ha transitado por lo sobrenatural.

"Nunca he trabajado con el concepto de los fantasmas, porque no creo en ellos", explica. "Pero la idea de ser perseguido por los recuerdos... Eso es muy real para mí. Lo entiendo perfectamente. Perdí a mis padres hace muchos años y puedo decir que sí, estoy obsesionado con ellos, puedo oírlos, verlos y puedo sentirlos. No creo en ellos como fantasmas que existen realmente en alguna parte, pero si existen en mi memoria y en mi mente. Y tener personajes perseguidos por recuerdos fantasmales tiene sentido para mí, psicológica y emocionalmente".

Wagner señala que los fantasmas han sido siempre parte del paisaje de Hollywood - que es un reino de lo siniestro, lo oculto y lo vacío; construido sobre un denso e intangible velo de recuerdos mezclados, esperanzas fugaces y necesidades no resueltas. "Claro que hay fantasmas en Sunset Boulevard", dice, refiriéndose al clásico noir de Billy Wilder, que fue una de sus muchas fuentes de inspiración. "Hay fantasmas en esta película, y tratan algunos de los mismos temas como la muerte, la depravación y la resurrección, pero de una manera muy contemporánea".

Esos temas y la mezcla embriagadora de Cronenberg y Wagner pronto atrajo un elenco de actores de primera linea, que encarnarían el exceso de sus personajes sin límites.


Las actrices: Havana Segrand & Clarice Taggart
"Don't make me into Mommy Dearest".

En el corazón de la historia de la familia Weiss esta uno de los más famosos clientes de Stafford Weiss: la famosa pero olvidable Habana Segrand, que ha vivido siempre a la sombra de su madre, la legendaria estrella decine clásico Clarice Taggart, fallecida en un extraño incendio. En el papel de Habana está la ganadora de un Oscar y varias veces nominada Julianne Moore, y la galardonada actriz canadiense Sarah Gadon interpreta al fantasma de la madre.

Moore fue la primera en unirse al proyecto. Años antes de que se iniciara, ella ya se había comprometido con el papel. "Había dos grandes atractivos: David Cronenberg y Bruce Wagner", explica. "Siempre he querido trabajar con David, su trabajo es tan firme, tan interesante. Y Bruce es tan imaginativo en su escritura, tan creativo, y sabe mezclar lo ridículo con lo sublime. Vas a tener un momento de alta comedia y luego patinas derecho hacia algo oscuro y dramático. Así que ver ese tipo de material en manos de un director como Cronenberg, era emocionante".

Ella veía algo más que una historia sobre Hollywood. Veía una trama sobre la ambición humana y la arrogancia en todos los ámbitos de la vida. "Es una reflexión sobre la forma en que vivimos nuestras vidas, pero refractada a través de la lente de la fama", dice Julianne. "En realidad es más sobre la naturaleza humana, sobre qué quiere la gente en su corta vida y lo ciegos que somos a nuestra mortalidad".

Cronenberg estaba encantado por la compleja y conmovedora manera en la que Moore interpreta a Habana y sus neurosis. "Julianne es tan graciosa, tan capaz, tan hábil y ágil", comenta el director. "Una vez se metió dentro del personaje, solo requería mínimas orientaciones, aquí y allá. En realidad no es nada fácil que una actriz pueda interpretar a una actriz - en realidad, a muchos actores no les gusta interpretar a actores - pero Julianne mostró mucho entusiasmo por este papel".

Y continúa: "Ella ha creado una especie de monstruo glorioso, un monstruo sin ningún escrúpulo. Nunca se sintió intimidada por Habana y lo afrontó directamente, sin complejos".

Moore dice que su representación de Habana se basa en "una mezcla de gente que he conocido y observado. Ella es alguien que vive completamente aislada en este mundo de fantasía. Realmente no tiene una familia y todavía está muy enfadada con su madre porque ella siente que fue maltratada. Siempre vivió a su sombra, y en su mente, todo es una especie de confuso lío freudiano".

Ese caos psíquico da un giro aún más oscuro cuando Habana se dispone a protagonizar un "remake" de una película interpretando el mismo personaje que hizo su madre - pero parece perder terreno en favor de actrices más jóvenes y brillantes. En medio de toda esta presión, Habana empieza a ver el fantasma de su madre burlándose de ella en los momentos más inoportunos, lo que dio a Sarah Gadon un papel intrigante. Gadon previamente trabajó con Cronenberg en "Un método peligroso" y "Cosmópolis" y él tenía ganas de volver a trabajar con ella. "Sarah es una estrella en ascenso y hemos hecho dos películas juntos", dice. "Este puede ser el papel más pequeño de los tres que hemos hecho - pero la idea de que ella interpretara a la madre de Julianne Moore era completamente irresistible. Y es un papel inusual tan encantador, porque es simplemente un recuerdo fantasmal".

