Aunque solo tiene 10 años, Jack cuida de sí mismo y de su hermano pequeño Manuel. Su madre Sanna trabaja todo el día y por las noches le gusta salir incapaz de hacer frente a la vida real que tiene como madre soltera con dos hijos pequeños a su cargo. Un día, un accidente doméstico hace que Jack sea enviado a un centro de los Servicios Sociales y separado de su madre.
Pero cuando llegan las vacaciones y Sanna no va a recogerle, Jack decide escaparse para descubrir que su madre está nuevamente ausente. Junto a su hermano Manuel recorre la ciudad en su busca, durmiendo en parques o garajes subterráneos y huyendo constantemente de la policía y de los adultos que se cruzan en su camino, en ocasiones para ayudarles y en otras para todo lo contrario.