Pronto, los recuerdos espectrales de Habana Segrand y su destino se ve atado a la familia Weiss - especialmente cuando la hija perdida de Stafford Weiss se convierte en su asistente personal.


La familia Weiss
"For a disfigured schizophrenic, you've got the town pretty wired".

A primera vista, la familia Weiss parece haber conquistado la vida moderna. Pero no sólo han alcanzado la fama, la riqueza material y el reconocimiento, sino que también están acosados por las dudas, la amargura y profundos y oscuros secretos que amenazan con derribar todo lo que han ido construyendo. Todo ello se personifica en la fígura de Agatha. Tras un trágico accidente que la dejó llena de cicatrices, ha permanecido en la bahía en un psiquiátrico... hasta ahora. Recientemente liberada, regresa a Los Ángeles. Mientras vigila a su familia desde la distancia, esperando el momento adecuado, empieza a trabajar como asistente de Habana

Mia Wasikowska - la estrella que ha pasado al primer plano gracias a una serie de papeles audaces como el de gimnasta perturbada de "En terapia" de HBO, en "Los chicos están bien" o su papel protagonista en "Jane Eyre" de Cary Joji Fukunaga - asume el papel de Agatha.

Cronenberg señala que no fue una decisión sencilla en el casting. "Con Agatha, hay muchos giros que se revelan gradualmente, por lo que necesitaba una actriz que fuera extremadamente sutil. Necesitas a alguien que parezca abierta y nada siniestra, inocente hasta que revela las profundidades de su peligrosidad", afirma. "Agatha sigue diciendo: Yo sólo quiero hacer las paces y tienes que creértelo cuando lo dice, lo que requiere a una actriz realmente maravillosa, como Mia. Ella es alguien a quien he estado viendo durante años, a pesar de que es muy joven, y ha hecho muchas cosas hermosas. Cuando ese lado siniestro surge de ella como Agatha, es bastante asombroso".

Wasikowska llegó por primera vez a Hollywood cuando era una adolescente, lo recuerda como "un sitio como ningún otro, completamente extraño, con un sentimiento muy arraigado". Leyendo el guión de Wagner, sintió que había capturado esa fusión de lo extraño y lo seductor. "La historia es una versión exagerada de la vida aquí, pero me pareció muy inquietante", dice ella. "Las personas que parecen estar más cuerdas en la historia también son las personas que están peor y viceversa. Es en gran medida como en Los Angeles".

Wasikowska se sintió especialmente atraída por las dualidades de su personaje. "Me encanta Agatha porque ella es oscura pero al mismo tiempo tiene esa perspectiva muy positiva. Hay algo muy dulce y triste en esta chica que, en medio de estos padres obsesionados por la fama, y a pesar de ese pasado turbulento, en realidad sólo quiere conectar con ellos", observa. "Ellos la rechazaron totalmente, pero en cierto modo, está tratando desesperadamente de imitar sus vidas. Ella está buscando su propia identidad".

"Sumergirse en Agatha significaba empezar por su aspecto físico", señala Wasikowska, que pasó varias horas en la silla con el oscarizado maquillador Stephen Dupuis (La mosca) cada día para construir la piel chamuscada de Agatha.

"Ella lleva los guantes sobre sus quemaduras, la cicatriz en el rostro y todos estos rituales con el poema y las pastillas que toma", explica la actriz. "Es todo muy distinto a lo que realmente es".

Esta película marca la primera vez que Wasikowska trabaja con Cronenberg. La prueba de fuego fue el primer día, ya que rodaban la escena en la que Agatha es golpeada por su padre, interpretado por John Cusack, después de tratar de hacer las paces con su madre. "Fue la típica iniciación en una película de Cronenberg", ríe Wasikowska. "Pero trabajar con David fue maravilloso. Él tiene ese tono de voz suave y realmente confía en el carácter del actor. Es curioso que las personas que hacen las películas más psicológicamente perturbadoras son a menudo las más dulces, las personas más amables".

La última persona que esperaba ver de nuevo a Agatha es el cabeza de la familia Weiss: Stafford, psicólogo televisivo cuyo programa "Hora de Poder Personal" ofrece un experiencia entre el "New Age" y el psicoanálisis suavizado para las masas, mientras que él trata de manera íntima y dinámica a sus invitados famosos, entre ellos Habana Segrand.

Sumergido de forma intensa en el papel, está el nominado al Globo de Oro, John Cusack. El propio actor pasó de niño actor a joven galán y de ahí a aclamado actor, por lo que tiene tal vez una visión única de la dinámica de la vida de las celebridades que se inician desde la infancia. Además, Cronenberg dice que Cusack "no tenía miedo de ir a las profundidades más oscuras de este personaje y, sin embargo, de alguna manera, también ser muy encantador y seductor".

Cusack conoció a Bruce Wagner hace mucho, cuando ambos estaban en la película "Un verano loco", pero su guión de "Maps to the stars" pilló a Cusack por sorpresa. "Fue la destrucción más salvaje de la fama y los secretos de Hollywood que había visto nunca", dice. Aunque Cusack asegura que Hollywood siempre ha tenido esa mezcla de "sueños y fantasía" en el reino del dinero, las cosas han cambiado mucho en los últimos años. "Cuando yo estaba empezando, las cosas eran diferentes. No era tan relevante quién era el mejor pagado o qué películas recaudaban más el fin de semana. La gente no estaba tan interesada en acechar a las celebridades hasta saber que desayunaban o que significa lo que dijeron a otra persona. Ese tipo de cultura obsesionada con la celebridad nació hace diez, quince años. Si querías saber cosas acerca de un actor, mirabas en su trabajo, las películas que había hecho. Se admiraba el trabajo de un actor, no la persona en sí".

Stafford Weiss detecta esta necesidad emocional insatisfecha a su alrededor y lo toma como una oportunidad. "Él se ve como un sanador". "Es parte Tony Robbins, parte Maestro de Reiki. Pero su hijo es la verdadera estrella - una estrella adolescente tipo Justin Bieber". Creando la tensa relación de Stafford con su hijo - por no hablar con la hija que ha tratado de mantener lejos de sus vidas - Cusack disfrutó trabajando con Cronenberg por primera vez. "Hay una fiereza en cómo David explora las cosas, y es emocionante ser parte de eso", comenta Cusack. "Se trata de reducir todo a su esencia más pura. Al igual que con algunos otros con los que he trabajado, Woody Allen o Clint Eastwood, no ensaya, así que tienes que confiar realmente en tus instintos y sumergirte hasta el fondo en la historia para que fluya en la cámara".

El productor Martin Katz, estaba encantado de ver a Cusack en acción. "Como patriarca de la familia Weiss, John encaja perfectamente como gurú de los famosos y escitor de best-seller de autoayuda. Es malvado de una manera muy profunda, y sin embargo, hay un encanto y una fascinación detrás que hace a Stafford Weiss muy humano y convincente".

Una gran parte del ego de Stafford está envuelto en el lucrativo éxito de su hijo, la joven sensación, estrella de "Bad Babysitter" y chico malo de los tabloides, Benjie Weiss. No sólo es un chico de 13 años tratando de enderezar el barco de su carrera después de una temporada en rehabilitación, sino que está siendo perseguido por el fantasma de su sentimiento de culpa.

Cronenberg no estaba seguro de si podría encontrar a un actor de esa edad que fuera capaz de aprovechar el agudo ingenio del guión de Bruce Wagner, pero encontró justo ese algo en el canadiense Evan Bird, a quien había visto en la versión americana de la serie de televisión "The Killing".

"Hay en Benjie una especie de seriedad extraña", explica Cronenberg. "Cuando hicimos el casting tenía 12 años, y cumplió 13 el mes antes de empezar a rodar y sin embargo, tenía esa gravedad, esa ironía y sarcasmo, mientras que al mismo tiempo, todavía se siente su puerilidad y vulnerabilidad".

Bird se sintió atraido por los desafíos de la obra. "Me encantan las historias complejas con personajes profundos, sino no es tan divertido", explica. "Lo que me gustó de Benjie es que en realidad no se siente amado, pero eso no le limita. Así que está en busca de ambas cosas. Gana demasiado dinero, del que se aprovechan sus padres, y está realmente jodido".

Trabajar con John Cusack como padre explotador de Benjie también fue emocionante para Bird. "Estaba muy nervioso por trabajar con él, porque es una gran estrella, pero es tan sencillo, no como se oye de otros, pero de eso es de lo que trata esta película, ¿no?". Él también estaba intrigado por interpretar a alguien que es perseguido literalmente - en el caso de Benjie, por una niña enferma que visita en el hospital por mera publicidad. "Benjie tiene este fantasma que no le deja en paz", explica Bird. "Le molesta porque quiere ser normal. Él no quiere estar loco como su hermana. Y sin embargo, sigue viendo a esta chica".

No importa lo que Benjie haga, la única persona que siempre le defiende es su madre y mánager, Cristina. Para interpretarla, Cronenberg tenía en mente a Olivia Williams, conocida por una amplia gama de papeles en historias como el clásico moderno "El sexto sentido", "Academia Rushmore" de Wes Anderson o "El escritor" de Roman Polanski. Sabía que necesitaba una actriz muy versátil que pudiera encarnar a una madre implacable y a la vez a una mujer con una relación particularmente secreta con su marido.

"He seguido a Olivia durante años", dice el director. "Ella es fantástica y completamente diferente en cada película. Aproveché la oportunidad de escogerla para este papel porque sentía que realmente podría evocar el tipo de personaje que ha venido a Los Ángeles desde otra parte, pero está listo para jugar con ferocidad el juego de Hollywood, ese papel de madre de una celebridad. Y ella y John hacen una pareja muy carismática. Los personajes tienen ese aura de algo que ha ido mal, un magnetismo destructivo entre ellos".

En la primera lectura, Williams encontró el guión hilarante y aterrador. "Es peligrosamente divertido como sátira", describe. "Pero trata también de algunas cosas graves - el subconsciente, la locura, la paranoia, la ocultación de la verdad - y me pareció que era increíblemente conmovedor y sincero, al mismo tiempo que algo absurdo".

Williams reflexiona sobre Cristina. "Ella es una mujer muy ambiciosa y alcanza a ver su caída desde lo más alto de su poder", dice ella. "Opera en un mundo donde alguien puede ser la persona más desagradable de la tierra y hacer de tu vida un infierno, y aun así lo quieres, y sabes que te hará ganar mucho dinero".

No es nada facil trabajar con Benjie Weiss - lanzando puyas a los agentes y ejecutivos cuando no está de fiesta, a pesar de su corta edad - pero Cristina está más preocupada por su futuro que por su estado mental. Hay cuestiones familiares más profundamente turbulentas tras la apariencia agresiva de Cristina con su hijo. Williams señala tímidamente, "Digamos que John Cusack y yo tenemos una relación muy complicada en pantalla que es - ¿cuál sería la palabra? - Incendiaria".


El conductor de la limusina
"Plus we're both dual-disorder"

Cuando Agatha Weiss regresa a Los Angeles, ella conecta inmediátamente con la primera persona que se encuentra: un conductor de limusina, aspirante a guionista, que lleva a los que tienen más éxito que él y que se enreda cada vez más en el drama de la obra.

El papel de Jerome lo interpreta Robert Pattinson, que trabaja con Cronenberg de nuevo tras protagonizar "Cosmópolis".

Fue uno de los primeros miembros del reparto en firmar. Martin Katz dice que ayudó a consumar el proyecto. "El entusiasmo de Robert por "Maps to the stars" es una de las cosas que realmente nos pusieron en marcha. Jerome no es un papel grande, pero es muy importante en la historia y su participación en el elenco nos dio un tremendo impulso", recuerda el productor. "En cierto sentido está interpretando a Bruce Wagner, que fue conductor de limusina y escritor desempleado".

Cronenberg estaba encantado de reunirse con Pattinson con un papel tan distinto. "Creo que Rob estaba muy feliz de ser parte del equipo", dice. "Pero Jerome es también un papel inprescindible, un personaje encantador y fue una oportunidad para Rob de hacer un trabajo más natural. Yo sabía que iba a estar fabuloso y lo está".

La experiencia de Pattinson trabajando en "Cosmopolis" con Cronenberg fue tan profunda que aceptó el papel de Jerome antes de leer el guión. Pero cuando por fin se sentó a leerlo, recuerda, "A las dos páginas estaba pensando wow, esto es tan increíblemente diferente y divertido. Ni siquiera sé lo que la gente va a pensar, parece casi peligroso. Es una historia satírica pero también es una historia de fantasmas y es también una especie de película de suspense. Es un desafío al género".

Él entendió "Maps" como algo más que otra historia de Los Ángeles. "En realidad trata de como las personas se mienten a sí mismas hasta el final", resume.

Sin embargo, dentro de todo eso, Pattinson ve a Jerome como el más normal de la nómina de personajes escandalosamente engañosos y desesperados - típicos tipos soñadores de LA. Un tipo normal con un trabajo regular que sin embargo siempre cree que está a un solo movimiento de convertirse en un importante actor y escritor.

"Jerome nunca aceptaría que él es sólo un conductor de limusina. Creo que él siente que está a punto de despegar", Pattinson observa. "Y, sin embargo, es aparentemente el único en esta historia que no está medio loco - o que no es un fantasma. Él es un tipo bastante normal, lo que es un poco extraño para mí también".

Trabajar con sus compañeros de reparto fue otra gran atracción para Pattison. De Julianne Moore, que dice: "Ella es hilarante, es un poco irónica, como Habana Segrand. Y ella cambia tan sutilmente en el personaje, que apenas te das cuenta de lo que está haciendo. Es un poco sorprendente".

Trabajó más de cerca con Mia Wasikowska en el papel de Agatha, que viene a depender de Jerome como su único amigo en la ciudad. "Yo sabía que Mia iba a estar maravillosa", dice. "Ella es tan hermosa que era horrible para mí ver a Agatha intimidada por toda su familia".

Para Cronenberg, la oportunidad de trabajar con miembros del reparto como Pattinson y Gadon varias veces, es uno de los aspectos más gratificantes de su carrera. "Es muy bonito para mí ver la evolución de los actores mientras trabajo con ellos", concluye.


Mapas de los ángeles
"That kind of money would f*#k up Mother Theresa".

Aunque muchas escenas de la película fueron rodados en Toronto, no había duda de que la producción se rodaría en Los Ángeles, para capturar ese psicosfera tan específica - esa extraña mezcla de glamour y decadencia, picos de creatividad y de desesperación - que no pueden ser imitados.

Dice Martin Katz, "Los Angeles realmente es otro protagonista de esta película. Esta es una película sobre la forma en que la perspectiva de las personas exitosas se ve distorsionada por la cultura de la fama, y no hay ningún lugar en el mundo donde eso sea más importante, o más visible que en Los Ángeles".

Rodar por primera vez en la ciudad - de hecho, por primera vez en los Estados Unidos - Fue una inspiración para Cronenberg. "Nosotros sólo rodamos cinco días en Los Ángeles, pero realmente fueron importantisimos. Quiero decir, mi mantra era: 'No voy a grabar ni un plano sin una palmera, y casi lo he logrado'", remarca.

Él trabajó con su equipo de siempre, colaboradores galardonados, que le ayudaron a mostrar ese reino lleno no sólo de estafadores y soñadores perdidos, sino también de espíritus y llamas abrasadoras. El equipo estaba integrado por el director de fotografía Peter Suschitzky, que trabaja con Cronenberg desde "Inseparables"; la diseñadora de producción Carol Spier, quien ha trabajado con Cronenberg a lo largo de su carrera y recientemente en "Pacific Rim" de Guillermo del Toro; la diseñadora de vestuario Denise Cronenberg, quien ha trabajado con su hermano desde 1986 en "La mosca"; el editor Ron Sanders, quien hace su película 17 con Cronenberg; el oscarizado maquillador Stephen Dupuis y el compositor con tres estatuillas, Howard Shore.

Su intención era dejar que la atmósfera de LA impregnara la historia. "Aquí, la ciudad es como una selva densa de la que no se puede escapar", describe. "Se agarra a los personajes, los magnetiza, los absorbe. En parte, no pueden escapar porque no les permite creer que quieren escapar. Y, sin embargo, se puede ver en todos los personajes que hay desesperación y deseo de huir. Simplemente no pueden".

En contra de sus instintos habituales, Cronenberg maximiza el uso de lugares de interés turístico. "A diferencia de en 'Promesas del Este', donde rodamos en Londres, pero evité deliberadamente todos los puntos emblemáticos de la ciudad, en 'Maps' tiene mucho que ver el simbolismo de Hollywood. Por lo tanto, rodamos en Rodeo Drive, en el Chateau Marmont, bajo el signo de Hollywood y en Hollywood Boulevard. Y, honestamente, era la primera vez en mi vida que rodaba algo en los EE.UU. a pesar de que muchas de mis peliculas se desarrollan allí, nunca había rodado nada hasta ahora".

En todo momento, incluso cuando la producción se estaba rodando en Toronto, Bruce Wagner sirvió como guía turístico de Hollywood para Cronenberg. "Siempre le podía preguntar 'Hacen esto en LA?' o 'sería una calle parecida en LA?'. Y eso llevó a momentos sutiles, pero importantes, de autenticidad", describe.

En última instancia, el mapa de Cronenberg de la moderna Los Angeles - y tal vez de la propia cultura contemporánea - está lleno de trampas psíquicas y sombras, pero también de luz por la vitalidad humana. "La ciudad de la película es de una belleza mortal", concluye. "Es como una trampa para moscas de la diosa Venus, donde cada uno de estos personajes ha sido devorado por sus obsesiones por el éxito, la fama y el dinero".